Marco II

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Violencia contra la mujer:

marco teórico y jurídico

Martha Regina Trujillo Chanquin


Violencia contra la mujer:
Marco Teórico y Jurídico

Martha Regina Trujillo Chanquin

Instituto de Investigaciones Jurídicas


Universidad Rafael Landívar
IIJ/URL

Guatemala, noviembre 2013


URL
305.42
T866 Trujillo Chanquín, Martha Regina
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico /
Guatemala : Universidad Rafael Landívar. Instituto de
Investigaciones Jurídicas (IIJ /URL), 2013.
xv, 47 p. (Cuaderno de estudio ; 126)
ISBN: 978-9929-584-39-6
Incluye bibliografía.
I. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad Rafael
Landívar.
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea.

Universidad Rafael Landívar


Instituto de Investigaciones Jurídicas
Cuaderno de estudio 126, noviembre 2013

Martha Regina Trujillo Chanquin, M.A.


Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

D.R.© Instituto de Investigaciones Jurídicas


Universidad Rafael Landívar, Campus Central,
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ni coincide necesariamente con la posición de la Universidad Rafael Landívar ni de la
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VII
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IX
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Responsable
Dr. Larry Andrade-Abularach

Comisión académica

Presidente
Dr. Francisco Javier Caballero Harriet

Presidente
Dr. Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas

Vocal
Dr. Ignacio Muñagorri Laguia

X
ÍNDICE

Presentación..................................................................................... XIII

I. Violencia contra la mujer............................................................... 1


A. Antecedentes............................................................................ 1
B. Manifestaciones de violencia contra las mujeres................... 5
C. Ámbitos de materialización de la violencia contra
las mujeres............................................................................... 8
1. Ámbito público................................................................. 9
2. Ámbito privado............................................................... 10
D. Tipos y efectos de la violencia contra las mujeres................ 13
1. Violencia física................................................................. 13
2. Violencia psicológica....................................................... 14
3. Violencia económica....................................................... 16
4. Violencia sexual............................................................... 18
E. Efectos de la violencia contra las mujeres............................ 19

Ii. Marco jurídico de los derechos humanos de las mujeres.......... 25


A. Antecedentes.......................................................................... 25
B. Aspectos relevantes................................................................ 28
C. Instrumentos internacionales sobre los derechos
de las mujeres........................................................................ 30
1. Convención para la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)............. 30
2. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer
(Convención de Belém do Pará).................................... 33
3. Convención sobre los Derechos Políticos de la
Mujer............................................................................... 34
XI
4. Convención Interamericana sobre Concesión de
los Derechos Civiles a la Mujer..................................... 34
5. Convención Interamericana sobre Concesión de
los Derechos Políticos a la Mujer................................... 35
6. Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer............................................... 35
D. Normativa jurídica nacional.................................................. 36
1. Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar..................................................... 37
2. Reglamento de la Ley para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Intrafamiliar................................. 39
3. Ley de Dignificación y Promoción Integral de
la Mujer ........................................................................... 39
4. Ley de Desarrollo Social.................................................. 41
5. Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia
contra la Mujer ................................................................ 42
6. Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de
Personas ........................................................................... 43

III. Bibliografía.................................................................................... 45

XII
PRESENTACIÓN

La violencia contra la mujer es una forma de injusticia que,


lamentablemente, ha llegado a incrustarse en la vida cotidiana
de millones de personas alrededor del mundo. Aunque se trate
de un fenómeno más prevalente en unas culturas que en otras,
no existe un Estado que pueda jactarse de haberlo erradicado
por completo. Por eso, las medidas para enfrentarse a la
violencia contra la mujer deben ser constantes y crecientes. Un
paso fundamental radica en la creación y aplicación de normas
jurídicas encaminadas a la prevención, sanción y erradicación
de este tipo de vejámenes.

Como un aporte jurídico-académico a la lucha contra este


grave problema social, el Instituto de Investigaciones Jurídicas
presenta esta investigación, titulada Violencia contra la mujer: Marco
teórico y jurídico, llevada a cabo por la M. A. Martha Regina Trujillo
Chanquin,* colaboradora/investigadora de este Instituto.

Se ha decidido incluir el presente trabajo dentro de la agenda


de investigación del Instituto por varios motivos. Uno de ellos es
la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer, que se celebra cada 25 de noviembre,
siguiendo lo dispuesto en la resolución 54/134 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, aprobada el 17 de diciembre
de 1999.

Pero primordialmente, la realización de este y otros ensayos


académicos relacionados con los derechos de la mujer se debe
a que la teoría feminista del derecho se ha adoptado como una
línea de investigación dentro del Doctorado en Derecho de la

*
Martha Regina Trujillo Chanquin es estudiante del doctorado en derecho por la
Universidad Rafael Landívar y la Universidad del País Vasco; posee una maestría
en derechos humanos por la Universidad Rafael Landívar; es licenciada en ciencias
jurídicas y sociales, abogada y notaria por la Universidad Rafael Landívar. Desarrolló
el puesto de directora jurídica del Consejo Nacional de Atención al Migrante de
Guatemala –CONAMIGUA–; también ocupó el cargo de asesora jurídica en la misma
institución. Actualmente desempeña el cargo de juez de paz en el Organismo Judicial
desde 2010.

XIII
Universidad Rafael Landívar y la Universidad del País Vasco/
Euskal Herriko Unibertsitatea. Gracias al dedicado esfuerzo de los
doctorandos, así como la dirección apasionada y diligente de
la doctora Arantza Campos Rubio, quien es la directora de esta
línea de investigación, el Instituto de Investigaciones Jurídicas ha
logrado generar y publicar valiosos trabajos jurídicos que analizan
el papel de la mujer en la sociedad actual, el derecho a la igualdad,
el feminismo y la violencia contra la mujer.

En esta ocasión, la autora realiza un análisis descriptivo de


la violencia contra la mujer, desde dos enfoques. En primer
lugar, lleva a cabo un estudio eminentemente teórico, en el cual
presenta un panorama general del fenómeno, incluyendo sus
antecedentes, manifestaciones, clasificación, los ámbitos en que
ocurre y los efectos que produce en la víctima. Para el efecto,
se fundamenta en documentación de carácter sociológico,
psicológico, antropológico y jurídico.

Posteriormente, aborda el tema desde un punto de vista


exclusivamente jurídico, para lo cual se asiste con instrumentos
internacionales de derechos humanos (entre ellos, la Convención
para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer y la Convención de Belém do Pará), así como legislación
interna (incluyendo la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, la Ley contra el Femicidio y otras Formas
de Violencia contra la Mujer y la Ley contra la Violencia Sexual,
Explotación y Trata de Personas, entre otras).

Esta investigación está compuesta por los capítulos 1 y 2 del


trabajo de fin de máster universitario de investigación en derecho
“Sociedad Democrática, Estado y Derecho” de la Universidad
Rafael Landívar y la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea, titulado El tratamiento de la violencia contra las mujeres en
el ordenamiento jurídico guatemalteco, el cual representa la culminación
exitosa de la primera fase doctoral.

Dicho trabajo de fin de máster fue realizado bajo la dirección


de la ya mencionada doctora Arantza Campos Rubio, profesora de
la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, y experta
en teoría feminista del derecho.
XIV
Agradecemos a la M. A. Trujillo Chanquin por compartir con
nosotros su enriquecedora investigación, y a la vez le deseamos lo
mejor en la ardua tarea de elaboración de su tesis doctoral.

Dr. Larry Andrade-Abularach


Director
Instituto de Investigaciones Jurídicas

Coordinador
Doctorado en Derecho
Universidad Rafael Landívar y
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
en Guatemala

M. A. Luis Andrés Lepe Sosa


Investigador
Instituto de Investigaciones Jurídicas

Guatemala de la Asunción, noviembre de 2013.

XV
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER:
MARCO TEÓRICO Y JURÍDICO*

La violencia contra la mujer es quizás la más


vergonzosa violación de los derechos humanos.

No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas.


Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente
avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.

Kofi Annan,
Ex secretario general de las Naciones Unidas.

I. VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


A. Antecedentes

Como es bien sabido, la violencia física, sexual, verbal,


económica y psicológica contra las mujeres es un fenómeno
histórico, derivado del sistema patriarcal que ubica a las mujeres en
una posición de subordinación y que es utilizado por los hombres
para ejercer control o dominación sobre las mujeres. Como bien
lo establece Ana Pérez del Campo Noriega, “la violencia masculina
contra las mujeres es un crimen, un delito histórico y universal.
Comienza en los albores de la civilización, y subsiste hasta
nuestros días”.1

En Guatemala, pese a ser generalizado, este problema había


permanecido oculto durante mucho tiempo, llegando a constituirse
en una violación de derechos totalmente normalizada y aprobada

*
Trujillo Chanquin, Martha Regina, El tratamiento de la violencia contra las mujeres
en el ordenamiento jurídico guatemalteco, Guatemala, 2012, trabajo de fin de máster
universitario en investigación en derecho “Sociedad Democrática, Estado y Derecho”,
por la Universidad Rafael Landívar y la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea, capítulos 1 y 2, p. 39-67.
1 Pérez del Campo Noriega, Ana María, “El sistema patriarcal, desencadenante de la
violencia de género”, http://www.projusticia.es/ley%20de%20igualdad/documentos/
la%20ignorancia,%20esa%20atrevida%20perez%20del%20campo%20curso%20a%20
jueces.pdf

1
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

socialmente, que se reproduce en los patrones de convivencia


familiares, institucionales y sociales en general.2 Es importante
hacer notar que en nuestro país prevalece la cultura patriarcal, en
especial en las aéreas rurales, en donde se enmarca que el papel
de las mujeres sea marginal y supeditado a las relaciones de poder
excluyentes.

La condena de las mujeres a la violencia se ha evidenciado


desde muchos años atrás, sometiéndolas a la inferioridad, al papel
secundario en la sociedad y a la obediencia y subordinación a la
cual “deben” estar sujetas.

En el sistema patriarcal, la mujer es considerada como


propiedad del hombre, no importando si es el padre, hermano,
esposo e incluso sus propios hijos o la comunidad, ya que no se le
reconoce su dignidad y en consecuencia, tampoco su autonomía
personal. Esto la limita en su libertad de expresarse, decidir y
actuar por sí misma, ya sea sobre su cuerpo, sus bienes materiales
y su vida en general. Su conducta está regida y determinada
por las decisiones de otros, quienes de hecho o de derecho
están facultados para imponerle su voluntad de la manera que
consideren, incluso la violencia en cualquier forma y dimensión,
sin que ello constituya una conducta socialmente desaprobada,
sino al contrario.3

En Guatemala, vemos cómo la mujer ha sufrido de violencia


en diferentes circunstancias, no solo en época de guerra, sino
también de paz, tanto en su propio hogar como fuera de él.
Pero la discriminación hacia ella cobró un carácter de política
de gobierno en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional
luego del Conflicto Armado Interno, tiempo durante el cual se
evidenciaron formas de violencia específicas contra las mujeres,

2 Associació d’Amistat amb el Poble de Guatemala, Investigación sobre el feminicidio en


Guatemala, cuadernos de Guatemala, números 7 y 8, octubre de 2005, p. 25.
3 Ibidem, p. 27.

2
Martha Regina Trujillo Chanquin

reforzadas por la discriminación social y las agresiones que sufrían


en esta época. “Los hombres se incorporaban a la insurgencia o
huían y las mujeres se quedaban cuidando a la familia […] Eran
mujeres indefensas, porque ellas se mantenían en la casa, y allí era
donde los soldados las encontraban”.4

Durante el Conflicto Armado Interno, miles de mujeres


(primordialmente indígenas mayas) fueron objeto de violación
sexual, siendo esta una práctica común de los agentes del Estado
dirigida a destruir la dignidad de la mujer, degradando uno de sus
aspectos más íntimos y vulnerables. “Las humillaciones y burlas
contra mujeres (como ponerlas a bailar para los soldados), no
sólo pretendieron invisibilizar su dolor sino, además, trasladar
un sentido de pasividad y conformismo que no les permitiera
actuar y que aceptaran como mujeres el carácter natural de su
sufrimiento”.5

Durante las negociaciones de paz (1990-1996), algunos


grupos de mujeres participaron activamente en el seguimiento a
este proceso, en donde se logró que el Gobierno prestara mayor
importancia a la inclusión de medidas a favor de los derechos
de las mujeres en los diversos acuerdos firmados. Entre los más
importantes, se puede mencionar la participación de la mujer en: a)
el fortalecimiento de la sociedad civil;6 b) el desarrollo económico
y social7 (en este aspecto cabe resaltar el compromiso que asume el
Estado de Guatemala en cuanto a revisar y eliminar de la legislación
nacional existente todo aquello que implique discriminación de
las mujeres en el ámbito económico, social, cultural y político);

4 Ibidem, p. 25.
5 Idem.
6 Ver: Gobierno de Guatemala y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca,
Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática,
firmado el 19 de septiembre de 1996, punto 59.
7 Ver: Gobierno de Guatemala y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca,
Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, firmado el 6 de mayo de 1996,
puntos 11, 12 y 13.

3
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

c) derechos de la mujer indígena;8 y, d) protección de las familias


encabezadas por mujeres.9

A inicios de esa década, organizaciones de mujeres llamaron la


atención al fenómeno de violencia de género contra la mujer que
se da en diversos espacios, públicos y privados; asimismo, sobre las
condiciones de desventaja de las mujeres guatemaltecas en todos
los órdenes, derivados de las relaciones de poder históricamente
constituidas a favor del sexo masculino.10

La estructura del sistema patriarcal y clasista ha utilizado


instituciones sociales para fundamentar y asegurar la subordinación
en las relaciones de poder familiar, económico y social, utilizando
instrumentos como el derecho, el sistema educativo y los medios
de comunicación para difundir esta estructura. Basta con ver
anuncios, por ejemplo, en donde se promociona la venta de
un detergente para lavar ropa; siempre es una mujer a quien
visualizamos lavándola.

En Guatemala, esta práctica continúa pese a la existencia de


leyes relacionadas con el tema de la violencia contra las mujeres
y a que el principio de igualdad se encuentra reconocido en la
Constitución Política11 y el Código Civil;12 son prácticas aún
marcadas dentro de nuestra sociedad. A continuación trataremos
las formas en que la violencia contra las mujeres se manifiesta.

8 Ver: Gobierno de Guatemala y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca,


Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, firmado el 31 de marzo de 1995,
puntos 1 y 2.
9 “Las partes convienen lo siguiente: Hacer particular énfasis en la protección de las
familias encabezadas por mujeres así como las viudas y de los huérfanos, que han
sido más afectados. El Gobierno se compromete a eliminar cualquier forma de
discriminación de hecho o legal contra la mujer en cuanto a facilitar el acceso a la
tierra, a la vivienda, a créditos y a participar en los proyectos de desarrollo. El enfoque
de género se incorporará a las políticas, programas y actividades de la estrategia
global de desarrollo”. Gobierno de Guatemala y Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca, Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el
Enfrentamiento Armado, firmado el 17 de junio de 1994.
10 Associació d’Amistat amb el Poble de Guatemala, op. cit., nota 2, p. 26.
11 Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Política de la República de
Guatemala, artículo 4.
12 Jefe del Gobierno de la República, Decreto-ley 106, Código Civil, artículo 79.

4
Martha Regina Trujillo Chanquin

B. Manifestaciones de violencia contra las mujeres


Para comprender cuán antiguo es el fenómeno de la violencia
contra las mujeres hay que saber que durante siglos la cultura,
tanto popular como académica, ha legitimado esta violencia.

Elizabeth Schneider13 establece que históricamente se ha


identificado el maltrato contra las mujeres como un problema
de sexismo, de dominación masculina. El maltrato se considera
como una extensión natural de la noción de que las mujeres
son propiedad masculina en el marco de la relación marital.
Poco a poco y con la llegada de las sociedades modernas se fue
deslegitimando la violencia como medio para resolver conflictos,
dándose el papel que merece cada mujer, así como la igualdad
de condiciones y oportunidades.

La violencia contra las mujeres, como veremos en la presente


investigación, presenta formas específicas de legitimación, ello
con la idea de que las mujeres son vistas como inferiores y como
propiedades de los hombres, a los que deben respeto y obediencia.14
Vemos pues, que desde épocas atrás se ve a la mujer como indefensa
ante una sociedad rodeada de varones. Para ello manifiesta Amorós
que “en una sociedad patriarcal la mujer que no pertenece a ningún
varón en particular pertenece potencialmente a todos, es la célebre:
mujer pública”.15

13 Ver: Schneider, Elizabeth, Battered women and feminist lawmaking, New Haven, Yale
University Press, 2002.
14 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector
Justicia, y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Aspectos
fundamentales de la teoría y perspectiva de género aplicada al sistema de justicia, módulo 1,
Guatemala, Programa de Justicia y Seguridad, Reducción de la Impunidad SEICMSJ/
AECID, febrero de 2012, p. 31.
15 Amorós, Celia, Mujer: participación, cultura política y Estado, Buenos Aires, Ediciones de
la Flor, 1999.

5
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

Al respecto comenta Luisa Posada que “la violencia contra


las mujeres entra como referente normativo en el discurso de
la modernidad”.16 De igual forma pensaban grandes filósofos
contractualistas, como Locke, Rousseau y Kant, quienes
establecieron la inferioridad de las mujeres respecto a los varones,
su eterna minoría de edad y la consecuente obediencia y sumisión
a las órdenes o deseos de sus mentores.

Asimismo, Vigarello17 opina en su obra sobre la violación en


la Francia del Antiguo Régimen. Este autor ha rastreado en muy
diferentes tipos de fuentes –relatos, memorias, juicios– para
mostrar que la violación, como muchas violencias antiguas, está
severamente condenada por los textos del derecho clásico pero
–como otras muchas– casi nunca es denunciada y es poco
perseguida por la justicia.

En la historia contemporánea, la contribución de las


mujeres a la Revolución Industrial no fue suficiente para evitar
que la inferioridad femenina y el sometimiento a la autoridad
masculina se perpetuaran a través del Código Napoleónico
que consagró, en 1804, fuertes controles sobre las mujeres.18
En su obra El Emilio, Rousseau propuso el laboratorio del
que surgiría el modelo de familia, y el modelo antropológico19 que
iba a imponerse en los siglos posteriores, asignándole cualidades
pasivas y débiles a las mujeres. Lo anterior nos evidencia desde
épocas atrás las imposiciones y los controles para el sometimiento
de las mujeres, evitando con ello que existiera una igualdad entre
los sexos.

16 Posada, Luisa, “De discursos estéticos, sustituciones categoriales y otras operaciones


simbólicas: en torno al feminismo de la diferencia en Italia”, en Amorós, Celia
(coord.), Feminismo y filosofía, Madrid, Editorial Síntesis, 2001.
17 Vigarello, Georges, Historia de la violación, siglos XVI-XX, Madrid, Cátedra, 1999.
18 Rubio, Ana, “Aportaciones del feminismo al principio de igualdad”, en XVIII Jornadas
de la Sociedad española de Filosofía jurídica y política, Granada, 2001.
19 Rubio, Ana, Feminismo y ciudadanía, Sevilla, Instituto Andaluz de la Mujer, 1987,
p. 83-90.

6
Martha Regina Trujillo Chanquin

Por ende, las manifestaciones son claras, desde siempre tanto


la sociedad como la misma familia han fomentado ese “derecho a
corregir a las mujeres” toda vez que las acciones de manifestación
en contra de las mujeres están encaminadas al control, a la
jerarquización sobre ellas, al dominio y poder, con la finalidad de
reprender o amonestar las conductas no aceptadas por la figura
varonil, máxime si las conductas están orientadas a reclamar o exigir
lo que por igualdad, en su calidad de personas, les corresponde.

Hoy en día, el trato desigual y la violencia contra las


mujeres se encuentran normalizados en los no tan conocidos
micromachismos,20 así como las conductas aprendidas por la
misma sociedad, a tal grado que su erradicación curiosamente
no ha sido apoyada por las mismas mujeres, concluyendo con
la justificación de las agresiones en contra de ellas, en virtud de
existir necesidad o razón para emplear violencia en contra de
ellas, ya que de esa forma se mantiene la sumisión, la obediencia
y el comportamiento debido.

El uso de los micromachismos sutilmente forma parte


de la vida cotidiana de los seres humanos, por eso existen los
micromachismos utilitarios,21 es decir, las normas que el hombre
utiliza con las mujeres para justificar la no participación en lo
doméstico, el aprovechamiento y abuso de la capacidad femenina
de cuidado, evitando la reciprocidad en el cuidado, así como los
requerimientos abusivos solapados. Asimismo, encontramos los

20 Luis Bonino Méndez define a los micromachismos como: “Pequeños, casi


imperceptibles controles y abusos de poder cuasinormalizados que los varones
ejecutan permanentemente. Son hábiles artes de dominio, maniobras y estrategias
que sin ser muy notables, restringen y violentan insidiosa y reiteradamente el poder
personal, la autonomía y el equilibrio psíquico de las mujeres, atentando además con
la democratización de las relaciones y dada su invisibilidad se ejercen generalmente
con total impunidad”. Bonino Méndez, Luis, “Los micromachismos y sus efectos:
claves para su detección”, en Ruiz Jarabo-Quemada, Consue y Blanco Prieto, Pilar
(dirs.), La violencia contra las mujeres: prevención y detección, cómo promover desde los
servicios sanitarios relaciones autónomas, solidarias y gozosas, España, Ediciones Díaz de
Santos, 2004, p. 3.
21 Ibidem, p. 6.

7
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

micromachismos encubiertos,22 caracterizados por su índole insidiosa,


encubierta y sutil y por ello muy efectivos, en donde el varón
oculta su objetivo de dominio, imposición de las “verdades”
masculinas y forzamiento de disponibilidad de la mujer. Se utiliza
la confiabilidad y la credibilidad femenina para crear falta de
intimidad, silencio, aislamiento, inclusión invasiva de terceros,
autoindulgencia, autojustificación y minusvaloración de los
propios errores, entre otros.

Más adelante en la presente investigación, veremos cómo poco


a poco las sociedades, incluyendo la nuestra, han tratado de avanzar
hacia una sociedad igualitaria, en donde se busca la eliminación y
erradicación de la violencia contra las mujeres, evitando con ello
las múltiples manifestaciones de violencia de las cuales han sido
objeto; evidencia de ello es la aceptación de que efectivamente se
vive en una sociedad en donde el patriarcado, muy enraizado en
nuestra cultura, ha sido el sistema que ha limitado los derechos
de las mujeres, y finalmente ante esta aceptación se evidencia el
interés del Estado de Guatemala por normar las acciones que
atentan contra las mujeres para su efectivo goce de los derechos
humanos.

C. Ámbitos de materialización de la violencia


contra las mujeres
La violencia contra las mujeres no es un tema únicamente
recurrente en los hogares (violencia intrafamiliar, ámbito privado),
sino también en otros lugares como el trabajo y los centros
educativos (ámbito público).

Es importante hacer notar la concepción que establece Julieta


Di Corleto en su texto La construcción legal de la violencia contra las
mujeres, al manifestar que “lo privado es lo público”, donde la
dicotomía entre lo público y lo privado no es la dimensión de
dos espacios desconectados, sino más bien un justificativo para

22 Ibidem, p. 7 y 8.

8
Martha Regina Trujillo Chanquin

la inacción del Estado en determinados conflictos.23 En cuanto a


la inacción que aquí se menciona, cabe resaltar que actualmente
nuestro Estado ha participado a favor de que los delitos contra las
mujeres sean investigados por parte del Ministerio Público, ello
debido a que son contemplados como delitos de acción pública.

A continuación estableceremos los diferentes ámbitos donde


se materializa la violencia contra las mujeres.

1. Ámbito público

La Real Academia Española define público como lo notorio,


patente, manifiesto, visto o sabido por todos; perteneciente o
relativo a todo el pueblo. También como la potestad, jurisdicción y
autoridad para hacer algo, como contrapuesto a lo privado.24

La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra


la Mujer define el ámbito público como aquel que “comprende
las relaciones interpersonales que tengan lugar en la comunidad
y que incluyan el ámbito social, laboral, educativo, religioso o
cualquier otro tipo de relación que no esté comprendido en el
ámbito privado”.25

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar


y Erradicar la Violencia contra la Mujer, “Convención Belem
do Pará”, define a la violencia contra la mujer en el ámbito público
como:

23 Algunas lecturas iniciales marcan los postulados generales de los feminismos.


Entre otros: a) Facio, Alda y Fries, Lorena (comps.), Género y derecho, Santiago de
Chile, Editorial Lom y La Morada, 1999; b) García Villegas, Mauricio et al. (comps),
Crítica jurídica. Teoría y sociología jurídica en los Estados Unidos, Bogotá, Ediciones
Uniandes, 2006; c) Isabel Jaramillo “La crítica feminista al derecho” en Género y
teoría del derecho, Bogotá, Ediciones Uniandes, 2000, p. 25 y ss; d) Peltran, Elena
y Maquierria, Virginia, (eds.), Feminismos. Debates teóricos contemporáneos, Madrid,
Alianza Editorial, 2001; e) Dorlin, Elsa, Sexo, género y sexualidades. Introducción a
la teoría feminista, traducción de Víctor Goldtein, Buenos Aires, Ediciones Nueva
Visión, 2009; y, f) Chamallas, Martha, Introduction to feminist legal theory, Nueva
York, Aspen Law & Business, 1999.
24 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 22ª. ed., http://lema.rae.es/
25 Congreso de la República de Guatemala, Decreto 22-2008, Ley contra el Femicidio y
otras Formas de Violencia contra la Mujer, artículo 3.

9
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

[…] La que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier


persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura,
trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el
lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos
de salud o cualquier otro lugar […].26

En los ámbitos político y laboral, donde anteriormente era muy


poca la participación de las mujeres y más evidente la participación
de los hombres, se ha dado un giro importante, porque vemos más
participación de las mujeres, así como en el campo de la educación;
este cambio permite la búsqueda de una mejor oportunidad para
alcanzar la igualdad de trato y condiciones.

Las mujeres han logrado tener un rol importante en las


relaciones sociales, logrando su inclusión en el ámbito público,
pero no hay que dejar de mencionar también la participación activa
en el ámbito privado, ya que son ellas quienes se siguen encargando
de administrar y mantener el orden en el hogar, así como de cuidar
a los hijos.

2. Ámbito privado

La Real Academia Española define privado como: “Que


se ejecuta a la vista de pocos, familiar y domésticamente sin
formalidades ni ceremonia alguna. Particular y personal de cada
individuo”.27 De manera similar, el Diccionario Océano Uno28 refiere
que lo privado es aquello que se ejecuta a la vista de pocos, familiar
y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna.

La violencia en el hogar, especialmente los golpes a la cónyuge,


es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer.
En países en que se realizan estudios fiables en gran escala sobre
la violencia basada en el género, se informa que más del 20% de

26 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, Convención


Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer,
1994, Belem do Pará, Brasil, ratificada por Guatemala el 5 de enero de 1995, artículo 2.
27 Real Academia Española, op. cit., nota 24.
28 Varios autores, Diccionario Enciclopédico Océano Uno Color, Océano Grupo Editorial,
1996, p. 1,310.

10
Martha Regina Trujillo Chanquin

las mujeres han sido víctimas de maltrato por los hombres con los
que viven.29

De las definiciones anteriores se entiende que lo privado es


concebido como lo familiar y se entiende que el núcleo familiar
está compuesto por el hombre o mujer y su cónyuge o ex cónyuge,
conviviente o ex conviviente, novio/a, pareja o pretendiente,
hijos/as, nietos/as, sobrinos/as, tíos/as, abuelos/as, así mismo lo
menciona la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar.30

El sistema patriarcal tiende a visualizar a las mujeres en la


sociedad como esposas y madres, a quienes les corresponde el amor
y los sentimientos. La familia equivale a su trabajo, caso distinto y
contrario para los hombres, a quienes se les ve relacionados con
el autodominio y control de los sentimientos, lo cual los impulsa
a intervenir en el mundo y en la comunidad. Para los hombres
es el poder, la razón, para ellos la familia es equivalente a reposo.
¿No estaríamos de cierta forma limitando algún tipo de derecho
a los hombres, al evitar que tengan sentimientos y sensibilidad
hacia sus hijos? ¿Sería conveniente que también los hombres
tengan un descanso laboral postnatal, para que ayuden al cuidado
del menor nacido?

Las anteriores interrogantes han sido rotundamente negadas


por el sistema patriarcal y como se indicó anteriormente, la
ideología patriarcal es la causa originaria y a la vez perpetuadora
de la violencia contra las mujeres al no querer dar igualdad de
oportunidades y condiciones no solo a la mujer, sino como vimos,
también al hombre.

Por lo anterior, la Ley contra el Femicidio y otras Formas de


Violencia contra la Mujer define al ámbito privado como aquel que
comprende:

29 Organización de las Naciones Unidas, “Violencia en el hogar”, http://www.un.org/


spanish/conferences/Beijing/fs4.htm
30 Congreso de la República de Guatemala, Decreto 97-96, Ley para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, artículo 1.

11
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

[…] las relaciones interpersonales domésticas, familiares o de


confianza dentro de las cuales se cometen hechos de violencia contra
la mujer, cuando el agresor es el cónyuge, ex cónyuge, conviviente o
ex conviviente, con quien haya la víctima procreado o no, o cuando el
agresor fuere el novio o ex novio, o pariente de la víctima. También se
incluirán en este ámbito las relaciones entre el cónyuge, ex cónyuge,
conviviente o ex conviviente, novio o ex novio de una mujer con las
hijas de ésta.31

Es importante hacer notar que la referida ley contempla que


en el ámbito privado se toman en consideración las relaciones
pasadas y presentes, dado que se evidenciaba que no solo la pareja
actual ocasionaba problemas, sino también las ex parejas, quienes
de cierta forma intimidaban a sus víctimas para que reanudaran
relaciones.

En el mismo sentido, el artículo 2 de la Convención de


Belém do Pará establece que la violencia contra la mujer en
el ámbito privado incluye aquella violencia física, sexual y
psicológica “que tenga lugar dentro de la familia o unidad
doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que
el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que
la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y
abuso sexual”.

Por lo anterior, resulta de vital importancia hacer la reflexión


de que en el ámbito privado es donde se evidencia la más fatal de
las violaciones. A pesar de que se supone que el hogar es donde se
deben cumplir las formalidades y fines del matrimonio o de una
unión de hecho (con ánimo de permanencia y con el fin de vivir
juntos, procrear, alimentar y educar a sus hijos y auxiliarse entre
sí), es allí donde se ejecutan las más crueles violencias en contra de
las mujeres.

31 Congreso de la República de Guatemala, op. cit., nota 25, artículo 3 b.

12
Martha Regina Trujillo Chanquin

D. Tipos y efectos de la violencia contra las mujeres


Existen varias teorías y clasificaciones sobre la violencia
contra las mujeres, como evidencia de ello encontramos las
dadas en los distintos instrumentos nacionales e internacionales.
Sin embargo, nuestra legislación interna también da su propia
clasificación de los daños. Existen pues, cuatro tipos de violencia
contra la mujer identificados en la Ley contra el Femicidio y
otras Formas de Violencia contra la Mujer: a) violencia física;
b) violencia psicológica; c) violencia económica; y, d) violencia
sexual.

1. Violencia física

La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra


la Mujer define la violencia física como “Acciones de agresión en
las que se utiliza la fuerza corporal directa o por medio de cualquier
objeto, arma o sustancia con la que se causa daño, sufrimiento
físico, lesiones o enfermedad a una mujer”.32

La violencia física también puede ser definida como


aquellos actos que dañan el cuerpo y la salud física: empujones,
bofetadas, puñetazos, puntapiés y golpes con objetos. Este tipo
de violencia muchas veces deja cicatrices, enfermedades que
duran toda la vida y lesiones leves o severas, que incluso pueden
causar la muerte.33

Puede decirse que la violencia física en estos casos se ejerce


cuando una persona masculina que está en una relación de poder
o control con respecto a una mujer, le causa daño físico interno
o externo, golpeándola o lastimándola en forma reiterada. En los
casos de violencia contra la mujer, la violencia física comúnmente
es manifestada a través de apretones, empujones, cachetadas,
estrangulaciones, manadas, pellizcos, golpes, quemaduras, cortes,

32 Congreso de la República de Guatemala, op. cit., nota 25, artículo 3 inciso l.


33 Red Nacional de Refugio para Mujeres, ¿Qué es la violencia?, http://www.
rednacionalderefugios.org.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=6
6&Itemid=77

13
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

agresiones con armas blancas (comúnmente machetes y cuchillos),


lanzamiento de objetos, fracturas y femicidios.

Bien sabemos que la violencia física es la más fácil de probar,


dado que deja marcas visibles en el cuerpo de la víctima, pudiendo
estas evidencias ser fotografiadas o analizadas por un experto
(médico o perito). Pero por lo anterior, esta violencia es considerada
como una de las manifestaciones más graves de la violencia contra
las mujeres, ya que no solo atenta contra la indemnidad física de
las mujeres, sino contra la misma vida e integridad de ellas y la de
sus hijos o hijas, pudiendo ser agravada hasta el grado de causar la
muerte.

Como lo veremos más adelante, ante la necesidad de


incorporar tipos penales especiales para la protección de la
integridad psicológica y física de la mujer, se han incorporado al
derecho nacional los instrumentos internacionales que desarrollan
los derechos humanos de las mujeres, como la Convención sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, así como la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.34

2. Violencia psicológica

La violencia psicológica contra las mujeres es un fenómeno


histórico que las ubica en una posición jerárquica de subordinación
y se aplica como un mecanismo de poder para ejercer control y/o
mantener una posición dominante sobre ellas.35 La Ley contra el
Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer define la
violencia psicológica o emocional como:

34 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector


Justicia y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo,
Relevancia jurídica de las diversas formas de violencia contra la mujer, módulo 2,
Guatemala, Programa de Justicia y Seguridad, Reducción de la Impunidad,
SEICMSJ/AECID, Programa formativo año 2012, Transversalización de Género
y Análisis Normativo en Materia de Violencia contra la Mujer en el Organismo
Judicial de Guatemala, 2012, p. 20.
35 Associació d’Amistat amb el Poble de Guatemala, op. cit., nota 2, p. 25.

14
Martha Regina Trujillo Chanquin

Acciones que pueden producir daño o sufrimiento psicológico o


emocional a una mujer, a sus hijas o a sus hijos, así como las acciones,
amenazas o violencia contra las hijas, los hijos u otros familiares
hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de
la víctima, en ambos casos con el objeto de intimidarla, menoscabar
su autoestima o controlarla, la que sometida a ese clima emocional
puede sufrir un progresivo debilitamiento psicológico con cuadros
depresivos.36

Este tipo de violencia es muy frecuente y es más difícil de


identificar porque, a diferencia de la violencia física, no deja huellas
en el cuerpo sino en el ser interno de la persona. La violencia
emocional se ejerce a través de palabras, gritos, gestos agresivos,
malos tratos, falta de atención, silencio y chantajes que buscan
denigrar, intimidar, amenazar o manipular a la persona violentada,
y aunque aparentemente no dañan, lo hacen profundamente
destrozando la autoestima y la estabilidad emocional.37

Natalia Belmont define la violencia psicológica como:


La degradación intensa y continua por el control de las acciones
o comportamientos de otra persona a través de la intimidad
y manipulación en detrimento de la mujer, que resulta en el
desmoronamiento del auto-respeto y la identidad individual. Se puede
manifestar con: burlas, celos, descalificaciones, gritos, separación
de la familia, insultos, amenazas, manipulación, o cualquier otra
forma que implique un severo daño en la salud psicológica, la
autodeterminación y el desarrollo personal.38

A diferencia de la violencia física, la violencia psicológica es


más difícil de probar, demostrar o evidenciar, ello debido a que
las huellas que quedan en la mente no son visibles o posibles de
fotografiar, así como que las palabras suelen herir más a una mujer,
especialmente en su autoestima y estabilidad, por ello los malos
tratos son considerados una violencia emocional.

36 Congreso de la República de Guatemala, op. cit., nota 25, artículo 3, inciso m.


37 Red Nacional de Refugio para Mujeres, op. cit., nota 33.
38 Belmont, Natalia Inés, Abordaje de la violencia de género contra las mujeres en el ámbito
familiar y la utilización de métodos alternativos de resolución de conflictos: manual de capacitación,
Guatemala, Serviprensa, 2006, p. 13.

15
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

Asimismo, se ha evidenciado que en estos casos el maltratador


suele manipular a su víctima para que llegue a creer que todo
constituye exageraciones suyas y/o que tiene la culpa de lo que
sucede. Lo mismo suele hacer con su entorno, de manera que todo
el mundo opine que es un excelente cónyuge, compañero o amigo
y que la otra persona se queja por quejarse (en el supuesto de que
se queje).39

El maltrato psicológico siempre deja secuelas. Existen casos en


que la agresión es tan sutil y sofisticada que parece casi imposible
detectarla, y estos fenómenos son los que conocemos como
micromachismos, anteriormente descritos (ver nota 20).

3. Violencia económica

No solo los golpes y agresiones verbales son violencia. Según


Belmont,40 existen otras formas de maltrato contra las mujeres. La
violencia económica (también denominada violencia patrimonial
por algunos autores) consiste en el despojo o destrucción de
los bienes personales de las mujeres o del patrimonio conyugal:
destrucción o privación de la vivienda, enseres domésticos,
terrenos, objetos, así como la negación de los recursos necesarios
para el sostenimiento de la mujer y la familia.

La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra


la Mujer define a la violencia económica como:
Acciones u omisiones que repercuten en el uso, goce, disponibilidad o
accesibilidad de una mujer a los bienes materiales que le pertenecen por
derecho, por vínculo matrimonial o unión de hecho, por capacidad o
por herencia, causándole deterioro, daño, transformación, sustracción,
destrucción, retención o pérdida de objetos o bienes materiales
propios o del grupo familiar, así como la retención de instrumentos de
trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos
económicos.41

39 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector


Justicia, y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, op. cit.,
nota 14, p. 39.
40 Belmont, Natalia Inés, op. cit., nota 38, p. 13.
41 Congreso de la República de Guatemala, op. cit., nota 25, artículo 3, inciso k.

16
Martha Regina Trujillo Chanquin

Asimismo, encontramos otra definición según la cual la


violencia económica es una de las prácticas más sutiles de la
violencia, que consiste en el control o restricción del dinero o de
los bienes materiales como forma de dominación.42 Por ejemplo,
este tipo de violencia puede darse cuando la pareja o ex pareja de la
mujer le impida trabajar o le condicione el dinero para el sustento
del hogar.

La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra


la Mujer enumera los supuestos contemplados para el delito de
violencia económica contra la mujer:
Comete el delito de violencia económica contra la mujer quien, dentro
del ámbito público o privado, incurra en una conducta comprendida en
cualquiera de los siguientes supuestos:

a. Menoscabe, limite o restrinja la libre disposición de sus bienes o


derechos patrimoniales o laborales.

b. Obligue a la mujer a suscribir documentos que afecten, limiten,


restrinjan su patrimonio o lo pongan en riesgo; o que lo eximan
de responsabilidad económica, penal, civil o de cualquier otra
naturaleza.

c. Destruya u oculte documentos justificativos de dominio o de


identificación personal, o bienes, objetos personales, instrumentos
de trabajo que le sean indispensables para ejecutar sus actividades
habituales.

d. Someta la voluntad de la mujer por medio del abuso económico


al no cubrir las necesidades básicas de ésta y la de sus hijas e
hijos.

e. Ejerza violencia psicológica, sexual o física sobre la mujer, con el


fin de controlar los ingresos o el flujo de recursos monetarios que
ingresan al hogar.

La persona responsable de este delito será sancionada con prisión de


cinco a ocho años, sin perjuicio de que los hechos constituyan otros
delitos estipulados en leyes ordinarias.43

42 Red Nacional de Refugio para Mujeres, op. cit., nota 33.


43 Congreso de la República de Guatemala, op. cit., nota 25, artículo 8.

17
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

4. Violencia sexual

La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra


la Mujer define la violencia sexual como:
Acciones de violencia física o psicológica cuya finalidad es vulnerar la
libertad e indemnidad sexual de la mujer, incluyendo la humillación
sexual, la prostitución forzada y la denegación del derecho a hacer uso
de métodos de planificación familiar, tanto naturales como artificiales,
o a adoptar medidas de protección contra enfermedades de transmisión
sexual. 44

Natalia Belmont refiere que:


Este tipo de violencia implica el uso de la fuerza física, la coerción o la
intimidación psicológica para hacer que la mujer lleve a cabo un acto
sexual u otros comportamientos sexuales indeseados. Algunas de estas
acciones serían: descalificación sobre la conducta sexual, obligar a tener
relaciones sexuales sin consentimiento, obligar a protagonizar actos
perversos, negar la sexualidad de la mujer, entre otros.45

En otra definición se establece que es todo acto verbal o


físico con connotaciones sexuales que se realiza contra cualquier
persona sin su consentimiento, que vulnera su libertad y daña su
autoestima y desarrollo psicosexual, y que le genera inseguridad,
sometimiento y frustración. Sus formas son el hostigamiento, el
acoso, el tráfico y la explotación sexual, el incesto, el estupro y por
supuesto la violación.46

Vemos, pues, que la violencia sexual está relacionada con el


“derecho” que los hombres creen tener, y por ello toman el cuerpo
de las mujeres. Por ejemplo, cuando un esposo obliga a su esposa a
tener relaciones sexuales bajo el pretexto de que es su mujer y tiene
el deber de complacerlo.

44 Ibidem, artículo 3, inciso n.


45 Belmont, Natalia Inés, op. cit., nota 38, p. 14.
46 Red Nacional de Refugio para Mujeres, op. cit., nota 33.

18
Martha Regina Trujillo Chanquin

Con respecto a esta violencia, Laura Segato47 manifiesta que


“la violación se percibe como un acto disciplinador y vengador
[…] y toda mujer que no sea rígidamente moral es susceptible
de violación. La mujer se vuelve contra él, contra su incapacidad
de poseer el derecho viril y la incapacidad de ejercer control
sobre ella”.

Estudios realizados por organismos internacionales que


analizan la violencia sexual señalan que:
Su frecuencia es muy superior a lo que cabría esperar […] para prevenirla,
es necesario erradicar una serie de creencias sexistas que contribuyen a
dicha violencia y que siguen asociando el valor de los hombres con su
capacidad para vencer la resistencia de las mujeres ante sus demandas
sexuales, infravalorando la capacidad masculina de autocontrol en
dichas situaciones, sobre todo cuando se han producido ciertos niveles
de excitación, y atribuyendo al varón una continua tensión sexual que
puede dañarle, si no la descarga.48

E. Efectos de la violencia contra las mujeres


Como veremos a continuación, las mujeres que han vivido o
viven situaciones de violencia presentan características tales como
autodesvalorización, sumisión, dependencia y baja autoestima.
Pero en gran medida la sumisión y la dependencia son conductas
aprendidas en los procesos de socialización de género, al igual que
la tolerancia al maltrato.

El abuso y la violencia hacia las mujeres no es un problema que


se encuentre únicamente en los niveles económicos bajos; se trata
de un fenómeno que ocurre en todos los estratos sociales, en donde
el hombre sobrepone su interés personal por encima del familiar.
Como se verá más adelante, los efectos de la violencia recaen no
solo sobre la mujer sino también sobre los hijos e hijas, y los efectos

47 Segato, Laura, Las estructurales elementales de la violencia. Ensayos sobre género entre la
antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos, Argentina, Universidad Nacional de
Quimes, 2003, p. 31-32.
48 Instituto de la Mujer, Guía de buenas prácticas para paliar los efectos de la violencia contra las
mujeres y conseguir su erradicación, España, Unión Europea, 2002.

19
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

de la violencia se manifiestan en el cambio de personalidad de la


mujer y los demás integrantes de la familia.

A continuación y luego de la lectura y análisis de fuentes,


se establece que las mujeres en situación de violencia, abuso y
maltrato, presentan las siguientes conductas:

a) Miedo. Es una característica predominante, ya que gira alrededor


de sus acciones y la inmoviliza en su actuar, por ello el miedo
dificulta que una mujer salga de esa situación.

b) Minimización del abuso. La mujer que sufre de violencia necesita


minimizar la gravedad de su situación para poder convivir, no
solo con el agresor y con ella misma, sino ante la sociedad,
ya que se avergüenza de lo que ocurre, se siente culpable y
responsable de ello.

c) Aislamiento. La mujer se distancia de familiares y amigos, a


modo que nadie pueda darse cuenta de lo que vive. Muchas
veces este distanciamiento se debe también a que la misma
pareja le ordena que se aleje de quienes podrían en algún
momento ayudarle, haciéndola más dependiente de él.

d) Indefensión aprendida. Esta es una consecuencia de las acciones


que en vano hace la mujer para tratar de evitar o escapar de la
situación de violencia; la mujer llega a convencerse de que no
podrá cambiar la situación.

e) Internalización de la culpa. La mujer piensa que tiene la culpa


y responsabilidad del maltrato e infidelidad, al grado de
acomodar su vida para complacer a su agresor.

f) Internalización de la desvalorización. En este caso la mujer cree


que no vale nada o muy poco; se siente inferior, incluso asume
un rol de subordinación, lo que a su vez la hace más vulnerable
a la violencia, el abuso y el maltrato.

g) Ambivalencia. Esto se refiere a que la mujer no quiere ser


víctima de maltrato pero tampoco toma acción para salir de ese
ambiente.
20
Martha Regina Trujillo Chanquin

h) Baja autoestima. Esta situación es clásica en la mujer que


es víctima de maltrato y abuso; no permite que desarrolle
confianza en ella misma.

i) La desvalorización y arbitrariedad de la pareja conducen a


situaciones en que la mujer se siente indefensa y sin protección,
cuyas consecuencias son imprevisibles.

j) Ilusión. La mujer mantiene la ilusión de que su pareja cambie


y la acepte, valore, respete y trate con afecto, que la reconozca
como persona, que él vuelva a ser el hombre con quien decidió
vivir y tener una vida de pareja normal.

Como es bien sabido, la violencia contra las mujeres también


produce efectos físicos, especialmente en la salud de la víctima,
tales como dolores de cabeza, abdominales, etcétera. Otros de
los efectos que pueden advertirse recaen sobre la salud sexual y
reproductiva de la mujer. Además, en el ámbito de la salud mental
pueden existir manifestaciones tales como lesiones psíquicas,
ansiedad, culpabilidad, estrés, depresión e intentos de suicidio,
entre otras.

Muchas de estas conductas y manifestaciones provocadas por


la violencia constituyen síntomas de lo que se denomina síndrome
de la mujer maltratada. En palabras de la Secretaría Ejecutiva de la
Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector Justicia
y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo:
Es aquí en donde aparece el Síndrome de la Mujer Maltratada, síndrome
creado por Leonor Walker para describir las alteraciones psíquicas y
sus consecuencias por la situación de maltrato permanente. Su origen
se encuentra en la teoría de la indefensión aprendida y puede explicar
por qué algunas mujeres en esta situación no perciben la existencia de
alternativas que les permitirían protegerse y, por ello, no las ponen en
práctica. Se adaptan a la situación aversiva e incrementan su habilidad
para afrontar la violencia y minimizan el dolor. Presentan distorsiones
cognitivas como la negación, la minimización o la disociación, que les
permiten soportar los incidentes de maltrato. Con frecuencia llegan a

21
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

presentar una transformación persistente de la personalidad con cambios


en la forma de relacionarse, concebir el mundo y a ellas mismas.49

Por las repercusiones de la violencia hacia las mujeres


anteriormente mencionadas, es que se hace necesario comprender
la relación que existe entre los valores culturales, las creencias, las
formas de organización y el funcionamiento de las instituciones y
las leyes, para poder dar una respuesta efectiva a la problemática
que atraviesan las mujeres violentadas en sus derechos como seres
humanos.

Existen varias teorías sobre las estrategias para prevenir,


sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. El cambio es
la esencia de la vida humana. Por lo tanto, las raíces o conductas
aprendidas sobre el patriarcado pueden modificarse o cambiarse,
para vivir en un ambiente sano e igualitario entre hombres y
mujeres.

Luego de haber analizado el sistema patriarcal, así como los


efectos y el ámbito donde se materializa la violencia contra las
mujeres, es de hacer notar la importancia del Estado ante las diversas
formas y manifestaciones de la violencia hacia las mujeres, debido
a la existencia de instrumentos internacionales que lo obligan
a garantizar y velar por los derechos humanos de las mujeres y
en especial la eliminación y prevención de la discriminación
y violencia contra ellas, a través de la creación, modificación y
eliminación de normas para adecuar el ordenamiento jurídico a
favor de la protección de la mujer.

Como muestra de lo anterior, a continuación se hará una


síntesis de la normativa internacional y nacional referente al tema
de los derechos humanos de las mujeres y su protección ante la
discriminación y la violencia. 

49 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector


Justicia y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, op. cit.,
nota 14, p. 45.

22
Martha Regina Trujillo Chanquin

Asimismo, se verá cómo la normativa internacional da cabida


a la eliminación de normas dentro del ordenamiento jurídico
interno guatemalteco, que de cierta forma implicaban la limitación
a la igualdad entre el hombre y la mujer. Como ejemplo de ello
puede citarse el artículo 200 del Código Penal, según el cual
en los delitos contra la libertad y la seguridad sexual y contra el
pudor (así denominados anteriormente, ahora se les denomina
“delitos contra la libertad e indemnidad sexual de las personas”
–Decreto 9-2009–) se contemplaba el matrimonio de la ofendida
con el ofensor, refiriéndose que la responsabilidad penal del sujeto
activo o la pena en su caso, quedaban extinguidos por el legítimo
matrimonio de la víctima con el ofensor, siempre que aquella fuese
mayor de doce años y, en todo caso, con la previa aprobación del
Ministerio Público.

De igual forma, se hace hincapié en la importancia del


marco jurídico internacional que se analiza, ya que mediante
la ratificación del Estado de Guatemala de los instrumentos
internacionales que se mencionan en el siguiente capítulo,
se abren puertas para la promulgación de leyes destinadas a
erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres.

23
II. MARCO JURÍDICO DE LOS DERECHOS
HUMANOS DE LAS MUJERES
A. Antecedentes

Los derechos de las mujeres han venido desarrollándose


históricamente. La perspectiva de género50 y el movimiento
feminista han incorporado las experiencias, estrategias y alternativas
para que las mujeres sean consideradas por el ordenamiento
jurídico como sujetas de derecho. Los derechos humanos de las
mujeres son iguales a los del hombre, pero es la misma sociedad
patriarcal la que ha limitado esos derechos humanos igualitarios.
Una muestra de esa distinción es proporcionada por Leonor
Malaver:
Derechos Humanos de las mujeres son, el derecho a no ser discriminadas
por su género, el derecho a decidir libremente el número de sus hijos y
el intervalo entre ellos, derecho de acceso a la información, derecho a
condiciones de vida adecuadas, el derecho a una vida libre de violencia
tanto en lo público como en lo privado, derecho al trabajo digno con una
remuneración justa.51

Esta clasificación de los derechos humanos de las mujeres


abarca momentos importantes de la historia en general, así como a
través de las etapas por las que transcurren los derechos humanos
universales (positivización, generalización, internacionalización,
especificación).52

Como antecedente, es importante recordar que con el fin


de lograr la libertad e igualdad entre los géneros, en 1789 surge

50 La perspectiva de género se refiere al enfoque que permite visualizar los distintos


mecanismos, formas y efectos de la construcción social de los géneros, haciendo
énfasis en la necesidad de poner en el centro del análisis las relaciones de poder entre
hombres y mujeres para hacer visibles las desigualdades de género que derivan de estas
relaciones. Herrera, Kenia (coord.), Manual justicia penal y género, Guatemala, Instituto
de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala, 2004, p. 19.
51 Malaver, Leonor, “La universalización de mujeres: tres enfoques de alteridad”,
Revista Centroamericana Justicia Penal y Sociedad, números 28 y 29, Guatemala,
Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala, 2008,
p. 196.
52 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector
Justicia y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, op. cit.,
nota 14, p. 60.

25
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano,


reconociendo la libertad y la igualdad como derechos naturales,
inalienables y sagrados del hombre.

Como señala la iusfilósofa del derecho Ana Rubio:


La declaración simboliza el pacto originario, el contrato llevado a cabo
por los individuos que aceptan reconocerse como iguales en derechos
y deciden someterse al poder político común establecido por ellos.
Un poder que al nacer del pacto, de la forma jurídica, no es arbitrario
y permite el establecimiento de límites legítimos al poder. Esos límites
son la salvaguarda de los derechos del hombre y del ciudadano y el
mantenimiento del orden social y de la seguridad. Es así, como la
legitimidad del poder, queda a partir de este momento, conectada a la
forma jurídica y a un determinado contenido material de justicia.53

Las mujeres luchan por el reconocimiento de sus derechos.


Gracias a ello, se han logrado las ratificaciones de instrumentos
internacionales en beneficio de la protección de los derechos
de las mujeres, así como la creación de normativa nacional
específicamente dirigida a la protección de la mujer. Los
derechos de las mujeres han ido evolucionando poco a poco. En
síntesis, se puede establecer que los derechos humanos de las
mujeres, como todo proceso, han sido objeto de una evolución
histórica.

Gregorio Peces-Barba Martínez, citado por el doctor José


Fernando Velásquez en su obra Derechos humanos en general,
establece que su proceso evolutivo abarca cuatro grandes etapas:
a) positivización; b) generalización; c) internacionalización; y,
d) especificación.54

Durante la etapa de especificación o procesos de concreción,


se da un gran paso en relación con los sujetos titulares de los
derechos o bien en relación con los contenidos. Inicialmente los

53 Rubio, Ana, “Ciudadanía y sociedad civil: avanzar en la igualdad desde la política”,


en Herrera, Joaquín y Rubio, Ana (coords.), Lo público y lo privado en el contexto de la
globalización, España, Instituto Andaluz de la Mujer, 2006, p. 25.
54 Velásquez, José Fernando, Los derechos humanos en general, Guatemala, UNICEF,
p. 12.

26
Martha Regina Trujillo Chanquin

derechos humanos estaban dirigidos al “hombre genérico”, no


se hacía diferenciación entre el sexo, la edad o las condiciones
físicas, no se hacían especificaciones para el tratamiento de
las mujeres, los niños, personas adultas y personas enfermas,
etcétera. Muestra de esta transformación en cuanto a la relación
de los sujetos de los derechos humanos es la promulgación de
instrumentos multilaterales como la Convención sobre los
Derechos Políticos de la Mujer en 1952, la Declaración de los
Derechos del Niño en 1971 y la Declaración de los Derechos del
Minusválido en 1982.

Otro aspecto relevante en la evolución de los derechos de


las mujeres se refiere a su participación en el marco del derecho
de los pueblos a la libre determinación como personas, a un
medio ambiente sano y el derecho a la paz, entre otros. En este
contexto, Guatemala destaca como país plurilingüe, multiétnico y
pluricultural, que durante la segunda mitad del siglo XX vivió bajo
un conflicto armado interno por más de treinta y seis años, en el
cual las mujeres indígenas vivieron una forma de violencia y abuso
particularizada.

La Comisión Presidencial contra la Discriminación y el


Racismo contra los Pueblos Indígenas en Guatemala –CODISRA–
describe aspectos importantes sobre la realidad de la mujer
indígena en Guatemala manifestando, entre otras cosas, que es
necesaria la atención a la triple vulneración que sufren las mujeres
indígenas ya que se les discrimina por ser mujeres, indígenas y
pobres. Por ello instrumentos internacionales como la Declaración
Universal de Derechos Humanos, la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer, así como los Acuerdos de Paz,
establecen que las mujeres indígenas tienen iguales derechos, los
cuales deben ser reconocidos.

Este marco de protección no ha sido suficiente para estimular


los cambios urgentes que requieren las mujeres y en especial
las mujeres indígenas, ya que la violencia contra la mujer cada
27
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

día se agudiza. La violación del derecho a la vida está llegando


a niveles incontrolables; ha sido calificada de alarmante por la
relatora especial para la mujer de la Organización de los Estados
Americanos –OEA–, la cual ha tenido diferentes matices y rostros
entre los cuales la discriminación, el racismo y la violación son de
los más crueles y despiadados.

B. Aspectos relevantes
El reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres
es el producto de una serie de luchas históricas, las cuales en
el mundo occidental parten de la Declaración de los Derechos
de la Mujer y de la Ciudanía de 1791, hecha pública por la
francesa Olympe de Gouges, quien fuera guillotinada en 1793
por rebelarse contra el poder y sostener que las mujeres tenían
derechos de ciudadanía.

La aplicación de la perspectiva de género ha puesto en evidencia


la violencia que es ejercida en contra de las mujeres como producto
de la cultura patriarcal, lo cual hace merecido que las legislaciones
nacionales incorporen figuras típicas especiales cuya finalidad es
tutelar en mejor forma la integridad física y psicológica de la mujer
y a la vez poner en evidencia las dimensiones de este fenómeno
social.55

Actualmente, luego del esfuerzo realizado por el movimiento


de mujeres en beneficio de sus derechos humanos, se han generado
diversos instrumentos que han ido aclarando esos derechos
específicos que anteriormente se les negaban. Referencia de lo
anterior es la configuración de instrumentos de carácter vinculante
para los Estados, los cuales tienen como finalidad la prevención,
erradicación y sanción de la violencia contra la mujer, como es el
caso de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y

55 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector


Justicia y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, op. cit.,
nota 34, p. 20.

28
Martha Regina Trujillo Chanquin

Erradicar la Violencia contra la Mujer (CEDAW), la Convención


de Palermo y el Estatuto de Roma. A continuación se enlistan los
instrumentos internacionales más relevantes referentes al tema de
violencia contra las mujeres.

Derivados del sistema universal de derechos humanos


(Naciones Unidas) son relevantes los siguientes instrumentos:
a) Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer; b) Protocolo Facultativo
de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra la Mujer; c) Declaración sobre la
Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o
de Conflicto Armado; d) Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer; e) Convención sobre los Derechos del
Niño; f) Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata
de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, que complementa
la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional; y, g) Estatuto de la Corte Penal
Internacional (Estatuto de Roma).

En el sistema regional, en el ámbito interamericano es


relevante la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer –Convención de Belém
do Pará–. Dicha convención, en el plano internacional, constituye
el instrumento de carácter vinculante para los Estados que con
mayor precisión establece mecanismos que deben adoptarse para
prevenir, sancionar y erradicar las diversas formas de violencia
contra la mujer.

En síntesis, en el marco jurídico internacional se puede señalar


un conjunto de instrumentos internacionales específicos en
materia de derechos de la mujer que complementan y desarrollan
los instrumentos generales en materia de derechos humanos, los
cuales a partir del desarrollo social y político deben interpretarse
y aplicarse con perspectiva de género, en tanto contribuyan a
la consolidación de una sociedad en que hombres y mujeres se
desarrollen integralmente.
29
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

En el sistema nacional, el impacto del sistema jurídico


internacional ha generado la regulación de mecanismos específicos
orientados a promover el desarrollo de la mujer y a la generación
de condiciones que permitan la prevención, sanción y erradicación
de la violencia contra la mujer, incluyendo la remoción de normas
jurídicas de carácter discriminatorio, así como la generación de
disposiciones específicas que sancionen hechos de violencia basada
en género.

En el caso particular de Guatemala, en los últimos quince


años se ha emitido una serie de leyes específicas que incorporan
y desarrollan mecanismos para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer tanto en el ámbito privado como
público, entre ellas: a) Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia Intrafamiliar, Decreto número 97-96 del Congreso
de la República; b) Ley contra el Femicidio y otras Formas
de Violencia contra la Mujer, Decreto número 22-2008 del
Congreso de la República; y, c) Ley contra la Violencia Sexual,
Explotación y Trata de Personas, Decreto número 09-2009 del
Congreso de la República.

En ese sentido, dentro de la normativa nacional, constituyen


un primer esfuerzo por visibilizar la violencia contra la mujer en los
ámbitos público y privado; además, son herramientas preventivas,
sancionadoras y de erradicación de las distintas formas de violencia
que sufren las mujeres.

C. Instrumentos internacionales sobre los derechos


de las mujeres
1. Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW)

La Convención para la Eliminación de todas las Formas


de Discriminación contra la Mujer es conocida por sus siglas
en inglés, CEDAW (Convention on the Elimination of all forms
of Discrimination Against Women). Fue proclamada en 1979 por
la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobada en
30
Martha Regina Trujillo Chanquin

Guatemala mediante el Decreto-Ley número 49-82 de fecha 29


de junio del mismo año y ratificada el 8 de julio de 1982. Es
considerada como el primer instrumento jurídico de carácter
internacional en que se hace referencia a los derechos humanos
y la igualdad de derechos de hombres y mujeres. Asimismo,
define en qué consiste la discriminación contra la mujer y
establece una agenda para la acción nacional para poner fin a esa
discriminación.

En 1999, la Convención fue complementada por el Protocolo


Facultativo, el cual en Guatemala fue aprobado mediante el
Decreto número 59-2001 de fecha 22 de noviembre de 2001.
Mediante el Protocolo se abre la posibilidad de que las mujeres
cuyos derechos enunciados en la Convención hayan sido violados
en la jurisdicción de un Estado parte, presenten comunicaciones
que permitan emitir recomendaciones específicas al Estado parte
en cuestión, sobre las medidas que este debe adoptar para evitar
que se sigan violando los derechos de las mujeres.56 Asimismo,
mediante el Protocolo se reconoce la competencia del Comité
para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, como el
órgano que debe vigilar el cumplimiento por los Estados partes en
la Convención, quien recibe y examina las quejas de individuos o
grupos dentro de su jurisdicción.

De igual forma lo establecen las Naciones Unidas, al referir


que:
La Convención constituye la base para lograr la igualdad entre mujeres
y hombres a través de garantizar el acceso igualitario de las mujeres y
la igualdad de oportunidades en la vida política y pública, incluido el
derecho a votar y a presentarse a las elecciones, así como la educación, la
salud y el empleo.57

56 Secretaría Ejecutiva de la Instancia Coordinadora de la Modernización del Sector


Justicia y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, op. cit.,
nota 14, p. 65.
57 Página de Internet de la Organización de las Naciones Unidas, http://www.un.org/
womenwatch/daw/cedaw/

31
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

En el artículo 1 de la Convención se define a la discriminación


contra la mujer, la cual consiste en:
Toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga
por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la
base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y
las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural y civil o en cualquier otra esfera.

Además, reconoce toda una serie de derechos de las mujeres,


pero de la lectura del artículo transcrito se puede evidenciar que
no proporciona una definición expresa de la violencia contra
las mujeres. Fue hasta la emisión de la Recomendación General
número 12 del Comité sobre la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer, donde se señaló la obligación de los Estados
partes de proteger a la mujer contra la violencia e incluyó la
obligación de emitir informes periódicos al Comité sobre: a)
la legislación vigente para proteger a las mujeres de cualquier
tipo de violencia en la vida cotidiana (violencia sexual, malos
tratos en el ámbito familiar, acoso sexual en el lugar de trabajo);
b) qué medidas implementa el Estado parte para erradicar esa
violencia; y, c) datos estadísticos sobre la frecuencia de cualquier
tipo de violencia contra la mujer y sobre las mujeres víctimas de
la violencia.

Posteriormente –y como dato importante a señalar de este


ins­tru­mento internacional– el mismo Comité emitió la Reco­
mendación General número 19, en la cual se incluye y se
reconoce la violencia contra la mujer como violatoria de sus
derechos humanos, ya que ello implica el impedimento a su
desarrollo y participación libre y en igualdad de condiciones.
Además, finalmente se reconoce directamente que la violencia de
género es una forma de discriminación que impide a las mujeres
disfrutar sus derechos y libertades en igualdad de condiciones
que el hombre.
32
Martha Regina Trujillo Chanquin

2. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y


Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém
do Pará)

La Convención, adoptada en la Organización de los Estados


Americanos en 1994, es el documento más representativo de la
lucha contra la violencia en el ámbito regional latinoamericano.
Guatemala lo ratifica el 15 de diciembre de 1994, por el Decreto
número 69-94.

Esta Convención establece que la violencia contra las mujeres


es una de las manifestaciones de desigualdad entre varones y
mujeres, lo cual constituye una violación a los derechos humanos
y libertades fundamentales de estas. Asimismo, establece que los
Estados partes tienen las siguientes obligaciones, con respecto al
tema de violencia contra las mujeres:

a) Incluir en la legislación interna de los Estados partes normas


penales, civiles y administrativas, así como la abolición de las
leyes o reglamentos vigentes que consienten la tolerancia de la
violencia contra la mujer.

b) Establecer los mecanismos judiciales y administrativos


eficaces, para que la mujer que haya sido sometida a violencia
tenga efectivo acceso al resarcimiento, reparación de los daños
u otros medios de compensación justos y eficaces.

c) Capacitar y sensibilizar a los funcionarios encargados de los


temas de mujeres víctimas de violencia.

d) Se faculta a cualquier persona, grupo de personas o entidades


no gubernamentales, para que puedan presentar denuncias
o quejas por violación de derechos ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, por el incumplimiento
de alguno de los deberes que la propia Convención establece a
los Estados partes.
33
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

3. Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer

Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas


en su resolución 640 (VII), del 20 de diciembre de 1952. En
Guatemala fue aprobada por el Decreto del Congreso número
1307, el 26 de agosto de 1959 y ratificada el 18 septiembre de 1959.
Con esta Convención se reconoce que toda persona tiene derecho
a participar en el gobierno de su país en iguales oportunidades
y condiciones, tanto el hombre como la mujer, en el disfrute y
ejercicio de sus derechos políticos.

En virtud de lo anterior, este instrumento internacional


reconoce el derecho que tienen las mujeres para ejercer
su derecho al voto en todas las elecciones en igualdad de
condiciones con los hombres, sin discriminación alguna.58
Asimismo, establece que las mujeres podrán ser elegibles para
todos los organismos públicos en condiciones de igualdad con
los hombres, sin discriminación alguna.59 Finalmente, estipula
que las mujeres tendrán derecho a ocupar cargos públicos y a
ejercer las funciones en igualdad de condiciones con los hombres
y sin discriminación alguna.60 Evidencia y adelanto de ello es que
varios cargos públicos anteriormente ocupados únicamente por
hombres ahora son ostentados por mujeres, ejemplo de ello es
que Roxana Baldetti sea la primera mujer vicepresidente de la
República de Guatemala.

4. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos


Civiles a la Mujer

En Guatemala, fue aprobada por el Decreto legislativo número


805, del 9 de mayo de 1951, y ratificada el 17 de mayo de 1951.
Esta Convención, a pesar de ser corta en su contenido (ya que
únicamente está compuesta por dos artículos), engloba uno de

58 Organización de las Naciones Unidas, Convención sobre los Derechos Políticos de la


Mujer, artículo 1.
59 Ibidem, artículo 2.
60 Ibidem, artículo 3.

34
Martha Regina Trujillo Chanquin

los avances más significativos para las mujeres, ya que tiene como
finalidad equiparar a los hombres y a las mujeres en el goce y
ejercicio de los derechos civiles, dando a las mujeres el derecho de
igualdad con el hombre en el orden civil.

Cabe resaltar lo establecido en la misma Convención, al


manifestar que la mujer americana mucho antes de reclamar
sus derechos, ha sabido cumplir noblemente todas sus
responsabilidades como compañera del hombre y que el principio
de igualdad de derechos humanos de hombres y mujeres está
contenido en la Carta de las Naciones Unidas. Es de hacer
notar que efectivamente se reconoce ese importante papel de la
mujer ante su hogar, reconociendo además la importancia de su
participación fuera del seno familiar.

5. Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos


Políticos a la Mujer

Fue aprobada en Guatemala por el Decreto legislativo


805, de fecha 9 de mayo de 1951, y ratificada el 17 de mayo de
1951. En la misma, se reconoce el derecho que tienen todas
las personas a participar en el gobierno de su país y a tener
las mismas oportunidades de ingreso en el servicio público.
Asimismo, con la intención de igualar la condición del hombre
y de la mujer en el disfrute y ejercicio de los derechos políticos,
se reconoce a las mujeres el derecho a votar en todas las elecciones;
además, se establece que serán elegibles para ocupar cargos
públicos en todos los organismos del Estado, todo lo anterior
en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación
alguna.

6. Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la


Mujer

Fue aprobada en el mes de diciembre de 1993 por la Asamblea


General de las Naciones Unidas. Es el primer instrumento
internacional que define la violencia contra la mujer. En su artículo
1, establece que es:
35
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

[…] todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino


que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos,
la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en
la vida pública como en la vida privada.

Asimismo, en su artículo 4 reconoce que el Estado debe


eliminar la violencia contra las mujeres, ya que esta violencia se
crea en el marco de relaciones de poder desiguales entre el hombre
y la mujer, lo que genera la dominación y la discriminación en
contra de la mujer. De igual forma establece que:

a) Deberá prevenirse e investigar conforme a la legislación


nacional, todo acto de violencia contra la mujer, ya sea cometido
por el Estado o por particulares.

b) El Estado está obligado a instituir en la legislación nacional,


sanciones penales, civiles, laborales y administrativas, para
castigar y reparar los agravios infligidos a las mujeres que sean
objeto de violencia.

c) El Estado también tiene la obligación de permitir a las mujeres


víctimas de violencia el acceso a la justicia.

d) Realizar enfoques de tipo preventivo y todas las medidas de


índole jurídica, política, administrativa y cultural que puedan
fomentar la protección de la mujer contra toda forma de
violencia.

D. Normativa jurídica nacional


La incorporación de los derechos de las mujeres en el
sistema jurídico nacional ha sido paulatina, pero poco a poco se
han logrado grandes avances, y todo ello fundamentado en los
compromisos internacionales asumidos a partir de la ratificación
de los instrumentos de carácter universal y regional en materia
de derechos humanos de las mujeres, como los anteriormente
analizados.
36
Martha Regina Trujillo Chanquin

Más adelante se analizarán estas normas, pero antes es


necesario hacer mención, como primer avance significativo a
nivel nacional respecto al tema de la violencia contra las mujeres,
de lo establecido en el artículo 29 de la Ley de Dignificación y
Promoción Integral de la Mujer, el cual dispone que “Quedan
derogadas todas aquellas disposiciones legales o reglamentarias
que se opongan a la presente ley, que constituyan discriminación
o violencia contra la mujer”.

En virtud del artículo anteriormente transcrito, se efectuaron


modificaciones a normas nacionales que implicaban de alguna
forma algún tipo de violación a los derechos de las mujeres. En
aras de una adecuada normativa interna, la legislación que fuera
discriminatoria o que implicara algún acto de violencia en contra la
mujer quedaría expresamente derogada.

Dentro de las principales leyes y reglamentos que han


desarrollado los derechos de las mujeres se encuentran los
siguientes:

1. Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


Intrafamiliar

Como antecedente de esta ley, se menciona que luego de


que el Estado de Guatemala ratificara en 1994 la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer, el Congreso de la República, en respuesta a lo
establecido en la Convención y en aras de una efectiva tutela de
mujeres víctimas de violencia dentro de la misma familia, emitió
en 1996 la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar, a través del Decreto número 97-96.

Mediante esta ley se define lo que es la violencia intrafamiliar;


además, se distinguen las distintas formas de violencia; entre ellas,
la física, la sexual, la psicológica y la patrimonial. De igual forma,
hace mención de los ámbitos (público y privado) en los que pueden
darse estas acciones. Es importante mencionar que la Ley indica
quiénes pueden ser los sujetos pasivos en estos casos: parientes,
37
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

convivientes o ex convivientes, cónyuge o ex cónyuge, o con quien


se haya procreado hijos o hijas.61

Es de hacer notar que mediante esta ley se contempla la


posibilidad de aplicación de medidas de protección, las cuales están
dirigidas a garantizar la vida, integridad, seguridad y dignidad de las
víctimas de violencia intrafamiliar. Asimismo, tiene como objetivo
brindar protección especial a mujeres, niños, niñas, jóvenes,
ancianos y ancianas y personas con discapacidad, tomando en
consideración las situaciones específicas de cada caso.62

Como indiqué anteriormente, la importancia de esta ley es la


protección que se brinda a las personas (no especifica hombres o
mujeres, por lo que se interpreta en forma general) que sufren de
violencia en sus hogares. Pero según el espíritu de la Convención
Interamericana, bajo la cual se elaboró dicha Ley, lo que se pretendía
era proteger en forma especial a las mujeres de la violencia ejercida
en su contra en todos los ámbitos y no solo en el hogar.

Respecto a la naturaleza jurídica de la presente ley, cabe


mencionar que no es una ley penal sino de protección a las víctimas,
ya que en el último párrafo del artículo 2 es clara en indicar que
las medidas de protección se aplicarán independientemente de
las sanciones específicas establecidas por el Código Penal y el
Código Procesal Penal, en el caso de hechos constitutivos de
delito o falta.

Esta ley es considerada como un recurso legal valioso, ya que


establece que la denuncia de estos casos puede ser realizada por
cualquier persona, sin importar su edad o parentesco con la víctima
o víctimas. Asimismo, hace mención de las medidas de seguridad
que pueden ser dictadas en casos de violencia intrafamiliar. Otro
aspecto importante es que la misma ley faculta a la Policía Nacional
Civil a responder de forma inmediata al llamado de emergencia y

61 Congreso de la República de Guatemala, Decreto núm. 97-96, Ley para Prevenir,


Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, artículo 1.
62 Ibidem, artículo 2.

38
Martha Regina Trujillo Chanquin

prestar la protección a las personas víctimas de violencia, incluso


cuando se encuentre dentro de su domicilio.

Esto último es de suma ayuda para quienes son víctimas de


violencia intrafamiliar, toda vez que la policía puede acudir a la
vivienda e incluso ingresar a la misma si existen hechos que
evidencien que una persona está siendo agredida.

2. Reglamento de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar


la Violencia Intrafamiliar

A través del Acuerdo Gubernativo número 831-2000, en


el mes de noviembre de 2000 el Organismo Ejecutivo emitió
el Reglamento de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Intrafamiliar, el cual ha sufrido modificaciones dos veces:
a) el 28 de diciembre 2000, por medio del Acuerdo Gubernativo
número 868-2000; y, b) el 16 de julio de 2003, por el Acuerdo
Gubernativo número 417-2003.

A través de este reglamento se crea la Coordinadora Nacional


para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y en contra de
la Mujer –CONAPREVI– como ente coordinador, asesor e
impulsor de políticas públicas relativas a reducir la violencia
intrafamiliar y en contra de las mujeres. Asimismo, se establece el
derecho de oposición a las medidas de seguridad dictadas; además,
se dispone la obligación de certificar al Ministerio Público si de
la denuncia recibida se desprende algún hecho calificado como
delito o falta.

3. Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer

Esta ley fue aprobada por el Congreso de la República en marzo


de 1999, por medio del Decreto número 07-99. Esta ley surge como
consecuencia de la suscripción y ratificación de la Convención
para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra la Mujer, ya que se hace necesaria
la promoción de la participación efectiva de las mujeres en el
desarrollo nacional.
39
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

Un aspecto importante de la presente ley es que se reconocen


las características pluriculturales y multilingües de los y las
habitantes de Guatemala.

Dentro de sus objetivos se pueden mencionar: a) promover


el desarrollo integral de la mujer y su participación en todos los
niveles de la vida económica, política y social de Guatemala;
y, b) promover el desarrollo de los derechos fundamentales
que con relación a la dignificación y promoción de la mujer
se encuentran establecidos en la Constitución Política e
instrumentos internacionales a favor de la protección de las
mujeres.

Como un aspecto importante que constituye un avance en


la consolidación de una plataforma legal para el efectivo goce y
protección de los derechos de las mujeres, la presente ley define la
discriminación contra la mujer de la siguiente manera:
Es toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, etnia,
edad y religión, entre otros, que tenga por objeto o dé como resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus
derechos sociales e individuales consignados en la Constitución
Política de la República y otras leyes, independientemente de su
estado civil, sobre la base de igualdad del hombre y la mujer, de
los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas
política, laboral, económica, ecológica, social, cultural y civil o en
cualquier otra.63

Otro avance igualmente significativo es que la normativa


a nivel nacional ya cuenta con una definición de la violencia
contra la mujer, estableciendo que “Es todo acto, acción u
omisión que por su condición de género, la lesione física, moral
o psicológicamente”.64

Finalmente, es de hacer mención que mediante la presente ley


se trata de promover a las mujeres en un ambiente familiar estable,

63 Congreso de la República de Guatemala, Decreto núm. 07-99, Ley de Dignificación y


Promoción Integral de la Mujer, artículo 3.
64 Ibidem, artículo 4.

40
Martha Regina Trujillo Chanquin

la equidad en la educación, el trabajo en condiciones de


igualdad y la participación en servicios de salud, propiciando
que se erradique la discriminación y la violencia en contra de
las mujeres en estos ámbitos, en los que anteriormente eran
marginadas.

4. Ley de Desarrollo Social

Esta ley fue aprobada por el Congreso de la República bajo el


Decreto número 42-2001. Es interesante cómo en el transcurso de
la elaboración de la presente investigación, se han encontrado leyes
que de cierta forma tienen relación con el tema de los derechos
humanos de las mujeres, en especial con el tema de la violencia
contra ellas.

Muestra de lo anterior es la presente ley, cuyo objetivo es crear


un marco jurídico que permita implementar procedimientos
legales y de políticas públicas para llevar a cabo la promoción,
planificación, coordinación, ejecución, seguimiento y evaluación
de las acciones gubernativas y del Estado, encaminadas al
desarrollo de la persona humana en los aspectos social, familiar,
humano y su entorno, con énfasis en los grupos de especial
atención.

Es de hacer notar que en la referida ley, se establece la


necesidad de que la Política de Desarrollo Social y Población
incluya medidas y acciones destinadas a atender las necesidades y
demandas de las mujeres en todo su ciclo de vida, y para lograr su
desarrollo integral promoverá condiciones de equidad respecto al
hombre, así como para erradicar y sancionar todo tipo de violencia,
abuso y discriminación individual y colectiva contra las mujeres,
observando los convenios y tratados internacionales ratificados por
Guatemala.65

65 Congreso de la República de Guatemala, Decreto núm. 42-2001, Ley de


Desarrollo Social, artículo 16, numeral 3.

41
Violencia contra la mujer: marco teórico y jurídico

5. Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia


contra la Mujer

Aprobada por el Congreso de la República mediante el


Decreto número 22-2008, esta ley es la respuesta a las súplicas de
muchos sectores de mujeres, quienes clamaban una protección
específica a la vulnerabilidad que se estaba viviendo. El objeto de
la ley que se analiza es garantizar los derechos tales como la vida,
la libertad, la integridad, la dignidad, la protección y la igualdad
de todas las mujeres ante la ley, en las relaciones de poder o
confianza, cuando el agresor cometa prácticas discriminatorias,
de violencia física, psicológica, económica o de menosprecio de
sus derechos.

La finalidad de la presente ley es promover e implementar


disposiciones orientadas a la erradicación de la violencia en todas
sus manifestaciones, garantizándoles una vida libre de violencia.
Todo lo anterior se ve robustecido con la obligación del Estado de
fortalecer las instituciones involucradas en la prevención, atención,
sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, para que
realicen el abordaje a las mujeres violentadas mediante la prestación
de servicios de calidad y calidez humana.

Asimismo, es importante mencionar que la presente ley es


de carácter sexo-específica y de medida temporal, lo cual quiere
decir que con el tiempo y conforme los índices de criminalidad de
violencia contra las mujeres disminuyan, su tendencia será la de
desaparecer.

Es de hacer notar que en la ley encontramos una serie de


definiciones de las cuales cabe resaltar las referentes al ámbito
público y privado; esto es relevante debido a que anteriormente no
se tenía una idea clara de lo que abarcaba cada ámbito.

En este mismo orden de ideas, se contemplan las definiciones


de las distintas clases de violencias: a) violencia contra la mujer; b)
violencia económica; c) violencia física; d) violencia psicológica o
emocional; y, e) violencia sexual.
42
Martha Regina Trujillo Chanquin

Otro aspecto importante a resaltar en la presente ley es que los


delitos contemplados son de carácter público, lo cual quiere decir
que aun cuando la víctima desista de ellos, es obligación del ente
investigador (Ministerio Público) continuar con las averiguaciones
del caso. Asimismo, se regulan nuevas figuras delictivas, entre ellas:
a) el femicidio; b) la violencia contra la mujer; y, c) la violencia
económica.

6. Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas

Esta ley fue aprobada por el Congreso de la República de


Guatemala a través del Decreto número 9-2009. Tiene como
fin mejorar la protección de las personas ante las conductas que
atentan contra su libertad sexual, indemnidad sexual, libertad
individual y aquellas que tengan relación con las mismas, mediante
la actualización de los tipos penales a los requerimientos de los
convenios internacionales ratificados por el Estado de Guatemala.

Además, dicha ley contiene disposiciones de carácter


administrativo y de atención a las víctimas de estos delitos; entre
ellas, contempla la creación de la Secretaría contra la Violencia
Sexual, Explotación y Trata de Personas –SVET–, la cual ya
funciona en el país, y que tiene entre sus atribuciones el desarrollo
de políticas preventivas que busquen estrategias para confrontar de
una mejor manera la violencia, trata y explotación sexual.66

Es importante mencionar que la ley también hace énfasis en


los derechos de la víctima; además de proporcionar definiciones,
desarrolla sobre estos derechos, entre los que se encuentra: a)
derecho a una asesoría legal y técnica; y, b) derecho al desarrollo de
recuperación integral.

66 Entre las mismas se encuentran: “[…] la atención y protección de sus víctimas


y resarcir los daños y perjuicios ocasionados, creando para ello la Secretaría contra
la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas adscrita administrativamente
a la Vicepresidencia de la República, estableciendo sus atribuciones, lo referente
a comisiones y fijando un plazo de 60 días siguientes a la vigencia de la ley para la
elaboración de su reglamento. Instituye al Ministerio de Finanzas Públicas para crear
una partida presupuestaria para el Ejercicio Fiscal 2009 no menor de Q.5,000,000.00
para el inicio de operaciones de dicha Secretaría dentro de la cual se incluirá un fondo
de resarcimiento a la víctima de los delitos establecidos en la presente ley […]”.

43
III. BIBLIOGRAFÍA

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Esta publicación fue impresa en los talleres
gráficos de Serviprensa, S.A. en el mes de
noviembre de 2013. La edición consta de
800 ejemplares en papel bond beige 80
gramos.

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