Universidad de Aconcagua Felipe Abarzua Edio Reiman

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UNIVERSIDAD DE ACONCAGUA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE DERECHO

EL ARRENDAMIENTO DEL ÚTERO Y SUS


REPERCUCIONES JURÍDICAS.

Nombre: Felipe Abarzúa González


Edio Reiman Antileo
Profesor: Hernán Osorio

TEMUCO- CHILE
2015
Introducción
La maternidad es un estado de privilegio de la mayor parte de la población, sin
embargo un porcentaje importante de la misma no lo posee generando un
estado de insatisfacción al no dejar descendencia, y donde la maternidad
subrogada aparece como alternativa para concretar sus anhelos de ser padres,
mediante un proceso artificial de reproducción, no exento de críticas. Críticas
que se explican dadas las características que presenta la maternidad
subrogada en su variante contractual, y que obligaron a preguntarse si la
libertad procreativa es disponible o si su ejercicio queda limitado por la dignidad
del hijo y de la mujer gestante.
¿La hipótesis es posible sostener en el ordenamiento jurídico chileno?. Desde
un inicio intentaremos establecer un concepto de maternidad gestacional
subrogada así como sus elementos.
Posteriormente, se estudiará la normativa vigente, además de los proyectos de
ley que se encuentran aún en tramitación en el Congreso Nacional, que dicen
relación con la aplicación de las técnicas de reproducción asistida, y la
maternidad gestacional subrogada.
Se analizará el derecho internacional y derechos fundamentales relevantes en
materia de maternidad subrogada, como parte del bloque constitucional de
derechos fundamentales. Se describirá además, el tratamiento que se le ha
dado a la maternidad subrogada en el derecho comparado, con el objetivo dar
al lector una generalidad sobre el tratamiento de la maternidad subrogada en
distintos ordenamientos jurídicos.
Describiremos, asimismo, aspectos civiles relevantes tales como, la filiación en
la subrogación de la maternidad y naturaleza jurídica del contrato de
arrendamiento de útero, los cuales resultarán relevantes para la posterior
discusión en el ámbito constitucional, atendiendo a la doctrina nacional que ha
tratado el tema. Analizaremos también, la dignidad de la persona como
principio amenazado por la utilización de las técnicas de reproducción asistida,
específicamente por la maternidad subrogada, teniendo en consideración los
conceptos de dignidad que la doctrina ha elaborado. Estudiaremos los
derechos establecidos en el artículo 19 de la Constitución Política de la
República, que resultan relevantes en la discusión acerca de la procedencia de
la maternidad subrogada en nuestro país. De este modo se analizarán el
derecho a la vida y el derecho a procrear, el derecho a la igualdad y la no
discriminación arbitraria, el derecho al respeto de la vida privada de la persona
y su familia, y el derecho a la salud en relación con los problemas de infertilidad
y esterilidad, con el objetivo de comprender sus alcances y límites.
Finalmente, se dará respuesta al problema planteado en este trabajo, que
consiste en la constitucionalidad de la maternidad subrogada, a partir del
estudio y sistematización de las normas y la doctrina relevante en la materia,
que ya se mencionaron.
1.- Metodologías de reproducción asistida: conceptos y elementos
Los métodos de reproducción asistida, producen un conjunto de problemas
tanto éticos como jurídicos, donde se ven implicados varios derechos humanos
y donde numerosas veces la ética privada se ve aplastada por la ética pública.
Para poder comprobar las dificultades que proyectan las técnicas de
reproducción asistida, y en ajustado la maternidad gestacional subrogada, se
deben implantar ciertos conceptos que permitan una mejor comprensión sobre
el tema.
Como concepto general, “se entiende como técnica de reproducción asistida
toda intervención artificial de carácter médico que tenga por objeto producir
directamente la fecundación de un óvulo por un espermio, teniendo como
finalidad el nacimiento de un hijo
Según el doctor Fernando Zegers Hochschild, director científico de la unidad de
medicina reproductiva de la clínica Las Condes, las técnicas de reproducción
asistida pueden clasificarse en dos grandes grupos: la fecundación in vitro con
transferencia de los embriones al útero (FIV/TE) y la transferencia de gametos
a la trompa (GIFT)
La maternidad subrogada se ha entendido como una variante de la fecundación
in vitro, sin embargo, hay quienes sostienen que esta afirmación no es correcta,
ya que la figura de la maternidad subrogada necesitaría de varias técnicas de
reproducción asistida para su realización, entre ellas la inseminación artificial,
la fecundación in vitro, la implantación del embrión en el útero, dependiendo de
la modalidad de que se trate.
De lo que no hay duda, es que la maternidad subrogada se encuadra dentro de
las técnicas de reproducción asistida, ya sea como variante de la fecundación
in vitro o como una figura autónoma que deriva de una donación de óvulo o
embrión, dentro de la cual es posible distinguir al menos dos modalidades: la
primera se produce cuando una mujer aporta su óvulo para ser fecundado con
el semen de un hombre miembro de la pareja que encarga la criatura, mientras
que la segunda, surgiría de la implantación de un embrión en el útero de una
mujer la cual, se compromete a entregar la criatura concebida al término del
embarazo a la pareja que encarga la gestación. A esta última modalidad se le
ha denominado maternidad gestacional subrogada, y es ésta figura la que será
abordada por el presente trabajo.
La maternidad gestacional subrogada puede definirse como “una variante
dentro de las técnicas de reproducción asistida, que consiste en la implantación
a una mujer de un embrión cuyo gameto femenino no fue aportado por ella. La
mujer se compromete a realizar el proceso de gestación del embrión
implantado en su vientre, al término del cual entregará el producto del parto a
quien le ha solicitado el servicio”
En esta figura, la maternidad se encuentra disociada en dos mujeres distintas:
La que aporta su óvulo o madre genética que además será madre comitente y
la mujer que llevará a cabo el embarazo o madre gestante.
El término maternidad subrogada viene de la traducción de la expresión
inglesa“surrogated motherhood”. Dicha terminología no ha estado exenta de
críticas, se sostiene que se trataría de un término con carácter funcional, ya
que la maternidad implicaría algo más que llevar a cabo un embarazo

2.- Supuestos de hecho de la maternidad gestacional subrogada


En general los textos que conocen el tema de la maternidad subrogada,
utilizan citas bíblicas como un carácter de manifestar que desde tiempos
inmemorables la mujer ha buscado la manera de ser madre a través de otra
mujer, cuando la naturaleza la ha privado de esta posibilidad. El pasaje más
utilizado es el que relata el nacimiento de Ismael hijo de Jacob:
“Saray, esposa de Abraham, no le había dado hijos, pero tenía una esclava
egipcia que se llamaba Agar. Y dijo Sara y a Abraham: Ya que Yavé me ha
hecho estéril, toma a mi esclava y únete a ella, a ver si yo tendré algún hijo por
medio de ella”. Abraham hizo caso a las palabras de su esposa.
Hoy en día, existen diversas circunstancias que podrían llevar a una mujer a
recurrir a la maternidad gestacional subrogada, una de ellas y la más frecuente
dice relación con problemas de infertilidad o esterilidad, los cuales han
aumentado significativamente, entre las causas podemos mencionar a modo de
ejemplo: el empleo abusivo de técnicas anticonceptivas y la automedicación.

3.- La maternidad subrogada en el derecho comparado


Acá describiremos el tratamiento que se le ha dado a la maternidad subrogada
en el derecho comparado, dicha descripción tiene como objetivo el saber del
estado gestacional.
A) España. Este país, en cambio, optó por la vía civil, declarándose nulo de
pleno derecho todo contrato que verse sobre la subrogación de la maternidad,
según lo dispone el artículo 10 de la ley 14/2006 de 26 de Mayo sobre Técnicas
de Reproducción Humana Asistida.
B) Inglaterra. En este país no se prohíbe el pacto de maternidad subrogada. El
Acta de Acuerdos o Disposiciones de Subrogación de 1985, sanciona el lucro
que de estos pactos pudiera derivar, por lo tanto, en Inglaterra es
perfectamente posible celebrar un contrato de maternidad subrogada siempre y
cuando éste, sea gratuito.
C) Estados Unidos. Éste es uno de los países más permisivos en cuanto a la
procedencia de la maternidad subrogada, sin embargo, no todos sus Estados lo
permiten, prohibiéndose expresamente en Washington, Michigan, Utah,
Arizona, Nuevo México y Nueva York.
A pesar de que la maternidad subrogada es regulada en algunos países del
mundo ya sea permitiendo o no su procedencia, ésta no es la tendencia
mayoritaria, en efecto, la regla general es el vacío normativo frente a esta
materia, como ocurre precisamente en nuestro país.
4.- El método regulado de las técnicas de reproducción asistida y
maternidad gestacional subrogada en Chile.
En nuestro país el primer nacimiento producto de la fecundación in vitro se
produjo en el año 1985, siete años más tarde al primer caso ocurrido en el
mundo en 1978 en Inglaterra, desatando la discusión en torno a la procedencia
y límites de las técnicas de reproducción asistida, evidenciándose el vacío
normativo existente en nuestro país respecto de estas materias.
En Chile no existe normativa legal sistemática que regule expresamente la
procedencia, límites y efectos de las técnicas de reproducción asistida, no por
ello éstas han dejado de tener aplicación en nuestro país, sólo entre los años
1989 y 1995 nacieron aproximadamente 662 niños como resultado de
procedimientos de reproducción humana asistida. Sin embargo, podemos
encontrar disposiciones legales que hacen referencia a las técnicas de
reproducción asistida como ocurre con el artículo 182 del Código Civil,
incorporado por la ley 19.585 de 1998, el cual dispone que: “El padre y la
madre del hijo concebido mediante la aplicación de técnicas de reproducción
humana asistida son el hombre y la mujer que se sometieron a ellas. No podrá
impugnarse la filiación determinada de acuerdo a la regla precedente, ni
reclamarse una distinta.”
Como se puede observar, la norma sólo se limita a establecer los efectos
filiativos derivados de la aplicación de las técnicas de reproducción asistida,
pero nada señala acerca de los alcances y límites de éstas. Sin embargo, la
Dirección General de los Registros y del Notario en España mediante una
resolución de 18 de febrero de 2009, estima el recurso interpuesto contra el
auto del encargado del Registro Consular, y ordena que se proceda a la
inscripción en el Registro Civil Consular Español de los gemelos nacidos en
California mediante un contrato de maternidad subrogada, señalando entre
otros argumentos que, al ser los menores hijos de progenitores españoles la
ley permite su acceso al Registro Civil de éste país.

No obstante, de la lectura de la norma antes transcrita, se pueden desprender


las siguientes conclusiones:
- Se excluye cualquier efecto filiativo respecto del hijo nacido mediante las
técnicas de reproducción asistida a parejas homosexuales, al señalar la norma:
“el hombre y la mujer que se sometieron a ellas.”.
- No se realiza distinción alguna respecto a las parejas matrimoniales y no
matrimoniales, permitiendo el acceso a las técnicas de reproducción asistida a
las uniones de hecho entre un hombre y una mujer.
- El inciso 2º del artículo 182 CC, al señalar “ni reclamarse una distinta”
reconoce la intervención de un tercero en la fecundación, es decir, a un
donante, dando cabida a la fecundación heteróloga24
Otro cuerpo normativo que hace una somera referencia a las técnicas de
reproducción asistida es el Código Sanitario, específicamente en sus artículos
145 y 154 contenidos en el Titulo IX, además del artículo 17 de su reglamento.
El art. 145 señala que: “el aprovechamiento de tejidos o, partes del cuerpo de
un donante vivo, para su injerto en otra persona, sólo se permitirá cuando fuere
a título gratuito y con fines terapéuticos”, mientras que el art. 154 señala que
las disposiciones del Libro IX “no se aplicarán a las donaciones de sangre ni a
las de otros tejidos que señale el reglamento”. Por su parte el artículo 17 del
Reglamento del Libro Noveno del Código Sanitario señala que: “Las
disposiciones de este reglamento no se aplicarán a las donaciones de
espermios, óvulos, sangre, médula ósea, huesos, piel, fanereos, así como a
todo producto de la concepción que no llegue a nacer vivo, todas las cuales se
perfeccionarán por la sola voluntad del donante manifestada sin formalidad
alguna”. De la lectura de las normas anteriormente citadas queda claro que la
donación de gametos con fines reproductivos es perfectamente procedente en
nuestro ordenamiento jurídico, bastando para ello la “sola voluntad del
donante”. En este sentido, es interesante el análisis que realiza Hernán Corral
Talciani respecto de la donación de óvulos y la maternidad subrogada
señalando que resulta curioso que algunas las legislaciones que prohíben la
maternidad subrogada, sí permitan la donación de óvulos, “es decir, vedan la
sustitución personal cuando se trata de la gestación, pero no cuando tiene por
objeto la misma aportación genética que permite la concepción. Se excluye el
“préstamo maternal”, pero se posibilita la “enajenación de la maternidad”, se
legaliza lo más y se prohíbe lo menos”. Según, este razonamiento, la
maternidad subrogada debiera ser procedente en nuestro país, ya que en éste
se permite la donación de gametos.
El 28 de Julio del 2009 ingreso al parlamento el proyecto de ley que pretende
modificar el Código Sanitario “en orden a ampliar la protección a la maternidad,
incorporando un nuevo sentido y alcance al concepto de salud reproductiva,
reconociendo la existencia de los trastornos de fertilidad de cualquier integrante
de la pareja y su incidencia en la salud”, el cual dentro de las modificaciones,
incorpora dos nuevos artículo en los cuales se reconoce que la existencia de
trastornos de fertilidad femeninos y masculinos, inciden en la calidad de vida y
en el estado de salud de las personas y parejas que los padecen y, por lo tanto,
el pleno goce de la salud humana comprende la libertad y el derecho de
procrear.
Por su parte, el 28 de junio de 1985, el Ministerio de Salud dictó la resolución
exenta nº1072, que fija las normas aplicables a la fecundación in vitro y la
transferencia embrionaria, el cual en su artículo primero define estas técnicas
de reproducción asistida como “un conjunto de procedimientos complejos en
constante desarrollo, que resumen sofisticados avances de la Gineco-
Obstetricia y posibilitan la fertilización del óvulo en un medio artificial, lo que
permite el desarrollo del embrión durante 2 o 3 días para posteriormente
implantarlo en la cavidad del útero para que el embarazo tenga la oportunidad
de evolucionar hasta la consecución de un recién nacido vivo y sano”.
Estableciendo que las técnicas de reproducción asistida son un tratamiento
terapéutico para enfrentar la esterilidad. Dicha resolución establece la
necesidad de que en nuestro país se informe acerca de los costos, riesgos y
beneficios que la fecundación in vitro y la transferencia embrionaria implican,
en atención a las críticas y falsas expectativas generadas en otras naciones
que han desarrollado estas tecnologías.
Es interesante lo que establece el considerando primero de la resolución la cual
señala “Que la garantía constitucional del derecho a la vida y la protección de
la vida del que está por nacer, que prevé el artículo 19°, N° 1 de la Constitución
Política de la República, incluye el derecho a procrear y, consecuentemente, el
acceso a los medios médicos para superar las causas que impiden o dificultan
la concepción”. Es evidente que tal norma contiene una interpretación amplia
del derecho a la vida, incluyendo el derecho a procrear, lo que resulta relevante
en cuanto al ejercicio del derecho
Boletín Nº 6624-11 Modifica Código Sanitario en orden a ampliar la protección
a la maternidad, incorporando un nuevo sentido y alcance al concepto de salud
reproductiva, reconociendo la existencia de los trastornos de fertilidad de
cualquier integrante de la pareja y su incidencia en la salud. Resolución exenta
del ministerio de salud Nº 1072 de 1985.
Desde 1993 descansa en el Congreso Nacional, el proyecto de ley que regula
los “principios jurídicos y éticos de las técnicas de reproducción asistida y
establece sanciones para los infractores de sus normas”, el cual se encuentra
actualmente archivado desde el 22 de abril del 2002.
Existe además otro proyecto que pretende regular de manera más tangencial
la problemática que trae consigo la aplicación de las técnicas de reproducción
asistida, el cual establece la “protección de los embriones humanos,
estableciendo sanciones penales para quienes practiquen la clonación,
elección artificial del sexo, transformación artificial de células reproductoras
humanas, la hibridación o mutación, la ectogénesis y la fecundación post
mortem”, el cual también se encuentra archivado. Sin embargo, gran parte de
las materias que pretende regular este proyecto fueron abarcadas por la ley
20.120 sobre la investigación científica en el ser humano, su genoma, y que
prohíbe la clonación humana, publicada el 22 de septiembre del 2006 en el
diario oficial.
En síntesis, en nuestro país aún no existe normativa legal sistemática que
regule expresamente las técnicas de reproducción asistida, por lo que no es de
extrañar que la figura de la maternidad gestacional subrogada, carezca de toda
regulación en nuestro ordenamiento jurídico. Es por ello que debemos recurrir a
la interpretación de las normas que hoy en día se encuentran vigentes en
nuestro ordenamiento jurídico, sin embargo, es evidente que dicha normativa
resulta insuficiente frente a los avances científicos en el área de la medicina.
Boletín Nº 1026-07. Regula los principios jurídicos y éticos de las técnicas de
reproducción asistida y establece sanciones para los infractores de sus
normas.
Boletín: Nº 1997-11 Protección de los embriones humanos, estableciendo
sanciones penales para quienes practiquen la clonación, elección artificial del
sexo, transformación artificial de células reproductoras humanas, la hibridación
o mutación, la ectogénesis y la fecundación post mortem.
Capítulo II: Determinación de la maternidad: aspectos civiles relevantes
1.- La filiación en la subrogación de la maternidad.
Con los avances tecnológicos en el campo de la medicina y la aplicación de las
técnicas de reproducción asistida, se abrieron nuevas posibilidades frente a la
determinación de la maternidad. Éstas resultaban impensadas hace algunos
años atrás donde la regla contenida en el artículo 183 del Código Civil, según la
cual la maternidad queda legalmente determinada por el parto, tenía plena
aplicación. Ya que, esta regla se ajustaba a la realidad, efectivamente no había
duda que, quien daba a luz era la madre genética, comitente y obviamente la
gestante.
Hoy en día es posible que la maternidad se encuentre disociada en tres
mujeres distintas:
“La aportante del óvulo o madre genética, la que lleva a cabo el embarazo o
madre gestante y la que desea tener el hijo o madre comitente”, en el caso de
la maternidad gestacional subrogada es posible que la maternidad se presente
disociada en dos mujeres diferentes: la madre comitente, que además será la
madre genética y la madre gestante, pero actualmente es evidente que resulta
anacrónica.
La disociación de la maternidad presenta problemas para el derecho de
filiación, el cual se ve superado por los avances científicos de nuestra época.
Es por ello que el legislador pretendió solucionar el problema de la filiación de
los hijos nacidos como consecuencia de la aplicación de las técnicas de
reproducción asistida, incorporando el artículo 182 a través de la ley 19.585,
estableciendo que: El padre y la madre del hijo concebido mediante la
aplicación de técnicas de reproducción humana asistida son el hombre y la
mujer que se sometieron a ellas.
Hay quienes señalan que frente a un contrato de maternidad gestacional
subrogada, se debe considerar madre a quien ha gestado y parido al hijo y, por
lo tanto, se aplican las reglas generales del Código Civil. Y que a pesar de que
la maternidad se encuentre disociada, no procede la impugnación de la
maternidad, ya que la ley establece causales taxativas para su impugnación,
dentro de las cuales no se establece alguna que permita alegar que el óvulo
pertenece a otra mujer o bien, que la voluntad procreacional reside en una
mujer distinta a la madre gestante. Hay quienes, en cambio, se inclinan por el
criterio volitivo, señalando que la intención de engendrar nace de los padres
comitentes y que sin esta voluntad no se hubiera celebrado el contrato, ni se
hubiera llevado a cabo la aplicación de la maternidad gestacional subrogada
como técnica de reproducción asistida, es decir, la voluntad de la madre
comitente es la que determinará el surgimiento de una serie de hechos que
finalmente terminarán con el nacimiento de un niño. Teniendo en cuenta
además, que la voluntad y aporte que presta la madre sustituta sólo tiene
relevancia una vez que la madre comitente ha manifestado la voluntad de
procrear. En este sentido, Un tercer criterio es el genético, el cual constituye
una alternativa para de determinar la maternidad del hijo nacido mediante un
contrato de maternidad gestacional subrogada, los autores que defienden esta
tesis sostienen que el artículo 182 del Código Civil constituye una aplicación del
sistema general de determinación basado en la descendencia genética, ya que,
la expresión legal “someterse” que utiliza dicho artículo, estaría haciendo
referencia a la persona que aporta el material genético, en este caso sus
óvulos. Existen además, argumentos basados en el principio de igualdad,
frente al tratamiento que se le da a la disociación de la paternidad. En el caso
de la maternidad gestacional subrogada la madre comitente y genética
coincidirán, es por ello que tanto el criterio genético como el criterio volitivo,
establecerán como madre a la parte arrendataria del contrato de maternidad
gestacional subrogada.
Hay autores que ven en la adopción una forma para determinar la maternidad
respecto de madre comitente o genética en el caso que el hombre que aportó
el semen para la fecundación del óvulo de la madre comitente (y genética), sea
el marido de ésta y ambos decidieran ser padres del hijo concebido mediante la
maternidad gestacional subrogada. En este caso, efectivamente, se facilita la
determinación de la maternidad a favor de la madre comitente, al existir la
posibilidad de que el donante reconozca al hijo por cualquiera de los medios
que establece el artículo 120 del Código Civil, y posteriormente ambos adopten
al niño en virtud del artículo 11 de la ley 19.620 sobre adopción de menores.
Sin embargo, esta solución no resuelve el problema central de la disociación de
la maternidad con independencia de quien resulte ser el padre sino que, más
bien, resulta ser un mecanismo legal que permite establecer como madre a la
comitente, sólo si ésta se encuentra casada y su cónyuge ha participado en el
procedimiento de la maternidad gestacional subrogada aportando sus
espermios, dependiendo de la voluntad de éste, si reconoce al hijo y
posteriormente inicia los trámites de adopción junto con su mujer, para que
ésta pueda ser reconocida legalmente como madre del hijo, respecto del cual
ambos son padres genéticos y comitentes.
2.-Contrato de arrendamiento útero

Se ha denominado como contrato de arrendamiento de útero “al acuerdo por el


que una mujer se compromete a gestar un embrión que le ha sido transferido,
para que una vez nacido lo entregue a sus padres biológicos. A cambio,
generalmente recibirá una remuneración” se establece una serie de
características jurídicas civiles del contrato de arrendamiento de útero,
atendiendo a la regulación que establece nuestro Código Civil. Éstas podrían
resumirse en las siguientes:
- Se trataría de un arrendamiento de servicios, al obligarse la madre gestante
desplegar una actividad, la cual consiste en llevar a cabo el embarazo.
- Se trata de un contrato bilateral, ya que, la parte arrendataria se obliga al
pago de una renta o canon, mientras que la parte arrendadora se obliga a llevar
a cabo el embarazo
- Es oneroso, porque el contrato de arrendamiento necesariamente implica el
pago de una renta o canon, pues, si el contrato es gratuito estaríamos frente a
un contrato de comodato o prestación gratuita de servicios.
- Es conmutativo, al establecer las partes obligaciones más o menos
equivalentes, lo que, como señala la autora, puede ser cuestionable teniendo
en cuenta los riegos que implica un embarazo los cuales deben ser soportados
por la madre gestante, sin embargo, el riesgo que asume la parte arrendadora
hoy en día con los avances científicos en el campo de la medicina son
previsibles.
- Es un contrato principal, al subsistir por sí mismo sin necesidad de otra
convención.
- Es consensual, al perfeccionarse por la sola voluntad de las partes, no
obstante, la autora sostiene que frente a una eventual regulación de este pacto,
debería establecerse como un contrato solemne.
- Y por último, se trataría de un contrato innominado, ya que según la autora no
se encuentra reglamentado por la ley. Sin embargo, a nuestro entender se
trataría más bien de un contrato atípico, puesto que el contrato tiene una
denominación. Contraer derechos y obligaciones libremente desde un primer
momento

En Chile no se ha discutido la validez de este tipo de pactos a nivel


jurisprudencial, la discusión sólo se ha planteado en sede doctrinal. Nuestra
doctrina es, más o menos, uniforme en sostener que este tipo de pactos son
nulos, ya que transforman en objeto de comercio a la persona humana,
considerando a las personas objetos del derecho y no sujetos del mismo en el
Derecho Civil es el de permisión general o permisión por defecto, es decir, que
todo aquello que no está expresamente prohibido, está permitido. Por lo tanto,
el contrato de maternidad gestacional subrogada sería una manifestación del
principio de autonomía de la voluntad, la cual no está expresamente prohibida
en nuestro ordenamiento n jurídico, por lo que su celebración sería
perfectamente posible.

Ordenamiento jurídico como parte del bloque constitucional de derechos


fundamentales.
1.- La dignidad de la persona
A) Concepto de dignidad de la persona humana
B) Dignidad de la persona y maternidad gestacional subrogada
2.- El bloque constitucional de derechos fundamentales
El catálogo de derechos fundamentales que establece la Constitución Política
de la República en su artículo 19, no es taxativo puesto que, son además parte
del contenido material de la Constitución los derechos establecidos en los
Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes,
según lo establece el artículo 5 inciso 2 CPR.
Capítulo IV: Catálogo de derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política de la República: derechos involucrados en la
discusión en torno a la maternidad subrogada
En este último capítulo se analizarán distintos derechos consagrados en el
artículo 19 dela Constitución Política de la República,
1.- Derecho a la vida y derecho a procrear
1.1 Derecho a procrear como manifestación del derecho a fundar una familia
1.2 Derecho a procrear como manifestación del derecho a la vida
2.- Derecho a la igualdad y la no discriminación arbitraria
Nuestra carta fundamental en su artículo 19 nº 2 establece que:
“La Constitución asegura a todas las personas: La igualdad ante la ley. En
Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que
pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley.
3.- Derecho al respeto de la vida privada de la persona y su familia
Nuestra constitución en su artículo 19 nº 4 asegura el respeto a la vida privada
de la persona y su familia, configurando un derecho de la personalidad que no
puede ser vulnerado por persona o autoridad alguna.
4.- Infertilidad y derecho a la salud
Señalamos antes que una mujer puede acudir al arriendo de vientre por
diversos motivos, entre ellos, para evitar los riesgos y efectos de un embarazo,
para prescindir del acto sexual, o bien para resaltar problemas infertilidad o
esterilidad. En este último supuesto, el derecho a la salud juega un papel
importante, puesto que, si consideramos la infertilidad o esterilidad una
enfermedad o patología que afecta la salud de una persona, se configura la
acción de protección de la salud, como consecuencia de la consagración del
derecho a la salud en nuestra Constitución.
Los términos infertilidad y esterilidad son utilizados indistintamente para
referirse a la persona o pareja que no logra reproducirse mediante el acto
sexual, sin embargo, dichos términos en estricto rigor no significan lo mismo.
Conclusión

La maternidad gestacional subrogada se encuadra dentro de las técnicas de


reproducción asistida, ya sea, como variante de la fecundación in vitro o como
una figura autónoma. Existen otras modalidades dentro de la figura genérica de
la maternidad subrogada
Los antecedente son vitales a la hora de analizar el conflicto de derechos
pues permite conocer las razones invocadas para admitir el contrato de
maternidad subrogada entre ellas la existencia de un derecho a la
descendencia evaluando los límites que tendría éste, y que guardan coherencia
con la naturaleza de los derechos fundamentales y los valores de dignidad e
integridad física , Resulta paradójico justificar la aceptación del alquiler de
vientres en aras de posibilitar la paternidad genética, olvidando que quienes se
hallan involucradas son fundamentalmente personas. No solo debemos
considerar al no nacido sino, además, a la portadora.
La importancia de los derechos a considerar reclama la necesidad de
poner costo a los avances científicos si de ellos resulta el avasallamiento de la
persona.  Como ha sido adelantado en los párrafos anteriores,  debemos
concluir afirmando que la maternidad por sustitución importa una falta a la
dignidad de la persona por nacer en cuanto conlleva un quebrantamiento a la
libertad del individuo de "ser" y "existir" de acuerdo a un orden natural dado
(presupuesto hereditario, estructuras innatas, etc.), libre de injerencias  que
hayan predeterminado su no identidad (si no puede establecerse su origen
genético), su derecho a ser traído al mundo por su madre biológica, a no ser
separado de quien lo gestó. De este modo, el sujeto deviene en "objeto" de
experimentación y fabricación, sin consideraciones que contemplen su
estructura psico-emocional, espiritual y volitiva; reduciéndolo a un simple
"resultado" cuya tecnología apunta a  satisfacer un deseo ajeno

Bibliografía

http://es.wikipedia.org/wiki/Madre_de_alquile
http://www.enciclopediadebioetica.com/
http://embarazoyparto.about.com/
http://www.scielo.cl/

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