El Malestar en La Cultura

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ACTIVITAT LECTURA

EL MALESTAR EN LA CULTURA- FREUD

Prof. Julieta Piastro Behar

Antropologia
2019/2020
URL Blanquerna

Clàudia Fernández Blánquez


En el primer capítulo, Freud trata la religión como una ilusión, de manera que cree que el sentimiento
particular es fundamental para la religión. Cree que el hombre tiende a buscar cierta admiración hacia
alguna cosa como el poder de la religión. Relaciona el mundo exterior de forma subjetiva a través de la
''sensación de eternidad'' o bien el ''sentimiento oceánico'' donde nos parece todo que no hay límites pero
que tampoco acaba de asegurar la inmortalidad. Analiza este sentimiento a través de nuestro propio yo,
algo independiente unitario que según sus estudios psicoanalíticos demuestra que la relación entre yo y
ello que las apariencias engañan. Aunque el yo está dentro de nosotros marcando un límite claro y preciso
está relacionado con esta entidad ilimitada inconsciente, el ello. Se establece una especie de amenaza
entre el límite del yo y el ello a través del enamoramiento, que según el enamorado se comporta como si
realmente los dos fueran una sola unidad. Freud habla de el seno materno, el inicio nuestra vida, que trata
sobre el niño quiere atraer a su madre porque sabe que va a recibir una sensación positiva produciendo el
llanto para que se sienta aceptado.

Sobre su patología, nos hace entender que los límites pueden llegar a confundirse donde detectan que el
yo es irreconocible e inmutable. Freud habla del yoico, son trastornos que ha ido evolucionando con el
tiempo a través de diversos estímulos excitantes que le provocan sensaciones según en que grado se trata.
De esta forma, es difícil distinguir entre nuestro yo y el yo exterior. Teniendo en cuenta de esto, cuando se
aprende a dominar la orientación de los sentidos y la actividad muscular se permite distinguir lo que
pertenece al yo interior y de lo que es originado por el mundo exterior que da resultado al principio de la
realidad. Freud habla de la bifurcación del curso evolutivo, que hace referencia a la modificación de las
actitudes y el desarrollo según la evolución.

En el segundo capítulo, habla de la búsqueda de la felicidad y el porvenir de una ilusión. Según la vida va
pasando nos enfrentamos continuamente a un pleno sufrimiento y decepción, por eso necesitamos
diferentes formas para soportar este dolor diario e intenso. Freud clasifica estas formas de remedio en
tres tipos: las distracciones, las satisfacciones y los narcóticos. Las distracciones son muy poderosas a lo
que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria. Luego tenemos las satisfacciones que cuando las
sustituimos reducimos la depresión. Y por último tenemos los narcóticos, aquellos que nos tornan
insensibles a ella.

Freud relaciona la religión con la finalidad de la vida humana respondiendo su gran interrogante que todos
nos planteamos. Su conducta de hacerlo, lo hace dejando la religión hacia un lado y se centra en el objeto
que el hombre se impone a si mismo relacionándolo con la búsqueda de la felicidad. Como menciona en el
capítulo anterior, Freud dice que la felicidad es la satisfacción instantánea de necesidades acumuladas de
tensión que llevan a cabo un fenómeno episódico. Aunque la felicidad no siempre perdura siempre está la
presencia de la desgracia. Hay diferentes rasgos que justifican este echo como por ejemplo el propio
cuerpo que se condenó a aniquilación sin eludir a los desplaceres producidos por el propio ''yo''. También
habla de las relaciones humanas, en que cada vez son mayores y más intensas como causas de la fuente
del sufrimiento.

En el tercer capítulo, Freud habla de como podemos lograr la felicidad en este miserable mundo. Se
pregunta como el hombre puede obtenerla felicidad basándola en tres fuentes: la supremacía de la
naturaleza, la caducidad de nuestro propio cuerpo y la insuficiencia de métodos para poder regular las
relaciones humanas en las instituciones sociales. Estas fuentes son inevitables, que no podemos llegar a
dominarlas a la perfección porqué siempre hay inconvenientes que nos impide hacerlo correctamente.
También habla de la cultura en la que nos habituamos y se cuestiona quien podría tener la culpa de la
miseria de que los humanos suframos constantemente. Cree que lo mejor seria abandonarlo para poder
volver a la vida primitiva, porqué mayor parte de nuestro sufrimiento proviene de las leyes que hemos ido
imponiendo a lo largo de la historia. Destaca la neurosis, el echo de que el ser humano no puede soportar
el grado de frustración hacia la sociedad sin poder eliminar ciertas tradiciones culturales que hoy en día no
tienen sentido. Puede que en algún momento podamos sentirnos orgullosos de lo que hemos creado por
encima de la naturaleza, pero tenemos que ser conscientes de que no puede conllevarnos a una
satisfacción placentera hacia la felicidad. Por mucho que avancemos en la tecnología, cosa que nos ha
podido agilizar muchas cosas, no podremos obtener la felicidad que intentamos hallar porqué a veces hay
que enfocarse en lo más mínimo para poder realizar unas buenas relaciones humanas. Freud acaba
concluyendo en este capítulo que la cultura no es perfecta, ni la evolución cultural por el simple echo de
que estamos constantemente renunciando nuestros instintos.

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