Virginia Socrates

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 18

Universidad Eugenio María De

Hostos
(UNIREMNOS)

Nombre
MATRICULA
Virginia Valdez DN-19-
30027
ASIGNATURA
Filosofia

TEMAS:
Filósofo Sócrates

ESCUELA O CARRERA:
Enfermería

Docente:
Laura Lantigua
FECHA DE ENTREGA:
20-04-2020

Índice

Introducción……………………………………………………………………………………1

Sócrates…….……………………………………………………………………………….…2

Primeros años….………………………………………………………………………………3

Vida política y militar….…………………………………………………………………….…4

Dialéctica….……………………………………………………………………………….……5

El debate de Sócrates y Aspasia….…………………………………………….……………6

Dialéctica….……………………………………………………………………………….…….7

Obras….……………………………………………………………………………….…………8

El juicio….…………………………...………………………………………………….………..9

Muerte. ….………………………………………………………………………….….……….10

La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis David de 1787…………………………11

Aristófanes (450 a.C. - 386 a.C.)


……………………………………………………………..12

Sócrates en el arte…………………………………………………………..…………………
13

Conclusión….……………………………………………………………………………….…14

Bibliografía….……………………………………………………………………………….….15

Anexos….…………………………………………..……………….………………….………16
Introducción

El siguiente trabajo que le mostrare a continuación tratara acerca de un célebre de las


grandes épocas de la filosofía el cual empieza con Sócrates, ya que este dedicaba
tanto tiempo a andar filosofando, que no se tiene escritos de su autoría y todo lo que
conocemos de él es por los aportes de otros filósofos que escribieron su biografía.

El método que utilizaba era el de preguntar cuanta duda tenía e incluso hacía
preguntas capciosas para interrogar a quienes le interrogaban y para desenmascarar a
quien creían tener el conocimiento total de lo que decían y con ello llegar a la verdad, a
este método lo llamo dialéctica.

Sócrates creyó que era mejor cuestionarse a sí mismo que a su entorno, con lo que
situó la filosofía más en pos de la razón; pensando así que lo que nos rodea era
inaccesible a nuestros sentidos y solo era accesible al pensamiento
Sócrates
Sócrates (en griego antiguo, Σωκράτης, Sōkrátēs; Alopece, Atenas,
Antigua Grecia, 470 a. C. - ib., 399 a. C.) Fue un filósofo clásico griego
considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía
occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a
Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la
filosofía de la Antigua Grecia.

Sócrates fue figura principal de la transformación de la filosofía griega en un proyecto


continuo y unificado. Luego, sabemos que pasó gran parte de su vida generando
discusiones con todo el mundo en Atenas, tratando de determinar si alguien tenía
alguna idea de lo que estaba hablando, especialmente cuando el tema tratado era
importante, como la justicia, la belleza o la verdad. No dejó ningún escrito, pero inspiró
a muchos discípulos. En su vejez, se convirtió en el foco de la hostilidad de muchos de
la ciudad quienes veían a los sofistas y a la filosofía, intercambiablemente, como los
destructores de la piedad y moral de la ciudad; y fue ejecutado en 399 a. C. Detalles de
la vida de Sócrates son conocidos gracias a tres fuentes contemporáneas: los diálogos
de Platón, las obras de Aristófanes y los diálogos de Jenofonte. No hay ninguna
evidencia de que Sócrates haya publicado algún escrito de su autoría.

Sócrates fue el padre de la filosofía política y de la ética y es la principal fuente de


todos los temas importantes de la filosofía occidental en general; quizás su contribución
más importante al pensamiento occidental es su modo dialéctico de indagar, conocido
como el método socrático o método de «elencos», el cual aplicaba para el examen de
conceptos morales clave, tales como el bien y la justicia.
Biografía
Primeros años

Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del
siglo V a. C., la época más espléndida en la historia de su ciudad
natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco, de
profesión cantero, motivo por el que en su juventud lo llamaban
Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de
Sofronisco’), y de Fenáreta, comadrona, emparentados con Arístides el Justo.

Según Plutarco, cuando Sócrates nació, su padre recibió del oráculo el consejo de
dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.
No obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo que
hace pensar que pueda ser una tradición popular muy posterior.

Educación
Recibió una educación tradicional: literatura, música y gimnasia. Más tarde se
familiarizó con la dialéctica y la retórica de los sofistas. Al principio, Sócrates siguió el
trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron
en la entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a. C. Tuvo por maestro al filósofo
Arquelao quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral.

Matrimonio
Xantipa vertiendo agua en Sócrates

Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble. Según una tradición antigua,
trataba muy mal al filósofo, aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de
Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena entre los dos.
Vida política y militar
Durante la guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como hoplita con
gran valor en las batallas de Potidea en el 432 a. C.-430 a. C., Delio en
el 424 a. C., y Anfípolis en el 422 a. C.

Fue obediente con las leyes de Atenas, pero evitaba la política. Creía
que podría servir mejor a su país dedicándose a la filosofía.

Aspecto

Era de pequeña estatura, vientre prominente, ojos saltones y nariz exageradamente


respingona. Su figura era motivo de chanza. Alcibíades lo comparó con los silenos, los
seguidores ebrios y lascivos de Dioniso.

Platón consideraba digno de ser rememorado el día en que le lavó los pies y le puso
sandalias, y Antifón, el sofista, decía que ningún esclavo querría ser tratado como él se
trataba a sí mismo. Llevaba siempre la misma capa, y era tremendamente austero en
cuanto a comida y bebida.

Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus
razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba
sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les
preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no
les ofrecía ninguna enseñanza.

Legado

El militar ateniense Alcibíades y Sócrates

El principal legado de Sócrates es quizá su propia muerte: un filósofo condenado a


muerte por la democracia de Atenas, por introducir nuevos dioses.

La base de sus enseñanzas y lo que inculcó fue la creencia en una comprensión


objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud; y el conocimiento de uno mismo.
Sócrates describió el alma (psique) como aquello en virtud de lo cual se nos califica de
sabios o de locos, buenos o malos, una combinación de inteligencia y carácter.
Asumiendo una postura de ignorancia, interrogaba a la gente para luego poner en
evidencia la incongruencia de sus afirmaciones; a esto se le denominó «ironía
socrática», la cual queda expresada con su célebre frase «Solo sé que no sé nada»
(Ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda).

A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del conocimiento, al sostener que el
conocimiento es virtud y la ignorancia vicio. Su inconformismo lo impulsó a oponerse a
la ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios, aunque él mismo
no se consideraba un sabio, aun cuando uno de sus mejores amigos, Querefonte, le
preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le
contestó que no había ningún griego más sabio que él (Apología 21a). Al escuchar lo
sucedido, Sócrates dudó del oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio que él
entre los personajes más renombrados de su época, pero se dio cuenta de que en
realidad creían saber más de lo que realmente sabían.

Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una gran sabiduría, en cambio, Sócrates
era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia. Esto lo
llevó a tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el conocimiento real que tenían
sobre las cosas.

El debate de Sócrates y Aspasia

Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el
mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien actuarán de
manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de
definiciones generales. En este sentido influyó en su discípulo Platón y, a través de él,
en Aristóteles.

Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, por lo tanto, pasó la mayor


parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando
diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, a quienes solía
responder mediante preguntas.
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino
en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí construir conocimientos
más sólidos.

El poder de su oratoria y su facultad de expresión pública eran su fuerte para conseguir


la atención de las personas. Otro pensador y amigo influenciado por Sócrates fue
Antístenes, el fundador de la escuela cínica de filosofía. Sócrates también fue maestro
de Aristipo, que fundó la filosofía cirenaica de la experiencia y el placer, de la que
surgió la filosofía más elevada de Epicuro. Tanto para los estoicos como el filósofo
griego Epicteto, Sócrates representó la personificación y la guía para alcanzar una vida
superior.

Dialéctica

Fue el verdadero iniciador de la filosofía en cuanto que le dio su objetivo primordial de


ser la ciencia que busca en el interior del ser humano. El método de Sócrates era
dialéctico: después de plantear una proposición analizaba las preguntas y respuestas
suscitadas por la misma. Esto le convierte en una figura extraordinaria y decisiva;
representa la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofista, y es un singular
ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción.

Mayéutica

Privilegió un método, al cual denominó (probablemente evocando a su madre partera)


mayéutica, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. La
mayéutica fue su más grande mérito, método inductivo que le permitía llevar a sus
alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban por medio de hábiles
preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento. Según pensaba, el conocimiento y el
autodominio habrían de permitir restaurar la relación entre el ser humano y la
naturaleza

Política

Se argumenta que Sócrates creía que "los ideales pertenecen a un mundo que sólo el
hombre sabio puede entender", haciendo del filósofo el único tipo de persona adecuada
para gobernar a otros. En el diálogo de Platón, la República, Sócrates se oponía
abiertamente a la democracia que dirigía Atenas durante su vida adulta. Según él la
democracia ateniense no se encontraba a la altura de un gobierno ideal representado
por un perfecto régimen dirigido por filósofos. Sin embargo, es posible que el Sócrates
de la República de Platón esté coloreado por las propias opiniones de Platón. Durante
los últimos años de la vida de Sócrates, Atenas estaba en continuo cambio debido a la
agitación política. La democracia fue finalmente derrocada por una junta conocida
como los treinta tiranos, dirigida por el pariente de Platón, Critias, que había sido
estudiante y amigo de Sócrates. Los tiranos gobernaron durante aproximadamente un
año antes de que la democracia ateniense se reinstalara, momento en el que declaró
una amnistía para todos los acontecimientos recientes.

La oposición de Sócrates a la democracia se niega a menudo, y la pregunta es una de


las discusiones filosóficas mayores al intentar determinar exactamente lo que Sócrates
creyó. El argumento más fuerte de aquellos que afirman que Sócrates no creía
realmente en la idea de los reyes filósofos es que la visión no se expresa antes de la
República de Platón, que es ampliamente considerada uno de los diálogos "medios" de
Platón y no representativa de las visiones históricas de Sócrates. Además, según la
Apología de Sócrates de Platón, un diálogo "temprano", Sócrates se negó a seguir la
política convencional; a menudo afirmaba que no podía mirar los asuntos ajenos o
decirle a la gente cómo vivir sus vidas cuando todavía no sabía cómo vivir la suya. Él
creía que era un filósofo comprometido en la búsqueda de la Verdad, y no pretendía
saberlo completamente todo. La aceptación de Sócrates de su sentencia de muerte
después de su condena también puede servir para apoyar esta opinión. A menudo se
afirma que gran parte de las tendencias antidemocráticas son de Platón, que nunca fue
capaz de superar su disgusto por lo que se hizo a su maestro.

Obras

Sócrates no escribió ninguna obra porque creía que «cada uno debía desarrollar sus
propias ideas». Conocemos en parte sus ideas desde los testimonios de sus discípulos:
Platón, Jenofonte, Aristipo y Antístenes, sobre todo.
Tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre
sus enseñanzas se extrae de la obra de Platón, que atribuyó sus propias ideas a su
maestro, y describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de
ignorancia, conocida como ironía socrática, con gran ingenio y agudeza mental.

Además de los discípulos mencionados, tuvo otros discípulos y oyentes, entre los que
pueden recordarse a Euclides de Megara, Fedón de Elis y Esquines de Esfeto.

El juicio

Aunque durante la primera parte de su vida fue un patriota y un hombre de profundas


convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus
contemporáneos, a los que les disgustaba la nueva postura que tomó frente al Estado
ateniense y la religión establecida, principalmente en contra de las creencias
metafísicas de Sócrates, que planteaban «una existencia etérea sin el consentimiento
de ningún dios como figura explícita». Fue acusado en el 399 a. C. de introducir nuevos
dioses y corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la
democracia. Por el contrario, Sócrates se manifestó devoto de los dioses, y no
pretendía introducir nuevas deidades, a lo que manifestó:

«¿Cómo podría yo introducir nuevos dioses por decir que una voz divina se me
manifiesta para indicarme lo que hay que hacer? [...] Por otro lado, que la divinidad
sabe de antemano lo que va a suceder y que lo anuncia con señales a quien quiere, tal
como yo lo digo, lo dicen también todos y lo creen. Pero mientras estos llaman,
augurios, voces, coincidencias y adivinos a los que les anuncian las señales, yo lo
llamo genio divino y pienso que al llamarlo así, me expreso de manera más veraz y
piadosa que los que atribuyen a las aves el poder de los dioses».

Restos de la prisión estatal extramuros del Ágora de Atenas, donde se cree que estuvo
preso y murió.

Aunque la causa de fondo para llevar a un juicio a Sócrates, según Jenofonte, fue que
este abrió sus puertas como discípulo a Critias, quien integró el cuerpo político-militar
espartano denominado los Treinta Tiranos, quienes se hicieron con el poder en Atenas
tras la guerra del Peloponeso, y sometieron a la polis a una terrible matanza y
vaciamiento económico (por el lapso de un año). Posiblemente, esto haya sido
imperdonable.

La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio;


una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la
sentencia sólo logró una escasa mayoría. De acuerdo con la práctica legal de Atenas,
Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo
pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un
hombre dotado de una misión filosófica. También se hace mención que Sócrates pidió
jocosamente que se lo podría condenar sencillamente «invitándole a comer en los
banquetes comunales», en alusión a que estos eran deplorables. Tanto una como otra,
enfadaron tanto al jurado que este volvió a votar a favor de la pena de muerte por una
abultada mayoría. Los amigos de Sócrates propusieron pagar una fianza, e incluso
planearon su huida de la prisión, pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus
últimos días con sus amigos y seguidores.

Muerte

El envenenamiento por cicuta era un método empleado habitualmente por los griegos
para ejecutar las sentencias de pena de muerte. Sócrates fue juzgado y, declarado
culpable, cumplió esta pena en el año 399 a. C.

Murió a los 70 años de edad, aceptando serenamente esta condena, método elegido
por un tribunal que le juzgó por no reconocer a los dioses atenienses y corromper a la
juventud. Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, éste pudo haber
eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y
morir.

A su muerte surgen las escuelas socráticas, la Academia platónica, las menores, dos
de moral y dos de dialéctica, que tuvieron en común la búsqueda de la virtud a través
del conocimiento de lo bueno.

Platón no pudo asistir a los últimos instantes y éstos fueron reconstituidos en el Fedón,
según la narración de varios discípulos. Aquí está el paso que describe los síntomas:
La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis David de 1787.

Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió boca arriba, pues así se
lo había aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que le había dado el veneno lo
examinaba cogiéndole de rato en rato los pies y las piernas, y luego, apretándole con
fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él dijo que no. Y después de esto hizo lo mismo
con sus pantorrillas, y ascendiendo de este modo nos dijo que se iba quedando frío y
rígido. Mientras lo tanteaba nos dijo que, cuando eso le llegara al corazón, entonces se
extinguiría.

Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando descubriéndose, pues se había tapado,
nos dijo, y fue lo último que habló:

—Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no lo descuides.

—Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo más.

Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al poco rato tuvo un estremecimiento, y
el hombre lo descubrió, y él tenía rígida la mirada. Al verlo, Critón le cerró la boca y los
ojos.

Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor hombre, podemos decir
nosotros, de los que entonces conocimos, y, en modo muy destacado, el más
inteligente y el más justo.

Fuentes

Dado que Sócrates no escribió ninguna obra, nos podemos acercar a su figura por
medio de cuatro fuentes:

La comedia de Aristófanes, Las nubes, que fue escrita cuando Sócrates tenía
solamente 41 años, ridiculizándolo y colocándolo en el lugar de los sofistas.

Los diálogos de Platón como material más importante.


Los escritos de Jenofonte en los que habla de Sócrates, los cuales, no obstante,
contienen errores históricos y geográficos.

Y finalmente, las menciones de Aristóteles a lo largo de todas sus obras; no lo conoció


directamente pero tradicionalmente se considera que su recuento es el más objetivo, al
ser este discípulo de Platón.

Aristófanes (450 a.C. - 386 a.C.)

La representación teatral de la obra de Aristófanes es importante, la mayoría de sus


jurados han crecido creyendo las mentiras que se esparcen sobre él en la misma,

dice Platón en su Apología de Sócrates, donde en la misma le gritaban "¡estafador!".

Sócrates argumenta que Aristófanes es más peligroso que los tres hombres que
presentaron cargos contra él, porque Aristófanes había envenenado la mente de los
hombres mientras eran jóvenes.

Aristófanes, Jenofonte y Platón fueron unos cuarenta y cinco años más jóvenes que
Sócrates, por lo que su conocimiento se limita a los últimos años de Sócrates. Además,
los años entre Las nubes y el juicio de Sócrates fueron años de guerra y trastornos, por
lo que la libertad intelectual ateniense de la que se jactaba Pericles al principio de la
guerra se había erosionado completamente al final de ella.

Platón (424/3 a.C. - 347 a.C.)

Platón no representa los puntos de vista y los métodos de Sócrates tal como los
recordaba, ni mucho menos como se expresaron originalmente. Hay que tener en
cuenta que Platón pudo haber dado forma al personaje de Sócrates (u a otros
personajes) para servir a sus propios propósitos, ya sean filosóficos o literarios. Los
diálogos que representaban a Sócrates como un joven se produjeron, si ocurrieron,
antes de que naciera Platón o cuando era un niño pequeño. Pero la tradición filosófica
ha decidido pasar por alto los problemas históricos y asumir por qué el Sócrates de
Platón es el Sócrates que es relevante para el progreso potencial de la filosofía. Esa
estrategia da lugar a un nuevo problema socrático.

Jenofonte (425 a.C. - 386 a.C.)

Otra fuente de importancia para el Sócrates histórico es el historiador y militar,


Jenofonte, que dice de Sócrates: "Nunca conocí a nadie que tuviera más cuidado de
averiguar lo que cada uno de sus compañeros sabía". Las diferencias a veces
sorprendentes entre el Sócrates de Jenofonte y el de Platón se explican en gran parte
por las diferencias entre sus dos personalidades. Jenofonte era un hombre práctico
cuya capacidad de reconocer cuestiones filosóficas es limitada, por lo que su Sócrates
aparece como un consejero práctico y útil.

El Sócrates de Jenofonte difiere además del de Platón al ofrecer consejos sobre los
temas en los que Jenofonte fue más experimentado: la acuñación de dinero y la
administración de bienes, sugiriendo que Jenofonte pudo hacer del personaje de
Sócrates un portavoz de sus propios puntos de vista. Sus otros trabajos que mencionan
a Sócrates son Anabasis, Apología, Hellenica, y Simposio.

Sócrates en el arte
Conclusión

Lo poco que sabemos de la figura histórica y hasta del pensamiento concreto del padre
fundador de la tradición filosófica occidental. Sócrates decidió no escribir nada y confiar
el propio mensaje ya fuese al coloquio interindividual o la fuerza concreta del ejemplo
tanto en el modo de vivir como en de morir. De joven se distinguió por su valentía en la
batalla de potidea y se interpuso por las ciencias.

Ahora bien, dicha actividad humana también se ocupa de examinar cuidadosamente


los conceptos y las estructuras conceptuales con base en las cuales pensamos nuestra
realidad que inducen o posibilitan los cambios sociales, políticos, artísticos y morales,
todo esto requiere de una actitud crítica, la cual consiste en estar en disposición de
examinar todas nuestras creencias, la cual envuelve a su vez la actividad de razonar,
que sencillamente nuestra capacidad de comprender y evaluar razones mediante el
argumento. La disciplina que evalúa argumentos es la lógica, por lo tanto, para hacer
filosofía hay que comprender los procesos básicos de ella.

El saber argumentar pasa por las proposiciones, las premisas, la conclusión, la verdad,
la validez y su aplicabilidad, todo esto fue planteado por Sócrates y es por ello que
muchos filósofos concuerdan que él fundador de la filosofía moral, la cual ha tenido
peso en la filosofía occidental, incluso en nuestros días.

El método socrático tiene su punto de partida en la observación de los fenómenos, en


la reflexión y los análisis razonados. Por eso, la variabilidad y flexibilidad de su método
de enseñanza, hacía que el oyente o discípulo se sintiera maravillado. A veces
Sócrates aparentaba ignorancia del objeto en cuestión, realizaba preguntas
intencionadas y dialécticas, empleando a su debido tiempo, la inducción y la analogía,
esto provocaba dudas en el diálogo y ahora, las cuestiones sencillas se empezaban a
complicarse, sin embargo Sócrates conducía insensiblemente a sus oyentes al
conocimiento de la verdad y esta a su vez salía espontáneamente del fondo de la
conciencia.

Bibliografía

Domínguez, L. (2004). Sócrates. Buenos Aires: Editorial Kapelusz.


https://es.wikipedia.org/wiki/Sócrates
Anexos

También podría gustarte