Ensayo Gestión de La Calidad en Escuelas Efectivas

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XXXXX XXXX XXXXX XXXX

(XXXX)

Profesor: XXXX XXXX XXXX

Alumnos: XXXX XXXX XXXXx

Matrícula: XXXX

Asignatura: Gestión de la calidad en escuelas efectivas

Semestre: XXXX XXXX XXXX

Tema: Contexto Socio - Histórico

Fecha: XX/XX/XX
Gestión de la calidad en escuelas efectivas

Introducción

La intención de este ensayo es que el lector tenga una clara visión sobre calidad de la
educación de las escuelas como a través del tiempo se a convertido en un desafío para
la gestión, de qué forma a evolucionando y cuales han sido las implicaciones en su
búsqueda.

También se mencionara el punto de vista de diferentes autores como han percibido la


calidad de educación a través de los años ya que sea convertido un tema de debate en la
actualidad.

Desarrollo.

Hoy en día, un aspecto del más elevado interés en el ámbito de la educación es el


relacionado con la calidad y la gestión, pues se asocian con la acreditación y
competitividad de los programas académicos. Desde esta premisa, diversos organismos
educativos en el mundo partiendo de diferentes modelos de calidad surgidos a nivel
internacional en su inicio para las empresas (ISO 9000) “Malcom Baldrige, Intragob” han
retomado, adaptado o modificado éstos a fin de integrar propuestas específicas en su
ámbito de acción. En México, la mayoría de los esfuerzos sobre el análisis y operación
de los modelos de gestión de la calidad se enfocaron, en un principio, a la educación
básica. No obstante, los organismos que inciden en las decisiones sobre los caminos de
la educación superior han puesto en práctica sus propios esquemas.

Por esta razón algunos autores han definido que calidad educativa es el cumplimiento de
la misión institucional, objetivos y metas, se deben considerar aspectos cualitativos y
cuantitativos relacionados con el respectivo proyecto educativo e impacto en la sociedad,
entre otros. Si se evalúa la calidad como un proceso de transformación, se deben incluir
la capacidad de “transformar a los estudiantes” y su medición, por ejemplo, podría estar
ligada a la evaluación del conocimiento, habilidades y competencias adquiridas.

Hoy en día uno de los principales desafíos que presentan los sistemas de educación se
relaciona con su calidad y las variables que afectan el proceso educacional. Actualmente
existe un amplio debate sobre el aseguramiento/medición de la calidad de la educación
tanto a nivel macro (nacional, estatal) como a nivel micro (establecimientos
educacionales e instituciones de educación superior).

La gestión de organizaciones y instituciones da sostén a gran parte de las prácticas


colectivas que se promueven en los diversos escenarios educativos; sean estos formal,
no formales, públicos o privados, de nivel inicial, medio o superior. Esta área del
conocimiento representa e integra prácticas, saberes, y competencias que condicionan e
impactan en las dinámicas educativas y en las mejoras de la calidad y equidad.

De esta forma, comienza a abordarse el tema de la calidad, en donde los líderes de


opinión en educación empiezan a identificar, en primer lugar, limitaciones en la formación
de docentes como una de las causas de la falta de calidad educativa, al considerarlos
como los responsables más directos de estos resultados. En segundo lugar, se puso la
mirada en factores como el propio rendimiento de los alumnos, la calidad de los
contenidos y materiales, y las condiciones socioeconómicas de la población, entre otros.

Puesta en este escenario, la calidad de la educación ha devenido como un fin en sí


mismo. En virtud de las dinámicas que genera ha terminado por objetivar como
realidades ineludibles modelos educativos, como el de las competencias, que son motivo
de profundos debates y en los que se expresa la crisis de la institucionalidad educativa
moderna sometida a crecientes cuestionamientos y presiones por parte de los más
diversos sectores de la sociedad.

Todo ello deja en evidencia la estrecha articulación de la escuela con el proyecto político
de la modernidad y su inevitable codeterminación por parte de las dimensiones
económicas y los desplazamientos ideológicos que se manifiestan en el seno de las
sociedades modernas. Como destaca Marques Cardoso

Por este motivo la institucionalidad educativa se ha visto, así, sometida a una serie de
transformaciones concebidas y agenciadas, las más de las veces desde fuera de ella,
que ha conducido a replantear los alcances de su autonomía, a repensar sus modelos
organizativos, a redefinir sus funciones sociales y a incrementar los dispositivos de
control y regulación que sobre la escuela ejercen los gobiernos, la política hegemónica,
el sistema productivo y los más variados intereses nacionales y transnacionales.
Esta tarea, en parte pertinente, ha conducido, sin embargo, a un proceso de
despedagogización del contexto escolar y a una creciente instrumentalización de las
funciones de la escuela que ponen en entredicho sus prácticas históricas y agregan, a
las crisis que le son inherentes, una crisis de identidad. La escuela se ve, de repente,
enfrentada a la paradoja de que ella, responsable de contribuir a la construcción de
sentidos y a la socialización integral de los futuros ciudadanos, ve diluir sus propios
sentidos en esferas externas que determinan sus fines y condicionan cada una de sus
funciones (Martínez, 2004). De esta manera, aspectos como la gestión institucional, la
evaluación de los aprendizajes, la evaluación del personal docente, la organización
curricular y los objetivos de la educación son definidos y monitoreados por sistemas
complejos que escapan a la posibilidad de incidencia por parte de los más directos
actores escolares.

Con esto podemos existe un movimiento hacia la calidad educativa que tiene
implicaciones de cambio cultural profundo en la organización, que requiere en quienes
nos comprometemos con un proceso de esta naturaleza la vivencia congruente y
constante de valores y actitudes renovados. Hemos analizado también cómo un
movimiento hacia la calidad requiere un esfuerzo sostenido de todas las personas
involucradas. Comentamos con bastante detalle cómo un movimiento hacia la calidad
exige un trabajo en equipo. Dedicamos un capítulo a analizar el nuevo rol del director,
como gestor de un movimiento hacia la calidad. Tratamos con detalle cómo todo esto
reditúa en un desarrollo integral de las personas que participamos como actores del
proceso.
Vamos a hacer referencia aquí de nuevo a algunas de estas implicaciones, haciendo
énfasis en aquéllas que han sido, hasta ahora, menos tratadas:

 La calidad implica crítica y autocrítica.

Hemos visto cómo la complacencia es el peor enemigo de la calidad. Hemos analizado


por qué el punto de partida de todo proceso de mejoramiento de la calidad es la
insatisfacción con el estado de cosas. Señalamos que uno de los aspectos claves de la
filosofía de la calidad está en el convencimiento de que las personas tenemos un impulso
hacia el mejoramiento continuo.
 La calidad implica valorar la diversidad

No se trata de que todos pensemos igual, ni de que todos veamos las cosas de la misma
manera. Por el contrario, la pluralidad de puntos de vista es lo que enriquece la
posibilidad de encontrar soluciones.

 La calidad implica consensos

Si aceptamos y respetamos las diferencias, tendremos la posibilidad de llegar a


consensos mucho más profundos. Llegar al consenso entre personas que piensan igual
no es nada difícil.

 La calidad implica relevancia

Nos hemos referido en múltiples ocasiones al postulado fundamental de la filosofía de la


calidad: lo más importante son los beneficiarios y todo lo que hacemos tiene como punto
de referencia la satisfacción de sus necesidades.

 La calidad implica justicia

Hemos insistido en varias ocasiones sobre el hecho de que la filosofía de la calidad le da


mucha más importancia a disminuir las variaciones que a obtener mejores promedios
entre otras implicaciones que existen.

Con esto podemos ver que en la educación, la verdadera medida de la calidad se


encuentra en la extensión del movimiento mejora a otras escuelas de la región, a otras
regiones, al sistema educativo como un todo.

Si esto lo logramos, estaremos propiciando una transformación del sistema educativo


que, en lugar de hacerse de arriba hacia abajo, desde la planificación educativa
tradicional, lo estaremos impulsando de la base hacia la cúspide de la educación.

Conclusión

Des pues de dar lectura a diferentes fuentes de información he percibido que la


educación enfrenta un escenario de profundas transformaciones, con demandas de
calidad y eficiencia a partir del cambio en la sociedad, caracterizado por un
desplazamiento desde una gestión escolar que se centraba en dar respuesta a los macro
niveles del sistema escolar a una, donde el foco es la escuela como un microsistema
abierto, donde se aplican las políticas públicas y se reciben las presiones que el conjunto
de organismos del sector y su entorno, ejercen sobre ella.

Bibliografías.

 Álvarez, Tostado, Carlos; Platiquemos de la calida de la educación; Edic.


Universidad Autónoma de Sinaloa, Mex., 1985
 Bordon; Revista de Orientación Pedagógica; Tema: La calidad de los centros
educativos, asunto para un congreso; Edic. Soc. Esp. De Pedagogía, Madrid,
1988.
 Edward, Verónica; El Concepto de Calidad de la Educación; OREALC, Santiago
de Chile, 1991.
 Reynolds, D. Et al.; Las Escuelas Eficaces; Claves para mejorar la enseñanza:
Edic. Aula XXI, Santillana, Madrid, 1997.
 Hopkins, D. (2008). Cada escuela una gran escuela. Cómo realizar el potencial del
liderazgo sistémico. Clases Magistrales-Fundación Chile (pp. 1-13). Santiago:
Fundación Chile.
 Lastra, E. F. (2001). La efectividad escolar: un estudio de las escuelas primarias
públicas en una ciudad mexicana. [Tesis doctoral]. Stanford, CA: Stanford
University.
 Mora Vargas, A. I. (2004). La evaluación educativa: concepto, períodos y modelos.
Actualidades Investigativas en Educación

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