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ISSN: 0120-8454 D No.74 Opp. 71-94 La persona: valor y amor en la filosofia de Max Scheler* Freddy Santamaria Velasco™* Universidad Santo Tomas Recibido: 15 de octubre de 2008 + Aprobado: 21 de abril de 2009 Resumen En este articulo veremos cémo Scheler en su obra (Wesen und formen der sympathie) Esencia y formas de la simpatia nos reitera que el amor no es un sentir, no es una funcidn, sino un acto y un movimiento. El amor es un acto esponténeo, frente ala simpatia que es una conducta reactiva fundada en el amor y que sin él se acaba. Scheler afirma que mientras la simpatia es ciega al valor, el amor, por otra parte, esta absolutamente orientado a los valores positivos de la persona, pues la persona es un valor. Palabras clave: Scheler, amor, valor, persona, antropologia filoséfica. Este articulo os fruto del curso doctoral La persona en Schefer,impertido por la Doctore Pilar Femandez Beites en la Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca-Esparia, Doy las gracias ala profesora Fer- ‘nandez Beites al Doctor Leonardo Rodriguez Dupl, director del Doctorado Dimensiones del ser personal (2002-2003), por su valiosa oriantacién, Doctor en Filosofia dela Universidad de Salamanca, Correo elactrénico: [email protected] ANANSI 71 NASR 72 The person: value and love in the philosophy of Max Scheler Abstract In this article we see how Scheler in his work (Wesen und Formen der Sym- pathie) Essence and Forms of the Affection reiterates to us that love is nottoa feeling, itis nota function, butan act and a movement. Loves a spontaneous act, in regards of the affection that is a reactive behavior founded on the love and that finishes without it. Scheler states that while the affection is blind to the value, the love, on the other hand, is absolutely oriented to the positive values of the other person, because the person is a value. Key words: Scheler, love, value, person, philosophic anthropology. La persona es un valor Los problemas centrales de la filosofia se pueden reducir a las siguientes preguntas: ¢qué es el hombre? y jcudl es su lugar y posicién dentro de la totalidad del ser y del mundo? Estas son las preguntas desde las que parte Scheler; esto lo deja ver en el prélogo de su Etica (1948), en el que afirma que: La finalidad capital de las presentes investigaciones es la fundamentacion estrictamente cientifica y positiva de la ética filoséfica, por lo que hace a todos sus problemas basicos y esenciales objeto de discusion, pero limitan- dose siempre a los puntos de partida més elementales de esos problemas -y continua Scheler— la intencién del autor ha sido la fundamentacién, mas no el desarrollo de la disciplina ética, dentro de la amplitud de la vida concreta (Scheler,1948, |, p.7). (R12 210 alo acre leo de Mae ch Martin Buber (1995, p. 114) afirmé que Scheler caracteriza con nitidez la situaci6n antropolégica y ética de nuestro tiempo, puesto que pone mayor acento en la fundamentacién de los valores y la persona “portadora de va- lores’, siendo la persona misma el verdadero soporte de los valores morales y, de este modo, defendid los valores morales como “valores personales” La persona en la filosofia scheleriana ocup6 un lugar muy alto, lo cual permitié que en la actualidad llamemos a su legado filos6fico Filosofia Personalista. Seguin Scheler solo la persona puede ser contemplada como “valor por si misma’, esto no quiere decir que la persona sea un “gran valor” para Scheler, sino ¢s ella, la persona misma, el valor mismo por antonomasia, por lo que el hombre se convierte en el partadar de valores morales, Pero qué es la persona y el valor para Scheler? Scheler defini a la perso- na como “La sustancia unitaria de todos los actos que lleva a cabo un ser, sustancia ignota, que jams puede darse en el ‘saber’, sino que es vivida individualmente; asi pues, no es ningtin ‘objeto, ni mucho menos una‘cosa” (Scheler,1957, p. 223). En su Etica Scheler afirmé que la persona es“la unidad de ser concreta y esencial de actos de la esencia mas diversa [...] el ser de la persona ‘fundamenta’ todos los actos esencialmente diversos” (Scheler, 1948, t. Il, p. 73). De este modo, podemos afirmar que la persona es un ser realizador de actos (aktuollziender wesen), una esencia individual. La persona puede ser definida’ como el ejecutor unitario de todos los actos; en palabras del Profesor Mandrioni: ANAUSSNSAN 73 L.] operada la reduccién fenomenolégica sobre el abigarrado contenido del mundo externo e interno, con todos sus contenidos y funciones, sélo queda como residuo de la suspension fenomenoldgica la esencia de los actos. Ade- més, debido a la esencial referencia de los actos entre si (preferir, amar, etc) ‘Simulténeamente queda como residuo la esencia del ejecutor de los mismos, a saber, la persona (Alvarez Munarriz, 1997, p. 14). La persona es el fundamentoy unidad concreta de todos los actos. La persona no puede ser pensada, de ningtin modo, como una cosa, como un objeto, ni mucho menos como sustancia, por el contrario, es la unidad inmediata del vivir, no una cosa pensada simplemente fuera de lo inmediatamente vivido (Suances Marcos, 1976, p. 23). La persona, al ser realizadora de actos, no se puede concebir como una sustancia, sino como un complejo de actos orga- nizados mondrquicamente de los cuales es la persona la que los gobierna y les da direccién. A propésito, Scheler afirma que la persona existe y se vive Unicamente como ser realizador de actos, y de ningun modo se halla"tras de éstos’, “sobre ellos”, de ahi que la persona, como unidad concreta de actos, es una estructura funcional, un conjunto de actos en unidad estructural. Al respecto, Scheler advirtié que la persona no debe ser comprendida como una mera conexi6n de sus actos, ni tampoco se puede comprender un acto concreto de la persona como la mera suma oestructuracién de tales esencias abstractas de actos, antes bien, es la persona misma la que esta viviendo en cada uno de sus actos, empapa par completa cada uno de ellos con su peculiaridad. Podemos afirmar que la persona no es un ser meramente realizador de ac- tos, es, en consecuencia, esencia individual, un todo organizado, en la cual los actos se realizan entre si y no a merced del todo. Cuando una persona realiza un acto, rio sdlo realiza el acto concreto, pues todos los demds actos se relacionan, sino que también estan vinculados formando un todo organi- zado del ser personal. Scheler estuvo en contra de toda posicién actualista que reducia a la persona a un conjunto de actos, pues de esto resulta que: SRAM 74 [.1J la persona no puede nunca reducirse a la incégnita de un simple punto de partida de actos ni a cualquier especie de conexién 0 tejido de actos, como acostumbra a expresar cierto tipo de concepcién, llamada “actualista” de la persona, que pretende camprender el ser de la persona par su hacer (ex aperari sequitur esse) (Scheler, 1948, t. II, p. 174). Esta concepcidn “actualista” comprende ala persona como un ser constituido de actos asociados, inconexos, cada acto independiente del otro, sin relacién y, por ende, sin consistencia propia. Nos unimos a las palabras del profesor Alvarez Munarriz (1997, pp. 9-26), quien afirmé que la persona: [..J es la unidad de actos, pero estos actos dejan de ser abstractos por su re- lacién a la persona concreta. Un acto 0 conjunto de actos, adquieren todo su sentido cuando residen en su fundamento. El ser de la persona “fundamenta” todos los actos esencialmente diversos (Scheler, 1948, t. Il, p. 173). (R12 210 alo acre leo de Mae ch Scheler enfatiz la maxima kantiana que afirma que la persona no puede ser entendida como una cosa o una sustancia con cualesquiera potencias 0 fuerzas, entre las que se halla también la“potencia” o la “fuerza” de la razon, mas bien, “la persona, es la unidad inmediatamente convivida del vivir, mas no una cosa simplemente pensada fuera y tras de lo inmediatamente vivido” (Scheler, 1948, t. II, p. 169). Scheler estuvo de acuerdo con la critica kantiana, pues entendié que la persona no puede ser concebida como una realidad sustancial, en el sentido de cosa u objeto, pues el ser de la persona no es fijo 0 estable, ya que varia en la ejecucién de cada uno de sus actos. Como advertimos lineas atrés, la persona no esta por encima ni por detras de los actos, pues la personaes un ser individual que arganizadamente realiza actos, siendo por esto un ser en movimiento, en palabras de Kant, un fin en si mismo. Ahora bien, si la sustancia personal fuera en realidad material, estaria so- metida a una causalidad de tipo puramente fisico, con ello se abrirfan dos posibilidades: + Que la persona fuera causa de sus actos en el sentido de la mecanica. + Que la persona pudiera estar influida causalmente por las leyes de la naturaleza. Seria un objeto entre los demas objetos del mundo y como se hallaria enmarcada en la situaci6n total del conjunto de objetos, éstos actuarian sobre la persona de una manera causal. ANANSI 75 Las dos posibilidades son excluidas, pues la persona forma una estructura monarquica con actos. Cada persona es individual, es una esencia espiritual, es un individuo libre, pues en la realizacién de los actos es el individuo con- creto que los realiza, la libertad es el principio de individuacién (mi acto es libre, pues es “mio” y no "tuyo”). A cada persona individual le corresponde un mundo igualmente individual, un mundo concreto llamado por Scheler “microcosmos': Ese microcosmos se constituye en un centro independiente de los otros mundos (de las personas), lo que permite que dentro del “ma- crocosmos” pueda existir “infinidad” de microcosmos, finalmente cuantas personas existan. Este mundo individual permite que la persona se lance a”conocer a descu- brit los otros mundos; de esta manera también enriquece su propio mundo, pues al ser un hombre abierto y mutable, se interesa por otros mundos, en los que descubre valores, dando sentido completo a la existencia de su propio mundo y el de los demas. Para Scheler el valor de la persona es superior a todo valor de las cosas, los valores estén todos subordinados a los valores personales, pues el valor de la persona radica en su ser, en su ser individual. La persona, por estar dotada de autoconciencia y libertad, es capaz de des- cubrir en los demas microcosmos valores. Es a través de la persona que los valores se dan a conocer, |a “luz” de ellos es la persona, es ella quien saca de la oscuridad al valor y lo ilumina con su presencia. En la persona se realzan los valores abstractos. Podemos decir que de poco sirve la justicia, la bondad, el amor, etc,, si ellos no son actuales en un mundo personal. ;Pero qué es propiamente un valor para Scheler? Ei valor Scheler partié de la aprehensién del valor como acto emocional, pues los valores no son captados por la razon. En su Etica Scheler trajo una critica a la ética formal de Kant y a la ética material de bienes y fines de la tradicion clasica, pues ambas teorias se fundan en el conocimiento intelectual de la moral, las dos le dieron a la raz6n (la diosa razén) el privilegio de explorar el mundo axiol6gico;es ella la que habla y expone todo lo relacionado con el saber ético, relegando lo emocional y lo sensible a un plano de lo itracional. El profesor Pintor-Ramos afirma que: ASRS 76 [.] el racionalisma habia dividico la realidad en“pensamiento y“extensian’ y el dualismo antropoldgico del racionalismo acabaria dividiendo al hombre en “raz6n"y“sensibilidad' El primado de la conciencia llevé muy pronto aidentifi- car el mundo de la raz6n con el mundo del orden, de la claridad, de la ciencia y, en consecuencia, la sen: oscura y acientifica que debia someterse ala raz6n (Pintor Ramos, 1971, p. 188). ilidad quedaba reducida a una esfera caética, Este viejo preji ), de separar la vida emocional y racional del hombre, trajo al pensamiento la ruptura y el marginamiento de lo sensible y, por tanto, le dio primacia a al logica de la raz6n. Es aqui desde donde parte la riqueza (R12 210 alo acre leo de Mae ch scheleriana: rechazar de plano tal disyuntivay plantear la posibilidad de una ética absoluta y emocional. Scheler aposté por la vida emocional e intenté devolverle al sentimiento el lugar importante perdido en la historia, situando al lado de un apriorismo del pensamiento, un apriorismo del sentimiento, es decir, al lado del a priori intelectual, el apriori emotivo, que es un sentimiento primario de los valores. El dominio emocional del espiritu, los actos del sentir, de preferir, de amar, de odiar, de querer tienen un contenido aprioristico que no es tomado del pensamiento, que es independiente de la ldgica y propio de la ética: por consiguiente, la filosofia scheleriana admite un orden material aprioristico que corresponde al ordre du coeur o ala logique du coeur de Pascal (Suances, 1976, p.53). Scheler vio en el pensamiento de Pascal un camino que debe ser recuperado, el camino del coraz6n. Trascribo el bello pensamiento de Pascal. Numeral 282 L.]como si sélo la raz6n fuera capaz de instruimos, Ojala pluguiera a Dios que no tuviésemos nunca por el contrario necesidad de ella, y que conociésemos todas las cosas por instinto y por sentimiento, Pero la naturaleza nos hanegado ese bien [..J. ANAUSSRSAN 77 Conocemos la verdad, no sdlo por medio de la raz6n, sino también por el co- raz6n. Es de este modo como conocemos los primeros principios, y en vano el razonamiento que no tiene parte alguna en ello, intenta combatirlos [..] sabemos que no sofiamos en absoluto, sea cual fuere la incapacidad en que nos encontramos para demostrarlo porlarazén. Dicha incapacidad no concluye otra cose que la debilidad de la razén, pero no la incer tiduinbsre de Lodos nuestros conocimientos [... Pues los primeros principios espacio, tiempo, movimiento, nimero, son tan firmes como los que nos dan nuestros razonamientos, y sobre esos conocimien- tos del corazén y del instinto es preciso que se apoye la razén y fundamente todo su discurso. Los conocimientos del corazén para Scheler, al igual que para Pascal, tienen un caracter privilegiado, porque son aprehensién e intuicién inmediata. Son conocimientos experimentales que se refieren a valores que tienen otra légica distinta y no inferior a la légica racional. La via racional nos aleja del conocimiento de los valores; solo a través del conocimiento emocional entramos al mundo de lo axiolégico, al mundo de la persona portadora de valores. Scheler para fundar su ética no escatim6 elogios al referirse a Kant; el profesor Pintor-Ramos nos dice que: “fundamentacion filosofica de la ética” significa para cualquier aleman, ya en la misma terminologja, una referencia directa a Kant, cuyos objetivos antirelativistas estan a la vista de todos. Scheler por mucho que criticé algunos de sus contenidos, incluso, llegé a pensar que la referencia a Kant dispensa de un andlisis detallado de la mayoria de las éticas posteriores: [..] toda ética poskantiana podré haber contraido grandes meritos en la acla- racin de valores morales y en el analisis de peculiares conexiones de la vida moral, pero en su parte principal constituye tan sélo el fondo sobre el que destaca con més claridad y plasticidad la grandeza, fortaleza y armonia de la obra de Kant (Scheler, 1948, t. |, p. 32). Scheler reconocié el esfuerzo kantiano, pues Kant se neg6a extraer el criterio dela conducta moral a través de una induccién desde los hechos empiricos, en haber tratado de constituir una ley moral a prioriy universal y en defender vehementemente la interioridad de la ley moral: sin embargo, nuestro autor nos dice que todo su esfuerzo fue en vano cuando equipara e identifica a priori con “formal’. Scheler rechaz6 tajantemente esto y su intento es el de fundar una ética a priori y universal, pero “material”, pues es desde la ética “material” que la esfera de los valores cobra validez. Los valores son el objeto de la experiencia y se manifiestan en la vida emocional, dejando de ser hechos para ser esencias, es decir, valores que se constituyen en datos originarios, que se pueden ver a través de los actos humanos. ASR 78 Rutishauser escribid: Kant hizo ver la irreductibilidad de la vida emocional, pero en cambio se des- conocié cada vez més su intencionalidad (la vida emocional), interpreténdola unilateralmente como un cuimulo de meros estados sentimentales. De aqui la necesidad fuertemente sentida por Scheler de rehacer toda la psicologia de (R12 210 alo acre leo de Mae ch la vida afectiva, con el fin de encontrar y situar en ella los actos psiquicos en que se dan al hombre los valores” (Palacios, 1980, p. 292). Nuestro autor se alej6 de las posturas éticas kantianas intenta reducir al minimo la importancia del “deber" (propio de la filosofia kantiana) y -como lo hemos dicho varias veces- recuperé para la vida ética la esfera de lo emo- cional. Vio en la fenomenologia la oportunidad para tal empresa, pues es ella, desde su método, la que entiende mejor que el objeto de la ética no son los hechos “formales’, sino los “materiales”. De esta manera Scheler se propuso fundamentar una ética a priori, con caracter material no formal, finalmente una’ética material de los valores” y no de los bienes, pues son los valores no un objeto de la actividad tedrica, sino de la intuicién emocional. Los valores estdn en la cosa, pero no son de la cosa. Los bienes son soportes 0 expresan valores, pero no son valores, lo mismo que las cosas bellas son expresion de lo bello, la distincién entre valor y bien se prueba por la posibilidad de separacion entre ambos [..Jyo puedo referirme a un rojo como un puro“quale" extensivo, por ejemplo, como puro color del espectro, sin concebirlo como la cobertura de una super- ficie corpérea, y ni aun siquiera como algo plano o espacial [..] Asi también valores como agradable, encantador, amble, y también amistoso, distinguido, noble, en principio me son accesible sin que haya de representarmelos como propiedades de cosas o de hombres (Scheler, 1948, |, p. 39). ANAUSSRSAN 79 Zubir' lo explicé de este modo: Scheler parte enérgicamente de la intrinseca independencia de un valor res- pecto de la cosa y de ésta respecto de aquél. Pero las cosas tienen valores, es decir, los valores son reales en las cosas [..] Tener valor, en efecto, no es sino que el valor estd en la cosa. Entonces, la realidad en tanto que soporte del valor es lo que Scheler llama *bien' El bien por tanto se funda en el valor. Las cosas no son valiosas porque son buenas, sino que son buenas porque son 1 Zubin hizo una ertca a la concepcion schelerina de valor: dce que los valores penden de la cosa real, de sus Dropledades reales. Sin realidad no habria valor. La cosa tiene valores precisamente por sus propledades reales. En su virtud, el valor no es solo un valor en la cosa, sino también es un valor dela casa. No es 10 ‘mismo valor en la cosa que valor de la cosa, Silos valores ueran independientes de propiedades reales, los valores serian simplemente valores en la cosa. Pero, como los valores los son por las propiedades de la c0sa, dichos valores no solo estan en la cosa, sino también que son de ella, son valores de sus propie~ dades, valiosas” (Zubiri, 1992, p. 208). Los valores no dependen de las posibles cosas en que aparezcan depositados orealizados. En la concepcion scheleriana un bien es una cosa en"tanto que portadora de valores’, pero los bienes siempre son realizaciones limitadas de algun valor, no depende del bien, sino que aparece dado como algo que en si mismo trasciende de los posibles bienes en que se realiza. El profesor Pintor-Ramos dice que: [..] la cuestién crucial en este punto es no identificar toda posible forma de realidad con su existencia contingente entre las cosas del mundo; en este sen- tido, los valores sdlo tienen “existencia real” dentro de su limitada realizacion en los bienes pero, en cuanto tales valores, no son*teales’ Tampoco significa esto que sean irreales, sino que muestran un mundo de ser propio: son entidades ideales (al igual que las entidades matematicas y légicas), cuya especificidad depende del peculiar e irreductible acto intencional en que aparecen dados (Pintor Ramos, 1971, p. 30). Finalmente, los valores para Scheler son siempre accesibles sin tenerlos que representar necesariamente como propiedades de las cosas. Podemos perci- bir la mayor altura de valor de una cosa con respecto a las otras, sin tener un conocimiento de las cosas mismas correspondiente ala exactitud o al grado de claridad de tal percepcion, y aun sin tener en la conciencia la cosa con la que comparamos las cosas actuales de otro modo que como simplemente “mentada' (Scheler, 1948, t, |, p. 46). NASR 80 E amor En la filosofia scheleriana es clara la opcion por fundar una ética absoluta y emocional. Es desde san Agustin y Pascal (el coraz6n tiene razones que la razén no conoce’, p. 277) el punto de partida de dicha fundamentacién, pues ve en ellos la posibilidad de romper la dicotomia de lo emocional y !o racional, para dar paso a la logica del coraz6n, esto es:"el corazén posee algo estrictamente andlogo a la légica, en su propio dominio, que, sin embargo, no coincide con la légica del entendimiento" (Scheler, sf, p. 55). Para Scheler el amor llega directamente a la esencia de las personas y de las cosas. De (R12 210 alo acre leo de Mae ch este modo, si para Herdclito la guerra es el motor y padre de la historia y de la humanidad, para Scheler el amor es el resorte mas profundo de la esencia del sujeto, de los pueblos y de las culturas, pues no hay conocimiento me- jor que el que se da por amor, tal es asi, que se puede decir que el que mas ama a una persona, a un pueblo oa una determinada cultura, es el que, sin lugar a dudas, mas la conoce, refutando, por otra parte, el conocido refran que mienta que el amor“es ciego" todo lo contrario, el amor abre los ojos al reconocimiento del “otro” y, por ende, a la exaltacién de los valores. Teéricamente, para Scheler la esencia del amor consiste en no contentarse con los valores reales de la persona amada, sino en empuijar a ésta aun ideal no conseguido todavia. Cuando decimos a alguien: “llega a ser el que eres” estamos expresando la verdadera naturaleza del amor: no contentarse con las cualidades de la persona amada, sino creer y ayudarla a conseguir valores superiores de los que es capaz (Suances Marcos, s£, p. 127). Scheler parte de una clasificacin de los fenémenos psiquicos equivalentes a los kantianos, esto es, el aprehender objetos, el tender y el sentir. Ahora bien, Scheler en la esfera del sentir, distinguié dos hemisferios, a) el de los sentimientos no intencionales (Gefiihle) y b) el sentir intencional (Fiihlen). Hay sentimientos, como es el caso del placer o del dolor, que reflejan estados organicos y se cierran sobre ellos mismos; a éstos Scheler los llamé senti mientos no intencionales (Gefiihle), estos sentimientos no intencionales son ciegos por completo, pero nos advierte Scheler que hay otras fuerzas cuya naturaleza no es racional y, sin embargo, nos abren a un émbito de objetos yzonas de lo real, para las cuales la razon abstracta es completamente ciega, a la que llamo el sentir intencional (Fuhlen). Pintor-Ramos afirma que la di- ferencia se debe expresar de este modo: mientras que los sentimientos son ciegos, la percepci6n afectiva es intencional, es decir, todo su ser consisteen hacer patente un objeto que de modo inmediato esta presente en ella con su irreductible especificidad. Por tanto, es necesario un andlisis intencional de estas fuerzas, un andlisis en el que el modo de ser del objeto alli presente nos manifieste la naturaleza propia de la vivencia en la que se hace presente. No se trata de algo ciego que se precipite sin orden; por el contrario, obedece a leyes rigurosas perfectamente inteligibles, con tal de que se tengan cuenta que ANKUR 81 esas leyes no son las de la légica racional abstracta (Pintor Ramos, 1971, p.25). En este sentir intencional (Fiihlen) se pueden distinguir tres diferentes espe- cies de sentimientos, a saber: + Los sentimientos intencionales primarios; + Los sentimientos de cardcter animicos emocionales de objetos; + Los sentimientos de valor. @Pero qué quiere decir especificamente estas tres especies de sentimientos? + Lossentimientos intencionales primarios son pronunciamientos emocio- nales frente a meros estados sensibles o sentimentales de un sujeto, por ejemplo:a esta clase pertenecen desde el sentimiento de un gastrénomo que se encuentra frente a un manjar, 0 de un olor, 0 el de un ligero roce © hasta, como lo advierte el profesor Juan M. Palacios, el que parece embargar al salmista cuando exclama doliente: quare tristis est, anima mea, et quare conturbas me? + Los sentimientos de cardcter animicos emocionales de objetos refieren al sujeto a términos emocionales que son estados animicos, pero que no son vividos como relativos al yo, sino como propiedades de las cosas exteriores, por ejemplo: como la tranquilidad de un rio, la serenidad del cielo o la tristeza de un paisaje, son finalmente propiedades de las cosas exteriores. NASR 82 + Los sentimientos de valor. Esta tercera especie de sentir intencional es la que hace comparecer a la conciencia del hombre los fendémenos de valor. Estos sentimientos de valor incluye tanto las llamadas funciones emocionales (0 intencionales) del sentir intencional, en cuantoalos actos emocionales. Mediante las funciones emocionales del sentir se dan propiamente al hom- bre las diferentes cualidades de valor entrafiadas en los bienes, que son sus portadores. Los objeto de estas funciones son, pues, los valores o disvalores mismos, en la extraordinaria variedad debida a sus diferencias materiales. Es asi, por ejemplo, nos dice el profesor Palacios, que aprehendemos de hecho, conmovidos por la emocién, la condicidn éticamente disvaliosa del asesinato (R12 210 alo acre leo de Mae ch de Desdémona a manos de Otelo o el cardcter estéticamente valioso de los versos en que se expresa (Palacios, 1980, p. 293). Son muy diferentes los llamados actos emocionales?, que pueden ser, a) actos del preferir y postergar y b) actos de amor y odio. Los actos de preferir y postergar son concebidos por nuestro autor como fendmenos especificamente emocionales y los actos de amor y odio como sentimientos intencionales de valor. Asi los actos de preferir y postergar no son en modo alguno acciones de elegir, sino meras vivencias intencionales, espontaneas de tener algo por preferible; estos actos no son originariamente actos del juzgar, es decir, no son actos en los cuales el sujeto afirme o niegue que una cosa es mejor o peor que otra. Brentano ya habia advertido clara- mente que el preferir constituye una clase muy singular entre los fenémenos de interés, que se caracteriza por ser “un amor que relaciona’, que supone al menos dos objetos amados: el preferido y el postergado. A diferencia del amor con que unoy otros objetos son amados no se puede interpretar como una diferencia meramente cuantitativa de intensidad; es propiamente una diferencia cualitativa (Palacios, 1980, p. 41). ANAUSSRSAM 83 Enla preferencia de soportar, por ejemplo, una inyeccion molestaa poner en peligro la salud, aprehendemos la superioridad de un valor vital a un valor de lo agradable; y en la no preferencia de sustraer una obra de arte favorita a respetar la legitima propiedad de su duefo, percibimos la inferioridad de un valor estético a un valor de lo justo (Palacios, 1980, p. 293). Los términos intencionales de estos actos no son los valores mismos, sino su respectiva ordenacién jerérquica, estos actos de preferencia permiten descubrir paula- 2 Gomo vemos nay una diferencia clara entre funciones y actos, Scneler nos alce: “las tunciones no tenen nada que ver con los actos. En primer lugar, una funcién es siempre funcién del yo, pero no es algo que pertenezca ala esfera espinal. Las funciones son psiquicas, mientras que los actos no lo son. Los actos ‘son realizado, miontras que las funcianes ac realizan. Desir funciones es decir un cuerpo vivo y aumodio ‘ambiente, al cual pertenecen todos sus fendmenos’. Persona y acto no dican relacién a ningun cuerpo vivo yylo que corresponde a la persona ge ol mundo, no un medio ambients. Loe actos emergen de la persona, ‘vanzando en el tiempo; las funciones son hechos que pertenecen a la esfera empirica del tempo y se ‘iden indiectamente, subordinando sus relaciones temporales de caracter fenoménico a las curaciones rmensurables de los fenémenos dados por si mismos. Entre las funciones cabe mencionar a vista, el aldo, el {usio, el ofato, tds os tipos de atencién, de toma de conciencia, de toma en consideracién (no solamente la protendida atencidn sensible), de percepcién afectiva dela vida, etc; pero no los auténticos actos en los {que una cosa es ‘mentalmente mentada’y que estan unidos entre s{ por alguna correlacién de significado inmeciata’ (Etca. Elegimos la traduccion que hace el profesor Pintor Ramos, en su libro Scheler, en el que recoge una selaccién de textos de nuestro autor. p. 71) tinamente al hombre el complejo conjunto de relaciones esenciales de altura que hay entre los valores y que constituye una verdadera jerarquia objetiva existente entre ellos (Palacios, 1980, p. 293). Esta Jerarqula y orden es lo que Scheler llama Ordo Amoris’, pues el hombre “antes que ser ens cogitans o ens volens es el hombre un ens amans", podria- mos decir entonces que es el amor la columna vertebral de toda la filosofia scheleriana, son los actos de amor y de odio los que constituyen la cima de todo sentir intencional, “el amar y el odiar, por ultimo, forman el estrato superior de nuestra vida emocional intencional. Aqui nos hallamos lo mas lejos posible de todo estado” (Scheler, 1948, t. Il, p. 32). El amor y odio, ambos son dos co-principios con igual peso ontolégico y psicolégico en la dinémica humana. Sin embargo, el odio se halla fundado enel amor, [..] por muy ricos y diversos que sean los motivos en que se funda el odio o la desvaloracién, hay, sin embargo, una ley en todo odiar. La cual consiste en que todo acto de odiar se halla fundado en un acto de amor sin el cual careceria aquel de sentido (Scheler, s., p. 66). ASTON 84 No se quiere decir que todo objeto que odie haya tenido que ser previamente amado, y que, por tanto, el odio sea siempre un amor vuelto del revés. “El odio que se experimenta contra cualquier cosa procede tan sélo del amor que se siente por otra; odio a la enfermedad tan sélo porque amo la salud” (Scheler, sf, p.68).Por tanto, odio y amor son comportamientos emocionales opuestos. Noes posible amar y odiar al mismo tiempo. l odio es tan solo una reaccion contra alguna forma de amor falso. Scheler negé que sea cierto lo que dice 3 Hay realmente tres sontides diversos en los quo Scheler uso la expresién de Ordo amor, tomada del ‘acervo agustiniana. Unas veces designa con ella el orden objetivo de los valores consideradas en si mismos, sobre todo, en lo que atafie a su diferente rango, que hace ser a unos superiores 0 inferiores a ‘otros. Otras veces hace alusion con ella a esa misma jerarquia. pero en cuanto conocida por el hombre (mediante unas peculiares sentimientos intencionales de valor, que son los actos de preter y postergar) y ofrecida como paula a su voluntad: se trata entonces de su significacion normativa, Y, finalmente, otras ‘veces mienta con tal expresion ese mismo orden jerarquico, pero en cuanto entranado ya efectivamente fen el querer del hombre, inspirando de hecho su conducta: se rata en este caso de a significacion de ela ue lama descriptva (R12 210 alo acre leo de Mae ch el refrdn“el que no puede odiar, tampoco puede amar", lo verdadero es exac- tamente lo contrario, es decir, “no se puede odiar sin antes haber amado 0 el que no puede amar no puede odiar” (Scheler, s.f, 69), el que no puede odiarno puede amar es un producto de resentimiento; éste consiste en que todo lo que es amado lo es tan solo como contrario de otra cosa previamente odiada y es tan solo el movimiento de un amor aparente, y no de un amor real*. Scheler en su obra Esencia y formas dela simpatia nos reitera que el amor noes un sentir, no es una funcién, sino un acto y un movimiento, es finalmente un acto espontaneo, frente a la simpatia que es una conducta reactiva fundada enel amory que sin él se acaba; mientras que la simpatia es ciega al valor, el amor, por otra parte, esta absolutamente orientado a los valores positivos de la persona. Scheler nos muestra en esencia y formas de la simpatia con mucha claridad la relacién efectiva en que se encuentran simpatia y el amor y el odio, a saber: Ll eramente, esta el amor en si referido a un valor; ya por esto no es en ninguin caso un simpatizar [... segundo: el amor no es un“sentir’, es decir, una funcién, sino un acto y un “movimiento” [..] el amor es un movimiento del 4nimo y un acto espiritual [..] pero ante todo el amor es un acto espontaneo y lo es incluso en el “amor reciproco’, como quiera que éste se halle fundado (Scheler, 1957, pp. 180-181). ANAUSSRSNAN 85 Todo simpatizar esta fundado en el amor" sin un amor, cesa; pero no, en absoluto, a la inversa’ (Scheler, 1957, p. 181). Los actos del genuino simpatizar ostentan un valor ético positivo, en modo alguno los sentimientos heterepaticos, en general. La altura de este valor se mide por: + Elnivel del sentimiento que puede ser simpatia espiritual, psiquica, vital o sensible. + Ladiferencia entre el compadecer del primer tipo y el mero"padecer con 4 Scheler en su libro El resentimiento en la moral, en sus primeras paginas muestra el ejemplo dela flosofia Nietzsche y como eete faleo amor ee apoya en el odio. Termina diclendo Scheler que desde el odio (ex juesto por Nietzsche) no se puede partir en bisqueda de valores, pues s6lo desde el amor real sealcanza lo axioligico (Scheer, 1998. alguien’ Ninguna clase de dolor positivo, sino un valor negativo, como simple aumento del padecer, presenta el contagio, con arreglo. + Aladiferenciaexistente entre que el simpatizar se dirige al central sentirse y autoevaluarse de la personalidad 0 sdlo a su estado. + Pero, ademas, el valor total de un acto de simpatia se rige por el valor de los hechos por los que se produce el ajeno padecer y alegrarse. Quiere decir que es preferible el simpatizar con alegrias y padecimientos “res- ponden a la realidad” al simpatizar con aquéllas que no son tales este valor de la simpatia existe en si; no existe dnicamente por obra de las. acciones benéficas a que conduce, especialmente la compasién. Pues ya “pena a medias, media pena; alegria a medias, alegria y media” (Scheler, 1957, p. 178). Scheler afirma que el amor se dirige integramente a valores de persona positives, y al“bien, sdlo en tanto se convierte en el portador de un valor de persona’, El amor es un movimiento hacia un valor positivo, pero la previa existencia o inexistencia de este valor es para el amor indiferente, mientras se trata de su esencia. El profesor Pintor-Ramos nos muestra tres aspectos fundamentales para tener en cuenta en las tesis schelerianas sobre el amor yelodio. kis 86 + Elamor es un movimiento, Esto se opone a las concepciones que deno- minan“amor"aalguin estado del sujeto, sea un estado sensible, un estado psiquico 0 incluso patolégico. Esto hace que el amor no se detenga en un acto de disfrute puramente subjetivo o en un estado de pasiva con- templacién. En este lugar es donde podemos ver el rechazo de Scheler a las concepciones naturalistas y a las visiones puramente contemplativas del llamado amor romdntico. Las teorias naturalistas quieren hacer com- prensible el amor por medio del instinto y el impulse social. Las teorias naturalistas son: la teoria inglesa que reduce el amor a la simpatia, como Imitacion, proyeccion afectiva, reproducclon, llusin, etc., y las teorlas evolucionistas de Darwin y Spencer y, por supuesto, la concepcién freudiana del amor. Finalmente, todas ellas ignoran la conciencia de un valor trascendental en el amor. Por otra parte, tenemos la concepcién (R12 210 alo acre leo de Mae ch roméntica del amor, ellas son las que ven el amor como una manera de nostalgia y de dolor. Aqui también encontramos la visién filantrépica moderna, movimiento de protesta, que afirma que el amor no se debe dirigir a lo divino que hay en el hombre, sino al hombre como hombre, es decir, como miembro de la especie humana. Toda esta concepcion es lo que llamamos filantropia (amor al hombre), que niegan el amor como camino a Dios*. + El amor, como movimiento, se dirige siempre a un objeto individual en cuanto portador de valores. Para Scheler no hay amor a entidades abstractas o ideales. No existe un amor a los valores puros, es decir, no puede haber un amoral bien, 0a la justicia, o la humanidad, pues el amor tiene que estar referido a un objeto concreto, objeto que es portador de valores. La tarea del amor no es de ninguna manera crear los valores mismos 0 idealizar a un individuo atribuyéndole valores ilusorios, la tarea del amor es de descubridor, es el acto que desvela los valores que en un individuo permanecen ocultos antes de la mirada del amor. El amor es una especie de virtud que ilumina con su presencia todo el contorno axiolégico, es quien hace relucir el mundo de los valores que estn dentro del circulo propio de la persona. Pero, hay que tener en cuenta que el amor al ser descubridor de valores en ningtin momento se debe afirmar que es un creador de valores, Frente a lo anterior podemos afirmar que el amor de ninguna manera es ciego, por el contrario, “abre los ojos” a valores mayores en el amado “el amor ama y ve en el amar algo mas que lo que tiene y posee en sus manos. Puede fatigarse el impulso que lo desencadena; pero el amor mismo no se fatiga” (Scheler, sf, p. 49). Unas paginas mas adelante afirma: “lo que llamamos simbélicamente ‘corazon humano; no es un caos de ciegos estados sentimentales que se asocian y se disocian conforme a reglas causales cualesquiera con otros datos psiquicos” (Scheler, s.f,, p. 54). El amor enriquece constantemente el mundo de la existencia, pues cuando se ama en realidad se tiende a realizar o a descubrir valores que permanecen ocultos en el ser amado, pero que le pertenecian. Es el amor la ‘chispa” que va poniendo de ma- nifiesto valores que para el amado no existian -pero que en realidad no es que no existieran, sino que los desconocia-, siendo el amor la“luz de ANANSI 87 “Muchas de estas concepciones son las hay conacidas corriantas del humaniama aten. Camo, por ejemplo: el existencialismo de Sarve o de Camus, ellos” Cuando amamos a una persona y realizamos sus mismos actos”nos realizamos” con ella misma, “crecemos con ella’, pero esto no lo hacemos para apropiarnos de la otra persona (el amado), por el contrario, es para caminar junto al ser amado en el enriquecimiento mutuo, pues el otro es un mundo para conocer y aprender. El amor es libre. En el amor no se puede hablar de unificacién y mucho menos de egoismo, el amor ~-y enfatizamos en esto- es ante todo libre, es un acto de amor libre. No hay una obligaci6n en el amar cuando uno ama. Cumplimos con agrado los deberes para con los hombres que amamos, y aquél que ama a Dios también cumple espontaneamente el llamado “mandamiento divino" (Scheler, 1948, t. |, p. 292) -respuesta al deber kantiano, que prima la ley moral sobre amor al prdjimo-. Se ama en libertad; no puede haber en sentido riguroso una obligacién de amar. Mas el concepto de deber de amor logra su sentido pleno Lan solo si con ello se da a entender que una norma o un imperativo existen Unicamente a fin de ponernos en la situacion ultima de realizar un acto de amor (Suances, sf, p. 146). + Finalmente, la direccién del amor frente a su objeto va desde el valor mas bajo hacia el valor més alto “descubrir los valores mas altos que como portador de valores, la persona, puede realizar” (Scheler, 1957, p. 208) el amor posee una significacién creadora, lo cual no quiere decir -y lo habiamos advertido- que es creador de valores, es creador el amor slo en el orden a una existencia relativa a las esferas del sentir. preferir, querer, elegir y realizar los valores “el amor es el movimiento intencional en que partiendo un valor dado, A, de un objeto, se produce la aparicién de su valor mas alto” (Scheler, 1957, p. 146). No se trata de forzar al objeto del amor contra su propia voluntad y obligarlo a valores inalcanzables, siempre nos referimos a la busqueda de valores que pertenecen “de suyo’, que dentro de la naturaleza del objeto amado, de ahi que por el contrario, frente a una imposicién del amor, es la libertad de amar la que da florecimiento a lo axiolégico. iki 88 Scheler distingue diversas “formas’, “especies” y “modos” del amor. El amor y el odio se nos presenta bajo tres “formas” de existencia: el amor espiritual de la persona, el amor psiquico del yo individual y el amor vital o la pasion. El profesor Pintor-Ramos dice que es muy instructiva la clasificacién de las “formas” del amor porque responde adecuadamente a su concepcion des- (R12 210 alo acre leo de Mae ch criptiva de los estratos del ser humano (cuerpo organico, yo y persona) y al mismo tiempo, con modalidades perfectamente caracterizadas del mundo de los valores (vitales, espirituales y personales) de las que los objetos son portadores. Podriamos resumirlo asi: AMOR SUBSTRATO CORRELATO AXIOLOGICO Vital Cuerpo organico Valores vitales Psiquico Yo Valores espirituales Espiritual Persona Valores religiosos Empecemos por entender el amor vital o pasidn. Scheler se refirié preferen- temente al amor vital, como amor sexual, nos dice al respecto que ha habido un rebajamiento del amor sexual al mero plano de la utilidad o placer, esto implica una reduccién del amor al puro instinto sexual: J el verdadero principio destructor de la recta regulaci6n de las relaciones sexuales y de la reproduccién cuantitativa y cualitativa en el moderno occi- dente, el punto de partida de todos los errores y todos los extravios en estas cosas, es, para nosotros, la degradacién metafisica del acto sexual, que estriba en una alternativa que establecié aqui por primera vez la moral finalista del primitivo judaismo [.] la esencia del acto sexual reside en su fin; y este fin es la reproduccién o el placer sexual (Scheler, 1948, p. 145). ANAUSSRSAN 89 Elamor sexualy no el puro instinto sexual de reproduccién es el que conduce a una elevacién y ennoblecimiento biolégico del hombre. Si se entendiese como mero instinto, se caeria en el utilitarismo de la persona, la persona seria simplemente un objeto para la consecucién de placer. Elamor, entendido asi €5 un alentado a la persona, que no debe usarse como un objeto. El amor sexual debe ser el principio dinamico en la renovacién vital, de ahi que no debe ser tomado el amor sexual como un fin, sino como un modo de expresar el amor. Es manifestacién el amor sexual. Por amor sexual se le descubre al hombre la unificacién afectiva con el fondo de la vida universal misma, es una misteriosa entrada ala union afectiva vital-césmica, de hay que: [..] el acto sexual por amor se abre para el hombre civilizado, sin duda no un conocimiento, pero si una fuente de materia para un conocimiento posible de indole metafisica-, que 0 no es reemplazable en general para él, 0 sélo muy deficiente (a saber, por las vivencias de las masas), y que él como vivencia se halla la clave natural para toda unificacién afectiva vital-cmica (Scheler, 1948, p. 144), El amor se manifiesta y se desarrolla en un perpetuo descubrirse. Solo se puede decir que dos personas se aman cuando la pasién los conduce a una posesién més elevada de su ser, por tanto, el placer sexual no es un fin, sino el fendmeno concomitante de la expresién amorosa, el amor sexual es un bello camino para llegar al “conocimiento” del ser amado y a sus mas grandes y maravillosos valores. El amor psiquico del yo individual tiene como sustrato el yo. Se relaciona con los valores del conocimiento y de lo bellos (valores culturales.) Se dirige al individuo en un sentido més estricto que el amor sexual, pero los caracteres de unicidad e irrepetibilidad se enraizan ain en el estrato superior que repre- sentala persona. Lo distintivo del amor psiquico es la conciencia, y se podria definir formalmente por la categoria de “vivencia’, El amor psiquico del yo individual se relaciona con los valores espirituales que son independiente del cuerpo y del entorno, los aprehendemos en las funciones espirituales de la percepcién afectiva; dentro de estos valores podemos distinguir tres subgrupos: NASR 90 + Los valores estéticos, comprendido en la antitesis (bello-feo). + Valores juridicos, comprendidos en la antitesis (justo injusto) que funda mentan la idea de orden juridico objetivo. + Valores logics 0 de conocimiento, comprendidos en la antitesis (verda- dero-falso) que fundamenta el conocimiento tedrico en todos sus grados. Por ultimo, tenemos dentro estas “formas” el amor espiritual de la persona. Es un grado superior al amor psiquico, est representado por el amor espi- ritual, cuyo depositario es la persona misma y su correlato son los valores (R12 210 alo acre leo de Mae ch de lo sagrado. Cuando hablamos de espiritu en Scheler debemos referirnos siempre a la persona, pues para nuestro autor son practicamente sindnimos, la persona es un ser espiritual, no se pueden desligar, porque, en ultima instancia, la persona no es otra cosa que la concrecion del modo de vivir del Geist“‘pero justamente la esfera de la actualidad espiritual es rigurosamente personal, sustancial y tiene en si misma una organizacion individual que llega al mismo Dios como persona de todas las personas” (Scheler, 1948, p. 104). Para Scheler, el hombre es la persona que se trasciende a si misma ya toda su vida. La persona es un ser espiritual, pues él entiende por vida espiritual “toda realidad, que en su forma de ser trasciende (hinausdeutet) paralelamente mas alla de si misma hacia un algo, que ella no es, y en este trascenderse a si misma une con su propia realidad un derecho, una validez hacia una indisoluble unidad" (Alvarez Munarriz, 1997, p. 11). Sise quiere una definicién de amor espiritual dela persona, nos dice el profe- sor Alvarez Munérriz, que es el conjunto de actos superiores del hombre y que existe Unicamente en la efectiva captacin de sus correspondientes objetos. Las “especies” del amor se refieren a las diferencias que son sensibles para nosotros como cualidades del sentimiento, sin tener necesidad de atender a sus objetos, “sin que necesitemos mirar a los cambiantes objets y alas notas comunes de éstos que son objetos de sentimientos” (Scheler, 1948, p. 228); por ejemplo, el amor materno, el amor al terrufio, el amor a su patria, el amor en el sentido estricto “amor sexual’, etc. Finalmente, los “modos" del amor se manifiestan en meras combinaciones de actos de amor, especialmente con modos sociales de comportase y vivencias de simpatia; por ejemplo: la bondad, la benevolencia, la inclinaci6n, la afeccién, el favor y el aprecio, la amabilidad, la ternura, la afabilidad, el rendimiento, el apego, la intimidad, la gratitud, el reconocimiento, la piedad, etc. (Scheler, 1948, pp. 230-231). ANANSI 91 Conctusisn:“Inquieto esta nuestro coraz6n hasta que no descanse en ti” (San Agustin) Para Scheler"Dios y sdlo Dios puede ser la clispide de esta arquitectura gra- dual y piramidal del reino de lo amable:yal mismo tiempo fuente y fin de todo él" (Scheler, s.f, p. 51). El mundo es concreto y absoluto cuando esta referido a la persona; se pude decir que cada persona tiene su mundo individual, Unico y, al mismo tiempo absoluto, con el cual se halla en una dependencia total. De ahi que se pueda afirmar que la persona es un “microcosmos’, un “microcosmos” abierto y distinto a los demas "microcosmos’, de modo que cuando los hombres se asemejen por las propiedades generales del cuerpo. y del psiquismo, vemos que para Scheler cada persona es un ser espiritual singular, Unico en su género y cabe definirlo como un individuo “absoluto (como persona)’ e individual. Cuando afirmamos que la persona es un ser individual, una vocacién, una singularidad, un hombre llamado a deberes, esto de ninguna manera quie- re decir que es un microcosmos cerrado, por el contrario, estd abierto a los demds, pues hay un enriquecimiento con la multiplicidades de perspectivas personales y cada una de estas perspectivas se enriquece a su vez en el mundo comin. Que una persona esté abierta a los otros significa un signo de saber cual es su vocucién; esto quiere decit que yo me distingo de los otros y la compresién que tengo del otro se realiza desde la distancia que me separa de él. NASR 92 Estar ahi, existir para los demas y significar algo para ellos en forma de convi- vencia, compartiendo creencias y esperanzas, es a su vez una parte dela deter- minacién universal de todo ente espiritual finito, por consiguiente, es esencial ala naturaleza de la determinacién individual (cl que todos la poscen, conécclo cada uno en el caso especial de si mismo) ser también corresponsales de que cada unovea con claridad y realice su determinacién individual. Laidea dedeterminacion individual no sélo excluye, sino que incluye, porlo tanto, la mutua solidaridad en la responsabilidad de las faltas y meritos del sujeto moral (Scheler, sf). El amor nos introduce al mundo de la co-responsabilidad, de la lucha mutua de nuestro compromiso personal, que finalmente es la solidaridad con nuestro projimo. La solidaridad se instala en el sedimento mas profundo del ser de la persona, porque brota de su mayor fuerza, que es el amor. La suprema forma del amor a Dios no es el amor a“Dios" como todo bondad, (R12 210 alo acre leo de Mae ch es decir, a una cosa, sino la coejecuci6n de su amor al mundo (amare mundum in Deo) y a si mismo (amare Deum in Deo), es decir [..“amare in Deo" [..] Dios es un “infinito amar (Scheler, 1957, p. 220). La mejor alabanza a Dios es amar al préjimo. Dios para Scheler es el centro personal del mundo, en tanto cosmos (orden) y en tanto todo. Los fines e ideas esenciales de todas las cosas son amadas y pensadas por El desde toda laeternidad, de ahi que el hombre como miembro de este orden se encuentra como el mas libre de los servidores y él mas digno de servirle y solamente en cuanto tal puede ser llamado también sefior de la creacién Referencias Alvarez Munarriz, L.(1997). Persona y sustancia en Scheler. Anuario Filoséfico, 10,14. Buber, M. (1995). Qué es el hombre? México: Fondo de Cultura Econdmica. Palacios, J.M. (1980). Los valores en la ética fenomenoldgica. Pensamiento, 292. ANAUSSRSAN 93 Pintor Ramos, A. (1971). La filosofia de los valores de M.Scheler. En R. Pintor, Estudios (p. 188). Pintor, R. (1997). Scheler (1874-1928). Madrid: Ediciones del Orto. Scheler, M. (1948). E/ formalismo en la ética y la ética material de los valores (Des formalismus in der ethik und die materiale wertethik) (Vol. |). (H. Rodriguez Sanz, Trad.). Buenos Aires: Revista de Occidente. Scheler, M. (1948). El formalismo en Ia ética y la ética material de los valores. (Der formalismus in der ethik und die materiale wertethink) (Vol. I). (H. Rodriquez Sanz, Trad.) Buenos Aires: Revista de Occidente. Scheler, M. (1957). Esencia y formas de la simpatia. (Wesen und formen der sympathie) (3ra ed.; J. Gaos, Trad.) Buenos Aires: Losada. Scheler, M. Ordo Amoris (X. Zubiri, Trad.). Madrid: Caparrés Editores. Freddy Santamaria Velasco ‘Suances Marcos, M.(s.f.). El amory sus fendmenos concomitantes en la fiosofia de Max Scheler. Studium . Suances Marcos, M. (1976). Max Scheler. Principios de una ética personalista. Barcelona: Herder. AERA 94

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