Generalidades Sobre Educación
Generalidades Sobre Educación
Generalidades Sobre Educación
COLOMBIA
El término educación, es quizás, el de mayor complejidad como objeto de reflexión de las Ciencias
de la Educación y son muchas las acepciones que circulan en la actualidad acerca de este concepto.
Sin embargo, el objetivo de este módulo no es tener una lista de definiciones, sino preguntarse:
¿Cómo se define la educación en un contexto determinado, en este caso, Colombia?
Como plantea Pérez (s.f.), para definir la educación y sus objetivos es necesario tener en cuenta
que no existe pueblo alguno donde no haya un cierto número de ideas, sentimientos y de prácticas
que la educación deba inculcar indistintamente a todos los niños, independientemente de la
categoría social a la que pertenezcan. Significa que en el transcurso de nuestra historia se han ido
constituyendo todo un conjunto de ideas sobre la naturaleza humana, los derechos y deberes del
individuo, la sociedad, la ciencia, el medio ambiente, las artes, etc. que constituyen la base misma
de nuestro espíritu nacional.
De todos estos presupuestos resulta que cada sociedad se labra un cierto ideal de hombre, de lo que
debe ser desde el punto de vista intelectual, físico y moral. Ese ideal es, en cierta medida, el mismo
para todos los ciudadanos de un país. Es ese ideal, a la vez único y diverso, el que representa el
polo de la educación.
Así es que la educación, haciendo énfasis en su etimología (la palabra educar viene del verbo
educere, que significa sacar afuera) se puede definir como el proceso por el cual el hombre se forma
y define como persona. En consecuencia, hablar de educación es pensar en el ser humano como un
ser no terminado que tiene la permanente y continua tarea de construirse a sí mismo.
En términos generales, la educación es el proceso por el cual la sociedad facilita de una manera
intencional el crecimiento personal, cultural y social de sus miembros, por lo tanto, la educación
es ante todo una práctica social y socializadora que lleva implícita, una determinada visión de
hombre y de sociedad. En otras palabras, la educación es: “Un proceso de formación permanente,
personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de
su dignidad, de sus derechos y sus deberes” (Congreso de la República de Colombia. Ley 115 de
1994).
La educación, a su vez, tiene unos fines que están consignados en el artículo 5º de la Ley General
115. Algunos de ellos son:
- El pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos
de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica,
intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos.
- La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios
democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el
ejercicio de la tolerancia y de la libertad.
El servicio educativo en Colombia comprende tres tipos de educación (Ley 115 de 1994):
Como plantea el MEN (2014), las maneras de definir a las niñas y a los niños, de atenderlos y
educarlos son cambiantes, de tal forma que lo que entendemos en el siglo XXI por educación para
la primera infancia no es lo mismo que lo que entendíamos siglos atrás. Es por esto que “la
variabilidad histórico-cultural de las concepciones de infancia invita a reconocer que no existe una
naturaleza infantil como fundamento fijo, permanente y esencial que determina la existencia de
todas las niñas y todos los niños. Más bien, la niñez se define y asume en cada sociedad de manera
distinta según características específicas, dadas por esa naturaleza diversa que configura la
existencia y la subjetividad respecto a ellas y ellos” (p.13).
En este apartado, entonces, se resumen los diversos momentos históricos en los que se han ido
configurando la educación de la primera infancia tal y como se presenta a continuación (Cerda,
2003, citado en el MEN, 2014):
Primer momento (1580 – 1989): Hospicios, asilos y orígenes de los jardines infantiles
Este primer momento que va desde la Colonia hasta fines de los ochenta está caracterizado por el
tránsito de los hospicios y asilos, donde se atendía a las niñas y los niños en condiciones de
excepcionalidad (pobreza, abandono, orfandad), al surgimiento de instituciones educativas y
programas que otorgan otra perspectiva de tratamiento a la atención infantil —más centrada en la
atención o en el cuidado— en los primeros seis años.
En este periodo, la atención a la primera infancia tiene una doble función: Por un lado, una función
asistencial que tiene que ver con la respuesta a las necesidades básicas de las niñas y los niños,
tales como protección, alimentación y salud (aunque esta respuesta no es suficiente para la
promoción de su desarrollo). Por otro lado, una función educativa cuya finalidad es ser preparatoria
para el nivel de educación primaria, con lo cual se enfatiza el carácter de una educación en función
del ingreso de las niñas y los niños al primer grado.
La tensión entre asistir y educar se hace presente, tal y como lo muestran los siguientes hechos:
• Las niñas y los niños menores de 6 años eran atendidos en hospicios, asilos o salas debido a una
situación irregular de abandono, pobreza o enfermedad que demandaba una especial atención, la
cual era brindada en estos espacios.
• De los hospicios y asilos se pasa a la creación de escuelas y jardines infantiles, por iniciativa del
sector privado, con una muy importante orientación pedagógica basada en los postulados de
Comenio, Fröebel, Montessori y Decroly. La concepción educativa y pedagógica predomina en
estos esfuerzos aislados de educación a la primera infancia.
• La educación preescolar nace como una ruta que funciona como la única posible a partir de la
cual se piensa su extensión a amplios sectores de la población. De esta manera, se tiende a asociar
la educación de la primera infancia con procesos de preparación para la vida escolar y para el
ingreso a la básica primaria.
La década de los ochenta a los noventa fue muy prolífica en la formulación de políticas educativas
favorecedoras de la educación de las niñas y los niños en la primera infancia, en relación con la
educación preescolar. Esto se dio gracias a la adhesión del país a la Convención de los Derechos
del Niño, las orientaciones de la Constitución Política en ese sentido y la promulgación de la Ley
General de Educación 115 de 1994.
• El avance en participación y responsabilidad de las familias con la educación de sus hijas e hijos
se hace visible a través de los programas gubernamentales que se promueven. Sin embargo, aún
persiste una atención fragmentada por sectores e inequitativa en razón a las condiciones
socioeconómicas de las poblaciones.
• A finales del siglo XX, mientras las transformaciones en concepciones y prácticas son más
proclives a una mirada de la niña y el niño desde una perspectiva de derechos, la educación de la
primera infancia, con carácter obligatorio, se plantea desde la educación preescolar y se identifica
como el grado de transición a la básica primaria. De igual manera, mientras algunas niñas y niños
cuentan con tres años de educación preescolar privada (jardín infantil), un gran número asiste solo
al grado de transición o grado cero obligatorio.
A partir del compromiso adquirido por el país, en el marco de la convención de los derechos del
niño, se inicia un proceso que convoca a muchos actores sociales a la definición de orientaciones
de políticas para el beneficio de la primera infancia. Con el propósito de diferenciar la especificidad
de este momento del ciclo vital y tras la búsqueda del desarrollo integral como propósito de toda
acción destinada a materializar la perspectiva de derechos, el país emprende reflexiones, programas
y acciones que dan cuerpo a lo que actualmente se entiende por “desarrollo”, “educación inicial” y
“niña y niño de 0 a 6 años”.
En este periodo pueden trazarse las siguientes tendencias del desarrollo de la educación inicial:
• El concepto de educación inicial amplía el derecho a la educación en este rango de edad, es decir,
el derecho a la educación no se da a partir de los 3 años, como lo concebía la educación preescolar,
sino que es a partir del nacimiento, convirtiendo así la educación de la primera infancia en el primer
nivel educativo del sistema colombiano.
• De 2000 a 2010 se intensifica en el país la discusión en torno al significado de ser niña y niño de
primera infancia, sus derechos y la educación inicial, no desde la perspectiva del preescolar, sino
con una mirada de atención integral que le da una identidad particular, de acuerdo con lo dispuesto
por la Ley 1098 de 2006.
La palabra objetivos muestra diferentes acepciones en los países de habla hispana que van desde
aspiraciones que se plantean en cuanto al desarrollo armónico de los niños, a través del proceso de
enseñanza aprendizaje, hasta definiciones que los reducen a los resultados que se deben obtener
mediante la aplicación de determinada metodología aplicada en un programa educativo. Sin
embargo, desde una concepción amplia, los objetivos son el para qué del quehacer educativo y
expresan en términos deseables, positivos y significativos la intención fundamental de la sociedad
para el desarrollo de los niños.
Para señalar objetivos de un nivel de educación como es el de la infancia, estos tienen que ser
abarcadores y corresponderse con las demandas que la sociedad plantea para el desarrollo de las
niñas y los niños que se encuentren en esta etapa. Así, por ejemplo, Fujimoto y Peralta (1998,
citados en la AMEI, 2005) señalan objetivos generales para la primera infancia en América Latina
que, no por ser dirigidos a una región, dejan de tener una proyección general. Esos objetivos los
agrupan en tres tipos:
• En función de los niños: Objetivos referidos básicamente al desarrollo integral que se espera
favorecer, al fortalecimiento de las habilidades de los niños como sujetos que aprenden y a su
preparación para la educación básica.
La Asociación Madrileña de Educadores Infantiles (2005) señala las siguientes razones por las que
es importante educar a los seres humanos desde la primera infancia:
• Los primeros años de la vida del niño, desde el nacimiento hasta los seis/siete años de edad, ponen
los cimientos para un crecimiento saludable y armonioso del niño.
• El cuidado y educación de los niños pequeños mediante una acción integrada adecuada
proporciona un medio para remediar el problema evidente de la desigualdad de oportunidades.
En esta unidad se desarrollan algunos de los fundamentos teóricos y legales (artículos del código
educativo referidos a los fines, tipos y niveles de la educación) que les sirven a los futuros
educadores para orientar su práctica pedagógica teniendo en cuenta el contexto en el que esta se
enmarca, que en este caso es Colombia.
Asimismo, se traza una línea de tiempo sobre los antecedentes de la educación de la primera
infancia en el país para identificar cómo la educación de las niñas y los niños menores de seis años
ha cambiado a través de la historia, y reconocer que en siglos pasados ni siquiera existía la
definición de educación inicial como un derecho impostergable de la primera infancia.
Todo lo anterior nos lleva a entender que la educación inicial debe comenzar desde el nacimiento
con el fin de lograr el desarrollo integral de la persona y disminuir la desigualdad social.
BIBLIOGRÁFÍA