Gonzalez Et Al-Amazonia en Busca de Su Palabra PDF
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Amazonía:
en busca de
su palabra
APORTES AL DESARROLLO AMAZÓNICO COMO
HOMENAJE A LOS DIEZ AÑOS DEL IIAP (1982-1991)
Y AL PRIMER CENTENARIO DE LA MUERTE DE
ANTONIO RAIMONDI (1891-1991)
IIAP
IQUITOS - PERU
1994
© IIAP
Avda. Abelardo Quiñónez Km. 2.5
Teléf.: 23-29-25/23-15-79
Iquitos - PERU
CONTENIDO
PRESENTACIÓN........................................................................................................ 7
Joaquín García Sánchez
7
medida que más sabe, comprende que sabe menos. Tan infinito es el
horizonte que se abre en cada descubrimiento, que una pregunta
respondida crea multitud de interrogantes más. Esta es la razón de la
ilimitada modestia de los sabios. Aquello que se llamó «descubrimiento
del Amazonas» fue para los hijos rudos de Castilla el resultado de una
investigación territorial, pretendiendo bastimentos para la agotada
hueste de Pizarro. Pero supuso un choque brutal al resistirse al
asombro y no querer seguir conociendo más allá de lo aparente. Todo
lo sometían a juicio desde sus calcinados paradigmas mediterráneos.
Despreciaron a los exploradores que habían llegado mucho antes,
desconocieron su patrimonio sapiencial acumulado, y, adelantados de
Occidente, creyeron que de ellos para atrás sólo había el caos, la
prehistoria, y ahora comenzaba «la historia» real y verdadera.
La Selva Amazónica comenzó a agonizar cuando se sintió de esta suerte
herida, maltratada, esclavizada. Se cerró en sí misma, ocultó
celosamente sus intimidades a los usurpadores y se fue dejando morir.
El coloniaje, presente hasta hoy en nuestras conciencias, no ha
entendido nada de lo que aquí sucede y vive. Desde aquella triste fecha
la cultura dominante todo lo ha dado por supuesto. Ni se pregunta, ni le
interesa saber quién es, qué misterios oculta, qué siente, cómo sufre.
Nuestra arrogancia nos ciega y obnubila, no nos deja admiramos ante
la fascinante belleza de lo por venir. Sólo anhelamos oro, andamos tras
el señuelo del dinero, atormentados como Tántalo en pos de un dorado
quimérico que nunca llegará. He aquí el gran fracaso de la conquista y
la colonia: pensar que el único proyecto viable era el europeo, y cerrar
los ojos a la riqueza del mundo descubierto. Sin embargo, los lentos y
pacíficos pobladores de las riberas de los ríos, desde su llegada,
atravesando ríos, bosques y llanuras, habían tenido paciencia para
escudriñar los enigmas del bosque, percibir las exigencias de la tierra,
saber cuándo nace y cuándo agoniza el sol en el día y aparece la luna
en la noche y qué influjo mágico ejerce sobre el comportamiento de la
naturaleza y de las personas, adivinar la fecundación de los sedimentos
en la época de ejarbes y cosechar de la fertilidad del estiaje en los
barriales. Fueron sensibles a las vibraciones de la Selva, supieron
distinguir el ruido de las hojas, el canto de los pájaros, el silbido de las
serpientes y el canto de las cigarras y los grillos. Con inmensa lentitud
fueron reconociendo los momentos en que la tierra, como la mujer, es
fértil, la relación entre la luna verde y el corte de las plantas, y nos
legaron un religioso respeto a las altas lupunas porque tenían alma
también como la gente. Presintieron la lluvia en el sabor del viento,
olfatearon antes de desencadenarse la tormenta. Nadie tan majestuoso
señor de su mundo como el nativo amazónico. Quienes por aquí
transitaron siglos más tarde con sofisticados instrumentales a bordo de
sus lanchas, investigaron de nuevo, pero siempre desde la perspectiva
occidental. Flora, fauna, mamíferos, peces, aves e insectos habían sido
ya clasificados por los sabios indígenas conforme a sus utilidades de
modo tan riguroso y preciso como las taxonomías linneanas. Hemos de
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reconocer, además que la llegada de la modernidad científica de estos
viajeros humanistas coincide con el empobrecimiento y debilitamiento
de la energía de las nacionalidades autóctonas y el comienzo de su
aparente extinción.
El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), creado
hace 10 años como ente articulador y dinamizador de estas dos
sabidurías, ha querido hacer un alto en el camino con esta publicación
conmemorativa de su corta historia y en memoria del primer científico
peruano que hizo investigación orgánica sobre la Selva. Creado al
amparo del artículo 120 de la Constitución de 1979, el IIAP ha ido
descubriendo el hacer de cada día su vocación: ser vínculo entre el
vértigo de la modernidad y la vivaz mansedumbre de la tradición. En
estos dos volúmenes se resumen los logros de la investigación científica
y tecnológica no sólo de la década pasada sino de cuanto se ha
escudriñado hasta hoy de esta Amazonía tan rica y sustanciosa en
enigmas, en posibilidades de acceso a todas las hipótesis imaginables,
por audaces que parezcan. Apenas tiene sentido de ensayo y punto de
partida. Es, sobre todo, una invitación a avanzar en la sugestiva tarea
de construir un desarrollo autodependiente desde la capacidad de
nuestros recursos naturales, que con tanta pasión estudiara el sabio
Raimondi, fallecido hace cien años (1890). Lo que más nos alienta es
que afortunadamente sentimos que todo está por hacer. Faltan
inventarios, carecemos de un adecuado ordenamiento ambiental,
tenemos clasificada apenas una mínima parte de nuestra
megadiversidad; no contamos con estudios tecnológicos que posibiliten
la generación de imaginativas formas de producción que respetando
nuestro hábitat sean cultural y económicamente beneficiosas. Sin
propia investigación no hay propio desarrollo. Por eso acopiar los
logros del pasado es señal inequívoca de transitar por buen camino.
Y, sobre todo, hay una deuda por saldar: el diálogo incumplido con la
sabiduría milenaria de nuestros pueblos, sus tecnologías, su
incontestable ciencia empírica, sus conocimientos prácticos donde se
conjugan las claves de un verdadero desarrollo sustentado sobre
sólidas bases científicas y tecnológicas. La revolución mecanicista de la
modernidad no puede construirse de espaldas a este pasado, tiene que
aliarse con él. Por la defensa del esplendor de la llanura amazónica
que corre el riesgo de convertirse en desierto calcinado; por la
supervivencia de la humanidad que con sus técnicas despiadadas
arrasa cuanto de vida encuentra en su avance irracional; por la
realización de un hombre nuevo que sea protagonista libre y creador de
su propio destino en el planeta Tierra.
P. Joaquín García
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IIAP DIEZ AÑOS: BIOGRAFÍA INSTITUCIONAL
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De este modo, entre 1938 y 1972, se creó la base institucional de
estudio e investigación de la Región, principalmente en las líneas de
evaluación de recursos naturales e investigación tecnológica en lo
agrícola, pecuario, piscícola y forestal y, en menor grado, en los
estudios de flora y fauna. Básicamente descansaba en la labor de cuatro
universidades (UNMSM-IVITA, UNA, UNAP, UNT), la ONERN y los
Ministerios de Agricultura y Pesquería. En cuanto a la investigación
social los esfuerzos principales dependían del IL V. Más tarde esta base
se amplía con la creación de nuevas Estaciones, Centros de
Investigación, Proyectos de Desarrollo Regional a cargo del
ORDELORETO y otros organismos de desarrollo de la región, así como
con la creación de las Universidades de San Martín y Ucayali.
A partir de 1972 el Gobierno Central y los Organismos de Planificación
y Desarrollo de la Región mejoran la frecuencia de sesiones de
coordinación e integración: La Oficina Regional de Desarrollo del INP,
con sedeen Iquitos, promueve la organización y puesta en marcha del
Proyecto «Programa Integral de Investigaciones para el Desarrollo del
Oriente Peruano», a fin de solucionar los problemas de descoordinación
interinstitucional, duplicidad, inadecuación, dispersión y discontinuidad
existentes en las 'acciones de investigación. Este primer intento fracasa
justamente por problemas de coordinación e integración de quienes
planificaron, dirigieron y ejecutaron este trabajo.
Continuando con este esfuerzo, en 1974, se crea el CRIO (Consejo
Regional de Investigación del Oriente), con dos objetivos muy precisos:
• Promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica
en la región; en esta tarea se considera necesaria la participación de
la población.
• Racionalizar la investigación en función de las exigencias de los
planes de desarrollo.
Al no existir explícita política de investigación, y no tener decisión, ni
recursos financieros propios, ni posibilidad de obtenerlos, pues el CRIO
dependía del CDRO, este intento, a fines de 1977, termina siendo
inoperante.
En 1977, en el contexto de la descentralización y regionalización
administrativa del Estado, se crea ORDELORETO; este organismo, en
junio de 1979, ante la inoperancia del CRIO, crea el CRIOR (Consejo
Regional de Investigación del ORDELORETO), con los siguientes
objetivos:
• Promover la política científica y tecnológica para la región.
• Coordinar los programas de investigación de las entidades del sector
público.
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• Contribuir al uso eficiente de los recursos destinados a la
investigación.
• Institucionalizar el desarrollo de la investigación en la región con
participación de los sectores y la población.
• Promover, mediante el Sistema Regional de Investigación, técnicas
adecuadas de investigación y de desarrollo tecnológico, así como la
transferencia de tecnología.
El CRIOR fracasa debido a limitaciones de tipo directivo y de gestión,
condicionados, en parte, por su dependencia del ORDELORETO. En
resumen, el CRIOR no estuvo en condiciones de cumplir sus objetivos y
funciones. Por ello, orienta parte de su acción principal a promover la
creación del organismo de investigación para la Amazonía, previsto en
la Constitución de 1979.
Recién a 124 años de la Independencia, el Gobierno peruano asigna los
primeros recursos económicos para explorar y reconocer la región; para
ello, cumpliendo 10 dispuesto por el artículo 120 de la Constitución
Política del Perú de 1979, da la Ley 23374, mediante ella crea el IIAP,
con personería jurídica de derecho público interno y autonomía
económica y administrativa.
1
Creemos oportuno mencionar. en esta nota. a los creadores del IIAP: Dr. Pedro del Castillo
Bardales, Dr. Javier Alva Orlandini, Dr. Rafael Eguren Ordosgoitia, Dr. Teddy Bendayán. Dr.
Héctor Vargas Haya, Dr. Orison Pardo Mattos, Sr. Jorge Alegría, Sr. Arturo Chumbe, Sr.
Eduardo Peláez. Sr. Magno Rivera, Sr. Felipe Salaverry, Ing. Celso Sotomarino. CPC Daniel
Linares Bazán, Dr. Enrique Bernales, Ing. Juan Pinedo Najar, Gral. FAP (r) Osear Dávila
Zumaeta, Dr. Germán Huanqui Hurtado, Sr. Ernesto Lau, R. P. Jesús San Román, Dr. Jaime
Moro Somrno, Dr. José López Parodi, Ing. Roger Beuzeville Zumaeta, Antrp. José Moscoso
Conde.
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El 30 de octubre de 1980, los senadores Javier Alva Orlandini, Pedro
del Castillo Bardales y Rafael Eguren Ordosgoitia, fundándose en los
artículos 40 y 120 de la Constitución, proponen el proyecto de ley 349
de creación del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana y
exponen que:
• Es política del Gobierno la utilización racional de los recursos
renovables y no renovables.
• Que para la utilización racional de los recursos naturales de la
Amazonía Peruana se requiere de una entidad con carácter científico,
tecnológico y normativo.
• Que exigencias de carácter geopolítico, defensa y desarrollo nacional
evidencian el imperativo del máximo conocimiento de la realidad
ecológica y potencial de la Amazonía Peruana.
El 10 de noviembre de 1980, en la 1ra Legislatura Ordinaria de 1980,
Teddy Bendayán, Héctor Vargas Haya, Orison Pardo, Jorge Alegría,
Arturo Chumbe, Eduardo Peláez, Magno Rivera y Felipe. Salaverry
presenta el Proyecto de Ley Nº 70, para la creación del Instituto
Amazónico de Investigación Científica, cuyo objetivo es aprovechar los
recursos naturales e incorporar al nativo amazónico a la vida nacional.
Ambos proyectos son debatidos en sus respectivas Cámaras: la Cámara
de Senadores, el 27 de octubre de 1981, aprueba la fórmula propuesta en
el dictamen emitido por la Comisión de Corporaciones Departamentales
de Desarrollo. Se dispone, asimismo, que el Instituto de Investigaciones
de la Amazonía Peruana, en conformidad con el artículo 120 de la
Constitución Política del Estado, tiene personería jurídica de derecho
público interno y autonomía económica y administrativa. Finalmente,
después del normal recorrido de toda dación de una ley, se aprueba la
Ley 23374, y es promulgada el 30 de diciembre de 1981, por el señor
Presidente de la República, arquitecto Fernando Belaunde Terry.
El IIAP nace sobre la base del CRIOR, que es incorporado a la nueva
institución, con el personal necesario, bienes, instalaciones y recursos.
Asimismo, se precisa que los estudios realizados y los avances logrados
por el
CRIOR son aportes al IIAP que asume la responsabilidad que tuvo este
Consejo; ampliándola a toda la Cuenca Amazónica. En cumplimiento
del artículo 25 de la Ley 23374, el 14 de enero de 1982, se instaló la
comisión encargada de poner en marcha el Instituto; para ello se
convoca a la primera reunión del Consejo Superior.
Sus primeros acuerdos fueron: 1) Elegir como Presidente de la
Comisión al ingeniero Juan Pineda Nájar y como Secretario al ingeniero
Segundo Pascual Camacho; 2) estructurar el Proyecto de Reglamento
del IIAP, para ser puesto a consideración del Consejo Superior; 3)
circunscribir la jurisdicción del Instituto a los departamentos de Ucayali,
16
San Martín, Loreto, Madre de Dios y Amazonas; 4) definir en 19 el
número de miembros del Consejo Superior.
2
El primer Consejo Superior estuvo integrado por: el Dr. Jaime Moro Sommo. Presidente, Representante
del IVITA; el Dr. Ricardo Bautista Palomino por la Corporación Departamental de Desarrollo de Amazonas;
el Ing. Jaime Hidalgo Gómez por la Corporación Departamental de Desarrollo de Loreto; el Ing. Manuel
Gonzáles Prieto por la Corporación Departamental de San Martín; el Ing. Gonzalo Villavicencio Aguilar por
la Corporación Departamental de Madre de Dios; el Ing. Duilio Tealdi Yosti por la Corporación
Departamental de Ucayali; el Ing. Róger Beuzeville Zumaeta por el Instituto Nacional de Investigación y
Promoción Agropecuaria; el Dr. Manuel Vega Vélez por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; el
Dr. Humberto Guerra Flores por el Instituto del Mar del Perú; el Ing. Raúl Párraga Solís por el Instituto
Nacional de Investigación Forestal y Fauna; por el Dr. Carlos Peñaherrera del Aguila por el Instituto
Nacional de Cultura; el Ing. Edgardo Quintanilla Quintanilla por el Instituto Nacional de Planificación; el
Ing. Segundo Pascual Camacho por la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP); el Ing. Fred
Coral Izurrieta por la Universidad Nacional de la Selva (Tingo María); el Ing..Raúl Ríos Reátegui por la
Universidad Nacional de San Martín (Tarapoto); el Físico César Julián Benites por la Universidad Nacional
de Pucallpa; el R. P. Jesús San Román/, R.P. Jaime Regan por el Centro Amazónico de Antropología y
Aplicación Práctica (CAAAP); el Antrp. José Moscoso Conde por las Comunidades Nativas; el Blgo, James
Beuzeville Zumaeta por la Confederación de Instituciones Profesionales y Universidades Liberales
(CIPUL).
3 El primer Directorio estuvo conformado por el Dr. Jaime Moro Sommo, Presidente; el Ing. Jaime Hidalgo
Gómez, Miembro; el Ing. Manuel Gonzáles Prieto, Miembro; el Dr. José López Parodi, (renunció); y el
Antrop. José Moscoso Conde, Miembro.
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En cuanto a la administración financiera, correspondiente al ejercicio
1982, ésta estuvo enmarcada dentro de ciertas limitaciones operativas,
pues el IIAP fue considerado como un programa de la CORDELOR.
En esta forma, y a pesar de su ley de creación, el IIAP no contó con
plena autonomía y debió recibir sus ingresos mediante la citada
corporación, a quien debía rendir cuenta de los egresos.
El 14 de junio de 1982 se solicita al MEF la apertura del Pliego
Presupuestal y el 28 del mismo mes se aprueba el proyecto de
modificación y ampliación de la Ley 23374.
Los trabajos de investigación ejecutados ese año se hacen por encargo
de la CORDELOR, mediante Convenio IIAP-CORDELOR, así como
gracias a la coordinación y cooperación con otras instituciones que
realizan investigación en la Región.
En ese año debemos resaltar dos hechos importantes:
• El pronunciamiento del IIAP sobre la concesión petrolera en la
Reserva Pacaya-Samiria.
• La participación del Presidente del IIAP en el I Encuentro Brasileño-
Peruano de Cooperación Científica, realizado en Acre-Brasil del 28 de
julio al 7 de agosto de 1982.
Asimismo, se conduce cinco proyectos de investigación y cuatro de
inversión.
Los cinco proyectos de investigación fueron: a) Programa de
investigación para el desarrollo CRIOR, constituido por 35
subproyectos administrados por el IIAP y ejecutados por instituciones
de investigación como IVITA (19), CIPA (5), UNAP (6), INFOR (1) y
por el IIAP (4); b) apoyo a las comunidades nativas; c) hidrología y
climatología; d) potencial pesquero regional; y e) explotación integral
del aguaje.
Los cuatro de inversión fueron: a) Industrialización del plátano; b)
industrialización de la yuca; c) ingenio azucarero; y d) industrialización
del vidrio. En 1983, el Consejo Superior y el Directorio crean una
estructura orientada a un trabajo ágil y eficiente; con este fin se
implementa el Departamento de Formación y se crean y ejecutan tres
Órganos de Línea:
• Coordinación del Área de Estudio e Investigación en Recursos
Naturales.
• Coordinación del Área de Investigación Tecnológica.
• Coordinación del Área de Investigación Socioeconómica.
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Asimismo, se crea la Filial IIAP-Pucallpa y se recibe, en transferencia,
de la Cooperación Suiza (COTESU) el Centro de Investigaciones de
Jenaro Herrera.
Respecto al personal, de 38 trabajadores al 31 de diciembre de 1982, en
1983 se incrementa a 128 trabajadores, gracias a la promulgación de las
Leyes 23641 y 23642, del 24 de junio de 1983, que dispusieron la
apertura del presupuesto del IIAP en calidad de pliego y las
autorizaciones a la CORDELOR y CORDEU para que efectúen las
transferencias del 3% del canon y sobrecanon petrolero,
respectivamente. En cuanto a régimen laboral, mediante acuerdo Nº 30,
se adopta el de la Ley 4916.
Esta nueva situación económica se dio gracias a la contratación de
asesores , cuyo trabajo repercutió notablemente en el ordenamiento de
3F4
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Estos profesionales fueron: el Dr. Raúl Aco Cataldo, para asesorar a la Presidencia en la gestión técnico-
administrativa del Instituto, el Dr. Rodrigo Montoya, para evaluar el proyecto de Comunidades Nativas; el
Dr. Miguel A. Rodríguez R. para asesorar a las Universidades de la Región en Metodología de la
Investigación; el Ing. Quím. Manuel Vizcarra A. para el proyecto de Contaminación Ambiental, el Sr. Roger
Rumrrill para publicaciones; se contó, también, con la asesoría-ad honorem del Dr. German Huanki, para
asuntos financieros y presupuesto público.
19
A solicitud del Consejo Superior se inicia los trabajos para la
formulación de los lineamientos de política a largo plazo y el plan de
desarrollo científico y tecnológico de mediano plazo; por primera vez se
estudia la posibilidad de solicitar al Congreso Nacional la modificación
de la Ley 23374. También se ve la necesidad de elaborar el Reglamento
Interno del IIAP.
El Directorio, además de cumplir los acuerdos del Consejo Superior,
prestó mucha atención a la conducción administrativa del IIAP,
especialmente en lo relativo a personal, infraestructura y equipamiento,
presupuesto, servicios de apoyo y ejecución de los programas de estudio
e investigación previstos en el Plan, autorizando la suscripción de 40
convenios de Cooperación Institucional; 58 contratos de locación de
servicios y 11 contratos de apoyo a tesis de grado. La orientación de
política que el Instituto imprimió a su gestión en 1984 fue la delineada
por el Consejo Superior en agosto 1982; esto es, la de ente promotor,
coordinador y de apoyo de proyectos de estudio e investigación sobre la
base, principalmente, de convenios con instituciones especializadas
regionales, nacionales e internacionales.
..
En otros aspectos se puede remarcar que por Resolución 149-84-CG de
la Contraloría General de la República del 1º de agosto de 1984, se
designó a SIALER CAMACHO y ASOCIADOS SCRL para auditar los
Estados Financieros del IIAP del ejercicio 1983. Asimismo, el doctor
Raúl Aco Cataldo formuló el Manual de Preparación y Evaluación de
Proyectos de Investigación.
Se realizó gestiones ante el Congreso Nacional para la transferencia al
IIAP de las instalaciones del IMARPE-Iquitos. Se logró el dispositivo
legal (Ley 23898) que autoriza la asignación directa del 3% del canon
petrolero a la cuenta del IIAP; con ello se termina con la intermediación
de las CORDES de Loreto y Ucayali. En el año 1985, en cuanto a las
acciones realizadas por el Consejo Superior y el Directorio, con relación
a la Gestión Técnico Administrativa, resaltan las siguientes:
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• Adquisición e inauguración de la nueva sede del IIAP, ubicada en la
Av. Abelardo Quiñones Km. 2,5, que permitió la implementación de
los órganos de apoyo a la investigación, especialmente los
departamentos de Difusión, Informática y Administración.
• Se eligió al Eco. Genaro García Angulo como Vice-Presidente del
IIAP y se nombró al Ing. Roger Beuzeville Zumaeta como Director
Ejecutivo en reemplazo del Ing. Oscar Agrega Turriarte, quien
renunció al cargo.
• En cumplimiento de los acuerdos del Consejo Superior, el
Directorio aprueba un anteproyecto modificatorio de la Ley de
Creación del IIAP.
• Una Comisión integrada por el Dr. José López Parodi, Lic. José
Moscoso Conde y el CPC Francisco Moreno Deza, elaboran el
Escalafón de los Trabajadores del IIAP.
• Se efectuaron coordinaciones con el INPA de Brasil para el
intercambio de investigadores, vía ejecución de proyectos de interés
común.
• Gestión ante las Embajadas de Japón y Bélgica para concertar firma
de convenios de cooperación técnica.
• Gestión ante la UNI para solicitar la ejecución de un proyecto de
diseño arquitectónico de la sede institucional del IIAP.
• Se solicitó a la Contraloría General de la República, para que
efectúe una Auditoria Financiera Administrativa correspondiente al
ejercicio económico 1984. Esta se llevó a cabo por la empresa
SIALER CAMACHO y ASOCIADOS SCRL, designado por la
Contraloría.
• Por primera vez, se realiza ante el MEF, las gestiones- para
conseguir autorización para contratar personal científico; por
razones de tramitación la autorización llegó tarde.
• Se realizaron coordinaciones con el Museo de Etnografía de Suiza;
Museo Boldi de Brasil y con la UNESCO, para elaborar el proyecto:
"Museo de la Amazonía Peruana".
En el ano 1986 se inauguraron las Oficinas Filiales de San Martín y
Madre de Dios, con la finalidad de reforzar la presencia del Instituto en
la Amazonía.
En este ano, tanto el Consejo Superior como el Directorio, centraron su
preocupación por la ejecución de proyectos de alcance regional, la
participación de los agentes del desarrollo en los proyectos de
investigación, la difusión de las actividades a todo nivel, fortalecer su
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nivel de organización así como por la mejora de las remuneraciones del
personal investigador y de apoyo del Instituto.
El Presidente asistió a la II Reunión del Consejo de Cooperación
Amazónica, realizada en la Paz, Bolivia.
Se elaboraron 02 documentos importantes: Plan de Investigaciones del
IIAP para el Mediano Plazo 1986-1990 y el Programa de
Desburocratización y el Manual Normativo.
En cuanto a infraestructura y equipamiento, destaca la construcción de
los laboratorios de Hidrobiología, Suelos, Microbiología y Bioensayos y
la Oficina de Trámite Documentario.
Este fue el último año que el IIAP se financió exclusivamente con
recursos del Canon Petrolero y el aporte de la COTESU, toda vez que el
Canon descendió bruscamente obligando al Instituto a paralizar
proyectos, recortar metas y suspender convenios.
En el año 1987 destaca la aprobación de los Lineamientos de Política
Científica y Tecnológica para la Amazonía a Largo Plazo 1986-2000
para normar el quehacer institucional en el contexto del desarrollo
regional.
El Directorio orientó su preocupación a concentrar los estudios en las
áreas de los Recursos Naturales, para ello se dispuso la adecuada
presentación de los proyectos de investigación y un rol mucho más
activo del Instituto en la ejecución de dichos proyectos.
Se aprobó el Convenio Cooperación Técnico Financiero entre el IIAP y
la CORDEMAD para la ejecución del proyecto de Ovinos Tropicales y
Evaluación de Recursos Hidrobiológicos en el Río Madre de Dios.
Participación en el III Encuentro Peruano-Brasilero sobre Ciencia y
Tecnología realizado en la ciudad de Manaus - Brasil.
El 10 de marzo de 1987, se hizo efectiva la transferencia al IIAP del
Laboratorio Regional de Iquitos del IMARPE, el Acta de Transferencia
fue suscrita por el IIAP, el Dr. Jaime Moro Sommo, Presidente; y por el
IMARPE el Vice-Almirante AP Ricardo Zevallos Newton, Presidente
del Consejo Directivo.
Debido al brusco descenso del Canon y Sobrecanon Petrolero que
financiaba las acciones del IIAP, se tuvo que acudir en busca de
recursos al Tesoro Público que con el apoyo del Diputado Orison Pardo
Mattos se consiguió el financiamiento de remuneraciones, bienes y
servicios.
Este año, por la difícil situación económica, se ejecutaron obras de poca
magnitud, en infraestructura, las obras más importantes se ejecutaron en
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el Centro de Investigaciones de Jenaro Herrera: un ambiente para el
herbario, una oficina forestal y viviendas para investigadores.
En el año 1988 entre los aspectos más saltantes referidos a la gestión
institucional deben destacarse los siguientes hechos:
• Revisión y actualización del Plan de Investigaciones del IIAP para
el Mediano Plazo 1986-1990 con apoyo de profesionales,
especialistas regionales y nacionales de investigación y desarrollo.
• Formación de la Comisión de Asesoría Técnica Científica del IIAP,
con especialistas del más alto nivel nacional e internacional, pero
nunca funcionó.
• Firma de Convenios de Cooperación Técnico-Científico y
Financiero con instituciones de investigación y desarrollo: INIAA-
Ica; INIAA-San Martín, CENFOR, IVITA, SABAC-Chile,
CONCYTEC, UNAP, UNU, UNA, CORDEU, CORDESAM,
CORDEMAD.
• Participación en la III Reunión del Consejo de Cooperación
Amazónica, realizado en Brasilia, donde se creo la Comisión
Especial de Ciencia y Tecnología (CECTA).
• Con auspicio del CONCYTEC, se realizó en Iquitos el Primer
Encuentro de Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de
Organismos de Investigación en Ciencia y Tecnología.
• La elección de un nuevo Presidente, el Ing.º Roger Beuzeville
Zumaeta y cambio de Directorio por un período de 03 años (24/4/88
- 24/4/91).
En el año 1989 se destaca como logros más importantes de la gestión
institucional, la realización en Iquitos, Pucallpa y Lima del "I Encuentro
Amazónico con Inversionistas" con el propósito de difundir las
oportunidades de inversión que se derivan de los estudios de
investigación presentándose 12 estudios de pre-inversión:
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• Reproducción Artificial de Peces
• Conservas de Pescado de Especies Amazónicas
• Planta Lechera de Iquitos
• Construcciones No Convencionales en la Selva Baja
• Fábrica de Envases de Vidrio en la Amazonía
• Crianza de Búfalos en Terreno de Altura
Se contó con el auspicio del CONCYTEC, COFIDE, COTESU,
CORDEU, CORDELOR, UNAP, etc.
En Pucallpa se compró el Fundo "Villa Rica" de 22 hás. de terreno con
un aporte de 50% por parte de CORDEU, esta área fue destinado a las
investigaciones en piscicultura, agro industria, lombricultura y otras
líneas de investigación.
Así mismo, en el Departamento de San Martín se ha logrado un
significativo avance en la construcción de la sede institucional del IIAP-
Filial San Martín, con un avance en la primera fase de 110 m.2 de área
techada.
Como consecuencia de la aprobación del nuevo Reglamento de
Organización y Funciones, por parte del Consejo Superior, se' amplió el
número de sus representantes al Consejo, incorporando a los
representantes de la Oficina Nacional de Recursos Naturales (ONERN)
y el Instituto de Investigaciones Tecnológica Industrial y de Normas
Técnicas (ITlNTEC).
También es importante señalar nuestra participación en el II Encuentro
de Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de Organismos de
Ciencia y Tecnología (Noviembre-Leticia), asimismo se participó en la
Reunión Mixta Peruano-Colombiano (Noviembre-Bogotá).
Se elaboró el Plan de Capacitación y Especialización a Mediano Plazo
1991-1995.
En el año 1990 se tuvo serias dificultades financieras y económicas
(proceso inflacionario extremadamente elevado) como consecuencia de
la crisis nacional, la que restó posibilidades para un adecuado
cumplimiento de las metas y objetivos propuestos (poner cuadro de
ingreso del Canon). Sin embargo, a pesar de las restricciones existentes,
se han logrado resultados en gestión institucional, investigaciones,
capacitación de personal investigador y técnico del Instituto.
Estos problemas se obtuvieron gracias al apoyo de instituciones
nacionales e internacionales de cooperación como la ORSTOM de
Francia, COTESU de Suiza, Universidad de Carolina del Norte, INIAA,
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Gobierno Regional de Ucayali y la Universidad Nacional de la
Amazonia Peruana.
En Gestión Institucional; resaltan los hechos siguientes:
• Después de un período de reuniones de Directivos, Investigadores,
Técnicos, Administrativos y agobiados por los problemas internos,
que a mi parecer se agudizaron, principalmente, por los problemas
económicos, el Directorio nombró una comisión para realizar la
reestructuración del IIAP, habiéndose aprobado la modificación del
Reglamento de Organización y Funciones y el Proyecto de
Modificación de la Ley del IIAP, en Sesión del Consejo Superior.
El 10 de diciembre de 1990, el Consejo Superior en Sesión
Extraordinaria mediante Acuerdo Nº 225/06-90.;IIAP acordó
cambiar la denominación de los órganos desconcentrados, de filiales
por los Centros Regionales de Investigación (CRI).
• Se gestionaron proyectos de Cooperación Técnica con los siguientes
organismos:
• BID, para realizar estudios de Sensoramiento Remotos en la
Amazonia Peruana.
• JICA (Japón), para Transformación de Pescado Amazónico en
Pequeña Escala.
• Cooperación Técnica Italiana, para la Explotación Integral del
Aguaje.
• Corporación Araracuara (Colombia), para intercambio de
información e investigadores.
• Se ha concluido el Convenio con la Cooperación Suiza
COTESU, del cual se recibió significativo apoyo económico
para la investigación científica en el Centro de Investigaciones
de Jenaro Herrera.
Asimismo, permitió la obtención de importantes resultados en el
desarrollo de técnicas silviculturales y estudios de ecología
forestal; sin embargo, quedó pendiente como compromiso
asumido por ambas partes y con el apoyo económico de
COTESU la publicación de los resultados.
• Se ha firmado convenio con la empresa Zoocriadero caimanes
S.A., para el manejo y reproducción de caimanes.
• Convenios con el Proyecto Flora del Perú, para el estudio de la
Flora en Alpahuayo.
25
En el año 1991, cabe destacar que a pesar de la profunda crisis
económica y financiera nacional que restringió la transferencia de
recursos del Tesoro Público, el IIAP ha continuado realizando estudios
en las áreas de Fito-genética, Suelos, Forestales, Hidrobiología, Fauna y
Socio-Economía, así como acciones de capacitación y entrenamiento de
sus recursos humanos, tanto en el interior del país como en el
extranjero.
Así mismo, se destaca la labor de coordinación interinstitucional para
emprender acciones conjuntas de investigación y desarrollo, mediante la
firma de convenio con los Gobiernos Regionales de Ucayali, Inka, así
como con la UNAP, UNAS Y la UNESCO.
En forma ordenada haré mención de los principales hechos acontecidos,
al cumplir el IIAP sus 10 primeros años de vida.
En Gestión Institucional:
26
• Del 23 al 25 de mayo, con el auspicio de FAO, se organiza una
reunión internacional denominada "Consulta de Expertos sobre
Planificación de la Ordenación de los Recursos Vivos Acuáticos de
la Cuenca Amazónica", en el marco del Programa de Recursos
Hidrobiológicos de la CEMMA del TCA, que el IIAP coordina a
nivel regional.
LÍNEAS DE ACCIÓN
El IIAP, durante sus diez primeros años centró sus actividades en tres
grandes áreas de acción: a) Investigación; b) inversión y producción; e)
formación de personal especializado.
INVESTIGACIÓN
Como es normal a toda institución que recién se inicia, antes de llegar a
definir y limitar sus actividades a aquellas que le permiten su capacidad
económica y humana instalada, buscó comprender el mayor número
posible de aspectos de la realidad amazónica.
Ello explica que se proponga investigar desde lo relativo al tipo de
apoyo que requieren las comunidades nativas, hasta estudios específicos
sobre: hidrología y climatología, potencial pesquero regional, recursos
naturales, el medio ambiente, agricultura, ganadería y pastos, foresta y
fauna, salud, arqueología e historia, antropología, realidad poblacional y
socioeconómica de la región.
Con el tiempo, la experiencia acumulada irá racionalizando, precisando
y organizando la actividad investigadora institucional, hasta conformar
la actual organización en direcciones de investigación.
INVERSIÓN Y PRODUCCIÓN
En este rubro, el IIAP trabajó en la búsqueda de tecnología adecuada y
orientada hacia:
a) La industrialización del plátano, de la yuca y de los frutales nativos.
b) La producción de vidrio y de azúcar rubia.
e) La reproducción artificial de peces y la producción de conservas de
pescado de especies amazónicas.
Todo ello sin descuidar el campo de las construcciones no
convencionales en selva baja.
27
LOGROS
EN GESTIÓN TÉCNICO-ADMINISTRATIVA
En cuanto a las acciones realizadas hasta 1990, por el Consejo Superior
y el Directorio, relativas a la gestión técnico-administrativa, resaltamos
las siguientes:
• Formulación de la Política de Ciencia y Tecnología para el
desarrollo de la Amazonía Peruana tanto a mediano como a largo
plazo (hasta el año 2000); políticas que se tradujeron en Planes
Operativo s anuales y de mediano plazo. Así mismo, se definió el
«Anteproyecto Modificatorio de la Ley Nº 23374 de Creación del
IIAP», a fin de delimitar con mayor precisión sus funciones,
organización interna y el ámbito de competencia.
• La creación e instalación de las filiales de San Martín y de Madre de
Dios en Puerto Maldonado.
• Adquisición e inauguración de la nueva sede del IIAP, ubicada en la
avenida Abelardo Quiñones, Km. 2.5, que permitió la organización
de los órganos de apoyo a la investigación, especialmente los
departamentos de Difusión, Informática y Administración (ver
anexo).
• Coordinación con el museo de Etnografía de Suiza; Museo Goldi de
Brasil y con la UNESCO, para elaborar el proyecto: «Museo de la
Amazonía Peruana».
• La construcción de los laboratorios de hidrobiología, suelos,
microbiología y bioensayos y la Oficina de Trámite Documentario.
• La aprobación del Convenio de Cooperación Técnico-Financiera
entre el IIAP y la CORDEMAD para la ejecución del Proyecto de
Ovinos Tropicales y Evaluación de Recursos Hidrobiologicos en el
río Madre de Dios.
• La revisión y actualización del Plan de Investigaciones del IIAP
para el Mediano Plazo 1986-1990 con apoyo de profesionales
regionales y nacionales, especialistas en investigación y desarrollo.
• Firma de Convenios de Cooperación Técnico-Científica y
Financiera con: INIAA-Ica; INIAA-San Martín, CENFOR, IVITA,
SABAC-Chile, UNAP, UNU, UNA, CORDEU, CORDESAM,
CORDEMAD.
• Con auspicio del CONCYTEC, se realiz6 en Iquitos el Primer
Encuentro de Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de
Organismos de Investigación en Ciencia y Tecnología.
28
• La realización del «I Encuentro Amazónico con Inversionistas» con
el propósito de difundir las oportunidades de inversión que se
derivan de los estudios de investigación. En este encuentro, el
Instituto presentó los siguientes estudios: a) Producción hidropónica
del tomate; b) palmera aceitera - Proyecto Manití; c) microingenios
azucareros - Producción de azúcar rubia; d) industrialización de la
yuca; e) producción e industrialización de frutales nativos f) planta
de hojuelas y harina de yuca; g) reproducción artificial de peces; h)
conservas de pescado de especies amazónicas; i) planta lechera de
Iquitos; j) construcciones no convencionales en la selva baja; k)
fábrica de envases de vidrio en la Amazonía; y l) crianza de búfalos
en terreno de altura.
• En Pucallpa se compró el Fundo «Villa Rica» de 22 has. CORDEU
colaboro con el 50% del costo, esta área fue destinada a las
investigaciones en piscicultura, agroindustria, lombricultura y otras
líneas de investigación.
Asimismo, en el departamento de San Martín se logró la
construcción de la sede institucional del IIAP-Filial San Martín.
29
En 1985:
• Se ha programado 110 estudios e investigaciones; de ellas 12
pertenecen al área de recursos naturales, 86 a investigaciones
tecnológicas y 12 a investigaciones socioeconómicas. La modalidad
de ejecución fue por administración directa, convenio con otras
instituciones o contrato con investigadores de reconocido nivel. De
los estudios sobre recursos naturales 10 versan sobre inventario y
evaluación de recursos naturales y 2 sobre contaminación ambiental.
De los de investigación tecnológica, 48 pertenecen a agricultura, 6 a
ganadería y pastos, l a avicultura, 12 a pesquería, 16 a forestal y
fauna, l a industrias y 2 a construcciones; finalmente, de los de
investigación socioeconómica, 5 son de salud y 7 sociales.
En 1986:
• Se desarrolló 51 actividades de investigación científica agrupadas en
7 programas prioritarios, según el Plan Global de Investigaciones a
Mediano Plazo 1986-1990. Programas de Suelos, Flora, Fauna,
Forestal, Hidrobiología, Medio Ambiente y Socio-Economía,
incluyendo proyectos extrapro-gramáticos en las áreas de
Acuicultura, Apicultura, Avicultura, Agroindustria, Ganadería,
Socio-Economía.
En 1987:
• Se programó la ejecución de 39 proyectos de investigación,
distribuidos en los programas: Programa de Suelos Tropicales,
Programa de Flora, Programa Forestal, Programa de Hidrobiología,
Programa de Medio Ambiente.
Además un Programa de Proyectos Especiales en las áreas de
Apicultura y Agroindustria, Ganadería y pastos y Socio-Economía.
Por problemas económicos no pudieron ejecutarse 15 proyectos
principalmente, aquellos que se ejecutan en convenio con otras
instituciones.
En 1988:
• Se ha programado 36 proyectos de investigación de las cuales, 16 se
ejecutaron directamente, 13 mediante convenio con instituciones
nacionales y 7 con instituciones extranjeras; en el área de Suelos,
Flora, Forestal, Fauna, Hidrobiología, Agroindustria e Histórico
Social.
En 1989:
• Se ha programado la ejecución de 35 proyectos de investigación,
concretamente la ejecución de 30 proyectos, en las áreas de Suelos y
Agroindustria, Flora, Fauna y Recursos Hidrobiológicos.
30
En 1990:
• Se han ejecutado un total de 27 proyectos en los Programas de
Suelos y Agroindustria, Flora, Fauna y Recursos Hidrobiológicos.
En el área de inversión resaltamos dos hechos importantes:
1. En la ciudad de Tarapoto se concluyó e inauguró la Sede del Centro
Regional de Investigaciones del IIAP - San Martín, en un terreno de
2,500 metros donados por la Municipalidad de San Martín.
2. En la ciudad de Pucallpa, se adquirió una «Planta Piloto para el
Procesamiento de la Yuca» en coordinación con el CIA T de
Colombia y el apoyo financiero del Gobierno Regional de Ucayali.
En 1991:
• Se ejecutaron 20 estudios, en las áreas de Recursos Fitogenéticos,
Suelos y Agroindustria, Recursos Forestales, Recursos
Hidrobiológicos, Fauna, Socio-Economía e Impacto Ambiental.
EN FORMACIÓN, CAPACITACIÓN Y PERFECCIONAMIENTO
El área de formación, capacitación y perfeccionamiento no se
circunscribió al personal del IIAP, sino comprendió también al personal
de otras instituciones; cumpliendo de este modo con una de sus
funciones primordiales, como es la de promotor del desarrollo científico
en la Amazonía Peruana. Respecto al personal del IIAP, el Instituto
auspició el doctorado de dos de sus profesionales y la maestría de ocho.
Asimismo, se capacitó a mil ciento setenta y cinco profesionales y
técnicos del IIAP; mil quinientos treinta y nueve profesionales y
técnicos de otras instituciones, en eventos (seminarios. congresos,
forum, etc.) cursos cortos (menos de 3 meses), especialización (más de
3 meses), post-grado, maestría y doctorado. Punto especial y que bien
vale resaltar es el hecho que en su primer decenio, el IIAP apoyó a
cincuenta y tres tesistas para que culminen su titulación.
EN DIFUSIÓN
En lo concerniente a trasmitir y hacer conocer las actividades del
Instituto, resumimos a continuación 10 más significativo:
• Las actividades se concentraron en el apoyo a la organización de 27
eventos científicos; la elaboración de 26 programas audiovisuales
sobre los trabajos de investigación que realiza el IIAP en forma
directa y con otras instituciones.
• Así mismo, destacase la publicación en inglés del boletín «Qué es el
IIAP» para la difusión internacional; y la producción de 12 videos,
sobresaliendo el de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria.
31
• Para la formación de la videoteca se adquirió 32 videos; la mayoría
de ellos de corte ecológico, tales como: «El auge de las ciudades»
(Canadá); «Defensa de la herencia medio ambiental» (Japón); «El
tiempo lo dirá» (Holanda); y «El enemigo invisible» (Suecia); etc.
En los canales 5 y 2 se ha presentado videos producidos por el IIAP,
entre ellos, «Informe de Madre de Dios», «Los Chayahuitas», «Los
Shipibos», «Microprogramas sobre conservación», «Problemática
ecológica del departamento de San Martín», etc.
Además se ha participado en eventos de difusión: Primer Festival
Latino-americano de Cine y Video de Pueblos Indígenas (México);
Primer Festival Nacional de Video (Lima) etc.
Se apoyó al «III Congreso Nacional de Botánica» (UNAP-IIAP-
Universidad de Carolina del Norte); al encuentro sobre
«Planificación de Áreas Silvestres y el Plan Maestro de la Reserva
Nacional Pacaya-Samiria» (COREPASA); y a los «Cursos de
extensión y comunicación agrícola» (IIAP-CIPA XVI-IICA).
Asimismo, se participó en el «11 Encuentro Internacional de Cine
Ecológico» y el «1 Encuentro Nacional de Cine y Video en Ciencia
y Tecnología».
A lo anterior hay que añadir la producción de cuatro
microprogramas ecológicos: «Deforestación», «La Charapa»,
«Ecosistemas», «La Taricaya»; y dos documentales: «Investigación
para la Conservación» y «Sistemas Integrales de Producción en San
Martín».
EN PUBLICACIONES
En lo referente a tareas de edición, juzgamos pertinente citar las
siguientes:
• Creación de la revista institucional FOLIA AMAZÓNICA,
especializada en dar a conocer el trabajo científico del IIAP y de
otras instituciones de la región amazónica. Se logró publicar los
volúmenes 1 y 2.
Además de esta revista científica, se dio a conocer otras
publicaciones, tales como: «Estudios básicos y aplicados de la
madera en Selva Baja»; «Estudio técnico y económico para la
producción de achiote y guisador en la carretera Iquitos-Nauta»;
«Sistemas de construcción no convencionales para áreas rurales de
la Amazonía Peruana»; «Estudio sobre efectos colaterales para el
uso;;; de anticonceptivos orales en usuarios regulares del programa
de planificación familiar del área de salud de Iquitos»; «Importancia
de los frutos de consumo humano»; «Estudios hidrobiológicos del
río Corrientes»; y «Elaboración de grated a partir del boquichico»;
para la videoteca del IIAP se ha catalogado los registros de video
por temas y cassettes.
32
• En Convenio con el CET A, se ha editado 3 volúmenes de «Edición
Monumental de las Fuentes Históricas de la Amazonía».
EN INFORMÁTICA Y BIBLIOTECA
Respecto a estos dos ámbitos de actividad, las realizaciones más
importantes las enumeramos a continuación:
• La organización e implementación de la Biblioteca y el diseño del
Sistema de Informática del IIAP, coordinándose con técnicos del
CATIE, UNA, IICA y CONCYTEC. Se adquirió más de 570 libros,
40 solicitudes de suscripción y 200 comunicaciones para
intercambio con el país y el exterior.
• La adquisición del primer equipo de cómputo, una APPLE III, Y la
iniciación del inventario de proyectos de estudio e investigación
sobre la Amazonía; en este período se ha inventariado 417 trabajos
existentes en Iquitos y Pucallpa, pertenecientes a 24 instituciones.
En cuanto a tesis, se ha registrado 1,152 tesis universitarias de
bachillerato, titulación y postgrado.
33
establecer las mejores relaciones con sus pares de otros países y con
otras organizaciones internacionales interesadas en la problemática
amazónica.
Para medir lo alcanzado en este campo nos concretamos a dos puntos
referenciales: a) Presencia del IIAP en encuentros internacionales en
tomo al medio ambiente, desarrollo sustentable, Amazonía y temas
afines; b) la firma de convenios con gobiernos, centros de investigación
y otras instituciones.
ENCUENTROS INTERNACIONALES
El IIAP inicia su presencia en encuentros internacionales con su
asistencia al I Encuentro Científico y Tecnológico de los Países del
Tratado de Cooperación Amazónica, realizado en Belém, Brasil. Luego
su participación es más frecuente, sea como organizador o como
participante.
I Simposio Internacional sobre Trópico Húmedo, realizado en Belém do
Pará, Brasil. Seminario Internacional sobre Conservación y Desarrollo
de Ecosistemas del Bosque Tropical, organizado por MAB-UNESCO
en la ONERN, Lima.
II Encuentro Peruano-Brasileño de Cooperación Amazónica en Ciencia
y Tecnología, organizado por el IIAP, en coordinación con el
CONCYTEC, en la ciudad de Iquitos. En el marco de este encuentro, el
IIAP y el INPA de Manaus, Brasil suscribieron un «Acta de Intención»
para establecer vínculos de cooperación en las áreas de contaminación
ambiental, capacitación, informática y planeamiento.
Primer Encuentro de Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de
Organismos de Investigación en Ciencia y Tecnología, realizado en la
ciudad de Iquitos.
II Reunión del Consejo de Cooperación Amazónica, realizada en La
Paz, Bolivia.
III Reunión del Consejo de Cooperación Amazónica, realizada en
Brasilia. En esta reunión se creó la CECTA (Comisión Especial de
Ciencia y Tecnología)
II Encuentro de Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de
Organismos de Ciencia y Tecnología, realizado en Leticia-Colombia;
Asimismo en la Reunión Mixta Peruano-Colombiano, celebrada en
Bogotá, Colombia.
CONVENIOS
Se gestionó proyectos de Cooperación Técnica con los siguientes
organismos: BID, para realizar estudios de Sensoramiento Remoto en la
Amazonía Peruana; JICA (Japón), para Transformación de Pescado
34
Amazónico en Pequeña Escala; Cooperación Técnica Italiana, para la
Explotación Integral del Aguaje; Corporación Araracuara (Colombia),
para Intercambio de Información e . I 4F5
5
El Directorio encarga al Ing. Oscar Agreda Turriarte, Director Técnico, que al más breve plazo busque un
local aparente para integrar las unidades dispersas y mal instaladas del Instituto. Con este fin se gestiona la
adquisición de un área apropiada (100 has.) en las afueras de Iquitos; para edificar la sede y establecerlas
instalaciones de investigación. En este sentido, con apoyo del Ministerio de Vivienda, de la CORDELOR y
de la Región Agraria XXII del Ministerio de Agricultura, se gestiona el fundo ganadero de Guayabamba de
Ganadera Amazonas. Asimismo, para cumplir los fines del Instituto en Tarapoto y Pucallpa, se inicia
diligencias para obtener áreas de tierra en estas localidades.
35
ANEXO 1
36
ANEXO 2
37
año. El número de trabajadores fue de 38: Dirección 1; Administración
9; y Proyectos de Investigación 28.
El CIJH es la primera unidad operativa descentralizada del IIAP,
encargada de ejecutar un programa integrado de proyectos de
investigación pluridisciplinario de tipo horizontal, en una área ecológica
bien delimitada, dirigido a generar la tecnología más apropiada para el
aprovechamiento racional e integral de los recursos naturales que
beneficie a la población asentada en dicha área.
Tres son los lineamientos, que guían los trabajos de investigación en el
CIJH.
1 Conocer la estructura y dinámica de los ecosistemas de la localidad
y su componente de recursos naturales, actuales y potenciales.
2 Comprobar y analizar la viabilidad tecnológica, económica y
ecológica de elementos de producción en agricultura, ganadería,
piscicultura, etc.
3 Desarrollar sistemas de producción, que permitan manejar los
elementos naturales de los ecosistemas para un mejor y racional
aprovechamiento.
Con esta orientación se ejecuta proyectos de investigación
principalmente en lo siguiente: cultivos de arroz en altura; cultivo de
yuca; cultivo de caupí; frutales nativos; ganadería bubalina; piscicultura
de especies de peces nativos.
Respecto a forestales: taxonomía; tipología de vegetación; biología y
ecología de palmeras; propagación de especies forestales y silvicultura
en plantación de especies forestales nativas; manejo de bosques; estudio
de purmas; sistemas agro forestales tradicionales; modelos
agroforestales experimentales; arboretum; regeneración natural del
bosque; etc.
Todo este trabajo se realizó principalmente gracias al apoyo de la
COTESU, que desde 1983 hasta 1990, apoyó económicamente con
importantes sumas de dinero, que cubrieron gastos de dirección,
capacitación, asesoría, investigación forestal, seminarios e
implementación con movilidad terrestre, acuática, grupos electrógenos,
etc.
Por todo lo dicho es nuestro deber resaltar el apoyo de la Cooperación
Técnica Suiza, porque sin él, no se hubiera conseguido los logros y la
importancia que ahora se tiene en la comunidad científica nacional e
internacional.
CRI - UCAYALI
A diferencia de las otras Filiales o Centros Regionales de Investigación
del IIAP, que se crearon mediante acuerdos del Consejo Superior, esta
38
Filial fue creada por Resolución Presidencial Nº 004-82-IIAP-P,
amparada por el Acuerdo de Directorio Nº 160 de fecha 28 de junio de
1983, a solicitud del ingeniero Duilio Tealdi Yosti, representante de
CORDEU. Fue nuestra primera Filial; se inauguró el sábado 20 de
agosto de 1983.
Previo concurso de méritos se nombró como primer coordinador al
ingeniero Jorge Tirado Tello; al fallecer el ingeniero Tirado, asume la
coordinación el médico veterinario Edgardo Chaman Silva-Santisteban
(1985); a su renuncia, asume el cargo la M.Sc. Yolanda Guzmán
Guzmán (1988).
En 1990, se construyen las oficinas ubicadas en el Jr. Progreso NI! 102
Y se implementa a este Centro Regional con una Estación Experimental
«Fundo VILLARICA», ubicada en el Km. 12.4 de la carretera Federico
Basadre.
CRI - MADRE DE DIOS
Esta Filial fue creada a solicitud del ingeniero Gonzalo Villavicencio
Aguilar, mediante Acuerdo Nº 059/06-85-IIAP-CS. Inició su
funcionamiento el 2 de julio de 1986, teniendo como coordinador al
ingeniero Frank Cruz Sisniegas. Se instaló en noviembre de 1986 con la
presencia del Directorio en pleno.
El inicio de sus actividades lo hace en un ambiente cedido por el
Ministerio de Agricultura y luego en un local alquilado en la Av. 28 de
Julio NI! 750, Puerto Maldonado
CRI - SAN MARTIN
Fue creada a solicitud del ingeniero Segundo Pascual Camacho,
mediante acuerdo de Directorio Nº 267-84-IIAP-D.
Después de más de dos años de su creación, el 10 de abril de 1986, se
declaró instalada esta nueva Filial. Su primer coordinador fue el doctor
Carlos Linares Bensimón.
Inició sus acciones en un pequeño ambiente cedido por el Proyecto
Especial Huallaga 2 Central- Bajo Mayo. Luego se gestionó con un
terreno de 5,000 m , para la construcción de esta Filial, este terreno está
ubicado entre la ciudad de Tarapoto y el distrito de Morales. En poco
menos de 1 año de labor, el doctor Linares Bensimón dejó el cargo y fue
remplazado por el biólogo Carlos Miguel Castañeda Ruíz a partir de
febrero de 1987.
ESTACIÓN EXPERIMENTAL IIAP-ALLPAHUAYO
A principios de 1984, la Región Agraria XXII adjudica al IIAP una
parcela de terreno ubicado en el Km. 32 de la carretera Iquitos-Nauta de
aproximadamente 3,000 has., que por sus características se consideró
39
idónea para establecer el Centro de Investigación y Desarrollo de
Allpahuayo, como se llamó al principio.
Tres fueron sus objetivos:
a. Realizar investigación aplicada para la generación de tecnologías
apropiadas integradas (sistemas de producción).
b. Transferencias de dichas tecnologías a los productores asentados
sobre el eje de la carretera Iquitos-Nauta.
c. Producción de ingresos propios para el IIAP.
Este terreno posee una superficie ondulada de 3,261 has y 2,400 m2,
cubierta totalmente de bosque primario, con suelos variados desde el
arcilloso al arenoso,.atravesado por numerosas quebradas (4 las de
mayor caudal) que desembocan en el río Nanay.
Los primeros trabajos, realizados en una área de 16 has fueron cultivos
de pan llevar: yuca, plátano; pasturas: 26 variedades de Brachiaria para
evaluar reasistencia al salivazo; comparativo de 5 variedades de caña de
azúcar; semillas de achiote y fríjol de palo; pasturas: Brachiaria,
Andropagon, Desmodium y Kudzú, para crianza de ovinos de pelo.
Mediante acuerdo del Consejo Superior Nº 115/06-90-IIAP-CS del 10
de diciembre de 1990, se la denomina Estación Experimental de
Allpahuayo.
40
ANEXO 3
RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN
PROGRAMA: SUELOS
*
Ejecutado en Convenio con la UNAP-INIAA y la Universidad Carolina del Norte (USA) con
financiamiento de FONDEAGRO.
41
cultivos permanentes 28.5%; tierras para producción forestal 21.3%;
tierras para protección 47.2% y asimismo se elaboró un mapa de uso de
estos suelos.
42
producción en la que destacó el Modelo 7: Huacapú - Huasaí - Pijuayo -
Plátano - Yuca - Piña.
Agroforestería en Allpahuayo
Se efectúa un diagnóstico en el tramo constituido de la carretera Iquitos-
Nauta y carreteras secundarias. El diagnóstico ha permitido averiguar el
uso de la tierra y los sistemas forestales tradicionales existentes. Se
observó que la agricultura se caracteriza por un amplio rango de
asociaciones de cultivos, recurriendo al monocultivo únicamente cuando
el agricultor es prestatario del Banco Agrario, pues es una de las
exigencias de la referida institución financiera.
Lombricultura en Ucayali
Se han efectuado diversos experimentos relacionados con la tecnología
de producción de humus y sus aplicaciones en la agricultura. Los
resultados son alentadores para la recuperación, de los suelos
degradados en la zona de Pucallpa y otros lugares de la Amazonía.
PROGRAMA: AGROPECUARIO
43
Investigación en Maíz. Proyecto realizado en convenio con el INIAA
Se ha realizado estudios de rendimiento de variedades, uso de
herbicidas, fertilización y asociación, así como la producción de
semillas bólica.
Se encontró que las variedades PCM-701, PCM-5 y PCM-747, superan
en más del 10% los rendimientos actuales.
Se realizó la selección nasal en la variedad Cubai yellow, grano
amarillo, obteniéndose un rendimiento de 1,000 kg/ha.
44
Se logró obtener rendimientos promedios que varían en 9,937 kg/ha a
11,464 kg/ha. .
45
preliminares referente a parámetros productivos y reproductivos
siguientes: natalidad 78.2%; mortalidad 5,8%; partos múltiples 25%;
partos simples 75%; peso al nacer 3.09 kg; incremento de peso 122.5
gr/día
PROGRAMA: AGROINDUSTRIAL
Transformación de la Yuca en Pucallpa
Se ha logrado la instalación y funcionamiento de una planta de
procesamiento de harina de yuca en Pucallpa, con capacidad de
producción de 1 TM/turno.
Estudios de Preinversión
Entre los estudios de preinversión realizados para promover la inversión
productiva: microingenio azucarero; industrialización de la yuca;
reproducción artificial de peces; conservas de pescado de especies
amazónicas; construcciones no convencionales en selva baja; crianza de
búfalos en tierras de altura; fábrica de envases de vidrio; y estudio de
factibilidad para la industrialización del plátano.
PROGRAMA: FORESTAL
46
Propagación de Especies Forestales Nativas en Jenaro Herrera
Se ha efectuado diversos ensayos de propagación de especies forestales
nativas de Jenaro Herrera.
47
Se ha determinado el poder cicatrizante del Ubos (Spondias),
habiéndose obtenido el aislamiento de tres componentes codificados
como: LL1, LL2 Y LL3.
Germoplasma de Achiote
Se ha logrado establecer un banco de germoplasma de achiote. La
producción varía entre 0.900 a 3.500 kg de semilla seca por planta y de
0.75% de contenido de bioxina.
Proyecto Orquídeas
Se ha realizado un inventario preliminar de orquídeas de la zona y la
instalación de un vivero para el cultivo y adaptación de 35 especies de
la zona. Las orquídeas se distribuyen ampliamente en Tingo María y
área de influencia en donde se observa una gran diversidad y gran
densidad. Los géneros más representativos tanto por su diversidad,
como por su densidad fueron: Epidendrus y Maxilaris.
PROGRAMA: HIDROBIOLOGICOS
48
estudio. Se tiene identificados 7 géneros de fitoplancton con 168
especies.
En taxonomía de peces, se ha identificado 216 especies pertenecientes a
143 géneros, 37 familias y 10 órdenes, tales como: Rajiformes,
Glupeiformes, G1ymotiformes, Siluniformes, Ateriniformes,
Osteogalsiformes y Synbrochiformes.
En la determinación de biomasa, se ha encontrado para el caso de la
cuenca del Marañón, un promedio de 96.5 Kg. de pescado/ha en aguas
negras y 31.9 Kg. de pescado/ha en aguas blancas. En la cuenca del
Ucayali se tiene 98.4 Kg de pescado/ha en aguas negras y 117.6 Kg. de
pescado/ha en aguas blancas.
49
Desarrollo de la Acuicultura en Iquitos
Se logró inducir la reproducción de cinco grupos de «paco» y uno de
«gamitana», alcanzándose altos niveles de producción de larvas
(935,38) aunque en esta fase la mortalidad se mantiene alta hasta llegar
a la fase de alevino, razón por la cual se continúa estudiando los
diversos factores que condicionan la sobrevivencia de los peces.
PROGRAMA: FAUNA
Reproducción de Ranas
El proyecto tiene como objetivo desarrollar métodos de crianza en semi
cautiverio de la rana nativa Leptodoctylus penta.
50
con la época de vaciante del río, el promedio fue de 378.2 huevos/nido
con 22.9 gr. y con dimensiones de 4.29 x 2.8 cm. La depredación de los
nidos se da a través de la acción humana, iguana, manco, gallinazo,
zorro, shihuango negro. Las crías son depredadas por el gavilán y el
tigrillo.
PROGRAMA: SOCIOECONOMÍA
51
resultado de una convergencia de diversas tradiciones culturales. Los
eventos culturales reunidos en el Chambira, están relacionados con
tradiciones que también se manifiestan en las zonas costeras brasileras,
el altiplano peruano y el área septentrional andina.
52
Corporación Colombiana para la Amazonía - COA «Araracuara». Para
intercambio de investigadores científicos dentro del TCA, intercambio
de experiencias e información científica, tecnológica y cultural.
Organización e implementación de cursos, conferencias, seminarios y
exposiciones.
53
54
ORGANIZACIÓN DEL IIAP AL 31-12-82
CONSEJO SUPERIOR
DIRECTORIO
COMISIÓN ASESORIA
TÉCNICA-CIENTÍFICA
PRESIDENCIA
DIREC. EJECUTIVA
PLANEAMIENTO
ASESORIA JURÍDICA
DEPARTAMENTO DE
ADMINISTRACIÓN
DEPARTAMENTO DE
DIFUSIÓN
DEPART. DE INFORMÁ-
TICA Y BIBLIOTECA
59
BIBLIOGRAFÍA
60
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA, 1990. Reglamento de Organización y Funciones.
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA, 1988. Informe General del I Encuentro de
Cooperación Amazónica Peruano-Colombiano de Organismos de
Investigación en Ciencia y Tecnología. Iquitos, Perú. 68 p.
CAMARA DE DIPUTADOS, 1981. Expediente disponiendo que el
IIAP, creado por el artículo 120 de la Constitución, tiene
personería jurídica de derecho público interno y autonomía
económica y administrativa. Lima, Perú. 60 p.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA, 1983. 11 Encuentro Peruano-Brasileño de
Cooperación Amazónica en Ciencia y Tecnología. Informe Final.
Iquitos, Perú 127 p.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA, 1987. Encuentro Peruano Brasilero de Cooperación
Amazónica en Ciencia y Tecnología. Propuesta de la Delegación
Peruana. Iquitos, Perú. 99 p.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA, 1990. III Encuentro de Organismos de Investigación
en Ciencia y Tecnología de. Perú, Colombia. Iquitos, Perú. 99 p.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE LA AMAZONIA
PERUANA. 1982. I Encuentro Brasilero-Peruano de Cooperación
Científica. Acre-Brasil p.
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62
EL SABIO RAIMONDI Y EL HECHIZO DE
LA FLORESTA AMAZÓNICA
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Setiembre de 1890 -San Pedro de Lloc-. Era uno de esos tantos
atardeceres de primavera llenos de paz donde el poeta podría exclamar:
"Entrad en mí, naturaleza;
entrad en mí, ¡oh cosas de la tierra!"
Ahí, en la plazuela, rodeado por muchos chiquillos caminaba un anciano
de unos 64 años, encorvado, con una faz angulosa y largos cabellos
blancos. Andaba con él una niña amorosa y compañera inseparable. El
anciano era el insigne investigador, infatigable explorador y reconocido
profesor, don Antonio Raimondi y la niña era su adorada Elvirita. Ante
las preguntas, el acoso y la curiosidad de su joven público, don Antonio
se detuvo y comenzó a recordar.
Lejano era su patrio suelo milanés. Nunca más lo había pisado desde
aquel 28 de julio de 1850, día en que llegó al Perú, teniendo como
equipaje sus sueños para con la naturaleza tropical. Años más tarde, el
apasionado naturalista, reconocía que son "los espesos bosques de la
montaña, la activa y lujosa vegetación tropical (que le) decidieron a1
preferir el Perú como (su) campo de exploración y de estudio" 6F
1
Raimondi, Antonio. El Perú. T.1.
2 Las citas de La Condamine, Ulloa, Ruiz y Pavón, Unanue, Sartiges y Markham han sido
recopiladas en la obra póstuma de José de la Riva-Agüero. Los Paisajes Peruanos (Raúl Porras
Barrenechea: El Paisaje Peruano, de Garcilaso a Riva-Agüero. Lima: 1955).
65
con admiración algunos gigantescos y vetustos árboles, verdaderos
colosos del reino vegetal. Estimulado por la curiosidad me interné hasta
lo más espeso del bosque como huyendo de las huellas del hombre para
colocarme frente a frente de ese mundo maravilloso. Allí rodeado de
elegantes arbustos y a la sombra de coposos árboles que obscurecían la
luz del sol me parecía hall arme en el laboratorio de la vida vegetal, y
creía descubrir en medio de la espesura del follaje a la virgen
Naturaleza, bajo forma humana, afanada en modelar y producir las
delicadas y hermosas plantas que tenía a mi rededor. Largo tiempo
quedé absorto contemplando ese enjambre de variados vegetales; me
parecía no tener ojos suficientes para verlo todo y abrazar de un solo
golpe su admirable conjunto; al mismo tiempo pasaban por mi mente
los sueños de mi niñez, y tan viva era la sensación que experimentaba,
que todas las descripciones de la vegetación tropical que había leído en
Europa, me parecían un débil reflejo comparado con la realidad. Por fin
salí de aquel estado extático, y girando la vista por todos lados, vi una
multitud de plantas raras y poco conocidas, que me prometían una
abundante cosecha y ancho campo a mis . 8F3
En este atardecer lleno de la luz suave del ocaso, el sabio revivía cada
momento de su vida, cada uno de sus años se desenrollaba lentamente
como las boas en las playas de los ríos. Rememoraba los primeros años
en esta Lima, llena de contrastes, airosa y humilde, las largas jornadas
de trabajo y el reto implacable de la búsqueda de la verdad; también
volvía a él la imagen de cómo con el generoso maestro Cayetano
Heredia y sus inseparables amigos y discípulos Eboli, Colunga y
Barranca, en los laboratorios y aulas de clase, en los gabinetes donde
contaron "ni con el material didáctico necesario para sus investigaciones
ni con condiciones de trabajo que hicieran amable y fructífera sus
labores" 4, orientaron sus esfuerzos y sus vidas en beneficio del Perú. El
9F
quería tanto este Perú era como su segunda patria. o, más aún parte de él
mismo parte de sus raíces profundas, como él mismo era parte de este
país que había recorrido durante 19 años, conociendo cansancio
injusticia y enfermedad pero teniendo hasta hoy una fe inquebrantable
en este suelo tan querido. suelo hecho de aguas, tierras vegetación,
hombres y mujeres.
Por cierto. Don Antonio había acabado la redacción de la Historia de la
Geografía del Perú en dos volúmenes pero quedaba intacto el sueño de
acercarse constantemente a la reconstrucción más exacta de la historia;
su vida era siempre una tensión hacia la verdad. Esta necesidad absoluta
para él explicaba sus constantes y largos viajes donde confrontaba sus
lecturas y los documentos existentes. De ahí, el surgimiento de nuevos
desafíos y retos como el de la generación de una nueva cartografía
moderna.
3
Raimondi, Antonio. El Perú.
4
Tapia Freses, Alejandro. "José Eboli, Miguel Colunga y José Sebastián Barranca, tres maestros
ilustres de San Marcos" en, Bot. Quim. Org. Hist. Vol. 8. 1964: 13.
66
Nada, ni las dificultades económicas, ni las dificultades personales, ni el
cansancio ni la enfermedad, ni los obstáculos propios de la floresta
amazónica, nada detuvieron a Raimondi en su reconocimiento del
territorio amazónico. Al haber franqueado los temibles pongos y
surcado todos los grandes tributarios del rey de los ríos, Antonio
Raimondi entendía mejor que nadie el desafío que constituye el espacio
amazónico para la ciencia y para los hombres, sean indígenas,
misioneros, colonos o científicos. Tenía una admiración indecible por el
descubridor del gran río Amazonas, el intrépido Francisco Orellana que
encabezó indudablemente una de las más célebres y desgraciadas
campañas de la historia.
Analizó detalladamente más de cincuenta relatos de descubrimiento y
exploración en el ámbito de la actual Región Loreto (departamento de
Loreto. Anexo 1).
A lo largo de sus viajes, el sabio verificaba, confrontaba las diferentes
informaciones con la realidad, realizando las correcciones y
actualizaciones necesarias como colmando vacíos. Su interés para el
mundo de la selva era múltiple: interés del naturalista anonadado por
una infinita diversidad florística y faunística; interés del geógrafo en
entender los espacios como productos dinámicos de un diálogo entre
hombres y naturaleza; interés del cartógrafo en reconstruir el espacio
físico; interés del geopolítico en delimitar este espacio para la grandeza
del futuro del Perú; interés del científico en descubrir los impactos y
potencialidades de la tecnología así como interés del hombre de valores
y de fe para entender aquellos otros hombres indios y grupos
autóctonos.
Después de un primer viaje, entre 1859 y 1861, a la Región del
Amazonas, plasmó todas sus notas en una monografía intitulada
Apuntes sobre la Provincia Litoral de Loreto, publicada en 1862. Cabe
resaltar la importancia y la calidad de la información geográfica así
como la sensibilidad del sabio y del hombre.
Mejor que nadie Raimondi entendía el sentido verdadero de la vida y
sus infinitas pulsaciones creativas. No le bastaban las palabras para
transmitir la fascinación que ejercen sobre él lo que llama las
"producciones naturales". Nos dice que "se nos presenta delante de los
ojos una exuberancia de vida tan grande, que toda la materia parece
estar animada por aquella misteriosa fuerza, que rige el mundo
orgánico; y al ver estas densas nubes de molestos mosquitos y ávidos
zancudos, se diría.'que la naturaleza ha comunicado el soplo de la vida
hasta a los mismos átomos de la atmósfera que nos rodea".
También Raimondi es consciente de la evolución químico-biológica de
los diferentes organismos. Así, para él "la putrefacción es la muerte de
algunos cuerpos y la vida de otros". Descubre la lógica misteriosa del
ciclo continuo de la creación; si el grano de trigo muere en abundancia
dará un fruto eterno que no morirá...
67
"Estos seres, sumamente pequeños, los más simples de la creación,
verdadero caos en donde se confunden la serie animal con la vegetal,
producen sin embargo, los más grandes efectos; ellos se multiplican al
infinito y penetrando por todas partes desagregan y destruyen, en poco
tiempo, todos los cuerpos que atacan; pero mueren a su vez y restituyen
a los dos comunes reservorios, la atmósfera y la tierra, todas las
materias de que se hallan formados. La tierra enriquecida de principios
orgánicos, por los despojos que dejan los millares de estos
imperceptibles seres, que acaban de llenar su misión, se abona por sí
misma, adquiere nueva fuerza y puede producir otros seres superiores
en organización".
Sin duda Raimondi estaba maravillado ante la vida, la actividad, los
profundos cambios orgánicos y las producciones tan diversas y profusas
de los reinos mineral, vegetal y animal. Ninguna dificultad limitaba la
sed de verdad y la curiosidad del sabio. Precursor, Raimondi se habría
anticipado en más de un siglo a las ideas desarrollistas de nuestro
tiempo, comprendía perfectamente la relación entre necesidades sociales
y oferta ambiental y los tipos de asociación o marginación que ello
creaba. Por tal motivo al analizar las producciones minerales de la selva,
no subestima aquéllas. Sabe bien que hay prioridades y que aquéllas
están ante todo dictadas por los mismos lugareños: "La sal es pues el
principal producto mineral de la producción y aunque esta materia no es
de gran valor, las salinas de la provincia litoral pueden producir más
ventajas que una rica mina de plata, por el gran consumo de sal que se
hace en la provincia, tanto para el uso doméstico, como en la
preparación del pescado salado".
Reconoce las principales salinas de la selva alta, hasta hoy explotadas,
las salinas de Pilluana y Callanayacu, entre otras. Asimismo, de manera
muy sistemática y global, el incansable observador de la naturaleza y de
las costumbres de los hombres, va a inventariar las plantas comúnmente
cultivadas, su principal espacio de desarrollo, su uso y su forma de
comercialización.
Además el sabio Raimondi con especial interés intenta descifrar en la
profusión del reino vegetal, las especies silvestres que dan lugar a una
explotación continua. Es el caso de varias especies útiles para la
medicina como la ipecacuana (Psychotria emetica, Lin.), el huaco
(Mikania guaco, Humb.), el puchei (Nectandra puchury, Nees), la
cascarilla (Chinchona), el manco (Arthante elongata, Miguel) y el
sanango (Tabernoemontana sananho, Ruiz et Pav.); para la pesca como
el barbasco (Jaquinia armillaris. Jac.), para la construcción de las
canoas como el cedro (cedrela odorara. Lin.) y el palo de balsa
(Ochroma piscatoria).
68
PRINCIPALES CULTIVOS DE LORETO
69
• los palmitos (Euterpe olerocea, Mart.)
• la huacranona (Iriartea deltoidea, Ruiz et Pav.)
• el tarapoto (Iriartea venticosa, Mart.)
• la catirina (Attalea)
• la chambira (Astrocaryum)
• la palma real (Cocos butyracea. Lin.)
• el pijuayo y el aguaje.
El sabio reconoce que todas las plantas que cita "no dan sino una muy
pequeña idea de esta rica parte del Perú, porque demasiado largo sería la
simple enumeración de las principales". Asimismo, Raimondi destaca
que "la abundancia de animales se halla en razón directa con la
abundancia de vegetales, porque en donde hay muchas materias
vegetales, podrán vivir muchos animales herbívoros, frugívoros o
fitívoros y en donde abundan estos necesariamente, podrán vivir
muchos animales carnívoros". Admira la armonía del mundo orgánico,
armonía de una vida en constante creación y que se manifiesta en cada
elemento y en cada momento: "en estos bosques un continuo zumbido
hiere nuestro oído y doquiera miramos, vemos algo que se mueve, algo
que se agita...". Sin embargo, admira sobre todo, como se manifiestan
las "innumerables legiones de insectos que por todas partes se arrastran,
marchan, trepan, vuelan y armados de los más delicados instrumentos,
perforan, cortan, dividen y destruyen todo cuanto cae bajo sus finas
mandíbulas".
Sus largos viajes por la selva y su compartir constante con los indígenas
le permitieron no solamente conocer los animales silvestres más
apreciados por los lugareños como los tapires, sajinos, ronsocos,
venados, tarucas, majaz, osos hormigueros, quirquinchos, sino también
los mamíferos dañinos, los reptiles, las aves y los peces.
Indudablemente, Raimondi se anticipó a su época al llamar la atención
sobre el riesgo que representaba la sobrepesca del paiche (Vastros
gigas, Cuvier et Val.) pez que puede alcanzar más de tres varas de largo
y un peso mayor de 300 libras y cuya carne es muy apreciada tanto en el
Perú como en el Brasil donde es exportado a gran escala. Tal como
describe Raimondi es el paiche que se emplea para "la preparación del
pescado salado, que se consume en toda la provincia y que se exporta
también al Brasil. Parece imposible que todavía no se note escasez de
paiche en los ríos, a pesar de la activa pesca que se ha hecho y que se
hace diariamente, para la preparación de la enorme cantidad de salado
que se consume", y es "difícil darse una idea del movimiento a que da
lugar esta importante industria".
Mejor que nadie, don Antonio Raimondi describe las formas de
organización del espacio creados por diferentes grupos humanos. En eso
realiza una triple labor: la del antropólogo y del sociólogo, la del
demógrafo y del geógrafo economista.
70
Como antropólogo y ante la gran socio diversidad existente, Raimondi
se interesaba de manera especial por los indígenas llamados
comúnmente indios, salvajes o infieles. Para poder comunicarse con
estos salvajes, Raimondi como los demás viajeros científicos necesitó
de intérpretes; conocía muy bien el celo de estos últimos por el
comercio con los indígenas y cómo pueden inclusive ir hasta
"deshacerse del curioso viajero". Por ello, el sabio precisaba que "para
evitar este peligro, importa que ante todo quite el viajero la
desconfianza al intérprete, haciéndole entender que el objeto de su viaje
no es el comercio; y para darle una prueba patente de ello, 10 mejor es
entregar al mismo intérprete todos los objetos que se llevan para los
salvajes, indicándole lo que se desea en cambio. Científico y humanista,
Raimondi trata siempre de generar la confianza de su interlocutor y lo
considera siempre como persona. No es partidario de la violencia de
ningún tipo. El mismo precisa: “..nunca se debe entrar entre los salvajes
con una pequeña fuerza armada; y si no se puede hacer una expedición
en forma, es menos peligroso el entrar como amigos... ".
Asimismo, don Antonio Raimondi reconocía la capacidad de los
indígenas, y para ilustrada cuenta las reflexiones de un salvaje respecto
a las ventajas de sus armas sobre las de nuestra sociedad y don Antonio
concluye: "No dejaba de tener razón al hablar de este modo". En el
transcurso de sus dos viajes a Loreto, el sabio estudia las poblaciones
siguientes: los Cholones e Hibitos, los Yameos, los Cocamas y
Omaguas, los Iquitos, Pevas, "Yaguas, Orejones, Ticunas y Mayorunas,
los Aguarunas, los Piros, Campas, Amahuacas, Remos, Conibos,
Setebos, Shipibos, Cashivos y Jeveros. Todo era fuente de interés y
cuidadosamente anotado en estas tan famosas libretas de campo. Cada
población era analizada a partir de sus patrones de organización, su
lengua, sus caracteres de manera abierta. Con su gran sentido de
justicia. Raimondi reconoce que aun los más crueles y antropófagos
como los infieles Cashivos pueden ser reducidos.
Al recorrer el espacio loretano, Raimondi sistematiza su
reconocimiento; como para sus demás viajes, utiliza libretas específicas
para cada campo de la observación. Le interesaba notar la
transformación del paisaje por el hombre, los procesos de consolidación
del espacio territorial. Reconoce en la Provincia Litoral de Loreto 13
distritos: Moyobamba, Tingo María, Pachisa, Tarapoio, Santa Catalina,
Sarayacu, Yurimaguas, Jeveros, Nauta, Pebas, Loreto e Iquitos.
Asimismo 3 vicarías: Vicaría de Moyobamba, Vicaría de las
conversiones del Huallaga, Vicaría de las reducciones del Maynas; y
dos conversiones de infieles.
La precisión cualitativa y cuantitativa de su descripción permitió la
elaboración de los mapas poblacionales a nivel de los diferentes distritos
(figuras 1 a 5) y descubrir así los grandes ejes de colonización y de
crecimiento poblacional. Llama la atención la importancia del valle del
río Mayo respecto al valle del Alto Huallaga. Sin la tenacidad, la
precisión sistemática de Raimondi en verificar los datos del Censo de la
Población de la Provincia de Maynas (Anexo 2), en corregir y
actualizados, no podríamos hoy en día entender la doble dinámica
71
poblacional y espacial. Indudablemente, para el sabio, el espacio es un
producto social, es un área donde las formas de organización traducen la
calidad de aprovechamiento de la oferta ambiental por las sociedades
pero también los niveles culturales y organizacionales de estas mismas
sociedades. Es así que entendemos mejor como se desarrolla en ciertos
sitios una u otra actividad mientras que en el espacio vecino que goza de
las mismas posibilidades, no existe ninguna muestra de desarrollo. Eso
sucede entre Tocache y Uchiza:
72
ver al nuevo Gobernador de lo que daré noticias entre dos meses
porque antes de esta fecha no tendré medios para dirigir mis cartas".
"Ruegan UU a los Cristianos que salga bien porque esta es la parte
más peligrosa de mi viaje..."
Unos meses después el 21 de diciembre del mismo año el sabio escribía
al amigo desde Chachapoyas:
"Yo no he podido escribir por largo tiempo, porque en el interior de la
provincia de Maynas, no hay correos como enviar las cartas pero ahora
que he salido de los Salvajes y que mi viaje será entre pueblos un poco
civilizados, no faltaré..."
Para Raimondi la búsqueda de la verdad es más fuerte que todo
cansancio y confía a su fiel amigo el 18 de junio de 1860, en una carta
escrita en Tayabamba:
"No se admire usted si a pesar de estar cansado y astiado de tanto
andar, me hallo en víspera de bajar nuevamente al Huallaga, haciendo
una marcha a pie de unas 100 leguitas que quiere usted... el deseo de
conocer, puede más que mi cuerpo; de manera que la cabeza arrastra
las piernas, en vez de que las piernas deberían arrastrar la cabeza. Este
nuevo viaje me robará unos 20 días, lo que siento, por otra parte
porque me priva de ver a los amigos tan pronto como yo quisiera..."
Después de sus 19 años de viaje recorriendo el Perú y echando las bases
de la más extraordinaria herencia cultural, científica y humanística, el
gran naturalista volvió a Lima, se casó y si bien es cierto que su vida
personal haya sido tejida por las desilusiones, nunca se alejó del plan
trazado, de la meta. Supo orientar a sus discípulos, aconsejar a los
gobernantes y a los que tienen el poder de decisión en problemas tan
delicados como son los de frontera. Ettore Janni, su mejor biógrafo,
escribía "tuvo por la ciencia una pasión que hizo de él una especie de
poeta, y que le impulsó a peregrinar durante largos años por tierras casi
desconocidas, con un ardor, con un denuedo, con una tenacidad que lo
igualan a los más admirables exploradores, a los conquistadores más
intrépidos; vivió esta pasión y puede decirse que murió con ella". .
Maestro incomparable, el autor de EL PERÚ acumuló en su vida tanta
sabiduría y riqueza espiritual que se constituyó en modelo para todas las
generaciones. Dejó la herencia inapreciable de su ejemplo: visionario
del futuro, pedagogo ejemplar, forjador de hombres de valores y de fe,
legó su inmenso amor por la vida, por la ciencia, por la naturaleza, por
los hombres y por el Perú, dejó parte de él en cada región del Perú pero
en especial en esta provincia litoral de Loreto.
73
ANEXO 1
INFORMES Y ESTUDIOS DE VIAJEROS ANALIZADOS POR ANTONIO RAlMONDI
(1540-1866)
1707 Padre Samuel Fritz s.j. Mapa del río Marañón o Amazonas.
74
Año Autor Obras (Informes/Estudio)
Capto de Fragata D.
1846 El Ucayali, Huallaga y tributarios.
Francisco Carrasco
75
ANEXO 2
LA POBLACIÓN DE LORETO
(1914 - 1857)
76
Censo de la Población Censo de la Población
de la Provincia de- de la Provincia Litoral
Maynas (1) de Loreto (2)
(1814) (1857)
Iquitos 84 400
Orán 85 100
Pebas 175 300
(1) El Censo de la Provincia de Maynas (1814) se generó según las observaciones del Illmo. Dr. Fray
Hipólito Antonio Rangel y Favas, primer obispo de Maynas; está reproducido en el Libro II de El Perú
(p. 43) Y en la Geografía de la República del Perú de Mateo Paz Soldán (1862).
(2) El Censo de la Población de la Provincia Litoral de Loreto está incluido en el estudio de Don Antonio
Raimondi sobre la Provincia Litoral de Loreto.
(3) No están mencionados los pueblos siguientes: Canelos (146 habitantes), Archidona (410), Napo (630),
Nopotoa (41). Santa Rosa (260), Cota Pino (51 ), Concepción (371), Avila (250), Loreto (541),
Payanino (190), Suno (60), San José (171), y Capucu (150); todos ellos perteneciendo a 1857 al
Ecuador.
77
78
79
80
81
82
83
84
HOMBRE, CULTURA Y MEDIO AMBIENTE
85
86
HÁBITAT Y ECOSISTEMA
87
posible. Los vestigios de la presencia del hombre, en esta época y
lugares, son muy difíciles de conseguir en un llano donde las piedras
convenibles en herramientas prácticamente no existen, los instrumentos
y equipos que se pudiera fabricar son por tanto de procedencia orgánica
y, al igual que sus propios desechos, inclusive cadavéricos, son diluidos
por el tiempo y el ciclo natural de los trópicos. Igualmente la vivienda,
mera cobertura contra la lluvia con toda probabilidad, debió estar
construida con elementos orgánicos vegetales cuya desaparición se
produce en un brevísimo plazo.
I
No es pues que, al contrario que sobre los Andes, el hombre no
encontrara habitables los llanos. Muy probablemente estaban más
poblados que los valles interandinos por efecto de la temperatura. Pero,
sin vestigios resistentes a la destrucción, no resulta posible certificar la
presencia ni la ausencia del ser humano.
Hemos visto que por la época del último período glaciar el llano
amazónico sufre de una severa disminución de la cobertura boscosa a
través de su reemplazo por una extensa sabana.
Sin embargo, con el fin del período frío, la Amazonía empieza a ser 10
que hoy en día es, una enorme extensión de bosque húmedo o semiseco
tropical, mientras que la cordillera queda cubierta igualmente de
bosques, para unos de manera total, para otros, parcial; pero, de
cualquier modo, extensamente. Relictos de estos bosques quedan
todavía, si bien muy reducidos.
En periodos históricos, no obstante, estos relictos mantuvieron su
presencia con mayor dimensión.
En esta etapa el hombre da un salto cualitativo, pasando de su condición
de cazador menor y recolector, a cazador mayor y domesticador de las
primeras especies tanto vegetales como animales (Pires, 1975).
En el caso de la Selva esa transformación no afecta mayormente su
ecosistema. Es casi seguro que, desde esa época, las condiciones
simbióticas entre el ser humano y su entorno se produjeron con las
mismas características que hoy en día perviven entre los grupos étnicos
más impermeables a la aculturación. Así, la utilización de zonas de
caza, el asentamiento seminómada, la pesca, la recolección de frutos y
una agricultura de subsistencia integral serían, desde entonces el patrón
cultural del hombre amazónico.
88
Por el contrario, en la región boscosa de la Sierra el cazador mayor
comienza a limpiar de bosques determinadas áreas, para facilitar la
captura de animales mayores -guanacos, vicufías, tarucas, alpacas- e
inicia la domesticación de especies y con ello va encaminándose hacia
actividades de pastoreo. Al igual que en la Biblia, la tierra de la leche y
la miel, el Caná peruano, empieza a desertificarse y convertirse en las
mesetas de pastizales que ha llegado a ser, de la misma forma en que se
convirtió Israel en un desierto, tras siglos de pastoreo. Dos factores
argumentan en favor de esta hipótesis. Primero, el hallazgo de restos
madereros en zonas hoy despobladas de foresta y los relictos que,
todavía en los inicios de la Colonia, pervivían en diversos lugares de la
geografía andina. En segundo lugar, la respuesta que el terreno da, aun
en las altas punas, a la implantación de programas de reforestación, con
éxitos más allá de lo esperado.
Es muy probable que en esos momentos el hombre andino y el costeño
hayan empezado a desarrollar su simbiosis cultural con el ecosistema.
La destrucción provocada, reducía las posibilidades de recolección
mientras aumentaba las de crianza de animales en cautiverio o
semicautiverio. A partir de aquí el hombre debe buscar cómo sustituir lo
que destruyó, especialmente presionado por el crecimiento demográfico.
Con ello empieza el desarrollo de las culturas costeñas, culturas de
valle, utilización casi preciosista del recurso hídrico y aprovechamiento
de los recursos del mar y de los ríos.
En la Sierra, la notable erosión producida por el desmonte obligaba a
una reflexión mayor. Así, las zonas boscosas supervivientes no se tocan
y el resto, salvo el páramo de las punas que queda para el pastoreo,
empieza a ser trabajado en laboriosa andenería, conducción de aguas,
adaptación de plantas y todo ello no como un salto fugaz cualitativo
sino como un período de evolución y maduración que abarca casi cuatro
milenios.
La Amazonía, ciertamente, no escapa a parte de este fenómeno. Es
seguro que la depredación del hábitat no fue tan grave en las porciones
de esta región donde el hombre encontró mejores condiciones para su
asentamiento. Sin embargo, la presión demográfica debió, en muchos
casos, provocar puntos críticos que requirieron una respuesta cultural
concreta (Chirif y Mora, 1980).
Para aquellas etnias que, por su dispersión y recursos, pudieron
mantener un estatus de cazadores mayores, el problema no revistió,
probablemente, mayor importancia. Pero muchos de los grupos, entre
ellos los sobrevivientes con mayor número de miembros -y más
conocidos actualmente-, debieron enfrentar su crecimiento cuantitativo
de una manera más compleja. Si ello produjo deterioros en el
ecosistema, éstos han sido absorbidos por las centurias y sólo un estudio
serio y prolongado, de determinadas áreas que estuvieron densamente
pobladas, podría determinar la magnitud de los daños, el período en que
89
se-produjeron y de qué manera la naturaleza, el hombre, o ambos,
recuperaron el equilibrio.
No conozco en profundidad otras realidades pero, a través de revisión
documental, recorridos de superficie, análisis sobre el terreno y
evaluación comparada en trabajos de gabinete, podemos rescatar un
ejemplo bastante ilustrativo: la etnia Takana, del tronco Tupí Guaraní,
ocupaba la franja comprendida de la margen izquierda de los ríos Madre
de Dios y Beni, desde el río Tambopata hasta más abajo del Toromono
o Toromonas, desde época muy anterior al auge del Imperio Incaico.
Según las crónicas, fue el inca Túpac Yupanqui el emperador andino
que más fortuna tuvo en el intento de ocupación territorial de esa zona
del Antisuyo, que abarcaba, en parte, lo que hoy son los departamentos
de Madre de Dios, en Perú; Beni y Pando en Bolivia. Las huestes de
Túpac Yupanqui fueron diezmadas por los ataques de diversas etnias, a
lo largo de su recorrido y por las enfermedades, el clima y el hambre.
Finalmente, sin embargo, el Imperio logró una cierta alianza y el Inca
pudo poner los hitos imperiales en las proximidades de la hoy ciudad de
Riberalta en territorio Takana. Todo ello, naturalmente, más mediante la
reciprocidad que como resultado de una conquista a todas luces
fracasada (Cieza, 1967).
Tiempo después, apenas iniciada la conquista española, el adelantado
Juan Alvarez de Maldonado preparó desde el Cusco y llevó a la
práctica, una entrada en las selvas del Madre de Dios, lugar que
rebautizó como Nueva Andalucía, más por la temperatura que por la
semejanza. Como las huestes de Túpac Yupanqui, las de Alvarez de
Maldonado fueron diezmadas por las enfermedades, las fatigas del
viaje, el clima y el ataque de los diversos grupos humanos que orillaban
el Madre de Dios. Finalmente encontró refugio por un tiempo en la
ciudad capital del cacique Tarano, a orillas del Toromono o Toromonas,
en actual territorio boliviano.
De la tradición oral recogida por los cronistas y de los relatos de viaje
de la propia expedición de Alvarez de Maldonado, se puede colegir que
el pueblo comandado por Tarano, a comienzos de la Conquista,
ascendía a cerca de trescientos mil habitantes. El área geográfica que
ocupaban no los hubiera sustentado, dentro de los criterios que hoy día
disponemos, sin un fuerte factor depredatorio, la permanencia de cuyos
efectos hubiera sido notable hasta nuestros días. Y, naturalmente, el
soporte de una población de ese volumen, que incluía áreas urbanas y
ciertos niveles de tecnología; no podía basarse solamente en la actividad
de cazadores, recolecto res y en la pequeña ' agricultura tal como lo
podemos apreciar en nuestros días en grupos de estructura afín (Aza,
1928).
Un principio de respuesta puede estar en los restos arqueológicos
encontrados que apuntan hacia una diversificación cultural y una
adaptación al medio mayores de 10 supuesto. Es cierto que la
investigación de este campo es incipiente pero, tan sólo de 10 revisado
90
en tres yacimientos de los muchos que se tiene información, se deduce
que tal es el nivel cultural de la etnia que ocupó esos territorios. Abonan
esto, entre otras cosas, las elaboradas hachas de piedra y otros
instrumentos líticos, la cerámica, tanto utilitaria como ornamental y
algunos vestigios, encontrados en uno de los lugares, de lo que pudo
haber sido un canal reforzado con conglomerado de piedra en
formación. Algo más, por referencia de agricultores reasentados en dos
de esos lugares, se tiene información del hallazgo de restos humanos
óseos, prácticamente convertidos en residuo pastoso por efecto de la
humedad y el tiempo y también de una masa aglomerada de naturaleza
vegetal, encerrada en una vasija agujereada a modo de cedazo,
probablemente algún subproducto de la yuca.
Si hubo ciudadelas, una población numerosa, una tecnología adecuada e
intercambio comercial-pues las hachas de piedra, por ejemplo, no son
locales sino proceden de canteras cercanas a la falda de los Andes- es
evidente que se pudo conseguir una respuesta equilibrada de supervisión
y evolución dentro de un respeto por el ecosistema ya que, repito, la
depredación sostenida hubiera dejado vestigios claros.
ESQUEMAS COMPARATIVOS
91
En el caso de España, a la conquista romana, no siempre total ni
completa, siguió la presencia visigótica cuyo origen cultor de bosques
detuvo un tanto la desaparición de sus forestas. La invasión árabe y las
luchas de reconquista de ochocientos años de duración acabaron, sin
embargo, con la mayor parte de la flora y de la fauna ibéricas (Vaca de
Osma, 1981).
Ni Roma ni los árabes pertenecían a culturas naturalistas, por llamarlas
de alguna manera. El mundo romano tenía una larga historia de cultura
de las urbes tras de sí y el mundo árabe procedía mayormente de
antiquísimas culturas de valles en medio del desierto y del desierto
mismo. Unos y otros desarrollaron magníficas obras de ingeniería,
especialmente en la conducción de aguas e irrigación y en la creación de
jardines y huertos de alta tecnología.
Los moradores de la ciudad y los hijos del oasis recrearon su hábitat
cultural. Como en el caso de los Incas, otros grandes constructores sobre
terrenos en peligro, lo último que se les hubiese ocurrido es volver a
recrear las forestas. Las tierras antiguas de ambos continentes
soportaron este trato y permitieron el crecimiento del hombre hasta
alcanzar el nivel de plaga.
92
Ocupado el territorio andino, se produjo otro tipo de invasión con las
nuevas especies animales y vegetales. El pastoreo más intenso y de
ganado extraño, creó un factor de degradación evidente. La
incorporación de nuevas técnicas y el desprecio a las autóctonas, generó
otro. El maltrato y el abuso de la capacidad física y moral del
conquistado y la prescindencia de sus culturas originó el más importante
de los tres.
La principal catástrofe ecológica del continente no se debió, sin
embargo, a la actividad consciente del hombre. Esa primera catástrofe
comienza con la muerte del emperador Huayna Cápac y casi dos tercios
de la población del Tawantinsuyo. Traídos por el hombre europeo, el
virus de la viruela y tras él los de la gripe, sarampión, escarlatina y un
sinnúmero de enfermedades para las cuales el hombre americano no
tenía defensas naturales, hicieron el trabajo más destructivo de la
Conquista.
Los resultados de todos esos factores combinados persistieron por
siglos. La recuperación intrínseca de los pueblos aún no se logra. En la
Amazonía, los efectos tampoco se hicieron esperar.
Como en el resto del territorio volviendo a los lugares que mejor
conozco y hecha abstracción de los datos que sobre el resto se dispone y
que apuntan a los mismos devastadores efectos- debo remarcar que la
orgullosa etnia heredera de Tarano, aquella que resistió al Inca y al
Conquistador y que estaba conformada por más de 300 mil personas,
quedó reducida a fines del siglo pasado a menos de seis mil almas.
Para comienzos de la era del caucho, los patrones de industria que lo
extraían, importaron servidumbre sometida de otros grupos amazónicos,
especialmente loretanos y del Acre. Madre de Dios ya no tenía
población suficiente a ser explotada (Gonzáles del Río, 1973, inédita).
93
del manejo del ecosistema amazónico. El hombre no asimiló cultura y
evolucionó para encontrar caminos, tan sólo sacó lo que pudo y, en. su
mayoría, se fue por donde había venido.
Sin embargo, en las décadas subsiguientes y desaparecido el antimito de
la selva -cabe recordar que de El Dorado colonial había devenido en la
tierra de los bosques perdidos, de las serpientes y los fantasmas y de la
disolución en la nada para el aventurero solitario poco a poco el
hombre, esta vez andino y costeño, vuelve el rostro hacia el verde
amazónico y, aisladamente al principio, avasalladoramente después, 10
invade.
En este hito de la historia contemporánea está el punto de partida de la
ruptura principal del ecosistema, de la quiebra de los valores culturales
y del riesgo máximo en que ahora nos encontramos. Ciertamente que
todos los anteriores factores fueron condicionantes para que el último se
produjese, pero en éste tuvo tal potencia acumulativa que ha reunido
todas las posibilidades de conseguir lo que los anteriores no lograron
(Gonzáles del Río, 1973).
En primer lugar las cicatrices, cuando no las heridas, sobre el territorio,
la destrucción de flora y fauna y la degradación, erosión y destrucción
de la propia geografía, son evidentes y demasiado notables como para
pensar que constituyen casos aislados y controlables en el mediano
plazo.
Los intentos de colonización y los asentamientos humanos,
prescindiendo de la necesaria evaluación previa para adecuados a los
requerimientos ecológicos, culturales y ambientales, han sido el primer
factor de destrucción indiscriminada. Los casos extremos son en estos
momentos materia de discusión permanente y se refieren al cultivo
masivo de las plantas de coca en casi cualquier terreno que la pueda
sostener, sin preocupaciones más allá de su rendimiento y prescindiendo
de la catástrofe que se prepara para el cultivo en sí, como por el empleo
de productos de toda índole en la preparación de sus derivados ilícitos,
productos que envenenan y contaminan flora, fauna, ríos, fuentes de
agua, lagos y restingas por igual.
De otro lado está la contaminación cultural. El inmigrante, que procede
de parámetros muy distintos que han sido, a su vez, deformados por
influencias extrañas mal asimiladas y peor elaboradas, invade con sus
medios y costumbres el hábitat del hombre amazónico. Conquistador,
sin armas esta vez, su mentalidad es sin embargo la misma, la del
dominio territorial considerando que, al no percibirse chacras
delimitadas, grandes ciudades o sistemas conocidos por él de posesión
física, la tierra que ocupa es tierra de nadie. El hombre amazónico
observa y asimila. En algunos casos se resiste pero, en general, la
condición humana lo empuja a tomar el camino más directo y
finalmente la pérdida de sus valores culturales se va produciendo
inexorablemente. Esta pérdida 10 lleva a emular al intruso y a olvidar
muchas de sus propias maneras de hacer. El plástico contaminante
94
sustituye a la cerámica, la sobreexplotación del suelo al equilibrio, la
crianza de animales sin sentido ni concierto a la cuidadosa utilización
del bosque y su fauna.
Finalmente ambos, invasor e invadido, dejan de ser un producto
simbiótico con el ecosistema y se convierten en lo que son hoy, un
parásito inteligente y por tanto enormemente destructivo (Gonzáles del
Río, 1973).
El efecto se puede revertir y ello sin necesidad de sacrificar la llamada
civilización y recuperando valores reales y permanentes del
conocimiento. La misma inteligencia y el medio, generadores de cultura
y simbiosis, pueden volver a hacerlo. Quiero graficar con un ejemplo
muy pequeño, las posibilidades de esto:
- Año 1951. En las provincias de Jaén y Bagua, la pérdida de horas -
hombre por malaria superaba el 80%. Se inició una severa campaña de
prevención, mediante la distribución de derivados de la quinina entre
toda la población. El hombre puso su esfuerzo, con esto, sin tocar a
nadie más que a sí mismo, logró reducir a menos del 20% la incidencia
de la endemia, en menos de dos años.
- Año 1954. En el país empieza una intensa campaña antimalárica. El
método: destruir al mosquito Anofeles, vector de la enfermedad. Se
usan DDT, Aldrin, y en las zonas habitadas aceite quemado para
asfixiar a las larvas en los charcos de cría. Años después se afirma que
la malaria ha sido erradicada.
- Año 1960. Se descubre que la malaria ha rebrotado. Asimismo, que
con la matanza de los Anofeles se ha producido la de arañas, mariposas,
escarabajos y una pléyade de insectos beneficiosos. Las moscas, por
cierto, han resistido, con lo que la contaminación se incrementa de
manera alarmante.
Año 1990. La prohibición del DDT y el Aldrín, entre otros, es casi
mundial. La utilización de productos naturales, como los derivados del
barbasco, se impone sin discusión. De otro lado, al emplear quinina
sintética para volver a un control palúdico a través del propio hombre
como portador y víctima principal, se descubre que el paludismo se ha
hecho resistente a los sintéticos. Por el contrario y a pesar de los siglos
de uso, la quinina sigue surtiendo efecto: de manera que se empiezan a
recuperar plantaciones y se buscan nuevas cepas. Desgraciadamente, en
muchos de los lugares donde se encontraron el siglo pasado, ya no
existen bosques de donde extraerlas. Finalmente se empieza de nuevo, a
pesar de todo, a elaborar el médicamente sobre la base del producto
vegetal.
El ciclo del paludismo es ilustrativo. Cualquiera de nuestras actividades
tiene uno similar, sin duda alguna.
95
EL MUNDO EN QUE VIVIRÁ O MORIRÁ EL HOMBRE
CONCLUSIONES
a. Dada su trayectoria histórica, podemos considerar al Hombre como
un parásito inteligente hasta que el medio ambiente sumado a su
raciocinio crean la cultura y lo domestican.
b. La domesticación del Hombre debe llevarlo a un estado de simbiosis
en el que reciba y dé en la misma proporción, para mantener un
equilibrio permanente de su hábitat dentro de las condiciones que su
momento histórico y geográfico determinen.
c. La ubicación en el tiempo y el espacio es crucial porque la
naturaleza es el depredador más grande y el destructor más constante de
los ecosistemas. Lo prueban las sucesivas glaciaciones, la desaparición
de especies enteras -como los dinosaurios- el surgimiento y
hundimiento de continentes, la desertificación masiva y los cataclismos
cósmicos. Como quiera que, de momento, todo esto escapa al control
humano, el Hombre debe, por lo menos, evitar ser génesis de mayor
destrucción de acuerdo a su momento. Dentro de unos milenios, por
ejemplo, deberá enfrentar nuevamente una glaciación y transformar su
enfoque para seguir permaneciendo en simbiosis con el planeta. En la
era actual, otras son las circunstancias y bajo ellas se debe actuar.
d. El Hombre debe ampliar sus parámetros de cultura y simbiosis a
nivel universal. El mundo de hoy no sólo lo exige sino que lo facilita.
Ello porque el ser humano, aun el que llega a ser simbiótico y se adapta
a un ambiente determinado dentro de una cultura concreta puede, sin
embargo, ser un parásito depredador cuando se traslada a otro medio y
colisiona con otra cultura. Basten los ejemplos ya vistos de la
explotación del caucho o, contemporáneamente, la invasión de las
plantaciones de coca.
e. Nuestro momento corresponde al pico de la destrucción a partir del
cual, o sobrepasamos un punto de no retorno o, a través del intercambio
y la síntesis de las diversidades culturales de la humanidad, se
armonizan soluciones en la que el elemento guía sea priorizar la
concepción cultural del grupo que ocupa un determinado territorio, su
enraizamiento y comprensión del mismo y, basado en ello, su
correlación con el todo universal y los intereses del conjunto de la
Humanidad.
f. Para nuestra suerte, la conciencia de las diversas culturas del planeta
está llegando a comprender la magnitud del problema y la inminencia
del peligro, universalizando estos conceptos e intentando una
proyección para conjurarlo. Las sociedades urbanas han empezado a
ocuparse de problemas que van desde la contaminación de sus aguas
hasta la del espacio exterior. Debemos ser partícipes, dentro de nuestros
propios parámetros, de esas realidades, hacerlas nuestras y hacer que las
nuestras lleguen a otros.
96
g. El Hombre, entre los seres vivos, es el único universal que se ha
adaptado a casi cualquier circunstancia, clima, latitud y entorno, desde
los polos hasta el Ecuador. La armonía del planeta en su conjunto, en
parte disturbada por ese animal universal, debe ser recuperada
igualmente por su acción. Quizás ello permita que en el futuro cósmico
el Hombre pueda, también, encontrar soluciones culturales a las
glaciaciones, los cataclismos y los riesgos de navegar en un espacio
sembrado de otras rocas perdidas como la nuestra, con o sin parásitos.
97
98
PROCESOS DE CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD DE
LAS POBLACIONES EN LA AMAZONÍA PERUANA
Joaquín García S.
99
100
William Shakespeare escribió a principios del Siglo XVI el drama La
Tempestad, en que mostraba la crisis de una Europa que ponía su utopía
en la América recién descubierta.
Dos son los protagonistas de la obra: Próspero, el colonizador, y
Calibán, el colonizado. Próspero, egoísta que todo 10 ve desde su
propia óptica, considera a Calibán como un paria desdichado y salvaje,
inclinado al mal por naturaleza. "Tengo compasión de ti, le dice. Me
tomé la molestia de que aprendieras a luchar. A cada instante te he
enseñado una y otra cosa. Cuando tú, hecho un salvaje, ignorando tu
significación, balbucías como un bruto, doté tu pensamiento de palabras
que 10 dieran a conocer", ¿Qué le enseño?
1º Un lenguaje dominador.
2º Un mundo ajeno al propio, con todas sus significaciones.
3º A partir de sí mismo nunca puede llegar a ser y sentirse hombre. Por
eso le presta sus logos dominador: Calibán habrá de comprenderse a
sí mismo a través del logos prestado por Prospero. No tendría otra
significación posible.
4º Calibán, por más que se esfuerce, nunca jamás será semejante a
Próspero. Sólo podrá quedarse en el umbral balbuciendo su
lenguaje. "Aunque aprendieses, le advierte el dominador, la bajeza
de tu origen te impediría tratarte con las naturalezas fuertes”. Por
mucho que haga, jamás Calibán podrá ser como Prospero.
101
resistencia secular a la dominación y de rescate de valores originarios en
la construcción de la nueva identidad. Casos de transculturación
considerados como irreversibles, como el de los cocamas y cocamillas
del bajo Huallaga, bajo Marañón, bajo Ucayali y Amazonas son una
muestra palmaria de recuperación de lo que se daba por perdido. Pero
iremos viendo en etapas históricas cómo se han ido dando estos
procesos de afirmación, reinterpretación, recreación de una identidad,
obstinadamente condenada por la sociedad y el Estado a la extinción, el
genocidio en términos físicos, y en términos culturales etnocidio.
Asombrado por el descubrimiento de la supervivencia de esta identidad,
Anthony Stocks puso a su libro sobre los tupi-guaraní el sugestivo
título: Los nativos invisibles.
ALGUNOS PRESUPUESTOS
Antes de seguir adelante deberíamos establecer algunas premisas
básicas, más o menos encuadradas en los siguientes puntos:
102
5º La cultura occidental, ya desde la época helénica, es intrínsecamente
etnocéntrica. Su visión del mundo, su cultura es la justa y verdadera:
el resto son falsas representaciones. Cualquier otra expresión de la
misma, única, exclusiva y excluyente, será bárbara en el sentido
etimológico de la palabra: k tartamudeante. No posee el logos, o
"geist" de Hegel. Occidente es el dueño del verbo y del poder para
quien pretenda subvertirlo o alterarlo. Occidente no necesita
filósofos para defenderla: sólo requiere fuerza para hacerla
prevalecer. Así tenemos los dualismos:
103
Guaraní. Hoy son 65 etnias que, más o menos numerosas, se extienden
por la Selva del Perú.
Si atendemos a los resultados de las investigaciones arqueológicas
realizadas en la zona, y seguimos los relatos de los cronistas, desde
Gaspar de Carvajal, Francisco Vásquez, Pedrarias de Almesto y el
Capitán Altamirano, habremos de concluir que los aborígenes
amazónicos estaban asentados en núcleos de alta densidad demográfica.
A partir de 1970 la Universidad de Berkeley, utilizando nuevas técnicas
para abordar el complejo problema de la cantidad numérica en las
poblaciones indígenas a la llegada de los españoles, cruzó
informaciones arqueológicas y relatos de cronistas de la época con los
patrones de subsistencia, arribó a la hipótesis científicamente verosímil
de que a lo largo de la Selva amazónica había 6 millones y medio de
habitantes, cinco de los cuales estarían ubicados solamente en la misma
Hoya.
Sea de ello lo que fuere, queda claro que:
1º No solamente había una economía extractiva de subsistencia, sino
que se desarrollaba el ciclo agrícola de sembrío, cultivo y
recolección.
2º Era muy relativo su nomadismo. Esto demostraría que se ha roto su
memoria tecnológica merced al acceso compulsivo posterior a
circuitos económicos ajenos a su tradición productiva.
3º Tenían técnicas propias, técnicas adaptadas al control de su medio y
suficientemente comprobadas, y formas de domesticación de
animales y alimentos como la yuca.
4º En lo político desconocían la complejidad de la organización del
Estado y estaban organizados en pequeños grupos independientes
que mantenían con las circunvecinas relaciones de intercambio, con
todo lo que conllevaban de armonía y conflicto, incluyendo la
guerra declarada.
Por otra parte, vivían en un régimen de igualdad y democracia. La
figura del líder era eminentemente carismática; el sistema de
producción colectivista, y el espacio de los territorios abierto, libre y
común, alcanzaba hasta donde llegaban sus necesidades de
subsistencia.
5º El sistema de producción era colectivo y los miembros de la
comunidad trabajaban asociativamente. En tres horas producían lo
que en el sistema individualizado se requieren hasta ocho o más
horas. No eran, pues, ni indolentes ni perezosos: supieron adaptarse
a las condiciones de su medio de modo tal que podrían tener y
producir abundancia de alimentos.
104
6º Los excedentes, especialmente la yuca y la fariña, y otros productos
de tierras de alta fecundidad de las zonas inundables eran
intercambiados con los productos de altura, propios de culturas
diferentes (carnes, sal, etc.), a partir de dos elementos básicos: la
canoa para transporte y la fariña que servía de alimento en las largas
travesías.
La construcción de su identidad, por lo demás variable en el tiempo,
tenía una sólida racionalidad a partir de las estrechas relaciones del
grupo con su hábitat, que constituía un todo armónico con él mismo, sin
solución de continuidad entre el más allá y el mundo inmanente, entre el
individuo y el grupo, entre el hombre y el universo en que vivía; fe,
mito, e interpretación mágica de la realidad, constituían una permanente
alimentación de su fuerza asertiva. Los conflictos de poder con los
vecinos les afirmaban en su propia identidad.
CONQUISTA Y COLONIA
Sólo desde 1500 a 1570 se cuentan 22 expediciones que recorrieron el
Amazonas y sus afluentes, aguas arriba o siguiendo el curso de la
corriente. No fue en verdad la fase de la conquista tan cruel aquí como
en otras partes del Perú; sin embargo aquella relativa arcadia, la paz
señorial de los grupos humanos que vivían desde milenios sumergidos
en la naturaleza con la que formaban un todo, elaborando cultura y
perfilando al paso del tiempo su identidad, quedó quebrantada con la
llegada al gran río, después de penoso descenso por el Napo, el 12 de
febrero de 1542 de la expedición de Francisco de Orellana. Los relatos
de Gaspar de Carvajal nos muestran con lujo de detalle poblaciones
asentadas en las orillas, su régimen de vida en armonía con el medio y
una clara percepción de que todo lo que sucedía a su alrededor era como
un cuerpo extraño enquistado en un organismo viviente. Dieciocho años
más tarde las mismas etnias son testigos del tránsito del sanguinario
Lope de Aguirre, primer representante de la hueste, que quiere erigirse
en el rey único del nuevo mundo, alegando en carta a Felipe II, el
maltrato y abandono a que les tiene sometidos a sus más leales vasallos,
despreciados y olvidados después de haber dado su vida por él. Ya
antes, hacia 1550, habían llegado a la ciudad de Moyobamba, fundada
por Alonso Alvarado en 1539, alrededor de trescientos indígenas tupí,
después de errar durante más de una década en busca de la "tierra sin
mal".
En rigor histórico desconocemos las consecuencias de este impacto
febril sobre los pobladores de la Selva. Pero, a juzgar por las
desventajas obvias en el trato que tuvieron con los feroces hombres de
Castilla cubiertos de yelmos y corazas, que navegaban río abajo en un
modelo de embarcaciones jamás vistas, con cañones a babor y estribor,
lanzas y alabardas y arcabuces, la conmoción debió ser muy grande en
sus más hondas raíces. La acogida y hospitalidad unas veces, y, otras, la
hostilidad y el rechazo, fueron dos modos distintos de enfrentar la
misma agresión. Pero uno y otro generarían diversas identidades.
Quienes optaban por la resistencia violenta supervivirían a lo largo de
105
siglos con mayor fuerza biológica y cultural; los que eligieron el
acomodo aparente a la nueva situación acabarían diluidos en la cultura
envolvente, aunque en los silencios de la clandestinidad mantendrían
aún hasta nuestros días sus más remotas raíces.
106
volver a construir en un largo vía crucis un nuevo modo de ser,
reinterpretando las traumáticas experiencias pasadas.
Sin embargo, los troncos étnicos más antiguos de la Selva Baja, Selva
Central, y Selva Sur mantuvieron una actitud de feroz resistencia y
nunca fueron conquistados. Asháninkas y aguarunas son un caso típico.
Solamente entrado este siglo cederían ante el acoso del boom cauchero
y las ulteriores presiones de los distintos frentes de expansión
colonizadora.
DE INFIELES A SALVAJES
Si el sistema jesuítico era una interpretación alternativa de la relación
entre occidente y Abyayala, la creciente expansión del capitalismo
extractivista mostró con toda crudeza su rostro perverso: la violencia de
un determinismo implacable que, a la libre competencia económica,
sumaba un designio inevitable de aniquilamiento de todo lo no-yo, lo
otro, el resto. Si en las Reducciones de Maynas los indios eran
considerados como infieles a quienes había que convertir, el nuevo
modelo que invadió los ríos y bosques amazónicos, los pasó a
considerar como salvajes, a quienes no había otro remedio que civilizar.
El espíritu de occidente se fue consolidando en la región a medida que
crecía el movimiento emancipador. Lo indígena era sistemáticamente
excluido de todas las esferas del nuevo orden social ya desde la misma
gestación de los estados nacionales, que radicalizan su proyecto
histórico "civilizador", en la superestructura, en su aparato jurídico, en
sus propuestas culturales y educativas. Llega incluso a ser un desdoro
contar con poblaciones indias dentro de sus fronteras y hasta la misma
palabra se hace lesiva a los oídos del pueblo. Los próceres reprodujeron,
modernizado, el viejo sistema colonial, que desconocía otros modos de
ser y consideraba al indígena como paria y servidor. Pudieron cambiar
los nombres, pero ello no supuso un cambio de actitudes.
Hay dos claves históricas de esta época que pueden contribuir a la
reflexión sobre el tema que nos ocupa:
.
- Una, es la fundación de Nauta por los años de 1830. Un grupo de
cocamas, agrupados en torno a su líder José Pacaya, han llegado desde
Moyobamba, bajando los ríos Mayo, Huallaga y Marañón hasta llegar al
mismo origen del Amazonas. Vienen vestidos de "gente civilizada",
muchos hablan castellano y son hábiles en la extracción de los
productos de la Selva bajo el sistema de peonaje, al más neto estilo
colonial. La añeja cultura tupí-guaraní había decidido entrar en sociedad
y legitimarse; para ello no le queda otra alternativa que acoplar en
apariencia su identidad a la del mundo envolvente, disfrazándose de
wiracochas. Como podremos comprobar más adelante (y hoy está
siendo corroborado por el despertar de las nacionalidades largo tiempo
sojuzgadas por el racismo, fascismo o el estalinismo totalitario
107
soviético), las raíces, el genio original, el alma de un pueblo no puede
perecer: resucitan inesperadamente de sus cenizas cuando se dan
determinadas condiciones imposibles de predecir. De cualquier modo
tienen origen aquí los ribereños que fueron construyendo otra identidad
distinta, absorbiendo en su racionalidad las nuevas agresiones
económicas y culturales.
- Otra, vienen a ser las estadísticas de los productos manufacturados
que entraban en la región. Un elevado porcentaje está constituido por
aguardiente, ron, vino, Y otros alcoholes. Lo que nos hace comprender
que los adelantados del avance occidental en forma de capitalismo
salvaje, utilizaban los mismos elementos de la tradición ritual de los
indígenas, con el perverso propósito de destruirlos como pueblo, e
incorporarlos a su circuito productivo.
EL DISCURSO DE LA PATRIA:
ESTADOS NACIONALES-POBLACIONES
Ya lo dejamos dicho: la consolidación de los estados en su proceso de
gestación, guerras e independencia, no fueron otra cosa que la última
etapa de afirmación de la raza blanca, del discurso occidental y
cristiano, del nuevo sistema colonial burgués, en las tierras conquistadas
compulsivamente tres siglos y medio atrás. Es bueno traer aquí esta
reflexión, por dura que parezca, precisamente ahora que están en la
mente de todos los conflictos y enconos fronterizos entre Perú y
Ecuador. Recuerdo a este propósito una anécdota simple pero de honda
significación. Me la contó un viejo oficial de la marina peruana,
miembro de la Comisión Peruano-Ecuatoriana de Límites. Atravesaban
en aquella ocasión una trocha que unía a los ríos Morona y Pastaza. Les
sorprendió la noche y recibieron cobijo en los tambos de un poblado
shapra. Teodolitos, niveles, astrolabios, en fin, todo el aparataje de
entonces para medir las líneas geodésicas, eran su cargamento. Fueron
hospitalariamente acogidos por aquella tribu que les brindó masato y
celebró en su honor aquella noche una fiesta. El buen curaca, gracias al
poder desinhibidor de la bebida tuvo arrestos para preguntarle a uno de
los expedicionarios en su mal castellano: "¿Para qué son todos estos
aparatos?". El interrogado trató de darle explicaciones, que había habido
un conflicto entre Perú y Ecuador, que se había firmado el Protocolo de
Río de Janeiro y cumplían con él, marcando los hitos fronterizos entre
ambos países, etc., etc. Mientras el expedicionario iba desbordándose en
su retórica nacionalista, el viejo curaca abría sus enormes ojos, entre el
asombro y el desencanto. No pudo menos de exclamar entristecido:".
Yo siempre creí que estos territorios eran nuestros... ". No necesito
glosal estas palabras: lo dicen todo. La clase pensante ha de contribuir
imaginativamente a la creación de nuevos modelos de Estado que
articulen, integren y asuman las diferencias que haya dentro de ellos y
que les vaya abriendo a los demás países vecinos. La trasnochada
retórica nacionalista del siglo XIX, sustentada en el romanticismo
individualista, hace muchos años que dejó de ser alternativa; el Estado
108
absoluto y encerrado en su fanal de vidrio, ha de ser sustituido por otro,
abierto, primaveral y generoso que dé cabida a todas las posibilidades
del ser regional, nacional, andino. latinoamericano, a todas las
identidades posibles en una armonía universal. Encerrarse y ver a los
demás corno enemigos potenciales genera ansiedades, tensiones que
siempre desembocan en una interminable cadena de conflictos y
violencias.
109
transportó también en el alma la memoria de su tradición: los
ancestrales métodos productivos, sus tecnologías centenarias y hábitos
alimenticios, su habla castellana enriquecida con el idioma kichwa y
una peculiar cadencia cantarina, la arquitectura de quincha, tapial y
adobe, los ritmos vernáculares transformación de los aires andinos, su
artesanía y literatura. En rigor la identidad de Loreto y Ucayali es fruto
de la primera generación san martinense, que reelaboró su cultura de
origen, acomodándola a las nuevas condiciones históricas y al relajado
discurrir del Amazonas por la ancha llanura. No en vano Moyobamba
durante muchos años, hasta 1897, había sido capital del territorio
llamado Loreto.
110
cuenca del Ucayali y de Madre de Dios por el año 1895. "Eran un tanto
rudos los métodos -dice-; pero no quedaba otro remedio que aplicarlos.
Era el costo doloroso pero inevitable de la civilización".
Tal vez haya sido este momento el más crítico para el indígena
amazónico. En la creación de las tres Prefecturas Apostólicas de la
Amazonía peruana, Santo Domingo del Urubamba, San Francisco del
Ucayali y San León del Amazonas, tanto el presidente Nicolás de
Piérola, como León XVIII hablan de los indios como salvajes, a cuya
"civilización" y "cristianización" debe contribuir la iglesia Católica. Sin
embargo, ante las denuncias contra la Casa Arana por los famosos
"crímenes del Putumayo", Pío X se vio obligado a escribir la célebre
carta apostólica Lacrimabili Statu, no bien comenzaba la segunda
década del siglo XX. De todas formas, el proyecto evangelizador
llevaba la explícita voluntad de imponer el modelo occidental como
único alternativo al "salvajismo" de los "infieles". Otra arremetida más
sobre los ya acosados pueblos indígenas que, en contra de toda
previsión, se negaron a desaparecer.
Es cierto que hubo voces de denuncia de la Iglesia, de un sector de la
prensa y de otras gentes con sensibilidad pero éstas no rebasaron la
defensa de los derechos humanos; nunca llegaron a defender sus
derechos étnicos.
111
razones de vergüenza y pérdida de la autoestima. Otro hallazgo
significativo se refiere al universo mítico. En 1977 se llevó a cabo una
investigación en tomo a la religión del pueblo. Una asombrosa
constatación fue que quienes mantenían una cosmovisión originaria más
coherente eran los grupos del tronco tupí-guaraní que aún cíclicamente
revivían su mito de la búsqueda de la Tierra sin Mal.
El mismo Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía realizó años
más tarde, en 1991, una investigación sobre los shamanes y curanderos
de la ciudad de Iquitos, basados en la hipótesis equivocada de que la
fuerza corrosiva o el síndrome urbano les habría hecho perder su
identidad originaria. Llegamos a mantener relación directa con más de
cien dentro del perímetro de la ciudad. Seleccionamos los treinta más
representativos para participar en una reunión de tres días. La
metodología de trabajo fue libre y simple: cada uno de estos
practicantes de la medicina tradicional relató su experiencia personal.
Sin pretenderlo, elegimos a unos 90% oriundos de la misma raíz
cocama. No había una diferencia cualitativamente distinta: la misma
concepción del cuerpo y su salud, idéntico núcleo-ético-mítico, la
misma iniciación a través de su guía o maestro, igual experiencia de
cambio profundo en algún momento de su vida, los mismos métodos,
con variantes meramente adjetivas. Los elementos adicionales
incorporados de la cultura dominante occidental habían sido absorbidos
por la médula original. El alma de su identidad estaba intacta. Eran los
adalides de la resistencia a todas las formas de dominación.
112
determinante un modelo de desarrollo que en la Amazonía tenía su
propio nombre: la colonización. La ilusión de una Selva fértil y pujante,
poblada sólo por unos pocos indios salvajes no por casualidad llamados
"minorías étnicas", atizaban la gran marcha del Perú hacia el Oriente
denominada la Nueva Conquista de la Selva, cual reproducción del
vetusto mito de El Dorado.
El Estado consagraba de este modo la ocupación espacial de la
Amazonía con todo lo que lleva consigo de expansión de la frontera
agrícola y del despojo de los territorios indígenas. Los proyectos
expansionistas de los dos gobiernos de Belaúnde producirían un fuerte
impacto entre los pueblos indígenas asentados en la Ceja de Selva o
Selva Alta. Migraciones forzadas, fricciones interétnicas o permanentes
conflictos entre nativos y colonos, transformaciones tecnológicas,
económicas sociales y culturales muy profundas obligan a los nativos a
reestructurar su identidad y a organizarla de modo nuevo.
113
dominante. Por distintos canales, en los departamentos de Loreto,
Ucayali y San Martín, aparecen las confederaciones de campesinos,
la Federación Agraria Selva Maestra (FASMA) la Federación de
Campesinos y Nativos de Loreto (FEDECANAL), que incluyen en
sus propuestas las diferencias culturales en un solo proyecto de
identidad regional. Los Coloquios sobre la Nueva Conquista de la
Selva han sido momentos privilegiados de reflexión y expresión de
una identidad regional que incluya a todas las demás y donde tengan
cabida todos los componentes del complejo tejido social en la
definición de un modelo de desarrollo alternativo.
4º Sin embargo, una densa sombra ha caído sobre las poblaciones de
San Martín, Ucayali, Selva Central y Selva Sur: el narcotráfico y la
violencia armada. Las poblaciones nativas y campesinas son sus
víctimas indefensas. El cambio de los sistemas de producción, la
articulación a circuitos comerciales internacionales impacta en la
estructura social y organizativa, deteriora el medio ambiente y pone
en grave riesgo la condición económica de los campesinos al
fluctuar constantemente el precio de la hoja de coca y estar en grave
riesgo de que repentinamente descienda su demanda en el mercado
internacional a causa de la aparición de los sucedáneos de la
cocaína. La presencia de grupos alzados en armas como Sendero
Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
(MRTA), con todo lo que conllevan de violencia represiva
producida por el ejército, la policía y la DEA pone a los nativos y
campesinos al límite de lo tolerable en permanente incertidumbre y
ansiedad. En Madre de Dios, Selva Sur, la explotación aurífera ha
sido foco de atracción de torrentes migratorio s del Ande tras la
quimera del oro. Está aún por investigarse las consecuencias de
semejante situación en niveles específicos como: cultivos
alternativos a la coca; modelos de comportamiento social de los
productores de hoja de coca; cambios de símbolos de prestigio en el
modelo de comportamiento de los narcotraficantes; y
transformación organizativa de los sistemas de supervivencia
cultural y política en espacios o ambientes concretos; etc.
Las masacres indígenas producto de un viejo conflicto interétnico y de
diversas facciones de una misma etnia, complicado más aún por la
presencia de ambos grupos subversivos, (SL y MRTA), con su
pedagogía de tortura y de muerte, producen desplazamientos y terror en
la Selva Central, afectando la misma raíz cultural de los grupos
involucrados.
No es posible predecir cómo estas poblaciones indígenas reformularán
su identidad, cuáles serán sus estrategias de supervivencia y de
autovaloración en un futuro inmediato.
114
1990: PROCESO DE REGIONALIZACIÓN
Ya la Constitución de 1980 señalaba un plazo perentorio para la
distribución del país en regiones. Razones políticas precipitaron el
proceso y comenzaron a operar en 1990 sobre la base de las antiguas
Corporaciones de Desarrollo. Bien que mal se cumplía una de las más
antiguas y acariciadas aspiraciones de la Amazonía: desligarse del yugo
del centralismo colonial. Sin embargo, estructuralmente la Ley Orgánica
de las Regiones reproduce, con sus lacras y vicios, el caduco aparato del
estado nacional: asamblea de diputados, presidencia, secretarías,
asesorías, direcciones y subdirecciones, etc., todo un frondoso aparato
burocrático que multiplica la ineficiencia y ha desactivado más bien la
frescura del movimiento regional. De todas maneras, la regionalización
supone un salto cualitativo histórico en la conquista de la identidad
regional.
La ley de regionalización se da en un momento en que las sociedades
amazónicas afirman el sentido de su valoración. La defensa del
patrimonio ecológico y cultural, el rescate de su historia, la
investigación de las tecnologías tradicionales, las expresiones culturales
autóctonas y los lenguajes vernáculares, la literatura, la música y otras
formas de expresión, son desde los comienzos de esta década indicios
inequívocos de que se da un momento de máxima intensidad en la
cultura regional donde se acrisolan la identidad y/ o identidades de una
región de tan intensa y apasionada historia.
Los festivales regionales del libro que constituyen un momento
celebratorio de todas las expresiones culturales regionales en Iquitos y
en otras ciudades de la selva, vienen a confirmarlo año a año.
La lucha denodada por la defensa de la Reserva Pacaya-Samiria, la
emergencia de una cantidad de movimientos culturales, científica y
política que tratan de dar una respuesta a la problemática del espacio
amazónico, son una muestra de ello. Aunque dispersas y atomizadas
hoy, llegará un día en que, como surgidas de una misma fuente, habrán
de encontrarse armónicamente. Algo nuevo se vislumbra en el
horizonte.
115
Intercultural del Instituto Superior Pedagógico Loreto y otros
proyectos de titulación de tierras y programas de ecodesarrollo así lo
confirman.
2º El discurso de las reivindicaciones étnicas ha experimentado saltos
cualitativos. De clamor por la tierra se ha transformado en exigencia
de los territorios; de un concepto de salud puramente asistencial ha
pasado a la valoración de su medicina tradicional en su contexto
ambiental como cultura; de reclamar una educación funcional
bilingüe ha pasado a ser gestor de todo un programa de
interculturalidad; del reclamo por atención por parte del estado
nacional y su inclusión dentro de él ha pasaqo a exigir la autonomía
y el derecho consuetudinario a regirse por su propia normativa.
3º Los indígenas lentamente van superando el sectarismo cerrado e
intolerante de creerse los únicos dueños de la geografía americana y
cambian poco a poco sus propósitos indianistas por otros nuevos que
comprendan a los demás sectores de la sociedad. La historia es ya
inevitable; el mestizaje y las oleadas migratorias llegadas más tarde
son una realidad y constituyen hoy la gran mayoría de la población
latinoamericana. No hay otro camino a la liberación que el paso por
las alianzas con otros sectores marginados de la sociedad.
4º Los programas de educación bilingüe intercultural han
experimentado cambios sustanciales. Las antiguas reivindicaciones
lingüísticas se han enriquecido con una nueva propuesta de
interculturalidad como indicábamos antes. El programa bilingüe-
bicultural del Instituto Superior Pedagógico Loreto y de la
Universidad Nacional de la Amazonía Peruana significan de por sí
un aporte, bajo el control de los propios indígenas, a la construcción
de una rica y abierta identidad. Este movimiento por la
interculturalidad dialogante ha iluminado el proyecto global de la
sociedad, de articulación de las regiones, de armonización y respeto
de las diferencias de construcción de identidad de otros sectores.
La reflexión india sobre cultura, territorios, autodeterminación,
medio ambiente, organización social, derecho consuetudinario, abre
nuevas perspectivas para un modelo alternativo de desarrollo desde
los espacios regionales, y abre las puertas a una educación
diferenciada conforme a los distintos ecosistemas, regiones y
subregiones y pueblos. Desde abajo, lenta pero firmemente se va
erosionando el pedestal de la estatua del Nabucodonosor del Estado
Nacional.
Queda aún por ver cómo las sociedades regionales asimilarán el impacto
de los medios de comunicación que cubren la inmensa longitud del mar
verde. En los últimos tres años van apareciendo por todas partes del
bosque antenas parabólicas que descuelgan las imágenes nacionales e
internacionales de los satélites que circundan la Tierra.
116
El mundo, el Perú, la Amazonía se han convertido en una aldea donde
ya no es posible mantener la identidad a fuerza de aislamiento. Dentro
de poco hiperbólicamente hablando. en la Selva amazónica habrá más
antenas parabólicas que árboles. ¿Cuál será la capacidad del pueblo para
asumir e integrar a su racionalidad el torrente de mensajes de una
cosmovisión diametralmente opuesta a la suya? Sólo la historia nos dará
la respuesta.
117
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121
122
PROBLEMÁTICA SOCIAL Y ECONÓMICA
DEL HOMBRE AMAZÓNICO
(Modelos de desarrollo, poblamiento y
producción en el espacio amazónico)
123
124
INTRODUCCIÓN
Una de las ideas que subyace en el pensamiento común y en algunos
estudios «globalizantes» de la sociedad peruana, es la referida a la poca
importancia social, económica y política de la Región Amazónica. Esta
percepción, equivocada por cierto, esconde o desconoce procesos
sociodemográficos y productivos relevantes que han modificado el peso
y participación de la Amazonía en la sociedad global, principalmente en
lo que concierne tanto a *las poblaciones locales como a los migrantes
nacionales y extranjeros . El Estado igualmente desempeñó un rol
10F
*
Ambos autores son Master en Sociología y actualmente se desempeñan como
profesores del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad
Católica del Perú.
1
Parte de las ideas y algunos de los datos utilizados en este texto han sido plasmados
ya por ambos autores en sus ensayos publicados en el libro Amazonía 1940-1990, el
extravio de una ilusión. Terra Nuova-CISEPA. PUCP. Lima.1991.
125
de la vida republicana estaba enmarcada en la idea de que el Oriente era
un espacio geográfico a conquistarse y esto debía hacerse incentivando
su poblamiento por hombres ajenos a la región; de allí que se planteara
un objetivo básico con respecto a la Amazonía: colonizada. Para ello,
tempranamente en 1823, mediante una Ley del 21 de noviembre se
legisló a favor de quienes quisieran establecerse en la región: ello aludía
a incentivar a los nacionales y principalmente a los extranjeros a ocupar
los territorios orientales.
Teniendo presente que no bastaba una Ley para conseguir el objetivo
planteado, dos décadas después, hacia 1842, se dio una nueva legislación
orientada a motivar a personas o empresas que hicieran las veces de
«incentivadoras» y de mediadoras entre el Estado y los posibles colonos
para atraerlos al país e introducidos a la Amazonía específicamente. Es
decir, legalmente se instauraba la figura del «enganchador» quien
recibiría primas o bonificaciones por esta tarea de acuerdo a la cantidad
de colonos que lograra introducir. Fue el Presidente Ramón Castilla
quien mediante la Ley de Fomento a la Inmigración, dada en 1849,
aclaró la idea de colonizar la Selva otorgando mayores beneficios a los
colonos mediante exoneraciones tributarias y el pago de primas a los
intermediarios.
La legislación emitida hasta entonces se hacía con el ánimo de sentar
presencia peruana en la región oriental: dado el avance que el- imperio
portugués en Brasil había venido operando en la Región Amazónica, por
lo que éste tenía ya intereses creados en esta parte de su territorio,
mientras que el Perú recién los iba a crear. Cuando, el 23 de octubre de
1851, durante el gobierno del general Echenique, se firmó la
Convención de Comercio, Navegación Fluvial, Extradición y Límites
entre el Emperador del Brasil y el gobierno peruano, el Perú aceptaba el
principio de uti-possidetis, con lo cual dejaba para después el arreglo de
los límites con dicho país, esta indefinición política nos llevó a perder un
extenso territorio en la boca del : aunque con la firma de la Convención
P 12F2
2
Mediante la Convención el Perú reconocía como frontera «la población de Tabatinga y de ésta
para el Norte la lútea recta que va a encontrar de frente al río Yapurá en su confluencia con el
Apaporis; y de Tabatinga para el Sur al río Yavarí». Como sostiene Romero (1983) «no nos valió
de nada el límite fijado por el Tratado San Ildefonso».
126
13-14). Así, con Echenique se sentaban las bases materiales mediante el
transporte fluvial para colonizar el Oriente, sólo que bajo el control de
una Compañía que realizaría la unión entre el río Negro (Brasil) y la
naciente del Amazonas en el pueblo de Nauta (Perú). En su segundo
gobierno el presidente Ramón Castilla modificaría algunas de las
cláusulas del Contrato de navegación y se esforzaría por dotar a la
Marina de Guerra de buques propios, en un intento de romper con la
dependencia que Perú tenía hacia una compañía brasileña.
Sobre los cimientos de la legislación dada hasta ese momento, el
Presidente Echenique, en 1853, afinó aún más los incentivos para la
colonización, así mediante Decreto Supremo dado el 15 de abril del
mismo año, se instauraba la figura legal de las concesiones de tierras en
el Oriente. Se pasaba de la idea inicial de dar impulso a las migraciones
individuales al establecimiento de colonias agrícolas en gran escala,
constitución de pueblos y generación de haciendas en la Amazonía
mediante empresas especiales a través de contratos celebrados con el
gobierno. Por su parte el Estado se comprometía a proporcionarles una
serie de facilidades: pasajes instrumentos y semillas sin costo alguno,
asimismo garantizaba el traslado de los colonos en buques estatales
hasta un lugar cercano al punto de colonización. Es más, se contemplaba
también una serie de exoneraciones para cuando estuviesen instalados:
no pago de impuestos sobre las tierras labradas sobre las edificaciones
construidas y la exoneración al uso de papel sellado. El carácter de
concesiones también abarcaba el plano político así los colonos tenían el
derecho de formar su propias corporaciones, elegir sus magistrados y
jueces. con esto el Estado se convirtió en el propiciador no solamente de
las colonizaciones sino del sistema de «enclave» en la Selva. Pero
percepciones y legislación estaban muy lejos de la realidad social y
económica del Oriente. Porque la Amazonía era un lugar geográfico
habitado por grupos indígenas desde tiempos remotos. Es más la labor
de varios siglos por parte de los misioneros, conllevó a la reducción en
centros poblados de algunas de las más importantes naciones selváticas.
Así. en un pionero Censo efectuado en la entonces amplia provincia de M 13F3
3
formada esencialmente por la actual Región Loreto (ex departamento de Loreto); por el área de la Región
de San Martín y la zona del ex departamento de Amazonas (en la actualidad parte integrante de la Región
Nor-Oriental del Marañón). Por lo tanto los datos de este censo excluyen las amplias zonas de la Selva
Central, del área de la Región de Ucayali y de la zona de Madre de Dios.
127
CUADRO 1
CENTROS POBLADOS CON MÁS DE 1000 HABITANTES DE LA PROVINCIA
DE MAYNAS EN 1814.
Fuente: Elaboración propia. en base al Censo de la provincia de Maynas, formado por orden
de su obispo Fr. Hip6lito Sánchez Rangel y Fayas, realizado en 1814.
firme tanto en Selva baja como en Selva alta y de cuyo número exacto ni
aproximado se tiene registro alguno, debido, entre otras cosas a lo
irregular y disperso de su . ón14F4
4
Ver el artículo de William M. Denevan "La población aborigen de la Amazonía en 1492" (en Amazonía
Peruana, Vol. III Nº 5. p.3-41). El autor hace una serie de estimaciones en base a la densidad posible de la
poblaci6n indígena en diferentes habitantes de la Amazonía. Lo importante para el caso del Perú, es la
anotación que hace con respecto al patrón de asentamiento a lo largo del Amazonas que daba una alta
densidad de ocupaci6n de sus orillas. Estima una densidad de 8 hab/km Y la existencia de grandes y
numerosos asentamientos indígenas en la Amazonía. entre ellos los omaguas y los campa en el Perú.
128
actividad alcanzó tal magnitud que llegó a convertir a esta ciudad y a su
entorno inmediato, como el pueblo de , en el núcleo de la actividad
R 15F5
129
dirigieron hacia Loreto vía Huánuco y Cerro de Paseo y terminaron
asentándose en Tarapoto y Yurimaguas. Cuatro años más tarde, llegaron
300 colonos de la misma nacionalidad y se asentaron en el valle del
Pozuzo, quienes formaron una colonia, aunque en los años que siguieron
vieron disminuir su población debido a las inclemencias del clima y al
abandono del gobierno. En la década siguiente, hacia 1864, migraron
para asentarse en la zona de San Ramón cerca de 320 italianos y otros
pequeños agricultores peruanos que posteriormente tuvieron que vender
sus tierras, dando lugar a la gran propiedad de esta área. Dado que no se
obtuvo los resultados esperados, los sucesivos gobiernos firmaron
nuevos contratos con otros agentes, para poblar diferentes áreas de la
Amazonía (Rodríguez 1986: 16-17; Crist 1969: 11), sin obtener los
resultados esperados.
Con respecto al Censo de 1862, hay que señalar que los datos son poco
confiables y el número total de centros poblados aparece subestimado
debido a las dificultades de acceso a los pueblos, en algunos casos por lo
CUADRO 2
CENTROS POBLADOS CON MÁS DE 1000 HABITANTES EN 1848,1862 Y 1876.
Pueblos Años
Fuente: Elaboración propia, en base a los datos censales de dichos años, publicados en LARRABURE y
CORREA, T. VI y el Censo General de la República del Perú formado en 1876, Departamento de Loreto,
T. IV. 1878.
130
disperso de su ubicación y en otros por la resistencia operada por los
mismos pobladores y/o por los misioneros ubicados en determinadas
zonas, esta última dificultad también se presentó en 1876, aunque la
cobertura de este Censo fue mayor a las anteriores y de mejor calidad en
el registro. Hay que tener en cuenta, también, que para esta última fecha
ya se vivía los albores del «boom cauchero» que vendrá a modificar
sustancialmente el escenario social, económico y demográfico de toda la
Amazonía.
Para 1876 se había creado ya una nueva demarcación administrativa que
elevó a6 la Provincia de Maynas al rango de Departamento Fluvial de
Loreto, configurado inicialmente por cuatro provincias: Huallaga,
16F
Tipo de Provincia
centro poblado
HUallaga* Moyobamba Bajo Amazonas Alto Amaz.
Ciudades 3 2 - -
Villas - 2 - -
Pueblos 17 2 7 12
Aldeas 16 8 9 9
Caseríos 68 30 65 7
Haciendas 8 9 5 11
Población:
Hombres 13435 8906 5212 4042
Mujeres 12727 8663 4430 3710
TOTAL 26162 17569 9642 7752
*Están agrupados los datos para las provincias de San Martín y del Huallaga, la primera creada por el
Congreso el 25 de noviembre de ese año.
Fuente: Elaboración propia, en base a datos del Censo General de Habitantes del Perú. Año 1876, p. 725.
6
El 7 de enero de 1861, en el segundo gobierno de Ramón Castilla, se formó el departamento marítimo-
militar cuyo objetivo central era facilitar la comunicación con el Atlántico, Castilla retornaba una Ley de
1832 que no se había cumplido y que «ordenaba la creación de un astillero en las inmediaciones de la
confluencia del Marañón con el Ucayali, así corno la de una grada de construcción, una escuela náutica, una
factoría y otros establecimientos navales» (Rornero, op. cit: 21).
131
Es de anotar que la población de esta amplia área de la Amazonía, se
había incrementado lentamente desde 1814, habiendo pasado en el lapso
de más de seis décadas de 25,641 personas a 61,125. Pese a ello, sin
embargo, este incremento anotado encuentra su explicación en dos
factores básicos: la mayor dinámica de comunicaciones a través de la
navegación fluvial especialmente entre los pueblos de Nauta, Iquitos con
Brasil, que incentivó mayor intercambio comercial primero a través de la
Compañía de Vapores del Amazonas y luego por la interconexión
establecida a través de las rutas operadas con barcos de la marina
nacional, entre los diferentes ríos de la Selva baja con las principales
ciudades de la Selva alta como Moyobamba. La exploración de rutas y
su apertura incentivó el comercio internacional de los principales
productos que en ese entonces se registraban en el Oriente así, la
exportación de goma, paja, quina, tabaco, sombreros, manteca, etc.
aumentó de 20,377 kg. en 1853 a 159,260 kg en 1860 (Romero
1983:18). Sobre la base de esta ampliación de las rutas fluviales, el
último censo tuvo una mayor cobertura en términos del registro de
centros poblados en esa área de la Amazonía, aunque siguió excluyendo
a la amplia población indígena. Por otra parte, como señalamos
anteriormente, se daba inicio a la actividad cauchera, cuya magnitud
alcanzada tuvo un doble impacto en el poblamiento de la Amazonía:
logro incorporar a vastos sectores de la población indígena en el circuito
del mercado y resultó ser el mecanismo de atracción para la llegada de
inmigrantes tanto extranjeros como nacionales. Con aquella actividad se
alcanzó el objetivo de incentivar las migraciones al Oriente, lo que las
políticas públicas por sí solas no habían conseguido durante varias
décadas
LA AMAZONÍA DURANTE LA REPÚBLICA ARISTOCRÁTICA, AUGE
Y CAÍDA DEL «BOOM» CAUCHERO
El período que se conoce como el de la República Aristocrática en el
proceso político peruano remonta sus inicios a la última década de fines
del siglo XIX y va hasta fines de los años diez del presente siglo. La
apertura de este nuevo período significa además el inicio de una forma
política de dominación conocida como el Estado Oligárquico, que se
prolongará hasta la década del 60. Los inicios de este nuevo período en
la vida política del país está signado por la crisis económica nacional
dejada por el fin del «boom» del guano, actividad localizada en la Costa
y la post-guerra del Pacífico.
Mientras la Costa se debatía en una aguda crisis económica y la Sierra se
mantenía como espacio de dominación social, económica y política
mediante la exclusión política permanente y sostenida de su población
indígena, en la Amazonía se salía rápidamente de la crisis generada por
los costos de la guerra y que llevó a casi la total destrucción de la Marina
de Guerra Auvial y a conatos de sublevaciones por parte de la burocracia
civil y el personal militar asentado en el puerto fluvial de Iquitos por la
falta de recursos provenientes del Estado, pero a diferencia de lo que
ocurría en la Costa y la Sierra el Oriente rápidamente cobraba una
132
vigencia inusitada en el mercado internacional, en estrecha relación al
proceso de industrialización por la que empezaban a transitar los
principales países europeos, especialmente Gran Bretaña.
Hacia fines del siglo pasado se abría el ciclo económico marcado por el
«boom» cauchero. Este, como dijimos modificó sustancial mente la
escena regional. Sobre la base de esta actividad, los sucesivos gobiernos
emitieron nuevas y más elaboradas legislaciones para garantizar la
extracción de la preciada resina, sin embargo casi nada se legisló a favor
de las poblaciones que ancestralmente habitaban la región.
Dos leyes merecen especial atención: la Ley Orgánica de Tierras de
Montaña, emitida el 21 de diciembre de 1898, durante el gobierno de
Nicolás de Piérola y la Ley General de Tierras de Montaña o Ley Nº
1220, dada durante el primer gobierno de Augusto B. Leguía, en
diciembre de 1909. Ambas leyes traducen una nueva percepción sobre la
sociedad nacional y la visión del civilismo, dominante durante este
período, con respecto al Oriente peruano. Asimismo ambas legislaciones
se ubican en pleno auge de la explotación cauchera.
Mediante la primera Ley el gobierno trata de corregir los desaciertos de
la legislación anterior que no lograron alcanzar el objetivo de colonizar
la Selva. A partir de este nuevo período, el objetivo ya no sería el de
colonizar la Selva para «mejorar la raza» y aumentar la población
asentada en esa área del país, sino de promover la inmigración a partir
de un ofrecimiento explícito de las tierras amazónicas como zonas
agrícolas y espacios geográficos inundados de gomales. Para que la
explotación de estas tierras fuera posible la legislación apuntó también a
incentivar la llegada de mano de obra y de capitales, para que a partir de
allí se promoviera la expansión de las industrias gomeras y
simultáneamente asegurar el poblamiento de la Amazonía. Esta Ley
señalaba cuatro formas de adquisición de tierras: compra, concesión, por
contrato de colonización y por adjudicación gratuita (Chirif 1975: 278;
Rodríguez 1986: 13).
La Ley de 1909, no sólo incrementaba las modalidades de adquisición
de tierras; sino que rebajaba sustancialmente los montos fijados once
años atrás. Así, las ventas se podían hacer hasta mil hectáreas para
cultivos y hasta treinta mil cuando se trataba de gomales, a razón de un
sol por hectárea. En caso de denuncio se podía extender hasta cincuenta
mil pagando cinco centavos semestrales por hectárea. Esta legislación
contemplaba también el caso de los colonos que querían establecerse
individualmente para realizar actividades agrícolas, en este caso el
Estado les otorgaba gratuitamente hasta cinco hectáreas: por último se
afirmaba la forma de la concesión absoluta y perpetua, mediante el pago
de un sol por hectárea, en caso de destinarse a la colonización ya la
realización de obras públicas; asimismo, se estipulaba que el Poder
Ejecutivo podía ceder terrenos de la región amazónica como
compensación a la construcción de vías férreas, caminos carreteros o de
la herradura, en este caso se concederían hasta quinientas mil hectáreas.
133
Asimismo pues a la forma más depurada de impulso no sólo a la
colonización sino a convenir a la Amazonía en un área productiva y
extractiva, siendo esta última forma la que predominó, inclusive hasta
mediados de siglo.
Ambas leyes legislaron sobre modalidades de uso de la tierra que ya se
venían dando como formas de explotación del caucho, y ésta se
realizaba mediante el nuc1eamiento de varias estradas de gomales en los
famosos fundos caucheros. Sólo en las márgenes del río Amazonas,
existieron en 1904 unos 93 fundos con 1960 estradas. Pero vía la
modalidad de concesiones, conspicuos miembros del partido civil y
miembros de la oligarquía terrateniente costeña lograron que el Estado
les arrendara zonas de gomales en Loreto, en las áreas selváticas de
Puno, cusco, Junín y Huánuco, así otorgaron 330,000 hectáreas entre el
1º de julio de 1901 al 30 de junio de 1902 (pennano 1988: 172-174). Por
ejemplo: los hermanos José y Juan Pardo tenían 10,000 hectáreas en
Puno, miembros de la familia Gildemeister poseía en Cusco 15,000
hectáreas, Pedro Beltrán junto con Lastres y Riglos tuvieron en
concesión 10,000 hectáreas en Cusco.
No cabe duda de que la legislación emitida quería ir acorde con una
nueva visión que los civilistas tenían del país: había que integrarlo, pero
a partir de una sociedad altamente estratificada, por ello es que las
legislaciones no reconocieron los derechos de facto que tenían los
pueblos . Los blancos nacionales y extranjeros deberían hacer la patria
ígenas17F7
7
Tanto fue así que el Gobierno peruano concedió a la Peruvian Corporation, empresa encargada de viabilizar
el famoso Contrato Grace, tierras en las márgenes del río Perené y Ene, mediante Ley promulgada en 1889.
Es decir se otorgaba a los tenedores de bonos de la deuda externa, además de la explotación de los
ferrocarriles, la cesión en propiedad de dos millones de hectáreas en la Selva para explotaciones agrícolas o
empresas industriales, inicialmente el Estado les adelantó una cuarta parte del total de hectáreas, pero estas
tierras estaban ocupadas por las ancestrales poblaciones indígenas.
134
industrialización de los países centrales, es en esta lógica donde se
pueden ubicar las formas despiadadas e inhumanas de este sistema de
explotación. Si para el Estado peruano los indígenas no poseían las
tierras y los bosques que habitaban, para los explotadores del caucho la
vida de éstos sólo tenía valor en cuanto mano de obra para extraer
incesantemente el recurso natural, de lo contrario constituía un paria que
debería ser eliminado, y así se hizo. Tal fue la importancia que el
civilismo dio a la región oriental durante esta época, que llevó al Estado
a emitir leyes específicas para coadyuvar al éxito de la explotación
cauchera. El 22 de abril de 1901 se emitió un Decreto creando la Junta
de Vías Fluviales, que tenía como objetivos: 1) Proponer al Ministerio
de Relaciones Exteriores el envío de expediciones a la región oriental,
los medios de protección a las empresas industriales y los dispositivos
administrativos que conviniera adoptar; 2) organizar y despachar las
expediciones aprobadas; 3) cuidar de la ejecución de las medidas que
resolviera el Gobierno y constituir comisiones en determinados lugares;
y, finalmente, 4) recibir e invertir los fondos que fuesen asignados
(Basadre T. XI: 110). Mediante este decreto se organizaron en los años
sucesivos una serie de expediciones fluviales, especialmente a la parte
sur de la Amazonía con el objetivo de abrir camino a la explotación
cauchera, así entre 1901 y 1903 la Junta de Vías Fluviales organizó
expediciones al Itsmo de Fitzcarrald, a Tambopata y Madre de Dios, al
Bajo Inambari, al Ucayali, a la zona de Paucartambo, al Urubamba y al
Alto Madre de Dios.
Pero el interés no sólo estaba centrado en abrir el conocimiento de las
redes naturales de transporte a través de los ríos, sino también se veía ya
la necesidad de integrar a esta vasta zona con puntos importantes de la
Costa: en noviembre del primer año del presente siglo, se promulga una
Ley autorizando al poder ejecutivo a realizar estudios de la construcción
de una línea férrea que empezando en la Costa norte (el Departamento
de Piura) concluyera en un punto de la ribera del río Marañón, más allá
del Pongo de Manseriche (Basadre tomo XI: 113). Tres años más tarde,
el 30 de marzo de 1904 el Ejecutivo promulgó la Ley de Ferrocarriles,
en donde explícitamente se observaba la importancia económica,
política, militar y estratégica de priorizar la construcción de una línea
férrea entre La Oroya y Cerro de Pasco con punto de llegada a un lugar
navegable a vapor en toda época del año en el río Ucayali o en uno de
sus afluentes, aunque ello no pudo hacerse realidad por falta de
financiamiento, la intención era manifiesta (Basadre t. XI: 209-210).
Durante este período el escenario sociodemográfico amazónico se vio
alterado. Si hasta 1876 la Selva alta predominaba en el conjunto por una
mejor organización y por contar con una mayor población, a partir del
«boom» del caucho, contingentes importantes de población se
trasladarán hacia la Selva baja. Así la aldea de Iquitos que en 1862 tenía
sólo 431 habitantes, en 1913 convertida en una ciudad financiera y
comercial albergaba a 12,498 personas con presencia de población
extranjera de más de quince nacionalidades (San Román 1975: 138-139;
Rodríguez 1991: 128-134, 142); de igual manera Yurimaguas
135
incrementaba su población de 284 en el año de 1862 a 3,000 habitantes
en 1905. En cambio por el lado de las ciudades de Selva alta, la densidad
poblacional disminuía y también decaía la actividad artesanal de la
producción de sombreros de paja, mientras que las exportaciones de
caucho sólo a Gran Bretaña crecían de 4.10 toneladas en el año de 1893
a 1676 tons. en 1910 y con ello el eje económico se trasladaba a Iquitos
(Rodríguez 1986: 25-27). La importancia de la explotación del caucho
también se reflejó en las exportaciones nacionales. Así en 1912 las
exportaciones de caucho, realizadas sólo desde el puerto de Iquitos,
constituían el segundo producto más importante, después del azúcar, en
el rubro de exportaciones del país. Pero luego vendría la debacle de esta
actividad, que sumió a la región en casi la inactividad económica y en el
desplazamiento del interés de la clase dominante nacional, \obre el
Oriente peruano.
CUADRO 4
136
una serie de tratados sobre límites fronterizos; el centro de interés fue
geopolítico más que económico. Hacia finales de la década del 30 y los
primeros años de la siguiente década se empezaron a construir las tres
vías terrestres de penetración hacia el Oriente: por el Norte: la carretera
Transversal Norte desde Pimentel hasta el Alto Marañón, por el Centro
desde Lima hasta Pucallpa, pasando por Tingo María, y por el Sur desde
Cusco hasta Quincemil.
LOS ÚLTIMOS CINCUENTA AÑOS Y EL NUEVO ROL
DE LA AMAZONÍA
Los últimos cincuenta años están marcados por el deseo del Estado de
convertir a la Amazonía en la despensa alimentaria del país y en el área
receptiva de la población andina que pugnaba por tener acceso a la
tierra. Ello se plasmó en la política de ampliar la frontera demográfica y
agrícola hacia el Oriente peruano, para lo cual el Estado se reservó un
rol protagónico. .
En una visión de conjunto de la historia social y productiva de la
Amazonía Peruana de este período es posible distinguir cuatro etapas:
1940-1960: INTEGRACIÓN VIAL, MIGRACIONES, CONTINUIDAD
EXTRACTIVA y APERTURA PRODUCTIVA AGROPECUARIA.
Pasado el «boom» extractivo del caucho y la shiringa la economía
regional languidecía, la población buscaba en alguna medida paliar la
depresión y la caída de los ingresos con la extracción y exportación de
otros productos naturales, sobre todo forestales como la balata (látex con
alto contenido de gutapercha), la leche caspi (látex para la fabricación de
goma de mascar), la madera (cedro y caoba), el palo de rosa (madera de
la cual se extrae un tipo de aceite aromático) y la tagua (palmera cuyo
fruto es similar al coco), la castaña (semilla oleaginosa), y en menor
medida con recursos minerales como el oro extraído de las playas de
algunos ríos amazónicos.
En cuanto a la actividad agrícola ésta se realizaba con fines de
autoconsumo, reposando principalmente en los sembríos de yuca,
plátano y frutales. La excepción la daban algunos pocos productos como
té, achiote, coca, barbasco y café destinados al mercado interno y la
exportación. En el caso del té y el café la producción se hacía
principalmente en las haciendas de la Selva alta, muchas de ellas
formadas bajo el amparo de la Ley 1220, dada en 1909. Sin embargo,
esta producción resultaba poco relevante frente a los cultivos costeños,
así por ejemplo en 1950 mientras el algodón y el azúcar aportaban 60 y
30 millones de dólares por concepto de exportación, el café generaba un
millón de dólares. El sembrío del barbasco, poderoso insecticida natural,
desde los años treinta fue propagándose en forma acelerada en el
Departamento de Loreto, en la provincia de Satipo y en otros lugares de
la Selva; en 1946 se obtienen 5,500 toneladas, disminuyendo su
producción en el decenio de 1950 al fabricarse el DDT. Era exportado, y
137
CUADRO 5
PRODUCTOS EXTRAÍDOS DE LA SELVA. POR TONELADAS Y AÑOS
138
CUADRO 6
Fuente: Elaboración propia en base a información del Extracto Estadístico del Perú, 1941.
139
Departamento de Selva del Banco de Fomento Agropecuario del Perú
(BFA), el cual estimulará aún más las labores agropecuarias. Así, hacia
finales de la década, la región ya capta el 7% del total de préstamos del
BFA. El café y el arroz sobresalen a 10 largo de ésta y las siguientes
décadas. El primero, en 1957 cubría ya el 86% del total de hectáreas
sembradas de cafetales en el país y el 89% del volumen producido. El
segundo, en 1959 autoabastecía el mercado regional, e inclusive el
excedente era vendido en los departamentos de Junín y Pasco (Memoria
del BF A, 1959/60). Por su lado, la producción de frutas en la zona de
Chanchamayo, cítricos en particular, tendrá un despegue importante, al
introducirse nuevas variedades y tecnificarse la producción (Santos y
Barclay 1990). Lima, con dos millones de habitantes, constituye el
mercado de esta producción.
El Servicio de Cooperación Interamericana de Producción de Alimentos
(SCIPA) promoverá la ganadería vacuna (Cebú, Brown Swisse, etc.) en
Loreto. A mediados de los cincuenta se estableció la Granja
Experimental «San Jorge» cerca a Pucallpa desde donde irradió su labor
promotora. Sus beneficiarios serán mayormente medianos y grandes
propietarios de la tierra.
En cuanto a los frentes extractivos selvícolas, persiste el predominio de
la madera y gomas. La primera cubre ya alrededor del 65% de la
demanda nacional, siendo los mayores centros productivos: Pucallpa,
Oxapampa, Iquitos (desplazado del primer lugar), y Tingo María. Por su
parte, las 2,291 TM de gomas adquiridas por el BF A serán mayormente
consumidas en el país (a diferencia de la década anterior), siendo las
empresas estadounidenses Good Year y Lima Rubber Company quienes
captan más del 80% de la producción total (Roel 1961).
140
CUADRO 7
PRODUCCIÓN FORESTAL 1956
141
región centenares de pobladores urbanos costeños subempleados y miles
de jóvenes campesinos que huyen del atraso y pobreza del agro serrano
(arrinconado por el avance de la economía mercantil capitalista, al
rápido crecimiento poblacional, la mantención de una estructura
anacrónica de tenencia de la tierra y las desatenciones del Estado). Se
estima que el 50% del alto crecimiento poblacional de la Selva, 4.1 %
anual entre 1961 y 1972 obedecía precisamente a estos flujos
migratorios. Ello incidió en la fisonomía demográfica; para el término
de esta etapa el 30% del total de la población de la Selva había nacido
fuera de su lugar de residencia, en el caso de la Selva alta éste alcanzaba
CUADRO 8
POBLACIÓN DE LA AMAZONIA Y PRINCIPALES PROVINCIAS RECEPTORAS DE
POBLACIÓN MIGRANTE. 1972.
TOTAL 13,387,709
Lima Metrop. 3;227,076 1,451,331 44.97
Resto Costa 4,466,703 -416,247 10.28
Sierra 4,440,049 -1,020,952 3.01
Selva 1;253,781 123,665 30.29
Selva alta 744,793 134,856 35.91
Selva baja 508,988 -11,191 22.08
Bagua 92,209 47,523 56.63
Jaén 93,687 32,245 45.47
San Ignacio 57,190 21,010 41.08
La Convención 83,374 21,556 39.15
Leoncio Prado 54,963 26,626 62.42
Satipo 37,405 14,993 47.54
Oxapampa 39,498 9,610 35.78
Mariscal Cáceres 36,451 7,140 39.74
Rioja 10,372 420 42.32
Tambopata 14,071 1,712 34.66
Manú 1,195 396 78.33
Coronel Portillo 118,299 32,638 38.88
*
Excluye extranjeros y población que no especificó lugar de nacimiento.
**
Diferencia entre inmigrantes y emigrantes.
***
Proporción de inmigrantes respecto a la población censada por 100.
Fuente: Elaboración M. Rodríguez. en base al Censo Nacional de Población 1972. (Ver: Rodríguez 1991:
127-8)
142
al 36% de su población. Las provincias selváticas colindantes con el
área andina fueron, repetimos, las principales receptoras de estas
corrientes migratorias, por eso éstas tienen los mayores porcentajes de
migración neta. La Carretera Marginal aportó a este traslado masivo de
pobladores abriendo nuevas áreas para las actividades agropecuarias;
esta ampliación en muchos lugares se hizo, sin embargo, a Costa de
incursionar en tierras y bosques de protección.
Junto a este proceso de incorporación masiva de inmigrantes andinos a
la Selva alta, en la Selva baja se consolidaba la predominancia urbana
de dos ejes: Iquitos y Pucallpa. La primera cuyo origen se remonta al
siglo pasado como sede administrativa, financiera y militar, y la
segunda recién a partir de los años 40 cuando se culmina la construcción
de la carretera central y en ella se ubica el punto de llegada. Ambas
ciudades tienen, durante este período tasas de crecimiento bastante
elevadas, Iquitos creció a una tasa de 6.1 %, mientras Pucallpa lo hizo a
7% anual. En el caso de Iquitos, y en menor medida para Pucallpa, la
concentración de población se vio favorecida por las políticas públicas,
al convertirse en los ejes de comercialización de productos importados
al amparo de la Ley 15600. La exploración petrolera de fines de la
década de 1970 coadyuvará al impulso económico de Iquitos y a
consolidarla como mercado de trabajo más importante de la Selva baja
norte.
Antes de acabar el primer lustro del decenio de 1970 el área sembrada
en la Amazonía se había duplicado con respecto a diez años atrás,
llegando a las 356,000 hectáreas, o sea el 16% del área total cultivada
del país. Alrededor de 90 mil agricultores pequeños y medianos estaban
detrás de esta avanzada que consigue en corto tiempo transformar una
economía regional extractiva en predominantemente, agropecuaria.
El café se pone a la vanguardia en el proceso de expansión de los frentes
productivos selvícolas, logrando la tasa de crecimiento agropecuaria
más elevada en todo el país, 14.9% anual para el período 1951-1969
(Hopkins 1979). Este cultivo en la década de 1960 superará las -100,000
hectáreas sembradas. Lo cosechado, 50,000 toneladas anuales en
promedio para la década, a diferencia de años anteriores se destinará
mayormente al mercado internacional, superando o igualando al
algodón y al azúcar costeños en términos de divisas aportadas.
A la cabeza de la expansión cafetalera van las zonas del Alto Marañón,
Bagua, Chanchamayo, Oxapampa y San Francisco. Declinan Jaén-San
Ignacio, tanto en hectareaje sembrado como en producción lograda. En
algunos valles de San Martín, por el contrario, los agricultores
abandonan los cafetales por otros cultivos.
El arroz de Selva que en la década de 1940 contribuía muy poco al país,
destacará en este tiempo al aumentar velozmente su superficie sembrada
(en 1970 se registran ya 55 mil has.). Tal incremento se dio en diversos
valles y cuencas arroceras, en particular en Jaén-Bagua y Yurimaguas
143
CUADRO 9
Producto Superficie
%
utilizada (Has.)
Café 108,400 30.4
Pastos 48,000 13.5
Plátanos 38,000 10.8
Yuca 36,300 10.2
Maíz 33,000 9.2
Arroz 19,800 5.5
Coca 15,200 4.3
Fríjol 10,600 3.0
Algodón 8,900 2.5
Cube 6,000 1.7
Cítricos 5,700 1.6
Cacao 5,300 1.5
Yute 3,600 1.0
Frutales 3,400 1.0
Otros(*) 13,700 3.8
Total 356,400 100.0
(*)Incluye: caña de azúcar, té, paltos, tabaco, achiote, frutales menores, jebe, maní y otros que
individualmente no superan el 1% de la superficie cultivada en la Selva.
Fuente: CONESTCAR, 1964.
144
lentamente. El cacao, por último, pierde momentáneamente importancia
debido a la baja de los precios en el mercado mundial.
En cuanto a la ganadería es de notar en este lapso una evolución
importante pero no tan sorprendente como algunos de los cultivos
examinados. Porcinos, vacunos y aves muestran, por primera vez, un
nivel, aunque pequeño de significancia nacional. Por las características
mismas de la explotación vacuna en esta región, de tipo extensivo, es
necesario disponer de pastos cultivados, complementados con pastos
naturales. De ahí que los pastizales ocupen el segundo lugar en la
ampliación de la frontera agraria (con un promedio de 77,000 hectáreas
sembradas en la década). La ganadería vacuna empieza a despuntar en
el Bajo Huallaga, la zona de Pucallpa, Pichis-Palcazú . y Oxapampa.
Los mercados locales y costeños absorben mayormente la saca de estos
animales.
CUADRO 10
POBLACIÓN GANADERA DEL PAÍS Y DE LA SELVA, EN 1965
Nacional Selva %
Fuente: Elaboración propia sobre la base de: Estadística Agraria. 1964-69. CONESTCAR. No incluye la
Selva de Ayacucho y Puno.
145
CUADRO 11
PRODUCCIÓN CONTROLADA DE MADERA POR ZONAS DE SELVA 1960-1966
(MILLONES DE P2),
Fuente: Servicio Forestal y de Caza, Ministerio de Agricultura. Tomado de Chungsuk Cha (1969).
CUADRO 12
PRODUCCIÓN, IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN DE MADERA, 1960-1966.
(MILLONES DE P2)
(a)
Producción controlada: se estima que existe en el país un adicional de unos 15 millones de pies cuadrados
de producción incontrolada.
Fuente: Servicio Forestal y de Caza, Ministerio de Agricultura. Tomado de Chungsuk Cha (1969).
146
CUADRO 13
SUPERFICIE, PRODUCCIÓN E IMPORTACIÓN DE JEBE, 1960-1964.
147
y controlados) que perjudicaban a los pequeños agricultores de pan
llevar, en tanto el objetivo perseguido era abaratar los costos de
producción de la fuerza de trabajo urbana. En este contexto la Selva
recibe, una vez más, la tarea de contribuir a abastecer de alimentos al
país y cubrir sus déficites internos.
El crecimiento de la población vía las migraciones se acentuará durante
esta década, entre 1972 y 1981 la Selva recepcionará al 19% del total de
población inmigrante del país, convirtiéndose así en la segunda área
nacional que mayores volúmenes de inmigrantes recepciona, después de
Lima Metropolitana. Ello se evidencia en el incremento del porcentaje
de inmigrantes sobre la población local que alcanza al 34%, en el caso
de Selva alta al 40%; lo cual a su vez se reflejará en el crecimiento
acelerado de las unidades agropecuarias; si en 1961 existían 90 mil
unidades, en 1972 éstas ascendían a 137,000, experimentando un
incremento de 36%. El impulso 10 dio, en gran medida, la construcción
de la Carretera Marginal al habilitar nuevas áreas para el cultivo o la
cría de ganado.
Cabe anotar que para este año no sólo había aumentado la proporción de
inmigrantes en las provincias de Selva sino que además nuevas
provincias, como Moyobamba, Huallaga y Rioja, empiezan a ser sujetos
de una incesante migración andina, debido a dos factores: el término de
la construcción de la Carretera Marginal y el proceso de saturación
alcanzada en las provincias más antiguas de colonización.
Para 1972 había ya cerca de medio millón de hectáreas cultivadas
(incluyendo pastos) que cubrían el 23% del área total sembrada en el
país. Sobresaliendo entre los cultivos: el arroz, maíz, café y pastizales.
La consagración del arroz en aquellos años, tanto en la Selva como en la
Costa, se explica, en buena medida, como consecuencia de los precios
de refugio y la comercialización garantizados por el Estado.
El maíz se integra al grupo de cultivos tropicales relevantes dentro del
conjunto nacional, como el café y el arroz. En efecto, en la segunda
mitad de la década de mil novecientos setenta el cultivo del maíz
despega en forma impresionante; así en sólo tres años duplica su
participación alcanzando el 30% del total nacional (sólo San Martín
contribuía con el 10%).
Coherente con la política de planificación de zonas económicas para
propiciar el desarrollo de cultivos deficitarios para el país, el Estado
creó en Tocache en 1973 ENDEPALMA S.A., empresa dedicada al
cultivo de la palma aceitera. Hacia 1980 se habían plantado 4,850
hectáreas de palma aceitera, de las cuales 3,250 has. estaban en
producción. El grupo Romero invirtió también en este cultivo industrial
creando Palma de Espino en el Alto Huallaga.
Al compás de este proceso de ampliación de la frontera agrícola,
continuó incrementándose en la región el crédito agrario de la banca
estatal.
148
CUADRO 14
POBLACIÓN DE LA AMAZONÍA y PRINCIPALES PROVINCIAS RECEPTORAS DE
POBLACIÓN MIGRANTE.1981
149
CUADRO 15
DISTRIBUCIÓN REGIONAL DEL CRÉDITO DEL BANCO AGROPECUARIO
1960-1979 (PORCENTAJES)
Nacional Selva %
(*)
No incluye a las zonas de Selva de los departamentos de Puno y Ayacucho.
Fuente: Elaboración propia en base a información del Ministerio de Agricultura. Anuario Estadístico
Agropecuario, 1976.
150
Medianos y grandes propietarios de tierras, con intereses económicos
diversificados (comercio e industria de la madera), en Jaén-San Ignacio,
Pucallpa y Tarapoto lideran el avance ganadero. La demanda de carnes,
fundamentalmente vacuna y porcina, por parte de las ciudades costeñas,
como Lima y Chiclayo, y, en menor medida, de las poblaciones de las
propias urbes de la Selva como Iquitos, Pucallpa y Tarapoto, favorecen
esta expansión. La demanda avícola corresponde a los mercados locales,
y está indicando las modificaciones en la alimentación de la población
amazónica. Por otro lado, pasando a los frentes extractivos, en este
tiempo sobresalen dos que descansan en recursos minerales, el frente
petrolero y el frente aurífero. Petroperú inicia una política petrolera que
implica la lotización de la Selva con fines de prospección, exploración y
explotación del recurso, conjuntamente con contratistas extranjeros. La
subida del precio del petróleo favoreció estas labores. Los efectos de
dicha política se dejaron sentir muy rápidamente. En 1978, el Oriente
peruano había ya desplazado a la Costa norte de su sitial como la
principal zona petrolera del país. Ese año, se sacaron 33 millones de
barriles de petróleo crudo de esta región, volumen que constituía el 60%
del total nacional.
CUADRO 17
PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO CRUDO POR ZONA GEOGRÁFICA 1973-89.
(MILES DE BARRILES)
151
La Selva asume así una nueva dimensión productiva, deviene en el
principal abastecedor energético del país; se vuelve definitivamente
imprescindible como abastecedora de determinadas materias primas que
el patrón de desarrollo urbano-industrial requiere.
Por su parte, los frentes auríferos en la Selva adquieren, en la misma
época, un inusitado «boom» al aumentar los precios de este metal en el
mercado internacional, lo que hizo nuevamente rentable su explotación.
Medianos y grandes empresarios de fuera de la región, así como cinco
mil empobrecidos pobladores de los vecinos andes cusqueños,
apurimeños y puneños se vieron envueltos en la fiebre del oro,
instalando cientos de lavaderos en las riberas de los ríos del
departamento de Madre de Dios. De esta área se ha estado extrayendo
alrededor de un cuarto de la producción aurífera nacional.
CUADRO 18
POTENCIAL Y EXTRACCIÓN AURÍFERA EN EL DEPARTAMENTO DE MADRE
DE DIOS. 1977-1980.
152
CUADRO 19
GRADO DE UTILIZACIÓN DEL RECURSO FORESTAL (EN MILES DE M3)
Volumen Producción de % de
Cuenca Madera Aserrada
Aprovechable Utilización
Marañón 78,800 5.4 menos de 0.01
Huallaga Central 86,200 80.4 0.09
Alto Huallaga 64,300 46.5 0.07
Ucayali 103,200 132.2 0.10
Madre de Dios 136,300 38.9 0.02
Total 468,800 303.4 0.06
Fuente: Dirección General de Forestal y Fauna. Anuario de Estadística Forestal y de Fauna Silvestre, 1980.
Tomado de Peñaherrera (1984).
153
10 aceptaba, en la práctica se hacía otra cosa; e) no se tomó en cuenta el
conocimiento de los nativos amazónicos.
Al margen de lo dicho, durante la década de mil novecientos ochenta se
mantuvo el ritmo de crecimiento agrario de las décadas anteriores y se
consolidaron algunos productos tanto transitorios como permanentes, de
exportación como de consumo interno, que empiezan a ser clásicos de
Selva. Por su importancia, nacional, destacan en la década de los
ochenta los siguientes productos:
CUADRO 20
PRODUCTOS SEMBRADOS EN LA SELVA, DE IMPORTANCIA NACIONAL.
COMPARACIÓN PORCENTUAL INTER-REGIONES.1984.
154
CUADRO 21
COCA: SUPERFICIE CULTIVADA.
PRODUCCIÓN Y VALOR BRUTO DE LA PRODUCCIÓN, 1979-1986.
155
sus precios. El empleo de insumos (kerosene, acetona, ácido sulfúrico, y
tolueno) en la fabricación artesanal de la pasta básica de cocaína viene
generando problemas de contaminación de los ríos y los suelos.
Más de una década de esfuerzos desplegados por el Estado peruano para
erradicar el cultivo ilegal de la coca, contando inclusive desde 1983 con
el apoyo del Gobierno norteamericano, resultaron infructuosos y han
agudizado las tensiones con los productores, beneficiándose de este
conflicto los narcotraficantes y el senderismo (García Sayán 1990).
Después de la coca, el café constituye el segundo producto agrícola más
importante de la región, tanto por el número de hectáreas sembradas,
195 mil aproximadamente, como por generar el mayor valor económico
agrícola legal. Su crecimiento, reiteramos, ha sido sumamente veloz; en
el lapso de los últimos 30 años triplicó su área sembrada. Actualmente,
mantiene su sitial como principal rubro de exportación agrícola y el que
contribuye en el sector con la mayor cantidad de divisas legales al país,
habiendo desplazado como vimos anteriormente- a los tradicionales
cultivos de la Costa. En 1988, mientras el café aportaba 121 millones de
dólares por su venta en el exterior, el algodón lo hacía con 30 millones y
el azúcar sólo con 13 millones.
CUADRO 22
PRODUCCIÓN DE CAFÉ. 1960-1989.
156
productividad (rendimientos decrecientes por hectárea al no efectuarse
podas, ni renovación de plantas, ni rigurosos controles fitosanitarios,
etc.).
Por su parte la superficie de maíz en la Selva, 140 mil hectáreas en
1989, representa algo más de la mitad de lo sembrado en el país, y el
tonelaje cosechado, 265 mil toneladas para ese mismo año, un tercio del
total nacional. La diferencia notoria entre las proporciones de lo
sembrado y cosechado estriba en la menor productividad por hectárea
de maíz, si se compara con la obtenida en la Costa.
El arroz mantiene, como el café y el maíz, la tendencia de los
subperíodos precedentes, el alza permanente en lo que a superficie y
producción se refiere. Si en 1981 se cultivó 75 mil hectáreas y cosechó
245 mil toneladas, en 1989 estas cifras se elevaron a 98 mil y 349 mil,
respectivamente. En términos nacionales el arroz de Selva representa ya
el 46% de la superficie y el 33% de la producción arrocera.
Sin lugar a dudas, un quinteto de cultivos: coca, café, maíz, arroz y
pastos, dominan el escenario agrícola selvícola de los ochenta, a
bastante distancia de otros como la yuca, el plátano, fríjol grano verde y
palma aceitera que crecen también en esta década pero a velocidades
bastante menores. Se observa una caída de la producción de ciertos
frutales como toronja, limón y papaya. El té prosigue la tendencia de la
década anterior, continúa en baja.
El 23% de los créditos otorgados por la banca estatal agraria. De
acuerdo a información referida a la campaña agrícola 1985/1986, la
superficie aviada por el Banco Agrario en la Selva (290,945 hectáreas) y
el monto de los préstamos (2,386'446,000 de Intis) fueron mayores que
los otorgados a la Sierra.
En cuanto a la ganadería, según proyecciones efectuadas por nosotros,
basadas en las tasas de crecimiento logradas durante los años setenta, es
de notar incrementos para este subperíodo. Si nuestros cálculos son
correctos, la importancia de la ganadería vacuna, avícola y porcina en la
Selva, con respecto al total nacional, aumenta pero no al ritmo
espectacular observado para algunos cultivos. Destaca, en particular,
San Martín como productor pecuario.
El notable crecimiento numérico de las explotaciones agropecuarias de
la Selva, en relación a otras regiones del país, es un fenómeno que llama
la atención. Según datos de la ENAHR (1984), las unidades
agropecuarias de Selva han sobrepasado en cantidad y en áreas
cultivadas a las de Costa; asimismo, en cuanto a Valor Bruto de la
Producción Agrícola, superaron tanto a las de Costa como a las de
Sierra. Hoy en día, el área agropecuaria de nuestra Amazonía supera el
millón cien mil hectáreas, correspondiéndoles 700,000 a la actividad
agrícola y las restantes a la pecuaria, entre pastos cultivados y naturales
(Dourojeanni, 1990). A la luz de estas estadísticas el rol de la Amazonía
como productora agraria, se ha cumplido.
157
CUADRO 23
POBLACIÓN GANADERA DEL PAÍS Y DE LA SELVA (*) 1989.
Nacional Selva %
Vacunos 4'002,713 382,429 9.55
Ovinos 12'902,678 38,363 0.30
Equinos s/i s/i s/i
Porcinos 2'288,646 328,187 14.34
Caprinos 17,372 1 '681,564 1.03
Aves 54 '016,658 5'534,114 10.25
CUADRO 24
158
CUADRO 25
MADRE DE DIOS: ADQUISICIÓN DE ORO POR EL BANCO MINERO POR AÑOS,
SEGÚN OFICINAS 1982.1988.
159
CUADRO 26
VOLUMEN DE PRODUCCIÓN DE MADERA ASERRADA POR DISTRITOS
FORESTALES DE SELVA PORCENTAJES CON RESPECTO AL TOTAL DE SELVA
y AL TOTAL NACIONAL, EN 1986.
%
Región agraria % Producción
M3 Producción
Distrito Forestal nacional
regional
VI CHICLAYO 2,794 0.54 0.46
Jaén 2,794 0.54 0.46
VII HUANUCO 50,140 9.71 8.26
Aucayacu 6,418 1.24 1.06
Oxapampa 17,062 3.30 2.81
Villa Rica 21,953 4.25 3.62
Pto. Bermúdez 4,707 0.91 0.78
VIII HUANCAYO 101,496 19.65 16.73
San Rornán 62,828 12.16 10.36
Satipo 38,668 7.49 6.37
IX CUSCO 52,087 10.08 8.59
Pilcopata 11,981 2.32 1.97
Quillabamba 2,235 0.43 0.37
Pto. Maldonado 37,871 7.33 6.24
XI MOYOBAMBA 67,586 13.08 11.14
Chachapoyas 4,405 0.85 0.73
Tarapoto 3,752 0.73 0.62
Alto Marañon 3,589 0.69 0.59
Alto Mayo 25,027 4.84 4.13
Bellavista 12,477 2.42 2.06
Tocache 18,336 3.55 3.02
XII IQUITOS 242,470 46.94 39.97
Iquitos 23,634 4.58 3.90
Pucallpa 201,948 39.09 33.29
Caballococha 8,818 1.71 1.45
Contamana 2,655 0.51 0.44
Requena 1,807 0.35 0.30
Nauta 384 0.07 0.06
Yurimaguas 3,224 0.62 0.35
Total Selva 516,573 100 85.15
% 85.15
Total Nacional 606,656 100.00
% 100.00
Fuente: Ministerio de Agricultura. Dirección General Forestal y de Fauna. Producción y Valorización de los
Productos Forestales lk la Madera, 1986. Elaborado por Jorge Elgegren.
160
El Estado peruano, a partir de 1985, durante el mandato presidencial de
Alan García, entra en la Selva a una posición defensiva cuando Sendero
Luminoso inicia sus acciones militares en la zona; posteriormente el
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru hará lo mismo. El panorama
se complica y agudiza con la presencia de bandas armadas de
narcotraficantes. Al Estado, mal que bien promotor de las décadas
anteriores, lo reemplaza en buena parte de la región un Estado con perfil
represivo, en quiebra y sin planes claros, coherentes y agresivos de
promoción y desarrollo. El fracaso de las políticas populistas en resolver
la crisis económica, y la apertura a las ideas y programas liberales bajo
el actual gobierno de Fujimori, evidentemente han aportado, a un mayor
repliegue del aparato estatal, y con él a poner en cuestión el modelo de
crecimiento agropecuario vigente durante el período analizado.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Las visiones que se manejaron sobre la Amazonía, desde el centralismo
limeño, han ido a la par con las políticas públicas. Si .a principios de la
vida republicana la preocupación por poblar el Oriente, se tradujo en la
de dispositivos tendientes a incentivar el asentamiento de población
extranjera, principalmente. Esta «necesidad de poblar» la región sólo
pudo objetivarse cuando los recursos del bosque amazónico se
convirtieron en materias primas indispensables del proceso de
industrialización del capitalismo central. Empero, ello significó sólo una
etapa de los ciclos económicos por los cuales la región transitaría en el
largo proceso de construcción del espacio social.
Por otra parte, el Estado demoró más de cien años en solucionar los
problemas fronterizos, en cuyo lapso el Perú fue perdiendo importantes
extensiones de su territorio por falta de una presencia efectiva en el
Oriente. La clase dominante, durante el período de la denominada
República Aristocrática y el dominio oligárquico, sólo vio a la Selva
como un espacio vacío en el que podía poseer tierras mediante la
modalidad de las concesiones, pero no actuó como ente dinamizador ni
de la economía ni de la estructuración social requerida. Fue el Estado,
inicialmente, mediante la explotación de la red fluvial, y luego vía la
construcción de las carreteras de penetración quien asumió el rol
protagónico para insertar a la región en el mercado nacional. Así, de un
inicial interés geopolítico, predominante en las primeras décadas de este
siglo, pasó a partir del decenio de 1950 a presentar el rol de promotor
para convertir a la región amazónica en la despensa alimentaría del país
y en el espacio capaz de recibir a la población «excedente» de la Sierra
y la Costa; mediante una política de ampliación de la frontera
demográfica y agrícola. Son los pequeños productores selváticos y los
migrantes andinos los encargados de ir construyendo este espacio social.
En las décadas de 1940 y 1950, la Amazonía es antes que nada un reto a
una realidad productiva de significancia nacional. Por cierto los frentes
extractivos están mayormente en su fase de recuperación o despegue,
luego de la caída del caucho a fines de la Primera Guerra Mundial; la
161
importancia económica de la región es sólo medible en términos locales,
a excepción del café. Con la ola migratoria de campesinos andinos que
se dirigen a la región en estos años, incentivados por la construcción de
carreteras y un tibio apoyo estatal, el agro selvícola da también sus
primeros pasos y se amplía la actividad forestal. Por todo ello podemos
caracterizar esta etapa como de apertura productiva dando inicio a una
nueva fase de la historia amazónica.
Entre 1960 Y 1970 resalta el poblamiento y expansión productiva
agropecuaria acelerada particularmente de Selva alta. En este momento
ha dejado de ser el espacio mayoritariamente extractivo de materias
primas destinadas al extranjero, para convertirse en una región en lo
fundamental productora de alimentos y bienes para el mercado interno
en expansión. Para los años 1970 y 1980 observamos una
diversificación y consolidación productiva de la Selva, una mayor
presencia directa del Estado con un agresivo compromiso con el
fomento y la producción agropecuaria (vía crédito, comercialización,
asesoría técnica o inversiones directas). A la importancia creciente de la
Amazonía como productora agraria (arroz, maíz, café y frutales), se le
agrega en esta etapa un nuevo rol, de productora aurífera y de recursos
energéticos. La Selva deviene en la principal fuente abastecedora de
petróleo.
A partir de la década de 1980, la estructura productiva agraria de la
Selva se muestra como la más dinámica del país (según ENHAR aporta
en 1984 el 46% del Valor Bruto de la Producción y en ella se encuentra
el 22% de las explotaciones agropecuarias, y el 39% de la tierra
cultivada). En estos años emerge la coca como el cultivo de punta y el
que genera múltiples efectos sociales y económicos. La violencia
subversiva se desata en varios espacios de la Amazonía afectando la
vida y producción locales. Al comenzar el decenio de 1990, los nuevos
rumbos en la política estatal de corte liberal están cancelando varias
décadas de un modelo de desarrollo agro pecuario. Los primeros efectos
se dejaron sentir como la disminución del crédito agropecuario, el fin de
ECASA, ocasionando con ello la drástica disminución de las áreas
sembradas de arroz y maíz (1990/1991).
162
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166
EVALUACIÓN DE NUESTRA ARQUEOLOGÍA
AMAZÓNICA
167
168
INTRODUCCIÓN
169
FACTORES AMBIENTALES
Nuestra geografía está determinada por la Cordillera de los Andes,
presentándose en ésta una diversidad de sistemas de cadenas de
montañas, separadas por valles, cuencas, contrafuertes, escollos,
vertientes, laderas, lomas, etc.
Los bosques orientales se inician en la cordillera misma y especialmente
en los Andes del Sur se constata una peculiar conformación orográfica.
En efecto, la ubicación del Cusco, con dominio sobre las cuencas de
Apurímac, Urubamba y Paucartambo y su proximidad a la meseta del
Collao, hizo posible la expansión; siendo los Andes Centrales el eje
geopolítico en cuyo dorso se trazó el camino principal, que facilitaba el
desplazamiento hacia los llanos, al altiplano y a las cortaduras de
Apurímac Urubamba y Paucartambo. Todo este espacio fue hábilmente
aprovechado por las diversas sociedades.
En la ceja de selva predominan los bosques nublados, existiendo una
alta precipitación pluvial.
Hacia el norte los Andes son más bajos en su elevación general,
existiendo grandes valles que permiten la entrada de vientos húmedos
que proceden de la llanura amazónica, y que, al encontrarse con las
masas de aire procedentes del noreste y del Pacífico Ecuatorial, originan
las precipitaciones.
El área más ancha y extendida de los Andes, entre los 2000 y 3000
msnm. está al este del río Marañón, y es notable por su ubicación y
clima. En el Chamaya, ubicado en la provincia de Huancabamba en
Piura, la vegetación se extiende en varios valles subdividiendo los
Andes en una serie de cadenas de dirección norte-sur; el clima y la
vegetación local son afectados principalmente por la altitud y latitud, y
la situación de los vientos del este; generalmente la vegetación de ceja
de selva tiene mayor altura en los valles que en las colinas entre valles,
ocasionando alta humedad en "los mismos. Las altas montañas pueden
bloquear los aires, creando nubes cargadas de lluvia, fenómeno que se
puede observar en zonas como el Abiseo (pajatén), Kuelap, al igual que
en los bosques nublados y en el área de Machu Picchu.
La zona del Chamaya se tipifica por sus elevaciones y sistemas
colinosos con fuertes pendientes y declives de suelo poco profundo, lo
que convierte a toda el área en susceptible de una fácil destrucción de su
suelo cuando se tala el bosque.
Podemos decir que entre la Amazonía y los Andes tenemos varias
"puertas" de ingreso, zonas estratégicas que facilitaron las relaciones
entre las tierras bajas y altas constituyendo un espacio articulado que
reunía distintos ambientes eco lógicos, con diversidad de recursos.
170
Las culturas de la Amazonía se han desarrollado en zonas de várzea y
tierra firme. En ello tuvo que ver la disposición de suelos fértiles y de
los diferentes recursos de los ríos y lagos que producían. Cuando se
producían inundaciones fuera de tiempo, los habitantes de várzea podían
cosechar las chacras que tenían en tierra firme (comunicación personal
con Myers). Las investigaciones de Hilbert establecieron la misma
secuencia temporal donde vivieron los tapajos y omaguas. Meggers
también indica que hay más posibilidades de desarrollo en várzea que
en tierra firme.
Nuestro país, a consecuencia de sus Andes, posee una singular selva
alta, ya que cuenta con tres de los grandes refugios pleistocénicos,
centros de especiación y posterior dispersión de especies nuevas en
Sudamérica. De ahí sus riquezas faunística y florística que asombran y
continuarán dando sorpresas a los entendidos, y que desgraciadamente
son ignoradas por la mayoría de los peruanos, generalmente por razones
de interés político.
El hombre milenario se integró fácilmente al hábitat como un
componente más, sin causarle perturbación alguna. A través de siglos ha
manejado los recursos sin destruidos; disponiendo de la naturaleza
como un medio de aprovechamiento de recursos que le permitía hacer
frente a sus necesidades de consumo e intercambio; Logrando que
fueran juntos conocimiento y práctica económica.
En los valles más estrechos en el centro y sur, así como en los ríos
Mantaro, Apurímac, Urubamba, Alto Madre de Dios, Inambari,
Tambopata, la población proveniente de la sierra penetró antes y
después de la Conquista, para buscar oro, coca (Erythoxylon coca), etc.
Chanchamayo, ubicado en la provincia de Tarma, en Junín, cuyas
poblaciones aledañas estaban situadas en los alrededores del antiguo
camino principal a la selva amazónica; hacia el fondo se encuentran las
vertientes orientales de la Cordillera Azul (el contacto entre vertientes y
llanura es abrupto), donde desembocan los ríos Yuracyacu, Aguaytía y
San Alejandro sobre las pampas de Sacramento.
En la parte central de la selva podemos observar pequeños elevamientos
conocidos como la Cordillera Oriental con la Ultraoriental. Tanto el río
Cushabatay como el Pisqui nacen en dichas cordilleras, _ existiendo
más terrenos de altura en el tramo de Cushabatay, en los cuales se
encontraron evidencias arqueológicas, estructuras arquitectónicas, 14 x
24 mts. asociadas con cerámica (Foto 1).
A la margen derecha del Ucayali, tenemos las estribaciones de la
Cordillera Ultraoriental o de Contamana (Villarejo, 1988 y 1989). Esta
se proyecta desde el Vilcanota separando las cuencas del Urubamba y
Madre de Dios, del Ucayali con el Puros, Yurúa y Yavarí (Faura Gaig,
1977). Frente a Orellana tenemos en pleno pongo las aguas termales del
Canchahuaya, que son únicas en selva baja. En los sitios en que se hizo
exploración, los resultados fueron óptimos, principalmente entre la
quebrada de Yanayacu hasta el Canchahuaya, localizándose cementerios
171
amplios en San Salvador - Aguas Calientes y ubicando el sitio
poblacional de estas culturas que se asentaron en los alrededores de la
actual Contamana. En la Amazonía tenemos dos períodos bien
marcados: el de sequía y el de lluvia, lo que comúnmente catalogamos
como verano e invierno, respectivamente.
De mayo a octubre aparecen las playas, aumenta el calor, decrecen las
lluvias, conocido como "vaciante". En invierno son constantes las
lluvias, de diciembre a abril, desbordándose en su mayoría los ríos. Los
años de máxima sequía favorecen la quema de desmontes y pastos, y a
causa de ello se genera incendios que deben ser sofocados a tiempo para
impedir que los vientos alisios que soplan del sureste favorezcan su
expansión (como lo ocurrido en 1991 en el Cusco, que afectó zonas
arqueológicas y este año en Manú, etc.).
Una de las principales características de la Amazonía es que sus aguas
provienen, ya sea de la fusión del hielo y la nieve de nuestros Andes,
como de las lluvias tropicales.
Tres son los sistemas orográficos que dan forma al relieve:
- Cordillera Central: de ésta nacen los ríos Putumayo, Napo, Pastaza,
Morona, Apaga y Potro.
- Cordillera Oriental: origina los ríos Cushabatay, Pisqui, Aguaytía, se
encuentra en las proximidades del Boquerón del Padre Abad.
- Cordillera Ultraoriental: de ella nacen los ríos Mishagua, Sepahua,
Cohenga, Tamaya, Abujao, por el oeste: Purús, Yurúa, Yavarí,
Trapiche, Pacaya y Samiria, por el este y norte.
Los accidentes geográficos que presenta nuestra cordillera
permitieron la formación de cuencas y subcuencas. Los efectos que
produce la erosión fluvial en la Amazonía son:
- Islas, muyunas o muyuy (rodear, remolinos), tipishcas (arrancado o
ruptura de un istmo en dos de una misma margen), las curvas naturales
de los ríos o meandros, las sacaritas o caños, denominados en Brasil
paranás. Los meandros dan origen a las cachas, aguajales, chupaderos.
Los ríos migratorios cambian la ubicación de sus cauces con bastante
regularidad, cada cierto tiempo. Podemos observar actualmente este
fenómeno en Iquitos frente al malecón, con el río Amazonas; y en
Pucallpa, con el Ucayali y algunos de sus afluentes (García y Bernex,
1994).
Las trochas o varaderos son de mucha importancia. Se ubican en áreas
ínter fluviales o unen cuencas, ya que permiten acortar distancias, ganar
tiempo y, sobre todo, complementar las comunicaciones tanto por río
como por tierra. Tenemos las trochas y varaderos que unen las cuencas
de los ríos Napo y Putumayo por intermedio del río Algodón; las que
enlazan las cuencas de los ríos Ucayali y Yavarí (Genaro Herrera y
Angamos); el río Urubamba con el río Madre de Dios, a través del istmo
de Fitzcarrald, etc.
172
En la Amazonía hay tres tipos de ríos: ríos negros, ríos blancos, ríos
marrones o claros. La diferencia entre ellos se debe al tipo de agua,
contenido y cantidad de los recursos que proporcionan al hombre. Son
frecuentes los antiguos diques naturales, que pueden ser aluviales e
hidromórficos.
Los ríos blancos y sus áreas aledañas son óptimos para la agricultura ya
que tienen sus orígenes en la Cordillera de los Andes, sus aguas
arrastran temporalmente humus orgánico y sales minerales. Los ríos
originados en el lado norte amazónico (Guyanas y Brasil) son conocidos
como ríos negros o ríos de muerte, y su color se debe a la
descomposición de restos orgánicos. Los ríos claros o marrones vienen
en su mayoría del plano alto brasileño, y corren por lechos muy
antiguos, bastante erosionados, muy pobres en elementos orgánicos y
químicos, por lo que sus recursos son limitados.
La Amazonía tiene dos ecosistemas bien marcados: várzea y tierra
firme, términos acuñados por Meggers y Evans (1964: 419).
Nuestro país, por la presencia de los Andes y de una singular selva alta,
cuenta con tres de los grandes refugios pleistocénicos, centros de
especiación y posterior dispersión de especies nuevas en Sudamérica,
riqueza faunística y florística que asombró a muchos pero que es
desgraciadamente ignorada por la mayoría de nuestros compatriotas, e
incluso algunos "deciden ignorada" por intereses políticos y personales.
El hombre se integró a este medio sin causar mayor perturbación en él,
manejando los recursos sin destruirlos, y gracias a ellos haciendo frente
a sus necesidades de consumo e intercambio.
Tenemos presencia en los Andes de Tutishcainyo Tardío (este-oeste),
como de Shakimu Temprano (oeste-este) en los llanos amazónicos y
posiblemente una relación barrancoide por los hallazgos realizados en
los ríos Marañón, Chambira, Santiago, etc.
INFORMACIÓN GENERAL
Si ensayamos una revisión y balance del estado actual de las
investigaciones arqueológicas en la Amazonía, podemos, de modo
preliminar, afirmar que la producción es escasa y desigual, careciendo
de propuestas de investigación sistemáticas.
En los últimos años se ha avanzado considerablemente en cuanto a la
investigación arqueológica de la Amazonía, obteniéndose datos muy
significativos. Sin embargo, todavía son pocos los resultados conocidos.
Las secuencias aquí presentadas, fueron elaboradas principalmente
sobre la base del análisis estilístico y morfológico de la cerámica,
además de los aportes de una de las últimas investigaciones realizadas
en sus alrededores de la localidad de Iquitos (por Myers y Panaifo
173
1988). La naturaleza de la articulación de la Amazonía al resto del país,
por su complejidad ha propiciado que diversos investigadores se vean
obligados a incursionar en este territorio por cuenta propia y a la vez
incluir dentro de sus investigaciones otros temas que no son
necesariamente de su competencia, siendo en todo caso necesarias, para
el logro de mejores resultados, la participación y colaboración
multidisciplinaria. Ejemplo de este tipo de proyecto es el programa de
Diversidad Biológica en las Regiones Tropicales de Latinoamérica
(BIOLAT); el proyecto de Regeneración Natural de los Bosques en la
selva peruana, auspiciado por la Academia de Finlandia y FINNIDA
junto con la Universidad de Turku.
Los resultados de la mayoría de las áreas trabajadas son poco precisos e
intuitivos aunque en los casos donde se han registrado importantes
hallazgos no se han consignado las ubicaciones exactas de éstos y de
algún modo requieren ser sometidos a prueba.
Para la producción de investigación científico-social en la región, se
debe propender a la colaboración entre investigadores y comunidades
nativas, por más que existan dificultades fruto de la insurgencia armada
y el narcotráfico. Evidentemente, estos factores afectan la capacidad de
acumulación de información que permita el enriquecimiento del
análisis. Dentro de los requerimientos básicos de la investigación en la
selva, tenemos que realizar prospecciones sistemáticas a lo largo de los
ríos mayores y menores, si es posible complementándolos con
excavaciones de sondeo.
Debido al denso follaje y a la cantidad de vegetación en descomposición
que cubre el suelo, es difícil un reconocimiento tradicional. Por ello es
necesaria la colaboración de las comunidades originarias y el auxilio de
fotografías infrarrojas, imágenes de radar, satélite, etc. Otros métodos
son los magnéticos, los geofísicos, los podológicos, los magnetómetros
operados en vuelos rasantes. Es importante siempre que el trabajo sea
multidisciplinario.
174
175
DESARROLLO ARQUEOLÓGICO EN CEJA DE SELVA Y SELVA
BAJA.
En tiempo de la conquista por parte de los Incas, la región estaba
dividida y separada por límites naturales.
Conocemos los aportes de Reichlen (Reichlen, 1950), quien elaboró una
secuencia cronológica sobre la base de los estilos alfareros y
arquitectónicos: Kuelap-Chipuric- Revash, que corresponden
cronológicamente al Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, que
culminan con la conquista Inca.
Entre los Chachapoyas o Ayllu, cada pueblo o grupo vivía
independientemente de los demás (Espinoza, 1967: 233).
Kuelap: Se encuentra cerca al pueblo de Tingo, departamento de
Chachapoyas, contiene restos de edificaciones de piedra, su ubicación
es estratégica y existen barrios. Las edificaciones que posee están
distribuidas aproximadamente en cinco kilómetros cuadrados, con
plaza, calles, canales, terrazas (Foto 5). El lugar se caracteriza por su
alfarería decorada sobre la base de grabado y pastillaje, teniendo un
notable parentesco con la alfarería del Amazonas. Es notable también su
vinculación con los estilos alfareros andinos y con los cajamarquinos.
Los investigadores que han trabajado en esta zona son: Bandelier, en
1983; Langlois, en 1933; Reichlen, en 1950, Horkheimer, en 1959;
Estrada, en 1969; Narváez, entre 1985 y 1987.
El estilo Kuelap probablemente ha tenido una supervivencia más larga,
habiendo sido en su época una especie de eje de integración cultural de
toda la región (esta hipótesis se sustenta en las estructuras encontradas
por O. Gyulavari en el río Cushabatay - Foto 1).
Chipuric: Coexiste con la tradición Kuelap, se encuentra distribuido
principalmente en el valle de Luya y el curso medio del Utcubamba. Se
caracteriza por la presencia de estatuas funerarias depositadas o
dispuestas en barrancas de difícil acceso, teniendo a su vez relación
directa con Cochabamba y Leimebamba (Fotos 6 y 7).
En los distritos de Bolívar-Chuquibamba hasta hace poco no se conocía
ninguna evidencia, sin embargo los trabajos de Schjellerup y Church
están brindando importantes resultados que nos ayudarán a resolver
muchas interrogantes sobre el desarrollo cultural en esta zona.
Sobre la base de pequeñas monografías locales y exploraciones
realizadas por Gene Savoy (1968a, 1968b, 1969, 1970a, 1970b),
sabemos de la existencia de una serie de ruinas y monumentos
dispuestos entre Lamud y Pataz (distritos de Chuquibamba-Bolívar);
asimismo, hay otros importantes asentamiento s en los departamentos de
Amazonas, que están siendo estudiadas por Schjellerup.
176
En 1968, William Allen y Judy Holshouser realizaron estudios y
excavaciones arqueológicas a lo largo de los ríos Pozuzo, Nagachi, etc.
para completar la secuencia elaborada por Allen y buscar las relaciones
con los complejos alfareros del Ucayali Central.
Michael Weber, en 1968 y con la colaboración de Ravines, hizo
sondajes de prueba en el curso inferior del río Huayabamba, entre las
desembocaduras del río Abiseo y Pachicilla (departamento de San
Martín, provincia Mariscal Cáceres).
Thomas Myers realizó un estudio sobre la cerámica de la hacienda
Tarapoto, en el departamento de San Martín (1978), posteriormente
realiza investigaciones en las orillas del río Huallaga, desde Yurimaguas
hasta Lagunas en 1980 y 1981.
En el curso bajo del río Apurímac, Scott Raymond, Warren de Boer y
Peter Roe, postulan una secuencia importante al encontrarse en Sivia,
cerámica Wari de Ayacucho (relación selva-sierra).
En 1964, Duccio Bonavía publica un informe de la primera expedición
científica realizada en la ceja de selva de Ayacucho-Huamanga. Hiram
Bingham III, en sus recorridos y exploraciones por tierras cusqueñas
llegó primero a Choquequirao y posteriormente en 1911 a Machu
Picchu.
Donald Thompson, entre los años 1970 y 1971, encontró una secuencia
de estructuras arquitectónicas semejantes entre sí, es decir, con plantas
circulares y piedras labradas en la misma zona.
Desde 1970, Ruth Shady realizó investigaciones en el curso bajo del
Utcubamba, específicamente en la provincia de Bagua, reportando para
el período formativo tres tradiciones: Morerilla, Bagua y Salado.
En el Gran Pajatén se aprecian grandes estructuras con paredes
decoradas, con piso enlozado de piedras, presencia de andenes, corrales,
red de caminos enlozados, además de contener 16 edificios circulares y
rectangulares. Hay también algunos decorados con figuras humanas,
cabezas clavas, representación de aves, figuras geométricas, curvilíneas
y sabemos de la existencia de otras estructuras en los alrededores
aunque aún no están suficientemente investigadas.
Hasta el momento han sido estudiados los sitios ubicados cerca del río
Marañón al oeste, Los Pinchudos (Reich1en y Reich1en, 1950;
Thompson, 1973-1984); el sitio de la Playa (Deza Rivasplata, 1976), El
Gran Pajatén (Rojas, 1967; Bonavía, 1966-1968; Bonavía y Pimentel,
1965-1966); la cueva de Manachaqui (Church W., 1990; las
investigaciones realizadas por la Universidad de Colorado bajo la
dirección de Thomas Lennon, 1985-1989).
177
Inge Schjellerrup, en 1987, investigó en Chuquibamba y sus alrededores
(Chachapoyas) los sistemas de cultivo prehispánico con andenes y
camellones; Pedro Rojas Ponce hizo investigaciones en el Alto
Marañón, en la huaca Huayurco, encontrando también terrazas de
cultivo, tumbas, etc.
Para la zona de Jaén, Bagua, San Ignacio, Limasa, La Peca, Chinchipe,
Jaime Miasta realizó estudios, estableciendo fases: Faical, Michinal,
Cerezal, Tocaquillo, además de haber hallado sitios con arte rupestre.
Los aportes de Rosa Fung, en el sitio de Nueva Valencia del río
Corrientes, han supuesto la recuperación de diferentes tipos de
materiales culturales, tanto en los alrededores de la comunidad como en
el cementerio de urnas, investigando el mismo sitio Ravines, Iriarte.
Sheila Aikman, en 1980, presenta un informe preliminar sobre los
hallazgos arqueológicos del Karene (río Colorado), Madre de Dios,
recuperando material de cinco sitios, encontrándose guijarros, hachas de
piedra y de metal (bronce), alfarería gruesa y fina.
Hastings está realizando estudios en el valle de Tarma (ceja de selva)
sobre la evolución de terrazas de cultivo. Este mismo año realiza
estudios de gabinete, con los materiales excavados por Lathrap en el
Ucayali; Anna Rooseve1t posteriormente va al campo para comparar y
evaluar los planteamientos.
Un grupo de investigadores del Seminario de Arqueología del Instituto
Riva Agüero de la PUC junto con el Instituto de Estudios Tropicales
"Pio Aza" realizan estudios en la selvas sur, departamento de Madre de
Dios, presentando un "Informe Inicial sobre las Excavaciones en la
selva sur, departamento de Madre de Dios, Lago Sandoval".
En 1985 se realizan investigaciones arqueológicas en Nueva Esperanza
de Panaillo-Pucallpa bajo la dirección de Rosa Fung Pineda, rescatando
buena evidencia arqueológica, realizándose por primera vez, una
expedición conformada por estudiantes de arqueología de la
U.N.M.S.M.
En los afluentes del Marañón (Tigrillo, Chambira y otros), Daniel
Morales encuentra figurinas muy parecidas a Valdivia (Ecuador)
además de fragmentaría de golletes y asas.
En 1986 y 1987 Panaifo y Gyu1avari realizan varias exploraciones en el
Alto y Bajo Ucayali, en el río Pachitea, ubicando una diversidad de
yacimientos, de los cuales se hizo un catastro arqueológico.
En 1988 Panaifo realizó un proyecto de Arqueología de Emergencia
(rescate), en San Salvador-Contamana, ubicando un cementerio de urnas
y otros sitios arqueológicos. Ese mismo año Myers y Panaifo realizan
exploraciones en los alrededores de la ciudad de Iquitos, encontrándose
vestigios importantes, realizando también trabajo de gabinete.
178
En 1989 Gyulavari ubica en el río Cushabatay las primeras evidencias
de estructuras en selva baja (Foto 1). Ese mismo año, investigadores de
la Universidad de Helsinki, realizaron una visita de reconocimiento en
el Bajo Ucayali (Contamana-Orellana-Requena). Ubicando diversos
sitios arqueológicos, principalmente en la localidad de Requena.
En 1989 el programa de Diversidad Biológica en las regiones tropicales
de Latinoamérica BIOLAT, a cargo del Museo Nacional de Historia
Natural del Smithsonian Institution, realizó exploraciones en la cuenca
del Manu, registrándose varios sitios con mayor densidad de evidencia
cultural.
En 1991 realizamos un muestreo en el Alto Marañón (río Santiago) y
posteriormente hicimos una visita de reconocimiento al Alto Amazonas.
En 1992 realizamos una visita, haciendo un muestreo en el Morona y
Pastaza.
LOCALIZACIÓN DE LUGARES O SITIOS
El planteamiento de Donald Lathrap sobre la expansión hacia la selva
central de un tipo de cultura esencialmente serrana que hacía uso de
albañilería en piedra (Lathrap, 1963: 201), está siendo comprobado a
través de los hallazgos realizados por Gyulavari, en la cuenca del Paoya.
Las estructuras ubicadas en dicho sitio son las únicas conocidas en selva
baja hasta el momento; el entorno es óptimo ecológicamente hablando,
para el establecimiento de poblaciones importantes. Como se mencionó
en este artículo, las estructuras son de 14 x 24 mts., conformada por
lajas (Foto 1). La ubicación del sitio y su ambiente ecológico favorecen
las hipótesis que sugieren la selección de una zona fértil donde el clima
es templado, rara la presencia de mosquitos, abundan los animales
(posiblemente debido a la ausencia de poblaciones humanas en las
cercanías) y, por otro lado, el área de las construcciones alcanza
aproximadamente los 400 mts. cuadrados, siendo correlacionada por sus
características con las fases tardías de la ceja de selva. El planteamiento
de Lathrap y su relación con estas estructuras se sustenta también en que
el patrón arquitectónico es similar a los conocidos en Kuelap y Pajatén.
Cerca al sitio de Paoya se encontraron también fragmentos de cerámica
elaborada con diversas técnicas' (incisión, modelado, aplicado, etc.
habiéndose logrado identificar la presencia de algunos elementos más
tempranos relacionados con el período formativo, lo que en la secuencia
de Lathrap corresponde a Tutishcainyo (Foto 4).
Durante la prospección realizada por Gyulavari y Panaifo en los
afluentes del río Ucayali, río Biabo y río Cushabatay, también se
encontraron gran cantidad de fragmentos de cerámica, materias primas
para la fabricación de la misma (betas de arcilla a orillas de los ríos) y
zonas de posible extracción de sal (Cachiaco).
179
180
En el Formativo Selvático se reconocieron dos tradiciones en la
montaña peruana: la de Tutishcainyo, que se relaciona con la Cueva de
Las Lechuzas, Kotosh, Wairajirca y con la costa ecuatoriana, en tanto
que la tradición Cobichanique podría estar más relacionada con Pastaza,
Preupano y Mina del Brasil (Myers, 1988).
El Formativo Tardío selvático, es mas o menos contemporáneo a las
últimas fases de Chavín y está representado por los complejos Shakimu
y vino en el Ucayali y Huallaga; aunque el Shakimu del Huallaga fue
identificado sobre la base de un solo fragmento correspondiente a una
botella de doble pico con asa puente (Ravines, 1981). Son pocos los
vestigios Shakimu del Huallaga, pero también se han recolectado en
diferentes zonas ubicadas por parte de los miembros del patronato
cultural de Moyobamba. El complejo cultural Bino (de Boer, 1972-74)
viene a ser una variante del Shakimu temprano procedente del Ucayali.
El complejo Tutishcainyo Tardío (Yarinacocha-Pucallpa) debe ser más
o menos contemporáneo con Pangotsi del Alto Pachitea y la Cueva de
Las Lechuzas, (Tingo María-Huánuco), con Kotosh-Wairajirca
(Huánuco) y la fase Machalilla de la costa ecuatoriana (Lathrap, 1970:
84, 95; Lathrap y Roys, 1963).
Otro de los aspectos importantes a señalar, es la posible existencia de
contactos con fines de intercambio a grandes distancias en la misma
selva y en la cordillera (Lathrap, 1981),10 cual se sustenta en los
hallazgos de la región montañosa selvática de Tingo María (Lathrap y
Roys, 1963); y también por los hallazgos hechos por la expedición
japonesa en los Andes Orientales de Huánuco (Lathrap, 1965 y 1970).
A raíz de las evidencias en Valdivia, Puerto Hormiga y Monsú
(Ecuador), nadie duda que el descubrimiento más temprano de la
cerámica debe encontrarse en el área tropical noroeste de Sur América y
que, en cualquier otro caso, la cerámica peruana se origina
fundamentalmente a través de los contactos establecidos con esa región
(Lumbreras, 1990).
ARE AS CULTURALES Y PERIODIFICACION
La Amazonía peruana forma parte del Área Cultural Amazónica que
incluye la mayor parte de las cuencas de los ríos Amazonas y Pará en el
norte del Brasil, el norte de Bolivia, el oriente ecuatoriano, el sureste
colombiano; la cuenca del Alto Orinoco, los ríos que desembocan en el
Océano Atlántico, en la Guyana-Surinam, la Guyana. Francesa,
abarcando los estados brasileños de Amapá, Marajó y Pará (Welley,
1966).
No siendo homogénea, esta extensa región comprende llanuras cubiertas
de selva húmeda tropical que están conectadas por toda una extensa red
hidrográfica. Podemos notar los contrastes de los asentamientos
humanos de várzea y tierra firme (Brochado y Lathrap, 1982).
181
A mediados del siglo pasado varios exploradores llamaron la atención
sobre los hallazgos de cerámica, aunque fueron los misioneros los
primeros que encontraron restos de sospechosa vejez. Tenemos los
aportes de Raimondi, Tessman y podríamos considerar como los
precursores en el estudio arqueológico en esta área a Kurt Nimuendajú y
Earland Nordenskiold.
Earland N. hace una interpretación global del desarrollo cultural en la
cuenca amazónica, recalcando que sus vestigios culturales hacen de ella
un área distinta, hablando incluso de civilizaciones propias. Considera
el papel de las migraciones y rutas comerciales importantes para la
distribución de los estilos cerámicos, ocurriendo la ruptura en el siglo
XVI por el impacto de la Conquista, (Nordenskiold, 1930).
Posteriormente, algunas de sus interpretaciones son reelaboradas por
otros autores, que plantean que la relación que se estableció entre
grupos de habla arawak y la cerámica con decoración modelada incisa
que posteriormente es llamada barrancoide, determina que ésta es más
antigua que la cerámica pintada (Brochado y Lathrap, 1982).
Después de haber sido publicada su obra L' Archéologie du Bassin de L'
Amazone, Howard intenta hacer una comparación entre los yacimientos
dé Marajó y Santarem. Pese a estas dificultades establece una distinción
en la cerámica: Santarem y la división policroma de los yacimientos de
Cunany, Miracanguera, Maracá y Napo (Howard 1947). Luego hace un
resumen sobre los datos de arqueología amazónica y el planteamiento
sobre la influencia del medio ambiente en el desarrollo sociocultural.
En la década del cincuenta, Clifford Evans y Betty Meggers realizan
una serie de estudios arqueológicos sistemáticos en la región amazónica
del Brasil, Ecuador, Venezuela, Guyanas, estudiando el origen
geográfico y dispersión de la cerámica decorada en combinación con la
policromía (técnica de excisión, incisión), hablan ya de un Horizonte
Estilístico Policromo y asocian la cerámica Marajó con la construcción
de grandes montículos artificiales para vivienda y enterramiento
(Meggers y Evans, 1957). En 1968 es publicada por el Smithsonian, la
investigación arqueológica realizada por ellos en el río Napo, un trabajo
de varios años que abarca el enorme territorio que se extiende desde las
nacientes del río Coca formador del Napo (en territorio ecuatoriano)
hasta la isla del Marajó en la boca del Amazonas. Trabajo analítico
basado en la aplicación de rigurosos métodos estadísticos y de
confrontación estilística. Al explicar los capítulos finales concluye que
un amplio sector del Ucayali Central, del Alto Napo, parte de la isla
Marajó y el tramo medio del Amazonas (entre la boca del Coari y un
punto equidistante entre los ríos Tapajós y Xingú) son las regiones de
más compleja acumulación de vestigios arqueológicos (básicamente
alfarería incisa, pintada, urnas antropomorfas con decoración compleja,
etc.). Evans y Meggers postulan que, siendo el Amazonas una cuenca
con un núcleo geopolítico y de cohesión, puede deducirse que los cursos
migratorios y los canales de difusión cultural y tecnológica han sido, por
igual, de la cordillera al llano selvático y de éste a los Andes.
182
Basados en estudios comparativos estilísticos, Meggers y Evans
proponen cuatro horizontes así caracterizados:
1. Horizonte Rayado en Zonas: (500 a.C. a 500 d.C.)
Incluye los complejos cerámicos de Ananatuba en Marajó (costa
septentrional de la isla), cerámica dura y lisa de color amarillento
castaño con antiplásticos de tiesto molidos.
Corresponden a este horizonte:
Ananatuba (Marajó); Jauari (Bajo Amazonas); Yasuni (en el río
Napo, al este de Ecuador) y Tutishcainyo en el oriente del Perú
(Yarinacocha-Ucayali-Pucallpa).
Fase Ananatuba: Vivieron en aldeas aisladas, en tierras altas de la
isla. Las viviendas comunales alojaban entre 100 a 150 personas,
con una extensión entre 300 a 700 mts. eran de forma circular y
oval.
Esta fase está identificada por dos clases de alfarería, no decorada,
cerámica lisa y con antiplásticos de tiestos molidos, hay presencia
de tipo de decoración "cepillado con incisión paralela e incisión
aislada".
Lo importante de esta cultura es que es la primera con conocimiento
del uso de cerámica que ocupó el área.
Fase Jauari: Sus vestigios se presentan en el Bajo Amazonas, al
oeste de Alenquer, ubicados en un área pantanosa en dos pequeñas
elevaciones de conchales antiguos (sitios de vivienda). Los tiestos
recogidos en este lugar, son con antiplásticos de valvas de cauixi
(espículas de esponjas de río).
Fase Yasuni: Representada en el río Napo, cerca del río Tiputini; se
encuentra sobre una colina natural.
De acuerdo a Evans y Meggers, Yasuni representa el primer grupo
sedentario que trabajó cerámica a orillas del Napo. Tiene relación
con otras fases culturales: Tutishcainyo en el oriente del Perú,
Pastaza y Macas al este del río Guapo en Venezuela y la fase de'
Jauari. Los tiestos presentan antiplásticos de valvas, arena y cariapé
(corteza silicosa quemada de la familia de las rosáseas ).
183
Representan a esta fase: Mangueiras con patrón habitacional
circular y oval, presencia de urnas en el Amazonas medio (fase
Manacapurú) y la fase Paredao.
Fase Nericagua: Ubicada a orillas del río Orinoco superior, en las
partes altas, se hicieron los estudios basados en 50 aldeas y dos
sitios ceremoniales. Presencia de tiestos con cariapé y antiplástico
de cauixi. Para esta fase, se tiene nueve fechados radiocarbónicos de
cinco sitios diferentes, obtenidos por muestra de carbón de nueces
de palma.
Tenemos también para este horizonte, la fase Boim, ubicada en el
río Tapajós y en Manacapurú por la confluencia del río Negro
(Evans y Meggers, 1961).
184
Tenemos urnas de inhumación aparecidas en diferentes fases, como
la Pacacocha, Cumancaya en el Ucayali, la fase Velarde en Bolivia,
fase Paredao, Santarem, etc. (Lámina 2).
Siendo la inhumación en urnas casi constante, sería un patrón típico
para la región amazónica, es necesario ahondar más en la
problemática. Ya que si hay pautas de enterramiento definido. es
bueno especificarlo con las evidencias que hasta ahora contamos;
para así saber el por qué de la ausencia de cementerios en ciertos
sitios que fueron poblados, tales como Mangueiras, cuya cerámica
está asociada a las fases Nericagua y Cotura en Venezuela.
En el caso del Perú, se han realizado investigaciones
arqueológicas en la selva para establecer la historia cultural de la región
y precisar sus relaciones culturales con el altiplano y los Andes.
Lathrap y sus asociados realizaron investigaciones en:
1. La cuenca de Tarma.
2. Tierras Bajas Tropicales: - Tingo María
- Río Utoquinea
- Cumancayococha
3. Cumancayococha y la desembocadura del Tarma.
4. Yarinacocha (Lámina 3).
5. Imariacocha (Lámina 4a y 4b).
6. Cushillococha.
7. Bajo Aguaitía.
8. Río Ucayali desde Orellana a Contamana.
9. Sarayacu.
10. Toumavista.
11. Alto Pachitea.
185
186
Orellana: Excavaciones en (UCA-26), durante las cuales rescataron
nueve bordes diferenciándolos en:
Ollas sin cuello, ollas con cuello, platos divergentes (24 cms. de
diámetro).
Las excavaciones en (UCA-27), incluyen las mismas formas que (UCA-
26).
Para estas zonas Gyulavari y Panaifo ubicaron un cementerio de urnas
en las aguas calientes del Canchahuaya, muy parecidas al estilo de la
que encontraron en Contamana; obteniendo referencias de petroglifos,
cuya ubicación aún falta confirmar.
Pirococha: Excavaciones en (UCA-28); aparecen formas cilíndricas de
ollas y platos semiesféricos con 28 cms. de diámetro. Las excavaciones
en (UCA-29) incluyen fragmentos Cumancaya-Hupa-Iya; en las de
(UCA-30), aparecen las mismas formas.
Gyulavari y Panaifo realizan un muestreo encontrando tiestos con
pintura roja en las incisiones, platos y urnas pequeñas. El entorno de
este sitio quizá haya permitido un asentamiento más prolongado, ya que
está a orillas de uno de los grandes lagos, muy parecido al de
Yarinacocha.
Actualmente vive en esta zona una comunidad shipiba, que se mantiene
de la pesca, caza y agricultura de roza y quema, y lo que los regatones
les ofrecen en intercambio; cuentan los antiguos de la comunidad que en
dicho lago abundaba tal cantidad de pirañas que eran parte de su dieta
alimentaría; lo que dio el nombre al lugar.
Contamana: Excavaciones realizadas en (UCA-31); presencia de
formas: platos expandidos pequeños y grandes, ollas sin cuello, platos
carenados.
Myers propone una sucesión cultural para esta zona entre Orellana y
Contamana.
Orellana Pirococha Contamana
Chaname Cumancaya Ohaname
Olaya
Hupa-Iya 800 a.C.
187
188
189
190
Algunas presentan tapas asociadas con cuentas de hueso, cobre, piruros
(Foto 6 y 7 - Cuadro 2) pequeños fragmentos de toba volcánica;
tenemos también urnas llanas, carenadas, cilíndricas, pintadas, que
contenían en su interior pequeños fragmentos de cerámica incisa y
pintada de color rojo con pintura precocción. En los alrededores de ésta,
caminando tres horas hacia Aguas Calientes y Nuevo pacasmayo,
ubicamos posibles sitios habitacionales y las canteras de extracción de
las tabas. Encontramos, pues, para esta secuencia un pequeño platito
Shakimu (Foto 8), urnas Cumancaya, cerámica modelada en tiras,
tenemos presencia de Pacacocha y Cashibocaño. Los pobladores en sus
chacras encuentran también hachas o fragmentos de piedra y otras
evidencias en esta zona, los sitios de asentamiento poblacional.
Los trabajos realizados en la margen izquierda del río Negro, en el sitio
de la Refinería han mostrado la presencia de cerámica con incisiones y
pintura de dibujos zoomorfos y antropomorfos, muy similares a las
encontradas en Itacoatiaria.
Yasuni: Ubicado entre el río Napo y Tiputini, a la margen derecha; la
vegetación es de selva tropical lluviosa húmeda, con pequeñas colinas
de una altura aproximada de 16 mts.
Presencia de cerámica incisa y punteada, con carenación angular y base
anular, vasos con paredes carenadas semejantes a la de Tutishcainyo.
Los elementos decorativos son líneas paralelas escalonadas, puntuación
arrastrada (incisión que termina en puntuación), hachurado zonal; no se
hallaron metates ni ralladores de cerámica; se encontraron fragmentos
de hachas de piedra.
Tivacundo: Los sitios excavados son contemporáneos a Mangueiras,
Manacapurú, donde aparecen las tazas simples redondeadas, jarras sin
gollete, coladores. Su cerámica está diferenciada en ordinarios y
decorados. El único artefacto lítico fue un pulidor de andesita tiene
como característica en su cerámica la pintura de una banda roja sobre
alguna de sus incisiones finas.
Sitios excavados: N-P-7 Chacra Alfaro
N-P-8 Barranco Alfaro
Napo: Lugares excavados en el curso del río Napo y sus afluentes desde
Limoncocha a Roca Fuerte y hasta casi el Amazonas en Perú. Utilizaron
pintura blanca sobre rojo, el negativo, negro sobre blanco y polícromo
(rojo, negro sobre blanco). Las formas encontradas son abiertas con
decoración incisa, excisa. El hallazgo de sitios muy grandes, es
aparentemente indicador de una organización compleja, presencia de
urnas antropomorfas, (enterramiento secundario): Algunas presentan
pintura y fueron encontradas en sitios habitacionales y en lugares
aislados, con sellos para pintura corporal. Aparentemente usaban mucho
la pintura facial, alrededor de las mejillas, ojos y boca; se hacían
perforaciones en los lóbulos de las orejas.
191
Es notable la presencia de hachas de piedra (andesita, granito, clorita);
también hay cinceles, martillos de mano y guijarros en cantidad. Esta
fase representa consecutivamente a los Omaguas que vivían en las
riberas en plena expansión, y poseían una buena organización,
suficiente para mantener y abastecer a Orellana y sus bergantines de
víveres.
Los tipos de cerámica presente son:
Napo Ordinario.
Armenia Ordinario, con desgrasante de cariapé.
Tiputini Ordinario, con desgrasante de carbón.
Los sitios excavados son:
N-P-l Tiputini.
N-P-2 Nueva Armenia.
N-P-3 Nuevo Roca Fuerte.
N-P-4 Bello Horizonte.
N-P-5 Florencia.
N-P-6 Puerto Alfaro.
N-P-9 Cotococha.
N-P-13 Pañacocha.
Cotococha: Único asentamiento habitacional de áreas circulares. Es uno
de los lugares investigados en el curso del río Napo, en el cual se
encontraron fragmentos de figurinas, coladores, metates, torteros, sellos
planos y cilíndricos, tangas (objetos de cerámica triangulares con que
cubrían sus órganos genitales las mujeres). Los sitios ubicados en esta
zona son:
N-P-3 Nuevo Rocafuerte.
N-P-9 Cotococha.
Ñ-P-14 Latas.
N-P-15 Carretera Tiputini.
Los sitios del río Napo peruano aún no fueron investigados; sólo
tenemos referencia de la recolección hecha por Bolaños y Carrillo en
expedición Científica Latinoamericana "En canoa del Amazonas al
192
Caribe, en 1987"; (Bolaños, 1990). Las excavaciones de William Allen
realizadas en 1964-1968 nos presenta la secuencia ocupacional en
varios de los tributarios del Alto Pachitea, como Nazaretegui, Neguachi
y Pichis.
Se localizaron 17 sitios, haciéndose sondeos de prueba en la mayoría de
ellos, siendo el más importante (P AC-14). La secuencia consiste en tres
complejos: Cobichaniqui: Presenta una muestra minúscula (Allen, 1969)
que está relacionada a Tutishcainyo Temprano por las comparaciones de
Lathrap; las formas de las vasijas son simples, no hay cerámica incisa.
Este complejo está definido sobre la base de los fragmentos encontrados
en Casa de la Tía (río Apurímac - Apuzz).
Pangotsi: Está relacionada con Tutishcainyo Tardío y es una tradición
distinta a Cobichaniqui. Presenta cerámica de buen acabado con
decoración incisa, excisa: algunas presentan pintura roja postcocción en
las incisiones, engobe rojo, diseños de rectángulos concéntricos;
presencia dé cuencos, ollas sin cuello.
Nazarategui: Desde esta fase aparecen las hachas tipo T lo que nos
indica una explotación del bosque basada en la agricultura (roza y
quema). Presenta un fechado entre 550 a.C. y 400 d.C. (Lathrap, 1970),
continuando su dominación hasta 700 d.C. (Myers, 1988), utilizaron
hasta tres colores (blanco, rojo, marrón), decoración incisa, en zigzag y
las líneas combinadas; presencia de sellos cilíndricos, comales y
cerámica corrugada.
Naneini: Este complejo está vinculado a Cumancaya por las formas de
vasijas (el uso de decoración corrugada, brochada, presencia de pintura
roja entre las incisiones). Particularmente pienso que es muy probable
que represente la extensión de Cumancaya hacia las cabeceras del
Pachitea, aunque Gyulavari y Panaifo encontraron un pequeño
asentamiento (Fotos 9 y 10), mucho más adentro del río con contexto de
cerámica corrugada, hachas de piedra en forma de T, hachas de cobre y
unas cuevas con vestigios de pintura y petroglifos. También se
encontraron peñones con petroglifos con representaciones geométricas
escalonadas, etc. (Foto 11).
Enoqui: Lathrap y Roys realizaron los trabajos en Tingo María en la
Cueva de las Lechuzas. Posteriormente hacen comparaciones con el
material cerámico encontrado en Kotosh y con el de Tutishcainyo
Tardío establecido para la cerámica de Yarinacocha.
El otro grupo de cerámica, al que designaron con el calificativo de
decadente, burdo, el Monzón tosco, presenta cierta similitud con el
período tardío de la cerámica de Yarinacocha. Las evidencias
encontradas en el río Huallaga están concentradas en su mayoría en la
parte alta y en la parte central, y presentan en esta zona su secuencia
cronológica basada en la tipología Myers, Lathrap y Roys.
Los sitios localizados en la zona alta del Huallaga son: Cueva de Las
Lechuzas, que a su vez constituyen tradiciones importantes durante el
193
período formativo selvático y coexisten al mismo tiempo con la
tradición Tutishcainyo del Ucayali Central. Otros sitios, con los que al
parecer tuvieron contacto los habitantes de esta región, son: Kotosh y
Wairajirca, que se localizaron en Huánuco y que constituyen
importantes tradiciones alfareras en la parte andina y ceja de selva de
Huánuco durante el período formativo.
Las fases Aspusana y Monzón, correspondientes a sitios con el mismo
nombre localizados en los ríos Aspusana y Monzón respectivamente,
parecen encontrarse absorbidos durante el Desarrollo Selvático por la
tradición Cumancaya, que dominaba casi toda la amplitud amazónica
durante este tiempo. Sin embargo, aun faltan evidencias para resolver
diversos vacíos culturales que presenta la zona.
La cerámica de Aspusana: A fines de 1965, el misionero, padre Juan
Momeau, entregó al Museo Nacional de Antropología y Arqueología un
pequeño lote de materiales arqueológicos procedentes de la Cueva del
Cerro Aspusana, ubicada en la margen derecha del río Huallaga, entre
los tributarios de Ucuyacu y Magdalena.
En este lote se encuentran 20 fragmentos de cerámica, una vasija
globular sin asa, dos piruros, un trozo de pirita pulida y dos hachas de
piedra; de todos los mencionados sólo hemos podido ubicar en el museo
dos fragmentos de cerámica.
La cerámica de Aspusana se caracteriza por tener decoración incisa con
motivos geométricos y pintura (precocción) de color rojo (violáceo) y
amarillo, al exterior de las incisiones se observan restos de pintura
blanca deleznable. Las superficies se encuentran bien alisadas y al
parecer es frecuente la presencia de figuras modeladas, ya sean
antropomorfas o zoomorfas (Foto 12).
Evidencias arqueológicas encontradas en la cuenca del río Huallaga:
1º Río Huallabamba: Los sitios de Jerusalén y Buena Vista.
2º Río Apisuncho (Afluente del Huallaga) En las cercanías de la
margen izquierda se encuentran los sitios de los Pinchudos, Pajatén
(cerca de Huallabamba).
3º Huallaga Central: El sitio de Aspusana.
4º Huallaga-Huánuco: El sitio de Kotosh, ubicado en la margen
derecha del. Higueras en ceja de montaña. Otros sitios son: Los
petroglifos de Quilla Rumi, Márabamba, Cueva de Las Lechuzas.
5º Huallabamba, cerca del río Abiseo: Pajatén, Shatuna, Chazuta,
Utillo, y Lucitania. Cerca del río Huallabamba se encuentran los
sitios de: Jerusalén, Ricardo Palma, Buena Vista, El Porvenir y
Santa Rosa.
194
6º El sitio Alto Cunumbusa.
En la mayoría de los sitios que a continuación se mencionan, las
evidencias recuperadas corresponden principalmente a hachas de piedra,
material proveniente probablemente del intercambio con sociedades
andinas; estos sitios son:
195
HUA 80-2 (Sitio: EL YARINAL): De este sitio se conocen sólo algunos
fragmentos de cerámica localizados en las chacras del señor Wilson
Manihuari y en los alrededores del caño Nahajal. Los materiales son
escasos y la capa cultural que encontró Myers no supera los 20 cms. de
profundidad. La fase Yarinal de Myers y la fase Huallabamba .de
Ravines (esta ligeramente más tardía), corresponden en la secuencia de
Lathrap a una de las variedades de la tradición Cumancaya.
HUA 80-3: Este sitio fue reportado por Myers, pero no le fue posible
visitarlo. Las informaciones que recuperó le hicieron pensar que los
sitios habitacionales en esta zona se encuentran en áreas de mayor
altura, no dando ninguna información adicional.
COMPLEJO III (Alfarería Moderna Cocamilla): La cerámica
Cocamilla es rica en policromía, habiéndose presentado hasta la
actualidad muchas imitaciones de ella, en los estilos Conibo,
Chayahuita, Muniche, Piro y Setebo (Myers, s. ref.).
Los trabajos de Ravines en el Huallabamba, afluente importante del río
Huallaga, presentan importantes evidencias de una ocupación al parecer
tardía en la cuenca. En esta cuenca Ravines describe y hace referencia a
ocho sitios:
1º Jerusalén: Se encuentran fragmentos de cerámica hechos con la
técnica del enrollado y cubiertos con engobe de color rojo,
habiéndose utilizado como desgrasante cerámica molida; de acuerdo
al análisis formal de estos fragmentos se llegó a determinar 9 tipos
de formas de vasijas, destacando entre ellas las ollas y cuencos.
2º Ricardo Palma: También encuentra una muestra de fragmentos con
las mismas características señaladas para Jerusalén.
3º Buena Vista: En este sitio se encontró 80 fragmentos de cerámica
que también guardan estrecha relación estilística y formal con los
otros sitios.
4º El Porvenir: Con las mismas características.
5º Santa Rosa: Con las mismas características aunque las formas son
ligeramente diferentes.
Todos estos sitios no tienen ubicación exacta sino sólo información
referencial.
Los siguientes tres sitios han sido registrados en el río Abiseo, aunque
pertenecen a la cuenca del Huallabamba y son: Shatunal, Lusitania,
Shatuna 2, en todos los cuales la cerámica recuperada tiene
características similares a los descritos para el estilo Jerusalén. En todos
los casos, es muy difícil elaborar comparaciones y determinar una edad
relativa, porque no hay contextos arqueológicos detallados y en la
mayoría de los casos, las recolecciones provienen sólo de superficie y
196
no de excavaciones. Una de las características de la cerámica
recolectada en estos sitios, es la mala aplicación del engobe, en tanto
que la decoración pintada se encuentra sólo en las urnas funerarias;
siendo en cambio, la impresión (digital, el corrugado) la técnica
decorativa más recurrente.
Todas estas evidencias arqueológicas están demostrando la gran
extensión de los asentamientos en la zona y la alta densidad de su
población durante la parte tardía del desarrollo selvático. Basados en
estas evidencias podemos observar que en la cuenca del Huallaga
Central y el Huallaga Bajo, hay una importante presencia cultural desde
por lo menos el Horizonte Medio o Desarrollo Selvático hasta períodos
históricos, siendo dominante la presencia de cerámica corrugada, la cual
se correlaciona en la secuencia de Lathrap para el Ucayali con la
tradición Cumancaya. No conocemos evidencias anteriores a ésta, ya
que tenemos un gran vacío como se podrá observar en el cuadro
cronológico.
Para este trabajo, de acuerdo a las evidencias y reportes hasta ahora
conocidos, se ha elaborado una secuencia basada en comparaciones
estilísticas que cubren todo el proceso de desarrollo cultural de esta
región, aunque faltan pruebas de fechado radiocarbónico.
Las evidencias de ocupación humana, han sido encontradas a las orillas
del lago Yarinacocha-Pucallpa, de sus caños (sacaritas), en los afluentes
del río Ucayali, del río Huallaga, del río Pachitea, algunos de los
afluentes del río Marañón, etc. (Lámina 1).
Es preciso señalar que el cuadro cronológico, si bien es aceptado
unánimemente, tiene carácter preliminar, debido a las pocas evidencias
con las que se elaboró.
Tutishcainyo Temprano:
Presencia de cerámica incisa, formas muy elaboradas con rebordes en
los hombros (biseles).
Las formas principales son:
197
- Aparición de cerámica con desgrasante de arena volcánica; se
encuentra en los depósitos de los yacimientos de Yarinacocha, en
Tutishcainyo Temprano y Tardío.
- Está relacionada con los complejos cerámicos más antiguos de Perú,
como Wayra Jirca (Huánuco), lo que abona a favor de la tesis que
habla de un temprano contacto entre la sierra y la selva en el proceso
de organización de la civilización andina (Lumbreras, 1982).
Las evidencias encontradas en: UCA-6, UCA-28, UCA-29, UCA-30,
UCA-31, UCA-34
En UCA-34 hay presencia de:
- Aplicación de pintura postcocción de color rojo.
- Presencia de tazas carenadas.
- También se encontraron escudillas carenadas.
- Es portadora de una tradición de ollas sin cuello.
- Tiene un alto nivel de sofisticación tecnológica, sus patrones
decorativos son precisos y los diseños estándar.
Myers encontró la presencia de Tutishcainyo Temprano en el Bajo
Ucayali (fragmento de doble pico y asa puente, en las terrazas de
Sarayacu); Gyulavari y Panaifo encontraron en el río Cachiaco cerca a
Pirococha (Foto 4).
En el Corrientes, Pastaza, Morona, Santiago, también tenemos
evidencias de formativo, aunque carece de fechado absoluto.
Tutishcainyo Tardío:
- Presencia de incisiones en bandas laterales paralelas y estrechas, que
se extienden horizontalmente alrededor de la circunferencia total de
la vasija.
- El reborde sublabial ancho y totalmente decorado, este elemento
continúa hasta Shakimu (UCA-34), (UCA-lO), (UCA-6).
- Presencia de cuencos con paredes cóncavas; su diferencia con
Tutishcainyo "Temprano es que éstas tienen el reborde labial
engrosado hacia fuera (Lathrap, 1962).
- Se utiliza todavía el hachurado para llenar zonas decorativas.
- Es rara la presencia de botellas de doble pico y puente ya que ésta
evoluciona a la de tipo botella con pico estilo Machalilla.
198
- Hay una gran similitud entre Machalilla y Tutishcainyo Tardío: los
cuencas abiertos incisos en Machalilla son semejantes a los abiertos
carenados comunes en Tutishcainyo Tardío, en el perfil de sus
vasijas y en la ejecución de sus diseños. (Foto 3).
- Hay cierto paralelo entre los arreglos y los diseños de las vasijas con
temperante de sanidine (ésta presenta zonas rojas pintada con
engobes), estando más presente en Machalilla.
- La difusión generalizada entre la tradición Tutishcainyo y los
contactos entre la costa ecuatoriana se darían dentro de la llamada
"red de interacción cultural"; (Lathrap, 1971). (Lámina 5). .
Shakimu Temprano:
Las excavaciones se hicieron en la villa shipiba de San Francisco de
Yarinacocha (Lámina 3). Están constituidas por una serie de vasijas que
tienen relación directa con Tutishcainyo Tardío aunque vendría a ser
una tradición distinta. Es por ello que Lathrap piensa que se dio un
desplazamiento de la población.
199
El Formativo Tardío es más o menos contemporáneo a las últimas fases
de Chavín; pertenecen a él, el complejo Shakimu, Vino del Ucayali. La
influencia andina la podemos notar en los diseños excisos. No contamos
con demasiados datos respecto de las sociedades formativas salvo los
presentados por Allen, que encontró 17 sitios en el Alto Pachitea,
Nazarategui, pangotsi y Pichis; él da una estimación poblacional de
1400 habitantes.
200
Hupa-Iya:
Alrededor de los 200 a.C. aparece un nuevo grupo de gente en el
Ucayali Central trayendo consigo la tradición Barrancoide. Hay
muestras que refuerzan la hipótesis de una invasión de nuevas gentes,
por el estilo de cerámica que no tiene continuidad con el anterior estilo
cerámico.
Según Lathrap, esta cerámica estaría relacionada con la Barrancoide de
Venezuela. Las evidencias hasta ahora encontradas en el Ucayali están
en (UCA-2), (UCA-29), (UCA-24).
Es notable la presencia de nuevas formas de vasijas; los diseños y la
decoración son totalmente diferentes en su organización respecto a las
fases anteriores.
Se caracteriza por la presencia de ollas, platos y cuencos redondeados
con labios evertidos, algunos llevan tiras horizontales a manera de
"estirones" por debajo del borde, siendo algunos decorados con
incisiones y aplicaciones de arcilla, pintados en el centro a manera de
"botones", cantidades de husos de cerámica. Todo ello nos indica una
floreciente tecnología textil (la cushma hecha con algodón).
Probablemente las ollas y platos fueron utilizados para preparar yuca
amarga, por las evidencias que encontró Lathrap en éstas, (huellas de
uso), (Lathrap, 1970).
Podemos notar la combinación de la incisión con aplique de adornos de
animales zoomórficos (presencia de aves, murciélagos y otras rarezas).
Presencia de decoración de asas verticales ovaladas y también con
animales.
También se da en este período la introducción de la yuca amarga lo cual
nos indica ya el dominio de una tecnología nueva para el proceso de su
preparación. Lathrap asocia la cerámica de esta fase con la cerámica de
la gente Arawak. Está asociada a los complejos barrancoides de
Orinoco, Jauarí, Santarem y Velarde.
La cerámica frecuentemente presenta pequeñas partículas de hierro que
son raramente encontradas en la pasta de otras cerámicas. Las incisiones
fueron hechas cuando la arcilla estaba suave, por la presencia de
rebabas.
Hay decoración incisa en ambos lados (interior y exterior),
principalmente en los platos y tazas hemisféricas y ovaladas. El color de
la superficie de la pasta es gris-marronáceo debido a las características
antes mencionada del temperante.
Sus casas fueron parecidas a la de los shipibos modernos.
201
Yarinacocha:
Es dudoso si el contacto entre la gente Hupa-Iya y Yarinacocha ha sido
amigable hacia el año 100 a.C.
La comunidad de Yarinacocha más conocida es San José (UCA-34),
que empieza con la amazonización del Ucayali, la tradición policroma
(en la decoración), sin incisiones.
Lathrap hizo la prospección de varios sitios en ambos márgenes de la
laguna de Yarinacocha, principalmente al noroeste (Lámina 3),
ubicando los sitios: (UCA-6), (UCA-34), en (UCA-32) se hizo un
muestreo superficial encontrándose evidencias Pacacocha; en (UCA-lO)
cavaron una trinchera de 7.20 mts., hallándose gran cantidad de
cerámica Cashibocaño; en (UCA-34) se encontró material Yarinacocha,
como vasijas con ángulos (punto angular y bases planas); la cerámica es
gruesa, con presencia de platos semiesféricos, en esta fase se rescataron
urnas. De los 401 fragmentos recolectados, sólo cuatro tuvieron
impresiones de cestos; pocos fragmentos presentan diseños en blanco, al
igual que los diseños pintados en rojo-blanco-negro. Posiblemente los
materiales de la Cueva de las Lechuzas (Tingo María) estén
relacionados con Yarinacocha.
Dada la extensa área que todavía permanece incógnita, cabe la
posibilidad de que la gente del complejo Yarinacocha representaría la
intromisión de gentes de afuera de la cuenca del Ucayali Central.
202
Pacacocha: (Ubicada en la quebrada de Pacacocha). (UCA - 4)
Esta tradición marca la llegada de los Panos alrededor de 300 d.C. hasta
la actualidad, estas evidencias son los más comunes.
Vivían en malocas y enterraban a sus muertos en urnas dentro de la casa
que habitaban.
Las evidencias son: husos, cerámica simple, cuencos y ollas globulares
con bases planas y con engobe rojo (Myers, 1970).
También se encontró topia de cocina. Para esta tradición es muy
característica la utilización de pintura negra para los adornos
zoomórficos.
Posteriormente en esta tradición, se comienza a utilizar la cerámica
corrugada (en ollas de cocina, en urnas para el enterramiento de sus
muertos), inhumación secundaria de esqueletos humanos desarticulados.
La gente Pacacocha dominó la cuenca del Ucayali durante 400 años,
tiempo en que la tradición evolucionó.
Cashibocaño: (ubicada en las márgenes de la quebrada del mismo
nombre).
Lo único que difiere de Pacacocha es la forma del borde. Presencia del
uso de una fila de impresiones dactilares (corrugado) inmediatamente
bajo el borde. (Lámina 10).
203
Es descubierto en 1956, en los sitios: (UCA-2), (UCA-34), (UCA-22).
- La decoración de las vasijas está realizada sobre la base de líneas
incisas anchas y simples.
- La combinación de incisión y excisión, recubierta con engobe,
presenta un mejor acabado; para Lathrap éste es el receptáculo
llegado desde los Andes (oeste-este); se calcula una edad de 800-
400 a.C.
- Es notable la presencia de engobe blanco, rojo, precocción, en
cuencos de base plana.
- Continúa la tradición Tutishcainyo con la presencia de cuenco s de
cuerpo compuesto, la decoración incisa ya carente de achurado, las
botellas de doble pico y puente.
- El Shakimu del Huallaga identificado sobre la base de un sólo
fragmento es casi idéntico al Shakimu Tardío del Ucayali (Ravines,
1981).
- Probablemente los encontrados en Platanoyacu y Pucacuro del río
Corrientes sean de este período (Myers, 1988).
- Hay relaciones entre Kotosh y Shakimu en algunas de sus vasijas y
vasos, que son similares en motivo y decoración, con biseles agudos
o bordes cuadrados.
- También se encontraron evidencias Shakimu en: (UCA-23), (UCA-
15), (UCA-16), (UCA-17), (UCA-18), (UCA-20), habiendo mayor
evidencia en (UCA-16).
Es muy probable que durante este período haya habido una interacción
fuerte.
Shakimu Tardío:
Hay evidencias fragmentadas de que comunidades relativamente
grandes hayan sido características de esta área por lo menos desde
Shakimu Tardío 400 a.C. (Lathrap, 1970). Las evidencias encontradas,
fueron ubicadas en: (UCA-2), (UCA-34). Aparecen en este período, las
tradiciones selváticas y andinas combinadas.
Se usa más comúnmente la excisión en todas las formas de las vasijas
de Shakimu Tardío (UCA-2) y Kotosh-Sajarapata.
Se encontraron improntas, fragmentos de barro con las impresiones de
palos que indican presencia de estructuras (casas), (Myers, 1988).
204
Nueva Esperanza:
Registrada en un solo sitio (UCA-17), excavado por Thomas Myers. Las
formas de las vasijas Pacacocha son simples, con predominancia
globular y en su mayoría están pobremente quemadas al igual que la
superficie.
Así conocida por el sitio investigado en el noroeste de Yarinacocha
(UCA-17); el fechado es de 700 +/- 105 a.C. El patrón de asentamiento
es una gran casa comunal enmarcada por una plaza abierta, rodeada por
pequeñas casas frente a la plaza. Este tipo tardío de traza, es
característico del Alto Xingú, los Ge y Bororo. Dentro de la tradición
Nueva Esperanza estaría el complejo Pinedo (Bajo Ucayali), que
presenta decoración negativa en el interior.
205
Caracterizada por la presencia de adornos modelados, principalmente
las cabezas de murciélago, la cerámica de ésta es más delgada y mejor
hecha que la de Pacacocha.
Con respecto a esta fase, tendremos muy pronto aportes de las
investigaciones realizadas por la doctora Fung. Para esta fase ya
tenemos hallazgos de presencia de cobre lo cual nos indica que esta
gente hacía intercambios: posteriormente los de Nueva Esperanza son
desplazados por las gentes del Cumancaya.
Cumancaya:
Los orígenes de la tradición Cumancaya son difíciles de determinar.
Myers plantea que hay dos corrientes de migración, caracterizándose la
primera por la pintura roja entre incisiones teniendo su centro de
dispersión en el sitio de Sangay en el Oriente ecuatoriano; la segunda se
caracteriza por la cerámica corrugada que aparece en el Ucayali y luego
206
se dispersa a lo largo de toda la zona, ambos estilos se encuentran juntos
en varios complejos; tal es el Chiguasa del Santiago superior (Myers,
1988). Estoy bastante de acuerdo con el segundo planteamiento de
Myers por las evidencias encontradas por nosotros en la cuenca del
Ucayali y el Pachitea: material asociado a hachas de cobre, las
encontradas en Apurímac y en la cuenca del río Manu, aunque sería
necesario trabajar más los sitios de mayor densidad de vestigios, como
es el caso de San Salvador (Contamana), es necesario en el futuro
ampliar las evidencias encontradas hasta ahora, ya que hay grandes
asentamientos poblacionales en el actual Contamana, Aguas Calientes
(Maquia, Nuevo Pacasmayo)..
Esta tradición que se mantiene entre el Ucayali Central y el valle
inferior (Bajo Apurímac) (quizá en algún tiempo incluía el Pachitea).
Se debe a los hallazgos de Gyulavari y Panaifo en el río Pachitea, en el
peñón de piedra pintada (petroglifos) (Foto 15-16-17) y los tiestos
encontrados en los alrededores de la Cueva de la Viuda.
La presencia Cumancaya la define el Horizonte Corrugado y la pintura
negativa de Amazonía (Lámina 12).
Lathrap fue atraído a dicho sitio por una leyenda Shipibo-Conibo que
identificó el medio Cumancaya como aldea ancestral; realizó un
muestreo superficial y unidades de prueba en siete sitios (1 x 1, 2 x 2
mts.) rescatando 4,600 tiestos. Posteriormente, en 1969, Roe y W. de
Boer regresan para hacer una mejor descripción del sitio y su cerámica.
Cumancaya es el remanente de un típico lago en forma de U; los sitios
ubicados en esta zona son: (UCA-22), (UCA-6), (TAM-2); en UCA-22
se encontraron dos implementos de cobre, cinco fragmentos de hacha de
piedra en forma de T.
Lo que nos indica su sistema agrícola basado en la tala, roza y quema,
pero con amplios intercambios.
Características de esta tradición:
Las impresiones digitales, que están dispuestas en 1-2-3 hileras
alrededor de los bordes de las tazas y urnas.
Uso de desgrasante como cariapé, pintura roja entre líneas incisas,
presencia del negativo, etc.
Myers para mejor referencia la divide en:
Cumancaya A: Que sería desde el Alto Pachitea.
Cumancaya B: Estaría río abajo, incluyendo la tradición Pacacocha.
Para él fue un puerto de intercambio.
207
Hace una comparación con el estilo de Chapi, ubicado en las cabeceras
del río Chota en Ecuador; y con el sitio de Sangay, que define como
centro ceremonial y comercial. Mantenían lazos con Cumancayococha.
Pienso que para hacer tales relaciones nos falta investigar más en
nuestras zonas, pues recién estamos comenzando a profundizar con los
investigadores de la Universidad de Helsinski (Finlandia).
208
209
Granja de Sivia: Situada en la ribera oeste del río Apurímac, bajo la
desembocadura del Perené.
Se hizo una recolección de 2,000 tiestos por metro cúbico, huesos de
animales aún no identificados, instrumentos de piedra y artefactos de
cobre.
Se presentaron tres estilos de cerámica:
Sivia: Más del 98% de los tiestos proceden de este complejo.
Simariba: Los restos fueron encontrados en contextos aislados, siendo
considerados como intrusivos de la granja Quimpiri.
Los temperantes usados en Sivia son: arena, roca, porciones de tierra.
Presencia de urnas asociadas a cerámica rota, cuencas abiertas, cerradas,
jarras cerradas, bases pedestales, figurines, piruros, sellos (rodillo),
artefactos de piedra y metal, también de hueso. Para Myers, esta
cerámica es netamente de influencia ecuatoriana, manteniendo su
pureza aun estando lejos de su lugar de origen.
El corrugado es poco frecuente ya que hay mayor presencia de
decoración resistente en el interior, con diseños escalonados, triángulos
y volutas (Foto 13).
También se encontró en Sivia, cerámica de procedencia Huari, lo que
nos evidencia la relación de la Selva con los grandes centros andinos.
Sonochenea:
Ubicado en la ribera de la isla Sonochenea, (UCA-40), se encuentra un
cementerio de urnas de 200 mts. de extensión.
Se realizó una recolección superficial y la limpieza de algunas de las
tumbas intactas, diferenciándose dos tipos de entierro: en urnas
(secundario) y los extendidos (primarios); algunos estaban asociados a
vasijas.
Los temperantes usados son: cariapé y tiestos molidos. El corrugado se
presenta principalmente en la parte superior de las vasijas; las vasijas
encorvadas tienen generalmente una franja blanca en el exterior;
aparecen jarras con cuello, sin cuello y las de cuello alto.
210
211
La abundancia de jarras grandes puede reflejar probablemente su uso
como urnas funerarias según Myers; la utilización de una línea incisa es
para dividir en zonas las bandas de color (Foto 14).
La doctora Fung menciona que hay vinculación y semejanzas entre
Valencia y Sonochenea, probablemente a partir de un antecedente
común que todavía nos es difícil precisar por falta de investigación
suficiente.
Shahuaya:
La presencia de este material arqueológico fue notado por William
Allen en 1960. Ya en 1969, Peter Roe y W. de Boer visitaron Shahuaya.
Su objetivo era describir el material arqueológico y determinar su
contexto cultural y cronológico.
Encontraron varias vasijas (urnas) asociadas a fragmentos de cerámica
(todas asignadas al estilo Shahuaya).
Las urnas en forma de ollas grandes con tapa:
- Cuencos divergentes invertidos sobre ollas grandes (doble urnas).
- Grandes ollas invertidas sobre ollas grandes.
- Cuencos divergentes que tapan pequeñas ollas.
212
Los temperantes usados: tiestos molidos, cariapé en poca proporción. El
corrugado se da en una sola banda; los estilos de esta cerámica son
similares a los de Sonochenea y a las modernas Conibo.
Se encontraron cuatro piezas de metal (cobre).
Para (SHA-l) se estima un promedio de 15 vasijas completas
representadas, extrayéndose de esta zona un promedio de 4000 tiestos.
Comparaciones: por las fechas radiocarbónicas de SONOCHENEA
(830 +/-135 d.C.), probablemente ambos son CUMANCAYA (810 +/-
80 d.C.) contemporáneos, aunque por ser dataciones únicas, la
probabilidad de error es mayor. SHAHUAYA (1630 +/- d.C.).
La presencia de urnas en cada uno de estos sitios constituye una relación
histórica.
Entierros secundarios ubicados en cuatro sitios.
Entierros primarios en Shahuaya.
213
Caimito:
La ocupación Caimito del lago Imariacocha, fue la más grande de toda
la Amazonía (río Tamaya) (T AM-2).
Probablemente su población llegó a varios miles de personas (Lámina 4-
4ª-4b) por la extensión del asentamiento en el Tamaya.
Si todas las colinas que rodean Imariacocha, estuvieron habitadas por
gente Caimito con mucha densidad poblacional, posiblemente se haya
dado una estratificación social.
Napo, Marajó y Caimito se distinguen por el tamaño de sus
asentamientos, la policromía de sus artefactos, la forma característica
cuadrangular de sus vasijas, el tratamiento de sus motivos
antropomorfos y sus modelados, aplicados, pintados e incisos. Los
colores usados fueron negro sobre rojo, negro y rojo sobre blanco; la
decoración blanca sobre rojo se encuentra en pequeña proporción en los
estilos Napo y Caimito. Las urnas sirvieron para enterramiento
secundario (Foto 15, 16). La cerámica Caimito es diversificada, ya que
varía con un amplio rango de formas de vasijas, que tienen un corte
horizontal cuadrado (Foto 17).
La aplicación tipo grano de café que aparece en Sivia es compartida con
Caimito, aunque infrecuentemente (conversación personal con Ronald
Weber).
214
CONCLUSIONES:
Los hallazgos arqueológicos y las dataciones disponibles indican que
los primeros grupos humanos que penetraron en Sudamérica lo hicieron
progresivamente hacia el este, el actual Brasil, utilizando la gran red
fluvial amazónica. Podemos observar en los últimos hallazgos de la
misión francesa en el sitio de Piahuí en Brasil y que otros grupos
probablemente penetraron hacia el sur, a lo largo del litoral y las
serranías andinas; otros siguieron hacia el norte llegando al Alto
Orinoco, según los últimos aportes de Barse William (Simposio de
Cuenca, 1992). Probablemente hubo otro grupo migratorio que se
asentó en los valles fluviales y regiones montañosas de Colombia, según
los aportes de Leonor Herrera y Correal.
En el Simposio sobre la problemática del Formativo Sudamericano,
realizado en Cuenca, Ecuador, (enero de 1992), (al que asistieron
especialistas en Amazonía, Betty Meggers, Marcos Michel, Ruth Shady,
Dominique Gomis, Ondemar Días, Eurico Miller, William Barse, Mario
e Iraida Sanoja, Leonor Herrera, Gonzalo Correal) no se llegó a un
acuerdo respecto a la problemática de la cronología Amazónica. Por las
evidencias hasta hoy encontradas por Morales en el río Chambira y los
hallazgos de Thomas Myers y Panaifo en río Corrientes (Foto 3), por la
autora en el Alto Amazonas (Foto 2), en el río Cachiaco (Foto 4) y los
últimos trabajos en la cuenca del Santiago, Morona y Pastaza, podemos
afirmar que el formativo selvático estaría muy relacionado al formativo
de la costa ecuatoriana y que aparentemente compartían la misma
interacción.
El gran mensaje y el significado de la arqueología es demostrar la
cadena de interdependencias culturales que se daban y aún se dan.
Las sociedades extraen sus principios, normas y conocimientos del
pasado para transmitidos de generación en generación. El arqueólogo no
solo rescata el pasado por el pasado mismo sino que desde el pasado
posibilita la aplicación de nuevas tecnologías.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco, en primera instancia, al padre Joaquín quién depositó en mí
'Su confianza para la realización de esta apretada síntesis, como un
primer aporte a la tierra que me vio nacer.
A mis maestros por sus continuos consejos; al doctor Luis Lumbreras, a
la doctora Rosa Fung y a Thomas Myers.
Mención especial al amigo y compañero de expediciones, quien
financió casi todos mis trabajos y a quién debo mi especialidad
(arqueología de Selva), al doctor Oliver Gyulavari.
215
Para la culminación de este trabajo agradezco a Luisa Díaz, por su
excepcional ayuda en la traducción de los textos.
216
Foto 3: Gollete Zoomorfo
217
218
Foto 7: Cuentas de Hueso-Concha y cobre, procedentes de San
Salvador-Contamana
219
Foto 9: Cuchillos de cobre, una de ellas presenta la cabeza de un
auquenido
220
Foto 11: Petroglifos de “Piedra Pintada” – Del Pachitea
221
Foto 13: Decoración de capas con ojos tipo grano de café e incisiones
geométricas
222
Foto 14: Cultura Sonochenea. Diseño geométricos Inciso de color
223
Foto 15-16: Urnas antropomorfas pintadas de la cultura Caimito
224
Foto 17: Vasija Caimito con el típico corte horizontal cuadrado
225
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