Monografia Internacional

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA MARÍA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL:
Derecho

ASIGNATURA:
Derecho Civil VIII: Derecho Internacional Privado

TEMA:
FRAUDE A LA LEY INTERNACIONAL
FRAUD IN INTERNATIONAL LAW

PRESENTADO POR:
1.Chá vez Chalco, Romely Sandra
2. García Coaila, Michel Stefany
3. Maque Coaquira, Lalesca
4. Mondragó n Zegarra, Yoselin Andrea
5. Moscoso Rodríguez, Renzo André
6. Palli Paucara, Karen Johana Alejandra
7. Pizarro Lupaca, Julissa Brenda
8. Rodríguez Rodríguez, Alberto
9. Sá nchez Zú ñ iga, Gamny André
10. Valdivia Tinajeros, Yolanda
11. Yapu Hilasaca Ruth Leyla

SEMESTRE:
XI

SECCIÓN:
“B”

AREQUIPA – PERÚ
2020
RESUMEN

El desarrollo de la presente monografía tuvo como base, analizar el desarrollo


del fraude a la ley en diversas relaciones jurídicas de índole internacional
privada, cuyo objetivo se centrará en determinar si es conveniente la regulación
de esta institución jurídica, respetando los principios y fuentes del Derecho
vigentes en nuestro sistema jurídico, tomando en cuenta lo desarrollado por la
doctrina y normativa internacional, siendo más precisos se estudiará la
necesidad de una adecuada regulación del fraude a la ley, no limitando su
utilización, si no a fin de fomentar su implementación.

PALABRAS CLAVE:
FRAUDE - EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO - ELEMENTO
MATERIAL JURISPRUDENCIA - ELEMENTO INTELECTUAL - INTENCIÓN
FRAUDULENTA.

.
ABSTRACT

The development of this monograph was based on analyzing the development


of fraud against the law in various legal relationships of a private international
nature, whose objective will be to determine whether the regulation of this legal
institution is appropriate, respecting the principles and sources of law. in force in
our legal system, taking into account what has been developed by international
doctrine and regulations, being more precise we will study the need for an
adequate regulation of fraud against the law, not limiting its use, but rather in
order to promote its implementation.

KEY WORDS:
FRAUD - PRIVATE INTERNATIONAL LAW - ORIGINAL JURISPRUDENCE
MATERIAL - INTELLECTUAL ELEMENT - EXPECTATION FRAUD.
INTRODUCCIÓN

Fraude a la Ley es una figura jurídica que pertenece al Derecho Internacional


Privado, es parte del sistema conflictual tradicional, es una técnica indirecta a
través de la cual se determina el derecho aplicable a una situación concreta, en
la que, por existir un punto de contacto en el que confluyen dos órdenes
jurídicos distintos, se ignora cuál derecho debe resolver el conflicto. En la
búsqueda y determinación del derecho aplicable, mediante el sistema
conflictual tradicional, pueden presentarse diversos problemas a los sujetos
que intervienen en una relación jurídica, relativa o absolutamente internacional.
¿Quiénes son estos sujetos? Fundamentalmente, por tratarse de un litigio, es
el postulante ante quien las partes plantean el problema, el juez que tendrá a
su cargo resolver el conflicto y desde luego las partes directamente
interesadas. Dentro de este cúmulo de situaciones, uno de los problemas que
puede surgir es el fraude a la ley que siempre es realizado directamente por las
partes en conflicto.
I. ANTECEDENTES RELEVANTES DEL CONCEPTO DE FRAUDE A LA LEY
EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.

Para Jean Paul Niboyet1, el Fraude a la Ley es “el remedio necesario para
respetar el carácter imperativo de la ley, y su sanción en aquellos casos en
que cesa de ser aplicable a una relación de derecho, debido a que los
interesados se han colocado, fraudulentamente bajo el imperio de una
nueva ley”.

En la esfera del Derecho internacional privado, el Fraude a la Ley consiste


en que una persona maliciosamente consigue colocarse en una situación
tal, que puede invocar las ventajas de una ley extranjera a la que
normalmente no podría acudir. Se viene a constituir en una excepción a la
validez de actos verificados en el extranjero, si alguna de las partes que
intervienen, obró con clara intención de sustraerse a los efectos de su ley
local.
Comprendido entonces, como se ha definido el Fraude a la Ley en dicha
rama del derecho, conviene mencionar que, al ser el Derecho Internacional
Privado una disciplina que tiene poca historia, o para ser más precisos, una
historia breve. Se puede encontrar un remoto antecedente en el Ius
Pentium de los romanos, que tiene cierta, aunque mínima similitud, con lo
que hoy conocemos como Derecho Internacional Privado. Un antecedente
importante es la Glosa de Arcusio, del año 1200 D.C. aproximadamente,
donde un juez de Módena, aplica el derecho boloñés, siendo el primer caso
conocido de aplicación de un derecho que no es el propio. En 1850 se
puede mencionar como hito la aparición de Savigny introduciendo ya el
Derecho Internacional Privado, a partir de su concepción del derecho.
Finalmente se destaca la doctrina formulada en 1934 por Golschmidt.
Sabiendo que el Derecho Internacional Privado no ha sido tan remoto en su
formulación doctrinaria, pues data del siglo XIX, encontraremos que
aquellos casos de Fraude a la Ley, empezaron a resolverse por esa época,
así traemos como ejemplo de un caso de Jurisprudencia:

1
Niboyet, Jean Paul. “Manual de Derecho Internacional Privado”. Editorial Tecnos. Tercera
Edición. Paris, 1928. Pág. 158
Caso Fritz Mandel.- Un austriaco con domicilio y bienes inmuebles en
Argentina y nacionalidad argentina, al que se le diagnostica un mieloma
múltiple, regresa a Austria, retoma su nacionalidad de origen y testa a favor
de su quinta esposa y algunos descendientes de forma contraria a lo que
establece la ley argentina. La sentencia de primera instancia sostiene que
debe aplicarse la ley argentina por existir bienes inmuebles en el país. La
sentencia de segunda instancia llega a la misma conclusión, pero en base
a que hubo Fraude a la Ley, es decir que los puntos de conexión
nacionalidad y domicilio fueron cambiados con el fin de eludir la aplicación
de la ley imperativa Argentina.

El caso, nos permite hacer algunas observaciones: en primer lugar, el


Fraude a la Ley, se desarrolló en el Derecho Internacional Privado, porque
encontró un campo propicio de aplicación por cuanto en el juego de varias
legislaciones aplicables a un caso en particular se sobreponía aquella
legislación que había sido violada en Fraude a la Ley misma; en segundo
lugar, podemos notar que en el proceso de defraudar la ley, se requería de
puntos de conexión con la ley que serviría de cobertura, que por lo general
estaban dados por cambios de domicilio, de nacionalidad, traslado de un
lugar a otro de un bien, etc., dichos cambios a alteraciones a los puntos de
conexión mencionados se daban a decir de Goldschmidt “mediante una
contracción temporal (las partes obran muy aceleradamente) y una
expansión espacial (las partes aparecen en un país extranjero donde no
pueden justificar su actuación)”.

II. CONCEPTO DE FRAUDE A LA LEY

«Se dice que una ley se defrauda cuando se impide o se trata de impedir
su debida  aplicación, en la cual destaca la situación que no contradice
directamente una ley (contra legem agere), pero en la que concurren
circunstancias equivalentes a un rodeo para esquivar esa ley.» 2 En el
ámbito del Derecho interno, el fraude a la ley supone entonces acogerse a
una disposición pensada por el legislador con finalidad distinta a la que

2
CASTRO Y BRAVO, FEDERICO: Compendio de Derecho Civil: Introducción y derecho de la
persona, p. 122. Madrid, 1970.
quiere darle el defraudador para lograr su propósito, que es imposible por
impedirlo la ley normalmente aplicable a esa relación jurídica. El
defraudador busca, frente a esta ley que le impide la realización de sus
intenciones, acogerse a otra norma, norma de cobertura, en la que arropar
su conducta.

No obstante, tanto en Derecho internacional privado como en Derecho


interregional, la norma utilizada es la conflictual de modo que, alterando la
concreción del punto de conexión, se consigue quedar bajo el amparo de
un ordenamiento jurídico diferente al anterior y normalmente aplicable a la
relación jurídica de carácter complejo. Supongamos, por poner un ejemplo,
que una persona de nacionalidad española altera ésta con el propósito de
cambiar, al mismo tiempo, su ley personal al amparo del artículo 9.1º del
Código Civil; así, el sujeto consigue a través del juego de una norma de
conflicto que a dicha situación o relación le sea aplicable una nueva ley que
permite lo que la defraudada prohíbe. Son significativas las palabras del
profesor De Castro al decir que en esta rama jurídica, las cuestiones sobre
el fraude son de grandísima importancia práctica, porque el complejo juego
de sus normas permite escoger, prácticamente, la circunstancia que hará
aplicable la ley extranjera que se desea utilizar 3. De todo lo dicho, podemos
observar que la especificidad de la manifestación de este fenómeno en
Derecho internacional privado e interregional respecto al general en
Derecho interno, consiste en la intervención de una norma de conflicto a
través de la alteración de su punto de conexión. No es exagerada la
postura de los autores que a la hora de referir esta figura la describen como
el fenómeno de «la conexión manipulada».

Conviene destacar aquí, aunque sea muy esquemáticamente, algunas


diferencias existentes entre uno y otro fraude a la ley: 

 Mientras en Derecho interno, la sanción del fenómeno va dirigida a


salvaguardar la coherencia del ordenamiento jurídico, de modo que una
norma no sirva para evitar el resultado que otra norma del mismo
ordenamiento jurídico prohíbe, en el Derecho internacional privado e

3
CASTRO Y BRAVO, FEDERICO: Derecho Civil de España, I, p. 612. Instituto de Estudios
Políticos. Madrid, 1955.
interregional se trata de «evitar la desnaturalización de las normas de
conflicto, contribuir a la coordinación de los sistemas jurídicos (...) y
hacer frente a la artificiosa internacionalización de relaciones y
situaciones internas, así como a la indigenización artificiosa de
situaciones y relaciones de tráfico externo» 4.

 La maniobra fraudulenta en Derecho internacional privado, frente al


carácter multiforme que adquiere en Derecho interno, consiste en la
alteración de la concreción temporal del punto de conexión de la norma
de conflicto. Es por ello por lo que podemos afirmar sin miedo a error
que cuando el legislador no ha optado por fijar temporalmente el punto
de contacto previsto, está implícitamente admitiendo la existencia de
conflictos móviles, es decir alteraciones en el tiempo de la ley aplicable
a una relación por cambio de las circunstancias en que tal relación ha
de desarrollarse. Por lo tanto, sólo podrá reputarse fraudulento el
comportamiento doloso en el cambio del punto de conexión con el fin
de alterar al mismo tiempo la ley aplicable a la relación jurídica de
carácter internacional. Esto es, no resulta prohibido cualquier cambio
de la ley aplicable sino sólo aquel que pretendidamente vaya buscando
servirse de una norma de conflicto, a través de su punto de conexión,
para quedar amparado bajo un ordenamiento jurídico que le pueda
resultar más favorable a sus intereses. El dolo no sólo debe versar
sobre la maniobra en sí misma, sino que debe recaer también en el
resultado jurídico buscado con dicha maniobra. Por el contrario, en
Derecho interno la necesidad o no de concurrencia del ánimo de
defraudar es discutible.

 En Derecho Internacional Privado se viene defendiendo la necesidad de


concurrencia de un tercer requisito que no es aplicable al Derecho
interno. Se dice que para poder apreciar la existencia de fraude debe
concurrir, aparte la manipulación del punto de conexión y el ánimo
fraudulento, el llamado elemento fáctico que supone el intento de hacer

4
CARRILLO SALCEDO, J.A.: El nuevo Título Preliminar del Código Civil y la Ley de 2 de mayo
de 1975. Comentario al artículo 12.4, p. 649 y ss. Ed. Tecnos, Madrid, 1977
valer el resultado ante las autoridades del Estado cuyo ordenamiento
se ha tratado de eviccionar.

 La estructura del fraude en Derecho interno presenta dos elementos


normativos: la norma (o normas) de cobertura y la norma defraudada.
En Derecho internacional privado e interregional, los elementos son
tres: el ordenamiento jurídico defraudado, el nuevo ordenamiento
jurídico al que la relación queda sometida después de la manipulación
y la norma de conflicto.

III. NATURALEZA JURÍDICA

El fraude a la ley puede verse desde dos ópticas: Del que evade y del
Estado agredido. La primera, claramente es el acto volitivo y realizado con
dolo, que evita que se cumpla una norma imperativa, por medio de otros
actos, que si bien es cierto, no son contrarios a la ley, dan como resultado
lo opuesto a lo que la ley imperativa tenía como finalidad o el espíritu de
la misma. Es por ello que cabe mencionar, lo esbozado por María Elena
Mansilla, “el fraude a la ley tiene la naturaleza de un acto ilícito” 5. La
segunda, sería un mecanismo de defensa por parte del Estado para evitar
o castigar aquellos actos que ridiculizan el cumplimiento de una norma
imperativa. Es así, como resalta la mencionada autora, “el fraude a la ley
es un medio de tutela, de protección de las normas imperativas de un
Estado soberano”. Según Monroy Cabra, existen teorías de admisión y
negación de la noción de fraude, las cuales son: “Teoría que rechaza la
noción de fraude”6: En esta doctrina, no se concibe que pueda haber
fraude a la ley, porque si dentro de un proceso las partes interesadas
solicitan la aplicación de una ley, el administrador de justicia no debe
buscar la justificación de esta, lo único que tiene que determinar, es si las
partes tenían el derecho a pedirla. “Teoría que admite la noción de
fraude”: Los doctrinarios reconocen esta postura, pero siempre que sea
en contratos, mas no en modificación de nacionalidad. Resulta acertado
manifestar que “la teoría del fraude a la ley debe aplicarse como norma
general para impedir la aplicación de la ley extranjera” Por otro lado, el
5
Mansilla Y Mejía, Derecho Internacional Privado, 2010, pág. 108
6
Monroy Cabra, Tratados de Derechos Internacional Privado. 2006, pág. 283. 284
autor que antecede esboza tres teorías que desarrollan el fraude a la ley:
“Teoría objetiva: Considera al fraude violación indirecta de la ley”. “Teoría
subjetiva: Caracteriza al fraude por la voluntad culposa del agente”.
“Teoría eclética: Concurrencia de los elementos material e intencional…el
fraude precisa la existencia de un acto que lleva a un resultado prohibido
por la ley, pero realizado con el propósito de violar el espíritu de esta,
acogiéndose a su texto”.  

IV. ELEMENTOS DEL FRAUDE A LA LEY

 Material y Subjetivo. - El Fraude a la ley posee un elemento material


y otro subjetivo. El primero, conlleva el corpus o lo corporal, como
bien se lo define como aquel que: “Debe tratarse de una modificación
objetiva de la circunstancia que integra el criterio de conexión de la
norma de conflicto, realizada de una manera voluntaria y artificial de
tal forma que da lugar a una conexión que crea una vinculación
aparente con el ordenamiento de cobertura continuando, sin embargo,
el supuesto encontrándose más vinculado con un el ordenamiento” 7.

A juzgar por la jurisprudencia, las aplicaciones del fraude a la ley, no


han sido muy numerosas. Empezó a adquirir importancia con la
naturalización fraudulenta. En materia de contratos, donde su
aplicación es posible, los casos prácticos han sido escasos.

Los factores de conexión que pueden ser manipulados son:

La Nacionalidad.- Se cita un típico caso con gran relevancia en el


tema del fraude a la ley, que fue asunto de la duquesa de
Bauffremont, resuelto por la Corte de casación de Francia de 1879; es
a partir de esta sentencia que quedó sentada la jurisprudencia de la
Corte de Casación de Francia, en el sentido que hay fraude a la ley
francesa en el derecho internacional privado cuando las partes han
modificado voluntariamente la relación de derecho con la sola
finalidad de sustraerse a la ley normalmente competente.

7
Rodríguez Benot, Campuzano Díaz, Rodríguez Vázquez, & Ybarra Bores, 2017, pág. 150
Caso Beauffremont.

Es un clásico de esta materia, ejemplo de fraude retrospectivo, es el


de la duquesa de Beauffremont.

La condesa de Charaman - Chimay, estaba casada con un oficial


francés, el duque de Beauffremont, del cual consiguió separarse el
1/08/1874, obteniendo una sentencia de separación personal a causa
de los hábitos perversos de su marido.

La duquesa mudó su domicilio y luego se nacionalizó alemana en


Sajonia - Altenburgo (Alemania), y se divorció allí inmediatamente
después.

El 24/12/1875 la duquesa volvió a casarse en Berlín con el príncipe


Bibesco, rumano de nacionalidad, volviendo inmediatamente a
Francia como Princesa Bibesco.

El duque de Beauffremont pidió ante los tribunales franceses la


anulación del segundo matrimonio, atacando la sentencia de divorcio
alemana, y el ulterior matrimonio celebrado también en Alemania.

En 1878, el Tribunal de Casación dictó sentencia en la que dio la


razón al actor, invocando, entre otras razones, la prohibición del
fraude a la ley.

En el fallo sostuvo: “... que la demandada había obtenido la


naturalización no para ejercer los derechos y cumplir los deberes
emergentes de ella, sino con el único fin de escapar a la prohibición
de la ley francesa y contraer un segundo matrimonio sobre la base de
su nueva nacionalidad tan pronto como ésta fue adquirida”; resolvió,
de acuerdo a esas circunstancias, que los actos así hechos en fraude
a la ley francesa e ignorando el vínculo contraído en Francia, no eran
oponibles al Duque de Beauffremont.

La duquesa de Beauffremont mantuvo su nacionalidad alemana,


aunque la había adquirido con la exclusiva finalidad de lograr el
divorcio del nuevo matrimonio.
Goldschidt 8menciona el caso de Plasse y Chopin de 1845, de la
Chambre de Requetes de Francia, en que el marido francés separado
de su esposa por razones a él imoutabkes, se fue con su amante a
Basilea, donde se nacionalizó, luego se divorció y posteriormente se
casó con la citada amante. Hecho lo anterior regreso a Francia.
Después de la muerte de la segunda mujer volvió a trasladarse a
Suiza para casarse por tercera vez, regresando nuevamente a
Francia. El órgano jurisdiccional citado no reconoció el divorcio suizo.

El domicilio; aparentemente este criterio permite favorecer al fraude


en razón de la facilidad que hay de transferirlo. Esta posibilidad es
uno de los argumentos que se esgrimen en contra de la utilización del
domicilio como factor de conexión para regir el estatuto personal. Sin
embargo, no es así. El domicilio es generalmente definido por la lex
fori, de tal suerte que el juez puede controlar la efectividad del mismo.
Se puede, asimismo, como se hace en algunos países, fijar
condiciones de duración de la permanencia para que se reconozca el
cambio de domicilio legal.

Lugar de situación del bien; los casos son raros en materia


inmobiliaria. Sin embargo, podemos citar el caso de Leslie & Aimery
Caron de la corte de Casación de Francia de 1987, en el cual el
fraude esta caracterizado por una serie de operaciones armonizadas
que tienden a modificar al factor de conexión constituido en el origen
por la naturaleza inmobiliaria del bien, convertido posteriormente en
bien mueble.

Wolff9 señala el caso de un propietario en Aquisgran, que se va a


Bélgica para poder enajenar allí sus cosas sin la tradición, regresando
luego a Aquisgran con sus bienes.

La religión; es decir un caso sobre un cambio de religión para escapar


a las consecuencias civiles de la ley Siria. Un sujeto maronita-cristiano
fue condenado a pagar una pensión alimenticia a su mujer. Cambio

8
Goldschmidt, Werner “Un logro americano en el campo convencional del Derecho
Internacional Privado”1979, pag 297.
9
Wolff, Martin. Derecho Internacional Privado, Barcelona. Pag. 83
su religión a la musulmana en atención a que con esta religión no
estaba obligado al pago de la pensión. El tribunal Internacional de
siria decidió que el cambio de religión pretendió la sustracción a la
obligación de pagar alimentos y en consecuencia amparó a la mujer.

 Elemento intelectual. - El segundo, es el animus o ánimo, le es


necesario que exista la intención o voluntad, cuyo fin es uno
totalmente distinto al previsto por el derecho aplicable, en otras
palabras, produce que se utilice un ordenamiento jurídico distinto al
que realmente debería ser.

Hay autores que han sostenido que el juez debe preocuparse de los
hechos y no de las intenciones, en razón de la inviolabilidad de las
conciencias. Esta crítica no es válida, porque no es posible negar a
priori al derecho a ocuparse de las intenciones, dado que el acto es
humano en la medida que es intencional.

Según Mayer10 la intención fraudulenta no consiste en el solo deseo


del interesado de obtener el resultado prohibido por la ley. Esto es
perfectamente licito si él estima inapropiado o inapropiado el
contenido de su ley nacional y cambia de nacionalidad, pero es a
condición de comportarse, entonces como un ciudadano del país que
le ha acordado la naturalización. El fraude reside en el hecho de
cambiar el elemento de conexión para obtener el resultado buscado,
sin aceptar las consecuencias esenciales normalmente unidas a este
cambio. La prueba de las intenciones es a veces difícil, pero no
imposible, pues puede ser establecida por las circunstancias objetivas
que la revelan. Así, el hecho de divorciarse inmediatamente, después
de la adquisición de una nueva nacionalidad o domicilio, y jamás
residir en el país de esta nacionalidad o domicilio, revela
suficientemente el fraude. En el caso más frecuente de la creación o
modificación de un estatuto (matrimonio, divorcio, constitución de
sociedad) los elementos objetivos de los cuales se dispone al
momento del cambio son retroactivos, es necesario para el futuro
fiarse, en una cierta medida, en declaraciones de intención
10
Mayer Pierre. Droit International Privé. París. Pág. 153
(nacionalidad, domicilio nuevo, dirección o actividad principal de la
persona moral). Solo el lugar del ejercicio efectivo de los derechos es
el que establecerá, llegado el caso, el fraude.

 Punto de conexión y norma del conflicto. - El punto de contacto o


de conexión, en palabras de Juan Carrillo: “es un elemento esencial a
la norma de conflicto”11 “a grado tal que se ha sostenido que el
Derecho Internacional Privado es un derecho de conexiones”
(Mansilla Y Mejía, 2010, pág. 109). Si se toma esta aseveración, es
acertada, puesto que tiene como función conectar el problema con el
derecho para resolverlo. Los puntos de contacto tienen su génesis en
las relaciones internacionales, de existir alguna controversia, surgirá
la duda de qué legislación es aplicable, para ello se prevé como
solución la norma conflictual o del conflicto, la cual posee dos
elementos: supuesto y consecuencia, teniendo como propósito
encontrar la norma material que resolverá la controversia. 

Existen ciertas dificultades con la norma del conflicto, las cuales se


pasará a revisar: 

a) Reenvío: “Se produce cuando la norma de conflicto del foro


remite la regulación de un supuesto a un Derecho extranjero y
éste a su vez, atendiendo a lo dispuesto en su sistema de normas
de conflicto, declara aplicable otro Derecho diferente, bien sea el
del foro, bien sea el de un tercer Estado” (Rodríguez Benot,
Campuzano Díaz, Rodríguez Vázquez, & Ybarra Bores, 2017,
pág. 152). Por ejemplo, en el hipotético caso en que para poder
resolver una sucesión por causa de muerte y si se estableciera
que la legislación aplicable es la del domicilio habitual, además de
esto, el causante posee bienes en Colombia; un juez colombiano
conoce dicho conflicto, no obstante, debe aplicar la legislación
mexicana, debido a que el causante tuvo su último domicilio en
dicho país, pero a su vez la legislación mexicana establece que
se debe aplicar la legislación en donde estén ubicados los bienes,
por lo que se termina aplicando la legislación colombiana. 
11
Carrillo Salcedo, Globalización y Orden Internacional. 2004, pág. 146
b) Excepción de Orden Público: Si bien es cierto, la utilización de la
norma del conflicto, es básicamente una ley extranjera, no quita
que pueda conllevar problemas en el sentido de que sea en
contrario a principios esenciales del ordenamiento jurídico del
juez que esté conociendo la causa, ya sea aquellos contenidos en
la Constitución, etc. Como bien se lo define al orden público,
aquel que integra “el conjunto de normas y principios que, en un
momento histórico determinado, reflejan el esquema de valores
esenciales, a cuya tutela atiende de una manera especial cada
ordenamiento jurídico concreto” (Rodríguez Benot, Campuzano
Díaz, Rodríguez Vázquez, & Ybarra Bores, 2017, pág. 155). Otra
clasificación de sus elementos sería: el empleo de mecanismos
lícitos, conseguir consecuencias ilícitas y la intención de cometer
fraude. 

V. CLASIFICACIÓN DEL FRAUDE A LA LEY INTERNACIONAL:

El Fraude a la Ley se desarrolla en el Derecho Internacional Privado, ya


que es en este ámbito donde encuentra un campo propicio de aplicación,
es así como se vuelve necesario hacer una clasificación del fraude a la
ley dentro del Derecho Internacional Privado para lo cual tomamos como
base la clasificación hecha por la autora María Esther Gobetti, la cual nos
presenta tres clases de Fraude a la Ley que se pueden dar con mayor
frecuencia en el Derecho Internacional Privado:

A. Fraude Retrospectivo:

Esta clase de Fraude se manifiesta en un acto que fue realizado en el


pasado el cual el interesado lo llevo a cabo con total sinceridad y
validez de la ley aplicable pero que en el presente se coloca
fraudulentamente bajo el imperio de una nueva ley. Para eludir las
consecuencias que dicho acto produciría siendo la nueva ley
beneficiosa para los interesados siendo ahí donde el Fraude a la Ley
busca ser remedio necesario para respetar el carácter imperativo de
la ley.
B. Fraude Simultáneo:   

Este tipo de Fraude funciona de manera inmediata, ya que al


momento de realizar un acto se hace con sinceridad y de manera
valida aplicando la ley pero en ese mismo momento se falsean los
hechos validos a fin de esquivar consecuencias inmediatas del acto,
cayendo fraudulentamente en el uso de otra ley beneficiosa para el
interesado, como cuando se falsean los hechos a fin de esquivar
consecuencias inmediatas del acto perpetrado con sinceridad.

C. Fraude a la Expectativa. 

Lo que ocurre es que nos encontramos frente a dos actos: uno


totalmente valido llevado a cabo en un momento determinado, y un
segundo que es el fraudulento realizado para burlar o eludir las
consecuencias jurídicas del primer acto valido; el acto fraudulento se
lleva a cabo no necesariamente para burlar las consecuencias en el
presente sino también previéndolos para el futuro. Cuando se
manipulan los hechos, no porque el acto sincero por el momento
produciría consecuencias inmediatas que desea descartar, sino
porque teme que en el porvenir pueda darse tales secuelas que por
ello, provisoria y eventualmente resuelve apartar. 

VI. EFECTOS DEL FRAUDE A LA LEY EN EL DERECHO


INTERNACIONAL PRIVADO  

Los efectos del Fraude a la Ley están íntimamente relacionados con su


sanción que consistiría en tener por no efectuada la maniobra y aplicar el
Derecho que se quiso evadir, negando toda consecuencia de la acción
fraudulenta. Por su puesto que dicha sanción reviste en esta rama del
derecho de una gran importancia puesto que están en juego legislaciones
que son llamadas nacionales y por otra parte una legislación extranjera;
con esta situación se genera el cuestionamiento de saber qué legislación
aplicar de acuerdo al caso en concreto. Es por ello que, se consideran los
siguientes efectos, según Gobetti:
A. Respecto a la Víctima del Fraude:

En este caso se puede afirmar que el punto de conexión no se


realizó y se niegan las consecuencias derivadas del fraude.

B. Respecto al País Defraudado:

En este caso el país cuyo derecho ha sido evadido aplicará la


sanción con las consiguientes consecuencias. Entendiéndose por
estas como el no reconocimiento de las consecuencias derivadas del
hecho fraudulento adquiridas en el sistema jurídico extranjero. La
relación jurídica es reintegrada al imperio de la ley que normalmente
la regía, ello puede ocasionar la invalidez del acto cometido en
Fraude a la Ley.

C. Respecto al País a cuyo Derecho se acoge el Fraudulento:

Aquí habrá de considerarse al Fraude a la Ley si es un caso de


aplicación del orden público o si lo es como un concepto autónomo;
en el primer caso, los Estados tendrán que reconocer la noción dado
que es su propia ley la que se invoca, en el segundo caso, los
Estados tendrían que sancionar la ley imperativa de cualquiera de
ellos desde el momento que esa ley fuese competente, e incluso
internacionalmente competente.

D. En relación con Terceros Países:  

Para estos, la sanción del Fraude a la Ley dependerá siempre del


fundamento y fin que se le asigne a este instituto. Si la asimilan al
orden público internacional, los terceros países procurarán
restablecer el imperio de la ley violada que armonice con la propia
noción del orden público.

VII. LEGISLACIÓN NACIONAL

Tratado de Montevideo de 1889

Ni en el tratado de Derecho Civil Internacional ni en el Protocolo Adicional


aparece la excepción de fraude a la ley; sin embargo, se aprecia que los
autores han querido impedir determinados abusos en la modificación del
factor de conexión. Así, por ejemplo, en el artículo 11°, después de
haberse establecido que tanto la capacidad de las personas de contraer
matrimonio como la forma del acto y la validez del mismo se rigen por ley
del lugar en que se celebra, sé que los estados signatarios no quedan
obligados a reconocer el matrimonio que se hubiese celebrado en uno de
ellos cuando se halle afectado de determinados impedimentos referidos a
la edad de los contrayentes, endogamia, etc., siendo la casi totalidad de
ellos materia de la excepción del orden público internacional.

Tratado de La Habana de 1928

El código Bustamante tampoco contiene ninguna regla respecto del


fraude de la ley.

Convención Interamericana sobre Normas Generales de Derechos


Internacional Privado. CIDIP II, Montevideo 1979

A diferencia de los Tratados de Montevideo de 1889 y del Código


Bustamante de 1928, esta convención sí consagra la excepción de fraude
a la ley, aunque desde nuestro punto de vista no le da autonomía
conceptual, confundiéndola con el orden público internacional.

El artículo 6° establece:

No se aplicará como Derecho extranjero, el derecho de un estado


parte, cuando artificiosamente se haya evadido los principios
fundamentales de la ley de otro Estado parte.

Quedará a juicio de las autoridades competentes del Estado receptor


el determinar la intención fraudulenta de las partes interesadas.

En efecto. el artículo, al referirse a la evasión de los principios


fundamentales de la ley de otro Estado parte, está señalando al orden
público internacional. Esta excepción ya había sido consagrada en el
artículo 5° de la misma Convención, desprotegiendo la vigencia de
aquellas otras normas imperativas que, si bien no son fundamentales, sí
son necesarias, y que a través de una manipulación del factor de
conexión el interesado pretende eludir.

En el segundo párrafo del artículo se incurre, a decir de Goldschrnidt, en


una perogrullada. en cuanto declara que la valoración del fraude se hace
por las autoridades competentes.

También sostiene que se trata de una expresión imprecisa, en razón de


subjetivar la excepción y considerar como objeto de valoración la
intención fraudulenta de las partes.

La delegación de Uruguay formuló reservas acerca del artículo 6°,


señalando que se introduce una nueva excepción a la normal aplicación
del Derecho extranjero competente y un elemento de subjetividad
difícilmente discernible.

Si bien la escuela uruguaya, siguiendo la posición de Alfonsín, se ha


manifestado contraria a la aceptación de la excepción del fraude a la ley.
otra importante escuela latinoamericana, la argentina, representada por
Goldschrnidt y actualmente por Boggiano, por el contrario, la ha
defendido, expresando este último que los puntos de conexión que el
legislador no estableció como negocios jurídicos de las partes, no pueden
ser manejados por ellas, con el propósito de convertirlos en elecciones del
derecho aplicable realmente conseguidas. Se trata de una infidelidad
voluntaria de las partes a la voluntad real del legislador.

Aquellas, que deberían ajustar sus conductas a lo que realmente ha


querido ordenar el legislador, deliberadamente quieren aparecer
obedeciendo al legislador siguiendo un mandato que este nunca les ha
dado en realidad. Se pone de manifiesto la maniobra apenas se compara
lo que el legislador entendió por punto de conexión (interpretación
subjetiva) y lo que las partes aparentaron hacer pasar por tal (infidelidad
al legislador). 
LEGISLACIÓN INTERNA

Antecedentes

El Código Civil de 1852 no contenía ninguna disposición referida a la


excepción del fraude a la ley. Tampoco el Código Civil de 1936
comprende en norma expresa la referida excepción. Sin embargo, la
jurisprudencia nacional no por eso ha dejado de aplicarla, y lo ha hecho
basándose en lo dispuesto en el artículo XXIII del Título Preliminar del
mismo Código Civil, el cual autoriza a los jueces para que en caso de que
exista deficiencia de la ley apliquen los principios del derecho y de esa
forma no dejen de administrar justicia.

En una ejecutoria de 1980 la Corte Suprema del Perú tuvo oportunidad de


pronunciarse sobre la excepción de fraude a la ley. Fue en ese caso
Awapara. Se trataba de un matrimonio de peruanos, domiciliados en el
país. con menos de dos años de casados, que viajaron a Santo Domingo
a divorciarse, conseguido lo cual solicitaron el exequatur de la sentencia
expedida por la Cámara en lo Civil y Comercial de la Primera
Circunscripción de Santo Domingo. La Corte Suprema declaró no haber
nulidad en la sentencia de vista que declaró improcedente la petición del
exequatur. Fundamentó su decisión en que tanto la República
Dominicana como el Perú habían ratificado el Código Bustamante, por lo
que su aplicación es obligatoria, y que el articulo 318' de dicho Código
establece que la sumisión a un juez solo es posible siempre que uno de
ellos, por lo menos, sea nacional del Estado contratante al que el juez
pertenece o tenga en él su domicilio; que lejos de ser nacional o estar
domiciliados en la República Dominicana, como lo exige el tratado, el
esposo expresa que él y su esposa viajaron a ese país con el propósito
de eludir las disposiciones de la ley peruana que no permite realizar
divorcios en tan corto tiempo, y que el único objeto fue terminar su vínculo
matrimonial en la forma más breve posible; que este proceder constituye
lo que en doctrina se conoce como fraude a la ley y que ha sido
extensamente expuesto por numerosos autores e incorporado en tratados
modernos en los que ha participado el Peni, como los aprobados por
Decreto Ley N° 22953 (Exp. N°3088-79).
En el caso de autos, el argumento central de la sentencia se basa en la
incompetencia del tribunal dominicano para conocer del asunto, ya que a
tenor de los dispuesto en el artículo 318 del Código Bustamante, el juez
es competente en acciones civiles, y mercantiles en los casos en que los
litigantes se sometan expresa o tácitamente,  siempre que uno de ellos
por lo menos sea nacional del Estado contratante a que el juez
pertenezca o tenga en él su domicilio y salvo el Derecho local contrario.

En lo que respecta a la referencia que se hace en la sentencia al fraude a


la ley, hemos precisado que para que funcione la excepción es necesario
que realmente se haya modificado el factor de conexión. En el caso de
autos. los actores no se domiciliaron en Santo Domingo ni adquirieron la
nacionalidad dominicana, permaneciendo en consecuencia sometido su
estatuto personal a la ley peruana y cometiendo un fraude simple o
simulado.

VIII. CÓDIGO CIVIL:

Los distintos proyectos de reforma del Título Preliminar del Código Civil
de 1936 fueron elaborados por José León Barandiarán, Jorge Vega
García y Delia Revoredo Marsano, y recogen la excepción de fraude a la
ley.

En el primero de los proyectos elaborados en base a dos ponencias, una


de ellas de autoría de José León Barandiarán y la otra de Jorge Vega
García, en su artículo XVI se dispone:

“No producirán efectos en el Perú las situaciones jurídicas


creadas de conformidad con el derecho extranjero, que aluden
fraudulentamente la ley peruana competente”

En la correspondiente exposición de motivos se expresa que el principio


consagrado admitido es admitido unánimemente, aunque existen
discrepancias doctrinarias acerca de la forma cómo debe encararse
desde el punto de vista legislativo. El fraude a la ley se produce (…)
cuando los interesados, buscando ficticios factores de conexión, se
acogen a una ley más complaciente o benigna con el fin de vulnerar
preceptos imperativos de la ley peruana.

Los términos que utiliza la exposición de motivos no son precisos,


porque después de manifestar que se está recogiendo propiamente la
excepción de fraude a la ley, se dice se produce cuando los interesados
buscan ficticios factores de conexión. Ello implica que no se provocaría
un efectivo cambio de la conexión, sino solo algo aparente, lo que tipifica
el fraude simple y no la excepción de fraude a la ley.

La principal crítica que se le puede hacer al artículo XVI del proyecto


radica en que se limita a sancionar el fraude a la ley peruana, pero no
hace referencia al fraude a la ley extranjera, que también debe ser
sancionada. Si se admite imperatividad de la norma de conflicto, esta no
deja de ser una ley imperativa peruana cuando dispone la explicación de
la ley extranjera.

En la propuesta sustitutoria elaborada por Delia Revoredo Marsano se


incluye la excepción de fraude a la ley en el artículo 15°, que a la letra
dice:

No se aplicará el derecho extranjero cuando artificialmente se


haya evadido los principios fundamentales del derecho peruano.

Quedará a juicio de las autoridades competentes peruanas el


determinar la intención fraudulenta de las partes interesadas y el
perjuicio ocasionado.

La primera parte de este artículo tiene como fuente el artículo 6° de las


Normas Generales del Derecho Internacional Privado, aprobadas en la
CIDIP II de Montevideo en 1979 y que ha sido ratificada por el Perú.
Cuando hicimos el comentario y crítica de este artículo expresamos que
al mencionar como evadidos a los principios fundamentales de la ley de
otro Estado parte, se estaba refiriendo propiamente a la excepción de
orden público y no el fraude a la ley. Nuestro Código Civil se ocupa
expresamente de la primera excepción en los artículos 2049° y 2050°,
en los cuales se dispone que la ley extranjera pertinente según las
normas peruanas de Derecho internacional Privado será excluida sólo
cuando su aplicación sea incompatible con el orden público internacional
o con las buenas costumbres, no interesando la manipulación que haya
hecho la parte Interesada del punto de conexión, pues solo cuenta la
calificación negativa de la ley material extranjera.

Debido a que en el tema de la admisión de la excepción del fraude a la


ley hay una profunda división en la doctrina y en la legislación, se ha
tratado infructuosamente de buscar un camino intermedio, creyéndose
haberlo encontrado en la fórmula que utiliza el artículo 6° de las Normas
Generales de Derecho Internacional Privado. Sin embargo, esto no se
ha logrado, y a la postre la excepción de orden público ha terminado
absorbiendo a la excepción de fraude a la ley. Más lógico hubiese sido si
es que se está de acuerdo en que no es necesario defender de la
manipulación de las partes aquellas normas imperativas que no vulneran
principios fundamentales del ordenamiento Jurídico del foro, eliminar
simplemente la excepción del fraude a la ley, permitiendo a los
interesados modificar a su arbitrio los puntos de conexión. Esto a la
postre conduciría a convertir, en el orden internacional, en facultativas
todas las leyes imperativas de los diversos ordenamientos jurídicos
nacionales, con la única excepción de las leyes de orden público
internacional referidas a los principios fundamentales del Derecho del
foro. Una cosa es que por el juego normal de la regla de conflicto se
permita la aplicación de leyes materiales extranjeras distintas a las
normas imperativas del foro por encontrarse allí el centro de gravedad
de la relación privada internacional; y otra utilizar el método conflictual
para burlar impunemente las normas imperativas de los ordenamientos
jurídicos nacionales.

En la segunda parte del artículo 15° de la Propuesta Sustitutoria la


autora hace mención al tema del perjuicio ocasionado con motivo del
fraude a la ley. En la Exposición de Motivos nos dice que se ha
agregado al texto del artículo 6° de la Convención interamericana sobre
Normas Generales de Derecho Internacional Privado de 1979 la
exigencia del perjuicio probado como condición para que proceda la
excepción de fraude a la ley.

Sobre la exigencia de esta condición nosotros ya nos hemos


pronunciado, considerándola innecesaria por el hecho de que las
normas imperativas, aunque no sean todas de orden público
Internacional, siempre tienen por finalidad proteger a la persona, a la
familia y a la sociedad en su conjunto, de tal forma que su
incumplimiento acarrea en todos los casos un perjuicio, sea al propio
Interesado, aunque el mismo no lo reconozca, a los terceros o al cuerpo
social.

Por otra parte, la redacción del segundo párrafo del artículo comentado
no refleja el verdadero espíritu de lo que se pretende legislar, que es
exigir, como condición indispensable para que funcione la excepción de
fraude a la ley, que exista realmente un perjuicio ocasionado. En efecto,
como lo expresa Castañeda Jiménez, la orden de no aplicar el Derecho
extranjero se encuentra en el primer párrafo, y en él no se menciona el
perjuicio. En el segundo párrafo lo que se establece no es propiamente
una orden, sino la facultad discrecional de las autoridades competentes,
pero no se dispone sancionar solo los casos en que produce el perjuicio.

Por último, la propuesta sustitutoria se refiere exclusivamente al fraude


al Derecho peruano, sin mencionar el que puede hacerse a las leyes
imperativas extranjeras, que la doctrina contemporánea considera
también sancionable. 

IX. CÓDIGO CIVIL DE 1984

Nuestro Código Civil vigente de 1984 no recoge la excepción de fraude a


la ley.

Un abogado interesado en obtener la declaración del fraude


internacional a favor de su cliente puede recurrir a la simulación prevista
y regulada en el Libro X del código Civil de 1984 como abuso del
derecho. Esta situación se torna hoy en día de difícil probanza para
fulminar el acto. Hubiese sido mucho mejor incluir la fulminación del
fraude a la ley en nuestro ordenamiento jurídico actual.

La Doctora Delia Revoredo Marsano nos dice “Recordemos que el


fraude en el Derecho Internacional Privado constituye una excepción a la
aplicación de la ley extranjera; es decir, hay ciertos casos en los que, a
pesar de que el Derecho Internacional Privado del juez peruano ordena
a éste aplicar un derecho extranjero, el juez debe dejar de aplicarlo, ello,
cuando las partes involucradas, fraudulentamente provocaron la
aplicación de la ley extranjera por convenir mejor a sus intereses,
evadiendo la ley nacional que era la “naturalmente” aplicable.

En dicho contexto, si se prueba la intención de evadir la ley peruana que


era naturalmente aplicable, con la finalidad de acogerse a una ley
extranjera, como excepción, indica la doctrina e indicaban los Proyectos
del Código Civil y la jurisprudencia nacional, no se aplica dicha ley
extranjera sino la peruana. El Código Civil de 1984, no sólo ha
silenciado, sino que ha suprimido la regulación del fraude a la ley.

La Dra. María del Carmen y Javier Tovar Gil, en su libro Derecho


Internacional Privado12, nos señalan que la Dra. Revoredo optaba por
que se regulara el fraude a la ley como excepción a la aplicación de la
ley extranjera, recogiendo lo dispuesto en el artículo 6º de la Convención
Interamericana sobre Normas Generales del Derecho Internacional
Privado de 1979, pero exigiendo, además, para la procedencia de la
excepción la existencia probada del perjuicio a un tercero.

X. ANÁLISIS DEL CASO UGARTECHE ¿Existe Fraude a la Ley?

A nivel jurisprudencial, analizaremos el caso Ugarteche, que nos plantea


la naturalización de una figura jurídica ajena a nuestro sistema jurídico
interno, el cual es el matrimonio homosexual contraído por la pareja
Ugarteche-Atoche bajo la normativa mexicana, que busca inscribir en la
RENIEC dicha figura jurídica no aceptada ni regulada en nuestra

12
Maria del Carmen y Javier Tovar Gil. Derecho Internacional Privado. 1987
legislación, por lo que se convierte en un tema de carácter judicial, que
busca la implementación de un sistema civil contrario al nuestro.

En los autos expedidos en la sentencia debemos mencionar que el


matrimonio civil contraído por la pareja Ugarteche-Atoche fue contraído
en la ciudad de México conforme a las leyes mexicanas, posteriormente
se solicitó ante el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
(RENIEC), que dicho organismo inscribiera su matrimonio en el registro
correspondiente, ante lo cual la entidad declara improcedente dicha
solicitud, ya que los elementos estructurales contravienen la diversidad
de sexo y la responsabilidad entre los contrayentes.

Consiguientemente dicha resolución es apelada señalando que viola en


perjuicio de los recurrentes los principios/derechos constitucionales de
igualdad y no discriminación, que se encuentran cautelados en la
constitución, así como en los tratados internacionales ratificados por el
Perú, por lo que la RENIEC vuelve a declarar infundado dicho recurso,
planteándose subsiguientemente un recurso de revisión el cual es
declarado infundado argumentando que no se ha violentado el derecho a
la igualdad del demandante.

La demanda procedió en vía judicial, mediante proceso constitucional de


amparo, al haberse agotado la vía administrativa, admitiéndose a
trámite, por lo que la parte demandada deduce la excepción de
prescripción extintiva de la acción, contestando la demanda y
contradiciéndola en todos sus extremos, indicando que no es procedente
el proceso de amparo, puesto que se busca el reconocimiento de un
derecho, indicando que la constitución y el código civil peruano se
precisa la forma del matrimonio, como unión voluntaria entre un varón y
una mujer legalmente aptos para ella.

Luego de un arduo proceso judicial, se expide sentencia declarando


fundada la demanda interpuesta por Ugarteche Galarza, ordenando a la
RENIEC y su Procuraduría cumpla con reconocer e inscribir el
matrimonio celebrado por el demandante en el extranjero en el Registro
civil13

Señalando en su motivación la aceptación que tienen diversos Estados


respecto del matrimonio homosexual, en vista de los cambios y
exigencias actuales, y al pronunciamiento de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos referido a los derechos de las personas
homosexuales, citando los casos de Atala Riffo y Niñas vs Chile, Duque
vs Colombia, recogiendo lo señalado en referencia a la discriminación en
el Pacto Internacional de Derechos Económico, sociales y culturales que
incluye la orientación sexual.

Partiendo de lo ya señalado debemos precisar la utilización de tratados


internacionales en el presente dictamen, como elementos de convicción
que pueden fortalecer la motivación de una sentencia, por lo que de
manera errada se intenta implementar una interpretación evolutiva de
nuestra constitución, considerando que este dispositivo legal debe ser
interpretado de acuerdo a los cambios y exigencias de la sociedad,
dejándose llevar por el reclamo que una minoría que exige el
reconocimiento legal de una condición que no les corresponde.

Implementando de esta manera figuras jurídicas ajenas a nuestro


sistema jurídico, que contradicen en su efecto los derechos tutelados y
las instituciones jurídicamente protegidas, como son el matrimonio,
argumentando y mal utilizando su derecho a la no discriminación, y
aplicado el derecho internacional sin salvaguardar las normas
nacionales, dándole más valor a los tratados internacionales que lo
señalado en la constitución política del Perú.

Asimismo, podemos señalar que nos encontramos ante un fraude a la


ley en el derecho internacional privado, ya que los demandados
consiguen colocarse en una situación tal que pueden invocar las
ventajas de una ley extranjera siendo el caso de la legislación mexicana,
a que normalmente no podrían recurrir según la legislación peruana.

13
STC, del Séptimo Juzgado Constitucional del 21 de diciembre del 2017, Expediente N°
228632012-0-1801-JR-CI-08.
Por lo que nos encontraríamos frente a un acto que se ampara en una
norma de cobertura para evadir los efectos de una norma de carácter
imperativo prohibitiva que es la constitución política del Perú y el código
civil peruano, que no amparan dichas situaciones jurídicas, ni reconocen
figuras jurídicas que transgredan la ley, señalando un perjuicio
ocasionado con motivo del fraude a la ley.

Por lo tanto, podemos expresar que el presente caso está sujeto a


interpretación, por lo que debería incluirse en el código civil una
regulación respecto al fraude a la ley, retomando el proyecto de reforma
del código civil en materia de Derecho Internacional Privado planteado
por Delia Revoredo.

XI. DISCUSIÓN:

El Fraude a la Ley se desarrolla en el Derecho Internacional Privado, ya


que es en este ámbito donde encuentra un campo propicio de aplicación,
el Fraude a la Ley como figura jurídica es parte del sistema conflictual
tradicional, a través del cual se determina el derecho aplicable a una
situación concreta, en la que, por existir un punto de contacto en el que
convergen dos órdenes jurídicos distintos, se ignora cuál derecho debe
resolver el conflicto, así en la esfera del Derecho Internacional Privado,
el Fraude a la Ley consiste en que una persona maliciosamente
consigue colocarse en determinada situación, que puede invocar las
ventajas de una ley extranjera a la que normalmente no podría acudir,
constituyendo una excepción a la validez de actos verificados en el
extranjero, ello si alguna de las partes obró con clara intención de
sustraerse a los efectos de la ley local.

Ahora bien, la intervención en los casos de Fraude a la Ley


Internacional, ha adquirido importancia con la naturalización fraudulenta.
Los efectos del Fraude a la Ley están íntimamente relacionados con su
sanción que consistiría en tener por no efectuada la maniobra y aplicar el
Derecho que se quiso evadir, negando toda consecuencia de la acción
fraudulenta, no obstante, dicha sanción reviste gran importancia puesto
que están en juego legislaciones que son llamadas nacionales y por otra
parte una legislación extranjera.

En este contexto, se tuvo la existencia de distintos proyectos de reforma


del Título Preliminar del Código Civil de 1936, los mismos que fueron
elaborados por José León Barandiarán, Jorge Vega García y Delia
Revoredo Marsano, recogen la excepción de fraude a la ley. Sin
embargo, posteriormente, la comisión revisora modificó y suprimió
algunas de las disposiciones del proyecto de la reforma, e incorporó
otras, apareciendo en el diario oficial El peruano, en 1984, ya como libro
X del Código Civil, setenta y cinco preceptos de Derecho Internacional
Privado, distribuidos también en cuatro títulos; sorpresivamente, al
publicarse el Código Civil en 1984, se observó que el proyecto de la
comisión revisora había sido sustancialmente modificado, con nuevas e
importantes, pero no tan acertadas, modificaciones y supresiones, cabe
resaltar que dichas modificaciones y supresiones no fueron producto de
una motivación justificada, por tanto, se desconoce hasta la actualidad la
verdadera explicación o exposición de motivos respecto a estas
modificaciones.

Asimismo, consideramos que, debe incluirse la excepción denominada


como fraude a la ley en nuestro ordenamiento normativo civil, ya que, si
la ley extranjera que debe aplicarse fue conseguida a través del fraude a
la ley peruana, su aplicación debe ser excluida, de igual manera como
ocurre con la excepción del orden público internacional.
REFERENCIAS

 NIBOYET, Jean Paul. “Manual de Derecho Internacional Privado”.


Editorial Tecnos. Tercera Edición. París, 1928. Pág. 158

 CASTRO Y BRAVO, FEDERICO: Compendio de Derecho Civil:


Introducción y derecho de la persona, p. 122. Madrid, 1970.

 CASTRO Y BRAVO, FEDERICO: Derecho Civil de España, I, p. 612.


Instituto de Estudios Políticos. Madrid, 1955.

 CARRILLO SALCEDO, J.A.: El nuevo Título Preliminar del Código Civil y


la Ley de 2 de mayo de 1975. Comentario al artículo 12.4, p. 649 y ss.
Ed. Tecnos, Madrid, 1977

 MANSILLA Y MEJÍA, Derecho Internacional Privado, 2010, pág. 108

 MONROY CABRA, Tratados de Derechos Internacional Privado. 2006,


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 RODRÍGUEZ BENOT, Campuzano Díaz, Rodríguez Vázquez, & Ybarra


Bores, 2017, pág. 150

 GOLDSCHMIDT, Werner “Un logro americano en el campo convencional


del Derecho Internacional Privado”1979, pag 297.

 WOLFF, Martin. Derecho Internacional Privado, Barcelona. Pag. 83

 MAYER PIERRE. Droit International Privé. París. Pág. 153


 CARRILLO SALCEDO, Globalización y Orden Internacional. 2004, pág.
146

 María del Carmen y Javier Tovar Gil. Derecho Internacional Privado.


1987

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