Resumen - Civilización Del Espectáculo

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La civilizació n del espectá culo Resumen elaborado por Elkin Ospina T

Este texto es el producto de una charla del premio nobel de literatura Mario Vargas Llosa, quien
instala el concepto de civilización del espectáculo como la de un mundo en el que el primer lugar en la tabla
de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, donde divertirse y escapar del aburrimiento, es la pasión
universal, una afirmación que valida para los países occidentales y algunos países asiáticos; sostiene que
esta actitud ha provocado, entre otras, las siguientes consecuencias: la banalización de la cultura, la
generalización de la frivolidad, y, en el campo específico de la información, la proliferación del periodismo
irresponsable, el que se alimenta de la chismografía y el escándalo.
Sostiene Vargas Llosa que entre los factores que pudieron dar origen a este tipo de sociedad se
encuentran: el bienestar surgido de un florecimiento económico de la sociedad americana y europea de la
post guerra que derivó en una la libertad de costumbres y un incremento del tiempo del ocio gracias al avance
de la industrialización, lo que de inmediato provocó una multiplicación inaudita de las industrias del
entretenimiento, promovidas por la publicidad. La democratización de la cultura, esto es, la decisión de la
sociedad y los Estados de poner la cultura al alcance de todos mediante la educación, pero también la
promoción y subvención de las artes, las letras y todas las manifestaciones culturales; una decisión nefasta en
opinión del nobel quien afirma que esto ha dado en la proliferación de la literatura light y la aparición de
personajes como modistos y chefs que ofician hoy como los símbolos de la cultura, una actividad que antes
fue propia de pensadores, profesores y teólogos; es pues un escenario desprovisto de pensamiento y alta
cultura que ha sido tomado por la publicidad, encargada de señalar el norte de las actividades culturales de
hoy, entre las que descollan la exaltación de la música y la masificación de ciertas actividades como el
deporte; igualmente una extensión en la escala social del consumo de drogas que contrasta con la también
multiplicación de iglesias de la más diversa índole en medio de un incremento en el número de habitantes que
no son ya creyentes.
En esta civilización que se intuye como enferma, según el texto, brilla por su ausencia el intelectual, un
personaje que antaño servía de faro a las ideas de los pueblos y que hoy ha sido remplazado por hombres y
mujeres de éxito en la televisión y la farándula; lo que según el autor habría de esperarse, pues es una
característica propia de la civilización del espectáculo la ausencia de ideas y la primacía del mundo de las
imágenes, los efectos especiales y el sexo sin tapujos sobre el pensamiento, el arte y el erotismo.
Termina Vargas Llosa abordando el tema de la influencia —de doble vía— del periodismo sobre la
civilización del espectáculo; señala que el periodismo es una de las herramientas más poderosas hoy en el
afán del entretenimiento para lo cual ha debido alejarse de sus principios tutelares de la verdad, la opinión y la
crítica para caer en un amarillismo que entretiene y vende ejemplares. Si bien, considera el autor, el
periodismo podría emprender una batalla por cambiar esta civilización del espectáculo, no es una opción que
deba esperarse dada la fuerza y enraizamiento que tiene entre sus miembros el afán por el entretenimiento y
su apatía por todo aquello que exija pensar o que provoque alguna aburrición, pues en el fondo mantienen
esa idea, que el autor considera suicidad, de que el único fin en la vida es pasársela bien.

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