Amparo Indirecto Bigote y Barba y Sancion Al Recluso

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V I S T O S, para resolver, los autos que integran el

Juicio de Amparo Indirecto 1935/2014, promovido por *; y

RESULTANDO

PRIMERO. Demanda. El veintisiete de octubre de

dos mil catorce, en la Oficina de Correspondencia Común

de los Juzgados de Distrito en Materia de Amparo Civil,

Administrativo y de Trabajo y de Juicios Federales en el

Estado de Nayarit, **, por su propio derecho, solicitó el

amparo y protección de la Justicia Federal, en contra de las

autoridades y por los actos que a continuación se indican:

AUTORIDADES RESPONSABLES

° Directora General del Centro Federal de


Readaptación Social Número Cuatro “Noroeste”.

° Director de Seguridad, Guarda y Custodia del


Centro Federal de Readaptación Social Número
Cuatro “Noroeste”.

Ambos con sede en El Rincón, Municipio de


Tepic, Nayarit.

ACTOS RECLAMADOS

“a) A la Directora General del Centro Federal de


Readaptación Social Número Cuatro “Noroeste”, le
reclamo lo siguiente:
Único. El obligarme a que me deba rasurar de
barba y bigote para cada pase de lista, y con ello,
obligándome a que me autolesione la cara con el
rastrillo, debido a la mala fe de éste y por las
erupciones que padezco en la cara producto del agné
(sic), provocándome así sangrados en la cara y
serias cicatrices que no se me pueden sanar
producto de la constante rasurada que me obliga a
realizar la autoridad responsable.
b) Al Director de Seguridad, Guarda y Custodia
del Centro Federal de Readaptación Social Número
Cuatro “Noroeste”, le reclamo lo siguiente:
Único. El llevar a cabo la ejecución de los actos,
ya que éste le indica a sus oficiales que me levanten
reportes para infraccionarme si no estoy rasurado de
barba y bigote para cada pase de lista,
presionándome así para auto lesionarme la cara.”

SEGUNDO. Admisión. Por auto de treinta de

octubre de dos mil catorce, previa aclaración de la

demanda de amparo, se admitió a trámite la misma; se

registró en el libro de gobierno con el número 1935/2014;

se solicitó el informe justificado a las autoridades

responsables; se dio la intervención que corresponde al

agente del Ministerio Público de la Federación adscrito; y

se fijó día y hora para la celebración de la audiencia

constitucional, la cual tuvo verificativo conforme al acta que

antecede.

CONSIDERANDO

PRIMERO. Competencia. Este Juzgado Segundo de

Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativo y de

Trabajo y de Juicios Federales en el Estado de Nayarit, es

competente para conocer y resolver el presente juicio de

garantías, en términos de los artículos 103, fracción I, y 107,


fracción VII, de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos; 35, 37 y 107 de la Ley de Amparo; 48 de

la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así

como la fracción XXIV del apartado Cuarto del Acuerdo

General 3/2013 del Pleno del Consejo de la Judicatura

Federal, relativo a la determinación del número y límites

territoriales de los Circuitos Judiciales en que se divide la

República Mexicana, y al número, a la jurisdicción territorial

y especialización por Materia de los Tribunales de Circuito y

de los Juzgados de Distrito, ya que los actos reclamados se

atribuye a autoridades circunscritas a su jurisdicción

territorial.

SEGUNDO. Existencia de los actos reclamados. El

Director General de Centros de PRS y el Encargado del

Área de Seguridad y Custodia, ambos del Centro Federal

de Readaptación Social Número Cuatro “Noroeste”, con

sede en El Rincón, Municipio de Tepic, Nayarit, al rendir su

respectivo informe justificado (fojas 26 y 60), negaron la

existencia de los actos reclamados; sin embargo, del

contenido de los propios informes se desprenden

manifestaciones que admiten la existencia de esos actos,

con lo cual se desvirtúa su negativa.

Es aplicable a lo anterior, la tesis sustentada por el

Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, localizable

en el Tomo XIV, Julio de mil novecientos noventa y cuatro,


visible en la página 391, del Semanario Judicial de la

Federación, Octava Época, que dice:

“ACTO RECLAMADO. DEBE TENERSE POR


CIERTO CUANDO LA AUTORIDAD EN SU
INFORME LO NIEGA, Y A CONTINUACIÓN HACE
MANIFESTACIONES QUE EVIDENCIAN SU
CERTEZA. En el juicio de garantías, debe
sobreseerse cuando las responsables al rendir sus
informes nieguen la certeza del acto que se les
atribuye, ya sea de manera lisa y llana, o bien
expongan razones tendientes a reforzar esa
negativa, empero, no puede procederse así cuando
las autoridades niegan la existencia de los actos
reclamados y, además, expongan razones o
circunstancias de las que se desprende que esos
actos sí existen, pues en ese caso, lo expuesto al
respecto desvirtúa su negativa y el órgano de control
constitucional debe tener por ciertos los actos
reclamados con base en el examen de dicho
informe.”

La existencia de los actos reclamados se corrobora,

inclusive, con la documental que adjuntó a su informe el

Director General del Centro Federal de Readaptación

Social número Cuatro “Noroeste”, con residencia en El

Rincón, Municipio de Tepic, Nayarit (foja 27 a la 59), a la

cual se le concede valor probatorio pleno, en términos de

los artículos 129 y 202 del Código Federal de

Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de

Amparo, en términos de lo dispuesto en el numeral 2° de

esta última.

TERCERO. Transcripción innecesaria de

conceptos de violación. El quejoso hizo valer los

conceptos de violación que estimó pertinentes, los que en


este apartado se tienen por reproducidos en obvio de

repeticiones innecesarias, en atención a lo que dispone la

jurisprudencia por contradicción de tesis 2a./J. 58/2010,

emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación, localizable en el Tomo XXXI, Mayo

de 2010, visible en la página 830, del Semanario Judicial

de la Federación y su Gaceta, Novena Época, cuyo rubro y

texto dicen:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS.


PARA CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE
CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS
SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU
TRANSCRIPCIÓN. De los preceptos integrantes del
capítulo X ‘De las sentencias’, del título primero
‘Reglas generales’, del libro primero ‘Del amparo en
general’, de la Ley de Amparo, no se advierte como
obligación para el juzgador que transcriba los
conceptos de violación o, en su caso, los agravios,
para cumplir con los principios de congruencia y
exhaustividad en las sentencias, pues tales principios
se satisfacen cuando precisa los puntos sujetos a
debate, derivados de la demanda de amparo o del
escrito de expresión de agravios, los estudia y les da
respuesta, la cual debe estar vinculada y
corresponder a los planteamientos de legalidad o
constitucionalidad efectivamente planteados en el
pliego correspondiente, sin introducir aspectos
distintos a los que conforman la litis. Sin embargo, no
existe prohibición para hacer tal transcripción,
quedando al prudente arbitrio del juzgador realizarla o
no, atendiendo a las características especiales del
caso, sin demérito de que para satisfacer los
principios de exhaustividad y congruencia se estudien
los planteamientos de legalidad o inconstitucionalidad
que efectivamente se hayan hecho valer.”

Una vez que se analizaron en su conjunto dichos

conceptos de violación, se estiman infundados, en

atención a las consideraciones siguientes.


Efectivamente, el quejoso manifiesta que se le obliga

a rasurarse la barba y el bigote para cada pase de lista y

que al no haber dado cumplimiento a lo anterior, se hizo

acreedor a la imposición de una corrección disciplinaria, lo

cual vulnera en su perjuicio lo dispuesto por el artículo 22

Constitucional, dado que se trata de “una pena inusitada y

trascendental”.

Al respecto, es menester señalar que, no le asiste

razón al quejoso en cuanto que la corrección disciplinaria

impuesta deba ser considerada como “inusitada”, dado que

la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya definió que

debe debe entenderse aquella que ha sido abolida por

inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no

corresponde a los fines que persigue la penalidad, lo que

evidentemente no acontece en la especie, dado que las

autoridades penitenciarias tienen facultades legales para

imponer correctivos disciplinarios cuando se inobserven las

reglas de dichos centros de reclusión, con el objeto de

preservar el orden, la disciplina y la seguridad de los

mismos.

El criterio jurisprudencia antes mencionado es el

contenido en la jurisprudencia P./J. 126/2001, emitida por

el Pleno del Máximo Tribunal en el País, localizable en el

Tomo XIV, Octubre de dos mil uno, visible en la página 14,

del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,

Novena Época, cuyo rubro y texto son del tenor siguiente:


“PENA INUSITADA. SU ACEPCIÓN
CONSTITUCIONAL. Según el espíritu del artículo 22
de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el término inusitado aplicado a una pena
no corresponde exactamente a la acepción
gramatical de ese adjetivo, que significa lo no usado,
ya que no podría concebirse que el Constituyente
hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de
las penas que enuncia el citado precepto 22, de todas
aquellas que no se hubiesen usado anteriormente;
interpretar gramaticalmente el concepto, sería tanto
como aceptar que dicha disposición constituye un
impedimento para el progreso de la ciencia penal,
pues cualquier innovación en la forma de sancionar
los delitos implicaría la aplicación de una pena
inusitada. Así, por "pena inusitada", en su acepción
constitucional, debe entenderse aquella que ha sido
abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o
porque no corresponde a los fines que persigue la
penalidad.”

Asimismo, es menester señalar que los numerales 1°,

16, 27, 35. 1), 36, 57 y 60. 1), de las Reglas Mínimas para

el Tratamiento de los Reclusos disponen, en ese orden, lo

siguiente:

“1. El objeto de las reglas siguientes no es de


describir en forma detallada un sistema penitenciario
modelo, sino únicamente establecer, inspirándose en
conceptos generalmente admitidos en nuestro tiempo
y en los elementos esenciales de los sistemas
contemporáneos más adecuados, los principios y las
reglas de una buena organización penitenciaria y de
la práctica relativa al tratamiento de los reclusos…”

“…16. Se facilitará a los reclusos medios para


el cuidado del cabello y de la barba, a fin de que se
presenten de un modo correcto y conserven el
respeto de sí mismos; los hombres deberán poder
afeitarse con regularidad…”

“…27. El orden y la disciplina se mantendrán


con firmeza, pero sin imponer más restricciones de
las necesarias para mantener la seguridad y la buena
organización de la vida en común….”
…”35. 1) A su ingreso cada recluso recibirá una
información escrita sobre el régimen de los reclusos
de la categoría en la cual se le haya incluido, sobre
las reglas disciplinarias del establecimiento y los
medios autorizados para informarse y formular
quejas; y cualquiera otra información necesaria para
conocer sus derechos y obligaciones, que le permita
su adaptación a la vida del establecimiento…”

“…36. 1) Todo recluso deberá tener en cada


día laborable la oportunidad de presentar peticiones o
quejas al director del establecimiento o al funcionario
autorizado para representarle. 2) Las peticiones o
quejas podrán ser presentadas al inspector de
prisiones durante su inspección. El recluso podrá
hablar con el inspector o con cualquier otro
funcionario encargado de inspeccionar, sin que el
director o cualquier otro recluso miembro del personal
del establecimiento se hallen presentes. 3) Todo
recluso estará autorizado para dirigir por la vía
prescrita sin censura en cuanto al fondo, pero en
debida forma, una petición o queja a la
administración penitenciaria central, a la autoridad
judicial o a cualquier otra autoridad competente. 4) A
menos que una solicitud o queja sea evidentemente
temeraria o desprovista de fundamento, la misma
deberá ser examinada sin demora, dándose
respuesta al recluso en su debido tiempo…”

“…57. La prisión y las demás medidas cuyo


efecto es separar a un delincuente del mundo exterior
son aflictivas por el hecho mismo de que despojan al
individuo de su derecho a disponer de su persona al
privarle de su libertad. Por lo tanto, a reserva de las
mediadas de separación justificadas o del
mantenimiento de la disciplina, el sistema
penitenciario no debe agravar los sufrimientos
inherentes a tal situación…”

“…60. 1) El régimen del establecimiento debe


tratar de reducir las diferencias que puedan existir
entre la vida en prisión y la vida libre en cuanto éstas
contribuyan a debilitar el sentido de responsabilidad
del recluso o el respeto a la dignidad de su
persona…”

Mientras que los numerales 1º, 5.1 y 5.2 de la

Convención Americana Sobre Derechos Humanos, prevén:

“Artículo 1°. Obligación de Respetar los


Derechos
1. Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno
ejercicio a toda persona que esté sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social.
2. Para los efectos de esta Convención,
persona es todo ser humano….”
“Artículo 5°. Derecho a la Integridad
Personal
1. Toda persona tiene derecho a que se respete
su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a
penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Toda persona privada de libertad será tratada con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser
humano.”

Y, que los artículos 4°, 7°, 9° y 30 del Reglamento de

los Centros Federales de Readaptación Social, prevén:

“Artículo 4°.- Las disposiciones del


Reglamento, los Manuales y demás normas
aplicables regirán para todos los internos, para el
personal adscrito a los Centros Federales y para
cualquier persona que ingrese o solicite hacerlo a sus
instalaciones.”

“Artículo 7°.- Prevención y Readaptación


Social, previo dictamen favorable de la Secretaría,
expedirá los manuales de organización y
procedimientos, así como aquéllos necesarios para el
debido funcionamiento de los Centros Federales.”

“Artículo 9°.- En los Centros Federales se


prohíbe el uso de la violencia física o moral y el de
procedimientos que provoquen cualquier tipo de
lesión o menoscaben la dignidad de las personas. La
autoridad se abstendrá de realizar actos que violen
los derechos humanos.”

“Artículo 30.- A su ingreso al Centro Federal


deberá entregarse a cada interno un ejemplar del
Reglamento, recabándose el acuse de recibo. Los
Manuales en que consten detalladamente sus
derechos y obligaciones estarán a su disposición en
la biblioteca donde se asentará constancia de la
consulta.
En el caso de internos incapacitados para leer,
analfabetos o que desconozcan el idioma español, se
solicitará el apoyo a instituciones oficiales
especializadas para que el Reglamento y los
Manuales respectivos se hagan de su conocimiento.”

Ahora bien, contrario a lo que argumenta el quejoso,

de una interpretación armónica de los artículos 16 y 17.1

de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los

Reclusos, se desprende que los hombres deberán afeitarse

con regularidad; luego, si se tiene en cuenta el contenido

literal de los arábigos 1.1. de la Declaración sobre la

Protección de Todas las Personas contra la Tortura y Otros

Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; y, 1º,

párrafo primero, de la Convención Contra la Tortura y Otros

Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en el

sentido de que no se consideran torturas las penas o

sufrimientos que sean consecuencia únicamente de la

privación legítima de la libertad, o que sean inherentes o

incidentales a esa privación legítima de la libertad, así

como tampoco se considerarán torturas los dolores o

sufrimientos que sean consecuencia únicamente de

sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a

éstas; por tanto, se puede concluir sin lugar a dudas que,

contrariamente a lo sostenido por el quejoso, las órdenes

para que se rasure la barba y el bigote, se trata de medidas

de seguridad e higiene adoptadas en el centro de reclusión

en el que se encuentra internado, las cuales quedan


enmarcadas dentro del contexto de facultades y

obligaciones que corresponden a las autoridades

responsables, entre las que se incluyen, el de supervisar el

debido funcionamiento y operación de los dispositivos de

seguridad en las diversas zonas e instalaciones del interior

del Centro Federal, ejercer la custodia de los internos, e

imponer medidas que permitan mantener la higiene, la

seguridad, el orden y la disciplina en el Centro Federal, de

conformidad con las disposiciones aplicables, tales como la

que se refiere a que los hombres deberán afeitarse con

regularidad, acorde con lo dispuesto en los artículos 1.1. de

la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas

contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,

Inhumanos o Degradantes; 1º, párrafo primero, de la

Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas

Crueles, Inhumanos o Degradantes; y, 26 del Manual de

Seguridad de los Centros Federales de Readaptación

Social.

En efecto, el acto que reclama el quejoso, consistente

en la orden de que se rasure la barba y el bigote, se trata

de una medida de seguridad e higiene tendiente a

preservar la organización y el orden que deben prevalecer

en el interior de los recintos carcelarios, previstas en

disposiciones administrativas formal y materialmente

reglamentadas.
De esa manera, es de estimarse que tales medidas

de seguridad e higiene no son degradantes ni humillantes,

pues son consecuencia, únicamente, de la privación

legítima de la libertad a que está sujeto el quejoso y, por

tanto, la autoridad responsable, antes de imponer medidas

que permitan mantener la higiene, la seguridad, el orden y

la disciplina en el Centro Federal, de conformidad con las

disposiciones aplicables, no estaba obligada, en términos

del párrafo primero del artículo 16 Constitucional, a fundar

y motivar la órdenes que le reclaman, puesto que tales

actos no entrañan medidas surgidas de un procedimiento

que lo amerite, sino del ejercicio de una facultad del

Ejecutivo para el debido cumplimiento de los fines de

readaptación que en el diverso arábigo 18 de la propia

Constitución subyace.

En las anotadas consideraciones, ante lo infundado

de los conceptos de violación que expresa la parte

quejosa, lo procedente es negar el amparo y la protección

de la Justicia de la Unión, que solicita.

Por lo expuesto y fundado, se:

RESUELVE

ÚNICO. LA JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA

NI PROTEGE a **** en contra de las autoridades señaladas

como responsables y por el acto que de ellas reclama,

precisadas aquéllas y éste en el resultando primero de esta


resolución, por los razonamientos jurídicos expuestos en el

considerando tercero del presente fallo.

NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE.

Así lo resolvió y firma NORMA ELIZABETH

ULLOA GARCÍA, Secretaria del Juzgado Segundo de

Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativo y de

Trabajo y de Juicios Federales en el Estado de Nayarit,

Encargada del Despacho en términos del artículo 161 de

la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, por

autorización de la Comisión de Carrera Judicial del

Consejo de la Judicatura Federal, en sesión celebrada el

once de noviembre de dos mil catorce, hasta el día de

hoy, treinta y uno de diciembre dos mil catorce, fecha

en que lo permitieron las labores de este Órgano

Jurisdiccional, ante el Secretario Nayar Gutiérrez Candil,

quien autoriza y da fe.


JUICIO DE AMPARO: 1935/2014.
QUEJOSO: CARLOS ANTONIO MORALES
CALDERÓN.
AUDIENCIA: 23 de diciembre de 2014.
FECHA DE PROYECTO: 31 de diciembre de 2014.
NAYAR GUTIÉRREZ CANDIL.

SUMARIO

ADMINISTRATIVO. ORDEN DE RASURARSE


LA BARBA Y BIGOTE A UN INTERNO DEL
CEFERESO. En el proyecto se propone
CONCEDER NEGAR EL AMPARO Y
PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, por
considerar infundados los conceptos de violación,
dado que son medidas de higiene y disciplina de los
centros de reclusión.
El licenciado(a) Nayar Gutierrez Candil, hago constar y certifico que en términos
de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás conducentes en lo relativo
de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada
legalmente como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento
mencionado. Conste.

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