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Antecedentes

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Después de la Primera Guerra Mundial, la vivienda se convirtió en el principal foco de

atención para los arquitectos vanguardistas. Durante muchos años, las mejores obras

construidas del movimiento moderno fueron edificios d condominio, como la casa

Steiner (1910) de Adolf Loos y la casa Schroeder (1924) de Gerrit Rietveld.

En los años 20 surge un nuevo modelo de ciudad. Se abren las calles y se jerarquiza la

red vial, se crea la infraestructura que llevarán el agua y la electricidad a las casas, se

recoge la basura, etc., y aparece un nuevo tipo de edificio que condicionará el paisaje

urbano; el rascacielos y los edificios de varios pisos. Es en esta época que hace su

entrada la arquitectura racionalista que permite optimizar el precio del suelo,

permitiendo construir varias viviendas en altura y que los pisos bajos de los edificios

puedan ser utilizados para diversos negocios, tiendas, oficinas, etc. En estos edificios, el

ascensor es un elemento esencial. Será en Chicago donde se creará este modelo de

ciudad, donde se pondrán los primeros ascensores, donde los pisos bajos se reservarán

para los negocios y donde se construirán los primeros grandes almacenes, otra de las

señas de identidad de la ciudad actual. Este modelo es el que ha permitido el aumento

de la densidad poblacional en las urbes, y el crecimiento en altura del paisaje urbano.

ANTECEDENTES DE CONDOMINIOS EN EL SALVADOR.

El área Metropolitana de San Salvador, hace algunas décadas, se encontraba en una

etapa de transición en la que se establecían cambios significativos en materia de

ecología, sociedad y economía; que poco a poco convertirían la zona en una de las más

atractivas para vivir, para adquirir mejores servicios, empleos y para realizar

intercambios comerciales, entre otras. Las características mencionadas incrementaron el

valor de la tierra que cada vez era más escaso y una reducción en poder adquirir un

espacio donde vivir; ante esta situación, aproximadamente en 1950, comenzó un interés
por parte del estado en resolver el problema de la vivienda destinada a sectores de bajos

y medianos ingresos mediante la solución de condominios para el sector de San

Salvador, La Libertad y Santa Ana. El sector privado también aportó al respecto. Se

estableció una Ley que regularía la propiedad en común, por lo que se aprueba la Ley de

Propiedad Inmobiliaria por apartamentos y condominios, de la Constitución Política.

Este sistema permite que los diversos pisos de un edificio y los apartamentos en que

éste pueda pertenecer a distintas personas, conservando en comunidad el suelo en que

están construidos dichos edificios. La situación apoyó a un mayor número de familias

en la adquisición de viviendas. Se densificaron los suelos de la zona, una cuestión de

suma importancia debido a las potencialidades del suelo que se veían cada vez más

afectadas por edificaciones horizontales. (Política Salvadoreña de vivienda, vice

ministerio y desarrollo urbano (VMVDU), 2012)

La vivienda en condominio tuvo gran apoyo del Instituto de Vivienda Urbana (IVU), el

cual jugó un papel muy impórtate en el desarrollo y ejecución de los primeros

proyectos. El gobierno a través del Vice Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano ha

formulado La Política Salvadoreña de Vivienda la cual parte de que” todo ciudadano

salvadoreño tiene derecho al acceso de una vivienda adecuada”.3 La empresa privada

incentiva a participar en el desarrollo de programas de construcción de viviendas y toda

clase de edificios. El Instituto de Vivienda Urbana (IVU) ha construido

aproximadamente 9,150 unidades habitacionales en condominio entre los años 1956 y

1987; se construyeron Colonia Málaga, La 5 de Noviembre, Lamatepec, Atlacat,

Candelaria, IVU, Lourdes, Monserat, Zacamil entre otras.4 Los Proyectos distribuidos

en diferentes zonas de San Salvador incentivaron a empresas como la Coperative

Housing Fundation (CHF), el Fondo Social para la Vivienda (FSV), Programa Nuevo

Amanecer y las empresas privadas a invertir en proyectos de vivienda en condominio


llegando a un total de 26,798 unidades habitacionales entre 1956 y 1996.5 La falta de

cultura de vivir en condominio, la falta de recursos económicos para el mantenimiento

de la infraestructura existente, el descuido y deterioro por parte de los habitantes, sobre

todo en las áreas abiertas, llevan a conformar una imagen visual sucia y desordenada

que afecta el desarrollo de proyectos de este tipo. Tanto que en los años noventa, el

concepto de vivienda en condominio fue quedando en el pasado.

Actualmente la demanda de viviendas dentro de la ciudad incrementó por esto las

empresas privadas se han focalizado en proyectos innovadores de viviendas en alturas

con nuevas tecnologías e ideas para ofrecer servicios colectivos completos, ambientes

agradables, ubicaciones estratégicas, seguridad, privacidad y espacios residenciales

diferentes, entre otros.( Estudio de desarrollo físico y social de la vivienda en condominio en

ASS, 1998)

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