Fernández 1986

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FERNÁNDEZ, A (1986)

Los grupos tienen su punto de origen en la demanda proveniente de la práctica social


empresarial.

La dinámica de grupos

Kurt Lewin, aporta principios de la Gestalt al estudio de la personalidad y posteriormente al


estudio de los grupos (ésta demostró que la percepción y el hábito no se apoyan en elementos
sino en “estructuras”).

Lewin explicará la acción individual a partir de la estructura que se establece entre el sujeto y
su ambiente en un momento determinado. Tal estructura es un campo dinámico (es decir, un
sistema de tuerzas en equilibrio). Cuando se quiebra ese equilibrio, se crea tensión en el
individuo que buscará restablecerlo.

En 1938 utiliza el método experimental (por primera vez en investigaciones grupales) para
trabajar la noción de campo dinámico, esta experiencia fue con niños y da fundamento
científico a la valoración del ideal democrático al demostrar que en los grupos democráticos la
tensión es menor, este grupo al alcanzar más fácilmente el equilibrio interno, es más
constructivo en sus actividades.

“El grupo es un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de las partes. El grupo y su
ambiente constituyen un campo social dinámico, cuyos principales elementos son los
subgrupos, los miembros, los canales de comunicación, las barreras. Modificando un
elemento se puede modificar la estructura”.

El grupo es un campo de fuerzas en “equilibrio casi estacionario”. Este equilibrio es dinámico,


resultante de un juego de fuerzas antagónicas: por un lado, las fuerzas que constituyen las
partes en un todo; por otro las fuerzas que tienden a desintegrar al conjunto.”

El juego de fuerzas expuesto se piensa tan sólo en relación al todo; lejos de que las partes
puedan explicar ese todo, da cuenta de cada una de ellas en sus relaciones con todas las
demás.

“Para Kurt Lewin, el grupo es una realidad irreductible a los individuos que la componen, más
allá de las similitudes o diferencias de objetivos o temperamentos que pudieran presentar sus
miembros(…. )Es un sistema de interdependencia, tanto entre los miembros del grupo como
entre elementos del campo (finalidad, normas, percepción del mundo externo, división de
roles, status).” Este punto demuestra que el factor constitutivo del grupo es más que la
afinidad entre sus integrantes.

El funcionamiento del grupo se explica por el sistema de interdependencia propio de dicho


grupo en determinado momento, sea éste funcionamiento interno (subgrupos, afinidades o
roles) o referido a la acción sobre la realidad exterior. En esto reside la fuerza del grupo (…) el
sistema de fuerzas que lo impulsa, es decir, su dinámica.”

Se descubre que tomar una decisión en grupo compromete más a la acción que una decisión
individual; que es más fácil cambiar las ideas y las normas de un grupo pequeño que las de los
individuos aislados y que la conformidad con el grupo es un elemento fundamental frente a la
resistencia interna para el cambio.

Hasta aquí, entonces, para K. Lewin un grupo es un conjunto de personas reunidas por razones
experimentales o de su vida diaria, para realizar algo en común y que establecen relaciones
entre sí; conformarán de esa manera una totalidad que produce mayores efectos que los
mismos individuos aislados. Es decir que el grupo es irreductible a los individuos que lo
componen, en tanto éstos establezcan un sistema de interdependencia; en esto radicará la
fuerza o dinámica de un grupo.

El grupo imaginado como un todo más que la suma de la partes, constituye un primer
momento epistémico en la institucionalización de saberes y prácticas grupales. Esto orientó la
búsqueda de especificidad del campo, aquí radica su importancia para una genealogía de lo
grupal.

Dispositivo de los grupos aparición histórica -1930/1940- de ciertos criterios en virtud de los
cuales comenzó a pensarse en artificios grupales para “resolver” algunos conflictos que se
generaban en las relaciones sociales. Comienzan a darse problemas en diferentes áreas
(producción económica, salud, educación, familia…) y las instancias organizativas de la
sociedad pasan a considerar estas cuestiones como parte de los problemas que deben
resolver. Esto exige a que se realicen nuevas formas de intervención y especialistas adecuados
a tales fines.

Se inventa una nueva tecnología: el Dispositivo de los Grupos: aparece un nuevo técnico: el
coordinador de grupos: se gestiona una nueva convicción: los abordajes grupales pueden
operar como espacios tácticos con los que se intentará dar respuesta a múltiples problemas
que el avance de la modernidad despliega. La expresión dispositivos grupales hace referencia a
las diversas modalidades de trabajo con grupos que cobraron presencia propia en función de
las características teórico-ténicas elegidas, así como de los campos de aplicación donde se han
difundido. Así cada ámbito crea condiciones para la producción de determinados efectos de
grupo –y no otros- son virtualidades específicas, artificios locales de los que se espera
determinados efectos.

Se acentúa así el carácter virtual de los efectos de grupo; precisar qué es un grupo.

CAPÍTULO IV – HACIA UNA CLINICA GRUPAL

Terapias exhortativas parentales que actúan “por” el grupo: se dice que actúan “por” el grupo,
porque incitan se valen de las emociones colectivas aunque no intenten comprenderlas. Se
busca la solidaridad del grupo con fines terapéuticos (ej: tratamiento de obesos que toman
como no de sus resortes terapéuticos el “carisma” del médico).

A partir de esta corriente se produjo una diferenciación; las terapias que actúan “por” el
grupo, con una estructura fraternal. Aquí el dinamismo es análogo: incitar y canalizar
emociones colectivas en grupos solidarios. Esta corriente estimula la fraternidad que busca el
mayor sostén entre sus miembros, disminuyendo el liderazgo centrado en el técnico.
Como tronco común esta series de terapias se caracterizan por su “dinámica”, que consiste en
actuar “por” las emociones del grupo. No se trata aún de comprender su naturaleza ni
modificar la estructura que subyace a las mismas; tiende a estimular lo que popularmente se
designa como “buenos sentimientos del grupo”.

Terapia interpretativa individual en grupo

Técnica interpretativa de grupo: esta toma al grupo como fenómeno central y punto de partida
de toda interpretación. Concibe al grupo como una totalidad, considerando que la conducta de
cada uno de sus miembros siempre se ve influida por su participación en ese colectivo. Este
enfoque considera que lo individual debe ser siempre contemplado dentro del marco colectivo
donde se manifiesta.

“Es una psicoterapia “del” grupo y no del individuo “en” el grupo, o de los pacientes “por” el
grupo. En función de eso denominaron a esta técnica “psicoterapia de grupo”, diferenciándola
de aquellos que interpretaban al individuo “en” el grupo y de los que actúan “por” el grupo,
manejando las emociones colectivas sin interpretarlas. Importancia de interpretar a los
participantes en su sesión únicamente en función del aquí y ahora dado que esta forma de
técnica permite que las respuestas provocadas integren al grupo.

Psicoanálisis en grupo y Psicoanálisis del grupo. Tomando a los psicoanalistas del grupo (que
analizan al grupo como un todo) superando el eventual “individualismo”, rescata la
especificidad de lo grupal.

¿Qué se le interpreta al grupo?

Se “lee” la transferencia, las ansiedades y las fantasías. Pero no como singularidades sino que
es el grupo el receptor global de las interpretaciones; la fantasía inconsciente de lo grupal, es
aquella fantasía individual que ha operado como común denominador de los integrantes. El
grupo es un conjunto de personas portadoras de un sujeto inconsciente en el que se hallan
inscriptos.

……….Se sientan en forma circular con el analista; como no se les da un programa a desarrollar
ni indicaciones precisas, todas las contribuciones surgen espontáneamente de los pacientes,
todas las comunicaciones del grupo son consideradas como equivalentes a las asociaciones
libres del paciente en la situación psicoanalítica; el coordinador mantiene una actividad similar
a la que asume el psicoanalista en el tratamiento individual (es el objeto figura de la
transferencia) e interpreta contenidos, procesos, actitudes y relaciones. Todas as
comunicaciones son de importancia central para la curación y la actividad terapéutica del
analista, y se consideran como partes de un campo de interacciones (la matriz) del grupo.
Todos los miembros deben tomar parte activa en el proceso terapéutico total. Todos los
integrantes, incluido el coordinador, se sientan en círculo porque “esto involucra,
inconscientemente, la posibilidad de hallarse todos a un mismo nivel”…….

Esta corriente al incorporar al nuevo dispositivo las cuestiones básicas del psicoanálisis abrió
virtualidades que permitieron descentrar la coordinación con respecto a los liderazgos y creó
las condiciones para la lectura de problemas inconscientes circulantes en los grupos.
“Tal vez lo que más interesa subrayar es la reincidencia que esta forma de pensar la relación
todo-partes tiene de manera directa en las modalidades técnicas en grupo; así; por ejemplo, la
noción de un todo fundante del que deriven o emergen partes, suele orientar intervenciones
globalizantes de la coordinación, enunciadas generalmente en forma impersonal, que
subordinan o silencian las particularidades, diferencias, singularidades, a una totalidad
homogénea y de hecho, masificadora.

“Tendencia a visualizar un grupo como una "persona" de la cual cada integrante representa
una función o estructura especializada; esto permite al coordinador "entender" lo que
acontece a través de una imagen integrada, unificadora. Otra figura es la adscripción de
vivencias al grupo, corolario biológico de su personificación, por la cual éste es capaz de
vivenciar emociones; esto contribuye a un estilo técnico bastante frecuente que parte de la
suposición de que si "una parte del grupo" (algún miembro o miembros) expresa un
sentimiento, los que no lo manifestaron deberán sentirlo de alguna manera.” Pp 23

La interpretación hará referencia a ese sentimiento del grupo. Se encuentran dos nociones: el
individuo-síntoma que representa al grupo persona y el grupo dotado de intencionalidad.
Estas nociones hacen posible intervenciones interpretativas que pondrán en enunciado
cuestiones como, que el grupo transfiere, resiste las interpretaciones, se angustia, deprime o
está maníaco.

Otra consecuencia de la personificación es el tomar la parte por el todo, se supone que “el
emergente” mantiene con el grupo la misma relación de representación que la sustentada por
un segmento de conducta respecto de la persona total (….) “la conducta de un elemento es
función del todo”, se concluye que la conducta del individuo es la conducta del grupo. (…) el
problema de un integrante es representación a escala individual del “problema” grupal.

“El coordinador está dispuesto a priori a registrar todo movimiento de algún integrante del
grupo como indicador veraz y cierto de un movimiento análogo en colectivo en cuestión; de tal
forma los integrantes, en sus intervenciones son contribuyentes anónimos de una “conducta”
o “fantasía grupal” indiferenciado que se exprese a través de ellos.

“En tanto el coordinador, en el acto interpretante, develaba lo oculto del grupo, se instituía
en un nuevo lugar de saber-poder; él era quien sabía lo que al grupo le pasaba. Se acercaba
así a la constitución de otra forma de liderazgo; si bien ya no lideraba las discusiones o
diálogos que se daban en el grupo, era él quien detentaba un supuesto saber del grupo
organizando un lugar de coordinación-oráculo” pp 24

Neutralidad y abstinencia

Tercer momento epistémico – nudo grupal

Necesidad de abordajes transdisciplinarios para la teorización de lo grupal.

Un criterio transdisciplinario supone replantear cuestiones; primero, un trabajo de elucidación


crítica sobre los cuerpos teóricos involucrados, que desdibuje una intención legitimante de lo
que ya se sabe para poder desplegar la interrogación de hasta donde sería posible pensar de
otro modo. Implica el abandono de “disciplinas reina”, a cuyos postulados/códigos y órden de
determinaciones se subordinan disciplinas satelizadas.

De esta forma los cuerpos teóricos funcionan como “cajas de herramientas”, aportan
instrumentos y no sistemas conceptuales; instrumentos teóricos que incluyen en su reflexión
una dimensión histórica de las situaciones que analizan.

Un enfoque transdisciplinario supone un desdisciplinar las disciplinas de objeto discreto, y


cierto desdibujamiento de los perfiles de profesionalización (al menos en los más
rigularizados).

Al pensar los grupos en el atravesamiento de sus múltiples inscripciones se crean las


condiciones de posibilidad e incluirlos en campos de análisis más abarcativos. Este criterio
permite trabajar el desdibujamiento del grupo-isla ya que necesariamente remite al anclaje
institucional de los grupos. Al mismo tiempo, contribuye a desmarcar la antinomia individuo-
sociedad en tanto implica significantes sociales operando, no como efecto de influencia sobre
el individuo, sino como fundantes del sujeto. Pp 28

“El carácter numerable del grupo introduce peculiaridades de los procesos identificatorios,
en tanto los cuerpos de los otros se hacen discernibles. Algo hace nudo. La distribución
circular del dispositivo opera efectos más allá de lo espacial, haciendo posible una particular
organización de los intercambios entre los integrantes; todos están expuestos a la visión de
los otros y pueden, a su vez, ver a todos y a cada otro; esta situación particular genera
condiciones de "mirada"; mirada que se desliza entre las tensiones del reconocimiento o el
desconocimiento, de la amenaza o el sostén; juegos de mirada que desencadenarán
resonancias fantasmáticas y harán posibles, o no, procesos identificatorios y
transferenciales; juegos de mirada que afectan y desafectan los cuerpos en sus juegos
productivos de deseo y poder”

Esta carcacterística establece las condiciones para la organización de redes identificatorias y


transferenciales, esta peculiaridad identificatoria en red hace del pequeño grupo un nudo
(nudo que se constituye en las alternancias de enlaces y desenlaces de subjetividades). Se
propician anudamientos y desanudamientos que orientan al pequeño colectivo por los
avatares de sus producciones, institucionalizaciones y disoluciones.

¿Qué acontece cuando un número numerable de personas hace nudo? Se producen redes de
procesos identificatorios y transferenciales propios y únicos de ese grupo (podría considerarse
la primera formación grupal).

Cada grupo construye sus ilusiones mitos y utopías; se realizan en un doble movimiento; aquel
por el que se despliegan los atravesamientos socio-histórico-institucionales y aquel de su
singularidad como pequeño colectivo (son únicas e irrepetibles de cada grupo, y sólo son
posibles en su inscripción histórico-institucional). Son aquellas significaciones imaginarias que
un pequeño grupo colectivo produce como sostén de sus prácticas. Si se habla de “algo
común” que los grupos producen éste son las formaciones grupales.

Los mitos grupales suelen ser elaboraciones noveladas de su origen, del porqué de su
existencia, pero vividos por sus integrantes como su momento fundacional real; junto con sus
utopías harán posible la novela grupal (propia de ese grupo). [distinción: los mitos suelen
referir a la historia, las utopías a los proyectos, a lo prospectivo]

Estas producciones colectivas son componentes siempre presentes en los grupos, orientan
muchos de sus movimientos, son absolutamente singulares de cada grupo y suelen ser de gran
incidencia en las formas o estilos de trabajo de un grupo.

“Los mitos grupales son aquellas significaciones imaginarias que un grupo construye, al dar
cuenta de su origen novelado, imbricados con las utopías del grupo y apoyados en la historia
real de tal conjunto de personas.

El componente histórico opera aquí en diferentes niveles; ya sea una dimensión temporal
significada por el tiempo de organización del grupo como tal con su historia particular,
entrecruzado por las; historias propias de los integrantes que lo componen; el momento
institucional preciso en que ese grupo se ha formado, en función del cual los impensables
institucionales inscriben sus marcas en el grupo; el momento socio-histórico-político general
en el que desplegará o inhibirá sus prácticas. Pp30

Las significaciones imaginarias grupales, por ejemplo las ilusiones, mitos y utopías de un grupo,
operan como cristalizaciones o puntos de condensación en la producción de múltiples
sentidos, constituyendo el camino obligado por donde los flujos productivos del grupo
transitan la construcción de su historia.

-El plus grupal- no exime de analizar las diversas formas de afectación de cada integrante
particular en tales invenciones colectivas.

Castoriadis –“ Imaginario social alude al conjunto de significaciones por las cuales un colectivo,
una sociedad, un grupo, se instituye como tal; para ello no sólo debe inventar sus formas de
relación social y sus modos de contrato, sino también sus figuraciones subjetivas. Constituye
sus universos de significaciones imaginarias que operan como los organizadores de sentido de
cada época del social-histórico, estableciendo lo permitido y lo prohibido, lo valorado y lo
devaluado, lo bueno y lo malo, etc”.

Distingue:

Imaginario radical instancia por la cual el social-histórico inventa, imagina nuevos conjuntos de
significaciones, constituye una potencialidad instituyente, tansfiormadora, productora de
utopías.

Imaginario efectivo tiende a la reproducción-consolidación de lo instituído; cuenta para ello


con mitos, rituales y emblemas de gran eficacia simbólica y en el disciplinamiento de
imágenes, anhelos e intereses de los integrantes de una sociedad.

Dice el autor: “Es la institución de la sociedad la que determina aquello que es real y aquello
que no lo es, aquello que tiene sentido y aquello que carece de sentido; toda sociedad es una
construcción, una creación de un mundo, de su propio mundo”.
Distingue en el social-histórico un orden de determinaciones y un orden de significaciones (es
en este último donde sitúa su noción de imaginario social. Ambos ordenes son imprescindibles
para pensar lo social y no pueden subordinarse o remplazarse uno por el otro.

“Si se intenta pensar esta noción en el campo grupal, podría afirmarse que las ilusiones, mitos
y utopías que un grupo produce forman una suerte de imaginario grupal en tanto inventan un
conjunto de significaciones, propias y singulares de ese grupo, pero tributarias -a su vez- de las
significaciones imaginarias institucionales que atraviesan el nudo grupal como también de las
significaciones imaginarias de la sociedad donde se despliegan sus dispositivos” pp31

Así, la dimensión ilusional de los grupos –lo ilusorio- será donde se producen las
dignificaciones imaginarias que organizan-desorganizan tal colectivo.

El llamado contexto es, en rigor, texto del grupo; es decir que no hay una realidad externa
que produce mayores o menores efectos de influencia sobre los acontecimientos grupales,
sino que tal realidad es parte del propio texto grupal, en sus diversas modalizaciones; es por
ende fundante de cada grupo; más que escenografía, drama grupal.

¿Qué son esos textos en un grupo? Hace referencia a las formas propias que el grupo
construye desmarcando el término texto de su connotación estrictamente linguñistica y
rescatando su sentido más amplio, aquel que lo refiere a su productividad. Se quiere resaltar lo
que en un grupo acontece, las formas propias que un grupo produce (en ese sentido, sus
escrituras).

Se afirma así que más allá de sus dimensiones expresiva y comunicativa, el texto grupal tiene
un poder generador de sentidos.

“Así, no sólo lo dicho y lo no dicho -orden del lenguaje, plano discursivo- sino también los
movimientos corporales, los movimientos espaciales, los silencios, los pactos, etc., van
conformando el complejo entramado de las configuraciones o formas de un grupo (…) que
son a su vez, generadores de otros múltiples sentidos” pp34

Se pueden pensarse los grupos en tanto espacios de enlaces y desenlaces de subjetividades.

En un grupo se están generando muchísimas más producciones que aquellas que pueden
leerse o anunciarse.

Los discursos en grupo -más que otorgar alguna certeza por la cual en las profundidades
debe encontrarse un sentido oculto, uno solo, y sabiamente escondido entre simulacros de
superficie- ponen en juego la imposibilidad de decidir si hay un secreto de verdad entre
simulacros manifiestos.

“No todo acontecer cobra igual grado de visibilidad, ni toma forma de enunciado; tampoco sus
insistencias son registradas por todos los integrantes de la misma manera. ¿De qué depende
que en el flujo de sucesos, advenga un acontecimiento? Si acontecimiento es producción de
sentido, dependerá de las figuras que el caleidoscopio identificatorio-transferencial invente; de
las implicaciones en que se afecte la coordinación, del momento en que se encuentre la
producción de ilusiones, mitos y utopías grupales; del contrato en tanto organizador
institucional explícito e implícito; de sus atravesamientos socio-históricos.” Pp37

“La lectura de los acontecimientos grupales desde una teoría de la representaciónexpresión,


crearon las condiciones para reinvestir en figura de poder al coordinador; desde tal perspectiva
éste queda posicionado en un lugar de “saber lo que al grupo le pasa”; tal coordinador ya no
es un líder, pero queda investido en un coordinador oráculo; sólo él puede leer el sentido de
los efectos de estructura”.

En cuanto a la dinámica institucional de los grupos, es innegable que las instituciones cubren
diversas necesidades de una sociedad; puede decir que la dimensión institucional no se agota
en sus aspectos funcionales. Tiende a normativizar el tipo de enunciados que es pertinente en
cada una de ellas autorizando algunos y excluyendo otros; 129 por fuerte que sea su inercia
burocrática, no es una cosa, sus límites son siempre provisionales y siempre es posible
desplazarlos en los juegos instituyentes.

Las instituciones forman parte de las redes del poder social. En circuitos macro o micro, la
institución constituye un factor de integración donde las relaciones de fuerza se articulan en
formas: formas de visibilidad como aparatos institucionales y formas de enunciabilidad, como
sus reglas.

La inscripción institucional de los grupos constituye, al decir de Lapassade, su impensado, el


negativo, lo invisible, su inconsciente.

“Se pretende inscribir lo grupal en lo institucional, sin perder lo específico de la grupalidad. Es


necesario sostener tal especificidad sin hacer de los grupos islas y, al mismo tiempo, tomar
como vector de análisis la dimensión institucional. Se piensa más bien en un movimiento tal,
donde grupo e institución se significan y resignifican mutua y permanentemente”.

¿Cómo opera efectos la institución en un grupo? Es importante señalar que las normas de
funcionamiento, la coordinación y el contrato son los indicadores del sistema
simbólicoinstitucional en el que un grupo se inscribe. Este sistema: normas de funcionamiento,
formas de coordinación y contrato, opera en un sentido explícito-funcional; sin embargo, su
normatividad también operará eficacia como dispensador de significaciones imaginarias
grupales.

COORDINADOR: crea las condiciones operativas mínimas qué disponen la posibilidad de


organizar el funcionamiento futuro del grupo. Este lugar de poder no supone que éste sea el
único lugar de poder dentro de un grupo ni el más significativo; es sólo uno posible. ///// Lugar
de la coordinación y la función interpretante.

Forma de interpretación que puntúa insistencias, interroga rarezas, resalta sinsentidos y


paradojas. Lugar de coordinación que renuncia a un saber de certezas, evita el cierre de
sentidos que las evidencias de verdad producen de manera tal de situar la coordinación en
aquella posición que facilite la capacidad imaginante singular.

No habrá de confundirse esta renuncia al saber de la certeza con vacilaciones o ambigüedades


en las intervenciones de la coordinación - Tal renuncia no exime a quien se posicione como
coordinador de una formación específica en los conocimientos teóricos y técnicos que lo
legitimen para su función. Para ello se hace necesario una observación permanente, por parte
del coordinador, de su lugar y una rigurosa formación especializada en grupos.

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