Filosofia Paises y Ricos y Pobres
Filosofia Paises y Ricos y Pobres
Filosofia Paises y Ricos y Pobres
País desarrollado
Los países desarrollados tienen una alta renta per cápita, es decir, unos
elevados ingresos medios por persona por encima de los 10.000 dólares
anuales; una industria potente y tecnológicamente avanzada; un alto nivel
de vida, que se refleja en el desarrollo de las infraestructuras y en la
cantidad y calidad de servicios sanitarios, educativos, culturales, etc.;
además, una buena parte de la población mantiene un elevado nivel de
consumo.
País subdesarrollado
Los países subdesarrollados tienen una baja renta por habitante, que
normalmente no alcanza los 2.000 dólares anuales; un desarrollo industrial
escaso o incipiente, pero que, con frecuencia, depende de la inversión
exterior y está basado en la mano de obra barata y en el alto consumo
energético; recursos naturales destinados fundamentalmente a la
exportación; una fuerte dependencia del exterior en tecnología, comercio y
créditos; un reducido nivel de vida, con servicios de baja calidad e
inaccesibles a una gran parte de la población; deficientes infraestructuras;
un elevado índice de analfabetismo; un crecimiento demográfico muy
elevado; y un bajo nivel de consumo. Además, la inestabilidad política, la
corrupción y la desigualdad social son corrientes en estos Estados.
Al valorar las desigualdades existentes entre los países, hay que tener en
cuenta muchos factores y no solamente los indicadores económicos. Hay
condicionantes históricos, aquellos que se refieren a la evolución política, los
que dependen de las características físicas y los recursos naturales, etc.
Ninguno de ellos actúa por separado como una causa única, sino que se
conjugan e interactúan entre sí. Los principales factores que condicionan el
subdesarrollo son los siguientes:
La colonización histórica
La colonización de territorios por parte de las potencias más poderosas es un
fenómeno que se ha venido repitiendo a lo largo de la historia. Sin embargo,
este proceso alcanzó su máximo desarrollo a partir de la conquista de
América en el siglo XVI, y culminó en el siglo XIX coincidiendo con la
revolución industrial. Se consolidó así el dominio político y económico de las
potencias europeas sobre la mayoría del mundo: América, Asia, África y
Oceanía. Las metrópolis importaban de sus colonias las materias primas que
necesitaban para alimentar sus industrias, a la vez que exportaban los
productos fabricados. Se creó así un sistema económico desigual. Cuando las
colonias alcanzaron su independencia, muchas de ellas siguieron
manteniendo la dependencia económica, financiera, industrial y tecnológica
de sus antiguas metrópolis y de otros países ricos.
La deuda externa
Algunos países recibieron ayudas para mejorar sus estructuras productivas
en forma de préstamos por parte de instituciones financieras internacionales
y de los países más ricos. Los intereses de esos préstamos han resultado
muy elevados, por lo que hay Estados que han contraído una deuda altísima
a lo largo de los años. Como tienen que destinar una parte muy importante
de sus recursos económicos a la devolución de la misma, se encuentran con
un fuerte obstáculo a sus posibilidades de desarrollo. En caso de incumplir
sus obligaciones de pago serían excluidos de futuros préstamos.
En 1996, el Banco Mundial y el FMI pusieron en marcha una iniciativa
llamada Países Pobres Muy Endeudados (PPME) con el fin de liberar de una
parte de esta carga a los países más pobres y con una deuda mayor.
La dependencia tecnológica
La falta de tecnología propia y de capacidad para asimilar la de los países
desarrollados coloca a los más pobres en una posición muy desfavorable en
el mercado mundial, ya que no pueden producir de forma competitiva.
Además, los avances tecnológicos han dejado obsoleta una parte importante
de la producción de estos países, lo que ha supuesto una reducción de sus
exportaciones y, por tanto, de sus ingresos. Por ejemplo, el caucho natural
ha sido sustituido por productos sintéticos, y el cobre, utilizado para las
comunicaciones, está siendo reemplazado por la fibra óptica.
A todo eso se une que las personas altamente cualificadas apenas pueden
desarrollar su labor en sus países de origen y son absorbidos por grandes
corporaciones para trabajar en el mundo desarrollado.
La guerra
Los conflictos armados, a menudo sostenidos por los propios gobiernos,
suponen en muchas ocasiones la devastación de los países. Además de las
pérdidas de vidas humanas y económicas, las naciones que sufren estos
conflictos se quedan sin una mano de obra joven necesaria para su
recuperación y desarrollo.
La corrupción política y la inestabilidad
La falta de estabilidad política y de un marco legal claro, así como la
corrupción de los gobiernos, condicionan a los inversores, que a menudo no
se ven motivados para invertir en determinados lugares.
Capacidad de producción
Consumismo/subsistencia
El problema de la alimentación
Deficiencias en la alfabetización