Derecho Procesal Penal - 1 Corte

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DERECHO PROCESAL PENAL

PRIMER CORTE
3 GRANDES ETAPAS DEL PROCESO PENAL:

1) INDAGACIÓN E INVESTIGACIÓN:
- Tienen como función recolectar elementos materiales probatorios, información legalmente obtenida y
evidencia física.
- Consagradas en los artículos 200 al 285 del CPP.
- Estas audiencias se desarrollan ante Juez Control de Garantías (Juez Municipal).

2) JUZGAMIENTO:
- Se lleva a cabo ante Juez de Conocimiento.
- Esta etapa se inicia con el escrito de acusación.
- Se asigna a Juez competente ( el cual puede ser recusado, o hallarse inmerso en una causal de impedimento).
- Esta etapa comprende la:
a) audiencia de acusación;
b) Audiencia preparatoria: en la cual se hacen las solicitudes probatorias;
c) El juicio oral: se presentan las alegaciones de culpabilidad, la teoría del caso por parte de la fiscalía, la
práctica de pruebas (contradicción y publicidad) por parte de la fiscalía y la defensa, alegatos finales y sentido
del fallo  Si es absolutorio: se da lectura al fallo; si es condenatorio: ART. 447 CPP  Lectura del fallo.

ARTÍCULO 447. INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA Y SENTENCIA.  Si el fallo fuere condenatorio, o


si se aceptare el acuerdo celebrado con la Fiscalía, el juez concederá brevemente y por una sola vez la palabra al
fiscal y luego a la defensa para que se refieran a las condiciones individuales, familiares, sociales, modo de vivir
y antecedentes de todo orden del culpable. Si lo consideraren conveniente, podrán referirse a la probable
determinación de pena aplicable y la concesión de algún subrogado.

Si el juez para individualizar la pena por imponer, estimare necesario ampliar la información a que se refiere el
inciso anterior, podrá solicitar a cualquier institución pública o privada, la designación de un experto para que
este, en el término improrrogable de diez (10) días hábiles, responda su petición.

Escuchados los intervinientes, el juez señalará el lugar, fecha y hora de la audiencia para proferir sentencia, en
un término que no podrá exceder de quince (15) días contados a partir de la terminación del juicio oral.
PARÁGRAFO. En el término indicado en el inciso anterior se emitirá la sentencia absolutoria.
Nota: C-250/11: En el entendido que las víctimas y/o sus representantes en el proceso penal, podrán ser oídos
en la etapa de individualización de la pena y la sentencia.

PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO PENAL

PRINCIPIO DE LA PRECLUSIVIDAD DE LAS ETAPAS PROCESALES O DE LA FUNGIBILIDAD


DE LAS ETAPAS PROCESALES:

Sabido es, que “la preclusión” es uno de los principios fundamentales del derecho procesal y que en desarrollo
de éste se establecen las diversas etapas que han de cumplirse en los diferentes procesos, así como la
oportunidad en que en cada una de ellas deben llevarse a cabo los actos procesales que le son propios,
trascurrida la cual no pueden adelantarse. En razón a éste principio es que se establecen términos dentro de
los cuales se puede hacer uso de los recursos de ley, así mismo, para el ejercicio de ciertas acciones o recursos
extraordinarios, cuya omisión genera la caducidad o prescripción como sanción a la inactividad de la parte
facultada para ejercer el derecho dentro del límite temporal establecido por la ley.
- Hace parte del debido proceso.
- Opera cuando no se cumple una etapa del proceso.

Ejemplo: Audiencia de acusación  Se debe presentar el escrito de acusación y llevarse a cabo la audiencia de
acusación. En ésta se pueden pedir nulidades.

ARTÍCULO 339. TRÁMITE.  Abierta por el juez la audiencia, ordenará el traslado del escrito de acusación a
las demás partes; concederá la palabra a la Fiscalía, Ministerio Público y defensa para que expresen oralmente
las causales de incompetencia, impedimentos, recusaciones, nulidades, si las hubiere, y las observaciones
sobre el escrito de acusación, si no reúne los requisitos establecidos en el artículo 337, para que el fiscal lo
aclare, adicione o corrija de inmediato.
Resuelto lo anterior concederá la palabra al fiscal para que formule la correspondiente acusación.
El juez deberá presidir toda la audiencia y se requerirá para su validez la presencia del fiscal, del abogado
defensor y del acusado privado de la libertad, a menos que no desee hacerlo o sea renuente a su traslado.
También podrán concurrir el acusado no privado de la libertad y los demás intervinientes sin que su ausencia
afecte la validez.
Nota: C-250/11: En el entendido de que la víctima también puede intervenir en la audiencia de formulación de
acusación para efectuar observaciones al escrito de acusación o manifestarse sobre posibles causales de
incompetencia, recusaciones, impedimentos o nulidades.

 En este momento procesal la FGN puede hacer “AJUSTES DE LEGALIDAD”. Si no los hiciere en esta
etapa, operará el principio de la preclusividad de las etapas procesales.

EXCEPCIÓN: la nulidad puede ser interpuesta en todo momento, sin desmerito del principio de preclusividad.
Ésta será ejercida de oficio o, a petición de parte.

PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD:

«A voces del artículo 250 de la Constitución Política, modificado por el artículo 2º del Acto Legislativo 003 de
2002, la titularidad del ejercicio de la acción penal recae en la Fiscalía General de la Nación y, en tal virtud, le
asiste el deber de investigar los hechos penalmente relevantes que lleguen a su conocimiento por cualquier
medio permitido por la ley, siempre y cuando medien suficientes motivos y circunstancias fácticas que indiquen
su posible existencia. En consecuencia, le está vedado al ente acusador suspender, interrumpir o renunciar a la
persecución penal, salvo los casos que resulte procedente -de conformidad con la política criminal del
Estado- la aplicación del principio de oportunidad, en todo caso, sujeto a control jurisdiccional. (Juez
Control de garantías).

Con todo, cuando quiera que en virtud de la consolidación de alguna de las hipótesis consagradas en el artículo
332 de la Ley 906 de 2004, en concordancia con los artículos 77 ídem y 82 del Código Penal (EXTINCIÓN DE
LA ACCIÓN PENAL), la Fiscalía concluya que no existe mérito para acusar, está facultada para solicitar
ante el juez de conocimiento y en cualquier etapa de la actuación la preclusión de la investigación,
acreditando -con los elementos de prueba e información legalmente obtenida- la causal invocada.

Tal posibilidad se extiende excepcionalmente al Ministerio Público y la defensa, cuando en la fase de


juzgamiento sobrevenga alguna de las causales contempladas en los numerales 1 y 3 del artículo 332
(CAUSALES DE PRECLUSIÓN)(TAMBIÉN ARTÍCULO 294) en cita, esto es, la imposibilidad de iniciar o
continuar el ejercicio de la acción penal o la inexistencia del hecho investigado. 

Lo anterior, sin perjuicio de la facultad que tiene la Fiscalía en la etapa de indagación preliminar, para disponer
el archivo de las diligencias cuando advierta que los hechos no han ocurrido o carecen de entidad delictiva,
siempre que tal circunstancia se aprecie de forma objetiva y sin mediar consideración alguna sobre aspectos
subjetivos de la conducta, caso en el cual deberá necesariamente acudir a la figura de la preclusión». 

Por cuanto no es posible la aplicación del principio de oportunidad, cuando ya se ha proferido el fallo, pues no
debe perderse de vista que dicho instituto procesal está consagrado para precisamente precaver que se llegue a
esta instancia». 

El principio de oportunidad, consagrado y desarrollado en el sistema acusatorio que adopta la Ley 906 de 2004,
no cabe respecto de actuaciones procesales adelantadas bajo el imperio de la Ley 600 de 2000, menos aún por el
principio de favorabilidad, pues éste supone necesariamente que una cierta institución aparece regulada en al
menos dos ordenamientos, en uno de ellos de manera menos gravosa que en otro. Obviamente, no es el caso
del principio de oportunidad, que no aparece consagrado en la Ley 600 de 2000, pues dicho estatuto no le
permite a la fiscalía disponer de la acción penal como sí es ocurre en el sistema acusatorio».

Habida cuenta que este principio opera en la Ley 906 de 2004 cuando el fiscal se halla ante los presupuestos
legales para formular acusación, no obstante, lo cual declina dicha posibilidad por alguna de las razones que
consagra el artículo 324 del estatuto mencionado.

ARTÍCULO 323. APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD.  La Fiscalía General


de la Nación, en la investigación o en el juicio, hasta antes de la audiencia de
juzgamiento, podrá suspender, interrumpir o renunciar a la persecución penal, en los
casos que establece este código para la aplicación del principio de oportunidad.
El principio de oportunidad es la facultad constitucional que le permite a la Fiscalía
General de la Nación, no obstante que existe fundamento para adelantar la
persecución penal, suspenderla, interrumpirla o renunciar a ella, por razones de
política criminal, según las causales taxativamente definidas en la ley, con sujeción a
la reglamentación expedida por el Fiscal General de la Nación y sometido a control de
legalidad ante el Juez de Garantías.

ARTÍCULO 327. CONTROL JUDICIAL EN LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE


OPORTUNIDAD. El juez de control de garantías deberá efectuar el control de legalidad de
las solicitudes individuales o colectivas respectivas dentro de los cinco (5) días siguientes a
la determinación de la Fiscalía de dar aplicación al principio de oportunidad.
Dicho control será obligatorio y automático y se realizará en audiencia especial en la que la
víctima y el Ministerio Público podrán controvertir la prueba aducida por la Fiscalía
General de la Nación para sustentar la decisión. El juez resolverá de plano.
La aplicación del principio de oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados o
acusados y la Fiscalía, no podrá comprometer la presunción de inocencia y solo procederán
si hay un mínimo de prueba que permita inferir la autoría o participación en la conducta y
su tipicidad.

PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD -DIFERENTE- PRECLUSIÓN:

 Mientras el principio de oportunidad tiene como eje la política criminal del Estado, la preclusión deviene
de la carencia de mérito para acusar.
 El Principio de oportunidad busca descongestionar la rama; la preclusión eliminar aquellos procesos
insustanciales.
 Mientras el principio de oportunidad sólo se puede solicitar hasta antes del inicio de la fase de
juzgamiento (la cual inicia con la radicación del escrito de acusación); la preclusión se puede pedir en
todo momento.
 El principio de oportunidad es una facultad exclusiva de la FGN para suspender, interrumpir o renunciar
a la acción penal; en cambio, la preclusión en principio solo puede ser pedida por la FGN.
Excepcionalmente podrá ser pedida por el Min público y la Defensa, cuando se encuentren inmersas
ante la causal 1 y 3 del artículo 332 CPP o, acorde al artículo 294, con el vencimiento máximo de los
términos.
 El control de legalidad del principio de oportunidad se hace ante Juez Control de Garantías; la
preclusión ante el Juez de Conocimiento.  
 El efecto del principio de oportunidad es la extinción de la acción penal respecto del autor o partícipe; el
efecto de la preclusión es la cesación de la persecución penal contra el imputado por esos hechos con
efecto de cosa juzgada, y la revocación de todas las medidas cautelares que se le hayan impuesto.

PRINCIPIO ACUSATORIO:
El proceso penal con tendencia acusatorio en Colombia se establece en relación al principio acusatorio, el cual
tiene 3 efectos:
- Nemo iudex sine actore: No hay juicio o juez sin actor o acusador. Esta da cuenta de un sistema de
partes, donde el juez es un tercero imparcial, que no tiene facultades de oficio en lo que respecta a
procesos donde se discute la responsabilidad penal.
- Separación entre el órgano que acusa y el órgano que juzga: quien acusa no puede juzgar.
- El derecho a ser informado de la acusación.

PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD:
El principio de favorabilidad se predica de aquella preferencia por la norma más benigna, cuando la situación de
un procesado se encuentra en un trámite legislativo del cual se puede predicar la coexistencia de dos
normativas, que, si bien regulan el mismo supuesto de hecho, una es más favorable para el procesado que la
otra.
El principio de favorabilidad tiene su específica aplicación frente al conflicto que surge cuando dos o más
normas regulan de manera distinta supuestos fácticos asimilables, derivando consecuencias jurídicas distintas,
en cuanto alguna supone mayor restricción en tanto que la otra reporta beneficios, sin que pueda identificarse
ningún criterio de razonable diferenciación.
Este principio tiene aplicación frente a normas sustanciales, contrario sensu, no aplica para aquellas normas de
mero trámite o instrumentales, a menos que de ellas se prediquen efectos sustanciales. Sobre esto la
jurisprudencia ha establecido:
Esta Corporación ha sostenido, en diferentes oportunidades, que no existe discusión alguna
en torno al reconocimiento y declaratoria de la favorabilidad en los casos de sucesión de
leyes y en la coexistencia de normas de derecho material, así como de las instrumentales,
siempre que de ellas se deriven efectos sustanciales.
En lo que concierne el rasgo diferenciador de las normas procesales con efectos sustanciales
respecto de las netamente instrumentales, la Sala ha dicho lo siguiente:
En la medida en que por razón de su limitación, ampliación, consagración, eliminación, etc.
pueden verse afectadas -positiva o negativamente- garantías fundamentales,
característica ésta que es -en el fondo- lo que permite calificar que una norma instrumental
alcance esa condición.
Al respecto, la CSJ ha establecido 4 exigencias para la aplicabilidad de este principio:
i) Que se trate de una norma procesal de la cual se deriven efectos sustanciales.
ii) La disposición invocada ofrezca ventajas al procesado.
iii) Que no se afecte la estructura del Sistema Penal Acusatorio.
iv) Por último, los preceptos jurídicos que se suceden en el tiempo o coexisten,
regulen la misma materia y prevean el mismo supuesto de hecho.

PRINCIPIO DE CONGRUENCIA:

No se duda de la importancia toral que comporta el principio de congruencia, en cuanto, manifestación


necesaria del debido proceso y sus correlatos derechos de defensa y contradicción, en el entendido que para
la parte acusada se hace necesario, no solo conocer los cargos por los cuales se convoca a juicio, sino
defenderse adecuadamente de los mismos.
No se discute, así mismo, que la dicha congruencia opera en los planos fáctico, jurídico y personal, para de
ello significar que se trata de que el fallo coincida con la acusación, en principio, respecto de la
identificación del condenado, la descripción fáctica de los hechos jurídicamente relevantes y su
denominación jurídica.
También ha sido definido que, en punto de las consecuencias del principio de congruencia, la determinación
jurídica posee una connotación si se quiere flexible, por virtud de lo cual es factible que en curso del juicio se
pueda modificar la misma, dentro de las limitaciones que al efecto han establecido la ley y la jurisprudencia de
la Corte.
De manera contraria, ya ha sido acuñado pacíficamente que la descripción fáctica – o hechos jurídicamente
relevantes, como así lo rotula la Ley 906 de 2004-, no puede ser objeto de modificación sustancial a lo
largo del proceso, entendido este como el trámite formalizado que comienza con la formulación de
imputación y termina con la sentencia ejecutoriada.
Significa lo expuesto que si bien el representante de la Fiscalía General de la Nación se encuentra facultado
para tipificar de manera circunstanciada la conducta por la cual ha presentado la acusación luego de su
exposición durante la audiencia del juicio oral, según lo estipulado en el artículo 443 del nuevo estatuto
procesal, lo que entraña, en últimas, la posibilidad de variar la calificación jurídica provisional de las
conductas contenidas en la acusación, por manera alguna tal potestad puede llegar hasta alterar el aludido
núcleo central de la imputación fáctica o conducta básica, como lo tiene dicho la Sala desde cuando fijó las
pautas referentes al principio de congruencia con relación a la Ley 600 de 2000 a través de criterio que
mantiene actualidad frente a las previsiones de la Ley 906 de 2004.
Pero, además, la Corte ha detallado que la obligación de conservar el núcleo central del apartado fáctico opera
desde la formulación de imputación, esto es, que dicha delimitación se torna invariable a partir de este hito
procesal, hasta que es emitida la sentencia, lo que reclama concluir que cualquier desarmonía sustancial
entre estos estados -imputación, acusación y sentencia- resulta violatoria del debido proceso.
Se viola el principio de congruencia cuando:

a) Se condena por hechos distintos a los contemplados en las audiencias de formulación de imputación o de
acusación, o por delitos no atribuidos en la acusación.
b) Se condena por un delito que no se mencionó fácticamente en el acto de formulación de imputación, ni
fáctica y jurídicamente en la acusación.
c) Se condena por el delito atribuido en la audiencia de formulación de la acusación, pero se deduce,
además, circunstancia genérica o específica de mayor punibilidad no imputada en la acusación.
d) Se suprime una circunstancia genérica o específica de menor punibilidad reconocida en la acusación.
A partir de ello, en un principio, como se anotó, la Sala estableció que era posible emitir sentencia con una
calificación jurídica distinta a la acusada cuando:

a) La nueva imputación debe versar sobre un delito del mismo género;


b) El cambio de calificación debe orientarse hacia una conducta punible de menor entidad;
c) La tipicidad novedosa debe respetar el núcleo fáctico de la acusación, y
d) No debe afectar los derechos de los sujetos intervinientes.
Así pues, la condena por una conducta punible degradada, en cuanto implica una menor punibilidad que la
descrita en la acusación, habiéndose garantizado la intangibilidad del núcleo fáctico de la imputación y, por
ende, la oportunidad de defensa, descarta la denunciada trasgresión del principio de congruencia.

Sobre la imputación fáctica: ya que el principio de congruencia se predica de la relación entre imputación
fáctica- calificación jurídica de los hechos – fallo o sentencia, debe tenerse en cuenta que el primer elemento de
ésta relación debe definirse claramente, como un “hecho jurídicamente relevante”, so pena de violación al
debido proceso.

La imputación fáctica es inmodificable, no obstante, su circunscripción en la forma de “hecho jurídicamente


relevante” no implica una violación a esta característica, sino antes, una precisión de los hechos acaecidos. Lo
anterior conforme al artículo 288 del CPP y 443 ibidem.

ARTÍCULO 288. CONTENIDO. Para la formulación de la imputación, el fiscal deberá


expresar oralmente:
1. Individualización concreta del imputado, incluyendo su nombre, los datos que sirvan
para identificarlo y el domicilio de citaciones.
2. Relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes, en lenguaje
comprensible, lo cual no implicará el descubrimiento de los elementos materiales
probatorios, evidencia física ni de la información en poder de la Fiscalía, sin perjuicio de lo
requerido para solicitar la imposición de medida de aseguramiento.
3. Posibilidad del investigado de allanarse a la imputación y a obtener rebaja de pena de
conformidad con el artículo 351.

Esta precisión a “hecho jurídicamente relevante”, el fiscal la podrá hacer en los alegatos del juzgamiento,
conforme al 443:
ARTÍCULO 443. TURNOS PARA ALEGAR. El fiscal expondrá oralmente los argumentos
relativos al análisis de la prueba, tipificando de manera circunstanciada la conducta por
la cual ha presentado la acusación.

Hecho jurídicamente relevante: los hechos jurídicamente relevantes son los que corresponden al presupuesto
fáctico previsto por el legislador en las respectivas normas penales; Extracción del mundo de lo fáctico lo que
interesa al derecho penal.

Notas del cuaderno:


- La imputación fáctica solamente puede variar en la misma imputación fáctica.
- El derecho de defensa se puede activar antes de la imputación a cargos: presentándose ante la fiscalía.
- La imputación jurídica (acusación) se puede variar en la misma audiencia de acusación, ya sea para aclarar,
adicionar o corregir. Art. 339. Siempre y cuando esa imputación jurídica se derive de la imputación fáctica
original.
- El Juez no puede ejercer control material en la audiencia de acusación ,pero si formal respecto de los hechos
jurídicamente relevantes.
ARTÍCULO 448. CONGRUENCIA. El acusado no podrá ser declarado culpable por hechos
que no consten en la acusación, ni por delitos por los cuales no se ha solicitado condena.

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN Y DE CONCENTRACIÓN:

La inmediación permite al juez percibir de su fuente directa las pruebas y las alegaciones de las partes,
mientras la concentración hace posible valorar el acervo probatorio en un lapso temporal que no debe ser
prolongado, para que lo interiorizado por el juzgador no se desvanezca con el transcurrir del tiempo, principios
éstos que deben ser acatados con rigurosidad.
La etapa del juicio se constituye en el eje fundamental del proceso, porque es allí donde los principios de
inmediación y concentración de la prueba se manifiestan con mayor fuerza, en el desarrollo de un debate
público y oral, con la práctica y valoración de las pruebas recaudadas por el juez que ha decidir el caso.
Antes la jurisprudencia de la Corte establecía: “Dentro del esquema penal acusatorio y sus referentes rectores, la
posibilidad jurídica de reanudar un juicio oral presidido por un juez distinto al que instaló la vista pública puede
llegar a desconocer los principios constitucionales de inmediación y concentración y a distorsionar el papel que
el juez debe cumplir en el juicio oral que, como etapa medular, concibe su permanencia de manera imperativa”.
No obstante, es oportuno destacar que a pesar de que la Corte ha reconocido pacíficamente la importancia y
trascendencia de esos principios garantistas, también ha dicho que no siempre que se producen cambios en la
persona del juez durante el juicio, se genera la nulidad de la actuación, pues cada caso habrá de examinarse
particularmente, en orden a establecer si una incorrección de esa naturaleza, alcanza a trastocar los principios
reguladores de la fase del juicio y, por consiguiente, las garantías fundamentales de los sujetos procesales.
La repetición de las audiencias de juzgamiento “debe ser excepcional y fundada en motivos serios y
razonables, so pena de vulnerar los derechos de las víctimas y testigos”.
El proceso penal no puede estar sujeto exclusivamente al cumplimiento de las ritualidades que lo caracterizan,
pues de la mal entendida rigidez de unos preceptos podría derivarse, de manera abrupta e injustificada, la
conculcación de valores superiores del Estado social de derecho, que brinda garantías fundamentales a
todos los sujetos procesales, sumado a que el juez debe disponer de medios técnicos fidedignos, ágiles e
idóneos para el registro y reproducción de lo actuado, pues, se repite, no puede desconocerse que “el
legislador habilita la posibilidad de que la inmediación del juez no se limite únicamente a la práctica de
pruebas en su presencia, sino que es posible acudir a medios técnicos de registro y reproducción idóneos y
garantes del principio, cuando circunstancias excepcionales así lo requieran”
La Sala estima trascendental, para lo que aquí se decide, destacar cómo la decisión transcrita consagra una
especie de capitis diminutio al principio de inmediación, al extremo de establecer como tesis principal que la
nulidad del juicio, cuando el juez no presenció las pruebas, o mejor, éstas no fueron practicadas en presencia del
funcionario encargado de emitir la decisión, sólo es posible decretarla por vía excepcionalísima, si se demuestran
graves afectaciones a derechos o principios de más hondo calado.
Todo lo anotado en precedencia permite llegar a las siguientes conclusiones:
 El principio de inmediación no hace parte del núcleo fuerte del debido proceso que en Colombia se instituye
constitucionalmente en el artículo 29 de la Carta Política, aunque, ya instituido el trámite consagrado en el
artículo 250 de la misma, su eliminación o afectación del núcleo básico sí conduce a estimar violado el
debido proceso y, consecuencialmente, los dictados de la Constitución.
 Tanto la posibilidad de impugnar los fallos ante otra instancia, como los institutos de la prueba anticipada, la
prueba de referencia y el recurso extraordinario de casación, representan limitación del principio de
inmediación.
 El principio de inmediación debe ceder ante otros derechos fundamentales o de más peso y, en consecuencia, la
nulidad de la audiencia de juicio oral cuando las pruebas no fueron practicadas ante el funcionario encargado
de emitir el sentido el fallo o éste, sólo opera como mecanismo excepcionalísimo cuando se advierta que esa
circunstancia causó un daño grave.

Entonces, para ir precisando el punto con los tópicos que al día de hoy se observan decantados, si la repetición
del juicio implica afectar de manera importante o grave los derechos de los menores –víctimas o testigos
trascendentales- ; o de las mujeres víctimas de delitos sexuales (que obligadas a recordar el episodio vejatorio
pueden ser objeto de doble victimización o sufrir daños sicológicos); o si corren peligro los testigos o víctimas,
en atención a amenazas o temores fundados de retaliación; el juez debe ponderar los derechos en juego para
proteger a estas personas y, en consecuencia, mientras no existan razones de mayor peso, diferentes a la de tutelar
de forma irrestricta el principio de inmediación, está en la obligación de morigerarlo y evitar la invalidez del
juicio.
Para resumir, la nulidad sólo puede decretarse excepcionalmente, cuando se cumplan (en conjunción) dos
presupuestos: (i) que no se afecten de forma importante o grave otros derechos fundamentales; (ii) que el
cambio de funcionario no obedezca a situaciones ingobernables para el funcionario o la administración.
Debe precisar la Corte que la decisión en ciernes no significa sacrificar absolutamente, o mejor, eliminar el
núcleo central del principio de inmediación, en tanto, no puede desconocerse cómo al día de hoy los adelantos
tecnológicos, facultan remplazar con una fidelidad bastante aceptable la verificación in situ que realiza el juez
dentro de la audiencia.
Y, entonces, si los registros de lo sucedido en la práctica probatoria permiten esa auscultación directa del
funcionario encargado de emitir el fallo, sin desnaturalizar el contenido esencial del medio, nada obsta para que
el examen se adelante por quien remplazó al juez anterior.
Desde luego, en todos los casos, independientemente que se afecten otros derechos de mayor calado o se trate de
una situación obligada de sustitución del funcionario, si no existe registro de la práctica probatoria realizada en la
audiencia de juicio oral, o la fidelidad del mismo es tan precaria que impide verificar cabalmente lo ocurrido con
las pruebas, es menester anular lo actuado y repetir el juicio a partir del momento en que se inicia la presentación
de las pruebas.
NOTAS LIBRO SARAY.

PRINCIPIO DE IGUALDAD DE ARMAS: COMPLETAR SARAY


ARTÍCULO 268. FACULTADES DEL IMPUTADO.  El imputado o su defensor, durante la
investigación, podrán buscar, identificar empíricamente, recoger y embalar los elementos
materiales probatorios y evidencia física. Con la solicitud para que sean examinados y la
constancia de que es imputado o defensor de este, los trasladarán al respectivo laboratorio
del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde los entregarán bajo
recibo.
Nota: En el entendido de que el imputado o su defensor también podrán trasladar los elementos materiales
probatorios y evidencia física a cualquier otro laboratorio público o privado, nacional o extranjero, para su
respectivo examen.
Cuando el sistema jurídico colombiano migró de un modelo mixto de tendencia inquisitiva a uno de naturaleza
adversarial modificó, no solo la dinámica y formas del enfrentamiento sino que además cambió los marcos de
intervención de los contendientes; en esas condiciones, adoptó un esquema de paridad de armas.
Es un principio del sistema de enjuiciamiento criminal de tendencia acusatoria, conforme a la jurisprudencia de
la CC, el de la igualdad de armas.
El principio de igualdad de armas se despliega en dos direcciones complementarias: en primer lugar, implica que
los actores del proceso deben contar con las mismas oportunidades para participar en el debate. Del otro lado,
esta premisa se traduce, en términos probatorios, en la necesidad de que la defensa y la Fiscalía tengan acceso al
mismo material de evidencia requerido para sustentar el debate en juicio.
El principio de igualdad de armas se predica de todas las partes, fiscalía y defensa, y:
a) Está vinculado con el debido proceso probatorio, que busca garantizar que las partes tengan las mismas
exigencias y cargas respecto de la solicitud de la prueba.
b) Se predica igualdad de derechos, obligaciones, oportunidades, información y conocimientos sobre el
problema a dilucidar.
c) Aunque en favor del procesado existen ciertas prerrogativas encaminadas a equiparar su posición en
litigio en relación con el acusador, tales como la presunción de inocencia, la no auto incriminación, el
derecho a la última palabra, la posibilidad de acudir a investigadores no vinculados con el Estado, de
tener un traductor en caso de necesitarlo o disponer del tiempo razonable para preparar su defensa, el in
dubio pro reo, la carga de la prueba en cuanto al delito y la responsabilidad penal, a no derivar del
silencio prueba de cargo, a solicitar su testimonio una vez conozca los resultados de las pruebas pedidas
a instancia de la fiscalía y la defensa, entre otras.
En efecto, el principio de igualdad de armas constituye un elemento esencial de la garantía del derecho de
defensa, de contradicción, y más ampliamente del principio de juicio justo.

PRINCIPIO DE LA CARGA DINÁMICA DE LA PRUEBA:


PRINCIPIO FAVO REI

INDEMNIZACIÓN INTEGRAL DE PERJUICIOS:


Dos perspectivas normativas sobre la indemnización integral de perjuicios.
1. Cuando no existe acuerdo por el monto de los perjuicios entre la víctima y el defensor:
Si bien el artículo 77 de la Ley 906 del 2004 no regula como causal de extinción de la acción penal la
indemnización integral, como sí lo hace el artículo 42 de la Ley 600 del 2000, es viable dar cabida a la última
norma, en virtud del principio y derecho constitucional fundamental de la favorabilidad, siempre y cuando se
cumplan las exigencias señaladas en esta.
Exigencias: Artículo 42 L.600 de 2000.
- Delitos que admiten desistimiento (querellables).
- No podrá proferirse la extinción de la acción penal cuando operó una resolución inhibitoria a favor del
solicitante en otro proceso, preclusión de la investigación o cesación por este motivo, dentro de los 5
años anteriores.
La Corte no encuentra obstáculo alguno en admitir la aplicación de aquella institución de la Ley 600 del 2000,
en tanto en nada desvirtúa los alcances del denominado sistema penal acusatorio de la Ley 906 del 2004.
Por el contrario, la razón de ser del mecanismo parece encontrar cabida en el último estatuto procesal, en tanto
este se sustenta, en alguna medida, en permitir la participación activa de las partes, especialmente del
procesado, para que estas logren la solución del conflicto, siempre con el norte del respeto y restablecimiento de
los derechos de las víctimas, para que, así, se aligere la carga judicial, pues si todos los asuntos llegan a juicio y
exigen sentencia normal, el sistema colapsaría. De esta envergadura son institutos como los preacuerdos, el
allanamiento a cargos, la querella y el principio de oportunidad.

Si bien asuntos como el que hoy ocupa a la Sala, podrían ser solucionados con soporte en el principio de
oportunidad, lo cierto es que este es viable hasta antes de la audiencia de juzgamiento y su aplicación es de
resorte exclusivo de la Fiscalía, lo cual torna viable integrar aquel precepto de la Ley 600 del 2000, que, además
de que permite su aplicación en instancias posteriores, se repite, en nada resquebraja el sistema acusatorio y, por
el contrario, está acorde con sus postulados, en tanto permite participación activa del procesado en la solución
del conflicto, siempre que garantice los derechos de la víctima.
Como la acción penal culmina con la ejecutoria de la sentencia, se ha decantado que esta especie de extinción
puede postularse hasta el momento previo a que la Corte resuelva el recurso de casación

No obstante, cuando las partes no se ponen de acuerdo sobre el monto de los perjuicios, no pude admitirse, sin
más, que una de ellas lo fije y que ese estimativo se imponga a la otra.

En tales supuestos debería poderse postular el debate, a efectos de que delante del juez se practiquen las pruebas
tendientes a establecer la cuantía de los perjuicios, las cuales, al igual que la decisión del funcionario, puedan
controvertirse y, de resultar necesario, permitir el acceso a una segunda instancia.
Sin embargo, sucede que la estructura del procedimiento penal de la Ley 906 del 2004 habilita ese trámite
luego de que el fallo de condena ha adquirido ejecutoria, lo cual impide que se ejerza la potestad de
acudir a la preclusión por esta vía.
Por tanto, cuando el deseo de la parte defendida es el de que, ante el desacuerdo con la víctima, se tasen los
perjuicios, lo cual solo puede hacerse por vía judicial, debe acudir a proponer el debate probatorio respectivo
ante el juez de conocimiento, obviamente cuando el asunto se encuentre en una instancia que lo permita, que no
es otra diferente a la del incidente de reparación integral.

Para proponer y debatir pruebas con el alcance de que se trata no puede acudirse a la fase del juicio, como que
esta se encuentra diseñada por el legislador para debatir probatoria y jurídicamente la ocurrencia del hecho y la
responsabilidad del sujeto pasivo de la acción penal, luego esta instancia no puede ser habilitada para
controvertir temas ajenos a ella, máxime si para estos se previó una etapa concreta, que debe acatarse.

La solución, en consecuencia, se mantiene en la línea trazada por la jurisprudencia, pero exclusivamente


cuando las partes de manera libre, espontánea, sin ningún vicio en su consentimiento, acuerdan el monto de
los perjuicios causados, la víctima los recibe y así se le hace saber al juez,

Pero cuando no existe tal consenso y el acusado pretende se establezca el monto de los perjuicios para proceder
a indemnizarlos, como ello solo puede hacerse judicialmente permitiendo el debate probatorio entre las partes
en conflicto, la solución no puede ser la misma, y en esto estriba el cambio de jurisprudencia, como que ese
ejercicio solo puede adelantarse dentro de las fases procesales que el legislador previó, que no son otras
que las del incidente de reparación integral.

Lo anterior significa que en ese supuesto no hay lugar a lograr la preclusión por indemnización integral,
en tanto para cuando se habilita la oportunidad procesal pertinente para abrir el debate probatorio que
fije la cuantía de los perjuicios, ya obra sentencia de condena ejecutoriada.
Igual queda la posibilidad de que la parte interesada acuda a los mecanismos establecidos por el legislador por
fuera del proceso penal, para que, dentro de un trámite respetuoso del debido proceso se permita la asistencia de
las partes en conflicto, la presentación y controversia de pruebas entre ellas, se establezcan los perjuicios.
Pagados los mismos, se debe comunicar lo pertinente al juez penal, a efectos de que este adopte las
determinaciones que surjan pertinentes de conformidad con la etapa procesal en que se encuentre el juicio.

2. Cuando existe acuerdo entre la víctima y la defensa respecto a los perjuicios: Principio de
Oportunidad.
Previamente a resolver sobre la petición elevada de manera conjunta por los defensores de los procesados y la
víctima en el sentido de que se extinga la acción penal por indemnización integral, bien está recordar que este
instituto no aparece expresamente regulado en la Ley 906 de 2004, como sí obra en el artículo 42 de la Ley 600
de 2000, circunstancia ante la cual los profesionales del derecho deprecan someramente su aplicación en virtud
del principio de favorabilidad de la ley penal.
En efecto, en la Ley 906 de 2004 se aborda la figura de la indemnización integral como constitutiva de una
causal de procedencia del denominado principio de oportunidad, según aparece en el numeral 1° del artículo
324, modificado por el 2° de la Ley 1312 de 2009, en los siguientes términos:
“1. Cuando se tratare de delitos sancionados con pena privativa de la libertad cuyo máximo señalado en la
Ley no exceda de seis (6) años o con pena principal de multa, siempre que se haya reparado integralmente a la
víctima conocida o individualizada; si esto último no sucediere, el funcionario competente fijará la caución
pertinente a título de garantía de la reparación, una vez oído el concepto del Ministerio Público.”
Finalmente quiere dejar en claro la Sala que el procedimiento acabado de reseñar se estructura al interior de la L
600/00, pero asimismo que nada impide que similares consideraciones y conclusiones puedan adoptarse de cara
al trámite de una actuación regida por la L 906/04, en este último evento -claro está- cuando se vean enfrentadas
la prescripción y la simultánea aplicación de la causal primera del artículo 324 reguladora del principio de
oportunidad en su manifestación de extinción de la acción penal.
No obstante, al tenor del artículo 323 de la Ley 906, la aplicación del principio de oportunidad es procedente
“hasta antes de la audiencia de juzgamiento”, lo cual implica que para el actual momento procesal, cuando ya
se ha proferido fallo de segunda instancia, resulta inviable.
En ese orden de ideas, cabe preguntarse si, ante la ausencia de regulación de un mecanismo de extinción a esta
altura procesal, es posible acudir, como lo plantean los defensores, al instituto de cesación de procedimiento por
indemnización integral contemplado en el artículo 42 de la Ley 600 de 2000.
La Corte encuentra atinada la petición de los defensores de acudir al principio de favorabilidad de la ley
penal para permitir esa posibilidad.
Ciertamente, según el criterio reiterado de la Sala, el principio de favorabilidad de la ley penal en tratándose de
materias sustanciales o procesales con proyección sustancial es perfectamente viable no sólo frente a la sucesión
de leyes en el tiempo sino también cuando coexisten, como ocurre con la simultánea vigencia de las Leyes 600
y 906.
Usualmente las situaciones que ha afrontado la Corte comportan la aplicación de la Ley 906 de 2004 a asuntos
tramitados bajo los parámetros de la Ley 600 de 2000, por lo que se ha dicho, para dar vía libre a su aplicación,
que se debe tratar de normas reguladoras de institutos procesales análogos, contenidos en una u otra legislación,
siempre que no hagan parte de la esencia y naturaleza jurídica del sistema penal acusatorio.
Sin embargo, así como es viable aplicar el principio de favorabilidad para asuntos regidos por el sistema de Ley
600 con disposiciones de la Ley 906, bajo la misma lógica lo es proceder en sentido contrario, esto es, traer
institutos de la Ley 600 a asuntos tramitados por la 906, como aquí ocurre, siempre y cuando no se
opongan a la naturaleza del sistema acusatorio.
En el caso de la especie, como ya se dijo, de lo que se trata es de establecer si resulta procedente acudir al
instituto de la reparación integral consagrado en el artículo 42 de la Ley 600 de 2000, como causal de extinción
de la acción penal, para momentos posteriores a la audiencia de juzgamiento o de juicio oral cuando ya ha
expirado la posibilidad de tramitarlo por la vía del principio de oportunidad, esto último en la medida en que se
cumplan sus condicionamientos, según lo ya visto.
Para la Corte, la aplicación de esta figura en las condiciones reseñadas, no sólo no pervierte la naturaleza del
sistema acusatorio, sino que político criminalmente se ajusta a sus necesidades y a la voluntad del legislador al
implementarlo.
Ello se refleja porque resulta compatible con el modelo de justicia restaurativa inmerso en el sistema acusatorio,
no sólo porque en el Libro VI se regula un programa en tal sentido, sino porque tal propósito es latente en las
siguientes disposiciones de la Ley 906, con carácter de principio rector. Así, para empezar, en el artículo 10°,
inciso cuarto, según el cual: “El juez podrá autorizar los acuerdos o estipulaciones a que lleguen las partes y
que versen sobre aspectos en los cuales no haya controversia sustantiva, sin que implique renuncia de los
derechos constitucionales…”.
De la misma forma, con los derechos de las víctimas y, particularmente con el estipulado en el literal c del
artículo siguiente, en donde se prescribe que tienen derecho:“c) A una pronta e integral reparación de los
daños sufridos, a cargo del autor o partícipe del injusto o de los terceros llamados a responder en los términos
de este código”.
E, igualmente, con el principio rector del restablecimiento del derecho, previsto en el artículo 22, en donde se
expresa que: “Cuando sea procedente, la Fiscalía General de la Nación y los jueces deberán adoptar las
medidas necesarias para hacer cesar los efectos producidos por el delito y las cosas vuelvan al estado anterior,
si ello fuere posible, de modo que se restablezcan los derechos quebrantados, independientemente de la
responsabilidad penal...”.
De modo que, ningún obstáculo encuentra la Sala para aplicar en esta coyuntura procesal la figura de la
extinción de la acción penal por indemnización integral, más aún si con la solución aparecen satisfechas
las demandas de justicia y verdad de la víctima
Sin embargo, la aplicación del figura se tornará procedente siempre y cuando se satisfagan los presupuestos
establecidos en el artículo 42 de la Ley 600 de 2000.
En esa dirección conviene advertir que de tiempo atrás esta Corporación ha señalado que la solicitud de
extinción de la acción penal por indemnización integral puede presentarse hasta antes de que se profiera
fallo de casación.
Por ello, mientras no se dicte sentencia que decida sobre el libelo de casación o en tanto no se decida
mediante auto inadmitir la respectiva demanda, asiste la oportunidad de solicitar la declaración de
extinción de la acción penal por indemnización integral y la consecuente cesación de procedimiento, en
cuanto que se acredite el cumplimiento de los requisitos establecidos en el mencionado artículo de la Ley 600
de 2000, esto es, que el delito corresponda a alguno de los relacionados por el legislador en tal precepto, que se
ha reparado integralmente el daño ocasionado de conformidad con el dictamen pericial –a menos que medie
acuerdo sobre su valor o el perjudicado manifieste expresamente haber sido indemnizado– y que dentro de los
cinco años anteriores no se haya proferido en otro proceso preclusión de la investigación o cesación de
procedimiento en su favor por el mismo motivo.

PARTES E INTERVINIENTES

EL IMPUTADO:
- La calidad de acusado se adquiere desde la presentación del escrito de acusación (Art. 126 CPP).
Pero no siempre es posible la presencia del imputado en el proceso penal, razón por la que el legislador de 2004
previó de manera excepcional la vinculación mediante la declaratoria de contumacia (Art. 291 CPP) o de persona
ausente (Art. 127 CPP), para efectos de no entorpecer el cumplimiento de la pronta y eficaz función pública de
administrar justicia y de garantizar el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

En ambos casos se requiere la plena identificación e individualización, que es obligación de la fiscalía para evitar
errores judiciales (Art. 128 CPP, modificado por el Art. 99 Ley 1453 de 2011).
Individualización e identificación del imputado
- La individualización es la determinación física del sujeto pasivo de la acción penal.
Afirmar que una persona se encuentra individualizada es establecer sus rasgos distintivos como su pertenencia a
algún grupo étnico, sus señales particulares, en general todas aquellas incidencias específicas que permiten
distinguirla de las demás. "Alude a las personas como fenómeno natural, a las características personalísimas de
un ser humano, que lo hacen único e inconfundible frente a todos los demás pertenecientes a su misma especie.
En este sentido, la individualización es un concepto interesante a la antropología física, a la morfología".

- Identificar es establecer el nombre, apellido, edad, lugar de nacimiento, residencia actual, estado civil,
profesión, etc., de una persona. La identificación es el resultado final a que toda individualización debe concluir.
Identificar, pues, no es precisamente descubrir, sino confirmar, realizar un reconocer, acreditar la exactitud de lo
individualizado, de lo conocido.

Prevención de errores judiciales y homonimia


Cuando se presenten problemas de homonimia o suplantación y ya esté ejecutoriada la sentencia, el Juez de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad debe adelantar las gestiones necesarias para la plena identidad del
justiciable13 ; pero corresponderá al Juez de Conocimiento la corrección del fallo de condena mediante un
trámite incidental y breve, al que se vinculará al ciudadano que alega haber sido suplantado en su identidad, para
que, si fuere del caso y previa aducción y debate de los elementos de juicio que se estimen necesarios, se hagan
las correcciones necesarias.

Exigencias sobre la identificación e individualización del procesado


- No hay tarifa probatoria para demostrar este aspecto.
- La identificación e individualización la debe realizar el fiscal desde el inicio de su programa metodológico (Art.
207 CPP) como un factor necesario para el trámite formalizado del proceso.
- Desde la audiencia de imputación la persona debe estar necesaria y suficientemente identificada e
individualizada (Art. 288-1 CPP). Es más, se ha establecido un sistema para que a la persona se le cedule,
en cas.o de no contar con la correspondiente ficha en la Registraduría Nacional del Estado Civil (artículo 128 de
la Ley 906 de 2004; artículo 11 de la Ley 1142 de 2007).

Métodos de identificación
Es necesario destacar que los métodos de identificación operan cuando no se tiene certeza de la identidad del
autor o partícipe del delito.
El reconocimiento en fila o fotográfico o por video, hace parte integral del testimonio para su confrontación en el
juicio y su posterior valoración judicial. Es una prueba directa con el testigo de cargo (fuente sustancial). Si el
testigo no está disponible para la declaración en juicio oral y público, los reconocimientos anteriores, en fila o
fotográficos o por video, se pueden presentar como prueba de referencia legalmente admisible a través del
investigador de policía judicial que fungirá como testigo de acreditación (fuente formal de la prueba).
Tenemos entonces como métodos de identificación, los siguientes:
1.- Los que el estado de la ciencia aporte y que establezca la criminalística (Art. 251 CPP).
2.- Reconocimiento por medio de fotografías o videos (Art. 252 CPP).
3.- Reconocimiento en fila de personas (Art. 253 CPP).
4.- Cualquier elemento material probatorio y evidencia física que haya sido asegurado, descubierto, solicitado,
decretado y practicado en el juicio, en virtud del principio de libertad probatoria (Art. 373 CPP).

El reconocimiento fotográfico y en fila de personas


El reconocimiento fotográfico puede ser uno de los métodos válidos para encauzar la investigación hacia una
determinada persona, pero para que pueda tener algún mérito persuasivo en el juicio oral en relación con el
señalamiento que el testigo realiza, es indispensable que durante la fase de investigación se practique la
diligencia de reconocimiento en fila de personas "en caso de aprehensión o presentación voluntaria del
imputado", como forma de confirmar la identificación fotográfica llevada a cabo, y comportar de este modo un
verdadero elemento material probatorio de cargo por parte de la fiscalía, el cual, de todos modos, necesariamente
debe ser presentado a través de un testigo de acreditación, si es del caso (Art. 337.5. d, CPP). (No es obligatoria
ambas diligencias).
Esa identificación e individualización previa es presupuesto para la orden de captura (Arts. 297 y 298 CPP),
igualmente es requisito para la imposición de la medida de aseguramiento (Art. 306 CPP), así como para la
acusación (art. 336 y 337-1 CPP).}

En conclusión, cuando no hay dudas sobre la identidad del indiciado, obviamente la identificación se entiende
lograda, de modo que en tales hipótesis la diligencia de reconocimiento fotográfico o en fila de personas, según
el caso, resultan superfluas.
Adicionalmente,

Uno: La apreciación y el poder demostrativo del reconocimiento fotográfico o videográfico, no son aspectos que
se determinen a partir de si el acta o documento que recoge la ocurrencia de tal acto investigativo, es introducido
al juicio, lo relevante es si los testigos dan cuenta en el juicio de la ocurrencia de un señalamiento en esa forma,
afirmación que entra a formar parte integral de la prueba testimonial.
Dos: Para acreditar un reconocimiento fotográfico o videográfico, no es menester que siempre y en todos los
casos se integre el documento en el que se consigna la realización de ese acto investigativo.
Tres: La prueba del reconocimiento fotográfico no la constituye el acta que lo documenta, sino que lo constituye
la afirmación del testigo que narra en el juicio oral que ese hecho aconteció, luego, su poder demostrativo
dependerá de si el testimonio ofrece los datos suficientes para concluir que el reconocimiento es confiable y no el
producto de alguna clase de sugestión de los investigadores hacia el testigo reconocente o de una errada o
deficiente percepción del testigo, etc. (CSJ SP4107-2016, rad. 46.847 de 6 marzo 2016).

El reconocimiento del implicado al momento de la aprehensión y en el momento del juicio oral

Con respecto al señalamiento y reconocimiento al momento de la aprehensión física del implicado, se debe
destacar que: Uno: Es válido y eficaz, pues se incorpora al testimonio que se rinda en juicio oral y público.

Así que ese reconocimiento es requisito previo de la fiscalía y de la Policía Judicial para iniciar una indagación o
investigación en contra de una persona determinada. No es prueba alguna de responsabilidad.
"La identificación se presenta de esa forma como requisito para la formulación de la imputación”.
Ahora bien, el reconocimiento sea fotográfico o en fila de personas, por sí solo, no constituye prueba de
responsabilidad con entidad suficiente para desvirtuar el derecho a la presunción de inocencia, ya que la
finalidad del juicio no es, ni podría ser, la de identificar o individualizar a una persona.
Una vez lograda la identidad del autor en la fase de investigación, por medio del juicio se debe establecer su
responsabilidad penal o su inocencia en una específica conducta delictiva, pues en el juicio el acto de
reconocimiento necesariamente debe estar vinculado con una prueba testimonial válidamente practicada.
El reconocimiento en juicio está vinculado a la prueba testimonial válidamente practicada.
Al juicio debe comparecer personalmente la víctima o el testigo que llevó a cabo el reconocimiento, a fin de que
ratifique o rectifique el señalamiento y la identificación practicada en la investigación, salvo el caso que el
reconocimiento se pretenda hacer valer como prueba de referencia a términos de los artículos 437 y siguientes
del Estatuto Procesal Penal.

Elementos materiales de prueba sobre identidad e individualización en el juicio oral


En el régimen de la Ley 906 de 2004 rige el principio de libertad de prueba, que igualmente, como es apenas
obvio, se aplica para el trámite de la prueba de identificación e individualización del procesado.
En el proceso penal de la Ley 906 de 2006 no existe el principio de permanencia de la prueba.
Cambia ahora es la forma de acreditar cualquier hecho o circunstancia, incluida la identificación e
individualización del procesado, precisamente por razón de haber desaparecido de este modelo el principio de
permanencia de la prueba y considerarse como tal únicamente la practicada en el juicio, previo el cumplimiento
de los deberes de aseguramiento y descubrimiento de cualquier elemento material probatorio o evidencia física, a
cargo de la Fiscalía General de la Nación (numerales 3° y 9° inciso segundo del artículo 250 de la Constitución
Política).
Ahora bien, la identificación e individualización no es objeto de prueba en el juicio si la verificación se
produjo desde el comienzo de trámite.
En el juicio oral la prueba que se recolecta y debate atañe directamente a la responsabilidad o no del acusado, sin
que sea necesario recabar en tópicos ampliamente superados, como lo es el de la plena individualización e
identificación.

Obligaciones con el capturado sin identificación o para constatar su plena identificación (art. 128 CPP)
Cuando se captura a persona sin cédula de ciudadanía, se debe proceder de la siguiente manera (Art. 128 CPP,
modificado Ley 1453 de 2011, Art. 99; en concordancia con el parágrafo del Art. 302 CPP, adicionado por la
Ley 1142 de 2007, Art. 22): l.- Se le toma registro decadactilar.
2.- Se confronta su identidad con los documentos de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
3.- Se envía registro o tarjeta decadactilar a la Registraduría Nacional del Estado Civil (RNEC) para que expida
foto cédula.
4.- Si definitivamente no aparece en la Registraduría Nacional del Estado Civil, entonces se realiza registro
excepcional y por única vez.

Criterio jurisprudencial en tomo a la exigencia de establecer la identidad o individualización del


procesado
El criterio general, en todo caso, es que no puede procesarse a una persona indeterminada, sino que al menos
debe estar individualizada, esto es, se tenga conocimiento cierto sobre los datos o información que permitan
distinguirla de las demás. "En esta materia rige el principio de libertad probatoria, de acuerdo con el cual
cualquier medio de prueba es apto para la demostración de los diferentes aspectos de la investigación, salvo que
la ley expresamente requiera uno especial”.

- Se concluyó que la única forma de establecer la identidad de una persona, no era a través del documento oficial
expedido por el registro civil, como si la ley exigiera una tarifa legal para este propósito, sino que podía lograrse
a partir de cualquier medio de convicción.
- En el juicio oral no es necesaria la aducción de elemento probatorio alguno referido a la individualización e
identificación de acusado porque ello es absolutamente intrascendente, pues dicho aspecto debe estar dilucidado
en diligencias anteriores a ese acto procesal.

la falta de identidad del probable autor de la conducta punible


La falta de identidad del ejecutor de una conducta delictiva, no es obstáculo para que se adelante el proceso
h'asta su culminación, siempre y cuando éste arroje pruebas suficientes que permitan con certeza diferenciar el
condenado de otros individuos y de esta forma evitar errores judiciales al hacer efectiva la condena.
Para la sentencia de condena se requiere contar por lo menos con datos que lleven a individualizar al
sentenciado, esto es, a diferenciarlo de otras personas y concluir que se trata de él y no de otro sujeto.
Captura en situación de flagrancia e identificación
En casos de captura en situación de flagrancia se reafirma la prontitud en el proceso de identificación o
individualización del sujeto, pues así sea indocumentado, el recaudo de su registro decadactilar es suficiente para
tenerlo por plenamente individualizado, por tanto, puede adelantarse la acción penal hasta su culminación.
Ese medio de convicción se debe incorporar al proceso con estricto apego a las reglas que rigen la práctica
probatoria y éste sea el único elemento para concluir que el acusado o sentenciado es una persona cierta y
determinada, inconfundible con cualquiera otra.
La jurisprudencia constitucional ha explicado que "la flagrancia constituye tan solo una forma de 'evidencia
procesal' que, como tal debe ser probada dentro del proceso penat'5o. Así también lo ha entendido la doctrina51
y la jurisprudencia de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia52. La captura en situación de
flagrancia no determina por sí sola responsabilidad penal.
La flagrancia es apenas un indicio de participación o responsabilidad en el delito, precisamente por esa relación
cercana entre la persona y el hecho delictivo, pero no es en modo alguno una ''prueba reina" de responsabilidad,
pues siempre será posible, en el plano probatorio, explicar satisfactoriamente esa vinculación o, cuando menos,
advertir alguna situación que elimine el compromiso penal.

Declaración de contumacia del imputado

Establece el Art. 291 del CPP:


ARTÍCULO 291. CONTUMACIA. Si el indiciado, habiendo sido citado en los términos ordenados por este
código, sin causa justificada así sea sumariamente, no compareciere a la audiencia, esta se realizará con el
defensor que haya designado para su representación. Si este último tampoco concurriere a la audiencia, sin que
justifique su inasistencia, el juez procederá a designarle defensor en el mismo acto, de la lista suministrada por
el sistema nacional de defensoría pública, en cuya presencia se formulará la imputación.

Nota: En el entendido de que el defensor de oficio podrá solicitar al juez un receso para preparar la defensa,
solicitud que será valorada por el juez aplicando criterios de razonabilidad.

Cuando el imputado identificado e individualizado ha sido debidamente enterado para la celebración de la


audiei:-cia de imputación, y no comparece sin justa causa de su inasistencia, entonces la fiscalía, previa
demostración de la citación correcta, debe solicitar que se realice la audiencia con el defensor contractual
designado por el implicado.
En caso de no comparecer el defensor contractual designado por el imputado sin justa causa de su inasistencia, o
bien porque el implicado no tiene defensor, entonces el Juez procederá a designarle defensor en el mismo acto,
de la lista suministrada por el sistema nacional de defensoría pública o designar defensor de oficio, en cuya
presencia se formulará la imputación.

Contumaz es aquel que ha sido debidamente citado a las audiencias, lo cual se comprueba con la firma
impresa en el oficio de citación, sin embargo, sin justa causa, no comparece a las audiencias; o quien fue
notificado en audiencias preliminares anteriores y así consta en los registros o audios y actas, y no
comparece a la audiencia de imputación previa citación; igualmente, es aquel a quien después de
legalizada la captura, no se le formula imputación, y luego se le cita a las direcciones, teléfono fijo, teléfono
celular, fax, e-mail registrados, etc., y tampoco comparece a las audiencias57 . Se le declara contumaz.

Las citaciones se deben enviar correctamente a las direcciones que el mismo implicado haya aportado o
registrado o manifestado, so pena de nulidad5s, pues se le niega la posibilidad de ejercer su derecho de
contradicción, acogerse a los beneficios propios de allanarse a los cargos, etc.
El emplazamiento del imputado ausente
ARTÍCULO 127. AUSENCIA DEL IMPUTADO. Cuando al fiscal no le haya sido posible localizar a quien requiera para formularle
imputación o tomar alguna medida de aseguramiento que lo afecte, solicitará ante el juez de control de garantías que lo declare
persona ausente adjuntando los elementos de conocimiento que demuestren que ha insistido en ubicarlo. El imputado se emplazará
mediante edicto que se fijará en un lugar visible de la secretaría por el término de cinco (5) días hábiles y se publicará en un medio
radial y de prensa de cobertura local.
Cumplido lo anterior el juez lo declarará persona ausente, actuación que quedará debidamente registrada, así como la identidad del
abogado designado por el sistema nacional de defensoría pública que lo asistirá y representará en todas las actuaciones, con el cual se
surtirán todos los avisos o notificaciones. Esta declaratoria es válida para toda la actuación.
El juez verificará que se hayan agotado mecanismos de búsqueda y citaciones suficientes y razonables para obtener la comparecencia
del procesado.

Sentencias C-591 y C-592 de 2005:


1. Es la regla general, que no se pueden adelantar investigaciones o juicios en ausencia; tanto menos en el marco
de un sistema procesal penal de tendencia acusatoria caracterizado por la realización de un juicio oral, público,
con inmediación de las pruebas, contradictorio, concentrado y con todas las garantías.

2. Solo de manera excepcional, y con el único propósito de dar continuidad y eficacia a la administración de
justicia en tanto que servicio público esencial, la Constitución y los tratados internacionales sobre derechos
humanos, pueden admitirse las figuras de la declaratoria de persona ausente y la contumacia, casos en los cuales
la audiencia respectiva se realizará con el defensor que haya designado para su representación, o con el defensor
que le designe el juez, de la lista suministrada por el sistema nacional de defensoría pública, según el caso.
Adicionalmente, la persona puede renunciar a su derecho a hallarse presente durante la audiencia de formulación
de la acusación. Con todo, siendo mecanismos de carácter excepcional, su ejecución debe estar rodeada de un
conjunto de garantías y controles judiciales.

3. La declaratoria de persona ausente por parte del juez de control de garantías sólo procederá cuando verifique
de manera real y material y no meramente formal, que al fiscal le ha sido imposible localizar a quien requiera
para formularle la imputación o tomar alguna medida de aseguramiento que lo afecte, y se le hayan adjuntando
los elementos de conocimiento que demuestren la insistencia en ubicarlo mediante el agotamiento de
mecanismos de búsqueda y citaciones suficientes y razonables para obtener la comparecencia del procesado. Una
vez verificados tales requisitos, la persona será emplazada mediante un edicto que se fijará por el término de
cinco días en un lugar visible de la secretaría del juzgado y se publicará en un medio radial y de prensa de
cobertura local.  De igual manera, se le nombrará un defensor designado por el Sistema Nacional de Defensoría
Pública.

4. En tal sentido, la Corte considera que la declaratoria de persona ausente debe estar rodeada de las debidas
garantías procesales y ser objeto de un estricto control judicial, y que por lo tanto no se agota con la actividad
que despliega de manara obligatoria la fiscalía para demostrarle al juez de control de garantías el agotamiento de
las diligencias suficientes y razonables para la declaratoria de ausencia, sino que igualmente éstas deben
continuar por parte de la Fiscalía con posterioridad a esta declaración, a fin de que el juez de
conocimiento, al momento de la citación para la celebración de la audiencia de formulación de acusación,
realice una labor de ponderación en relación con el cumplimiento de la carga de ubicación del procesado,
y constate que el Estado ha continuado con su labor de dar con el paradero del acusado, a fin de autorizar de
manera excepcional el juicio en ausencia, o declare la nulidad de lo actuado por violación del derecho
fundamental al debido proceso, bien de oficio o a solicitud del acusado de conformidad con lo previsto en el
artículo 339 de la Ley 906 de 2004, o del defensor respectivo. Cabe recordar, que la actividad del Sistema
Nacional de Defensoría Pública debe encaminarse a que en materia de juicios en ausencia el Estado cumpla
efectivamente con su deber de demostrar que adelantó todas las gestiones necesarias y pertinentes para localizar
al investigado o enjuiciado, así como que el rol que juega el Ministerio público en estos casos se acentúa para el
seguimiento y vigilancia del cumplimiento de las garantías constitucionales en el proceso.

Se ha de indicar que la fuga, la rebeldía a los llamados de la Justicia y la contumacia para comparecer al proceso
nada prueba por sí misma en el proceso penal a efectos de responsabilidad o culpabilidad dada la equivocidad de
su significado.

Requisitos de validez de un juicio en ausencia. Condiciones para el emplazamiento


Para la validez de un juicio en ausencia es preciso que se cumplan las siguientes condiciones para un
emplazamiento correcto:
1.- Que la Fiscalía despliegue todos los mecanismos de búsqueda y citaciones suficientes, esto es, aptos e
idóneos, y razonables, es decir, los justos, bastante en calidad o en cantidad, para ubicar a la persona que se va a
judicializar.
2.- Que la Fiscalía haga la solicitud correspondiente ante el juez de control de garantías, a quien le habrá de
exhibir los documentos y pruebas en los que consten las actuaciones precedentes.
3.- Que el juez de control de
garantías realice una
verificación material, que
no formal, de tales elementos
probatorios.
4.- Que, si el juez de control
de garantías encuentra
satisfechos los
requerimientos, procederá al
emplazamiento mediante un
edicto que se debe fijar en un
lugar visible de la secretaría
por el término de cinco (5)
días hábiles, al tiempo, que se
publicará en un medio radial y
de prensa de cobertura local.
5.- Una vez finalizado el
trámite descrito y, de no
comparecer el encartado,
entonces el juez de control de
garantías lo declarará persona ausente y le designará, con la colaboración del Sistema Nacional de Defensoría
Pública, un abogado que represente sus intereses, con quien se continuará el proceso.
6.- La Fiscalía seguirá con la carga de continuar la búsqueda del imputado a efectos de lograr su comparecencia
en alguna de las instancias de la actuación.

Derecho de defensa material por el propio imputado


El derecho a la defensa material, en el contexto del sistema penal acusatorio, tiene varias connotaciones, por
ejemplo: la facultad que le asiste al procesado de presentar alegatos introductorios y conclusivos, interponer
recursos, elevar solicitudes y peticiones de diferente índole, interrogar a los testigos directamente, pedir pruebas,
guardar silencio, con la posibilidad de ser escuchado6s o ser oído.

LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO

La víctima en el proceso penal


ARTÍCULO 132. VÍCTIMAS.  Se entiende por víctimas, para efectos de este código, las personas naturales o jurídicas y demás sujetos de derechos
que individual o colectivamente hayan sufrido algún daño como consecuencia del injusto.
La condición de víctima se tiene con independencia de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al autor del injusto e independientemente de
la existencia de una relación familiar con este.

Por su parte, la Corte Constitucional ha señalado que debe tenerse como víctima o perjudicado de un delito a la persona
que ha sufrido un daño real, concreto y específico, cualquiera sea la naturaleza de éste y el delito que lo ocasionó.
Precisamente, son condiciones para que el daño será reparable, las siguientes:

Se adquiere la calidad de víctima desde el mismo momento de comisión del hecho punible, para lo cual la
Policía Judicial o el fiscal del caso le debe suministrar información sobre los derechos contenidos en el Art. 136
CPP y los enlistados en el Art. 11 ibídem, y sin ninguna formalidad distinta a la acreditación sumaria de su
calidad de víctima se le debe permitir intervenir en todas las fases de la actuación.
Esa acreditación como víctima en el proceso penal y su reconocimiento judicial, implica que sus actuaciones son
válidas, aunque posteriormente se demuestre o constate que su reconocimiento carece de fundamento legal.

ARTÍCULO 135. GARANTÍA DE COMUNICACIÓN A LAS VÍCTIMAS.  Los derechos reconocidos serán
comunicados por el fiscal a la víctima desde el momento mismo en que esta intervenga.

Igualmente, se le informará sobre las facultades y derechos que puede ejercer por los perjuicios causados con el
injusto, y de la disponibilidad que tiene de formular una pretensión indemnizatoria en el proceso por conducto
del fiscal, o de manera directa en el incidente de reparación integral.

Para la Corte Constitucional la víctima es un interviniente especial o figura especial en las distintas etapas del
proceso penal (Sentencia C-209 de 2007), es también un interviniente especialmente protegido (Sentencia C516
de 2007), al fin y al cabo "Las
víctimas son ciudadanos que
han sufrido el fracaso del
Estado en su obligación,
derivada del contrato
social, de ofrecerles
protección".
La participación de las víctimas
es más directa y activa en fases anteriores y posteriores al juicio oral y público, ya que éste es un debate entre
adversarios, esto es, entre fiscalía y defensa.

Definido legalmente el concepto de víctima, entonces para efectos procesales se deber entender por tales:
primero, el sujeto pasivo de la infracción, es decir aquella(s) persona(s) naturales o jurídicas sobre la(s) cuales
recae la acción del autor del comportamiento punible; y segundo, los perjudicados que son aquellos que sin ser
los titulares del bien jurídico reciben los efectos del delito, por ejemplo, los familiares de la persona asesinada.

En algunos delitos, tales como ilícitos contra la administración pública, vr. gr. en el delito de peculado por
apropiación de bienes del Estado (Art. 397 CP), en principio se podría pensar que no es posible el perjuicio
directo para personas particulares pues los bienes son del Estado; pero es posible el reconocimiento de un
particular como víctima en esos delitos.
- "Con todo, si como consecuencia de uno de esos punibles resulta afectado un particular, adquiere la
calidad de perjudicado, condición que lo legitima para intervenir en el proceso siempre y cuando señale
un daño real y concreto derivado del proceder investigado, situación que debe verificarse en cada caso".

Derechos de las víctimas en el proceso penal


la reparación integral y la reparación simbólica
La reparación de los daños ya no es solamente de carácter material y moral3o, sino que ahora se puede extender
a una reparación simbólica como se colige del inciso 2° Art. 325 de la Ley 906 de 2004.
La reparación puede llevarse a cabo a través de alguna de las formas establecidas en la ley procesal penal para
que la víctima lo logre, y en especial por medio de estos institutos jurídicos: la conciliación pre-procesal, la
mediación, el principio de oportunidad, el allanamiento a cargos, los acuerdos y preacuerdos.
En sentencia CSJ SP, 27 abril 2011, rad. 34.547, reiterada en CSJ SP rad. 35.637 de 6 junio 2012, se explicó el
contenido del derecho a la reparación integral, así:
El derecho a la reparación comporta las labores de:

La actualización y
efectividad de los derechos
de las víctimas en la
ley 906 de 2004
La bilateralidad de
garantías judiciales: El
principio de la tutela judicial
efectiva se caracteriza por
establecer un sistema de
garantías de naturaleza bilateral. Ello implica que garantías como el acceso a la justicia (Art. 229 de la Carta), la
igualdad ante los tribunales (Art. 13 Superior), la defensa en el proceso (Art. 29 de la Constitución Política), la
imparcialidad e independencia de los tribunales, la efectividad de los derechos (Arts. 2º y 228 ib.), deben ser
predicables tanto del acusado como de la víctima.
Reconceptualización del papel de la víctima en el proceso penal acusatorio
En el sistema de partes o adversarial, el papel de la víctima no puede suplantar el del acusador y directo
contradictor del incriminado.
- La mayoría de las garantías de los imputados se extiendan a las víctimas, de tal forma que las prerrogativas de
éstas ocupan un lugar destacado en el proceso penal y su papel no se limita a la obtención de un resarcimiento
de índole meramente económica.
- La victima tiene derecho entonces a ser oída en el proceso penal.
Con la reconceptualización del papel de la víctima en el proceso penal, cuando se constate vulneración a sus
derechos a la verdad, justicia y reparación, y si con la decisión ha sufrido un daño concreto, real y específico, la
víctima puede verse habilitada para:
Uno: Instaurar apelación en procura de que se revoque la sentencia absolutoria, no obstante que por
ejemplo haya conciliado o transado sus intereses económicos.
Dos: También se ha dicho que, en principio, el fallo condenatorio colmaría las expectativas de la víctima, pero
si este no satisface sus intereses de verdad y de justicia, podrá tener interés jurídico para pedir su modificación
en aspectos que pudieran causarle agravio, como aquellos relacionados con la forma de atribución de
responsabilidad o con una sanción mayor.
En general, la victima tiene interés jurídico para recurrir la sentencia condenatoria en materia de quantum
punitivo y en procura de obtener una sanción adecuada para el responsable de los ilícitos materia del proceso.
Tres: En principio, la víctima no puede impugnar en tema de subrogados penales.
Pero excepcionalmente la víctima puede impugnar para que se niegue un subrogado penal cuando se considere
ilegal, o porque se ha realizado una indebida adecuación típica o hay un grado de responsabilidad
defectuosamente endilgado, cuestiones que no permiten la imposición de una pena proporcional al delito
cometido, casos en lo que se adquiere legitimidad para oponerse a la decisión judicial que ciertamente podría
resultar injusta.
Cuarto: Tiene interés en la impugnación no obstante la sentencia de condena cuando su pretensión es
restitutoria.
Cinco: Para que la pena impuesta en la condena no sea irrisoria.
En oportunidad más reciente explicó la alta corporación judicial: "[ ... ] la efectividad de los derechos de las
víctimas del delito depende del ejercicio de varias garantías procedimentales, entre otras las siguientes: (i) el
derecho a ser oídas; (ii) el derecho a impugnar las decisiones adversas, en particular las sentencias absolutorias
y las que conlleven penas irrisorias; (iii) el derecho a controlar las omisiones o inacciones del fiscal, y (iv) el
derecho a ejercer algunas facultades en materia probatoria" (Se subraya).
"Ahora bien, las víctimas están facultadas para propender ante el Juez de Control de Garantías la
defensa de sus derechos fundamentales por acciones u omisiones de la Fiscalía General de la Nación. En
efecto, la Corte Constitucional mediante sentencia C-209 de 2007 además de garantizar su efectiva
intervención en la práctica de pruebas anticipadas ante aquella autoridad (artículo 284 numeral 2° de la
Ley 906 de 2004); en la audiencia de formulación de imputación (artículo 289 ibídem); en el trámite de
una petición de preclusión (artículo 333); en los momentos en que se produce el descubrimiento, la
solicitud de exhibición, exclusión, rechazo o inadmisibilidad de elementos materiales probatorios
(artículos 344, 356, 358 y 359); en las oportunidades para solicitar medidas de aseguramiento (Artículos
306, 316 y 342); en la audiencia de formulación de acusación (artículo 339) y en la audiencia preparatoria
formulando solicitudes probatorias (artículo 357 y sentencia C-454 de 2006), declaró el principio de que
las víctimas, en garantía de los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación, tienen la potestad de
intervenir en todas las fases de la actuación"
Seis: Igualmente, la víctima puede impugnar aspectos puntuales que le causen agravio, como puede ser, por
ejemplo, cuando el fallador reconoce una circunstancia de atenuación, específica o genérica, no debidamente
probada y ni siquiera deducida en la imputación o en la acusación, con lo cual se desdibuja la verdad de lo
ocurrido.
- En cumplimiento de la misión constitucionalmente impuesta al Ministerio Público, la Procuraduría
también puede impugnar las decisiones judiciales buscando una sanción que considere necesaria,
proporcional y razonable79, también puede impugnar la sentencia en temas de subrogados y sustitutos
penales.
Siete: Tiene legitimación en la causa para que se investiguen los hechos adecuadamente y que los mismos no se
califiquen, sin mayor análisis, como delito bagatelar.
Perjudicado y víctima en la Ley 906 de 2004
el concepto de víctima "cuando corresponda, ese término debe comprender, además, a la familia inmediata o a
las personas a cargo de la víctima directa y a quienes hubiesen recibido daños al intervenir para prestar
asistencia a víctimas en peligro. En este contexto se deslinda que la "víctima" propiamente dicha es la persona
respecto de la cual se materializa la conducta típica, en tanto el concepto de ''perjudicado" tiene un alcance
mayor en cuanto comprende a todos quienes sufren un daño (no necesariamente patrimonial) como
consecuencia de la comisión del delito, acepción que igualmente alcanza a la víctima, como que ésta también es
receptora del perjuicio.
Victima directa es el sujeto pasivo de la conducta punible, y en sentido amplio víctima también es la persona
que ha resultado afectada, a quien se le denomina perjudicado o víctima indirectas.
Derechos de las víctimas a la verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición:
Derecho a la verdad. El derecho internacional ha reconocido dos dimensiones del derecho a la verdad: una
individual (derecho a saber) y una colectiva (derecho inalienable a la verdad y deber de recordar).
Derecho a la Justicia. Su garantía impone al Estado la obligación de investigar, juzgar y condenar a penas
adecuadas a los responsables de las conductas delictivas y evitar la impunidad.
Derecho a la reparación. El cual se apoya en el principio general del Derecho según el cual el responsable de
un daño o agravio debe repararlo o compensarlo.

La víctima en el incidente de reparación integral (IRI)


Por supuesto que en el concepto de ''persona jurídica" quedan comprendidas tanto las de derecho privado como
las de derecho público. También son víctimas sus herederos, sucesores y causahabientes, según el Art. 95
Código Penal.
El incapaz, debe aclararse en este apartado, actúa a través de su representante lega (padres, tutores o curadores,
etc.), excepcionalmente, a través del Defensor de Familia del ICBF. La persona jurídica actuará a través de sus
representantes legales (Arts. 135, 136-13, 137-7 CPP).
debe acreditar un daño concreto que se le haya causado, en virtud del cual se justifique la defensa de tales
valores, su presencia dentro de la actuación penal116 , criterio exigible, con mayor razón, cuando lo perseguido
es la indemnización de perjuicios.
Es que los derechos de la víctima no se ejercen a través del Fiscal, como especie de intermediario suyo, sino
que, en calidad de interviniente especial, "tiene plena autonomía e independencia para acceder a verdad, justicia
y reparación, aunque mediada por las características estructurales del sistema adversarial.

Víctima y cesionario de derechos litigiosos


- Se puede presentar el caso que la víctima ceda, a título oneroso o gratuito, sus derechos litigiosos
En una situación de este jaez, el cesionario tiene legitimación procesal por activa para incoar el trámite de
incidente de reparación integral de perjuicios y ejercer todos los actos procesales para la defensa de sus
intereses patrimoniales, inclusive para interponer casación.
La persona jurídica de derecho público como víctima
Cuando la víctima con el delito sea una persona jurídica de derecho privado, será su representante legal quien
en los delitos querellables, presente la querella, y, además, puede acudir como víctima en toda clase de delitos
donde sufra un perjuicio con el mismo.
Cuando se trate de persona jurídica de derecho público será, en primer lugar, el representante legal de cada
entidad quien, a través de apoderado judicial, intervenga en el trámite procesal penal como víctima.
En segundo lugar, también puede intervenir como víctima en el trámite del proceso penal y para la defensa de
los intereses patrimoniales del Estado, la Contraloría General de la República.
En la Ley 906 de 2004 deberá entonces el representante legal de la persona jurídica de derecho público
constituir apoderado judicial para que lo represente como víctima cuando se trate de los delitos comprendidos
en los Arts. 397 a 429 del Código Penal.
De todas maneras, con la vigencia del Código General del Proceso, puede intervenir la Agencia Nacional de
Defensa Jurídica del Estado, según el Art. 610, que expresa que en los procesos que se tramiten ante cualquier
jurisdicción, la Agencia podrá actuar en cualquier estado del proceso "donde se considere necesario defender los
intereses patrimoniales del Estado'', lo cual permite colegir que se amplió el espectro de defensa de los intereses
públicos.
Víctima y copias de la actuación penal antes de la acusación
La víctima puede solicitar de la fiscalía copia de la indagación o de la investigación preliminar penal, inclusive
antes de la acusación como primer escenario que es del descubrimiento.
se requiere petición, verbal o escrita, al fiscal del caso y éste con las debidas constancias de rigor ha de hacer
entrega de las copias que requiera la víctima, luego que ésta demuestre sumariamente su calidad de tal.
Esas copias de los registros de los actos investigativos está restringida para el sujeto pasivo de la acción penal y
su defensor, pues la Ley 906 de 2004 "garantiza la confidencialidad de la actuación de la fiscalía, en cuanto sólo
la obliga a descubrir su arsenal probatorio en desarrollo de la audiencia de formulación de la acusación, salvo en
el caso del artículo 306, es decir, cuando solicita la imposición de medida de aseguramiento, pues en ese evento
deberá dar a conocer los elementos materiales probatorios, evidencias físicas e información legalmente obtenida
en los cuales se sustenta la petición, para permitir la controversia pertinente"

FACULTADES PROBATORIAS DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL


La Corte Constitucional en la sentencia C-209 de 2007 fijó las fronteras de las facultades probatorias de la
víctima en el proceso penal y sentó como principio general que en las fases precedentes al juicio esta potestad
puede ser ejercida directamente por la víctima o su representación judicial de manera autónoma, pero que en el
desarrollo del juicio oral sólo puede hacerlo en forma indirecta y limitada, a través del titular de la acción penal,
esto es, a través de la Fiscalía General de la Nación. siéndole permitida su intervención directa únicamente para
presentar alegaciones finales.
Precisamente, agrega la jurisprudencia sobre el particular, que (i) con el fin de evitar este tipo de situaciones, no
se le permite a la víctima presentar por separado una teoría del caso, ni intervenir de manera independiente en la
incorporación y contradicción de la prueba, y que solo está autorizada para hacerlo a través del fiscal, a
condición que lo haga respetando su autonomía, pues como sujeto interviniente no puede pretender sustituirlo
en su carácter de parte, ni desplazarlo, ni asumir sus funciones…

OTRAS

FACULTADES:
ARTÍCULO 339. TRÁMITE. <Artículo CONDICIONALMENTE exequible> Abierta por el juez la
audiencia, ordenará el traslado del escrito de acusación a las demás partes; concederá la palabra a la Fiscalía,
Ministerio Público y defensa para que expresen oralmente las causales de incompetencia, impedimentos,
recusaciones, nulidades, si las hubiere, y las observaciones sobre el escrito de acusación, si no reúne los
requisitos establecidos en el artículo 337, para que el fiscal lo aclare, adicione o corrija de inmediato.

Resuelto lo anterior concederá la palabra al fiscal para que formule la correspondiente acusación.

El juez deberá presidir toda la audiencia y se requerirá para su validez la presencia del fiscal, del abogado
defensor y del acusado privado de la libertad, a menos que no desee hacerlo o sea renuente a su traslado.

También podrán concurrir el acusado no privado de la libertad y los demás intervinientes sin que su ausencia
afecte la validez.
C-209/07: 'en el entendido de que la víctima también puede intervenir en la audiencia de formulación de
acusación para efectuar observaciones al escrito de acusación o manifestarse sobre posibles causales de
incompetencia, recusaciones, impedimentos o nulidades'.

ARTÍCULO 344. INICIO DEL DESCUBRIMIENTO.  Dentro de la audiencia de formulación de


acusación se cumplirá lo relacionado con el descubrimiento de la prueba. A este respecto la defensa podrá
solicitar al juez de conocimiento que ordene a la Fiscalía, o a quien corresponda, el descubrimiento de un
elemento material probatorio específico y evidencia física de que tenga conocimiento, y el juez ordenará, si es
pertinente, descubrir, exhibir o entregar copia según se solicite, con un plazo máximo de tres (3) días para su
cumplimiento.
La Fiscalía, a su vez, podrá pedir al juez que ordene a la defensa entregarle copia de los elementos materiales
de convicción, de las declaraciones juradas y demás medios probatorios que pretenda hacer valer en el juicio.
Así mismo cuando la defensa piense hacer uso de la inimputabilidad en cualquiera de sus variantes entregará
a la Fiscalía los exámenes periciales que le hubieren sido practicados al acusado.
El juez velará porque el descubrimiento sea lo más completo posible durante la audiencia de formulación de
acusación.
Sin embargo, si durante el juicio alguna de las partes encuentra un elemento material probatorio y evidencia
física muy significativos que debería ser descubierto, lo pondrá en conocimiento del juez quien, oídas las
partes y considerado el perjuicio que podría producirse al derecho de defensa y la integridad del juicio,
decidirá si es excepcionalmente admisible o si debe excluirse esa prueba.
C-209/07: 'en el entendido de que la víctima también puede solicitar al juez el descubrimiento de un elemento
material probatorio específico o de evidencia física específica'.

ARTÍCULO 348. FINALIDADES.  Con el fin de humanizar la actuación procesal y la pena; obtener pronta
y cumplida justicia; activar la solución de los conflictos sociales que genera el delito; propiciar la reparación
integral de los perjuicios ocasionados con el injusto y lograr la participación del imputado en la definición de
su caso, la Fiscalía y el imputado o acusado podrán llegar a preacuerdos que impliquen la terminación del
proceso.
El funcionario, al celebrar los preacuerdos, debe observar las directivas de la Fiscalía General de la Nación y
las pautas trazadas como política criminal, a fin de aprestigiar la administración de justicia y evitar su
cuestionamiento.
- C-516/07 expresa que la víctima "también podrá intervenir en la celebración de acuerdos y preacuerdos
entre la Fiscalía e imputado o acusado, para lo cual deberá ser oída e informada de su celebración por el fiscal
y el juez encargado de aprobar el acuerdo".

ARTÍCULO 356. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA PREPARATORIA.  En desarrollo de la


audiencia el juez dispondrá:
1. Que las partes manifiesten sus observaciones pertinentes al procedimiento de descubrimiento de elementos
probatorios, en especial, si el efectuado fuera de la sede de la audiencia de formulación de acusación ha
quedado completo. Si no lo estuviere, el juez lo rechazará.
2. Que la defensa descubra sus elementos materiales probatorios y evidencia física.
3. Que la Fiscalía y la defensa enuncien la totalidad de las pruebas que harán valer en la audiencia del juicio
oral y público.
4. Que las partes manifiesten si tienen interés en hacer estipulaciones probatorias. En este caso decretará un
receso por el término de una (1) hora, al cabo de la cual se reanudará la audiencia para que la Fiscalía y la
defensa se manifiesten al respecto.
PARÁGRAFO. Se entiende por estipulaciones probatorias los acuerdos celebrados entre la Fiscalía y la
defensa para aceptar como probados alguno o algunos de los hechos o sus circunstancias.
5. Que el acusado manifieste si acepta o no los cargos. En el primer caso se procederá a dictar sentencia
reduciendo hasta en la tercera parte la pena a imponer, conforme lo previsto en el artículo 351. En el segundo
caso se continuará con el trámite ordinario.
C- 209/2007
La víctima también puede hacer observaciones sobre el descubrimiento de elementos probatorios y de
la totalidad de las pruebas que se harán valer en la audiencia del juicio oral.
ARTÍCULO 357. SOLICITUDES PROBATORIAS.  Durante la audiencia el juez dará la palabra a la
Fiscalía y luego a la defensa para que soliciten las pruebas que requieran para sustentar su pretensión.
El juez decretará la práctica de las pruebas solicitadas cuando ellas se refieran a los hechos de la acusación
que requieran prueba, de acuerdo con las reglas de pertinencia y admisibilidad previstas en este código.
Las partes pueden probar sus pretensiones a través de los medios lícitos que libremente decidan para que sean
debidamente aducidos al proceso.
Excepcionalmente, agotadas las solicitudes probatorias de las partes, si el Ministerio Público tuviere
conocimiento de la existencia de una prueba no pedida por stas que pudiere tener esencial influencia en los
resultados del juicio, solicitará su práctica.

C-454 de 2006: dispuso declarar la constitucionalidad del artículo 357 de la Ley 906 de 2004 en el entendido
que los representantes de las víctimas, pueden hacer solicitudes probatorias en la audiencia preparatoria,
en igualdad de condiciones que la defensa y la Fiscalía.
Ahora bien, con todo y que la excepcionalidad con que puede ser ejercida la facultad por parte del Ministerio
público podría hacer superfluo que la solicitud estuviese acompañada de motivación, encuentra la Corte que
en todo caso, así debe hacerlo. Esto, para que el juez pueda valorar si la solicitud es pertinente y admisible
(art. 359 C.P.P.), no sólo en los términos establecidos para las pruebas en general
(artículos 375 y 376 C.P.P.), sino en cuanto a que efectivamente sea de “esencial influencia para la resolución
del juicio” (art. 357 infine C.P.P.).”

ARTÍCULO 358. EXHIBICIÓN DE LOS ELEMENTOS MATERIALES DE PRUEBA. <Artículo


CONDICIONALMENTE exequible> A solicitud de las partes, los elementos materiales probatorios y
evidencia física podrán ser exhibidos durante la audiencia con el único fin de ser conocidos y estudiados.
c-209/2007: 'en el entendido de que la víctima también puede hacer dicha solicitud'.

ARTÍCULO 359. EXCLUSIÓN, RECHAZO E INADMISIBILIDAD DE LOS MEDIOS DE


PRUEBA.  Las partes y el Ministerio Público podrán solicitar al juez la exclusión, rechazo o inadmisibilidad
de los medios de prueba que, de conformidad con las reglas establecidas en este código, resulten
inadmisibles, impertinentes, inútiles, repetitivos o encaminados a probar hechos notorios o que por otro
motivo no requieran prueba.
Igualmente inadmitirá los medios de prueba que se refieran a las conversaciones que haya tenido la Fiscalía
con el imputado, acusado o su defensor en desarrollo de manifestaciones preacordadas, suspensiones
condicionales y aplicación del principio de oportunidad, a menos que el imputado, acusado o su defensor
consientan en ello.
Cuando el juez excluya, rechace o inadmita una prueba deberá motivar oralmente su decisión y contra ésta
procederán los recursos ordinarios.
c-209 /2007: 'en el entendido de que la víctima también puede solicitar la exclusión, el rechazo o la
inadmisibilidad de los medios de prueba'.

Las facultades de las víctimas en materia de descubrimiento probatorio (art. 344), observaciones al mismo (art.
356), postulación probatoria (art. 357), solicitud de exhibición de elementos materiales de prueba (art. 358),
exclusión, rechazo o inadmisibilidad de medios de pruebas (art. 359), entre otros, omitidas en la Ley 906 de
2004, han sido reconocidas por la Corte Constitucional en diferentes pronunciamientos, por manera que
actualmente cuentan con la posibilidad de intervenir a través de la Fiscalía en cada una de estas etapas, con lo
cual se garantiza su acceso efectivo a la administración de justicia.
Así, la sentencia C- 209 de 2007 declaró la exequibilidad condicionada del artículo 344 de la Ley 906 de 2004
bajo el entendido de que la víctima también puede solicitar el descubrimiento de elementos materiales
probatorios o evidencia física. Igual determinación adoptó respecto de los artículos 356, 358 y 359 ibídem sobre
las observaciones al descubrimiento, la solicitud de exhibición de elementos materiales de prueba y la
exclusión, rechazo o inadmisibilidad de medios de pruebas.
Por su parte el fallo C-454 de 2006 declaró la constitucionalidad condicionada del artículo 357 en el entendido
que los representantes de las víctimas pueden hacer solicitudes probatoria en igualdad de condiciones que la
defensa y la Fiscalía.
En ese orden, ninguna duda existe sobre la posibilidad de las víctimas de ejercer las prerrogativas inherentes al
descubrimiento y postulación probatoria. Con todo, esas facultades deben ejercerse en la oportunidad y en
la forma prevista en la ley en respeto al principio basilar del debido proceso en tanto los procedimientos
establecidos en la ley materializan los derechos e intereses de las personas involucradas en la actuación.

La víctima también puede solicitar la práctica de pruebas anticipadas ante el juez de control de garantías.
Puede allegar o solicitar E.M.P. y E.F. para oponerse a la petición de preclusión
Facultades para solicitar medidas: La víctima también puede acudir directamente ante el juez competente,
ya sea el de control de garantías o el de conocimiento, según corresponda, a solicitar la medida respectiva.
Lo anterior no significa que el juez competente, al recibir de manera directa la solicitud de la víctima en el
sentido de que se imponga una medida de aseguramiento o una medida de protección específica, deba dictarla
sin seguir el procedimiento señalado en las normas aplicables. Así, por ejemplo, en el caso de las medidas de
aseguramiento debe previamente escuchar al fiscal, a la defensa y al Ministerio Público, como lo exige el
propio artículo 306 acusado.

EL DEFENSOREN EL PROCESO PENAL:

La garantía constitucional de defensa técnica

La defensa técnica es la ejercida por abogado, profesional que debe desplegar una actividad científica dirigida a
asesorar técnicamente al imputado sobre sus derechos y deberes; "controlar la legalidad del procedimiento, el
control crítico de la producción de las pruebas de cargo y de descargo, la exposición crítica de los fundamentos
y pruebas de cargo desde el doble enfoque de hecho y de derecho; recurrir la sentencia condenatoria o la que
imponga una medida de seguridad.

(i) Debe ser intangible pues tiene la condición de irrenunciable, por lo tanto, en el evento de que el
imputado no designe su propio defensor, el Estado debe procurárselo de oficio o a través de la
Defensoría del Pueblo.

(ii) Debe ser real o material porque no puede entenderse garantizada por la sola existencia nominal de un
profesional del derecho, sino que se requieren actos positivos o perceptibles de gestión defensiva que
la vivifiquen (CSJ SP490-2016, rad. 45.790 de 27 enero 2016).

(iii) Debe ser permanente o intemporal, esto es, se debe garantizar durante todo el proceso y en todo
momento sin ninguna clase de excepciones ni limitaciones, durante la indagación, la investigación,
el juzgamiento y la ejecución de la pena y la medida de seguridad6 • El derecho de defensa puede ser
ejercido no solo desde que se adquiere la condición de imputado, sino antes de ello, razón por la cual
quien conoce de una actuación penal en su contra está facultado para ejercer dicha garantía durante
la etapa de indagación y concretamente, puede solicitarle al juez que se le permita asistir a la
audiencia de control de legalidad sobre las diligencias adelantadas.

La no satisfacción de cualquiera de estas características, por ser esenciales, deslegitima el trámite cumplido, por
lo tanto, impone la declaratoria de su nulidad, una vez comprobada su trascendencia.
En cada caso específico el juez de control de garantías o de conocimiento debe realizar un control constitucional
y legal en orden a verificar el respeto de los derechos fundamentales del procesado, para lo cual debe examinar
en detalle el ejercicio del derecho a la defensa, y sólo cuando constate que éste, bien sea, por (i) su contenido
material o técnico le ha sido vulnerado, o (ii) porque el nombramiento ha recaído en una persona que no se
encuentra acreditada como abogada, (iii) o que teniendo los conocimientos jurídicos especializados su labor no
se ha traducido en actos reales de gestión defensiva, o (iv) cuando en algún interregno del trámite procesal penal
cumplido ha sido cercenada la asistencia letrada; entonces (en los anteriores casos) el funcionario judicial está
obligado a declarar la nulidad de la actuación.

El ciudadano tiene las siguientes garantías de protección constitucional en tema de Defensa:


1.- Derecho a una defensa material y no meramente formal o simbólica. La denominada defensa material es la
que realiza directamente en procesado.
2.- Derecho a la asistencia de un abogado durante todo el proceso: desde que tenga conocimiento de que se
adelanta una investigación en su contra; desde la imputación; desde el momento de la captura; desde las
audiencias preliminares, etc.
3.- Derecho irrenunciable en materia penal.
4.- Derecho a una defensa integral e ininterrumpida.
5.- Derecho a la comunicación libre, privada y protegida entre imputado y abogado (Art. 125-1 º CPP,
modificado por el artículo 47 Ley 1142 de 2007).
6.- Derecho a obtener información sobre el contenido de la defensa material.
7.- Derecho a una regulación procesal que permita el tiempo y los medios razonables para la preparación de una
defensa apropiada (Art. 125-2º CPP).

Defensor de oficio del procesado en el sistema acusatorio penal


Es más, no hay inconveniente alguno para que el juez, por ejemplo, remueva al abogado contractual o al
abogado de la defensoría pública cuando encuentre que está incumpliendo sus labores y no asiste a las
audiencias y se puede colegir fundadamente que es una estrategia dilatoria, caso en el cual debe proceder de
oficio al nombramiento o designación de abogado defensor del procesado11 sin perjuicio de la aplicación de los
poderes disciplinarios, si hay lugar a ello, o a la expedición de copias para las investigaciones disciplinarias
correspondientes, o ambas medidas simultáneamente.
La designación de apoderado judicial de oficio es una orden.
Las órdenes, según el canon 161-3 de la Ley 906 de 2004, son aquellas decisiones "que se limitan a disponer
cualquier otro trámite de los que la ley establece para dar curso a la actuación o evitar el entorpecimiento de la
misma. Serán verbales, de cumplimiento inmediato y de ellas se dejará un registro".
La designación de abogado de oficio, cuando el defensor de confianza no cumpla cabal y lealmente sus
obligaciones, no genera nulidad de la actuación.
Actuación procesal sin abogado defensor del procesado
Actualmente, si el imputado es abogado, versado en sistema acusatorio penal y no está detenido, puede ejercer
su propia defensa, salvo para eventos en los cuales deba comparecer con abogado defensor; por ejemplo, en las
diligencias de los Arts. 282 ("Interrogatorio a indiciado") y 394 del CPP ("Acusado y coacusado como testigo").

Estudiantes de consultorio
jurídico como defensores del procesado
¿Se puede designar a estudiante de consultorio jurídico como defensor del procesado en el Sistema Acusatorio
Penal?
La intervención de
los estudiantes de los
consultorios jurídicos en
calidad de defensores
públicos en los procesos
penales se hará ante los
jueces municipales
cuando actúen como jueces de
conocimiento o como jueces
de control de garantías en los
asuntos de su competencia
como Juez natural.
Así pues, el estudiante de consultorio jurídico puede ejercer como defensor técnico del imputado o procesado
bajo estas condiciones:
Primero: Que se trate de "procesos penales de que conocen los jueces municipales y las autoridades de policía”.
Es decir, en procesos donde el juez natural es el juez penal municipal cuya competencia funcional se encuentra
enlistada en el canon 37 de la Ley 906 de 2004, modificado por el Art. 2º de la Ley 1142 de 2007. El estudiante
de consultorio jurídico que sea defensor del imputado o procesado solamente puede actuar como tal en los
procesos del canon 37 del CPP.
Segundo: Que exista convenio suscrito entre la respectiva Universidad y la Defensoría del Pueblo,
Tercero: Que haya supervisión directa en cada actuación del personal académico que designe la Universidad.
Cuarto: No debe olvidarse que "Los estudiantes adscritos a los consultorios jurídicos de las facultades de
derecho, son abogados de pobres y como tales deberán verificar la capacidad económica de los usuarios. En tal
virtud, acompañaran la correspondiente autorización del consultorio jurídico a las respectivas actuaciones
judiciales y administrativas" (Art. 30-1.2 Dct. 196 de 1971 reformado por el Art. l º Ley 583 de 2000); es decir,
que el servicio se presta a quien no tiene capacidad económica de sufragar abogado convencional y además a las
actuaciones el estudiante deberá acompañar la correspondiente autorización del consultorio jurídico.

Abogado de la víctima y estudiante adscrito a consultorio jurídico

Lo que se predica para el abogado defensor del procesado, como investigador, también se debe aplicar para el
apoderado judicial de la víctima quien está facultado para ejecutar actos de investigación, no obstante que se
diga que la víctima actúa de consuno con la Fiscalía General de la Nación y que la fiscalía representa los
derechos del Estado y de la víctima.
Constitucionalmente se habilita a la víctima para una participación activa en la fase de indagación, e inclusive
para que aporte pruebas a efecto de que se reanude la investigación en caso de archivo (Art. 79 CPP y Sentencia
C-1154 de 2005), entonces ningún obstáculo hay para que adelante su propia investigación y recaude elementos
materiales probatorios, evidencia física e información legalmente obtenida.
En la misma sentencia C-536 de 2008 la Corte Constitucional consideró ''fundamental distinguir los actos de
investigación y los actos de prueba", así:
elementos materiales probatorios que serán utilizados en el juicio oral para verificar las proposiciones de las
partes y el Ministerio Público, y para justificar, con grado de probabilidad, las decisiones que correspondan al
juez de control de garantías en las etapas preliminares del procedimiento. En otras palabras, los actos de
investigación se adelantan por la Fiscalía, la defensa, el Ministerio Público y la víctima con el control y
vigilancia del juez de control de garantías. Los segundos, los actos de prueba, son aquellas actuaciones que
realizan las partes ante el juez de conocimiento con el objeto de incorporar los actos de investigación al proceso
y convertirlas en pruebas dirigidas a obtener la verdad de lo sucedido y verificar sus proposiciones de hecho".

Hay varias razones para colegir que el estudiante de consultorio jurídico puede apoderar a las víctimas sin la
limitación de competencia funcional como la que tienen los estudiantes de consultorio jurídico cuando actúan
como defensores del imputado o procesado.
Prevalece entonces lo dispuesto en la segunda de las normas, esto es, el canon 137 de la Ley 906 de 2004 que
permite la asistencia jurídica de la víctima por un profesional del derecho o por un estudiante de consultorio
jurídico de facultad de derecho debidamente aprobada

Ahora bien, la norma marca un límite inicial para la representación judicial, que es la audiencia preparatoria.
Pero esto no quiere decir, ni más faltaba, que antes no pueda constituir mandatario judicial. El entendimiento de
la norma es asaz sencillo y elemental: antes de la audiencia preparatoria, la víctima puede actuar directamente o
a través de mandatario judicial. Después de la audiencia preparatoria, la intervención de la víctima se hará
necesariamente a través de apoderado judicial que puede ser abogado titulado o estudiante de consultorio
jurídico de facultad de derecho debidamente aprobada, como ya quedó dicho.

Extensión del apoderamiento judicial en materia penal


La Corte Constitucional en sentencia C-127 de 2 marzo 2011, ¡explicó que “el ámbito de aplicación del derecho
a la defensa dentro del proceso penal se extiende a la etapa pre procesal de la indagación previa, y a partir de
ella, a todos los demás actos procesales hasta la decisión final'.

Pero indudablemente que en la fase penitenciaria también se debe garantizar el derecho de defensa técnica, así
que la decisión final será la que se adopte por el juez de ejecución de penas y medidas de seguridad en dicha
fase.
Hasta el trámite penitenciario es que se extiende el apoderamiento judicial, de tal forma que una vez
ejecutoriada la sentencia penal de condena continúa el acompañamiento por el profesional del derecho sin que
sea menester el otorgamiento de nuevo poder.
Lo dicho para el apoderado judicial del imputado o condenado, también es pertinente para el apoderado de la
víctima, de tal forma que en el incidente de reparación integral de perjuicios (IRI) no es necesario el
otorgamiento de nuevo poder a quien ya venía ejerciendo como tal, toda vez que no se ha presentado el
fenómeno de la "terminación del poder'' de conformidad con el canon 76 del Código General del Proceso.

Clases de defensores en el sistema acusatorio procesal penal

En la Ley 906 de 2004 se consagran tres (3) clases de abogados defensores, así:
En primer lugar, el defensor principal quien dirige la defensa del procesado, es el designado por el propio
procesado o adjudicado por la Defensoría Pública, y, en casos excepcionales, a falta de uno y otro, puede ser
designado oficiosamente por el juez, o en su caso por el fiscal (Art. 212 CPP; Corte Constitucional, Sentencia
C-210 de 2007).
En segundo lugar, está el defensor suplente, que tiene estas características (Art. 212 CPP):
a) Su designación la hace el abogado defensor principal. b) Se debe informar previamente al juez. c) Actúa bajo
la responsabilidad del defensor principal. d) Podrá ser removido libremente durante el proceso.
En tercer lugar, está el defensor de apoyo consagrado en el parágrafo del Art. 114 CPP, adicionado por el Art. 1
O Ley 1142 de 2007.

El defensor en el proceso penal es un investigador:


En el sistema penal acusatorio se fortalece el derecho a la defensa técnica y material, ampliando las atribuciones
y facultades de la defensa, pues puede buscar, identificar empíricamente, recoger y embalar elementos
materiales probatorios y evidencia física; realizar entrevistas y valoraciones que requieran conocimientos
especializados por medio de los técnicos e investigadores autorizados por la ley; para estos efectos las entidades
públicas y privadas, además de los particulares, prestarán la colaboración que requieran, sin que puedan oponer
reserva, siempre que se acredite por parte del defensor que la información será utilizada para efectos judiciales.

El nuevo sistema impone a la defensa una actitud diligente en la recolección de los elementos de convicción a
su alcance, pues ante el decaimiento del deber de recolección de pruebas exculpatorias a cargo de la fiscalía,
fruto de la índole adversativa del proceso penal, la defensa está en el deber de recaudar por su cuenta el material
probatorio de descargo, si esa es su teoría del caso.

Es que en la Ley de 906 de 2004 la Fiscalía General de la Nación no está obligada a solicitar como prueba la
que descubrió como favorable al acusado.
Si la Fiscalía no solicita como prueba en la audiencia preparatoria la que supuestamente podrá beneficiar al
acusado, no se genera nulidad procesal.
Así pues, si a la defensa le interesa un testigo ofrecido por la fiscalía, para garantizar su testimonio el defensor
debe solicitar la prueba directamente en la audiencia preparatoria, verificando su objeto específico, distinto al
del ente investigadores, y explicando su conducencia y pertinencia.
La fiscalía, finalmente, tiene toda la potestad de renunciar a las pruebas decretadas en la audiencia preparatoria
para el momento del juicio oral y público. Es que la "comunidad de la prueba" se presenta una vez se practican
en juicio59, Por supuesto que esa renuncia de la prueba por la fiscalía es de aquellas que considere como
intrascendentes y que no sea testigo único.
En todo caso, la renuncia de pruebas no lesiona garantías procesales de la contraparte.

Críticas al defensor anterior y pretensión de nulidad


Sobre la acertada o equivocada estrategia defensiva de un apoderado judicial es algo que compete
exclusivamente a la relación del profesional del derecho con su diente; en modo alguno la judicatura puede
cuestionar tal estrategia ni mucho menos descalificarla.
La estrategia defensiva es ejercicio legítimo de una actividad profesional liberal en la que no es lícito, en
principio, entrometerse por parte de la Judicatura, salvo situaciones extremas que por grotescas y aberrantes
merezcan un llamado de atención o bien la orden para averiguación disciplinaria, o quizás ordenar el cambio de
abogado defensor.
No basta con demostrar, a efectos de la pretensión de nulidad, que existieron fallas en la defensa técnica del
procesado, sino que es preciso acreditar que con tales irregularidades se condicionó, en forma decisiva, el
contenido de la parte resolutiva de la providencia o del acto procesal espedfico.
El núcleo de la defensa, según la doctrina constitucional, se entiende violado cuando concurren los siguientes
elementos:
i) Debe ser evidente que el defensor cumplió un papel meramente formal, carente de cualquier
vinculación a una estrategia procesal o jurídica.
ii) Que las mencionadas deficiencias no le sean imputables al procesado o no hayan resultado de su
propósito de evadir la acción de la justicia.
iii) Que la falta de defensa técnica revista tal trascendencia y magnitud que sea determinante de la
decisión judicial respectiva, de manera tal que pueda afirmarse que se configura una vía de hecho
judicial por algún defecto procesal y, en consecuencia, una vulneración del derecho al debido
proceso y, eventualmente, de otros derechos fundamentales.
iv) Que aparezca una vulneración palmaria de los derechos fundamentales del procesado.

La falta de defensa técnica genera nulidad que no es saneable ni se puede convalidar.

Conflicto de pretensiones entre el abogado del procesado y su cliente


En tema de conflicto de pretensiones entre abogado defensor y procesado, existe la regla general según la cual
prevalece la voluntad del abogado.
Esta regla general tiene una importante y notoria excepción.
Es precisamente la aceptación de responsabilidad penal por el imputado o procesado a través de los mecanismos
de terminación abreviada del proceso penal o de justicia premial tales como el allanamiento a cargos y la
negociación.
En estas actuaciones solo el procesado puede ejercer en forma directa su derecho, aunque asistido por su
defensor.

ARTÍCULO 354. REGLAS COMUNES. Son inexistentes los acuerdos realizados sin la asistencia del
defensor. Prevalecerá lo que decida el imputado o acusado en caso de discrepancia con su defensor, de lo cual
quedará constancia.

Ese conflicto de pretensiones no debe llevar a extremos de hacer nugatorio el derecho de impugnación, por
ejemplo, cuando tanto procesado como defensor interponen recurso de apelación, pero el abogado defensor
desiste del mismo en cuyo caso ese desistimiento no se hace extensivo a la impugnación que presentó el
procesado.

De otra parte, la impugnación o el recurso puede ser sustentado directamente por el procesado, o por su abogado
defensor, o por ambos, lo que corresponde a la esencia y razón de ser del contrato de mandato que se celebra,
precisamente, para que el mandatario o apoderado actúe en nombre, representación y por cuenta del mandante o
procesado.

Apoderamiento judicial y sustitución del poder para actuar.


Entonces, bajo el régimen de la Ley 906 de 2004, por regla general, el apoderado tiene la facultad de sustituir el
mandato, salvo que se haya acordado lo contrario, es decir, debe haber prohibición expresa para la sustitución.
Dicha sustitución puede ser verbal o escrita.
Procesado y víctima pueden delegar su representación judicial, pero deberá mediar un poder especial con nota
de presentación personal.
Siguiendo esta lógica, el alto tribunal resaltó que los profesionales en Derecho adscritos a la Defensoría Pública
no tienen la facultad legal de sustituir el poder si no es con el visto bueno de la Defensoría del Pueblo, lo cual
refleja la lógica que conlleva la suscripción de un contrato de prestación de servicios profesionales en el que
hacen parte de su esencia las calidades del contratado, razón por la cual la entidad realiza labores de escogencia
de esa y no de otra persona, siendo un compromiso intuito personae.

EL MINISTERIO PÚBLICO EN EL PROCESO PENAL

El ministerio público es un interviniente procesal:


En la sentencia C-144 de 201 O se sistematizaron las distintas funciones que debe cumplir el Ministerio Público
en el sistema penal acusatorio colombiano, en los siguientes términos:
(i) Es una participación principal que no accidental.
(ii) Es un interviniente que tiene unas facultades limitadas en el curso del juicio oral, de acuerdo con las
cuales únicamente cuando observe la manifiesta violación de garantías y derechos fundamentales
puede solicitar el uso de la palabra ante el juez, y excepcionalmente, con el único propósito de
conseguir el "cabal conocimiento del caso", el representante de la sociedad también podrá interrogar
a los testigos.
(iii) En todo caso no tiene derecho a contrainterrogar y menos a utilizar la técnica propia de este tipo de
preguntas
(iv) Algo semejante se observa respecto de la facultad reconocida en el artículo 294 del CPP, cuya
constitucionalidad se estudió en la sentencia C-806 de 2008, en donde se determinó que si bien lo
usual es que la Fiscalía General de la Nación le solicite al juez de conocimiento decretar la
preclusión de la investigación, esta disposición regula un supuesto excepcional, "consistente en que,
ante una omisión grave del órgano de investigación, la defensa o el Ministerio Público quedan
facultados para solicitarle al juez decretar la preclusión de la investigación pasados sesenta (60) días
de la audiencia de imputación de cargos, sin que exista formulación de una acusación". Se trata de
una facultad reconocida a la defensa y al Ministerio público, que a su vez permite al juez ejercer
también la facultad, que no obligación, de declarar la preclusión de la investigación pasados sesenta
(60) días, siempre y cuando se presente o no alguna de las causales legales que justifiquen tal
decisión.
(v) Es un interviniente ''principal' y "discreto" 6 del proceso penal, lo primero por cuanto desde la
Constitución le ha sido reconocida una función de doble cariz consistente en velar por el respeto de
los intereses de la sociedad, así como de los derechos humanos y de los derechos fundamentales
afectos al proceso; lo segundo, porque su participación debe someterse a los condicionamientos
establecidos en la ley y precisados por la jurisprudencia.

Artículo 397. Interrogatorio por el juez. Excepcionalmente, el juez podrá intervenir en el interrogatorio o
contrainterrogatorio, para conseguir que el testigo responda la pregunta que le han formulado o que lo haga de
manera clara y precisa. Una vez terminados los interrogatorios de las partes, el juez y el Ministerio Público
podrán hacer preguntas complementarias para el cabal entendimiento del caso (se resalta).

Se busca también que el juez o el Ministerio Público pregunten a fin de completar, hacer más acabado el
testimonio y por tanto, más comprensible, inteligible el conocimiento del caso.
Para todos los casos, conserva la facultad de realizar preguntas complementarias para el cabal entendimiento del
caso de conformidad con el Art. 397 del CPP
Adicionalmente, el artículo 395 del CPP regula lo concerniente a las oposiciones que se presenten durante el
interrogatorio, para lo cual dispone que "la parte que no está interrogando o el Ministerio Público, podrán
oponerse a la pregunta del interrogador cuando viole alguna de las reglas anteriores o incurra en alguna de las
prohibiciones. El juez decidirá inmediatamente si la oposición es fundada o infundada".

FACULTADES probatorias e investigativas del Ministerio Público:

Artículo 112. Actividad probatoria. El Ministerio Público podrá solicitar pruebas anticipadas en aquellos
asuntos en los cuales esté ejerciendo o haya ejercido funciones de policía judicial siempre y cuando se reúnan
los requisitos previstos en el artículo 284 del presente Código.
Asimismo, podrá solicitar pruebas en el evento contemplado en el último inciso del artículo 357 de este Código.

ARTÍCULO 357. SOLICITUDES PROBATORIAS.  Durante la audiencia el juez dará la palabra a la


Fiscalía y luego a la defensa para que soliciten las pruebas que requieran para sustentar su pretensión.
El juez decretará la práctica de las pruebas solicitadas cuando ellas se refieran a los hechos de la acusación que
requieran prueba, de acuerdo con las reglas de pertinencia y admisibilidad previstas en este código.
Las partes pueden probar sus pretensiones a través de los medios lícitos que libremente decidan para que sean
debidamente aducidos al proceso.
Excepcionalmente, agotadas las solicitudes probatorias de las partes, si el Ministerio Público tuviere
conocimiento de la existencia de una prueba no pedida por estas que pudiere tener esencial influencia en los
resultados del juicio, solicitará su práctica.

En materia de pruebas, el Ministerio Público:


Uno: Puede solicitar pruebas anticipadas bajo dos condiciones:
En primer lugar, debe ser un asunto en los que esté ejerciendo o haya ejercido funciones de policía judicial.
En segundo lugar, debe reunir los requisitos previstos en el artículo 284 del CPP, así: (1) que la prueba
anticipada sea practicada ante el juez que cumpla funciones de control de garantías; (2) que la prueba anticipada
sea solicitada por el Fiscal General o el fiscal delegado, por la defensa o por el Ministerio Público en los casos
previstos en el artículo 112 (la víctima también puede solicitar la práctica de prueba anticipada ante el juez de
control de garantías, según la sentencia C-209 de 2007 de la Corte Constitucional); (3) que sea solicitada por
motivos fundados y de extrema necesidad y para evitar la pérdida o alteración del medio probatorio, ( 4) que se
practique en audiencia pública y con observancia de las reglas previstas para la práctica de pruebas en el juicio.
Dos: Puede solicitar pruebas en el evento contemplado en el último inciso del artículo 357 del CPP/2004, esto
es, en la audiencia preparatoria, pero de manera excepcional.
Ministerio Público y petición de pruebas excepcionales
La prueba debe ser compatible con la teoría del caso de una de las partes, y fºr esa razón es que es el último en
pedir pruebas según el inciso final de Art. 357 CPP, es decir, cuando conoce la teoría del caso de la fiscalía y
barrunta la de la defensa en caso de que no la haya expuesto.
En síntesis, siempre que la prueba que el procurador solicite obedezca a una teoría del caso aparte de la de la
defensa o la fiscalía, debe abstenerse de solicitarla.
El procurador judicial no está exento de indicar la pertinencia, necesidad, utilidad y admisibilidad del medio de
prueba, deberá indicarle al juez por qué ese medio probatorio conducirá a probar algo relacionado con una de
las teorías del caso, y de qué manera se alcanzará una conclusión relevante con su práctica, deberá indicar al
juez los datos personales del testigo para que pueda ser citado.
La prueba que excepcionalmente se le decrete al Ministerio Público, en caso de ser testimonial, no podrá ser
objeto de interrogación por el procurador judicial, lo cual es un motivo adicional para sostener que la prueba
debe guardar relación con alguna teoría del caso de las partes, de "este modo, no solamente se evita hacerle
daño a alguna de las partes, sino que además hay comprensión del objetivo de la prueba, para que quien pueda
nutrirse de ella realice el examen directo".
Ministerio Público y justicia consensuada
Por regla general, al Ministerio Público le está vedado oponerse a las acusaciones originadas en allanamientos o
preacuerdos, admitiéndose como única excepción la acreditación de manifiestas vulneraciones a las garantías
fundamentales,
evento en el cual está
facultado para hacer las
postulaciones respectivas y,
en el supuesto de decisiones
adversas, acudir a los recursos de ley.
Ministerio público e incidente de reparación integral de perjuicios:
El agente del Ministerio Público, a instancia de la víctima, puede adelantar el incidente de reparación integral de
perjuicios en el proceso penal para reparación simbólica;
Para la Corte Constitucional, el artículo 102 del C.P.P. establece una clara distinción, según la pretensión sea
exclusivamente económica, situación en la cual sólo podrá ser formulada por la víctima directa, sus herederos o
causahabientes, en tanto que, en los demás casos, esto es, cuando la petición no sea meramente pecuniaria, la
solicitud deberá ser presentada por la víctima o por solicitud "del fiscal o del Ministerio Público a instancia de
ella.
También el Ministerio Público puede ser demandante directo cuando se trate de intereses colectivos, según el
numeral 2º literal b, Art. 111 CPP.
Excepcionalmente el Ministerio Público puede solicitar preclusión de la investigación
En caso de vencimiento de términos del fiscal para presentar escrito de acusación se activa la facultad para el
Ministerio Público, así como de la defensa, para solicitar preclusión de la investigación.
La petición que haga el agente del Ministerio Público deberá ser con fundamento en las causales legales para
esa fase procesal, esto es, las indicadas en el canon 332 del CPP, así: l. Imposibilidad de iniciar o continuar el
ejercicio de la acción penal; 2. Existencia de una causal que excluya la responsabilidad, de acuerdo con el
Código Penal; 3. Inexistencia del hecho investigado; 4. Atipicidad del hecho investigado; 5. Ausencia de
intervención del imputado en el hecho investigado; 6. Imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia, y
7. Vencimiento del término máximo previsto en el inciso segundo del artículo 294 del CPP.
El parágrafo del Art. 332 de la Ley 906 de 2004 indica que "Durante el juzgamiento, de sobrevenir las causales
contempladas en los numerales 1 ºy 3 º, el fiscal el Ministerio Público o la defensa, podrdn solicitar al juez de
conocimiento la preclusión".
IMPARCIALIDAD DEL JUEZ, IMPEDIMIENTOS Y RECUSACIONE
JUEZ:
Así, cuando conforme lo
señaló la misma
sentencia C- 396 de 2007:
"i) controla formal y
materialmente el escrito de
acusación presentado por
la Fiscalía (artículos 336 y
337 del Código de
Procedimiento Penal), ii) asiste al descubrimiento de los elementos probatorios y las pruebas (artículo 344), iii)
puede contrainterrogar testigos (artículo 397), iv) ejerce control sustancial y formal sobre los preacuerdos y
negociaciones entre la Fiscalía y el imputado o acusado (artículos 348 a 354), v) realiza control integral sobre la
aplicación del principio de oportunidad, vi) decide la pertinencia y admisibilidad de la prueba (artículos 375 y
376) y, vii) realiza control sobre los acuerdos probatorios (artículo 356, numeral 4°)".

El principio de imparcialidad judicial

La imparcialidad judicial es parte fundamental del derecho al debido proceso, razón por la cual en el marco de
una actuación penal, la solicitud de nulidad y los recursos de apelación y casación son los mecanismos idóneos
para controvertir el actuar del juez de conocimiento. La acción de tutela no es el medio adecuado para defender
el derecho de acceso a la administración de justicia en condiciones de imparcialidad, especialmente si no se
demuestra la configuración de un perjuicio irremediable.

Son manifestaciones de la imparcialidad del juez:


(i) Cuando tiene en cuenta o brinda la debida consideración a todas las partes e intervinientes.
(ii) Cuando se ocupa y da respuesta motivada a las peticiones formuladas por los diferentes sujetos
procesales.

La imparcialidad objetiva del juzgador


Debiendo declararse impedido, o ser recusado por las partes, si se encuentra dentro de cualquiera de las causales
previstas al efecto en el Art. 56 del CPP.
El concepto de imparcialidad objetiva que ha venido siendo asumido en el ámbito internacional, no se predica
del quebrantamiento que devendría de la relación que el juez haya tenido

La imparcialidad se garantiza con la separación funcional entre la instrucción y el juzgamiento, de forma que la
convicción que el investigador se haya formado previamente no se imponga en las decisiones que se adopten en
el juicio.
Como ha explicado la Corte Constitucional11, el trámite de las declaraciones de impedimento tiene un valor
capital en todas las actuaciones judiciales, debido a que protegen dos principios esenciales de la administración
de justicia: la independencia y la imparcialidad.
La garantía de imparcialidad está garantizada por los siguientes mecanismos:
Uno: Impugnación de la competencia (promovida por las partes e intervinientes a la luz del artículo 339 CPP).
Dos: Definición de competencia, suscitada o motivada por el mismo juez (según lo normado en el artículo 54
CPP).
Tres: Discusión de la posible parcialidad del juez a través de la formulación de impedimentos por el mismo juez
(artículos 56 a 60 CPP).
Cuatro: Discusión de posible parcialidad del Juez a través de la formulación de las recusaciones por las partes e
intervinientes (artículos 61 a 65 CPP).

Vulneración del principio de imparcialidad del juez


El juez no tiene facultades probatorias pues pondría en entredicho un principio toral a la sistemática acusatoria,
el de imparcialidad judicial.
Se podrá anular el juicio, por violación del principio de imparcialidad, cuando la misma se subvierta a través de
una intervención excesiva, extraordinaria o poco frecuente por parte del juez, y que dicho proceder se traduzca,
en la práctica, en una efectiva perturbación del equilibrio que debe garantizársele a las partes.

"Así las cosas, no queda otro camino que la declaratoria de nulidad de la actuación con fundamento en el
artículo 457 de la Ley 906 de 2004, como quiera que se desconoció la garantía fundamental del juez imparcial,
desde la audiencia preparatoria, inclusive, para que se rehaga el proceso con irrestricto respeto al debido
proceso y las garantías fundamentales ante un funcionario diferente y con la consecuente libertad del
procesado"

Características de los impedimentos


El impedimento se caracteriza por ser: unilateral, voluntario, oficioso, obligatorio, de buena fe pues no es para
eludir procesos, ni para dilatar, ni entorpecer la actuación, de inequívoca manifestación (Art. 10 CPP, celeridad)
y se debe expresarse la causal concreta.

Existe un impedimento constitucional ineludible contemplado en el Art. 250 C. Pol., modificado por el Art.
2º del Acto Legislativo Nº 03 de 2002, así: "Funciones de la Fiscalía: "[. . .] El juez que ejerza las funciones de
control de garantías, no podrá ser, en ningún caso, el juez de conocimiento, en aquellos asuntos en que haya
ejercido esta función". Desarrollado en el Art. 56-13 del CPP: "Que el juez haya ejercido el control de garantías
o conocido de la audiencia preliminar de reconsideración, caso en el cual quedará impedido para conocer el
juicio en su fondo".

Causales de impedimento y recusación


La falta de manifestación de impedimento por el juez no genera nulidad del proceso y no invalida la actuación;
Con el silencio, las partes convalidan la posible irregularidad. En todo caso, los sujetos procesales (partes e
intervinientes) pueden recusar al juez.

Trámite del impedimento y de la recusación del juez

Trámite del impedimento y la recusación de otros funcionarios y empleados

No hay suspensión del proceso cuando se trata de impedimento o recusación de otros funcionarios y empleados.
Si el defensor o algún interviniente considera que el fiscal encargado de investigar y acusar al procesado, está
incurso en alguna causal de impedimento no manifestada, debe presentar ante el superior jerárquico del fiscal la
solicitud de recusación.
No es necesario esperar a que se inicie la audiencia de acusación para hacerle la petición al juez de
conocimiento porque este no tiene dentro de sus atribuciones funcionales la decisión de cambiar al fiscal.
Si al juez se le presenta recusación contra el fiscal o contra algún otro servidor público, diferente a los
empleados de su mismo despacho judicial, debe indicarle al peticionario que el procedimiento está reglado en el
Art. 63 del CPP31, y continuar el proceso.
En el caso de recusación de empleados del despacho judicial, es el juez su inmediato superior y como tal quien
deberá decidir de plano sobre el particular.
En ningún caso se recuperará la competencia por la desaparición de la causal de impedimento (Art. 64 CPP).
Las decisiones que se profieran en el trámite de un impedimento o recusación no tendrán recurso alguno (Art.
65 CPP).

La invitación para declararse impedido


Ante una invitación de esa naturaleza, y si el juez no constata la presencia de alguna causal de impedimento en
su contra, deberá requerir a la parte para que expresamente manifieste la causal de recusación en aras del
principio de lealtad procesal (Art. 12 CPP).

Jurisprudencia sobre impedimentos más frecuentes


La amistad íntima no es lo mismo que trato cortés y social.
Cuando se alega interés en el proceso o en la actuación, debe ser evidente'. Cuando se alega la causal de haber
''participado" en el proceso, dicha participación debe ser relevante’.
Es decir, la separación del asunto, por impedimento o recusación, sólo es procedente cuando la opinión previa
configura en sí misma un juicio adelantado sobre la nueva decisión que se debe adoptar, no toda opinión ajena
al proceso origina una circunstancia impeditiva, no basta que el funcionario la enuncie vaga, genérica y
abstractamente, no es suficiente que se limite a manifestar que expresó su opinión o que dio su parecer respecto
de la cuestión debatida o haga cualquier otra aseveración análoga, es necesario, por lo menos, que precise en
qué consistió dicha opinión, sobre qué materia versó y tenga relación directa con aspectos fundamentales que se
debaten en el proceso, pues no toda opinión, así esta tenga algunos nexos con cuestiones que posteriormente
atraen el examen judicial, puede implicar una anticipada visión del caso o una apreciación que resta libertad de
análisis.
No hay impedimento por ordenar copias para investigación penal y disciplinaria.
COMPETENCIA Y CONEXIDAD PROCESAL

El artículo 456 del CPP expresa que "Será motivo de nulidad el que la actuación se hubiere adelantado ante juez
incompetente por razón del fuero, o porque su conocimiento esté asignado a los jueces penales de circuito
especializados"

Discusión sobre la competencia

Las audiencias de formulación de acusación, de solicitud de preclusión y de verificación del preacuerdo (cuando
éste ha sido realizado antes de la presentación del escrito acusatorio), son el escenario procesal adecuado para
que el juez de conocimiento manifieste su falta de competencia, o para que las partes e intervinientes impugnen
la competencia del juez de conocimiento (Art. 54 CPP).

La impugnación de competencia regulada en la Ley 906 de 2004, es connatural al sistema de procesamiento


penal acusatorio y difiere del trámite de la colisión de competencias previsto en las legislaciones precedentes.

Frente a una acusación presentada por la fiscalía, se tienen estas opciones: (i) el juez de conocimiento puede
manifestar su incompetencia para lo cual debe expresar las razones en las que apoya su declaración; así mismo,
(ii) las partes procesales e intervinientes pueden impugnar la competencia, en cuyo caso el juez debe exponer
los motivos por cuales difiere o comparte lo manifestado por la parte o interviniente que impugna su
competencia.
En cualquiera de las dos situaciones descritas, el funcionario judicial debe enviar la actuación al superior
funcional que, de acuerdo con las reglas que rigen la materia, debe resolverla en tres (3) días, evitando de este
modo la dilación injustificada de la actuación (Art. 54 CPP).

Incidente de definición de competencia

La definición de competencia es el mecanismo previsto por la Ley 906 de 2004 (artículos 54 y 341) para
determinar, en caso de duda, cuál de los distintos jueces o magistrados es el indicado para conocer de un
juzgamiento o para ocuparse de determinados asuntos.

Al amparo del artículo 54 de la Ley 906 de 2004 "cuando el juez ante el cual se haya presentado la acusación
manifieste su incompetencia, así lo hará saber a las partes en la misma audiencia y remitirá el asunto
inmediatamente al funcionario que deba definirla, quien en el término improrrogable de tres (3) días decidirá de
plano. Igual procedimiento se aplicará cuando se trate de lo previsto en el artículo 286 de este Código y cuando
la incompetencia la proponga la defensa".

Por su parte, el artículo 55 ibídem establece:


Artículo 55. Prórroga. Se entiende prorrogada la competencia si no se manifiesta o alega la incompetencia en
la oportunidad indicada en el artículo anterior, salvo que esta devenga del factor subjetivo o esté radicada en
funcionario de superior jerarquía.
En estos eventos el juez, de oficio o a solicitud del fiscal o de la defensa, de encontrar la causal de
incompetencia sobreviniente en audiencia preparatoria o de juicio oral, remitirá el asunto ante el funcionario
que deba definir la competencia, para que este, en el término de tres (3) días, adopte de plano las decisiones a
que hubiere lugar ( ..)".

la Corte unifica la jurisprudencia y define que los conflictos de competencia ocasionados por el factor territorial
no pueden alegarse luego de concluida la audiencia de acusación o preclusión si fuere el caso, pues fenecida
dicha oportunidad, la competencia del juez que viene conociendo del asunto se prorroga, salvo las excepciones
establecidas por el legislador: (i) que esta devenga del factor subjetivo y (ii) que esté radicada la competencia en
funcionario de superior jerarquía. Informa el Art. 456 del CPP que será motivo de nulidad el que la actuación se
hubiere adelantado ante juez incompetente por razón del fuero, o porque su conocimiento esté asignado a los
jueces penales de circuito especializados.

el principio de preclusión de los actos procesales, que concluida la audiencia de formulación de acusación,
fenece la oportunidad para suscitar posteriormente debates en torno de dicho aspecto, salvo que subsista alguna
de las excepciones previstas de manera expresa por el legislador, esto es, que la incompetencia devenga por el
factor subjetivo o emerja propia de un funcionario de mayor jerarquía.

Ahora bien, el incidente de definición de competencia del Art. 54 del CPP constituye un mecanismo ágil y
expedito a través del cual el superior funcional, en caso de incertidumbre frente a este presupuesto procesal, que
puede surgir a iniciativa del funcionario jurisdiccional o de alguna de las partes, dilucida a quién debe asignarse
el conocimiento de la actuación.

La competencia según el artículo 43 del CPP:


Artículo 43. Competencia. Es competente para conocer del juzgamiento el juez del lugar donde ocurrió el
delito.
Cuando no fuere posible determinar el lugar de ocurrencia del hecho, este se hubiere realizado en varios
lugares, en uno incierto o en el extranjero, la competencia del juez de conocimiento se fija por el lugar donde se
formule acusación por parte de la Fiscalía General de la Nación, lo cual hará donde se encuentren los elementos
fundamentales de la acusación.
Las partes podrán controvertir la competencia del juez únicamente en audiencia de formulación de acusación.
Para escoger el juez de control de garantías en estos casos se atenderá lo señalado anteriormente. Su escogencia
no determinará la del juez de conocimiento.

Los errores en los que incurra la fiscalía en cuanto a la determinación de la sede más adecuada para la
formulación de acusación, no pueden ser corregidos a través del incidente de definición de competencia, cuya
finalidad es precisamente dilucidar las dudas con relación a este presupuesto procesal, no para subsanar los
dislates de las partes o intervinientes.

Prórroga de competencia

Si el juez no declara su incompetencia y las partes no hacen ninguna manifestación en tal sentido, la
competencia entonces se entiende prorrogada en los términos del artículo 5 5 del CPP. Esto es lo que se conoce
como "prórroga de competencia", salvo que se origine en el factor subjetivo o que el conocimiento del proceso
esté radicado en un funcionario de mayor jerarquía.

Factores de la competencia

La facultad de administrar justicia está determinada para cada juez de la República por factores como:
1.- El personal o subjetivo: Concerniente al fuero del sujeto activo del comportamiento delictivo (Arts. 30, 32-
5-6-7-9; 33-2, CPP).
Se debe tener en cuenta los fueros, tanto constitucional como legales. El fuero constitucional remite a la
prerrogativa de que los altos funcionarios del Estado sean juzgados por la más alta instancia ordinaria en el
ámbito penal, vale decir, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.
El fuero legal es el referido no a la condición de servidor público, o mejor, alta dignidad de que está investida la
persona, sino al tipo de función que ella desarrolla, a cuyo efecto es siempre necesario delimitar cuál es el tipo
de delito ejecutado y, en concreto, si este deviene o no como consecuencia del cargo o la función.
2.- El objetivo: Relativo a la naturaleza de la conducta punible (Arts. 35 a 38 CPP).
3.- El territorial: Vinculado con el lugar geográfico en el que se ejecuta el hecho delictivo (Arts. 42 a 45 CPP).
4.- Funcional: Relativo a los órganos de la administración de justicia penal indicados en el Art. 31 del CPP.
5.- Factor de conexidad, según los artículos 50 a 53 del CPP El funcionario entonces sólo podrá conocer de los
asuntos no sometidos a su competencia, cuando ésta le fuere legalmente prorrogada o delegada, cuestión
expresamente determinada por el legislador con el objeto de mantener al frente del proceso al juez previo y
legal, o natural como usualmente se conoce, y evitar que se pierda la vigencia de los principios de inmediación,
celeridad y economía procesal.

Competencia territorial

La competencia territorial de los jueces, de acuerdo con el artículo 14 del Código Penal, se determina:
(i) Por el lugar donde el autor ejecutó la acción típica, o en los supuestos omisivos, donde debió realizar
la acción omitida (teoría de la actividad).
(ii) Por el lugar donde se produjo o debió producirse el resultado típico (teoría del resultado).
(iii) Atendiendo la equivalencia de acción y resultado, indistintamente se acepta como lugar de comisión
del delito el de ejecución de la acción como el del resultado (teoría de la ubicuidad).
Por su parte, el artículo 43 de la Ley 906 de 2004, dispone como competente para conocer del juzgamiento el
juez del lugar donde ocurrió el delito, esto es, el factor territorial.

En todo caso, no hay nulidad por incompetencia territorial.

El instituto procesal de la conexidad y legitimación para su solicitud (art. 51 CPP)

ARTÍCULO 51. CONEXIDAD. Al formular la acusación el fiscal podrá solicitar al juez de conocimiento que
se decrete la conexidad cuando:
1. El delito haya sido cometido en coparticipación criminal.
2. Se impute a una persona la comisión de más de un delito con una acción u omisión o varias acciones u
omisiones, realizadas con unidad de tiempo y lugar.
3. Se impute a una persona la comisión de varios delitos, cuando unos se han realizado con el fin de facilitar la
ejecución o procurar la impunidad de otros; o con ocasión o como consecuencia de otro.
4. Se impute a una o más personas la comisión de uno o varios delitos en las que exista homogeneidad en el
modo de actuar de los autores o partícipes, relación razonable de lugar y tiempo, y, la evidencia aportada a una
de las investigaciones pueda influir en la otra.

PARÁGRAFO.  La defensa en la audiencia preparatoria podrá solicitar se decrete la conexidad invocando


alguna de las causales anteriores.
Nota: 'en el entendido que además de la defensa, en la audiencia preparatoria las víctimas podrán solicitar que
se decrete la conexidad procesal'.

Se debe advertir que la conexidad no es un postulado absoluto así se estructure alguna causal del Art. 51 del
CPP, pues la fiscalía puede no optar por la conexidad cuando, por ejemplo, el proceso tiene muchos implicados
o muchos delitos que lo hacen complejo e inmanejable, se encuentran en estadios procesales diferentes, o bien
por simples razones prácticas que se deben analizar en cada situación particular.

Concepto de unidad procesal


El principio de unidad procesal impone que por cada hecho punible se adelante una sola actuación procesal,
cualquiera sea el número de autores o partícipes y que las conductas delictivas conexas se investiguen y juzguen
conjuntamente (Art. 50 de la Ley 906 de 2004), esto último, no sólo por razones prácticas, sino para que se dicte
una sola sentencia y se dosifique la pena de acuerdo con las reglas establecidas para el concurso de delitos (Art.
31 CP).
"La ruptura de la unidad procesal no genera nulidad siempre que no afecte las garantías constitucionales" (Art.
50.2 CPP), así pues, sólo cuando se demuestre la vulneración de garantías fundamentales procede la
invalidación de la actuación.
La conexidad puede ser sustancial o procesal. Instituto que es diferente al concurso de delitos.

Conexidad sustancial o material:

La conexidad sustancial o material de delitos implica (i) la existencia de varios delitos con descripción típica
autónoma (donde de descarta el denominado "delito complejo") bien sea cometidos por una misma persona o
por personas diversas, y (ii) una determinada relación común sustancial, expresa o tácita, entre tales delitos que
puede ser subjetiva referida a la persona del imputado, aunque puede ser una conexión psicológica, y también
objetiva en atención a los delitos investigados.
Precisamente la conexidad sustancial representa una relación o nexo estrecho entre cada una de las conductas
delictivas que impone su investigación y juzgamiento conjunto, bien sea porque:

Uno: Fueron cometidas dentro de una misma cadena finalística de causa a efecto o en relación de medio a fin;

Dos: Son cometidos dentro de dos cadenas finalística diversas, pero vinculadas entre sí para seguir hacia un fin
único, como cuando se comete un delito para asegurar el resultado de otro; el delito no es ejecutado para ocultar
el primero, sino que incide sobre un elemento separado del otro delito que es el producto o el provecho o el
precio remuneratorio, por eso a los delitos comprometidos se les da el nombre de "coordinados" (conexidad
paratática).

Tres: Se comete para ocultar la comisión de otro hecho criminal con el fin de lograr su impunidad, asegurar su
producto o suprimir pruebas; contempla dos cadenas finalísticas que no se superponen en ningún momento. Se
trata del caso del homicidio del testigo del hurto, el homicidio no se hubiese cometido de no haberse cometido
el hurto, de modo que, de cierta forma, le está subordinado (conexidad hipotática).

Cuatro: Son delitos que están estrechamente vinculadas en el tiempo y en el espacio, en fin, cuando en un
mismo contexto de acción se realizan varias conductas punibles (conexidad cronológica).

La conexidad sustancial, esto es, la derivada por excelencia de los elementos comunes de los tipos penales
involucrados, se clasifica de dos formas, según la jurisprudencia. De un lado: i) teleológica, paratática e
hipotática y, de otra, ii) ideológica, consecuencial u ocasional, siendo esta última clasificación la más empleada
por la jurisprudencia de la Corte.

Conexidad procesal (artículo 51-4º CPP)

Expresa el numeral 4º del Art. 51 del CPP, que procede la conexidad cundo: "Se impute a una o más personas la
comisión de uno o varios delitos en las que exista homogeneidad en el modo de actuar de los autores o
partícipes, relación razonable de lugar y tiempo, y, la evidencia aportada a una de las investigaciones pueda
influir en la otra".
En la conexidad procesal, más que un vínculo sustancial entre las conductas delictivas investigadas, existe una
relación práctica que aconseja y hace conveniente adelantar conjuntamente las investigaciones penales, dada la
unidad de autor(es), la homogeneidad del modus operandi, la comunidad de prueba, todo lo cual redunda en
favor de la economía procesal, es pues, una conexidad por conveniencia (economía procesal3s), por exigencia
funcional, y para garantizar el ejercicio defensivo del procesado, entre otras ventajas36 , siendo factores
determinantes de ella la unidad de sujeto activo, la comunidad probatoria y la unidad de denuncia37 que
permiten proseguir la actuación de manera conjunta.

La conexidad procesal abarca el rango de opciones de la conexidad sustancial


Las razones entonces para la conexidad procesal pueden ser las siguientes:

1.- La unidad de prueba, porque de manera general en los casos de concurso y participación, la misma prueba
que sirve para demostrar uno de los delitos, puede servir de base para los otros y así también, el medio de
convicción que sirve para demostrar la autoría o responsabilidad respecto a uno de los partícipes, puede servir
para probar la de los demás partícipes.
2.- La economía procesal, porque es evidente que teniendo en cuenta lo expresado con anterioridad, la
conexidad procesal evita la duplicación de esfuerzos investigativos, que serían de absoluta necesidad al tener
que practicar muchas veces las mismas pruebas en los varios procesos que se adelanten por los mismos hechos.
3.- La necesidad de evitar fallos contradictorios sobre unos mismos hechos, que es de una trascendencia política
inconmensurable, porque en un Estado democrático que aspira a concretar la justicia y la igualdad real sobre
todos los ciudadanos, sería inexplicable, que respecto a unos mismos hechos se pudieran presentar fallos
contradictorios y en un proceso determinado, unos partícipes resultasen condenados y en otros, fuesen
absueltos.

El objetivo de la conexidad procesal es evitar decisiones contradictorias y la celeridad de la investigación, entre


otros aspectos.
Toda conexidad sustancial es también conexidad procesal, pero no toda conexidad procesal es una conexidad
sustancial. La conexidad procesal es mucho más amplia que la conexidad sustancial porque no solo abarca los
casos de ésta sino otros que nada tienen que ver con la descripción típica de los delitos implicados en la
relación.

La conexidad procesal no es un postulado absoluto; y no es absoluto, por ejemplo, cuando por razones de orden
práctico no es aconsejable unificar las investigaciones porque se encuentran en estadios procesales diferentes
que no hace aconsejable su acumulación o el número de procesos puede hacer inmanejable la actuación en
detrimento de la agilidad y buen trámite procesal, aspectos que deben ser evaluados en cada caso concreto por
el ente investigador. Los fines de la Justicia hace que se conozcan en un solo proceso.

La decisión de acumular las investigaciones no depende de trámites administrativos al interior de la Fiscalía


General de la Nación sino de que concurran las condiciones establecidas en el Código de Procedimiento Penal.

La Corte admite que se puedan investigar varios hechos punibles cuando se presente unidad de denuncia,
unidad de imputados o comunidad de pruebas.

opera en virtud de otros criterios, generalmente de conveniencia, razón práctica o de simple economía procesal,
que aconsejan proseguir la actuación de manera conjunta, como así se· reiteró.

Si la Fiscalía por alguna circunstancia no logró acumular o conexar las conductas desde un principio, lo podrá
intentar en la audiencia de acusación, y si tampoco lo intenta en dicha audiencia entonces la defensa y/ o la
victima la podrán solicitar en la audiencia preparatoria, para efectos de que se realice un solo juicio y se dicte
una sola sentencia penal por los varios delitos endilgados cometidos en diferentes épocas donde existe
homogeneidad en el modo de actuar, mismas partes, relación razonable de lugar y tiempo, y que la evidencia
aportada a una de las investigaciones pueda influir en la otra, esto es, que exista comunidad de prueba.

la falta de acumulación de delitos conexos no genera nulidad


la no acumulación de todas las investigaciones seguidas contra un mismo procesado no comporta la afectación
de sus garantías y derechos, por los siguientes motivos:
Primero, porque el fundamento de la conexidad procesal es de carácter práctico y no sustancial, en tanto se
orienta a agilizar la administración de justicia y a racionalizar el esfuerzo investigativo.

Segundo, porque el trámite separado de diversas investigaciones seguidas contra una misma persona obedece a
múltiples circunstancias, tales como: fechas de denuncias, fechas de los hechos, lugares de comisión del hecho,
competencia, etc.

Tercero, porque el trámite autónomo de un proceso por cada hecho punible no comporta afectación de garantías
procesales, dado que en cada actuación se siguen los parámetros propios del debido proceso y se formula la
imputación específica, frente a la cual el procesado puede ejercer el derecho de defensa.

Cuarto, porque la ruptura de la unidad procesal no genera nulidad a menos que se afecten garantías
fundamentales.
Quinto, porque en caso de condena hay lugar a la acumulación jurídica de penas (Art. 460 CPP). El efecto
principal del trámite conjunto de delitos conexos consiste en que si se llega a un fallo de condena, la pena se
establece conforme a las reglas del concurso, misma metodología utilizada, por mandato legal, cuando los
delitos conexos se fallan separadamente.

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