Ñero Daniel
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Marzo 2020
LA RELACIÓN ENTRE EL ARTE Y LA EXPERIENCIA ESTÉTICA EN LA
PRIMERA INFANCIA
RESUMEN:
El derecho que tiene la escuela a crear su propio ambiente es una ideación y finalización de
espacios y funciones, por lo tanto, el reconocimiento de sus características y de las
particularidades de los contextos en que viven es esencial para el desarrollo integral del
modelo, favoreciendo, al mismo tiempo, las interacciones que se generan en ambientes
enriquecidos a través de experiencias pedagógicas y prácticas de cuidado. «Que la escuela
tenga derecho a su ambiente, a su arquitectura, a una conceptualización y finalización de
espacios, formas y funciones, es un dato que no tiene duda» (Malaguzzi, 1996, p. 40).
La concepción de lo que ofrece la escuela posibilita integrar las experiencias de vida con lo
que sucede tanto en el entorno educativo como en los otros espacios en los que transcurre la
vida de cada individuo, de la misma manera, el espacio concibe un principio ético, lleno de
experiencias artísticas que se convierten en formas orgánicas y vitales de habitar el mundo
y contribuyen a evidenciar, por medio de diversas formas de comunicación y expresión, la
necesidad simbólica que hace disfrutar la vida, contemplarla, transformarla y llenarla de
sentido.
Algunas veces, el arte puede tener un espacio secundario ante otros tipos de conocimiento,
sin embargo, la escuela que le da importancia al arte, desarrolla artefactos culturales que
pueden ser ideales o materiales que son los utilizados directamente en la vida profesional.
Existen tres tipos de artefactos: el artefacto primario que Michael Cole los describe como
producto concreto o la “materia” transformada por la actividad humana; el artefacto
secundario que son las representaciones de los primarios que cumplen el papel de preservar
las creencias y tradiciones; y el artefacto terciario que va más allá de su contexto de uso,
pueden ser autónomos ya que pueden ser productos de la imaginación que ayudan a ver el
“mundo real”. El lenguaje del arte cumple funciones cognitiva y este hace parte activa de la
vida cotidiana de todo persona; particularmente, en la vida de las niñas y los niños de
primera infancia, estos lenguaje se constituyen en algunas de las formas en que crean,
expresan, comunican y representan su realidad.
La estética se relaciona con las diferentes maneras en las que se percibe, se organizan los
ambientes y espacios y se determina la propia sensibilidad. Desde esta perspectiva se puede
pensar un alumno que conceptualice a partir de representaciones no sólo por la vía de la
cultura escrita, sino incorporando representaciones sonoras, visuales, que se relacionan con
los colorees, y sinestésicas. A su vez, esto lleva a cada persona a definir su gusto estético,
mientras los grupos sociales llegan a establecer una serie de tendencias o acuerdos entre los
que se cuentan los cánones estéticos o modelos de belleza.
La cultura requiere un cambio constante que incorpore las diferentes vivencia del día a día,
el por eso, que el arte y la experiencia estética presentan una alternativa ante el consumismo
y propone espacios individuales que generan desafío y posibilidad de pensar por si mismo.