El Compromiso Puritano A La Sola Scriptura - Lawson PDF
El Compromiso Puritano A La Sola Scriptura - Lawson PDF
El Compromiso Puritano A La Sola Scriptura - Lawson PDF
(Este es el manuscrito del sermón predicado por Steve Lawson en la Conferencia Fuego
Extraño)
Bueno, en esta noche el enfoque de nuestro estudio en esta noche, será otro – otra teología
histórica, otro panorama teológico histórico, de un asunto critico que tiene que ver de una
manera maravillosa con esta conferencia entera. Y, el tema que se me ha pedido enfocar y
explicar, y lo hago con gusto, es el Compromiso Puritano con las Sola Scriptura.
Surgiendo de La Reforma en el Siglo XVI, fue tocada una trompeta que levantó los corazones
de todo el pueblo de Dios. Esa trompeta tocada, fue un llamado a la Sola Scriptura, la cual es
una frase latina para referirse a las Escrituras únicamente. Realmente fue el fundamento de
las otras cuatro solas, sola gratia, sola fide, solus Christus, y soli Deo Gloria. Y, estas cinco
encajan realmente como una afirmación, declaración de la verdad del Evangelio verdadero
salvador de Jesucristo.
Piensa en ello de esta manera, piensa en un templo antiguo magnífico, y el cimiento sobre el
cual todo descansa es Sola Scriptura. Todo aquello en lo que creemos, todo lo que
obedecemos, todo lo que consideramos como de valor en las convicciones de nuestra alma,
está basado sobre la – el cimiento estable de Sola Scriptura. Roma dijo: “Colocamos las
Escrituras, pero, es las Escrituras más las Escrituras, y la tradición de la iglesia; las Escrituras
y las jerarquías eclesiásticas. Las Escrituras y los concilios de la iglesia, las Escrituras y la
autoridad papal”. Los reformadores dijeron: “No, de regreso a la Biblia es sola las Escrituras.
Sola Scriptura, las Escrituras únicamente. Y, si alguna otra cosa es añadida a la – al cimiento
de la iglesia, prácticamente va a romper el cimiento y no se va a sostener, no va a sostener la
enseñanza y predicación del Evangelio de Jesucristo”.
Al mismo tiempo dijeron, no a los Anabautistas y a los Libertinos, que querían añadir sus
sueños y visiones, y sus nuevas revelaciones, y sus revelaciones proféticas. Y, los
reformadores dijeron: “No, son las Escrituras únicamente”.
Sobre este cimiento hay tres pilares inmensos, que realmente enmarcan el Evangelio, y
sostienen en alto el Evangelio en su proposición más básica y elemental. Sola gratia, sola
fide, solus Christus, la salvación es por gracia únicamente, a través de la fe únicamente, en
Cristo únicamente. Roma quería agregar obras buenas y bautismo, y asistencia a la iglesia, y
ritos, y a indulgencias, y María, y el tesoro de merito, etcétera, etcétera, etcétera. Y,
simplemente lo que hicieron, es que continuaron añadiendo, añadiendo, añadiendo su camión
de cargue, todo tipo de basura. Y, los reformadores debido a que regresaron a la Palabra de
Dios, las Escrituras únicamente, dijeron: “No, la salvación, el Evangelio verdadero salvador,
es por gracia únicamente, a través de la fe únicamente, en Cristo únicamente”. Y, cuando eso
está en su lugar, cuando este cimiento está en su lugar, en estos tres pilares inamovibles, y
cuando estos pilares están en su lugar, entonces el pináculo y el techo sobre el todo que a lo
cual apunta, todo es soli deo gloria, para la gloria de Dios únicamente. Esa es la reforma
entera, en una capsula. Este es el asunto entero reducido a sus partes más elementales. Pero,
todo descansa en sola Scriptura.
Los reformadores, por así decirlo, edificaron muros sobre este fundamento, dijeron: “No
podía haber una invasión, nada se podía meter ahí, para aumentar esta – este cimiento puro de
sola Scriptura”. Después de que dejaron de vivir los siguientes gigantes que entraron en una
fila larga de hombres piadosos, eran aquellos que fueron conocidos como los puritanos. Y, la
época puritana realmente comenzó a mediados del Siglo XVI, con el – la ascendencia de la
reina Isabel llegando al trono de Inglaterra. Y, la remoción de María la Sangrienta de su
reinado de terror, conforme trajo de regreso sus creencias católicas, y mató a unos 288 de los
mejores predicadores y mujeres también, que Dios jamás levantó. Y, de hecho siempre la
tengo en mi Biblia de predicación, John Rogers, quien quemó en 1555, fue incinerado en la
hoguera, en la estaca por manos de María la Sangrienta. Y, después del reinado de María, se
volvió un nuevo reinado con Elizabeth en el trono, y entró un nuevo movimiento, conocido
como el Movimiento Puritano, que buscaba purificar dentro de la iglesia de Inglaterra, y traer
a la iglesia de regreso la pureza de sola Scriptura, sola gratia, sola fide, solus Christus, y soli
deo gloria. Fueron estos puritanos que, que fueron tan poderosamente usados por Dios, pocos
movimientos en la historia de la iglesia, han estado tan centrados en la Biblia, y tan
orientados a la Biblia como lo fue el Movimiento Puritano.
Y, ésta noche quiero que consideremos su compromiso con sola Scriptura. Y, quiero hacerlos
bajo tres encabezados. Quiero hacer de esto simple y quiero que vean hacia dónde nos
dirigimos. Estos tres encabezados con respecto a sola Scriptura, fueron definidos por los
estudiosos de Westminster. Número dos, fue diluido por los Cuáqueros. Y número tres, fue
defendido por Juan Owen, el Calvino de Inglaterra. Hacia ahí nos dirigimos. Y, quiero
comenzar en primer lugar ahora, con sola Scriptura, definida por la – por los estudiosos de
Westminster. Y, antes de que comencemos a ver quizás la declaración doctrinal más
impresionante de fidelidad a la Palabra escrita de Dios, especialmente su lugar en la historia,
quiero presentarles algunas marcas distintivas de las Escrituras mismas, de sola Scriptura. En
otras palabras, antes de que entremos a la historia de la iglesia bajo este encabezado, quiero
que piense conmigo cuáles son esas marcas distintivas de la Biblia misma, con respecto a sola
Scriptura, las Escrituras únicamente.
Tendría que comenzar en primer lugar, con la inspiración de las Escrituras. La Biblia dice de
sí misma, en 2 de Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Toda jota, toda
tilde, todo capítulo, todo versículo, todo libro dentro del canon de las Escrituras, ha sido
exhalado por Dios, ha salido de la boca de Dios, no fueron los autores los que fueron
inspirados, si no que fueron las Escrituras las que fueron inspiradas. Los autores fueron los
instrumentos en la mano de Dios, que registraron lo que Él quiso que ellos escribieran,
usando sus propios temperamentos, sus propias personalidades, y vocabulario, y usando su
trasfondo y experiencia. No obstante, escribieron precisamente lo que Dios quiso que
escribieran. Jesús dijo en Mateo 4 versículo 4: “No solo de pan vivirá el hombre, si no de
toda Palabra que sale de la boca de Dios”. Toda palabra de las Escrituras, sale de la boca de
Dios. Es como si la revelación divina en la Biblia, hubiera descendido de Dios arriba.
Hebreos 4 versículo 12, leemos: “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz”. Este libro está
vivo, este libro tiene la vida de Dios dentro de sí mismo, porque es el aliento mismo de Dios,
es inspirado por Dios. Jesús dijo en Juan 6:63: “Las palabras que os he hablado, son espíritu y
son vida”.
No solo la inspiración de las Escrituras, si no también la inerrancia de las Escrituras, está
involucrada e incluida en sola Scriptura. Y, debido a que la Biblia es exhalada por Dios, es
inspirada por Dios, es por lo tanto la Palabra de Dios. Y, debido a que Dios es santo, Dios no
puede mentir. Dios es verdad y toda Palabra de Dios es verdadera. Tito 1 versículo 2 dice:
“Dios no puede mentir”. ¿Hay algunas cosas que Dios no puede hacer? Claro que las hay,
Dios no puede pecar, Dios no puede negarse a Sí mismo, Dios no puede mentir. Hebreos 6
versículo 18: “Es imposible que Dios mienta”. Jesús oró en Juan 17:17: “Tu Palabra es
verdad”. Proverbios 30 versículo 5: “Toda Palabra de Dios, es limpia”. Entonces, sostenemos
en alto con los puritanos, como lo veremos en tan solo un momento. La inerrancia misma de
la Palabra de Dios. Que Dios sea hallado veraz y todo hombre mentiroso.
En tercer lugar, la infalibilidad de las Escrituras. Todo lo que ha sido registrado en las
Escrituras, debe suceder. Las Palabras del Señor, no pueden fallar. Isaías 40 versículo 8:
“Sécase la hierba y marchítase la flor; pero la palabra de el Señor permanece para siempre”.
Jesús dijo en Mateo 5 versículo 18: “Porque hasta que el cielo y la tierra pasen, ni una jota, ni
una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Jesús diría que las Escrituras no
pueden ser quebrantadas, Juan 10 versículo 35. Y, después en cuarto lugar, la autoridad de las
Escrituras. Que debido a que la Palabra de Dios es inspirada, es infalible, es inerrante, viene
con la autoridad de Dios mismo. Cuando la Biblia habla, Dios habla. Y, cuando Dios habla,
Él habla con autoridad soberana en Su Palabra. Salmo 19 versículo 7, ya ha sido leído esta
noche: “La ley de Jehová es perfecta”. No son las sugerencias del Señor. No son las opciones
del Señor. No son las consideraciones del Señor. Es la ley de Jehová y es algo que tiene
autoridad sobre la conciencia y vida de todo hombre. Salmo 19 versículo 8: “El mandamiento
de Jehová es puro”. Es el mandamiento de Dios mismo para todo hombre y toda mujer. Eso
es la razón por la que Pablo dijo en 1 de Tesalonicenses 4:15: “Porque esto decimos a
vosotros por la Palabra del Señor”.
En quinto lugar, su perspicuidad. Sola Scriptura significa que la Palabra de Dios es clara, es
comprensible, es una revelación lúcida. Mateo 22 versículo 31, Jesús le dijo a los fariseos:
“Pero acerca de la resurrección de los muertos, ¿No habéis leído?” ¿Tiene dos ojos? ¿Tienen
dos células cerebrales que están conectadas entre sus oídos? ¿Qué no pueden procesar la
información, la revelación clara en la Palabra de Dios? En Mateo 19 versículo 4, Jesús
respondió y dijo: “¿No habéis leído que el que los creó desde el principio varón y hembra los
creó?” Dios ha hablado de una manera tan clara en su Palabra, que ningún hombre puede usar
como excusa no entendí lo que Dios dijo. Dios no ha tartamudeado en su Palabra. Dios ha
hablado con precisión y claridad, y es un mensaje comprensible. Pero, necesitamos la
iluminación del Espíritu Santo, sí. Pero, cualquier falla en comprensión de la Biblia, no es
culpa de la Biblia, si no culpa del hombre. Pero, lo que Dios ha dicho, lo ha dicho con
claridad abundante en su Palabra. Y, ¿Qué diferencia fue esto con Roma? Roma dijo: “El
hombre en la banca, la mujer en la banca no puede entender la Biblia”. Esa es la razón por la
cual no vamos a traducirla en su idioma. Esa es la razón por la cual la predicación va a ser en
latín. Esa es la razón por la que les vamos a decir qué creer, porque son incapaces de entender
la Biblia.
Y, los puritanos y los reformadores dijeron: “¡No! ¡No! ¡No! El granjero en el campo va a
conocer más la Biblia que el papa en Roma, para que la Palabra de Dios marcada por la
perspicuidad es clara en asuntos que tienen que ver con la salvación y la vida piadosa”.
En sexto lugar, sola Scriptura, implica la suficiencia de las Escrituras. Que la Palabra de Dios
es capaz de llevar a cabo todos los propósitos de Dios aquí en la tierra, como – conforme la
Palabra de Dios es traído en los asuntos de la vida e individuos en ésta vida. Isaías 55
versículo 11, Dios dice: “Mi Palabra que sale de mi boca, no volverá a Mí vacía”. Sin cumplir
lo que Yo quiero, sin tener éxito en aquello, para que yo la envié. Los propósitos redentores
de Dios, se van a cumplir en este mundo, mediante la Palabra de Dios, la cual es suficiente
para hacer todo lo que Dios desea hacer en este mundo”.
Y, la Palabra de Dios es poderosa para convencer de pecado, es poderosa para convertir, es
poderosa para conformar, es poderosa para consolar, es poderosa para corregir. La Palabra de
Dios es poderosa, es más poderosa que cualquier otro objeto que tú y yo jamás tendremos en
nuestras manos. Pedro dice: “Porque habéis sido renacidos, no de cimiente corruptible, si no
incorruptible. Esto es, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. Hay tanta
vida en este libro, que cuando este libro es plantado en la tierra de corazones humanos,
habiendo sido preparados por el Espíritu Santo de Dios, cuando Dios por su gracia soberana
hace que esa semilla germine, produce vida eterna. Y, es éste libro únicamente que santifica y
que conforma a los creyentes en la imagen misma de Jesucristo.
En séptimo lugar, sola Scriptura implica la inmutabilidad de las Escrituras. Esto es, que
nunca cambiará, siempre es igual. Salmo 119 versículo 89: “Por siempre, oh Jehová, tu
palabra está establecida en los cielos”. Salmo 119 versículo 160: “Cada una de tus
ordenanzas justas es eterna”. Escucha, lo que es correcto, siempre será correcto. Lo que está
mal, siempre estará mal. El camino de salvación siempre será el camino de salvación, la
revelación de Dios es incambiable, porque Dios mismo es inmutable e incambiable. La sola
Scriptura implica también la invencibilidad de las Escrituras. Que es un arma superior en la
mano del hombre o la mujer de Dios, conforme es usada. Dios dice en Jeremías 23:29: “¿No
es mi palabra como fuego, declara Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”
Hebreos 4 versículo 12, dice: “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
toda espada de dos filos”. Qué Palabra tan poderosa, qué instrumento tan penetrante es la
Palabra del Dios vivo. Es un arma invencible.
Y finalmente, sola Scriptura, implica la finalidad de las Escrituras. Esto es, que no hay nueva
revelación que debe ser dada al hombre, después del cierre del canon de las Escrituras. Que
tenemos una fe que ha sido una vez dada a los santos, de acuerdo con Judas 3, Apocalipsis
22:18: “Yo testifico a todo que oye las palabras de la profecía de este libro, si alguien añade a
ellas, Dios añadirá a él las plagas que están escritas en este libro”. Todas estas verdades son
inherentes en esta afirmación de sola Scriptura. Y, ¿por qué esto sería tan importante para
esta conferencia y para nuestro entendimiento de la Palabra de Dios? Es este último elemento
de la finalidad exclusiva de la revelación divina en la Palabra escrita de Dios. Dios ha traído
la consumación de Su mensaje a nosotros en la revelación especial santificadora en la verdad
de Su palabra escrita.
Conforme los puritanos se reunieron en 1643, llamados por el parlamento inglés, se les
mandó que escribieran una declaración doctrinal que gobernara la tierra. Y, en 1646
completaron su bosquejo y la ratificación de la Confesión de Fe de Westminster. Hubieron
121 estudiosos y teólogos, pastores y maestros, junto con otros 30 laicos clave. Se reunieron a
los largo de 1100 sesiones. Y, conforme escribieron la Declaración Doctrinal de Westminster,
el catecismo corto y el largo, comenzaron su Confesión de Westminster con el capítulo 1. El
capítulo 1 está titulado De las Sagradas Escrituras. Y, en su Declaración Doctrinal,
escribieron muchos años atrás, inclusive refinaron aun más lo que había sido escrito 100 años
antes por los reformadores. Conforme nuevos desafíos fueron enfrentados por la iglesia en
ese entonces, necesitaban ser más explícitos, necesitaban ser más definidos en lo que ellos
creyeron acerca de las Escrituras. Y, es una Declaración Doctrinal en su primer capítulo, que
se ha mantenido en alto a lo largo del tiempo, y prácticamente es una declaración de todo lo
que la Biblia enseña acerca de sí misma.
Y, quiero que caminemos a lo largo de algunos de estos declaraciones, para que vean cómo,
cómo lo comprometidos que estaban los puritanos con sola Scriptura. Y, van a ver algunas
declaraciones que algunas oraciones que se van a proyectar aquí en la pantalla arriba de mi
cabeza. Y, los he resumido, los he seleccionado para que sean comprensibles y fácil de leer.
Y, como fueron originalmente leídos y los tenemos en la actualidad, hay una mayor amplitud
y profundidad en estos párrafos. Pero, para ayudar en nuestra comunicación, quiero que vean
y entiendan lo que las mentes más grandes puritanas destilaron en una declaración de sola
Scriptura. Y, lo que quiero que observen, es que en el capítulo 1, sección 1, comenzaron con
la declaración acerca del cese de cualquier revelación nueva, y estaban determinados por
afirmar que creerían únicamente en la Biblia. Entonces, noten, si son tan amables, en la
sección del capítulo 1, consideraron necesario que tiene que ser escrito para que el mensaje
sea preservado, para que el mensaje sea propagado por todos lados, con una uniformidad de
declaración. Y, para ello Dios determinó registrar la Biblia y la expresó de manera escrita. Y,
como dice al final de esta primera sección, dice: “Esas maneras anteriores en las que Dios
reveló su voluntad a su pueblo” - ahora, noten las últimas dos palabras, “ahora cesó”. Esto
está al principio de la Confesión Westminster de Fe. No hay lugar alguno para dar margen a
esto. Estos eruditos puritanos, esta generación más grande de creyentes que se han
congregado en el Reino Unido, ellos comenzaron con esta afirmación de cesacionismo.
Sección 2, hablan de las inspiración y la autoridad de las Escrituras. En el número 2, “todas
las Sagradas Escrituras, las cuales son dadas por inspiración de Dios”. Ahora, dice: “No Dios
y hombres, sino no inspiración de hombres, si no inspiración de Dios”. Sería 100% la Palabra
no adulterada, incambiable de la mente y voluntad de Dios revelada al hombre.
Y, después concluye para que sea la regla, la norma de fe y vida. Noten por favor esa palabra,
norma, que tiene la autoridad sobre nuestras vidas, para gobernarnos, para dictar a lo cual nos
sometemos con gusto. En la tercera sección tuvieron el cuidado de declarar que el apócrifo,
los libros apócrifos no están incluidos en el canon de las Escrituras. Los libros comúnmente
llamados como apócrifos, no son parte del canon de las Escrituras. Confinaron esta
inspiración, reconocieron que, que está contenida dentro de los 66 libros de la Biblia, 39 en el
Antiguo, 27 en el Nuevo.
La cuarta sección dice: “La autoridad de las Sagradas Escrituras, debería ser creída y
obedecida”. De nuevo, es una declaración de la autoridad de la Palabra de Dios, y su poder
gobernante por encima de las vidas de hombres y mujeres. En la sexta sección leemos, de su
suficiencia: “Todo el consejo de Dios, con respecto a todas las cosas que son necesarias”.
¿Escucharon eso? Todas las cosas que son necesarias, para su propia gloria, la salvación del
hombre, fe y vida, están en las Escrituras. No hay necesidad de buscar en ningún otro lugar.
No hay necesidad para que nada más se le agregue. No hay necesidad que ningún otro
apéndice suplemente la revelación divina, en la Palabra escrita de Dios, afirmaron las
Escrituras que ya les leí, que todas las cosas necesarias para la salvación y la santificación,
para la gloria de Dios, se encuentran en nuestras Biblias. Este es un punto muy importante. Y,
al final de esta presentación, Juan Owen va a ser el que va a entrar para responder
prácticamente lo que van a decir los cuáqueros, y va prácticamente a presentar su defensa
sobre la perfección y suficiencia de la Palabra de Dios. Y, va a decir: “Adiós, aléjense, quiten
sus nuevas revelaciones y visiones, y sueños. Tenemos la Palabra de Dios escrita, que es toda
suficiente”.
En ésta sexta sección, también encontramos otra declaración cesacionista. Dice: “Nada”.
¿Entienden lo que quiere decir nada? “Nada, en ningún momento”. ¿Entienden lo que quiere
decir en ningún momento? “Debe ser añadido, sea por revelaciones nuevas del Espíritu, o
tradiciones de hombres”. No estés trayendo tu – esto dijo Jehová: “Si no tiene capítulo y
versículo”. Y, sé que ese es un reflejo de su propio corazón y su compromiso con la Palabra
escrita de Dios. Número 7 y 9, tienen que ver con la perspicuidad de las Escrituras, lo claro
que este libro. Observen el número 7, escuchen el número 7: “Esas cosas que son necesarias
para ser conocidas, creídas, y observadas para la salvación, son presentadas de una manera
tan claras y abiertas, en algún lugar de las Escrituras u otro”. Esto es todo lo que necesitas
saber para ser salvo, está claramente presentado en la Biblia. Todo lo que necesitas saber para
seguir la voluntad de Dios, está declarado de manera clara en este libro. Todo lo que necesitas
saber para vivir de tal manera, que traigas honra y gloria a Dios, se declara de una manera
clara en este libro. Escucha, este libro no es difícil de entender, simplemente es difícil de
aceptar. ¿Qué parte de por Cristo únicamente, por gracia únicamente, por fe únicamente no lo
entiendes? Inclusive un niño puede llegar a la fe en Jesucristo.
Observa lo que proceden a decir en la misma sección, en el 7, que no solo los preparados, si
no que también los no preparados, tanto el príncipe como el pordiosero, pueden alcanzar un
entendimiento suficiente de éstas cosas. Si hay algún velo, no es por las Escrituras. El velo
está en las mentes oscurecidas, entenebrecidas de los hombres. Sección 9, al continuar con
esta perspicuidad, la regla infalible de la interpretación de las Escrituras, son las Escrituras
mismas, y lo que eso está diciendo, es que las Escrituras son el mejor intérprete de las
Escrituras. Si hay algo que no está claro en un lugar, es abundantemente claro en otro lugar.
Y, los pasajes más claros traen luz sobre los pasajes menos claros. Porque la Biblia nunca se
contradice a sí mismo, porque la Biblia habla con una voz. Tomás Watson, mi puritano
favorito dijo: “Así como un diamante solo puede cortar un diamante, las Escrituras
interpretan a las Escrituras”.
Y finalmente, número 10, es un resumen final en ese primer capítulo acerca de la autoridad
de la Palabra de Dios. Y, simplemente para concluir con esto, dijeron: “El juez supremo,
mediante el cual todo controversia debe ser determinada y debe ser examinada, no puede ser
nadie más que el Espíritu Santo hablando en las Escrituras”. No hablando en tu revelación, no
hablando en tus sueños y visiones. No hablando en tus lenguas, hablando en las Escrituras
únicamente. Y, la Palabra de Dios será el árbitro más elevado en todo asunto, para la vida de
la iglesia.
Esta es el compromiso de los puritanos en 1646. Conforme escribieron este documento
extraordinario, habiéndose reunido 1100 veces, en el curso de esos 3 años. Se aferraron a la
Palabra de Dios, y permanecieron fiel a ella. La iglesia siempre es fuerte, está en su mayor
fuerza cuando se aferra la Palabra de Dios de esta manera. La iglesia está en su mejor
condición en toda época de la historia de la iglesia, cuando la iglesia se aferra a sola
Scriptura, y cuando la iglesia se desvía un paso de sola Scriptura, coloca su pie en la
pendiente descendiente, y es cuestión de tiempo para que termine descendiendo al
Liberalismo y Ecumenismo, hasta que llega al Agnosticismo, terminando en el Ateísmo. La
posición más elevada es sola Scriptura. Esa es la plataforma, más Scriptura.
Toda denominación que se desvía y todo seminario que se desvía, se desvía en este punto.
Toda iglesia que se desvía, se desvía en este punto. Toda denominación, todo seminario, y
toda iglesia que es fuerte en la gracia de Dios, es fuerte en estar anclada en sola Scriptura. No
es negociable. No solo somos dogmáticos en esto, somos dogmáticos como un bulldog. No
está abierta a debate.
Ahora, en segundo lugar, no solo definida por los estudiosos de Westminster, si no que en
segundo lugar quiero que observen tristemente diluida por los cuáqueros. Cuando Dios abre
las ventanas del cielo para bendecir a su pueblo, el cielo abre las puertas del infierno para
destruir. Y, cuando Dios está haciendo su mayor obra, puedes estar seguro de que el diablo
está ahí, listo para meter su religión engañosa. Mientras que los puritanos estaban
reuniéndose en Westminster, en los 1640, es exactamente, exactamente en el mismo tiempo,
en el mismo momento. Virtualmente en el otro lado de la ciudad, el diablo estaba llevando a
cabo su obra. Y, al mismo tiempo se levantó en los 1640’s, un grupo marginal que llegaría a
ser conocido como los cuáqueros. Ésta secta radical también era conocida como la sociedad
religiosa de amigos. Y, decían haber estado recibiendo nuevas revelaciones. Y, decían estar
recibiendo profecías. Y, junto con eso estaban siendo desviados al hiperemocionalismo, y al
misticismo, y ahí es hacia donde siempre lleva, cuando quitas el ancla de sola Scriptura.
Fueron guiados por un hombre llamado Jorge Fox y organizaron su primera asociación en
1652. Y, en el corazón de la teología cuáquera, se encontraba este mensaje, que uno puede ser
salvo de manera independiente de las Escrituras. Que hay una luz interna en toda persona. Y,
ésta revelación interna o interior hace posible la salvación para toda la humanidad. Y,
llamaban a esta Luz Interior el Espíritu que Moraba en el hombre. Y, decían que el Espíritu
inclusive estaba también en incrédulos. Y, conforme se congregaron como incrédulos, decían
que tenían al Espíritu Santo dentro de ellos. Y, entrar aun al servicio de adoración de
cuáqueros, no había, cuando entrabas, no veías a un pastor ordenado. Nadie entraba al púlpito
con la Palabra de Dios, y exponía la Palabra de Dios escrita, si no que todos se sentaban en
un edificio como en el que estamos sentados, y se les animaba a meditar. Y, conforme te
sentías impulsado, simplemente te ponías de pie y hablabas, y dabas dirección a las vidas del
resto de la gente. A las mujeres se les animaba que se pusieran de pie y predicaran a los
hombres. Y, a partir de este compromiso, por ser abiertos, y no cautelosos, a creer en la
revelación continua del Espíritu, fueron llevados a todo tipo de experiencias místicas y
patrones aberrantes, lo cual incluía desnudarse como una señal. Una señal de juicio. Y, en
junio de 1654, dos mujeres cuáqueras, Elizabeth Fletcher y Elizabeth Leavens, visitaron
Oxford, para traer el mensaje cuáquero, a la ciudad universitaria. Estas dos mujeres
comenzaron a predicarle a los alumnos de Oxford, para advertirles a los alumnos de los males
del estudio. Y, para pedirles y para advertirles del peligro de entregar sus mentes al mundo
intelectual de la academia. Y, buscaban persuadirlos, de que lo único que necesitaban era la
luz interna por el Espíritu Santo. No necesitaban la biblioteca, no necesitaban el salón de
clases, no necesitaban a sus profesores. Dios simplemente les hablaría en su espíritu dentro de
ellos.
Y, ese mensaje cayó en oídos sordos. Una de estas mujeres, se desvistió y anduvo caminando
semidesnuda por Oxford, con el pecho descubierto, diciendo que era una señal de juicio en
contra de los alumnos hipócritas. Un acto tan extraño como este, muestra claramente la
tendencia inherente, cualquier movimiento por exaltar lo que ellos pensaban que era el
Espíritu Santo, y entrar en conducta ilógica, irracional, aberrante. Pero, ¿Qué es más
aberrante que estar corriendo semidesnudo? Son las declaraciones absurdas y las acciones
aterradoras de tantas – tantos líderes carismáticos del día de hoy. Lo que vimos frente a
nuestros ojos el día de hoy, durante la sesión de preguntas y respuestas, es aun más absurdo
en mi estima, que esas mujeres que se quitaron la ropa y andaban caminando desnudas.
Escuchen lo que dijo Marilyn Hickey, de TBN, y uno de los oradores invitados en una
conferencia, conferencia de Biblia carismática. Ahí tiene una contradicción de términos. Y,
cito: “¿Qué necesitas? Comienza a crearlo. Comienza a hablar de ello. Comienza a hablar
para que exista. Háblale a tu fajo de billetes, diciendo: “Tú fajo de billetes, grueso, lleno de
dinero”. Les voy a dar la nota a pie de página si quieren. “Háblale a tu chequera, dile: “Tú
chequera, tú”. Les dije, esto va más allá de desnudarse. “Tú chequera, nunca has sido tan
próspero, desde que te poseí. Tú simplemente estás lleno de dinero. ¿No es cierto?” Eso no es
todo lo que estaba lleno de algo.
Kenneth Copeland, hablas de cosas aberrantes: “Tú no tienes a Dios en ti, tú eres uno. No te
molestes cuando la gente que acuse de pensar que eres Dios, órate a ti mismo”. Eso va más
allá de andar caminando desnudo. Tiene la misma fe creadora y habilidad dentro de ti que
Dios usó cuando Él creó los cielos y la tierra. Simplemente crea tu propio universo en el cual
vivas, tu propio mundo de fantasías. Kenneth Copeland, dijo: “Dios es un ser que tiene una
estatura entre 1.90 y 1.95. ¿Ahí hay un alto concepto de Dios para ustedes? Él dijo: “Yo no
predico doctrina”. Oh, te creemos en eso. Estamos de acuerdo en eso. “No predico doctrina,
yo predico fe”. Sí, fe en ti mismo. Fe en el diablo. Kenneth Hagen dijo: “El creyente es tanto
una encarnación, como lo fue Jesús de Nazaret”. Fred Price dijo: “Debes tener una fe del
Rolls Royce”. Y, Benny Hinn dice: “¿Estás listo para un conocimiento realmente revelador?
Tú eres Dios. Los cristianos son pequeños mesías. Los cristianos son como pequeños dioses”.
Dijo: “Nunca, jamás, nunca vayas al Señor y digas: Si es tu voluntad”. Él dice: “Nosotros los
cristianos poseemos poder en nuestras bocas, para sanar o matar, así como las brujas lo
poseen”. Tienes razón. Dijo: “Somos pequeños mesías, todo lo que Jesús jamás fue”.
Les estoy diciendo, tomas un paso lejos de sola Scriptura, te alejas un paso de sola Scriptura
y has colocado tu pie en una cascara de plátano teológica, estás en una pendiente resbalosa, es
inevitable que te estás dirigiendo hacia abajo y más abajo, hasta que choques en el fondo. En
esto consistía este movimiento cuáquero. Hay una razón por la que le llamaban cuáquero.
Porque en sus servicios estaban sacudiéndose y se entregaban a sacudir. De hecho, al venir a
las colonias, en algunos lugares, de hecho se les llamaban los sacudidores.
Esto me lleva al número tres. Sola Scriptura defendida por Juan Owen. No fue coincidencia
en absoluto, que en ese mismo campus en la Universidad de Oxford, sentado como el vice
regente, colocado ahí por Oliver Cromwell, el Señor Protector de Inglaterra, presidiendo en
toda la academia de la universidad prestigiosa de Oxford, la figura más importante, y estaba
ahí el genio teológico de Juan Owen, Dios lo tenía ahí. Y, si alguien podía diseccionar la
teología cuáquera, podía ser el gran puritano Juan Owen. Fue Juan Owen el que se convirtió
en el capellán personal de Oliver Cromwell, fue Juan Owen quien predicó al Parlamento, fue
Juan Owen, quien un día después de que Carlos I fue decapitado al final de la monarquía,
Juan Owen se dirigió al Parlamento. Ese hombre brillante, cuyos escritos teológicos toman 23
volúmenes en el estudio de un pastor, se entregó a sí mismo a combatir esta partida
emocional de sola Scriptura con sus nuevas revelaciones, y Juan Owen afirmó el problema
más profundo, el cual era sola Scriptura. Él prácticamente fue a la medula y realmente
enfrentó este asunto de sola Scriptura. Fue en 1659 que Juan Owen respondió a esta afrenta
cuáquera escribiendo una de sus obras más importantes, cuyo título es Una Defensa de las
Escrituras Sagradas contra los Fanáticos. Capítulo 1, capítulo 2, capítulo 3, capítulo 4. Quiero
concentrarme en el capítulo 3. El título del capítulo 3 es Acerca de la Perfección de las
Escrituras. Y, Juan Owen va a presentar sus argumentos en contra de las locuras de estos
excesos carismáticos, en base al cimiento seguro de la perfección de la Palabra de Dios. Juan
Calvino un siglo antes, como lo vimos ayer, habló de este asunto mismo con los Libertinos y
los Anabautistas, con precisión teológica, al ligar la Palabra y el Espíritu, y el asunto
apostólico, y que los milagros acompañaban a los apóstoles, porque revelación nueva fue
dada. Juan Owen iba a presentar su defensa desde otro ángulo. Él escogió defender su
posición en base a la perfección de la Palabra escrita de Dios, como lo es presentada desde
Génesis a Apocalipsis, que tiene todo lo que la iglesia, y todo lo que cualquier creyente jamás
necesitará para sus vidas espirituales. El tener revelación de Dios, ya está en la Biblia, no hay
nada que añadirse, es perfecta tal como está. Y, cualquier intento por añadir o aumentar a la
Palabra escrita de Dios, de hecho, es un ataque en contra de la perfección de las Escrituras.
Juan Owen comenzó su defensa con ésta afirmación, y lo he destilado, y créanme que estas,
que estas son oraciones largas y párrafos pesados, y los he destilado, para hacer que sea fácil
para nosotros de digerir.
Él escribe: “Las Escrituras son, son la regla establecida - esto quiere decir inmutable –
ordinaria, en contraste a extraordinario la revelación. Estos son los medios de gracia
ordinarios. Perfectas, lo cual significa que no puede mejorarse. No le falta nada a la Palabra
de Dios, y/e inconmovible. La regla inconmovible en toda generación, en todo continente, en
toda época, en todo lugar, para toda iglesia, y para todo creyente. Son la regla para la
adoración divina, como ya explicó el doctor MacArthur, es nuestro deber más elevado
delante de Dios. Las Escrituras no dan lugar, ¿entienden lo que quiere decir no dan lugar? No
dan lugar, no dejan lugar alguno para ninguna revelación nueva. Y, si estás buscando algunas
de estas revelaciones nuevas carismáticas, es debido a que no entiendes la perfección de la
Palabra de Dios escrita. Juan Owen entonces, conforme presenta su defensa, dice: “¿Cuál es
el uso práctico de las Escrituras?” Lo cual quiere decir, ¿De qué nos sirve? ¿Cuál es el uso
práctico de las Escrituras si es tan incompleta, como para necesitar hombres mortales pobres,
que le estén añadiendo continuamente? ¿En dónde está su perfección? Y, la respuesta tendría
que ser, si estás tratando de agregar a la misma, estás haciendo una declaración de que no es
perfecta ya, aunque dice que es perfecta. Dice que es inspirada, inerrante, que es suficiente
para todos los propósitos de Dios. Juan Owen entonces enlista 7 párrafos consecutivos, y los
he reducido conforme explica en este tratado, en una defensa de las Escrituras Sagradas, en
contra de los fanáticos. Número uno, Dios ha revelado en la Biblia todo lo que es necesario
para nuestra salvación, y para capacitarnos para adorarle. Esto es la suficiencia de las
Escrituras, todo lo que tú necesitas bajo el ministerio del Espíritu Santo, se encuentra en tu
Biblia escrita, para llevarte a Cristo, y para llevarte a la piedad, y para llevarte hasta el cielo.
Número dos, una declaración acerca de la perspicuidad de las Escrituras. Todo esto está
revelado en los libros de la Biblia, sea de manera expresa o de manera que se pueda deducir.
En otras palabras, o es explicito, o implícito, pero, está declarado en las Escrituras, y es hecho
de tal manera, que es de una manera clara. En otras palabras, Dios sabe cómo comunicarse.
Dios puede comunicarse mejor que cualquier otra persona en este lugar. Y, lo que Dios ha
dicho en su Palabra, es abundantemente claro. Y, los asuntos importantes de la salvación y
santidad.
Número tres. No hay lugar alguno para revelaciones nuevas. Eso es exactamente como
concluye el libro de Apocalipsis, en Apocalipsis 22:18, que si alguno añadiere a este libro, las
plagas escritas en este libro, serán agregadas a él. Esta es una advertencia terrible para
cualquier persona que quiera añadir a la consumación de la Palabra escrita de Dios. Ahí no
hay absolutamente lugar para revelaciones nuevas para nuestra salvación, y la adoración
aceptable de Dios.
Número cuatro. Él dice, es arrogancia del grado más elevado y orgullo, que hombres – que
meros hombres propongan asuntos innovadores de fe o práctica no revelados por Dios mismo
en su Palabra. Él dice, es la epítome de la arrogancia y el orgullo, como si necesitaras algún
tipo de revelación especial, como si fueras alguien muy especial, que tú eres mejor que
cualquier otra persona en el mundo. Que simplemente tiene que operar por la Biblia, que tú
eres tan especial, que Dios te va a tener que dar una, una revelación privada mística,
simplemente para ti. Qué tan egoísta eres, es arrogancia, es orgullo. No, lo que Dios le ha
dicho a todo mundo, se lo dice a ti.
Número cinco. Como, como las enseñanzas de los fanáticos. Esto es, aquellos que reciben
nueva revelaciones y excesos hiperemocionales, ya como las enseñanzas de los fanáticos
contienen asuntos que no están en las Escrituras. Este es el consejo de Owen a su generación.
Evítalos, como algo diabólico, despreciable, inútil, sin fundamento, y falso. Es del diablo. Y,
no necesitas lo que él está vendiendo.
Número seis. Esta supuesta luz interna subjetiva, este supuesto mensaje del Espíritu Santo
intuitivo, subjetivo, que no viene mediante la Palabra de Dios escrita, Owen dice: “Desviará
la atención de la perfección de la Biblia”. Simplemente te va a alejar y te va a llevar a un
mundo de fantasía, te va a alejar de donde debes estar colocando tu ancla, en la Palabra
escrita de Dios. Te va a llevar a aquello que es inútil y falso.
Número siete. La Biblia es una regla completa y perfecta. Desde que se completó el canon de
las Escrituras, no hay nuevas revelaciones. Ninguna revelación nueva debe ser esperada o
admitida. Él está cerrando la puerta y poniéndole llave, en contra de cualquier revelación
nueva. Y, después él añade: “Si las Escrituras son perfectas y están completas, y lo están. Si
las Escrituras son perfectas y están completas, entonces, ¿Qué necesidad tenemos de nuevas
revelaciones y entusiasmo desenfrenado?” Esta es una pregunta retorica, la pregunta la cual
es tan obvia, por ello Owen ni se molesta por responderla. Es una, es una pregunta retorica, la
respuesta es cero.
Y después, finalmente, todos estos caminos, refiriéndose a los abusos de los cuáqueros en
esta luz interior esa nueva revelación, esta guía, estos impulsos místicos intuitivos, subjetivos,
son inciertos, peligrosos, inútiles, y totalmente innecesarios. Deben ser rechazados y evitados.
Un hombre a quien leí acerca de esto, que ha escrito el prefacio de esta – este tratado, Una
Defensa de las Escrituras contra los Fanáticos, Steven Cold dice:. “John Owen, si John Owen
viera el escenario de la iglesia en la actualidad, si él viera el anhelo y la lujuria por nuevas
revelaciones, más allá de la Biblia,” él dice: “Todo regresaría a la causa de raíz. De no estar
convencidos de la perfección de la Palabra escrita de Dios”.
1662 es un día que vivirá en la infamia en la historia de la iglesia. Fue en 1662, dos años
después de que Carlos II regresó para restaurar la monarquía en Inglaterra. Conforme los
puritanos estaban tratando de purificar la iglesia en Inglaterra, y esparcir su influencia de sola
Scriptura a lo largo del Reino Unido, el Parlamento Inglés presentó el acto de uniformidad,
diciendo que todo predicador en la iglesia de Inglaterra, tenía que suscribir, para prescribir
oraciones prescritas, y maneras de adorar a Dios, y debes firmarlo, y debes someterte. Y, la
conciencia de los puritanos estaba ligada a sola Scriptura. No podían violar su propia
conciencia. Y, en agosto 24 de 1662, una de las épocas más oscuras en toda la historia de la
iglesia, 2000 puritanos, 2000 predicadores puritanos fueron expulsados de sus púlpitos, en lo
que es llamado la Gran Expulsión. Fueron expulsados de sus ministerios, expulsados de sus
iglesias, expulsados de sus púlpitos. Y, en dos años después, el Parlamento presentó un, un
decreto que prácticamente prohibió a la – esta Escrituras, de predicar en hogares privados y
en lugares públicos. Y, un año después, presentaron un decreto y les prohibieron acercarse a 8
kilómetros de cualquier ciudad. Y, cuando llegara el momento para ellos de morir, inclusive
sus cuerpos no podían ser sepultados dentro de las paredes de la ciudad, o dentro de los
cementerios de la iglesia.
Cuando voy a Inglaterra, cuando voy a Londres, el primer lugar al que voy, es a Smithfield,
para ponerme de pie ahí donde ardió en la estaca John Rogers, en manos de María la
Sangrienta. Y, cerca de ahí, donde los puritanos fueron sepultados, afuera de los límites de la
ciudad. Fue una señal de rechazo, fue una señal de repudio, ellos fueron considerados como
Cristos crucificados afuera de la ciudad, en Bunhill Field, ahí ese campo está dentro de –
ahora de la ciudad, de la ciudad de Londres. Pero, en ese entonces, era un lugar de ignominia,
de rechazo total. Y, conforme llegas ahí a Bunhill Field, a este lugar, ahí ves la tumba de Juan
Owen. Juan Owen D. D. Doctor en Divinidad. Ahí ves la tumba de Juan Bunyan, quien
escribió ese clásico, El Progreso del Peregrino. Ahí ves la tumba de Isaac Watts, oímos ese
gran himno cantado en esta noche, “cuando veo la maravillosa cruz, en la cual el príncipe de
gloria murió, mi más grande ganancia cuento como pérdida”. Ahí yace Thomas Goodwin,
otros gigantes puritanos. Muchos de los cuales no tienen ni siquiera lapida. Solo fueron
apilados uno sobre otro, sobre otro, sobre otro. Conforme murieron en anonimidad.
Estuvieron dispuestos a comprometerse con su vida y su muerte, sobre sola Scriptura. Que
nosotros aquí en esta noche tengamos una cláusula cesacionista en nuestra declaración
doctrinal. Que no seamos dados a los excesos de ésta época, que estemos firmes, arraigados
en la Palabra de Dios únicamente, y que la Palabra de Dios regule y gobierne la totalidad de
nuestras vidas. Y, que la Palabra de Dios regule nuestra predicación de la Palabra, que regule
nuestra adoración de Dios, que regule nuestra comunión unos con otros. Que la Palabra de
Dios regule nuestras vidas. Y, que la Palabra de Dios regule nuestros ministerios. Y, que la
Palabra de Dios regule nuestros pasos conforme nos apuramos a llegar a la tumba. Y, que la
Palabra de Dios y la Palabra de Dios únicamente, sea nuestra norma de fe, y nuestro estándar
para lo que es verdad en este mundo. Que Dios nos de mucha gracia para permanecer fieles a
la Palabra de Dios.
Oremos.
Padre, oro porque Tú lleves a cabo Tu obra en nuestros corazones. Que seamos hallados una
generación fiel aquí en la tierra. Señor, deseamos ser parte de un remanente, que permanezca
fiel al Libro, y al Libro únicamente. Señor, oro porque Tú nos des entendimiento, a partir de
las Escrituras que hemos visto en esta noche, de su inerrancia, hasta su infalibilidad, hasta su
inspiración, a su suficiencia, a su inmutabilidad, hasta su invencibilidad y su finalidad. Y
Dios, que Tú nos hagas poderosos en la Palabra, y no simplemente que estemos
comprometidos con la Palabra, si no que confesemos la Palabra. Que prediquemos la Palabra.
Que proclamemos la Palabra, compartamos la Palabra, cantemos la Palabra, aconsejemos con
la Palabra. Que sigamos la Palabra y abracemos su enseñanza, porque es una lámpara a
nuestros pies, y linterna a nuestro camino, es un fuego en nuestros huesos, es la espada del
Espíritu en nuestro lado. Oh Dios, gracias, porque nos has encomendado, siendo nosotros
peregrinos y extranjeros en este mundo, un tesoro tan grande como Tú, lo es Tu Palabra
escrita, que es perfecta. La cual nos dice y nos enseña de nuestro Salvador perfecto
Jesucristo. Es en su nombre que oramos. Amén.
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