TÍTERES y Normas en La Escuela
TÍTERES y Normas en La Escuela
TÍTERES y Normas en La Escuela
(Abuela saluda a los estudiantes, ellos contestan; les da la bienvenida a un nuevo año escolar y
les habla de las principales normas).
Abuela: Muy bien, vamos a comenzar… Lo más importante en este nuevo año es aprender a
escuchar. A ver René ¿qué acabo de decir?
Sapo: ¿Ah?
Sapo: Eeeeehhhhh…
Sapo: iiii.
Caperucita: Profesora, usted nos dijo que en este año íbamos a poner en práctica la escucha.
Abuela: Muy bien. ¿Todos me escuchan? (todos responden síiiii, señora profesora). Bueno,
otro asunto muy importante es seguir las instrucciones que los docentes les damos, son por el
bien de ustedes. Por ejemplo: si les decimos que no corran por las escalas es para que no se
vayan a caer y lastimarse. ¿Entendido? (todos responden síiiii, señora profesora. Lobo alza la
mano y la Abuela lo deja hablar).
Lobo: Profe, como el año pasado, que Casimiro Santos no hizo caso cuando le dijeron varios
veces que no saltara de este muro del patio salón y saltó y se cayó y se quebró un diente y lo
tuvieron que llevar donde el dientólogo y se quedó mueco muchos días… ¡Qué risa! (Todos
ríen).
Abuela: Eso no da risa, Loberto, porque a él le dolió mucho y aprendió la lección de una forma
muy traumática. Además no se dice dientólogo sino odontólogo. También hablaremos de las
basuras, o como se les dice más correctamente, desechos sólidos. A ver René, ¿en cuál caneca
se depositan los envases plásticos?
Abuela: Muy bien. Loberto, ¿en cuál caneca se depositan las envolturas de mecatos?
Abuela: ¿Y vamos todos los del Colegio a botar las envolturas en tu casa?
Lobo: Nooo, cómo se le ocurre… El perro de mi casa no los deja entrar. A ver tú, Caperucita.
Lobo: Si yo quiebro algo, mi papá lo paga. Cómo él tiene tanta plata… Claro que después me lo
saca de las loncheras y mi mamá me coge a cantaleta.
Sapo: Si yo quiebro algo, mi papá me quiebra los permisos para salir a jugar con mis amigos.
Abuela. No se trata de dañar y pagar porque sí. Se trata de cuidar, de respetar. El mundo está
patas arriba porque los seres humanos hemos dañado todo y los daños no se pagan con plata.
Caperucita: Ningún dinero paga el agua contaminada ni el aire sucio que respiramos y todo
comienza con el simple acto de no valorar las cosas que se nos entregan a nuestro cuidado.
Abuela: Muy bien dicho; seguiremos hablando de estos temas tan interesantes más adelante.
Ahora vamos a resumir. ¿De qué hablamos primero, Loberto?
Caperucita: Y del manejo de las basuras y del cuidado de los enseres del Colegio.
Abuela: Me alegra mucho que hayan venido tan juiciosos y el compromiso durante todo el año
es aplicar lo aprendido. Vamos a salir a descanso, sin correr y en fila ordenada. (Se van). FIN