Propuesta de Intervención-Autismo

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TITULO DE LA PROPUESTA

Intervención psicológica en un caso de Autismo.


OBJETIVOS
Objetivo general:
Revisar de manera sucinta las diferentes aproximaciones para la neurorrehabilitación de
los pacientes afecta-dos de trastornos del espectro autista, lo que se conoce habitualmente
como métodos de intervención.
Palabras claves abordaje interdisciplinar. Atención temprana. Autismo. Diagnóstico
precoz. Intervención conductual. Intervención familiar. Trastornos del espectro autista.

Objetivos específicos:

Los trastornos del espectro autista constituyen un grupo de alteraciones del


neurodesarrollo que afectan de manera global distintas funciones cerebrales
superiores del individuo como;
 la inteligencia
 la capacidad del lenguaje
 la interacción social.
Aunque no existe hoy día ningún tratamiento curativo del autismo, sí hay diversas
intervenciones no farmacológicas que pueden modificar el mal pronóstico
generalmente asociado a este tipo de trastorno.
JUSTIFICACIÓN
El concepto clásico de autismo ha variado mucho desde sus descripciones originales y en
la actualidad se habla de un continuo, por lo que se prefiere usar el término ‘trastornos
del espectro autista’ (TEA), dada la variable afectación cognitiva y del lenguaje, de
manera que en la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades
mentales (DSM-IV) se encuadran como un subgrupo dentro de los trastornos
generalizados del desarrollo.La prevalencia de los TEA se ha visto incrementada desde
mediados de los años noventa, quizá por un mejor reconocimiento del trastorno, con
cifras de prevalencia actual del orden de un caso por cada 150 niños, con una proporción
hombre-mujer de 4 a 1 .Así pues, los TEA incluyen las categorías de trastorno autista,
síndrome de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo no especificado . Las
características comunes a todos ellos ya fueron definidas por Wing y hoy se reconocen en
la literatura científica como ‘tríada de Wing’ : alteración de la interacción social
recíproca, alteración de la comunicación y del lenguaje, y actividades e intereses
restringidos, repetitivos y estereotipados.
A pesar de todos los avances en la neurociencia y de los métodos genéticos, no se ha
podido esta-blecer todavía un modelo que explique la etiología y fisiopatología de los
TEA, aunque se presupone una base genética y unos factores epigenéticos y ambientales.
Precisamente por esto, y por tratarse de una serie de trastornos crónicos, han surgido en
ocasiones distintas iniciativas que, sin basarse en métodos contrastados científicamente,
prometen efectos positivos.Es importante que todo pediatra conozca las señales de
alarma, dado que sobre todo en las etapas iniciales los padres pueden tener más una
sensación de intranquilidad acerca de su hijo que una necesidad de búsqueda de un
diagnóstico. La presencia de es-tos signos de alarma indicaría la necesidad de realizar
estudios más específicos y, si fuese necesario, la derivación a centros de atención
temprana, servicios de neuropediatría u otros especialistas. Tras la sospecha diagnóstica
de un TEA, se deben realizar diferentes test específicos, que no sólo podrán confirmar el
diagnóstico, sino que pueden dar una idea del grado de afectación, tanto de una manera
global como específica (lenguaje, inteligencia, interacción social, intereses restringidos,
presencia de comorbilidades, etc.). Esto servirá para saber cuáles son los puntos fuertes y
débiles del niño, de cara a un tratamiento específico y a una valoración de los resultados.
La valoración diagnóstica queda fuera del objetivo de este trabajo, por lo que no se
abordará en esta ocasión.
TRATAMIENTO
La educación y el apoyo comunitario son elementos fundamentales para el desarrollo de
la comunicación y las competencias sociales, no sólo en niños con TEA . De esta manera,
los métodos psico-educativos se centran en tres enfoques distintos: comunicación,
estrategias de desarrollo y educacionales, y uso de principios conductuales para mejo-rar
el lenguaje y el comportamiento. Existe unanimidad en iniciar terapia de forma temprana,
pero no en cuanto al mejor método. Al-gunas de las dificultades para la interpretación y
generalización de los resultados sobre la eficacia de los distintos métodos son las
siguientes.
Los TEA representan un diagnóstico complejo, que aglutina un conjunto de síntomas
amplio, de forma que cada intervención hace hincapié en mejorar unos síntomas y no
otros. Por tanto, hay que estar atento a las características de la población estudiada y a los
resultados que se midieron.
Las intervenciones en niños con TEA, por su naturaleza, son complejas y variadas, a
menudo S79www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 50 (Supl 3): S77-S84Autismo
implementadas de maneras diferentes, por personal diverso y en ambientes distintos. Esto
hace difícil la generalización de los resultados.
– La comparación de grupos ha de ser cuidadosa, pues comparar grupos de tratamiento
con no tratamiento tiende a sobreestimar el efecto de la intervención
.– Las variaciones en los resultados pueden deber-se al diferente tiempo de seguimiento,
por lo que éste debe ser adecuado y valorar el mantenimiento a largo plazo.
– Los resultados deben valorarse en función de la calidad metodológica de los trabajos y
su potencial de sesgo (como el sesgo de publicación).La evidencia sugiere unos
elementos comunes que ha de tener un buen programa de intervención. Entrada precoz en
el programa, sin esperar al diagnóstico definitivo
.– Intervención intensiva, el mayor número de horas que el niño pueda recibir por sus
características
.– Baja tasa de niño-profesor, con numerosos momentos de terapia 1 a 1, para conseguir
objetivos individualizados.
– Inclusión de la familia en el tratamiento.
– Oportunidades de interacción con niños sin problemas de su misma edad.
– Medición frecuente de los progresos.
– Alto grado de estructuración, con elementos como una rutina predecible, programas de
actividades visuales y límites físicos para evitar la distracción.
– Estrategias para la generalización y perpetuación de las actividades aprendidas.
– Uso de un programa basado en la evaluación que promueva: a) Comunicación
funcional y espontánea; b) Habilidades sociales (atención conjunta, imitación, interacción
recíproca, iniciativa y autocuidado); c) Habilidades funcionales adaptativas para alcanzar
mayor responsabilidad e independencia (p. ej., manejo del dinero); d) Reducción de las
conductas disruptivas o maladaptativas;e) Habilidades cognitivas, como el juego
simbólico y el tomar un punto de vista;f ) Habilidades de destreza y académicas, según su
grado de desarrollo, y
g) Desarrollo de funciones ejecutivas (planificación, programación, anticipación,
autocorrección, etc.)

TRATAMIENTO Y EVALUACION
Intervenciones psicodinámicas; Prácticamente no se usan hoy día; parten de una
interpretación obsoleta del autismo, como daño emocional secundario a la falta de
desarrollo de un vínculo estrecho del niño con los progenitores, especialmente la madre.
Intervenciones biomédicas; Se han hecho diversos intentos por tratar los síntomas
nucleares del autismo a través de medicaciones o modificaciones en la dieta, en un
intento de poder llegar a ‘curar’ el autismo. Medicación, No existe un tratamiento médico
para las manifestaciones nucleares del autismo, aunque algunas medicaciones tratan los
síntomas y las enfermedades que suelen asociar los niños con TEA, como la epilepsia, los
trastornos de conducta o las alteraciones del sueño.
las técnicas tradicionales del ABA se han reconvertido en intervenciones conductuales
más naturales, con técnicas como el Incidental Teachingo el PRT, que mejoran la
generalización de las habilidades. Hoy día tiende a hablarse de interven-ciones precoces e
intensivas basadas en métodos conductuales (EIBI, Early Intensive Behavioural In
terventions). En general, se asume que estos programas producen una mejoría en el CI y
cambios positivos, aunque no significativos, en la conducta adaptativa y el lenguaje
expresivo y receptivo. Parece ser que la mejoría en el CI es mayor en los primeros 12
meses de tratamiento y que después la ganancia se estabiliza. Las revisiones más
recientes, no obstante, propugnan que no sólo el CI es importante, sino también la
valoración de otros objetivos en relación a habilidades sociales o de comunicación.
Debido a la falta de recursos y de profesionales especializados que puedan aplicar la
terapia, muchos padres de niños afectados han recibido formación para realizar terapia
conductual en su casa. Los estudios no han podido demostrar la superioridad de uno u
otro método de aplicación.

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