17/5/2020 AGUAS CONTINENTALES - HIDROSFERA

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Contenidos

1 2. AGUAS CONTINENTALES
1.1 2.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES Y
DISTRIBUCIÓN DE LAS AGUAS
CONTINENTALES
1.1.1 2.1.1. Los glaciares
1.1.2 2.1.2 Los lagos
1.1.3 2.1.3. Los ríos
1.1.4 2.1.4. Los torrentes
1.1.5 2.1.5. Las ramblas
1.2 2.2. LA DINÁMICA DE LAS AGUAS
SUPERFICIALES: LAS CUENCAS
HIDROGRÁFICAS.
2 2.3. LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS.
CIRCULACIÓN Y TIPOS DE ACUÍFEROS. 
3 2.3.1. PROPIEDADES HIDRÁULICAS DE
LAS ROCAS 

2. AGUAS CONTINENTALES

2.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES Y DISTRIBUCIÓN DE LAS AGUAS

CONTINENTALES

La cantidad y el tipo de sustancias disueltas en las aguas continentales son muy

variables en las distintas zonas y proceden de la atmósfera.

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La composición de estas aguas variará en función de la litología, del clima y de la

vegetación.
La mayor parte de las aguas continentales son aguas dulces, considerándose
como tales aquellas que contienen como máximo 1g/L de sales disueltas.

2.1.1. Los glaciares

Las zonas peripolares y de alta montaña cubiertas de hielo suponen un 10% de la

superficie terrestre. El océano Ártico y la periferia de la Antártida están cubiertos
por banquisas. Las banquisas son capas de agua marina helada de pocos metros
de espesor, ahora bien, las grandes masa de hielo provienen de la compactación (
durante unos 30 años) de la nieve (densidad = 0,1 - 0,2 g/cm3) sobre todo por
expulsión del aire. Una vez ésta ha llegado a una densidad de 0,90 g/cm3 (hielo
blanco) ó 0,92 g/cm3 (hielo azul).

Las mayores acumulaciones de hielo llamadas casquetes glaciares o inlandsis

se hañllan en la Antártida, Groenlandia y, en masas menores, en Islandia y norte de
Canadá. SE trata de acumulaciones de hasta 4000 m de espesor que emiten
lenguas hacia la periferia. Las otras formas de acumulación se consideran formas
residuales de casquetes, los llamados glaciares de valle.

2.1.2 Los lagos

El 20% de la superficie continental no envía sus aguas a los océanos, sino a

depresiones internas. Es en los relieves jóvenes donde encontramos mayor
abundancia de lagos. Según la situación geológica encontraremos:

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- Lagos de umbral: los glaciares dejan profundas incisiones longitudinales que el

agua rellena. Los sedimentos glaciares (morrenas) forman barreras que también
pueden contener el agua de deshielo.
- Lagos de cráter: se forman por relleno de la caldera volcánica.

- Lagos tectónicos: son lagos que ocupan el fondo de fosas tectónicas, como los
lagos Victoria, Baikal, Tanganika o el Mar Muerto. Suelen ser de gran extensión y
profundidad.

2.1.3. Los ríos

Una parte de las precipitaciones, la fusión de la nieves y el agua que aflora de los
acuíferos, circula por la superficie siendo su forma más llamativa la de grandes ríos,
por medio de los cuales una importante porción del excedente de precipitaciones
continentales vuelve a los océanos.
El agua del río disuelve los materiales de su cauce, desde el punto de vista químico
se convierten en una solución muy diluida de minerales solubles más comunes en
las rocas. En su desembocadura, pueden considerarse soluciones diluidas de ácido
silícico y carbonato cálcico. Esta salinidad tiene gran trascendencia pues muchas
civilizaciones antiguas tuvieron como base el aprovechamiento agrícola de los ríos.

2.1.4. Los torrentes

Un torrente es un curso de agua ocasional originado por lluvias torrenciales con un

enormes poder erosivo, debido a la fuerte pendiente. Se pueden clasificar en tres
partes:

- Cuenca de recepción: zona cabecera con forma de embudo donde se recoge la

máxima precipitación. En esta zona predomina la erosión.

- Canal de desagüe: conducto que evacua las precipitaciones desde la cuenca de 
recepción a la parte final del torrente. Es un corto valle en 'V' con paredes verticales
y fuerte pendiente. En esta zona se dan procesos de erosión y transporte de
sedimentos.

- Cono de deyección: parte final del torrente que se forma cuando el canal de
desagüe alcanza una zona de menor pendiente. La masa de agua comienza a
dividirse en una serie de brazos. Al disminuir la velocidad, se forma un depósito de
sedimentos llamado abanico aluvial.

2.1.5. Las ramblas

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Son un rasgo morfológico típico de áreas de clima semiárido y árido. Constituyen

lechos de desagüe temporales, de funcionamiento intermitente y esporádico,
generando valles de fondo plano con una pendiente transversal y un perfil
longitudinal mínimo. Carecen de flujos hídricos constantes y evacuan elevados
caudale durante cortos intervalos de tiempo.

Las ramblas, utilizadas como vías de comunicación, constituyen lugares muy

vulnerables frente a las avenidas.
Para que se genere una rambla se tienen que dar los siguientes factores:
- Proximidad de relieves montañosos al nivel de base.
- Régimen pluviométrico irregular y muy torrencial.
- Perfil longitudinal con mucha pendiente en la cabecera, y prácticamente
horizontal en el tramo bajo.

2.1.6. Agua arroyadas

Las agua salvajes proceden del agua de lluvia o del deshielo. Discurren por laderas
y barrancos. Su acción es especialmente intensa sobre rocas.

La acción erosiva depende de la pendiente del terreno y de la naturaleza de la

roca, tiene mayor importancia en las zonas áridas donde la escasez de
vegetación no protege las laderas, produciendo así surcos de erosión. En laderas
blandas se producen acanaladuras que crecen hasta llegar a formar cárcavas,
separadas por agudas crestas. Este paisaje se denomina bad-lands aludiendo a su
dificultad pàra ser cultivadas.

2.2. LA DINÁMICA DE LAS AGUAS SUPERFICIALES: LAS CUENCAS

HIDROGRÁFICAS.

Una parte de 0,02% de las aguas superficiales líquidas fluye siguiendo la topografía,
el resto se aloja en depresiones geológicas. Por escorrentía, se entiende la parte
de la precipitación que llega a las corrientes superficiales de una cuenca.

- Escorrentía superficial.
Corresponde a la precipitación que no se infiltra, moviéndose sobre la superficie,
por acción de la gravedad.

- Escorrentía hipodérmica o subsuperficial.

 Es aquel agua que tras infiltrarse se mueve lateralmente por los horizontes
superiores para reaparecer a la superficie e incorporarse a la red de drenaje
superficial.
Este caso de escorrentía se da en el río Guadiana, a continuación un vídeo que
demuestra la cantidad de acuíferos que hacen desaparecer el agua de dicho río.

ESCORRENTÍA HIPODÉRMICA O SUBSUPERFICIAL DEL GUADIANA

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Agua del Rio Guadiana que desaparece

2.3. LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS. CIRCULACIÓN Y TIPOS DE ACUÍFEROS. 

2.3.1. PROPIEDADES HIDRÁULICAS DE LAS ROCAS 

Las rocas y el suelo constituyen el medio en el que se almacenan y por el que

circulan las aguas subterráneas.
- Porosidad: La porosidad determina la capacidad de almacenar fluidos tanto
líquidos como gases. Se define como la relación existente entre el volumen de
huecos y el volumen total. Esta propiedad es adimensional y se suele expresar en
%.
La porosidad de los materiales consolidados depende del grado de cementación y
del estado de fracturación de la roca. La porosidad de los sedimentos o materiales
sueltos dependerá del grado de compactación de los granos, de su forma, y de su
distribución por tamaños.
Parte del agua que ocupa los huecos del medio poroso queda retenida por fuerzas
electrostáticas, es el agua higroscópica. Otra parte constituye una lámina que rodea
a las partículas sólidas y al agua higroscópica, es el agua pelicular.
Este agua no puede desplazarse por gravedad, y para desprenderla del terreno es
preciso aplicar fuerzas de succión considerables, superiores a las que desarrollan
las raíces de las plantas por lo que no es utilizable por estas.
El agua capilar, queda retenida por capilaridad en los pequeños huecos y
canalículos del suelo. Es la única agua del suelo que aprovechan las plantas ya que
la succión de las raíces es suficiente para extraer una parte de ella. Otra parte que
no queda retenida por las partículas del suelo y que rellena los poros y circula
libremente por efecto de la gravedad, de ahí su nombre de agua gravífica. Es agua
contenida en el suelo pero que no es retenida por él. Solo el agua gravífica es
susceptible de fluir o de ser captada por un sondeo, en tanto que el resto queda
retenida por el terreno.

Permeabilidad o conductividad hidráulica: Determina la capacidad de un material

para transmitir fluidos. Tiene dimensiones de velocidad y dada la generalmente
lenta circulación del agua a través de los medios porosos suele expresarse en m/día
o en cm/s. La permeabilidad es una propiedad dinámica (capacidad de transmitir
fluidos), en contraste con la porosidad que es una propiedad estática (capacidad de
almacenar fluidos).
La relación entre porosidad y permeabilidad radica en el tamaño y el grado de
conexión de los poros, más que en el valor de la porosidad total. Así, poros amplios,
tales como los huecos que dejan entre sí bloques y gravas o fracturas del granito,
permiten un fácil desplazamiento de los fluidos a su través. Por el contrario, poros
pequeños como los que presentan las arcillas, apenas permiten el flujo del agua y
su movimiento es tan lento que resulta extremadamente difícil cuantificarlo.

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2.3.2. Comportamiento del medio frente al agua subterránea

En función de la capacidad de los materiales del medio para almacenar y/o

transmitir el agua subterránea, se pueden distinguir los siguientes tipos:

Acuífero: Formación geológica que contiene agua y que permite su libre

circulación a través de los poros bajo la acción de la gravedad. La roca en cuestión
ha de ser porosa y permeable, como por ejemplo una arena o una caliza
karstificada. Se les denomina también embalses subterráneos por ser las misiones
que cumplen similares a las de los embalses de superficie. En un acuífero la
porosidad y la permeabilidad han de tener valores muy altos.

Acuífugo: Formación geológica que ni almacena agua en cantidades apreciables, ni

permite su circulación. Se trata de rocas o materiales no porosos e impermeables
como las cuarcitas y muchas rocas volcánicas.

Acuicludo: Formación geológica capaz de almacenar agua pero no de transmitirla

en cantidades apreciables. Son materiales poco porosos y prácticamente
impermeables como es el caso de las arcillas.

2.3.3. Zonas hidrológicas del suelo.

En el transcurso del movimiento descendente del agua que se infiltra en le terreno,

se pueden distinguir verticalmente tres zonas: zona de aireación, zona de
saturación, separadas ambas por el nivel freático.

1) Zona de aireación o no saturada: Está localizada entre la superficie del

terreno y la superficie freática. Podemos distinguir tres zonas:

a) Subzona edáfica o de evapotranspiración. Comprendida entre la superficie

del terreno y los extremos de las raíces de la vegetación; es la franja del suelo
sometida a evapotranspiración. Su espesor varía de 8-25 cm en las zonas sin
vegetación, hasta 3 o 4 metros.

b) Subzona de retención o intermedia. No está afectada por las raíces de las

plantas, su grado de compactación es mayor. Cuando desaparece el agua gravífica,
mantiene agua higroscópica, pelicular y capilar.

c) Subzona capilar. Es la franja de transición a la zona saturada, su límite inferior

lo constituye la superficie freática y su espesor depende de las fuerzas capilares
que hacen ascender el agua.

2) Nivel freático o hidrostático: es una superficie teórica definida como el lugar

geomótrico de puntos de agua en el subsuelo que soportan una presión igual a la
atmosférica, y viene determinada aproximadamente por el nivel de la superficie del
agua en el interior de los pozos que penetran en la zona de saturación.

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3) Zona de saturación: es la parte del suelo situada por debajo de la superficie

freática en la que el agua llena completamente todos los poros. El límite inferior lo
constituye el zócalo impermeable, zona del subsuelo poco porosa y poco
permeable, por lo que el agua no puede circular por ella.

2.3.4. Tipos de acuíferos.

Se clasifican en función de la presión a que está sometida el agua en los medios

porosos y permeables.

a) Acuífero freático.

Formación geológica porosa y permeable en la que la superficie freática no queda

limitada por arriba por ningún material impermeable que separe la zona inferior
saturada de la superficie del terreno. En este caso, si se hace un sondeo que se
introduzca en el acuífero, el nivel del agua en el interior de la perforación coincide
con la superficie freática, lo cual indica que la presión en ésta coincide con la
atmosférica. La salida natuarl produce manantiales, surgencias...

b) Acuíferos confinados.

En los pozos perforados en este tipo de acuífero, el agua se eleva hasta el nivel
freático. Los acuíferos confinados son formaciones geológicas permeables,
completamente saturadas de agua, confinadas entre dos estratos impermeables.
En estos acuíferos, el agua está sometida a una presión mayor que la atmosférica
(no existe nivel freático) por lo que al perforar un pozo, el agua subiría hasta una
cierta altura llamada nivel piezométrico. Si el nivel peizométrico queda por encima
de la superficie del terreno, se trata de un pozo artesiano surgente, y si queda por
debajo, de un pozo artesiano no surgente.

2.3.5. La descarga de las aguas subterráneas.

El agua subterránea deja de considerarse como tal cuando abandona el subsuelo

para emerger a la superficie del terreno (pasando en ese instante a ser agua
superficial) a través de manantiales, zonas de rezume, o simplemente de las
plantas del suelo.

a) Descarga natural: Los manantiales

Son una descarga natural de agua en la superficie del terreno en cantidad

apreciable, procedente de un acuífero. Son aliviaderos naturales por los que
desaguan en los embalses subterráneos, ya sea directamente bajo la atmósfera
(manantiales subaéreos) o bajo la superficie de océanos, lagos o ríos (manantiales
subacuáticos).

La causa más frecuentes de la aparición de manantiales se debe a variaciones

locales de la permeabilidad del terreno que a su vez se puede deber a fenómenos

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de carácter tectónico como una falla.

Son especialmente frecuentes en áreas de montaña los manantiales de ladera, en

los que la superficie de terreno intercepta a la superficie freática produciéndose en
ese punto la salida del agua.

b) Descarga artificial: Los pozos.

El método más corriente de explotación de los acuíferos es la perforación de pozos

verticales que alcanzan el nivel hidrostático local, por los que se extrae el agua
mediante bombeo.

El efecto más notable del bombeo de los pozos es la depresión provocada en el

nivel de agua en su interior, consecuencia del descenso generalizado de la
superficie freática del acuífero en el entorno de la captación. En efecto, cuando un
pozo empieza a bombear agua subterránea, se produce un ''vacío'' que origina un
cono de depresión alrededor del mismo, tanto más acusado en profundidad y
extensión cuanto mayor sea el caudal de explotación y menor sea la permeabilidad
del acuífero, debido a que el agua tiene que fluir hacia esa zona para llenar ese
''vacío'' generalizado por la extracción de agua.

Al principio aumenta rápidamente el cono de depresión, pero este aumento va

siendo cada vez menos acusado hasta que llega a un equilibrio entre el caudal
extraído y el aporte de agua al acuífero continuado en lo sucesivo el bombeo a nivel
constante (aforación). Se llama radio de influencia del pozo, a la distancia
máxima a la que se acusan los efectos de la depresión originada en otro pozo
testigo, es decir, al radio en la base del cono de depresión.

El diámetro del pozo tiene poca importancia en el caudal de agua que suministra el
pozo, este depende directamente de la permeabilidad de la roca y del radio del
cono de depresión.

Si los pozos de una zona están demasiado próximos unos a otros, llegan a
superponerse sus conos de depresión, o sea, sus radios de influencia, originándose
entonces un descenso generalizado del nivel hidrostático regional que puede llegar
a secar los pozos que no sean bastante profundos.

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