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Índice
1 Historia
o 1.1 Antecedentes del Compromiso
o 1.2 Revoluciones de 1848
o 1.3 El compromiso
o 1.4 La Monarquía Dual
o 1.5 La Gran Guerra
2 Características del Imperio austrohúngaro
3 Cronología
4 Gobierno y política
5 División administrativa
o 5.1 Mapas
6 Economía
7 Demografía
o 7.1 Composición étnica
o 7.2 Ciudades
8 Fuerzas Armadas
9 Las artes
10 Banderas y escudos
11 Notas y referencias
o 11.1 Notas
o 11.2 Referencias
12 Véase también
13 Bibliografía
o 13.1 Bibliografía básica
o 13.2 Bibliografía complementaria
14 Enlaces externos
Historia
Antecedentes del Compromiso
El Reino de Hungría, creado en torno al año 1000, se convirtió durante la Edad Media
en uno de los principales reinos europeos. Sin embargo, situado en la frontera de la
cristiandad, sufrió frecuentes ataques de los turcos otomanos a lo largo de los siglos
XIV y XV, que debilitaron su estructura social y económica. En 1526, el rey Luis II de
Hungría fue derrotado y muerto en la batalla de Mohács librada contra las tropas
invasoras del Imperio otomano.
Al quedar el trono vacante se sucedieron una serie de disputas entre los príncipes
vecinos para ocuparlo. En un primer momento fue coronado el voivoda húngaro, Juan I
Szapolyai de Transilvania, llamado «El último rey húngaro de los húngaros» (en
magiar: A magyarok utolsó magyar királya).
Fernando de Habsburgo, hermano del emperador Carlos V, reclamaba la corona de san
Esteban, con base en los derechos de su esposa, Ana Jagellón de Hungría y Bohemia,
hermana del fallecido Luis II. Una dieta rival lo reconoció como rey, lo cual
desencadenó una guerra civil que fue aprovechada por los turcos para invadir el país.
Hungría quedó divida en tres estados: el Reino de Hungría, gobernado por los miembros
de la dinastía de los Habsburgo; el Vilayato de Buda ocupado por los turcos en 1541 y
el Principado húngaro de Transilvania, que se convirtió en vasallo del Imperio otomano
desde 1570.
Dicha separación del reino de Hungría se mantuvo a lo largo de casi siglo y medio de
constantes batallas entre germanos, húngaros y turcos. En el Principado de Transilvania
se protegió y se cultivó la cultura húngara, mientras que en los territorios húngaros
ocupados por los turcos apenas existían pobladores. La mayoría había emigrado
buscando un sitio más apropiado para el cultivo y para vivir, que no estuviese bajo
influencia otomana. Los territorios húngaros bajo dominio de los Habsburgo
continuaron poblados y manteniendo su cultura, aunque con el tiempo fueron adoptando
ciertos rasgos germánicos. Esta división también definió la confesión religiosa de los
pobladores de dichas zonas. Los húngaros de Transilvania eran en su gran mayoría
protestantes; los de los territorios turcos, católicos y protestantes debido a que no
adoptaron la religión musulmana; y los de los territorios bajo control germánico eran
fervientemente católicos.
Tanta pugna religiosa resultó un arma perfecta para los príncipes húngaros de
Transilvania, como Esteban Bocskai y Gabriel Bethlen, quienes buscaban reunificar el
reino, conduciendo así varias guerras de independencia contra los emperadores
germánicos. Sin embargo, todos sus intentos resultaron en fracasos y después de la
tentativa de los turcos en 1683 de invadir Viena, la Liga Santa se dispuso a expulsar
definitivamente a los otomanos de los territorios húngaros.
El príncipe húngaro Emérico Thököly condujo una revuelta a gran escala en contra del
emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I, la cual fue sofocada alrededor de 1690,
obligándolo a emigrar a territorio otomano, donde falleció en 1705. Posteriormente su
hijastro, Francisco II Rákóczi también príncipe húngaro de Transilvania, condujo una
guerra entre 1703 y 1711 que se vería sofocada por Leopoldo I, y tras la muerte de éste
en 1705, por su hijo José I de Habsburgo.
Tras dichos intentos independentistas Hungría se mantuvo sin conflictos durante más de
un siglo, permaneciendo como parte del nuevo Imperio austríaco que surgió tras la caída
del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806.
Revoluciones de 1848
Artículo principal: Revolución de 1848 en los Estados de los Habsburgo
El compromiso
La Monarquía Dual
En 1879, el imperio se unió a Alemania en una alianza que luego incluyó también a
Italia, llamada la Triple Alianza. Entretanto, la Liga de los Tres Emperadores (Rusia,
Alemania y Austria-Hungría) fue revocada, lo que condujo al acuerdo contra natura
entre la autocrática y reaccionaria Rusia y la republicana Francia (Doble Alianza del 17
de agosto de 1894).
En 1889 la monarquía sufrió un duro golpe, cuando el hijo del emperador Francisco
José, el príncipe heredero Rodolfo de Habsburgo se suicidó. Entonces la sucesión del
trono pasó a manos del hijo mayor de Carlos Luis, hermano del emperador, este era el
archiduque Francisco Fernando. Durante la época en que fue sucesor al trono, Francisco
Fernando se mostró partidario de la reforma del Estado para convertirlo casi en una
federación.5 Temía que la dinastía no sobreviviera si no se realizaban urgentes reformas,
tanto políticas como militares, y estaba convencido de la incapacidad de que el imperio
sobreviviera a una guerra mundial si se desencadenaba antes que él hubiese accedido al
trono y llevado a cabo las reformas, una de sus propuestas era los Estados Unidos de la
Gran Austria. Sin embargo sus ideas chocaban con el pensamiento conservador del
emperador.
Una de las peores crisis anteriores a la Gran Guerra llegó cuando Francisco José tomó la
determinación de anexionarse Bosnia-Herzegovina, el 6 de octubre de 1908, tal y como
le autorizaba el artículo 25 del Tratado de Berlín (13 de julio de 1878). Si bien se
pretendía detener la cada vez mayor violencia de los separatistas serbios, en realidad, la
anexión no hizo más que azuzarlos contra el Imperio, muy bien pudo haberse iniciado la
Gran Guerra en ese momento.
Serbia, indignada ante esta actuación, que ponía fin a sus aspiraciones nacionalistas de
la Gran Serbia, movilizó sus tropas. Rusia, sintiéndose engañada por Austria en lo
referente a sus aspiraciones de dominar el Bósforo y los Dardanelos, apoyó a Serbia.
Los ingleses convocaron una conferencia internacional, que Austria rechazó por temor a
resultar vencida. Italia, por su parte, suscribió un acuerdo secreto con Rusia (Tratado de
Racconigi) para mantener el statu quo en los Balcanes. Alemania mantiene su
«fidelidad nibelunga» (sic) hacia Austria, aunque contiene a Hötzendorf, en sus intentos
de declarar la guerra a Serbia, a la vez que convence a los rusos para que se echen atrás.
Con ello triunfó la política alemana, que haría frente común con Austria, su único aliado
seguro.
La Gran Guerra
En 1915, Italia se unió a los Aliados y atacó Austria. Sin embargo, la larga serie de
ofensivas sobre el río Isonzo fracasó. En 1917, fueron los austro-húngaros, reforzados
por tropas alemanas, quienes baten duramente a los italianos en Caporetto. Este desastre
casi sacó a Italia de la guerra, pero el frente se estabilizó sobre el río Piave.
En abril de 1917 los Estados Unidos le declararon la guerra a los Imperios Centrales, lo
que le dio a la contienda el carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían
sino hasta 1918. Fue el principio del fin para las Potencias Centrales. En los Balcanes,
las tropas francesas atacaron las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días
de lucha, Bulgaria comprendió que no podía hacerles frente y pidió el armisticio. El
Imperio otomano estaba al límite de sus fuerzas y no pudo contener a los británicos que
habían tomado ya Jerusalén y Bagdad y avanzaban hacia Anatolia. Franceses y
británicos ocuparon el Oriente Próximo e Irak. El Imperio otomano entonces se rindió.
El duelo entre italianos y austríacos estaba asimismo por resolverse. Tras la humillante
y desastrosa derrota italiana en Caporetto, el general Armando Díaz se encontró
presionado por su Gobierno, que necesitaba de una victoria en el frente alpino para
poder negociar. Los italianos (con la determinante ayuda de británicos y franceses)
derrotaron a Austria-Hungría en la batalla de Vittorio Veneto. Este hecho se sumó al
descalabro del ejército imperial en los Balcanes y aceleró el final de la monarquía de los
Habsburgo.
Cronología
Artículo principal: Cronología del Imperio austrohúngaro
Gobierno y política
El jefe del Estado era el emperador, de la familia de los Habsburgo, que era a su vez jefe
de los dos Estados, emperador de Austria y rey de Hungría; esto motivaba que en
territorios de la corona de Austria el gobierno fuese denominado «real imperial»
(abreviado como K.K., del alemán Kaiserlich Königlich) en señal de la identificación
del monarca austriaco como rey y emperador simultáneamente. En Hungría esta
denominación no fue fácilmente aceptada, requiriendo el gobierno de Budapest que el
monarca fuera designado separadamente como «emperador» y «rey» atendiendo a que
Hungría tenía oficialmente el rango de reino; por ello la administración utilizaba el
término K.u.K. (del alemán Kaiserlich und Königlich, 'imperial y real') para designar los
asuntos de todo el imperio.
Austria y Hungría mantenían dos parlamentos separados, con sede en Viena y Budapest,
respectivamente, cada uno con su propio primer ministro.6 De la coordinación entre
estos dos gobiernos se encargaba el Gobierno del Emperador, dotado en teoría de un
poder absoluto, pero limitado en la práctica. En ambos territorios, algunas regiones,
como Galitzia-Lodomeria, en Austria, o Croacia-Eslavonia, en Hungría, tenían un
régimen autónomo de autogobierno.
Había un Consejo de Ministros Común, formado por los dos primeros ministros, el
ministro imperial de Asuntos Exteriores, el Jefe del Estado Mayor Imperial, el ministro
de Finanzas, algunos archiduques y el emperador, que se encargaba del gobierno de las
responsabilidades comunes (finanzas, defensa y política exterior). A su vez, dos
delegaciones representantes de cada uno de los dos parlamentos se reunían por separado
y votaban las propuestas del Consejo de Ministros Común.7 En cualquier caso, el
emperador tenía la decisión final en temas de defensa y relaciones exteriores.
La invasión de competencias entre los ministerios conjuntos y los gobiernos de cada
uno de los dos Estados causó fricciones y desgobierno, especialmente entre las fuerzas
armadas. Aunque el Consejo de Ministros Común se encargaba de todas las cuestiones
militares, los gobiernos austríaco y el húngaro se encargaban separadamente de los
temas de reclutamiento, legislación del servicio militar, transporte de tropas y la
regulación de las cuestiones civiles de los militares. Por tanto, cada uno de los gobiernos
tenía mucha influencia en cuestiones militares y cada uno podía desbaratar operaciones
militares si lo juzgaba conveniente a sus intereses.
Los croatas consiguieron también autonomía dentro del Reino de Hungría en 1868. Los
croatas, mayoritariamente católicos y leales a la dinastía Habsburgo, quedaron
frustrados por el Compromiso austrohúngaro, que los colocaba bajo la autoridad del
gobierno húngaro, y mantuvieron una lucha constante por la defensa de sus derechos y
libertades frente a los gobiernos centralistas de Budapest.