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Instituto Internacional de Integración Convenio Andrés Bello

Producción de Textos Académicos
Prof: Dra. Daniela Renjel Encinas

Los Órdenes del Amor nombra), y de esta manera, también son apartados del sistema. “Es tan
grande el dolor, que no puedo llorar”, cantaba Carlos Gardel.
Por María Adela Miguélez Cruces
En ocasiones es el rencor que queda tras una ruptura de pareja. El
progenitor que impide el derecho de visita o no permite que los hijos
Con amor, solo con amor, no basta. Tiene que estar en orden. tengan la foto del otro padre en el dormitorio o que critique al ausente
Bert Hellinger esperando que los hijos tomen partido, le está vetando su derecho de
pertenencia al sistema familiar, con el consiguiente daño. Un hijo ama
El amor no es suficiente para el éxito y la felicidad en la vida, el amor incondicionalmente a su madre y a su padre. Cuando un progenitor habla
no basta. ¿Cuántas personas aman profundamente a su pareja, pero las mal al hijo del otro progenitor, le parte el alma.
diferencias irreconciliables los avocan a la ruptura y no pueden seguir
juntos? ¿Cuántos padres aman a sus hijos con toda el alma, les dan lo Estas situaciones entre otras, se dan en el seno de la familia: los
mejor de sí y ven cómo estos se pierden en comportamientos “secretos del sistema”, lo innombrable, lo oculto, lo que separa, y que al
autodestructivos? El amor es como el agua, que sin un cauce o un nivel del alma, se sabe. Muchas dinámicas de fatalidad y de que el amor
recipiente que lo contenga, se desparrama. Hay tres leyes que le dan ese y el bienestar no se logren, tienen que ver con excluidos y con una mente
orden, ese cauce, esa contención al amor. grupal que anhela que el alma familiar esté completa.

La primera ley del orden es la pertenencia. Todos por nacimiento La segunda ley habla de la jerarquía en función del orden de llegada
pertenecemos a una familia y existe un alma común para todos los al sistema familiar. Bert Hellinger dice que lo que ayuda a alcanzar la
miembros del sistema familiar, que anhela estar completa. Si por algún felicidad, es que cada cual esté en el lugar que le corresponde: Que los
motivo se excluye a alguien, el sistema reacciona y un miembro de una padres ocupen el lugar de los padres y que los hijos ocupen el lugar de
generación posterior se verá afectado por ese hecho. ¿Y cómo se los hijos. En este sentido se dice que los padres son los grandes frente
excluye a alguien del sistema? Cuando ya no lo consideramos parte de la a los hijos que son los pequeños. Y en la pareja, que sean igualmente
familia. adultos, es decir, iguales y situados hombro con hombro.

A veces por vergüenza se rechaza a la persona que cometió un delito, La mujer que de niña sintió que le faltó su madre, por muerte prematura
que robó o mató o que simplemente no cumple las normas sociales de la o por ausencia afectiva, inconscientemente busca a la madre en su hija.
época. Otras veces se excluye a una persona por miedo. Por ejemplo, si
alguien sufre un tipo de locura, a esa persona se la aparta de la familia. Cuando a un hijo se le mira como si afectivamente tuviese que hacer la
También se excluyen a aquellas personas cuya pérdida causó un dolor tan función del padre del padre o afectivamente ocupa el lugar del esposo
grande, que no se le hizo duelo; las muertes prematuras, por enfermedad ausente, existe un desorden dentro de la familia. En otras ocasiones,
o accidente, los abortos, los destinos trágicos (al suicida ni se le
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toma el lugar de la pareja invisible de uno de los progenitores o de algún devolver al otro un poquito más de lo que yo recibí de él y, en cuanto
amor perdido y anhelado que no llegó a materializarse. surja la ocasión, lo hago. Y esta relación crece y se alimenta una y otra
vez. Pero, ¿qué pasa cuando alguien se siente dañado por el otro en una
En algunas ocasiones, los hijos se quejan de sus padres porque se relación entre iguales? Generalmente, por rencor, me siento con
sintieron abandonados o maltratados en la infancia. Hay que tener derecho a devolver el daño amplificado. El otro que recibe más daño del
presente que, indiferentemente del comportamiento de los que infringió, se siente con derecho a devolver todavía más y así las
progenitores, los hijos recibieron la vida, el regalo más grande y, en ese relaciones entran en un equilibrio negativo, en bucles de destrucción que
sentido, lo sano es agradecer a los padres la vida que nos llegó a través se retroalimentan.
de ellos, honrarles y respetarlos tal y como son, sin pretender
cambiarlos. Por otro lado, la responsabilidad, si hubo hechos punibles ¿Cómo se restituye la relación? Para repara el daño que yo infringí,
acaecidos dentro del ámbito familiar, es de los padres y con ellos queda. simplemente hago algo a favor del otro que le beneficie, que le guste y
Los hijos no juzgan. Esa es la posición sana. que a mí me suponga un esfuerzo. Si la otra persona lo toma y lo
agradece, la relación se restablece.
Si alguien tiene una pareja que estuvo casada antes, hay que respetar el
orden de llegada a la vida de esa persona. Antes de mí hubo otra mujer Estas leyes sistémicas permiten que la vida fluya hacia adelante. Un
y agradezco a esa mujer que ahora ese hombre pueda estar conmigo. Y sistema familiar intenta por todos los medios mantener la dignidad de
si mi pareja tiene hijos, ellos están antes que yo, simplemente porque todas las personas que lo conforman, haciendo frente a los sucesos
llegaron a su vida primero. existenciales que golpean a todos sus miembros para sentirse completo.
Cuando hay un desorden, se trabaja en terapia para que todos los
Y finalmente la tercera ley habla de las dinámicas en el dar y el miembros del sistema ocupen el lugar que les corresponde, el amor fluya
recibir; es decir, sobre cómo es el proceso de tomar, ya que la vida se de nuevo y el beneficio llega a todos.
sustenta en el flujo del dar y el recibir. Ese es el equilibrio sano entre
iguales, en todas las relaciones que establecemos, salvo en el caso de la
relación de padres e hijos. Sobrevivimos porque nuestros padres nos Palabras: 1138 / 3= 380
dieron mucho y ese es el desequilibrio natural para que la vida fluya. Los
padres dan y los hijos reciben. Y en la vida adulta nos mantenemos sanos
y fuertes porque intercambiamos entre iguales, de una manera que nos
hace bien; entre los hermanos, los amigos, la pareja, los compañeros de
trabajo y todos los círculos sociales a los que pertenezcamos.

Este es el equilibrio positivo y sano en el intercambio entre personas. Si

yo siento que me dan, lo agradezco, lo tomo y surge en mí el deseo de
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Resumen del texto (ejemplo) esfuerzo para quien siente que tiene culpa, a fin de que la relación se
restablezca. Para la autora, estas leyes sistémicas permiten que la vida
En el texto "Los órdenes del amor", Miguélez Cruces, siguiendo a fluya para adelante, al mantener la dignidad de todos los miembros de
Hellinger, afirma que el amor no es suficiente para el éxito, si no está la familia y lograr que nadie quede excluido, sino todos comprendidos
en orden, y para esto recuerda tres leyes que ordenan al amor. La en el sistema.
primera: la pertenencia a la familia, ya que, según la autora, existe un
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alma común para todos los miembros de un sistema familiar y, si se
excluye a un miembro, otro en una generación posterior quedará
afectado por este hecho. A veces se saca de la familia a alguien, dice
Miguélez, por vergüenza, miedo, por dolor y falta de duelo, porque
murió prematuramente, por enfermedades, accidentes, abortos,
destinos trágicos o por rencor. Los "secretos de familia", afirma la
autora, conocidos por el alma, hacen que el bienestar no se logre,
porque el sistema familiar no admite excluidos y así surge la segunda
ley, recuerda Miguélez: la de la jerarquía en función del orden de
llegada al sistema; es decir, que cada cual ocupe el lugar que le
corresponde, así los padres siempre serán los grandes frente a los
hijos, ya que llegaron primero. Señala la autora que a los padres,
independientemente de los actos punibles que hayan podido cometer,
se les debe dar honra y respectarlos como tales, sin pretender
cambiarlos. La pareja anterior de nuestra actual pareja o sus hijos,
deben ser vistos como los primeros, y a la anterior pareja solo queda
agradecerle. Finalmente, la tercera ley se refiere a las dinámicas del
dar y el recibir, porque en esto consiste el equilibrio del que solo
escapa la relación entre padres e hijos, ya que estos, según la autora,
siempre toman de los padres, lo que es necesario para que la vida fluya.
El equilibro se mantiene, afirma Miguélez, cuando surge el deseo de
devolver lo bueno con un poquito más de lo que se recibió y cuando se
decide no devolver lo malo. Cuando una relación se dañó aconseja hacer
algo a favor del otro que le beneficie, que le guste o que suponga un