Articuladores
Articuladores
Articuladores
El articulador simula los movimientos mandibulares del paciente; proporciona las relaciones
estáticas y dinámicas para poder observar aquellas maloclusiones o disfuncionalidades de
forma extraoral. Gracias a ello el dentista puede estudiar de forma ilimitada las pautas para su
tratamiento sin el cansancio o molestias sobre el paciente.
Los articuladores se pueden clasificar en diferentes clases según los movimientos espaciales y
trayectoria que puedan realizar y por tanto mayor complejidad de tratamientos conseguirán.
Los Clase II permiten movimientos en el plano horizontal y vertical, pero siguen sin poder
transferir la relación de las articulación temporomandibular natural del paciente serian el paso
intermedio al siguiente tipo.
El tiempo de montaje de este tipo de montajes, es mucho menor, sin embargo, no reproduce
movimientos excéntricos y las relaciones oclusales podrían no ser precisas.Como ejemplo de
este tipo de articuladores tenemos el articulador Charnela de base redondeada
de Technoflux o el articulador funcional de dos puentes de Mestra.
Articuladores Semiajustables
Los Articuladores Clase III semiajustables son los más habituales en la clínica dental ya que
permiten realizar la mayoría de tratamientos dentales, son los más adecuados para la
formación y estudios de odontología.
Son capaces de simular las trayectorias condilares, usando valores equivalentes a los del
paciente para casi todos los movimientos mandibulares. Se consigue la transmisión a los
modelos en relación con las articulaciones temporomandibulares del paciente mediante la
transferencia con el arco facial.
Articuladores ARCON
Articulador NO ARCON
Al contrario que el primero dispone de los cóndilos en la parte superior del articulador y
cavidad glenoida en la parte inferior del instrumento. Este tipo de articuladores son menos
utilizados. Sin embargo Dentatus posee dentro de su gama de articuladores el articulador
ARH y también del articulador ARL el cual es perfecto para el registro de relaciones oclusales y
además se puede regular de manera calibrada para protusiva y retrusiva. El ARL se diferencia
del ARH básicamente porque éste puede ajustarse en el maxilar superior.
Articuladores ajustables
Estos instrumentos junto a los pantógrafos logran resgistrar y medir el eje de rotación exacto
por medio de un localizador cinemático y la distancia anatómica intercondilar. Pueden medir
los movimientos de lateralidad y protusión, su naturaleza, la inclinación condilar, tiempo y la
extensión del movimiento y ángulo de Bennet. Como ejemplo de este tipo de articulador
tenemos al
Debido a su gran complejidad de aprendizaje su uso queda casi restringido a los casos de
maloclusión más severos y difíciles, puesto que su uso correcto, permite preparar
restauraciones que se ajustan con exactitud a las necesidades oclusales del paciente. Por lo
tanto, se obtiene una relación interoclusal estable y anatómica. Sin embargo, también
presenta algunos inconvenientes, entre ellos que es mucho más costoso y que requiere de más
tiempo para transferir la información del paciente de manera correcta. Del mismo modo,
usarlo en las restauraciones simples, no justifica su empleo. En estos casos, se pueden usar
articuladores semiajustables y compensar sus limitaciones ajustando en boca del paciente las
restauraciones.
Como sabrás, la elección del tipo de articulador va a depender de muchos factores, en cada
caso es diferente, por lo que, la habilidad del clínico, conocer las ventajas o limitaciones del
sistema del articulador o la planificación o identificación de los principales determinantes de la
oclusión del paciente como la relación céntrica, máxima intercuspidación, guía anterior y otros.
Podremos decir que los articuladores más utilizados son los semiajustables con arco facial
anatómico en general, sin embargo, va a depender mucho de los requerimientos de cada caso
en particular y que debe ser previamente evaluado
Bonwil hacia 1850 estudiaba la oclusión humana, y dio a conocer el estudio que había llevado
a cabo sobre la morfología mandibular. El estudio aportó datos sobre la distancia intercondilar
y de la distancia de los cóndilos hasta el punto intercisivo, los promedia y enuncia que esta
distancia era de unos 10 centímetros cada una de ellas, y que el conjunto forma un triángulo
equilátero. Éste concepto geométrico le permite describir los movimientos condilares en el
plano horizontal como movimientos pivotantes alrededor de un cóndilo. Este concepto
geométrico permite describir el trayecto de los incisivos inferiores en los movimientos de
lateralidad en relación a los otros ángulos del triángulo. Basándose en ello, y en el articulador
descrito por Evans en el año 1840, construye un articulador para obtener una oclusión
balanceada. Esta oclusión da como resultado que la acción de los músculos se iguales a ambos
lados, y de forma simultánea, así como obtener el mayor número de contactos entre las caras
oclusales de molares y premolares en cada movimientos y además, igualar la presión y fuerza
de ambos lados de los arcos dentales.
Estas “leyes”, que gobiernan los principios de los movimientos mandibulares y de los contactos
entre los dientes, se basan en un eje intercondilar o base del triángulo que se mueve sólo en el
plano horizontal y siempre privotando sobre uno de los cóndilos.
Fue por esas fechas que Hayes construyó un instrumento que relaciona el punto intercisivo
con ambos cóndilos.
Teoría del eje intercondilar como eje del movimiento de rotación. Oclusión en el espacio.
Descripción del movimiento de apertura y cierre con rotación condilar.
Balkwill se dio cuenta de que la articulación del cóndilo en la cavidad glenoidea permitía un
simple movimiento de bisagra y a través de los estudios realizados también describe el
movimiento condilar a través de la eminencia condilea, señalando que el cóndilo se desliza
adelante y abajo, y que al moverse a lo largo de la eminencia articular provoca un movimiento
hacia debajo de la parte posterior de la mandíbula.
Balkwill observó también que el movimiento adelante y abajo del cóndilo formaba un ángulo
respecto al plano oclusal. Entonces escribió “No es posible medir este ángulo en los sujetos
vivos, pero he construido un instrumento para medir el ángulo formado entre el plano que
delimitan las líneas trazadas desde las caras articulares de los cóndilos con la parte superior de
los dientes inferiores y el plano de los dientes…”.
Después de algunas observaciones, precisó que el ángulo varía de los 22 a los 30 grados: A este
ángulo le llamó Thompson ángulo de Balkwill. De hehco, fue la primera descripción de la
trayectoria condílea.
Balkwill reveló que había construido un articulador que él mismo denominó “bite frame”.
Junto con el articulador el instrumento ya mencionado para medir el ángulo de la trayectoria
condílea. Lo usó de arco facial y escribió lo siguiente: “Por medio de este “bite frame” los
dientes pueden ser colocados en el plano correcto; además, se puede medir la distancia desde
la parte anterior en inferior de la encía a los cóndilos co el instrumento. De esta forma, pueden
ser colocados en el articulador; en la misma posición relativa al centro del eje y el modelo
superior es fijado en el platillo superior, de acuerdo con la mordida previamente tomada. Los
dientes inferiores posteriores se montan de acuerdo, con el ángulo tomado con el instrumento
anteriormente mencionado y que está cerca de los 26 grados.
Balkwill describe con claridad meridiana un tipo de arco facial para situar el maxilar inferior y
así reproducir la distancia entre los incisivos inferiores y los cóndilos.
Los trabajos hechos por Bonwill y Balkwill y sus aportaciones dieron lugar a un cuerpo de
conocimiento que sientan las bases teóricas de una nueva disciplina científica que es la
oclusión.
Del conjunto de sus trabajo, nacen también dos visiones que se complementan de la oclusión,
que posteriormente desarrollaron conceptos teóricos que aún a día de hoy siguen vigentes.
Christensen en el año 1901, puso de manifiesto que el descenso condilar que determina la
separación de los dientes posteriores (que había sido descrito por Balkwill) están relacionados
de forma directa, y que además el registro de la separación posterior mediante ceras
intrabucales, permite el cálculo de la pendiente condílea.
Campion en el año 1905 construye un aparato con el que consiguió registrar todos estos
movimientos. Es un momento importante por cuanto todas las observaciones y descripciones
preliminares se registran y miden, por lo cual, el contenido cientofico alcanza ya cotas altas,
que permiten catalogar a la oclusión de ciencia. Campion, además, no se limitó a constatar lo
que ya estaba descrito, sino que también describió una observación de gran importancia
clínica como es que el movmiento de apertura posterior se realiza en dos fases: una primera
debida a la rotación condilar y una segunda fase con eje radial condilar de traslación a través
de la pendiente condílea. Sus observaciones terminan con una recomendación: los modelos
maxilar y mandibular deben montarse en un articulador, de tal forma que el eje de rotación
del articulador debe coincidir con el eje de apertura y cierre posterior de la mandíbula.
Gysi en el año 1913 reconoció que la teoría de Bonwill y todas sus observaciones y desarrollos
posteriores (arcogótico, registros de relación céntrica, etcétera) se basan en el movimiento
mandibular en el plano horizontal. Fue él quien divulgó el trabajo de Balkwill e hizo un
reconocimiento explícito de sus aportaciones.
Gysi sin embargo, aún reconociendo las aportaciones de Balkwill, basa las técnicas de trabajo
clínico en las teorías de Bonwill. Enunció que las alteraciones de la articulación
temporomandibular deben estudiarse con modelos montados en articulador, registros
individuales y reproducirlos en dicho articulador para proceder a su diagnóstico y tratamiento
adecuado. Introdujo la guía incisal como mecanismo de perfeccionamiento de estos registros.
Recorrido condilar
Con estos determinantes, propuso una fórmula para obtener el ángulo de Bennet. La
pervivencia de los trabajos de Bonwill y el discreto conocimiento de los trabajos de Balkwill
dieron lugar a que incluso la descripción de Relación Céntrica hecha en el año 1956 por la
Academie of Denture Prosthetics, basada en el arco gótico descrito por Gysi, está basada en el
triángulo de Bonwill y la descripción que hizo de los movimientos de lateralidad con un cóndilo
(ángulo del triángulo) pivotante. De la misma manera, la descripción más tardía hecha por la
Academie of Denture Prosthetics en el año 1987 en la que enuncia que la relación céntrica es
una posición restringida a un movimiento de rotación puro alrededor del eje transversal de
bisagra sigue las ideas aportadas previamente por Balkwill de eje intercondilar y movimiento
de rotación.
La diferencia de las dos definiciones de relación céntrica es, en esencia, que la primera se
circunscribe al plano horizontal y la segunda se basa en el movimiento mandibular en el
espacio.
Con los trabajos de Balkwill la concepción de la cinética mandibular queda establecida de tal
forma que a día de hoy, sus postulados se mantienen todavía vigentes:
Fue Walker en el año 1986, como hemos citado anteriormente quién puso de manifiesto la
contradicción existente entre el resultado obtenido en el articulador y el nulo resultado en la
boca y puso punto a punto un articulador de guía condilar adaptable. También puso a punto
un complejo mecanismo extraoral para registrar el trazado de la trayectoria condílea.