Qué Es Una Página Web

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¿Qué es una página web?

Una página web es una página sin estructura en la que puedes insertar texto, imágenes, tablas,
e incrustar hojas de datos, presentaciones, vídeos y otros materiales. La página web tiene unos
controles de formato estándar como negrita, cursiva, subrayado, selección de fuentes, color del
texto y resaltar texto. Puedes crear listas con viñetas, listas numeradas y establecer con
facilidad enlaces a otras páginas del sitio. Puedes adjuntar documentos desde tu disco duro a
la parte inferior de la página y permitir que otros colaboradores del sitio hagan comentarios
sobre tus páginas.
Caracteristicas

1. Fuente de información compatible con la WWW y que puede ser accedida a través de un
navegador de internet, tal como Internet Explorer o Mozilla.

Por lo general las páginas web se presentan en formato que les da forma llamado HTML. Son
documentos que soportan hipertexto.

Las páginas web suelen estar disponibles en servidores web en internet. Generalmente
múltiples páginas web en un mismo dominio constituyen un sitio web. Por lo general un sitio
web tiene una página principal (el índice que puede ser index.htm, index.php, index.asp) desde
donde se enlazan otras páginas web del sitio formando una red.

En un sitio pueden existir páginas web de acceso público y de acceso privado.

El navegador web se encarga de solicitar una página web específica a un servidor dependiendo
de la dirección (URL). Esta petición se realiza siguiendo el protocolo HTTP.

Una página web puede estar constituida de texto estático al que se le da formato con etiquetas
HTML. O también puede armarse dinámicamente cada vez que se visita dependiendo de
múltiples factores (como paso de parámetros, cookies, origen del visitante, PHP, ASP, etc),
pero, por lo general, el servidor siempre responderá en un formato HTML. Estas últimas son
llamadas páginas web dinámicas.

Como se dijo anteriormente, las páginas web pueden ser visualizadas a través de un
navegador web como Internet Explorer, Netscape, Firefox, Opera, etc.

Las páginas web pueden estar formadas por distintos elementos como:
Texto e hipervínculos, imágenes (generalmete formatos GIF, JPG y PNG), audio (MIDI, MP3 y
WAV), Flash, Shockwave, gráficos vectoriales (SVG), etc.

También pueden poseer elementos no son visibles por el usuario amplían las posibilidades del
HTML:
Scripts (generalmente JavaScript), metatags, Hojas de Estilo (CSS), etc.

Antiguamente diferentes navegadores a veces interpretaban de formas distintas una misma


página web; incluso los webmasters debían adaptar los códigos para uno u otro navegador
web. Actualmente este problema casi no existe porque tanto diseñadores web como
desarrolladores de navegadores comenzaron a respetar los estándares para la creación de
páginas web. Estas reglas son creadas por el Consorcio World Wide Web (W3C) para HTML,
CSS, XML. etc.

Las páginas web pueden hacerse desde cualquier editor de texto, aunque siempre más sencillo
usar los editores WYSIWYG, que son totalmente gráficos como Dreamweaver o Frontpage, etc.
(Ver Editores Web).

Con respecto a los buscadores de internet, una página web puede estar o no indexada. Esto
determina si aparece o no en los resultados de búsqueda que hacen los usuarios en ese
buscador. Cabe destacar que un sitio web puede estar indexado, pero no así todas las páginas
web que pertenecen al mismo.
PLATAFORMA WEB

Cuando desarrollamos un programa, lo desarrollamos para que funcione en una plataforma


específica. Esto se refiere a que el programa va a funcionar en un determinado sistema
operativo.

Normalmente, hay versiones para Windows, MacOs, Linux, etc. Pero cuando nos referimos a
una plataforma web, estamos diciendo que nuestro sistema funcionará desde un navegador
web, independientemente del sistema operativo (SO) que se esté utilizando.

Esto tiene la ventaja de que no es necesario crear el mismo software para cada tipo de SO.
Pero tiene desventajas en el sentido de que no puede ser tan potente como un sistema que
funciona usando los recursos del SO.

Un ejemplo de lo anterior, son los clientes de correo. Programas como Outlook, Eudora,
Firebird, etc. son clientes de correo que funcionan de manera local, o sea, necesitan del SO
para funcionar. Esto los convierte en alineaciones potentes con muchas opciones y
capacidades. Por el otro lado, tenemos los Web Mail como Gmail, Hotmail, etc. los cuales son
aplicaciones que funcionan en una plataforma web y que no dependen del SO de la
computadora para funcionar. Esto los vuelve más versátiles y universales, a costa de una
disminución en las características que pueden ofrecer al usuario, a comparación de los
sistemas locales.

Por ejemplo, plataforma web podría estar haciendo referencia a un sistema que permita crear y
administrar un sitio web. Es el caso de Blogspot, MySpace o cualquier otra plataforma web que
permite crear un blog, empleando un sistema web donde se pueda subir artículos, crear
categorías, administrar los usuarios que se suscriban al blog, etc.

Pero, en otro contexto, plataforma web podría hacer referencia al conjunto de programas y
sistemas que hacen que un sitio web esté en funcionamiento: el servidor web, la base de datos,
el intérprete de programación, etc.

Porque no es buena idea utilizar


plataformas de terceros para
tener tu pagina web
Al principio de los tiempos, antes que CMSs como
WordPress o Joomla se hiciesen tan
megapopulares, las páginas web eran estáticas.
Esto es una página web cuyo contenido nunca
cambia, día tras día permanece siendo el mismo.
Cualquier pequeño cambio de texto tenía que
realizarlo una persona con conocimiento porque
sino una posible consecuencia solía ser que te
cargabas la página y lo que antes estaba ahí,
pasaba a estar en otro sitio o bien no estar.
En esta época, encargabas una pagina web y
cuando te entregaban los ficheros de tu página,
sólo tenías que encargarte de subirlos al hosting
para que se viesen y se acabó.
No volvías a preocuparte hasta pasado unos
meses, cuando empezaban a aparecer en otras
páginas elementos llamativos que querías
incorporar en la tuya.
Estoy hablando de cosas que hoy en día son
tontería hacer pero en su momento eran
verdaderas innovaciones: botones, formularios, un
carrousel de imágenes, vídeos…
Por aquel entonces, los precios también eran más
elevados, hablo de una época en la que todavía no
existían las tarifas planas .
Encargar una página sencillita con apariencia de
tienda pero sin preparación para tramitar pedidos,
esto es una página principal con un menú lateral
izquierdo y en el lado derecho, distintas imágenes
de los productos ofertados con un número de
referencia para poder preguntar por él al llamar a
la tienda, podía salirte por 1500E o 1800E
fácilmente.
Afortunadamente hoy en día por esa cantidad
obtienes bastante más.
Entraron en el mercado diferentes proveedores
relacionados con Internet que mejoraron productos
y precios, empezamos a formarnos digitalmente e
Internet entra con más fuerza en hogares y
empresas, con lo que finalmente se populariza  su
uso.
Estoy resumiendo en 3 líneas unos cuantos años de
evolución tecnológica, pero es ahí precisamente
cuando empiezan a surgir otras alternativas que
hoy en día pisan tan fuerte  que ignorarlas es un
gran error.
Me estoy refiriendo a los CMSs, los grandes reyes
de los contenidos online.
¿Qué es un CMS?
Un CMS es un gestor dinámico de contenidos,
esto es un software que una vez instalado en tu
hosting te permite gestionar, con la frecuencia que
tu quieras, el contenido de tu pagina web con
editores de texto y herramientas relativamente
sencillas.
Y digo sencillas porque la alternativa a no usar un
CMS es saber programar, cosa que es algo más
difícil, o estar dispuesto a pagar a alguien que
sepa, claro. Grandes ejemplos de CMSs son
WordPress, Joomla o Drupal.
Así que cuando quieres crear un contenido nuevo,
accedes a este software en tu hosting y entre
bambalinas, creas un nuevo artículo, página o lo
que sea y lo publicas. Sólo a partir de esta
publicación será visible para todas las visitas que
tengas en tu web.
¿Qué preparación necesito para poder hacer esto?
Pues basicamente un poco de formación para que
aprendas a manejar la plataforma y haber utilizado
alguna vez un editor de textos tipo OpenOffice,
Microsoft Word, etc. Vamos, nada que no puedas
manejar en unos pocos días.
¿Cuánto cuesta?
El software en sí cero. Por lo que pagas es por
diferenciarte de los demás mediante la estética o
por obtener funciones adicionales que no están
incluídas de serie.
¿Qué pintan las plataformas de
terceros para tener una pagina web?
Digamos que en esta evolución de unos pocos
años, ante el incipiente auge de páginas web
estáticas, aparecieron diversos proveedores
ofreciendo páginas web vistosas, estáticas
también, de presupuesto más reducido.
Estos proveedores ofrecían catálogos de plantillas
para webs de distintos tipos y podías comprar la
que más te gustase, indicando ciertos parámetros
de diferenciación: nombre de la empresa, logo,
secciones del menú, contenido, etc.
En unos días el proveedor terminaba de construir la
web con todos los elementos que le hubieses
facilitado y voilá, ya podías presumir de nueva
página.
El problema de esto estaba en que antes o después
de tí podía llegar otra persona que seleccionase la
misma plantilla que tú para su web…  que en la
práctica podría ser  como llegar dos personas con
el mismo traje a un evento.
En la práctica le quitamos hierro al asunto, pero
¿te imaginas ser tú una de esas dos personas? Ufff.
Pero los CMSs empezaron a hacerse hueco en el
mercado y aparecieron también grandes
proveedores de éstos,
como Blogger y WordPress.com.
La ventaja que tenías al usarlos es que te
registrabas en su página y listo: automaticamente
creaban tu propio espacio, con el software ya
instalado y preparado para empezar a trabajar
directamente la estética y tu contenido.
Un ready-steady-go en toda regla: nada de tener
que contratar un hosting o tener que preocuparte
de los dolores de cabeza que podía llegar a
provocar una instalación de WordPress para un
usuario sin bagaje técnico.
Aún así, todo no podía ser maravilloso y a cambio,
tenías ciertas limitaciones a la hora de añadir
funcionalidades adicionales, poner estéticas
determinadas o incluso monetizar tu página web.
Por cierto, hablo en pasado pero a día de hoy, esto
sigue siendo así.
Servicios de terceros vs CMS propio
Si estás pensando en tener tu propia página web,
sobretodo si es las primera vez que te vas a meter
en este tinglado y quieres ser serio y profesional
con el tema, tendrás un cacao importante.
Siempre que uno se mete en un tema nuevo,
existen unos conceptos básicos que hay que
comprender y hasta que esto sucede, todo fluye sin
orden en la cabeza.
Y ante esta situación, ante este dolor de
cabeza, tienes dos opciones: o te tomas una
aspirina que remita el dolor un par de horas y
luego ya se verá, o aprendes qué es lo que te lo
provoca y dejas de hacerlo, para quitarlo de raíz.
Por si no ha quedado claro ya, en este ejemplo la
aspirina es cualquier servicio de terceros.
Porque… ¿cual es el problema? Pues así a grosso
modo diría 3 para empezar:
 Precio: de gratis nada… Cuando te das de alta
es cierto que te ofrecerán unas características
básicas con las que puedas empezar a trabajar.
Pero son eso, básicas e inamovibles. Si quieres
más tienes que pagar. Aquí es donde se encuentra
el money en estos servicios.
 Escalabilidad: empezar es fácil, muy fácil de
hecho, demasiado. Tanto que es el anzuelo con el
que estos servicios suelen pescar a sus usuarios.
Pero cuando uno empieza a tomarse en serio su
página y empiezas a querer más… te encuentras
con que no puedes instalar ese plugin que
convierte tu página web en una tienda online por
ejemplo. Porque son plataformas cerradas en las
que sólo se permiten cierto tipo de cambios o
integraciones. Cualquier cosa que se salga de lo
que esté establecido no se puede hacer.
 Migración: cuando has decidido que un
servicio de terceros no es suficiente y quieres más,
llega la fase más temida: la migración de tu web de
un servicio de terceros a un hosting propio. Y uff…
dependiendo de cómo de trabajada esté tu página,
la migración puede ser un dolor. Actualmente
existen diversas herramientas que te facilitan esta
labor, pero aún así, una migración da miedito. Y
eso es así porque nunca sabes lo que puedes
perder por el camino: no veas si fastidia perder
algo de lo que tanto esfuerzo te habrá costado
conseguir… ya me lo dirás.
Podría seguir pero no me quiero eternizar y ya llevo
un rato de rollo importante.
Si has llegado hasta aquí, quiero que entiendas
que todo esto es para explicarte que nadie regala
duros a pesetas y no puedes decidirte por la opción
más fácil, sólo porque pienses que es la menos
dolorosa o la opción más económica. Tienes que ir
más allá y decidir cómo de en serio vas con tu
negocio.
Porque utilizando un servicio de terceros vas a
pasar por los tres puntos que mencionaba
anteriormente sí o sí, cuando la cuestión es que
antes o después, decidirás abandonarlos y muy
posiblemente tendrás que enfrentarte a una
migración.
Es como hacer una obra en casa… lo retrasas todo
lo que puedes porque sabes la que se organiza,
pero al final siempre llega el momento en el que no
te queda más remedio que hacerla.

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