Fallo de Tutela Coronavirus Tumaco
Fallo de Tutela Coronavirus Tumaco
Fallo de Tutela Coronavirus Tumaco
MAGISTRADA PONENTE
DRA. CLAUDIA CECILIA TORO RAMÍREZ
ACCIÓN DE TUTELA Nº 2020 – 00011 – 00 (114)
San Juan de Pasto, veintisiete (27) de mayo de dos mil veinte (2020).
Se decide, dentro de la oportunidad legal, la acción de tutela interpuesta por DIEGO ALEXANDER
ANGULO MARÍNEZ contra la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, MINISTERIO DE SALUD Y
PROTECCIÓN SOCIAL, SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD, DEPARTAMENTO DE
NARIÑO, ALCALDÍA MUNICIPAL DE TUMACO, HOSPITAL SAN ANDRÉS DE TUMACO
E.S.E. y CENTRO HOSPITAL DIVINO NIÑO DE TUMACO E.S.E.
1.- ANTECEDENTES:
1.1.- HECHOS:
Refirió el accionante, que el 7 de enero de 2020 ante la identificación del nuevo Coronavirus
COVID-19, la Organización Mundial de la Salud – OMS declaró la emergencia de salud pública
de importancia internacional y el 11 de marzo hogaño, declaró que la epidemia había adoptado
carácter de pandemia.
No. 385 de 2020, declarando la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional y mediante
Decreto 457 del 22 de marzo hogaño, el Gobierno Nacional impartió instrucciones en virtud de la
emergencia sanitaria, como el aislamiento preventivo obligatorio desde el 25 del mismo mes y
año, hasta el 13 de abril; medida que fue prorrogada en tres ocasiones, y al momento de la
formulación de la tutela se conocía que avanzaría hasta el 25 de mayo de la presente anualidad.
Afirmó que según certificado del DANE, el Distrito de Tumaco cuenta con más de 257.000
habitantes y limita con la provincia Esmeraldas en Ecuador, país que a la fecha de presentación
de la acción de amparo, registraba un total de 30.419 contagiados y 2.327 fallecimientos, lo que
equivale a una tasa de mortalidad por 100.000 habitantes de 13.62% y de contagio de 178.05%,
en ambos casos, entre las más altas de Latinoamérica, siendo en Colombia de 0.96% y 23.39%,
respectivamente.
Teniendo en cuenta el total poblacional de Tumaco, que asciende a 257.052 habitantes, la tasa
de contagios por cada 100 habitantes es de 54.6%, es decir, más del doble que la nacional que
es de 23.39%, y la mortalidad en 5.7%, siendo la nacional del 4.1%.
Que esa localidad cuenta con el HOSPITAL SAN ANDRÉS DE TUMACO E.S.E. y el CENTRO
HOSPITAL DIVINO NIÑO DE TUMACO E.S.E., para la atención de la población de ese Municipio
y los adyacentes, es decir, para aproximadamente 450.000 ciudadanos, y en vista de que no
poseen unidades de cuidados intensivos, se han visto en la obligación de remitir a los pacientes a
la ciudad de Pasto, desplazamiento que dura en promedio 6 horas, lo cual afecta las
posibilidades de supervivencia de los contagiados, razón por la cual consideró vulnerados los
derechos fundamentales a la salud y vida, en cabeza de la población de ese territorio.
Mediante auto del 13 de mayo de 2020, esta Sala asumió el conocimiento de la presente acción
de tutela imprimiéndole el trámite preferencial y sumario previsto en el Decreto 2591 de 1991,
decretando las pruebas allegadas al plenario y las que de oficio se consideraron pertinentes, así
como vinculando al DEPARTAMENTO DE NARIÑO, INSTITUTO DEPARTAMENTAL DE
SALUD DE NARIÑO, ALCALDÍA DISTRITAL DE TUMACO, MIGRACIÓN COLOMBIA,
MINISTERIO DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, INSTITUTO NACIONAL DE SALUD,
HOSPITAL SAN ANDRÉS DE TUMACO E.S.E. y CENTRO HOSPITAL DIVINO NIÑO DE
TUMACO E.S.E. y corriendo traslado al MINISTERIO PÚBLICO, para que actúe dentro de la
acción tuitiva en defensa del interés público.
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Señaló que las autoridades territoriales deben poner todo el esfuerzo y recursos en fortalecer la
red pública de salud, de cara al COVID-19 y la propagación del virus y en calmar las necesidades
básicas de alimentación de la población más vulnerable.
Afirmó que en la presente acción, se configura la falta de legitimación en la causa por pasiva del
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, toda vez que ninguna de las facultades y competencias
presidenciales tienen que ver con lo pretendido por quien acciona y solicitó se declare la
improcedencia del trámite superior.
El Dr. LUIS ERNESTO FLÓREZ SIMANCA, en calidad de Jefe de la Oficina Asesor Jurídica del
INSTITUTO NACIONAL DE SALUD, mediante memorial No. 2-1200-2020-001817 fechado a 15
de mayo de 2020, refirió que esa es una entidad de naturaleza científica y técnica, con personería
jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio creado por el Decreto 470 de 1968, con
cambio de naturaleza mediante el Decreto 4109 de 2011 y reestructurado a través de los
Decretos 2774 y 2775 del 28 de diciembre de 2012, adscrita al Ministerio de Salud y Protección
Social, perteneciente al Sistema General de Seguridad Social en Salud y al Sistema Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación.
Acorde con lo anterior, todas las entidades que participan en los procesos de vigilancia en Salud
Pública (IPS, EAPB, INS vigilancia laboratorio), deben cumplir con las funciones establecidas por
el marco normativo que establece y describe el Sistema Nacional de Salud Pública.
Que corresponde a esa entidad recolectar el flujo de información de interés en salud pública y
definir las funciones particulares de cada actor desde el nivel municipal, departamental, distrital y
de este hasta los niveles nacional e internacional, atendiendo lo descrito; es así, como desde la
IPS que detecta el caso de COVID 19 (SARSCoV2), la información fluye por el Sistema de
Vigilancia en Salud Pública Nacional, hasta el nivel nacional para la toma de decisiones.
Aseguró que esa entidad entregó el modelo de transmisión epidemiológica SIR, que fue
elaborado por el Observatorio Nacional de Salud y que contiene los indicadores de tasa de
contagio, mortalidad y clasificación de gravedad de los casos con estimaciones derivadas del
modelo.
Teniendo en cuenta que los datos sobre casos de contagio de COVID 19 (SARSCoV2), varían
constantemente, informó que se ha creado un espacio dentro de la página institucional del INS,
donde se pueden verificar en tiempo real los casos informados, los cuales se detallan por
departamentos y municipios de Colombia.
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Recordó que desde la declaratoria del estado de emergencia, la prioridad ha sido atender las
necesidades y requerimientos del sector salud relacionados con la pandemia, y que la función de
ese Ministerio se encuentra limitada a la asignación global de recursos, a las entidades que
conforman el presupuesto público nacional, más no como órgano ejecutor del sistema y por lo
tanto, solicitó se absuelva a esa cartera Ministerial de la presente acción constitucional.
A raíz de la declaratoria del estado de emergencia sanitaria por parte del Gobierno Nacional, se
procedió al cierre de los pasos marítimos, terrestres y fluviales fronterizos con la República del
Ecuador, exceptuando de este cierre, los tránsitos que deban realizarse por razones de caso
fortuito o fuerza mayor y el transporte de carga.
Igualmente predicó que el actor no cuenta con legitimación en la causa por activa, toda vez que
se basa en supuestos, pero no identifica a las personas perjudicadas por los hechos expuestos
en la tutela, ni advierte ser agente oficioso en casos específicos que requieran inmediata
intervención de la justicia para reparar el derecho fundamental cuya inobservancia amenaza la
vida y la salud de un paciente en particular y por lo anterior, solicitó la desvinculación de esa
entidad en el trámite tuitivo.
La Dra. ANA MARÍA GONZÁLEZ BERNAL, en calidad de jefe de la Oficina Jurídica de la entidad
departamental, mediante memorial fechado a 15 de mayo de 2020, informó a esta Corporación
que mediante Decreto 401 del 15 de julio de 1993, se organizó el Sistema de Salud del
Departamento de Nariño y se creó el INSTITUTO DEPARTAMENTAL DE SALUD DE NARIÑO,
definido como un establecimiento público descentralizado del orden departamental, dotado de
personería jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa, con una Junta Directiva, un
Director nombrado por el Gobernador del Departamento y una planta de personal, ente regulado
por la Ley 10 de 1990 y a las demás disposiciones que le son aplicables como establecimiento
público.
Por lo anterior, consideró que la acción de tutela carece de legitimación en la causa por pasiva,
toda vez que como presupuesto procesal, se exige que la persona contra quien se incoa, sea la
autoridad o el particular que efectivamente vulneró o amenaza vulnerar el derecho fundamental
invocado, a contrario sensu, la acción no resulta procedente si quien desconoció o amenaza
desconocer el derecho no es el demandado, sino otra persona o autoridad.
Afirmó que el IDSN está apoyando técnicamente en la estructuración del proyecto de ampliación
de la red hospitalaria para COVID-19 y su alcance es dotar de Unidades de Cuidados Intensivos
e Intermedios, con equipos biomédicos pertinentes, como: monitores, bombas de infusión,
succionadores, entre otros.
Que el proyecto en comento tiene un valor aproximado de $54.000.000 y una vez en firme, la
Secretaría de Planeación Departamental de Nariño y el Sistema General de Regalías, realizarán
el cargue al SUIFP-SGR para luego ser presentado al OCAD en pos de su aprobación.
Manifestó que el proyecto fortalecerá los hospitales públicos entre ellos, el Hospital Universitario
Departamental de Nariño, Hospital Civil de Ipiales y el Hospital San Andrés de Tumaco, con 20
camas de cuidados intensivos y 30 de hospitalización, y recordó que en el caso de Tumaco, son
las IPS del Municipio las responsables de la ejecución del plan de acción en relación con las
fases y con los recursos que dada la emergencia sanitaria, disponga el Gobierno Nacional,
Departamental y Municipal, correspondiéndole al IDSN la verificación de las condiciones de
habilitación de cada servicio.
El Dr. PEDRO ESPITIA MANCIPE, en calidad de Agente Especial Interventor del HOSPITAL SAN
ANDRÉS DE TUMACO E.S.E, mediante escrito fechado a 15 de mayo de 2020, informó que ese
ente es el único referente hospitalario de segundo nivel de la Costa Pacífica Nariñense, donde su
margen de población supera los 460.000 habitantes, distribuidos en 10 municipios.
Informó que con recursos propios, adecuó una zona de aislamiento desde los primeros casos
confirmados de contagio por COVID-19, lo cual ha permitido atender de manera independiente a
los pacientes contagiados y a los que asisten por otro tipo de patologías, reduciendo el riesgo de
contaminación.
Que adelantó ante la Gobernación de Nariño, las gestiones necesarias para la puesta en
funcionamiento de la Unidad de Cuidado Intensivo por 10 cubículos, la cual es vital para la
disminución de pérdidas humanas derivadas de la pandemia, e informó que se han puesto en
marcha las medidas encaminadas a obtener recursos y donaciones desde distintos sectores,
para prestar el servicio de forma continua.
Que la entidad dispuso de una zona aislada para presuntos pacientes contagiados con COVID-
19, con acceso diferente a los otros servicios y dentro del plan de contingencia, capacitó al
talento humano necesario para la atención y el direccionamiento de las personas con
sintomatología presuntiva de infección respiratoria aguda y COVID-19.
Sin embargo, no refiere ningún presupuesto fáctico que permita determinar cómo se ven
afectados sus derechos fundamentales de manera concreta y particular, pues sus apreciaciones
son de carácter general, impersonal e hipotéticas.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Ministerio Público consideró que la acción de tutela se torna
improcedente, pues no cumple con los requisitos jurisprudenciales para que se viabilice
excepcionalmente su estudio, al existir el mecanismo pertinente que es la acción popular.
El Sr. JHON ÁLVAREZ MONTOYA, coadyuvó la acción de tutela en curso y manifestó que no es
aceptable que se hable de República y existan vastos territorios como el del Pacífico Nariñense,
sin garantías de un adecuado sistema de salud.
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Las acciones populares, de grupo y de cumplimiento, establecidas en la Ley 472 de 1998, que
pueden ser un mecanismo expedito para este tipo de escenarios, no se encuentran dentro de las
excepciones previstas en el acuerdo mencionado, por lo que hace viable la acción de tutela, al no
existir otro medio de defensa judicial para los derechos colectivos.
Que el Pacífico Nariñense, está conformado por zonas que tienen una identidad representada y
comparte unos intereses, cosmovisiones y procedimientos, entre los cuales destaca, la presencia
mayoritaria de las comunidades negras e indígenas (pueblo AWA), como las organizaciones que
los representan, entre ellos los consejos comunitarios y los resguardos indígenas.
Que en la actualidad no existen las condiciones que permitan afirmar que se entregaron
efectivamente los elementos médicos y petitorios de esta acción y que hubieran desaparecido las
condiciones de vulnerabilidad del sistema de salud en ese territorio y, por lo tanto, la protección
constitucional se convierte en un elemento de seguimiento de las órdenes, políticas públicas,
directrices y estrategias para armonizar el sistema de salud y garantizar la vida de la población en
condiciones dignas.
El Sr. OSCAR ISAAC REINEL ROSERO, coadyuvó la presente solicitud tutelar y afirmó que la
curva de contagio solo en Tumaco, sin incluir, los demás municipios de la Costa Pacífica y el
Piedemonte Costero, se encuentra en fase de expansión, y que cualquier persona que tenga
conocimientos mínimos de epidemiología, puede inferir que en ese territorio se encuentran muy
lejos de aplanar la curva de contagios.
Solicitó nuevas pretensiones y consideró que se encuentra legitimado en la causa, por ser
representante de los egresados de la Universidad de Nariño y abogado litigante, que nació y ha
vivido en Tumaco y, por lo tanto, es potencial usuario de los servicios de salud.
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Adicionó pretensiones y solicitó que se prevenga a la autoridad con base en el artículo 24 del
Decreto 2591 de 1991, mediante la presentación de informes periódicos al despacho en lo
concerniente a los avances y ejecución de los gastos que emanen de la orden que dicte el juez
de tutela, así mismo, se ordene la creación de una mesa de trabajo que agrupe los entes
territoriales de nivel Nacional, Departamental y Municipal, para la solución pronta de los
problemas de salud expuestos por el accionante.
El Sr. JUAN LUIS CASTRO CÓRDOBA, coadyuvó la solicitud tuitiva y señaló que se encuentra
legitimado en la causa por activa, por fungir actualmente como Senador de la República y contar
desde su rol político, con conocimiento de temas relacionados con las condiciones del sistema de
salud en Colombia, aspectos que ha profundizado en el marco de su actividad legislativa.
Manifestó que en reiteradas ocasiones dentro de esta crisis, ha pedido públicamente al Gobierno
Nacional una actitud mucho más activa por parte de las Fuerzas Militares en materia de sanidad
para mitigar la pandemia y en debates en el Senado de la República, ha pedido al Ministro de
Salud la implementación de un Plan de Atención Urgente para el Pacífico Colombiano y la ciudad
de Tumaco.
El Sr. EULIQUIO BIOJO GUEVARA, coadyuvó la presente acción de tutela y refirió que como
representante legal del Consejo Comunitario Cortina Verde Mandela, ha tenido que comprobar
que los promedios de necesidades básicas insatisfechas de los pueblos del Pacífico Nariñense,
están por debajo del promedio nacional e hizo un recuento histórico de las dificultades sociales,
económicas y culturales que ha padecido ese territorio del departamento de Nariño.
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Impetró nuevas pretensiones de amparo y manifestó que la acción de tutela es viable en razón de
que es el único mecanismo idóneo vigente en trámite.
La Sra. ROSA NOHEMY ERAZO, coadyuvó la presente acción superior y manifestó que en su
condición de acompañante del pueblo indígena AWA, ubicado en el territorio del pacífico
nariñense, también ha sufrido gran violencia, maltrato, abandono, guerra y desplazamiento
forzado, razón por la cual consideró que se encuentra legitimada en la causa por activa.
Solicitó nuevas pretensiones y refirió que si bien las acciones populares, de grupo y de
cumplimiento, pueden ser mecanismos expeditos para este tipo de escenarios, no se encuentran
actualmente dentro de las excepciones previstas en el acuerdo que dispuso la suspensión de
términos judiciales.
4.-CONSIDERACIONES:
Le corresponde a esta Sala determinar si la presente acción de tutela es procedente o no, ante la
posible vulneración de los derechos fundamentales a la vida y salud en cabeza de DIEGO
ALEXANDER ANGULO MARÍNEZ y en general de toda la población ubicada en la Costa Pacífica
y Piedemonte Costero Nariñense, al considerar que la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA,
MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL, SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE
SALUD, DEPARTAMENTO DE NARIÑO, ALCALDÍA MUNICIPAL DE TUMACO, HOSPITAL SAN
ANDRÉS DE TUMACO E.S.E. y CENTRO HOSPITAL DIVINO NIÑO DE TUMACO E.S.E., han
conculcado las garantías fundamentales invocadas por activa, al no contar con una adecuada red
hospitalaria, unidades de cuidados intensivos, personal médico capacitado y demás insumos
pertinentes, para atender de manera efectiva la alarmante cifra de ciudadanos contagiados por el
virus COVID-19, reportados hasta el momento en ese territorio nacional.
para evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable, por cuanto el Decreto 2591 de 1991, en su
artículo 6.1, de manera expresa dispone que la eficacia de los medios ordinarios de defensa
judiciales será apreciada en el caso concreto.
Claro lo anterior, se tiene que, en el escrito tutelar presentado por el accionante, DIEGO
ALEXANDER ANGULO MARÍNEZ, se elevan las pretensiones constitucionales en el siguiente
tenor:
En suma, considera la parte actora que las entidades accionadas conculcaron sus derechos a la
vida y salud, y los derechos de quienes habitan en la Costa Pacífica y el Piedemonte Costero
Nariñense, al no garantizar unas adecuadas condiciones en la red hospitalaria, para la prestación
efectiva de los servicios de salud y conjurar en alguna medida la severa crisis padecida por esa
población a raíz de la pandemia provocada por el virus COVID-19.
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Pues bien, en torno a esclarecer los aspectos torales que el accionante plantea en su escrito
inaugural, la Sala abordará el estudio de los siguientes temas:
Recordemos que nuestra Constitución Política, ha consagrado que Colombia es un Estado social
de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus
entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del
interés general,1 señalando además que las autoridades están instituidas para proteger a todas
las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y
libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los
particulares.
Como vemos, la preponderancia de la vida, impone al Estado colombiano una clara tendencia a
proteger el máximo bien jurídico tutelado, y así lo dispone:
“La Corte reitera las reglas jurisprudenciales que establecen que el derecho a la vida: (i)
tiene una protección prevalente en la Constitución Política de 1991 y en la concepción del
Estado Social de Derecho; (ii) constituye un presupuesto indispensable para que una
persona pueda ser titular de otros derechos y de obligaciones; (iii) no solamente consiste
en la posibilidad de existir, sino que debe presuponer la garantía de una existencia digna y
(iv) comprende la protección de otros derechos fundamentales como la salud y la
integridad física”.2
Esto se complementa con los diferentes instrumentos internacionales que hacen parte del bloque
de constitucionalidad entre los cuales se destacan la Declaración Universal de Derechos
Humanos (artículo 25), la Declaración Universal de los Derechos del Niño (principio 2) y el Pacto
Recordemos inicialmente que la acción de tutela ha sido implementada por el legislador, como un
mecanismo de protección de derechos fundamentales y se encuentra regulada a través del
Decreto 2591 de 1991, así:
“ARTICULO 1o. OBJETO. Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los
jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí
misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o
amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de los
particulares en los casos que señale este Decreto. Todos los días y horas son hábiles para
interponer la acción de tutela.
La acción de tutela procederá aún bajo los estados de excepción. Cuando la medida
excepcional se refiera a derechos, la tutela se podrá ejercer por lo menos para defender su
contenido esencial, sin perjuicio de las limitaciones que la Constitución autorice y de lo que
establezca la correspondiente ley estatutaria de los estados de excepción”. (Negrilla fuera
de texto)
(…)
Aunado a lo anterior, la Corte Constitucional en la sentencia T-206 de 2019 con ponencia del Dr.
Antonio José Lizarazo Ocampo estableció que la acción de tutela es excepcionalmente
procedente para dirimir eventuales casos de violación a derechos colectivos, cuando se constate
la existencia de un grupo en el cual:
“(i) existan otras personas en la misma situación; (ii) exista identidad de derechos
fundamentales violados; (iii) en el hecho generador; (iv) deudor o accionado; además de
(v) un derecho común a reconocer; y, finalmente, (vi) identidad en la pretensión”.
Al verificar tanto los argumentos esbozados por el accionante DIEGO ALEXANDER ANGULO
MARÍNEZ, como los esgrimidos por los coadyuvantes, JHON ALVAREZ MONTOYA, CÉSAR
AUGUSTO MARÍNEZ ANGULO, OSCAR ISAAC REINEL ROSERO, GUILLERMO GARCÍA
5 Sentencia T-406 de 2018 M.P. Diana Fajardo Rivera
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REALPE, JUAN LUIS CASTRO CÓRDOBA, EULIQUIO BIOJO GUEVARA Y ROSA NOHEMY
ERAZO, constata esta Corporación el cumplimiento de las anteriores exigencias, toda vez que
coinciden los actores en manifestar su deseo de representar a la población residente en la zona
de la Costa Pacífica y Piedemonte Costero Nariñense, invocando la protección de los derechos
fundamentales a la vida y salud de dicho grupo poblacional, en ocasión de la severidad con que
la pandemia por el virus COVID-19 ha atacado a ese territorio, sin que el Gobierno Nacional,
Departamental y Local, hubieran actuado con diligencia y eficacia para menguar el impacto de la
epidemia en los habitantes de esa zona geográfica.
Los peticionarios solicitan a esta Sala la emisión de varias órdenes que en síntesis persiguen
imponer a las autoridades competentes, la implementación armónica e interinstitucional de la
ampliación en la red hospitalaria para atención de los pacientes contagiados con COVID-19,
específicamente la creación de unidades de cuidados intensivos, ampliación de capacidad para
transporte hospitalario y ambulancias, así como los demás suministros necesarios para una
adecuada atención médica.
Al evaluar los argumentos arribados por la parte activa del litigio, en relación a la ineficacia que
comporta la acción popular para el presente asunto, por encontrarse suspendidos los términos
judiciales para ese tipo de trámite procesal, es menester precisar que en efecto, la Corporación
evidencia que el CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA, mediante Acuerdo PCSJA20-
11517 del 15 de marzo de 2020, adoptó y prorrogó dicha medida a través de los Acuerdos
PCSJA20-11518, PCSJA20-11519, PCSJA20-11521, PCSJA20-11526, PCSJA20-11532,
PCSJA20-11546, PCSJA20-11549 y PCSJA20-11556, este último que dispuso la suspensión de
términos judiciales hasta el 8 de junio inclusive, exceptuando algunos trámites judiciales entre los
cuales no se encuentra la acción popular.
Según lo dispuesto por el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991, que reglamenta la acción de
tutela, ésta no procede cuando se pretenda proteger derechos colectivos, salvo que se solicite la
tutela de derechos fundamentales amenazados o violados en situaciones que comprometan
intereses o derechos colectivos, siempre que se trate de impedir un perjuicio irremediable6.
Es igualmente importante recordar que la Corte Constitucional, frente a este concepto jurídico, ha
establecido que:
“En el evento en que la tutela sea instaurada como mecanismo transitorio, se tendrían que
dar las siguientes hipótesis para ser procedente: “(i) que se trate de un hecho cierto e
inminente; (ii) que las medidas a tomar deben ser urgentes; (iii) que la situación a la que se
enfrenta la persona es grave; y finalmente (iv) que las actuaciones de protección han de
ser impostergables”.
Es claro para esta Colegiatura, que la solicitud de protección superior impetrada por el accionante
y coadyuvantes atiende plenamente el cumplimiento de los anteriores postulados, en tanto que
los hechos narrados en los escritos petitorios, muestran a detalle la inminencia en la necesidad
de adoptar medidas efectivas, para atender la epidemia ocasionada por el virus COVID-19, en
ese sector de la geografía nariñense.
Pese a contar con una gran diversidad no solo en su riqueza de flora y fauna, sino por la
abundante identidad cultural y étnica de que goza, este hermoso territorio colombiano no ha
logrado avanzar económicamente y una de sus claras deficiencias consiste en el limitado acceso
a la prestación de servicios de salud con calidad.
Ahora bien, lo cierto es que los primeros brotes de la epidemia se conocieron a nivel mundial en
el mes de diciembre del año inmediatamente anterior, lo cual dio un margen de tiempo prudencial
al Gobierno Nacional, para preparar los mecanismos, recursos y estrategias a requerir para
enfrentar la pandemia.
$54.000.000 para ampliar la red hospitalaria del Departamento, en pos de atender con efectividad
a los pacientes contagiados con el virus COVID-19.
Sin embargo, coinciden los actores en señalar, que siendo una zona fronteriza con el Ecuador,
país donde se ha visto excedida con gran rapidez la curva de contagios masivos, la adopción de
las medidas pertinentes en nuestro país no fue diligente, al no contar en ese territorio y hasta el
momento de la presentación de la solicitud de amparo constitucional, con ninguna unidad de
cuidados intensivos en los dos únicos hospitales ubicados en el Municipio de Tumaco.
Se conoce sin embargo, a través de la publicación del IDSN el 21 de mayo de 2020, en la página
web http://www.idsn.gov.co/index.php/noticias/5564-en-nuestra-costa-pacifica-hacemos-frente-
comun-contra-el-covid-19, que:
Por una parte, es menester aseverar que esta Corporación encuentra tardía la asignación de
recursos, el avance del proyecto y la aprobación del mismo, con lo que se corrobora la
conculcación de los derechos fundamentales a la vida y salud en condiciones dignas, impetrado
por la parte actora, pues si bien, el actual panorama de sanidad mundial es novedoso para todos
los Estados del planeta y obliga a adoptar medidas a la par de la evolución de la pandemia, lo
cierto es, que como se dijo en párrafos anteriores, el Pacífico y Piedemonte Costero Nariñense,
7 https://www.ins.gov.co/Noticias/Paginas/Coronavirus.aspx
8 http://www.idsn.gov.co/index.php/covid19/5575-informativo-no-57
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Se sabe además, que en el HOSPITAL SAN ANDRÉS DE TUMACO se adecuó el espacio para
diez camas UCI y 70 camas hospitalarias, con capacidad de expansión para otras 70 y que hasta
el momento la GOBERNACIÓN DE NARIÑO ha hecho entrega de 5 unidades de cuidados
intensivos y 10 camas hospitalarias, lo cual permite entrever que se encuentra pendiente la
implementación efectiva del proyecto, sin que el mismo pueda dar mayor margen de espera en
razón del latente riesgo que enfrenta la vida de los nariñenses en esa zona geográfica del
Departamento.
Tampoco es desconocido, que el costo del mantenimiento del sistema de salud es sumamente
alto y que el Gobierno Nacional debe atender a todo el territorio colombiano, lo cual se constituye
per se en un tema de suma complejidad; sin embargo, el juez constitucional está llamado a
buscar que los derechos fundamentales vulnerados puedan ser materialmente garantizados para
su goce pleno y es por lo anterior, que esta Colegiatura concederá el amparo impetrado por
activa, de manera transitoria, hasta tanto se adelante y decida el presente estudio ante el juez de
conocimiento especializado y a través de la acción popular que es idónea para el efecto, una vez
se levante la suspensión de términos judiciales dispuesta por el Consejo Superior de la
Judicatura para dicho trámite procesal.
Para dicho análisis deberá tener en cuenta que la implementación material del mismo debe ser
ejecutada a corto, mediano y largo plazo, entendido cada plazo así: corto plazo de ejecución
inmediata deberá verse reflejado en un término no mayor a 10 días; mediano plazo efectivamente
ejecutados e informar a la corporación en un plazo no mayor a un mes y largo plazo en un
término superior a un mes, pero cuya ejecución se debe empezar de manera inmediata; siendo
imperante determinar entidad responsable, fechas exactas, valores y detalle del proyecto, que
deberán ser informadas a esta Sala y al señor Procurador 30 Judicial II para Asuntos del Trabajo
y la Seguridad Social, semanalmente para su vigilancia constante, hasta tanto se supere la
suspensión de términos antes referida.
5.- DECISIÓN:
En mérito de lo expuesto, la Sala de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Pasto, administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la Ley,
RESUELVE:
CUARTO: COMUNICAR mediante el medio más eficaz por la Secretaría de la Sala lo aquí
resuelto tanto a la parte accionante como a los sujetos accionados, vinculados y requeridos.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
La anterior providencia fue discutida y aprobada en sesión de esta fecha según acta No 090. En
constancia se firma por los intervinientes.
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