AUTORES
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Hasta que el popular “cebollita” creció, maduro biológicamente y musicalmente, su voz se hizo más gruesa y
expresiva, de ser un íntegramente más del conjunto, de pronto se convirtió en un solista, unió su voz y
sentimiento al arpa ayacuchano de Rubén Mejía.
Wilber Ayvar con el sobrenombre del “Brujo de Antaraqay”, se consagra musicalmente con la grabación de
este excelente CD. Dedicado amorosamente a toda su familia con especial mención de su hijo Wilber Aron
Rumi, su compañera de siempre Angélica Hernández y a sus queridos padres don Porfirio Aybar Vilchez
(QEPD) y doña Margarita Alfaro. Creemos que Wilber Ayvar no es un brujo el sigue siendo el popular cebolla;
por que ahora si que hace llorar con las sentidas canciones que interpreta con el acompañamiento del arpa.
Canciones escritas para la eternidad como: Coca Kintucha, Waqana Pata, Killinchallay Huamanchallay,
Chullalla Sarachamanta, Ñas Ripunkiña, Negra del alma, Amapola huaytita, Huérfano pajarillo, Flor de
Violeta, se lucen en su afiatada voz, rematando con una versión muy a su estilo de Expreso Puquio.
El huayno es un género musical bonito, bailable, feliz y otras veces triste. En general, despierta todos los sentimientos
Los hermanos Ayvar Alfaro son:
Sixto Ayvar Alfaro, Sixtucha (del "Grupo Alborada"); Luis Ayvar Alfaro (Ex-Integrante del "Grupo Alborada"); Porfirio
Ayvar Alfaro (Ex primera voz de "Los Apus del Peru"); Wilber Ayvar Alfaro, Cebollita (Integrante del "Grupo Alborada");
Viterbo Ayvar Alfaro (Ex primera voz del "Duo Ayacucho")...
El año 1986 formó el trío “Huaytapallana” conjuntamente con Alfredo Valdivia Pacheco y Alfredo Pacheco Acuña.
Posteriormente, en el año 1988, integró el grupo Alborada junto a su hermano Sixto Ayvar –fundador del grupo-, a
Rafael Huamán, Jhon Salazar, Teófilo Acosta y Ever Pacheco. Además de su afición al canto, Luis Ayvar también participó
en grupos de teatro como “Canchaqchaska” de Apurímac.
El año 1991 su hermano Sixto Ayvar lo llevó a Lima para grabar a dúo la producción “Enlazando Cantos, Apurimac y
Ayacucho”. Ese mismo año emigra a Europa, donde ya moraba su hermano Sixto con el grupo Alborada desde el año
1990. Ya en Europa y como integrante de Alborada participó en la grabación de álbumes de Alborada como
“Encuentros” (1993), “Tropical” (1997) y “Caminos al sol” (2004), en las cuales mostró su interés por la música de los
países vecinos del área andina.
El año 2000 conjuntamente con su hermano Sixto Ayvar y con Rafael Huamán realizó la grabación “Llactachallaymanta”
que recogía temas tradicionales de la región surandina para fusionarlos con elementos de la música pop internacional.
Desde 1992 Luis Ayvar ha venido recopilando huaynos tradicionales, al mismo tiempo que ha ido desarrollando un estilo
personal de composición basado en una bien fundada simbiosis de tradición e innovación. Fruto de ese trabajo
minucioso es su primera producción como solista “ Wiñaytakinchiq” que fue lanzada el año 2001.
“Wiñaytakinchiq”, cuyas pistas sonoras fueron grabadas parcialmente en Alemania y en el Perú, se convirtió
rápidamente en un referente dentro del ambiente musical andino, pues se trataba no sólo de un disco con un repertorio
novedoso y pulcramente interpretado sino de un trabajo serio con una propuesta propia y diferente.
Después de haber entrado por la puerta grande al mundo de la música andina Luis Ayvar ha lanzado su segundo trabajo
individual “Wiñaytakinchiq II” (2005) confirmando su éxito con la misma formula que lo convirtió en uno de los
preferidos del público andino actual: su respeto a la música tradicional y su inquietud renovadora.
Parte de ese éxito, tanto del primero como del segundo volumen de “Wiñaytakinchiq” lo debe Luis Ayvar a la herencia
musical de sus padres, quienes han contribuido y contribuyen siempre al repertorio de Luis con canciones de la talla de
“Wayanakito”, “Traguschallay”, “Tankarchay”, “Titiurqu” o el “Wakamarkay”, temas que gozan de gran preferencia por
parte del público.
Paralelamente a sus actividades como solista Luis Ayvar sigue participando en otros proyectos musicales. Así el año 2004
participó en el disco “Sayri” de los artistas Tatanka y Allin Qampi. Como músico Luis Ayvar admira a los Qorilasos de
Chumbivilca, a la Lira Pausina, a los Manantiales, al maestro Manuelcha Prado, a Manuel Silva, a los Bohemios del
Cuzco, a los Campesinos, a Picaflor de los Andes, a Flor Pucarina, a la Estudiantina Perú y es, además, un gran admirador
del conjunto apurimeño los Chankas.
Estas son sus canciones que cuando vas de viaje, en fiestas o simplemente estas de camino al trabajo o a la universidad
te impresiona, te tranquiliza,... en fin.
Manuelcha Prado
Manuel Prado Alarcón, más conocido por su nombre artístico, Manuelcha Prado, nació en 1955 en el pueblo de
Puquio (provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho).
Compositor, guitarrista y trovador, ha recibido apelativos como “el saqra de la guitarra” (el término quechua
saqra significa, entre otras cosas, “brujo”). Comenzó su carrera musical a los 12 años, de la mano de músicos
campesinos de su pueblo natal. En la década de los 70′ se traslada a Lima, donde es integrante de diferentes
conjuntos musicales (incluyendo uno de música tropical). Tras esa etapa decide iniciar su trayectoria como
solista, recopilando música nativa de su Puquio, un pueblo descrito con mucha poesía por el escritor peruano
José María Arquedas.
En 1981 lanza su primer trabajo, “Guitarra indígena”. Al año siguiente comienza sus giras internacionales, y en
1985 edita “Testimonio ayacuchano”. En 1987 produce “Galopando al sur”, y en 1990 edita, junto con el
concertista Raúl García Zárate y Javier Echecopar, el libro ” Música para guitarra del Perú”, usado como libro
de texto en las escuelas de música de todo el país.
En 1991 celebra su 25 aniversario con el disco homónimo. En 1996 lanza un disco directo, “Romance
guitarrero”, junto a Carlos Falconi, y en 1998, ya acompañado por el grupo “Proyecto Kavilando”, edita
“Cavilando”. Finalmente, en 1999 graba “Kukulinay” y al año siguiente, “Saqra”.
Manuelcha Prado es un hombre conectado con las raíces andinas, que ha difundido una parte muy interesante
del repertorio musical de la Sierra central peruana. Su destreza con las seis cuerdas de la guitarra queda fuera de
toda duda, y su trabajo de recuperación y revitalización de la música del Perú más profundo es encomiable.
Riqchari.- Empecemos hablando de Puquio. Aquel pueblo indio tan bien descrito por Arguedas y en el cual pasaste tus
primeros años.
Manuelcha.- Bueno, Puquio tierra de comunidades campesinas, pueblo de comunidades indígenas, también pueblo de
barrios mestizos con una pequeña élite "misti", tomando un poco el término arguediano (misti término para referirse a
los blanquiñosos y pudientes). El Puquio donde me desarrollé todavía toca el filón espiritual que narra Arguedas.
Recuerdo con mucha claridad, y con nostalgia, el cariño de los comuneros. Yo viví en el barrio mas indio de Puquio: en
Picchcachuri. Y mi abuela, quechua hablante, estaba muy relacionada con los campesinos. En varias ocasiones yo narré
que viví bebiendo de dos fuentes, la fuente indígena por parte de mi abuela materna y la fuente castiza por pacte de mi
abuela paterna. Bien, de ese Puquio que hablamos que cuya fuerza fundamental emerge de la tierra, los barrios, las
festividades ligada al arpa y el violín, la chirisuya, la banda de metales, el entierro de los niños en fin, toda una
experiencia musical, vivencial, ligada a la vida en sus diferentes aristas.
Manuelcha.- Para mi el quechua como medio de comunicación, fue sumamente importante por cuanto, a travéz de este
idioma, pude llegar a entender la tremenda humanidad que tiene el hombre natural de Puquio y del ande en sí. Me
estoy refiriendo, naturalmente, a los indios. Es una lengua que emerge espontaneamente de la naturaleza, es un idioma
riquísimo en giros para manifestar las expresiones propias de los hombres del ande. Se caracteriza por ser aglutinante.
Tenemos que preservar este legado histórico de indiscutible valor cultural.
Manuelcha.- El proyecto "Cavilando" nació como necesidad de expresión. Queríamos decir cosas como las que decimos
en "Síndrome Colonial" y pensamos que de repente un yaraví no era adecuado para lanzar ese mensaje. Entonces
abstrayendo, dije, aquí yo necesito instrumentación fuerte, bombos, platillos, tarolas, un violín indígena, necesito
realizar música distinta, como un ayla de Puquio (ligado a la fiesta del agua). Uno abstrae y va creando en la mente
primero, todo el espectro aproximado, porque después no sabes que es lo que te va ha salir. Para esto yo ya había
escuchado de niño bastante percusión, y me dije, en la batería moderna se resumen muchos sonidos en un solo
instrumento. Es una percusión múltiple. Había que buscar al baterista y convencerlo de que acepte el reto. Contactamos
primero con Chano para que haga los vientos, etc. Entonces el proyecto "Cavilando" nace como una necesidad de
expresar coses distintas, mensajes contemporáneos con base andina porque quien está haciendo eso es un andino.
Nace también como una necesidad de incorporar sonidos que no sean necesariamente muy andinos y pegado solo al
ande, sino que también como una necesidad de incorporar sonidos urbanos. Porque Manuelcha Prado, si bien es cierto,
ha pasado su niñez, su infancia y su juventud en Puquio, también a partir de allí se vuelve cosmopolita, hijo del
cemento, del claxon metropolita. Y no solo Lima, sino también Buenos Aires, Santiago de Chile, Berlín, en fin. Metrópolis
que de alguna manera influyen no solo en su paisajística y la psicología de las gentes sino, resumido todo eso también,
en la música fundamentalmente, porque somos músicos y estamos con las antenas. El subconsciente va procesand esos
sonidos. Entonces pera mi no es ajeno un sonido urbano, mal haría yo en decir: soy purista y conservo el de la paccha.
Si, lo conservo, pero también tengo el sonido de las urbes.
Por que fue el precursor de la corriente musical puquiana, gracias al trabajo de Adon Heredia los intérpretes puquianos
salieron de sus comarcas, para dar a conocer al Perú y el mundo que Puquio no era solamente los recuerdos infantiles
del escritor andahuaylino José María Arguedas, ni las acrobacias de los danzantes de tijeras.
Puquio era un yacimiento de sentimiento puro, veta inagotable de canciones tradicionales, de buenos músicos y
compositores; de excelentes guitarristas, violinistas y arpistas. Adon Heredia tuvo la certeza de llamar a su trío musical
“Los Puquiales” y le canto al avecilla más representativa del amor andino al siwarcito, al picaflor, esquivo, rápido, ligero,
espontáneo, hermoso, menudo, volador, colorido, efímero, dulce, intenso, fugaz; todo eso representa el siwarcito en la
mitología andina por que así son los amores inolvidables, breves como el picaflor. Y desde entonces dieron en llamarlo
“siwarcito”, al cantante Adon Heredia.
Abogado, profesor de lengua y literatura, compositor y cantante, era un típico trovador andino, que va de pueblo en
pueblo difundiendo nuestra música, trascendiendo en el tiempo, por que su recuerdo y su música quedaran en la
memoria de quienes lo conocieron, lo escucharon y lo disfrutaron. Gran amigo del escritor con nombre de filósofo
griego, tan músico como Adon.
Adon Heredia Padilla era un cantor de aquellas bodegas que abundan en los pueblos de la serranía, donde no puede
faltar una guitarra, un charango o un arpa. Lo recuerdan cantando al calor del cañazo de majes, al calor del beso de la
amada ausente, al calor de la hojita de coca. Su canto amoroso se quedo prendido en el espinoso cactus por que es
doloroso, solitario, duele cuando se le recuerda.
Adon Heredia es un cantor ausente, pero que siempre esta presente cuando las guitarras se afinan, cuando las voces se
preparan para una serenata. Y parece que no poca lluvia de olvido ha caído sobre su obra y su figura.
Pero Adon Heredia no ha muerto de soledad, ni de olvido, él en estos momentos esta luchando contra una enfermedad
que lo tiene postrado en el Hospital Rebagliatti. Siwarcito vivirá en nuestra memoria por siempre, porque ya tiene quien
le escriba, su gran amigo, compañero de andanzas musicales, el escritor Sócrates Zuzunaga, quien acaba de publicar el
libro “Siwarcito”, en homenaje a la figura del primer puquiano de oro: Adon Heredia Padilla.
Miki González
Juan Manuel González Mascías (España, 14 de abril de 1952), es un músico español nacionalizado peruano que fusionó
el rock con los ritmos afroperuanos y electrónicos.
Biografía
Nacido en España, llega muy joven al Perú. Estudió en el Colegio Santa María Marianistas. A fines de los años
setenta comienza a experimentar con el blues y la música tradicional de la costa peruana de raíces africanas,
conocida como música afroperuana o simplemente "afro". En la década de los ochenta, decide comenzar una
carrera profesional en la música popular y forma una banda. Algunos de sus integrantes se harían luego muy
populares en la escena rockera peruana, como fue el caso de «Wicho» García y «Pelo» Madueño, exmiembros
de la histórica banda de Rock Subterráneo Narcosis de La Banda Azul el primero y de Eructo Maldonado el
segundo (quienes años después formarían Mar de Copas y La Liga del Sueño respectivamente), junto a músicos
tan emblemáticos como Eduardo Freire, bajista de Danai y Pateandolatas, y Filomeno Ballumbrosio,
percusionista de una tradicional familia negra de El Carmen (Chincha).
Miki González tomaría un rumbo que oscilaba entre el post punk y el new wave influenciado por la escena
inglesa y la música propiamente peruana. Su primer LP "Puedes ser tú" tuvo forma desde 1984 pero fue editado
un año después debido a que por la censura existente, ninguna disquera lo quiso editar. Temas como "Puedes
ser tú" (llamado originalmente "Por la selva") tenían estrofas fuertes como "La Marina está en Ayacucho" y
otras canciones, como Dónde están?, ostentaban estrofas como "No quiero balas, quiero estudiar", "Aeropuerto
clandestino, millonario repentino". Quizá la canción más suave fue su hit "Dímelo dímelo", editado
inicialmente en un disco 45rpm por CBS Discos Del Perú S.A., aunque su primer LP, el cual incluía otros
éxitos como Cuidado, cuidado, Ya no aguanto, Peligro (interpretado por el bajista Eduardo Freire) y una nueva
mezcla de Dímelo, dímelo, fue publicado por Discos Hispanos Del Perú S.A. en septiembre de 1986.
En "Tantas veces" las canciones se volvieron de otras temáticas ajenas a la política de la cual había estado
inundado su primer LP. Su punto cumbre en popularidad internacional llegaría con canciones como "Akundún"
(etno-rock de fusión afro-peruana) y "Hoja verde de la coca" (etno-rock de fusión andina, en alusión al
consumo tradicional de la hoja de coca). Sus primeros éxitos, como "Lola", "Vamos a Tocache" y "I'm in love",
también son inmensamente populares.
En cuanto al tema "Hoja verde de la coca", fue vetado por la cadena MTV (en español) por considerar que hacia
apología del consumo de cocaína.Difusor de los ritmos negros del Perú con la familia Ballumbrosio (músicos
afroperuanos chinchanos), ha rescatado el uso del cajón peruano para producir música internacional. Ha
estudiado la música afroperuana y andina desde los años 70. Actualmente se ha dedicado a la música
electrónica, fusionándola con ritmos andinos. Producto de esta fase son sus cinco últimos álbumes: "Café
Inkaterra" (2004), "Etnotronics: Apu Sesions" (2005), "Iskay: Inka Beats" (2006), "Hi Fi Stereo" (2007)y
"Landó por Bulerías" (2009).
En 2006 tras el lanzamiento de su disco Iskay: Inka Beats la revista Rolling Stone le hizo una entrevista.
Este huayno, como muchas veces sucede con la música popular que se comercializa en discos, nació con un
autor que le puso otro título y una letra que la versión comercial modifica: el arpista cusqueño Lino Gabriel
Aragón Claros, lo compuso en la década de 1940 bajo el título "Labios mentirosos".
...
BIOGRAFIA:
Asi fue como surgio … poco a Poco cantando con sentimiento llego al
reconocimiento del Publico que la bautizaron con diferentes seudonimos:
“La Jaranera de los Andes”
“La Engreida del escenario”
“La Reyna de los Andes”
20 de septiembre de 2015
Mis padres profesor Edwin Garrafa Peña y profesora Wilda Valenzuela Barrientos; artistas, unidos por el amor,
el arte y la docencia, nos encaminaron a sus hijos en el maravilloso mundo de la música; mi madrecita con el
coraje de mujer y ese amor tan sublime nos formó y encaminó no solo en el canto y música sino hasta llegar a
ser profesionales, respaldando la pasión eterna de mi padre: La música. Cuantos recuerdos hermosos!!!; cuando
aun mi madre trabajaba en la comunidad campesina de Chapimarca como docente después de dictar clases nos
llevaba a pasear al campo, temas que cantábamos juntas "Ayer te vi", "Laguna de lliullita", "Chuquibambilla",
entre otros, su voz tan dulce que en el silencio de la tarde y el silbido del viento se oía melancólica y es esa
influencia y estilo que queda en nosotras; y el esfuerzo de mi padre, cuando en las noches acompañado por las
estrellas y la luna llena o golpeado por la lluvia entre truenos llegaba a casa galopando en su caballo del trabajo
y nos juntábamos en familia al son de su dulce mandolina siguiendo y corrigiendo paso a paso nuestro canto;
aun recordamos uno de nuestros primeros temas "Águila negra".
Pastorita Huaracina
María Dictenia Alvarado Trujillo (*Malvas, 1930-12-19 - † Lima, 2001-05-24) fue una destacada cantautora de la música
andina del Perú, que le cantó al Norte, Centro, Sur y Oriente de su país, de ello como legado quedan las grabaciones que
hizo desde los inicios de su carrera artística, conocida bajo el seúdonimo artístico de Pastorita Huaracina, su
popularidad fue a nivel nacional e internacional. A su vez incurisónó en la radio y televisión como productora, directora
y animadora, así mismo se desarrolló como promotora cultural. También fue una mujer política ya que siempre estuvo
al lado del pueblo en sus demandas.
Biografía
Nació en el distrito de Malvas, provincia de Huarmey. departamento de Ancash. Hija de Don Hipólito Alvarado
Gómez, agricultor y director de la Banda de Músicos del distrito de Malvas y de doña Micaela Corsino Trujillo,
campesina con bonita voz para el canto, fue la última de 12 hermanos, se casó con don Carlos Antonio Romero
Manzanedo director de su conjunto musical Los Andes del Perú, de quien se divorció después de 13 años de
matrimonio, por incomprensión y desengaño, no se volvió a casar. Tuvo dos hijos Luz Elena Romero Alvarado,
abogada y Kimilsun Hipólito Alvarado Trujillo administrador de empresas. El 24 de mayo de 2001 parte
físicamente a causa de un cáncer gástrico, que se le manifestó 3 meses antes, aparentemente gozaba de una muy
buena salud, ya que llevó hasta el último de su existencia física una vida sumamente activa.
Perteneció a un hogar muy humilde como todavía lo son en la mayoría de los sitios andinos alejados del Perú,
en ese seno y espacio se alimentó de la rica naturaleza del lugar, de la fuerza de sus apus, llenando su alma de
ternura pero también de rebeldía ante las injusticias y asimilando en su consciencia el variado folclor de su
terruño como su identidad, fue una pastora de verdad ya que a pesar de su corta edad pastoreaba sus rebaños, en
su lugar preferido Rahuey Pampa en la parte más alta, encima de una piedra muy grande descansaba, miraba a
su pueblo y le cantaba, las personas la llegaban a escuchar y decían: es Chicche que está cantando, Chicche era
el nombre de cariño que le pusieron en alusión a un pajarito cantador, su tierra fue su primer escenario y su
gente el público primero.
En la escuela salía a cantar en todas las actuaciones, pero ella de niña cantaba y hablaba sólo en quechua, no
sabía el español, su profesora hablaba los dos idiomas español y quechua y en la escuela enseñaba en su legua
materna ya que todo su alumnado hablaba el quechua. Pero quería aprender el idioma español, entonces al
atardecer partía un poco de queso que su mamá guardaba con mucho celo y se encaminaba a la casa de la
maestra para invitarle el sabroso queso que su madre hacía y pedirle por favor que le enseñará hablar y escribir
en español, la profesora la complacía y le decía: tú vas a llegar muy lejos, de ésta manera la niña aprendió a
dejarse entender en español.
Por su pobreza no podía comprar caramelos ni tener juguetes y muñecas como los otros niños y niñas, pero con
su voz podía ella tener los caramelos que quería, ya que el propietario de la tienda de abarrotes gustaba de su
melodía y le decía Chicche canta por favor, la subía al mostrador y cantaba, la gente entrababa a la tienda para
escucharla y aplaudirla, al terminar se iba con su alforjita llena de golosinas y galletas rumbo a la escuela, ahí
compartía con sus amigos y amigas sus dulces, entonces ellos la cargaban por el patio dándole vivas y urras, la
niña no tenía ni idea que ese era el comienzo de las muestras de cariño que un pueblo le iba a tributar.
Las únicas muñecas que tuvo en su niñez fue los panes llamados Tanta Wuawas, cuando su madre hacía éstos
panes con figura de mujer, ella guardaba el suyo y le ponía sus pañuelitos como vestido y soñaba que era una
muñeca de verdad, pero esa ilusión duraba poco pues el alimento se ponía duro y la madre le decía que se lo
tenía que comer.