El documento analiza cómo la reproducción técnica masiva de obras de arte ha afectado su valor y percepción en la sociedad capitalista moderna. Examina cómo Simmel y Benjamin describieron el desarrollo de la personalidad individual bajo las fuerzas sociales de la ciudad y cómo la reproducción mecánica ha cuestionado la autenticidad del original. Argumenta que hoy en día las obras se ven más como adornos que como objetos de estudio histórico, reflejando una sociedad individualista definida por el trabajo y la adquisición de bienes.
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El documento analiza cómo la reproducción técnica masiva de obras de arte ha afectado su valor y percepción en la sociedad capitalista moderna. Examina cómo Simmel y Benjamin describieron el desarrollo de la personalidad individual bajo las fuerzas sociales de la ciudad y cómo la reproducción mecánica ha cuestionado la autenticidad del original. Argumenta que hoy en día las obras se ven más como adornos que como objetos de estudio histórico, reflejando una sociedad individualista definida por el trabajo y la adquisición de bienes.
El documento analiza cómo la reproducción técnica masiva de obras de arte ha afectado su valor y percepción en la sociedad capitalista moderna. Examina cómo Simmel y Benjamin describieron el desarrollo de la personalidad individual bajo las fuerzas sociales de la ciudad y cómo la reproducción mecánica ha cuestionado la autenticidad del original. Argumenta que hoy en día las obras se ven más como adornos que como objetos de estudio histórico, reflejando una sociedad individualista definida por el trabajo y la adquisición de bienes.
El documento analiza cómo la reproducción técnica masiva de obras de arte ha afectado su valor y percepción en la sociedad capitalista moderna. Examina cómo Simmel y Benjamin describieron el desarrollo de la personalidad individual bajo las fuerzas sociales de la ciudad y cómo la reproducción mecánica ha cuestionado la autenticidad del original. Argumenta que hoy en día las obras se ven más como adornos que como objetos de estudio histórico, reflejando una sociedad individualista definida por el trabajo y la adquisición de bienes.
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Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de artes ASAB Cátedra de arte y
contexto Estudiante: María Paula Triana Código: 20171016009 Fecha: 17 de Septiembre
de 2018 Artífice masificador Para empezar, Simmel en su texto, la metrópolis y la vida mental, trata de hacer evidente cómo el individuo se va transformando mentalmente junto con el contexto tecnológico y productivo. Cito “.El urbanita comienza a configurar un tipo de personalidad moderno, capitalista, indiferente y reservado; un tipo de personalidad caracterizado por la intensificación de los estímulos nerviosos. Y la mirada que propone ante este nuevo escenario no es, como venía siendo costumbre, desde la economía, la política o la biología, sino que desde la cultura y la naciente psicología.” 1 Por tanto, el individuo por el mismo progreso socio-cultural crece psicológicamente el interés por el trabajo y la producción no solo por el interés colectivo sino por el propio para lograr conseguir sus intereses y metas propuestas y cito, ”Los problemas más profundos de la vida moderna se derivan de la demanda que antepone el individuo, con el fin de preservar la autonomía e individualidad de su existencia, frente a las avasalladoras fuerzas sociales que comprenden tanto la herencia histórica, la cultura externa, como la técnica de la vida”. 2 Evidenciando al individuo saliendo de todas las ataduras morales y religiosas y económicas. Benjamin decía .”La metrópoli siempre ha sido la sede de la economía monetaria. Es aquí donde la multiplicidad y concentración del intercambio económico le otorgan a los medios de intercambio una importancia que el volumen del comercio rural no le hubiese permitido(...)La puntualidad,la exactitud y el cálculo se imponen sobre la vida por la dilatada complejidad de la existencia metropolitana y no únicamente por su conexión íntima con la economía monetaria y el carácter intelectualizante.“ 3 1 Simmel, 1903, p.1. Metropolis y vida mental. 2 Simmel, 1903, p.1. Metropolis y vida mental. 3 Simmel, 1903, p.2,4. Metropolis y vida mental.
Ahora bien quiero establecer la línea entre el tema de producción y trabajo que habla Simmel y la creación y reproducción del arte dentro de una sociedad capitalista como trata Benjamin Walter en su texto, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. Pues bien en un principio muchas de las obras realizadas eran repeticiones bien sea que un artista la realizara, y otro más adelante hiciera esta misma obra del anterior artista como símbolo ya sea de admiración o respeto. Y aquí empiezo a hablar de la imitación de una obra. Pero dónde realmente quiero enfocarme es en la reproducción técnica de las obras. Primero empezó con el grabado en madera, donde la gráfica empezó a llamar más la atención, llegando a la litografía la cual elevó la gráfica tanto así llevándola al mercado, creando cada día algo nuevo que refleja la vida misma. Fue así entonces que se empezó a cuestionar la originalidad del arte y su real esencia y valor económico igual, puesto que hoy en día, siglo XX-XXI la obra se realiza y esa obra que llaman “original” o “auténtica” tiene un valor económico mucho mayor, que las demás “copias” o “imitaciones” se venden por precios menores, ya que su reproductibilidad varía por ejemplo en tamaños y aveces hasta en colores. y aquí cito a Benjamin, “En principio la obra de arte ha sido siempre reproducible. Lo que había sido hecho por seres humanos podía siempre ser re-hecho o imitado por otros seres humanos. Hubo, en efecto, imitaciones, y las practicaron lo mismo discípulos para ejercitarse en el arte, maestros para propagar sus obras y también terceros con ambiciones de lucro.” 4 Es este caso pondré como ejemplo las esculturas de Fernando Botero como Mano, perro, gato, caballo con bridas, mujer con fruta y entre otras que son construidas a gran escala y estas mismas son reproducidas a menor escala, viéndolas de una forma “artesanal” y en masificación en varios lugares como ferias artesanales, tiendas comerciales privadas y públicas, aquí observamos la reproducción técnica mecánica de estas obras y muchas más existentes. Otro ejemplo claro está en la obra de Salvador Dalí, la persistencia de la memoria (1931) en donde el reloj como objeto principal es reproducido no sólo como pintura a distintas escalas, diferentes a la original, sino también como esculturas en miniatura usadas como adornos. Así pues esto genera un gran cuestionamiento sobre la autenticidad y lo que dice Benjamin en su texto, “El concepto de la autenticidad del original está constituido por su aquí y ahora; sobre éstos descansa a su vez la idea de una tradición que habría conducido a ese objeto como idéntico a sí mismo hasta el día de hoy. Todo el ámbito de la autenticidad escapa a la reproductibilidad técnica - y por supuesto no solo a esta-. Mientras lo auténtico mantiene su plena autoridad frente a la reproducción manual, a la que por lo regular se califica de falsificación, no puede hacerlo en cambio frente a la reproducción técnica. La razón de esto es el doble. En primer lugar, la reproducción técnica resulta ser más independiente del original que la reproducción manual.” 5 4 Benjamin Walter, 1936, p.39. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. 5 Benjamin Walter, 1936, p.42. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.
Por consiguiente en esta producción y reproducción masiva podemos observar al individuo y como se desarrolla en su contexto si la intención mental y psicológica principal es trabajar para crecer junto con el sistema en el que se encuentra. Así pues los individuos van a trabajar y a producir según su organización social, y aquí me refiero a la clase social en la que se encuentran, según sus capacidades, economía y demás. Estos factores van a influir en todo el proceso de producción si el individuo busca su propios intereses, pues bien también se incluye dentro de esto las máquinas y el poder que tiene sobre los individuos. Porque no solo es reproducir en máquinas sino que también va a afectar el capital de ventas que no son precisamente para sujetos que llevan viviendo toda su vida en un mismo lugar, ciudad, país sino aquellos que son ajenos a toda la cultura y contexto que tienen dentro del lugar. Así que ahora nos cuestionamos el valor de exhibición que estas obras reproducidas poseen.. Benjamin en su texto pone como ejemplo el arte del hombre de la edad de piedra, y dice, “El Búfalo que el hombre de la Edad de piedra dibuja sobre las paredes de su cueva es un instrumento mágico que sólo casualmente se exhibe a la vista de los otros; lo importante es, a lo mucho, que lo vean los espíritus. El valor ritual prácticamente exige que la obra de arte sea mantenida en lo oculto...” En lo que respecta de esto, dicho lo anterior y en conclusión 6 puedo observar en estos tiempos y este presente 2018 la convergencia entre estos dos temas en cuanto la gente actúa dentro de una sociedad capitalista hacia la producción masiva, donde ya no solo en ferias artesanales y tiendas comerciales encontramos reproducciones sino que también las podemos encontrar en las calles por donde transcurrimos día a día. Observo que muchas de las obras pasan de ser admiradas por su “originalidad” y pasan a ser vistas más como adornos de casa para la belleza interior del hogar, sin llegar a ser estudiadas con la curiosidad de quien fue quien la creó y los motivos de esta. Es por esto que en mi opinión personal, la producción es tan masiva que deja de importar la historia de muchas. Así pues no solo pasa de quienes se interesan en comprar estas, sino de quien las vende de igual manera y todos los individuos somos partícipes de esta acción que transcurre en el contexto capitalista; trabajar por adquirir bienes y propósitos personales más que en colectivo, esto pasa a definir una sociedad como individualista. 6 Benjamin Walter, 1936, p.53. La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. Entregó segunda semana Falta para el mínimo de palabras 37