Ensayo Leonidas I de Esparta

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FUERZAS MILITARES DE COLOMBIA

EJERCITO NACIONAL

CENTRO DE EDUCACION Y DOCTRINA


ESCUELA DE ARMAS COMBINADAS DEL EJERCITO NACIONAL

ENSAYO LIDER MILITAR “LEONIDAS I”

Docente
SP. ROLANDO JOSE RIVAS REYES

Alumnos
SS. UBAQUE GARZON JHON DARIO
SS. VILLAMIZAR ROJAS OMAR

ARAUCA, ARAUCA
2020
TABLA DE CONTENIDO

1 INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 3

2 LEONIDAS I DE ESPARTA ..............................¡Error! Marcador no definido.

3 CONCLUSIONES ........................................................................................... 9

4 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................. 10
INTRODUCCIÓN

Como héroe sacrificial, Leónidas es, pues, un modelo de masculinidad


divergente del típico héroe victorioso; podría decirse que este rey espartano es una
de las escasas figuras que contradice la esencia misma del héroe como vencedor,
ampliando así el registro del heroísmo patriarcal para incluir a los vencidos.
Paradójicamente, su derrota inspiró un culto militarista y masculinista que llega
hasta nuestros días, no siempre de manera congruente. Así pues, entre los
admiradores más fanáticos de Esparta y su rey estuvo Adolf Hitler, quien siempre
vio su patria alemana como una nueva Esparta amenazada por hordas orientales
judeo-marxistas no muy distintas de las persas. Y, aunque por su final dramático
Hitler parece emular a Leónidas, lo cierto es que su afán de conquista más bien
emuló a Jerjes.

PALABRAS CLAVES: Heroísmo, Esparta, Batalla de Termópilas, Mitología Griega


LEONIDAS I “EL LEON DE SPARTA”

Estatua del rey Leónidas I en la entrada de Grecia.

La figura histórica del rey Leónidas de Esparta es recordada por su resistencia


formidable a las ingentes tropas invasoras del emperador persa Jerjes I (reinante
entre 485 y 465 a.C). La batalla de las Termopilas, acontecida en un estrecho paso
junto al mar, crucial para la defensa de toda Grecia, durante tres días de agosto del
año 480 a.C., resultó en la derrota de Leónidas y de su insuficiente contingente de
soldados, fuerza que sumaba a los trescientos espartanos de su guardia personal
apenas unos cuantos miles de combatientes de otras polis griegas. Esa derrota, que
supuso también la muerte de Leónidas, fue, sin embrago, el primer paso para la
unión militar de todos los griegos que lograría frenar el avance persa en las
posteriores batallas de Salamina y Platea. (Martin Alegre, 2007)

Al haber sido rodeada en plena Guerra Fría, es tentador interpretar el


desencuentro en el León de Esparta entre el Occidente democrático representado
por Grecia y el Oriente esclavista del Imperio Persa como alegoría del choque entre
capitalismo y comunismo. Este es un relato de un punto de inflexión en la Historia,
de un día resplandeciente cuando trescientos guerreros griegos lucharon para
defender con sus vidas su libertad y la nuestra, la misma voz pedante cierra la
narración, superpuesta a imágenes de los monumentos griegos dedicados a las
Termópilas, concluyendo que la victoria moral de Leónidas fue un ejemplo alentador
para los pueblos libres de todo el mundo de lo que unos cuantos hombres valientes
pueden conseguir una vez se niegan a someterse a la tiranía. Subrayando este
discurso, un rótulo presenta a Jerjes como jefe de un enorme imperio de esclavos
que amenaza con destruir el único bastión de libertad que quedaba en el mundo
entonces conocido, afirmación tendenciosa que ignora el esclavismo de las
sociedades griegas (y, por analogía, si se quiere, el nuevo esclavismo capitalista)

Leónidas y Jerjes encarnas en su enfrentamiento posturas distintas no tanto


en relación al poder político en disputa en un momento histórico concreto, sino al
poder patriarcal en general, posturas en modo alguno contrarias a este. La mitología
del héroe patriarcal se encarga de disimular el hecho de que, desde un punto de
vista anti-patriarcal, tan nefasta es la supremacía total a la que aspira el villano como
la postura defensiva del héroe, ya que en ambos son ejemplos de cómo el
patriarcado se impone (o se defiende) por la fuerza. La fraternidad espartana y por
analogía la democracia griega es más sólida como sistemas de poder duradero. La
fuerza de Leónidas como héroe reside justamente en que, al ser sustituible dentro
de este sistema fraternal, se sabe prescindible y, por tanto, sacrificable por el bien
común.

En otras palabras, o bien Esparta perdería a su rey durante la batalla, o bien


sería conquistada. Ningún rey espartano había jamás muerto en la guerra. El
mensaje fue muy descorazonador para la polis laconia. La alusión a los leones hace
referencia a Leónidas, anunciando su muerte o la desaparición de Esparta, porque
Jerjes contaba entre sus filas a Demarato, el depuesto rey espartano. Los
sacerdotes de Delfos habrían supuesto que los persas devolverían el trono a
Demarato después de la victoria. Según Carlos Schrader, «es posible que el oráculo
se gestase post eventum, ya que en las últimas palabras del mismo puede haber
una referencia a la mutilación del cadáver de Leónidas, que tuvo lugar tras la batalla.
En el otoño de 481 a. C., la alianza que la historiografía griega llama la «Liga
helénica» se reunió en el istmo de Corinto y su dirección recayó en Esparta. La
ciudad laconia decidió enviar una fuerza armada bajo el mando del diarca Leónidas
para defender el desfiladero de las Termópilas, a fin de retener a los persas y dar el
tiempo suficiente a la flota griega de replegarse más allá del estrecho que forma la
isla de Eubea con la costa de la Grecia central. En el relato herodoteo de la
expedición, las tropas griegas enviadas al paso de las Termópilas sumaban en total
6000 soldados: 300 hoplitas espartiatas, 1000 tegeatas y mantineos, 600
orcomenios, 400 corintios, 200 de Fliunte, 80 micenios, 700 tespios y 400 tebanos
leales. Frente a ellas se encontraban 1,7 millones de persas, si se considera que
Heródoto se equivoca en el cálculo de peloponesios presentes, al mencionar 3100
hombres, dado que también cita una inscripción que indica 4000 soldados.17 Vuelve
a aparecer la misma cifra en otro pasaje de su obra como el número de muertos de
las Termópilas. En cuanto a los griegos, otras fuentes informan que el contingente
lacedemonio constaba también de 900 o 1000 periecos, sin olvidar a los sirvientes
hilotas. Respecto a los persas, se ha supuesto que Heródoto confundió los términos
«quiliarquía» (1.000) y «miriarquía» (10.000), al evaluar las fuerzas diez veces más
numerosas de lo que eran. Por lo tanto, las fuerzas persas presentes en la batalla
de las Termópilas serían 210.000 hombres y 75.000 animales.
Sin embargo, el equilibrio de fuerzas era claramente favorable a los persas.
Según los espartanos, los griegos que solicitaron su ayuda les dijeron que ellos
constituían las avanzadillas del grueso del ejército y que «era inminente la llegada
cualquier día del resto de los aliados»; después de que terminaran las fiestas
Carneas y los Juegos Olímpicos. «Además, las escuadras navales atenienses y
eginetas montaban guardia en el mar». Para Leónidas era claramente una misión
suicida: escogió entre los 300 hoplitas, que constituían su guardia personal, a
aquellos ciudadanos que tenían descendencia masculina. Por consiguiente, no eran
únicamente hippeis, cuerpo de élite compuesto por los diez primeros grupos de
edad movilizados, sino de una mezcla de hippeis y de soldados ordinarios.

Después de haber tomado posiciones en las Termópilas, los griegos


repelieron con éxito varios ataques persas: situados en el lugar más estrecho del
desfiladero, luchaban en filas apretadas y estaban bien protegidos por sus grandes
escudos. Transcurridos unos días, los griegos fueron traicionados por un tal Efialtes
de Tesalia: Leónidas se encontró rodeado por las tropas del sátrapa Hidarnes.
Heródoto refiere que, para algunos, los griegos no consiguieron llegar a un acuerdo
sobre la actitud a tomar: algunos abandonaron su puesto para volver a sus ciudades
respectivas, mientras que el monarca espartano decidió quedarse. Según
Heródoto, Leónidas reexpidió la mayor parte de sus tropas para salvar sus vidas,
pero juzgó inapropiado para un espartano abandonar su posición. El oráculo emitido
por la Pitia reforzó su determinación. Mantuvo con él a los lacedemonios, los
tebanos y tespios voluntarios.

La descripción del final de la batalla varía según las fuentes. Para Heródoto,
Leónidas y sus hombres se situaron en la parte más ancha del desfiladero y
lucharon hasta el último hombre: «los griegos se batieron en retirada hacia la zona
más estrecha del paso y, después de rebasar el muro [focense], fueron a apostarse
en la colina, excepto los tebanos». Diodoro Sículo y Justino epitomando a Pompeyo
Trogo, mencionan un ataque nocturno contra el campamento persa: los griegos
sembraron el desorden en las tropas enemigas, masacraron grandes cantidades
antes de caer, rodeados, bajo las flechas y jabalinas persas. Relato muy
probablemente fantasioso, puesto que el campamento de Jerjes distaba del de los
griegos cerca de 8 kilómetros. Dos historiadoras plantean la cuestión de por qué
Leónidas se quedó únicamente con los trescientos espartiatas, los hilotas, los
tespios y los rehenes tebanos en esta fase decisiva de la batalla, y mandó al resto
de los efectivos griegos a sus casas, abocando a una muerte segura a los que
permanecían con él. Elucubran que Heródoto insiste en la ideología espartana de
la bravura y de la gloria, al remitir sobre este aspecto al epitafio de los muertos
espartiatas.
CONCLUSIONES

Leónidas era un sujeto único en el cual es primordial en la mitología griega por


los cuales surgieron las siguientes posturas:

En su momento la derrota fue considerada un fracaso militar, sin más detalles.

El mito comienza con Heródoto, que convierte a Leónidas en un genial estratega


y minimiza las ayudas con las que contó

En adelante, Leónidas y sus 300 serán presentados como héroes que


sacrificaron su vida por la patria.
BIBLIOGRAFÍA

JIMÉNEZ, A. M. (1991). Modelización cartográfica de densidades. Obtenido de


https://www.raco.cat/index.php/treballsscgeografia/article/viewFile/184519/2
37797

Martin Alegre, S. (2007). El retorno de Leónidas de Esparta: el fracaso de la hiper-


masculinización del héroe en la novela gráfica 300. Barcelona, España:
Ediciones Univeristat Autónoma de Barcelona.

Thilakawardana, M. W. (April de 2012). Initial Analysis of TV White Space. UK: BBC.

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