Convenios de Ginebra
Convenios de Ginebra
Convenios de Ginebra
Protegen especialmente a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal
sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir
participando en las hostilidades (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra).
Los Convenios y sus Protocolos establecen que se debe tomar medidas para prevenir o poner fin
a cualquier infracción de dichos instrumentos. Contienen normas estrictas en relación con las
llamadas “infracciones graves”. Se debe buscar, enjuiciar o extraditar a los autores de
infracciones graves, sea cual sea su nacionalidad.
El I Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los heridos y los enfermos de las
fuerzas armadas en campaña
Este Convenio es la versión actualizada del Convenio de Ginebra sobre los combatientes
heridos y enfermos, posterior a los textos adoptados en 1864, 1906 y 1929. Consta de 64
artículos, que establecen que se debe prestar protección a los heridos y los enfermos, pero
también al personal médico y religioso, a las unidades médicas y al transporte médico. Este
Convenio también reconoce los emblemas distintivos. Tiene dos anexos que contienen un
proyecto de acuerdo sobre las zonas y las localidades sanitarias, y un modelo de tarjeta de
identidad para el personal médico y religioso.
El II Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los heridos, los enfermos y los
náufragos de las fuerzas armadas en el mar
Este Convenio reemplazó el Convenio sobre prisioneros de guerra de 1929. Consta de 143
artículos, mientras que el Convenio de 1929 constaba de apenas 97. Se ampliaron las categorías
de personas que tienen derecho a recibir el estatuto de prisionero de guerra, de conformidad con
los Convenios I y II. Se definieron con mayor precisión las condiciones y los lugares para la
captura; se precisaron, sobre todo, las cuestiones relativas al trabajo de los prisioneros de guerra,
sus recursos financieros, la asistencia que tienen derecho a recibir y los procesos judiciales en su
contra. Este Convenio establece el principio de que los prisioneros de guerra deben ser liberados
y repatriados sin demora tras el cese de las hostilidades activas. Tiene cinco anexos que
contienen varios modelos de acuerdos y tarjetas de identidad, entre otras.
os Convenios de Ginebra que se adoptaron antes de 1949 se referían sólo a los combatientes, y
no a las personas civiles. Los hechos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial pusieron en
evidencia las consecuencias desastrosas que tuvo la ausencia de un convenio que protegiera a
los civiles en tiempo de guerra. Este Convenio adoptado en 1949 toma en consideración la
experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Consta de 159 artículos. Contiene una breve sección
sobre la protección general de la población contra algunas consecuencias de la guerra, sin
referirse a la conducción de las hostilidades, las que se tomaron en cuenta más tarde, en los
Protocolos adicionales de 1977. La mayoría de las normas de este Convenio se refieren al
estatuto y al trato que debe darse a las personas protegidas, y distinguen entre la situación de los
extranjeros en el territorio de una de las partes en conflicto y la de los civiles en territorios
ocupados. Define las obligaciones de la Potencia ocupante respecto de la población civil y
contiene disposiciones precisas acerca de la ayuda humanitaria que tiene derecho a recibir la
población civil de territorios ocupados. Además, contiene un régimen específico sobre el trato
de los internados civiles. Tiene tres anexos que contienen un modelo de acuerdo sobre las zonas
sanitarias y las zonas de seguridad, un proyecto de reglamento sobre los socorros humanitarios y
modelos de tarjetas.
Artículo 3 común
El artículo 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra marcó un gran avance, ya que abarca
los conflictos armados no internacionales, que nunca antes habían sido incluidos en los tratados.
Estos conflictos pueden ser de diversos tipos. Puede tratarse de guerras civiles, conflictos
armados internos que se extienden a otros Estados, o conflictos internos en los que terceros
Estados o una fuerza internacional intervienen junto con el gobierno. El artículo 3 común
establece las normas fundamentales que no pueden derogarse. Es una suerte de mini convenio
dentro de los Convenios, ya que contiene las normas esenciales de los Convenios de Ginebra en
un formato condensado y las hace aplicables a los conflictos sin carácter internacional:
Establece que se debe tratar con humanidad a todas las personas que no participen en las
hostilidades o que caigan en poder del adversario, sin distinción alguna de índole desfavorable.
Prohíbe específicamente los atentados contra la vida, las mutilaciones, la toma de rehenes, la
tortura, los tratos humillantes, crueles y degradantes, y dispone que deben ofrecerse todas las
garantías judiciales.
Vea también: Mejorar el respeto del derecho internacional humanitario en los conflictos
armados no internacionales
Gracias a siete nuevas ratificaciones que se concretaron a partir del año 2000, el total de Estados
Partes se elevó a 194, lo que significa que los Convenios de Ginebra ahora son aplicables
universalmente.
En 2005, se aprobó un tercer Protocolo adicional, que establece un emblema adicional, el cristal
rojo, que tiene el mismo estatuto internacional que los emblemas de la cruz roja y de la media
luna roja.