Instante Suspendido
Instante Suspendido
Instante Suspendido
Instante suspendido
fernando martínez ramírez | universidad autónoma metropolitana,
azcapotzalco
Resumen
En el haiku viven un momento de conciencia clara y un ensueño revelador que se nos
entregan como sensación de vida, como inquietud reverente ante lo frágil de la exis-
tencia; también una concepción abstracta de nuestras esperas, de nuestras ansiedades
metafísicas. En la frontera, entre el ser-devenir del mundo y nuestra nada ontológica
presentida, nos sabemos vivos y encantados, petrificados y en movimiento. Justo ahí
mora el haiku, como modo de existencia, como instante suspendido.
Abstract
In the haiku live a moment of clear conscience and a revealing reverie that are given to
us as a feeling of life, as reverent restlessness in the face of the fragile existence; also an
abstract conception of our expectations, of our metaphysical anxieties. On the border,
between the being-becoming of the world and our ontological nothingness, we know
ourselves alive and delighted, petrified and on the move. Right there the haiku dwells,
as a mode of existence, as a suspended moment.
Para citar este artículo: Martínez Ramírez, Fernando, “Instante suspendido”, en Tema
y Variaciones de Literatura, núm. 53, semestre II, julio-diciembre de 2019, uam-Azca-
potzalco, pp. 19-25.
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el haikú se ha dicho que es un “sen- Se trata, al parecer, de encontrar la voz, la
timiento del tiempo”, “transitorie- imagen, el sonido, la luz de la naturaleza pa-
dad y permanencia”, “magia eva- ra hallar nuestro propio silencio –zen–, y atis-
nescente”, “emoción fugitiva” 1; también que bar en nuestro centro frágil y fugitivo. Que la
representa una “totalización mínima” y una naturaleza nos hable para nosotros callar, y
“concisión impresionista”2. O que es “sínte- en nuestro sordina encontrar los ecos de un
sis de una experiencia mística” donde se deja mundo donde quisiéramos existir de manera
ver “el amor del pescador de instantes”3. In- inocente y diáfana…
cluso que “concentra grandezas inconteni-
bles que rompen los límites del raciocinio”4. todo sin voz
Para Cristina Rascón: hasta las mariposas
casa budista
Unir instante y eternidad es lo más complejo y Chiyo-ni6
sin duda lo que conforma la médula de la cons-
trucción de un haiku. Lograr un detalle coti- Los sueños de movimiento se incoan y por
diano de la naturaleza que se reconozca como un instante la naturaleza está a punto de ser:
singular y universal a la vez, como efímero pero tránsito inexorable de la repetición, círculo
dispuesto a repetirse, en el ciclo de las cua- inmortal del fluir que contemplamos, y de-
tro estaciones. La región asiática encuentra es- tenemos. Testimonio inasible de lo moviente
peranza y paz, el sentido de “las cosas”, en lo que muere cuando surge, como si lo mínimo
cíclico del universo que nos rodea. […] expresara su grandeza desapareciendo an-
[…] el primer paso es suprimir el Yo, salir de te la mirada. Se medita sobre la fragilidad de
nuestra burbuja, apreciar y contemplar la Vida, la vida y de la belleza y sobre su “dolorosa
fuera de ese Yo que nos distrae, aprisiona y dis- fugacidad”7. Es decir, sí hay una inquietud
torsiona la visión.5 reverente ante lo frágil de la existencia, una
cierta concepción abstracta de nuestras es-
peras, de nuestras ansiedades:
1
Manuel Maples Arce, “Tanka y haikú”. En Agustín
Jiménez (selección), Camino del haikú. Ensayos y
poemas. Antología hispanoamericana, México, Edi-
ciones el Tucán de Virginia, Secretaría de Cultura-
Gobierno de la Ciudad de México, 2015.
2
José María González de Mendoza, “Los haijines
mexicanos”. En Agustín Jiménez (selección), op. cit.
3
René Rebetez, “Preámbulo. Acerca de la difícil faci- 6
Chiyo-ni, Flor del alba. Antología del haiku de Chi-
lidad”. En Arturo González Cosío, Otras mutaciones yo-ni. Ijnaloxochitl, traducción del japonés Cristina
del I Ching, México, Fondo de Cultura Económica, Rascón, y del español al náhuatl Mardonio Carba-
2000. llo, ilustraciones de Fabricio Vanden Broeck, México,
4
José Vicente Anaya, “Breve destello intenso”. En Editorial y Servicios Culturales El Dragón Rojo, S.A. de
Agustín Jiménez (selección), op. cit., p. 161. C.V., 2017
5
Vid. supra, “Haiku: instrucciones de uso”, en este mis- 7
Así lo expresa Carlos García Prada en “Leve espuma”.
mo número de la revista, p. 16. En Agustín Jiménez (selección), op. cit., p. 82.
9
Gaston Bachelard, La intuición del instante, México,
Martha Obregón Lavín, Cuenco de lluvia. Cien haikus
8
Fondo de Cultura Económica, 1999, p. 73.
ilustrados, México, Reproducciones Gráficas Sur, 10
Cristina Rascón dixit. Vid. supra, “Haiku: instrucciones
S.A. de C.V., 2018. de uso”, en este mismo número de la revista, p. 17.
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14
Arturo González Cosío, Otras mutaciones del I Ching,
op. cit.
15
Gaston Bachelard, op. cit., p. 91. Cfr. Gaston Bachelard, op. cit., p. 84.
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recompensa, todo aquello que niega la histo- dad, poiesis que resulta en nosotros lo más
ria íntima y el deseo mismo, todo aquello que cercano a lo imperecedero…
devalúa a la vez el pasado y el porvenir está ahí,
en ese instante poético.17 Viento en el río,
solitaria barcaza
Ese presente absoluto que vive en el en el recodo.
haiku representa una cesura ontológica, de Arturo González Cosío
origen y caída, comienzo y fin, donde los
sentidos, la conciencia y los sueños encon- Bibliografía
traron un destino feliz y momentáneo, una
coincidencia a la que podemos llamar pleni- Anaya, José Vicente, “Breve destello intenso”,
tud existencial. en Agustín Jiménez (selección), Camino del
haikú. Ensayos y poemas. Antología hispa-
Sueña la oruga noamericana, México, Ediciones el Tucán de
Adentro de su capullo. Virginia, Secretaría de Cultura-Gobierno de la
Despierta y ¡vuela! Ciudad de México, 2015.
Martha Obregón Bachelard, Gaston, La intuición del instante, Mé-
xico, Fondo de Cultura Económica, 1999.
La eterna soledad del instante es la eter- Bataille, George, El erotismo, Barcelona, Tusquets,
na soledad del soñador de palabras, que 1988.
cree encontrar en ellas un paliativo contra Chiyo-ni, Flor del alba. Antología del haiku de
la vida que pasa. El haiku es el aquí y ahora, Chiyo-ni. Ijnaloxochitl, traducción del japo-
hic et nunc, espacio y tiempo concurrentes nés Cristina Rascón, y del español al náhuatl
en la conciencia, en las sensaciones y en los Mardonio Carballo, ilustraciones de Fabricio
sueños. Una cesura que significa existir, aun- Vanden Broeck, México, Editorial y Servicios
que el devenir termine por imponerse con su Culturales El Dragón Rojo, S.A. de C.V., 2017.
lenta huida. Mientras tanto, aquí estamos, García Prada, Carlos, “Leve espuma”, en Agustín
fijando lo que huye, con las palabras o en Jiménez (selección), Camino del haikú. Ensa-
la memoria, esta memoria que guarda del yos y poemas. Antología hispanoamericana,
tiempo sólo pedacitos. La suprema novedad México, Ediciones el Tucán de Virginia, Se-
del instante ha sido convertida en palabras cretaría de Cultura-Gobierno de la Ciudad de
por el poeta, ha quedado atrapada en su México, 2015.
inmortal circularidad, con su vida ilusoria García Prada, Carlos, “Leve espuma”, en Agustín
girando sobre sí misma, como lo hace el Jiménez (selección), Camino del haikú. Ensa-
recuerdo, donde lo que una vez fue sigue yos y poemas. Antología hispanoamerica-
y sigue dando vueltas. Pero el poeta le ha na, México, Ediciones el Tucán de Virginia,
encontrado al instante su eterna recursivi- Secretaría de Cultura-Gobierno de la Ciudad
de México, 2015.
Ibid., pp. 97-98.
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