Moral Fundamental I
Moral Fundamental I
Moral Fundamental I
En este curso estudiaremos una materia de gran relevancia que nos servirá ya
desde ahora, de herramienta en la guía espiritual y moral de los fieles, de manera
que podamos ofrecerles fundamentos sólidos de acuerdo al Magisterio para que las
personas puedan decidir en forma madura y consecuente con sus convicciones en
cada momento en que se encuentren, esto significa que tendremos el papel de guías
en la conciencia de las personas, no para decirles cómo es que tienen que actuar,
sino para ayudarles a clarificar sus diversas situaciones, a iluminarlas con las
enseñanzas del Magisterio y ayudarlas a discernir adecuadamente sobre las
decisiones que tomaran. Es importante señalar los límites de nuestra labor, cuando
de orientar moralmente a una persona se trata, tales límites estarían señalados por el
Magisterio mismo, o dicho de otra forma, lo que tenemos que conocer y saber
aplicar es la moral católica, lo que el Magisterio enseña. De esta manera evitaremos
caer en la tentación de aconsejar u orientar según nuestras opiniones particulares. Es
por ello necesario estudiar, conocer y saber aplicar la moral católica a conciencia,
tener bien presentes los principios morales para luego saber aplicarlos en cada
situación según se requieran.
1
Cfr. Julio Luis MARTÍNEZ – José Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental. Bases teológicas del
discernimiento ético, =Presencia Teológica 210, Sal Terrae, España 2014, p. 13.
2
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 14.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 2
Veremos por otro lado, como no sin altibajos, la teología moral se ha ido
renovando sin parar a partir del Concilio Vaticano II. Y lo ha hecho sirviéndose del
impulso derivado de los estudios bíblicos pero también a través de una mayor
integración con los demás tratados teológicos y de un mayor diálogo con el mundo
general de la cultura, con la filosofía y con las ciencias. Todo ello intentando no
perder la triple funcionalidad constitutiva de servir al ser humano, a la Iglesia y a la
sociedad.3
3
Ibíd., p. 13.
4
JUAN PABLO II, Veritatis Splendor, (6 de agosto de 1993), Carta encíclica sobre algunas cuestiones
fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia, BAC Madrid 1993, No. 110.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 3
debe y lo que no se debe hacer.5 En ese sentido la moral, ya sea vista desde el
aspecto filosófico como del teológico siempre tendrá cabida en la reflexión humana
porque toca el aspecto fundamental del comportamiento responsable.
En cuanto al uso de los términos “moral” y “ética”, hay que decir que hemos
reservado a cada uno de ellos un enfoque distinto, así estamos acostumbrados a
reservar el término ética al aspecto filosófico y el término moral al ámbito teológico.
Pero para evitar confusiones y aunque sabemos que ambos términos tienen un
aspecto que los diferencia, en el fondo ambos reflexionan sobre el comportamiento
humano responsable y por tanto los entenderemos de manera univoca, es decir el uso
del término moral o ética, lo haremos indistintamente. Conviene de todas formas
señalar la raíz de ambos términos:
Una vez establecido este criterio, conviene ahora establecer bien el objetivo
de nuestro estudio. Lo que pretendemos es lo siguiente:
5
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental, =Sapientia Fidei, serie manuales
de teología, BAC Madrid 19972, pp. 5-8.
6
Cfr. Ramón SAINZ, Curso de Teología Moral Fundamental, apuntes de clase, Seminario Conciliar
de León, Facultad de Teología, León, Gto., 2005.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 5
Con indicadores así, se entiende que cualquier forma de teología moral que se
atreva a poner la «ética bajo el signo de la cruz», lo va a tener muy difícil. Se trata
sobre todo de un contexto óptimo para cualquier forma moral o espiritual que acepte
plegarse a lo que podríamos llamar espiritualismo desencarnado e individualismo
expresivo que no plantee compromiso moral y social, sino realización personal y
confort emocional.
Este estilo de vida propuesto por los medios, está marcado en buena parte por
una sexualización generalizada, la cual está presente en la mayoría de sus programas
y anuncios publicitarios e incluso en aquellos dirigidos a un público infantil. De esta
forma, al ofrecer modelos de comportamiento específicos el cine y en mayor medida
la televisión, influencian el comportamiento de los espectadores, calando
mayormente en los adolescentes. Así, niños y adolescentes son constantemente
10
Cfr. Ibíd., pp. 20-22.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 7
11
Cfr. Daniele MUGNAINI et AL., Erosi dai media. Le trappole dell’ipersessualizzazione
moderna, San Paolo, Cinisello Balsamo, 2011, pp. 17-20.
12
Cfr. Xavier THÉVENOT, El pecado hoy, Verbo Divino, Navarra 1989, p. 28.
13
Con un crecimiento de los usuarios en los últimos años, Facebook es al parecer la
plataforma comunicativa mas popular a nivel mundial, disponible en 35 lenguas. Al inicio del 2010
se habían superado ya los 400 millones de usuarios, de los cuales mas del 70% son de fuera de los
Estados Unidos; esto solo 6 años después de que naciera como un proyecto universitario en
Harvard, ideado por Mark Zuckerberg, Chris Hughes, Dustin Moskovitz y Eduardo Saverin. Su
popularidad estriba en la capacidad de conectar a las personas, ya sean amigos nuevos o ya
conocidos pero de los cuales se ha perdido la pista (amigos de la infancia, compañeros de clase,
personas conocidas durante viajes, etc.) Por su parte, Twitter, creado por Evan Williams, Biz Stone
y Jack Dorsey y puesto en la red en marzo del 2006 por la Obvius Corporation of San Francisco, es
también uno de los fenómenos de la red, de mayor extensión. Este consiste, en la comunicación de
mensajes, “tweets” de no más de 140 caracteres desde un smartphon o una computadora. Tales
mensajes permiten comunicar de manera instantánea y global, ideas, noticias, preguntas o
informaciones personales sobre lo que se está haciendo, o en qué lugar se encuentra, a todos
aquellos con quienes se está en contacto o incluso con quienes no se tiene un contacto directo pero
que pueden tener acceso al blog donde los mensajes son publicados. Cfr. Antonio SPADARO, Web
2.0 Reti di Relazione, Paoline, Torino 2010, pp. 101-120 y 137-154.
14
Cfr. Juan Antonio ESTRADA, El cristianismo en una sociedad laica. Cuarenta años después del
Vaticano II, Desclèe de Brouwer Bilbao 20062, p. 296.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 8
Al respecto nos encontramos con una doble sensibilidad. Por una parte
observamos un cierto recelo hacia la misma teología moral. Por otra, podemos
también comprobar que a la teología se le dirigen continuamente múltiples consultas
sobre el camino que habrían de seguir personas e instituciones para buscar lograr un
mundo más humano.16 Veamos en primer lugar los recelos que ésta provoca.
a) En ámbito laico
En primer lugar aparece en el horizonte la defensa de la libertad. La persona
es hoy más susceptible que nunca a las imposiciones normativas de una ley o
15
FRANCISCO, Evangelii Gaudium…, n. 64.
16
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Moral Fundamental. La vida según el Espíritu, =Lux mundi
manuales 79, Sígueme, Salamanca 2012, p. 18.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 9
precepto positivo. En estos tiempos con ese pretexto, la moral provoca malestar en
cuanto que es una disciplina que indica normas y criterios para el actuar. A causa de
la libertad y autonomía, una orientación de tipo heterónomo como es la moral no es
muy tomada en cuenta. En segundo lugar, hoy en el ámbito laico, se tiene una cierta
“alergia” a lo que no parece racional, pues se piensa que quienes trazan las líneas
generales de la orientación moral viven en otro mundo y no perciben las
necesidades más urgentes de las personas ni las exigencias de la realidad social. En
tercer lugar, se constata una clara desconfianza ante cualquier planteamiento ético.
Son muchos los que piensan y dicen que la teología moral se ha ganado a pulso, su
propio desprestigio, puesto que a pesar del lugar que ocupó en la educación en los
siglos pasados, se cometieron atropellos a la razón y a sensibilidad humana que a
todos nos vienen a la mente, como por ejemplo, las guerras, los genocidios, la
esclavitud.17
b) En el ámbito religioso
Incluso en el ámbito religioso, teólogos y fieles encuentran ciertas reticencias
ante la teología moral. En primer lugar, la dificultad viene en ámbito teológico del
estatuto epistemológico de la teología moral, pues hay cierta desconfianza de ella, en
cuanto que se percibe a veces como separada del tronco común de la teología, pues
se cree que la moral basa solo sus fundamentos en las normas positivas nacidas del
Derecho Canónico cuando en realidad las fuentes de la Moral son la SE y la
Tradición. En segundo lugar están las cuestiones prácticas, pues no son pocos los
que dicen aceptar las «verdades» de la fe cristiana, pero encuentran difícil seguir
algunas «orientaciones» concretas para el comportamiento humano. En este sentido,
muchos cristianos se encuentran divididos no por su fe en Dios, sino por algunos
problemas morales concretos, como los relativos a la justicia y a la economía, a la
procreación responsable y a la atención a la vida terminal, la búsqueda de la paz y la
actividad terrorista, en pocas palabras, existen muchos aspectos morales con los que
los fieles no están de acuerdo.18
Puesto que busca dar respuesta a algo tan concreto y tan obvio como son las
acciones humanas realizadas bajo diversas circunstancias, y puesto que busca llevar
al crecimiento humano, la moral es necesaria y fundamental. Además está el hecho
de las carencias y las desgracias humanas provocadas por el propio hombre que
piden una respuesta y una iluminación moral.
que las acciones son siempre significativas y gracias a que tienen un significado es
posible juzgarlas desde el punto de vista moral. De ahí que en todas partes y de
forma intermitente se perciba la necesidad de apelar a una teología moral.19
a) Delimitaciones previas
–En primer lugar habría que decir que una determinada conducta no es
inmoral simplemente por ser «ilegal» en un lugar o tiempo de la historia. De tal
manera que una conducta moral, puede ser considerada ilegal por miembros de
algún determinado grupo social. Así por ejemplo en relación al aborto, un médico
que se niega a practicar un aborto en una institución de salud pública en que estos se
practican. También puede suceder lo contrario, no todas las acciones legales son
«moralmente buenas» por el solo hecho de que están promulgadas por la ley. Así
por ejemplo el mismo caso del aborto, aunque es legal en muchos países es una
acción inmoral bajo cualquier circunstancia que se practique siempre que se quiere
directamente.
–En tercer lugar no se puede identificar lo moral con lo que «la mayoría»
declara como aceptable, pues ni la verdad, ni la belleza ni la bondad son fruto del
consenso social, habrá sí, una apreciación distinta sobre lo bueno, lo bello o lo
verdadero, sin embargo estos aspectos son realidades ontológicas, únicas que no
dependen de la decisión de las mayorías.20 Así pues, lo legal, lo religioso o lo
socialmente aceptado son campos cercanos al campo de lo moral, pero no se
identifican.
b) Moralidad y humanidad
Lo moral se refiere a la realización de lo humano. Pues es bueno el
comportamiento que lleve al hombre a ser verdaderamente hombre, con
independencia de lo que determinen las leyes, las religiones o los pactos
consensuados. En consecuencia podríamos afirmar en el campo de la moral, lo que
decía Protágoras: «El hombre es la medida de todas las cosas» en el sentido de que,
19
Cfr. Ibíd., p. 20.
20
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., pp. 8-10.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 11
Aunque esta definición analizada sirve para establecer una relación con las
demás disciplinas científicas, habría que preguntarse si basta para poder hablar de la
referencia a Dios y así hablar de una Teología de la moralidad. Según parece esta
definición estaría un poco limitada porque le faltaría hacer referencia a lo que aporta
el dato revelado. Ciertamente aunque en la teología moral, el criterio bajo el cual se
juzga la bondad o maldad de las acciones humanas es la revelación divina, es
necesario superar la tentación de prescindir de la racionalidad al estudiar el
comportamiento humano responsable. Así mismo, es necesario superar la tentación
de confundir la teología moral con filosofía moral; lo ideal es buscar el equilibrio
entre ambas disciplinas, a este respecto nos serviría la definición de Veritatis
Splendor que ya citábamos en la introducción:
21
Cfr. Ibíd., p. 10.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 12
22
Cfr. Ibíd., pp. 11-14.
23
Cfr. Servais Théodore PINCKAERS, Las fuentes de la moral cristiana. Su método, su contenido, su
historia, Eunsa Pamplona 20073. Original: Les sources de la morale chretienne, Traducción: José Juan García
Norro, p. 25.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 13
1.a Definición
«La teología moral es la parte de la teología que estudia los actos humanos en
tanto que son sometidos a la ley moral, a sus mandamientos y a las obligaciones
que la determinan bajo la luz de la Revelación».
Esta definición expresa una concepción de la moral que tiene por encima la
Ley como expresión de la voluntad de Dios y de la razón, y por centro la idea de la
obligación que se impone a la libertad. Esta concepción moral se extendió,
especialmente, a partir del siglo XVII mediante los manuales de teología moral. Esta
presentación de la moral era típica de la moral casuística y llego a tener una gran
influencia, pues pasó de los manuales destinados a la formación sacerdotal, a la
predicación y a los catecismos.
2.a Definición
«La teología moral es la parte de la teología que estudia los actos humanos
para acomodarlos al deber y a las normas que nos imponen la razón y la voluntad
de Dios, a la luz de la revelación».
Aquí la idea central es la del deber, en relación sin duda, con la obligación,
pero regulada por la razón y la conciencia personal, connota una mayor interioridad.
Con esta definición nos encontramos en la línea de Kant y su imperativo categórico.
Esta concepción de la moral, más filosófica, pasó a los manuales de moral que no
hicieron apenas diferencia entre obligación y deber. Sin embargo distinguía entre
los deberes para con uno mismo, para con el prójimo y los deberes para con Dios,
presentes en los catecismos y en los exámenes de conciencia.
3. a Definición
«La teología moral es la parte de la teología que estudia los actos humanos
para ordenarlos a la felicidad verdadera, al fin último del hombre, por medio de las
virtudes, y esto a la luz de la Revelación».
4.a Definición
«La teología moral es la parte de la teología que estudia los actos humanos
para conformarlos a los valores que contribuyen a la expansión del hombre, y eso a
la luz de la Revelación».
El mismo autor del libro que estamos siguiendo en esta parte de las
definiciones, propone una. Es una definición a mi juicio un poco más completa y por
tanto me parece oportuno tomarla. La definición que propone Pinckaers es la
siguiente:
26
Cfr. Ibíd., pp. 32-39.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 16
ésta disciplina se abra a una realidad interdisciplinar, es decir comparte con otros
saberes el objeto material de su estudio. Sin embargo tiene un estatuto propio, antes
de analizarlo, veremos la relación que tiene con otras disciplinas.
27
Cfr. JUAN PABLO II, Fides et Ratio, (14 de septiembre de 1998), Carta Encíclica sobre las
relaciones entre la razón y la fe, BAC, Madrid 1998.
28
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 63.
29
Cfr. JUAN PABLO II, Fides et Ratio..., no. 75.
30
Cfr. Ibíd., no. 76.
31
Cfr. Ibíd., no. 77.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 17
32
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 63-65.
33
Cfr. Ibíd., pp. 66-67.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 18
Es por ello que la TM forma parte del saber teológico. Sin embargo, hay que
decir en primer lugar, que la Teología Moral fundamental forma parte del tratado de
la Teología Moral, y en este sentido es una disciplina con una entidad propia,
autónoma aunque formando parte del conjunto de la sistemática teológica.36 Así
pues, la TM forma una unidad con el resto de saberes de la teología. Tiene una
especial relación con la Dogmática, la Espiritualidad, la Pastoral, y el Derecho
Canónico. No podemos descuidar sin embargo, su relación estrecha con la Sagrada
Escritura. En cuanto a la relación con los distintos saberes Teológicos, el decreto
Optatam Totius dice:
34
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., p. 23.
35
S. TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, parte Ia IIae, Tratado sobre la ley nueva y antigua,
Cuestión 106, articulo 1c, BAC, Madrid 2011.
36
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 47.
37
CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Optatam Totius, (28 de octubre de 1965), Decreto sobre la
formación sacerdotal, Paulinas, Lima-Perú 20085. (AAS 58 (1966) 713-727) n. 16. En adelante OT.
38
Este apartado lo tomo así como está del libro de Martínez–Caamaño, Nueva Moral Fundamental
que he estado citando.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 19
una vida reconciliada con Dios y con los hermanos, una vida que encuentra
en la Eucaristía el paradigma de la entrega diaria por los hermanos.
b) Teología Moral y Teología Espiritual
Aunque la espiritualidad y la moral han pasado por periodos distintos en la
relación entre ambas, ahora se vive una etapa en que la Espiritualidad ha cobrado
mucho más auge en la TM. Es así que la Teología Espiritual aporta el horizonte de
sentido, las motivaciones y las fuentes de alimentación sin las cuales la vida moral
se vuelve vacía. Del mismo modo la espiritualidad necesita cauces adecuados para
conjugar la experiencia teologal y la vida de fe, con el compromiso intramundano y
la acción del creyente.
39
Bernhard Häring (1912-1998), es un teólogo redentorista originario de Böttingen Alemania, y uno
de los principales exponentes que dieron un nuevo enfoque a la teología moral centrándola en Cristo y que
además vivió y participó en gran medida, en el proceso de renovación de la misma desde antes, durante y
después del Concilio Vaticano II. Desempeñó su ministerio en los últimos años de su vida como profesor de
Moral Fundamental en la Academia Alfonsiana de Roma, la cual ayudó a fundar.
40
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 56-62.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 21
Más bien, la Iglesia cree que el diálogo con las ciencias humanas puede ser
altamente beneficioso para la Teología en general y de manera particular para la
Teología Moral si procura evitar la tentación de las servidumbres ideológicas o
apriorísticas.
Además puesto que también la actuación ética del hombre es analizada por
diversas ciencias experimentales, de las cuales la Teología Moral puede servirse.
Las ciencias que pudieran apoyar más eficazmente a la Moral serian:
–la Psicología, que ayuda a conocer la interioridad del hombre, los
condicionamientos de sus decisiones y la responsabilidad de la persona;
–la Sociología y la Psicología social, que han ayudado a comprender al hombre en
el entorno cultural en el que se mueve y realiza sus opciones éticas.
–la Medicina, que ha influido en el estudio de la Moral por lo que se refiere a la
comprensión del hombre y su problematicidad, pero también ha reclamado la
atención de los moralistas sobre sus intervenciones acerca de la vida del hombre. La
bioética es hoy un campo donde la reflexión moral es invitada a repensar los
principios en los que tradicionalmente ha fundado su juicio valorativo y finalmente
–la Pedagogía que invita a la Moral a considerar el inmenso poder de la educación
sobre la creación de las actitudes humanas y las mismas categorías de la bondad o la
maldad desde las claves del ajuste social.43
profanas, sobre todo en psicología y en sociología, llevando así a los fieles a una
más pura y madura vida de la fe».
Y en el mismo número dice en seguida:
«[...] Vivan pues los fieles estrechamente unidos a los otros hombres de su
tiempo y procuren comprender perfectamente su manera de pensar y sentir, cuya
expresión es la cultura. Armonicen los conocimientos de las nuevas ciencias y
doctrinas y de los más recientes descubrimientos con las costumbres y la
enseñanza de la doctrina cristiana, para que la cultura religiosa y la actitud de
espíritu avancen en ellos al mismo paso que el conocimiento de las ciencias y de
los diarios progresos en la técnica»44
«Me dirijo a ustedes en nombre de esta terrible amenaza que pesa sobre la
humanidad y, al mismo tiempo, en nombre del futuro y del bien de esta
humanidad en el mundo entero. Y les suplico: despleguemos todos nuestros
44
Cfr. GS 62.
45
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 71-72.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 23
Dicho todo esto, la moral católica reconoce el valor del progreso científico o
tecnológico, uniéndolo sin embargo inseparablemente a la necesidad de una
criteriología ética capaz de poner todo este progreso al verdadero e integral servicio
del hombre. Dado el espectacular desarrollo científico y técnico conseguido por la
humanidad, se hace especialmente necesaria y urgente una mayor sensibilidad ética,
una creciente conexión entre la ciencia y la conciencia.47
46
Cfr. JUAN PABLO II, «Discurso a la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la
ciencia y la cultura – UNESCO» París, (lunes 2 de junio de 1980), en L'Osservatore Romano. Edición
semanal en lengua española n. 24 p. 11-14.
47
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 72.
48
Cfr. Ibíd., p. 80.
49
Cfr. Marciano VIDAL, Nueva Moral Fundamental, el hogar teológico de la Ética, Tratados Morales
I, =Moral y Ética teológica 28, Ed. Perpetuo Socorro, Madrid, 2014, p. 564
50
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 82.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 24
51
Cfr. M. VIDAL, Nueva Moral Fundamental..., pp. 565-566.
52
Cfr. Ibíd., pp. 567-569.
53
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 85.
54
Cfr. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La teología hoy: perspectivas, principios y criterios,
(29 de noviembre de 2011), =Documentos, BAC, Madrid 2011, n. 37. El texto remite a Dei Verbum 10, Cfr.
también, Veritatis Splendor 27 y 29.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 25
Así pues, el teólogo moralista debe dar a conocer la doctrina moral católica
en su integridad exponiéndola al mismo tiempo, con actualidad, haciéndola
comprensible y aceptable para los contemporáneos. Dice Veritatis Splendor:
55
Cfr. COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, La teología hoy: perspectivas, principios y
criterios..., nn. 25, 26, 32 y 37-41.
56
Cfr. JUAN PABLO II, Veritatis Splendor..., n. 110
57
Cfr. Ramón SAINZ, Curso de Teología Moral Fundamental, apuntes de clase..., 14 de septiembre
de 2005.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 26
58
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 106-113.
59
La Tradición y la Escritura no son «dos fuentes autónomas y separadas», están articuladas por
razón tanto del origen (divina Revelación) como de la meta (el proyecto salvífico de Dios). Se complementan
mutuamente, no tanto por razón de la “cantidad” de contenidos revelados, cuanto por la mutua clarificación
del ser y de la función de cada una de ellas.
60
Cfr. JUAN PABLO II, Veritatis Splendor..., n. 27.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 27
61
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 114.
62
Cfr. M. VIDAL, Nueva Moral Fundamental..., p. 611.
63
Cfr. Ibíd., p. 574.
64
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 149.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 28
Primero: hay que decir que la moral sin ser secundaria está en segundo lugar, es
decir que lo primero y fundamental es la iniciativa de Dios. Dicho de otra manera, la
moral cristiana es resultado de una experiencia de fe, es la respuesta a un don previo
de Dios.
Segundo: la moral (la ley) forma parte del proceso de alianza, es un don de Dios,
pero no en el sentido jurídico, sino en el sentido de un camino propuesto, porque
como dice el documento de la Pontificia Comisión Bíblica, Biblia y moral: «El Dios
de la Biblia más que un código moral se desvela a sí mismo en su misterio y el
misterio de su voluntad»,65 cuya esencia queda reflejada en dos versículos bíblicos
conexos entre sí: «sed santos, porque yo, el Señor Dios vuestro, soy santo» (Lev.
19,2); «vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt.
5,48). Por tanto es innegable que de cualquier experiencia de fe se deriva
necesariamente una forma de vida concretada en preceptos morales. Sin embargo,
hay que tener en cuenta que la preocupación básica de la Escritura, no es formular
un sistema moral organizado de principios, argumentaciones y normas, sino
transmitir la experiencia de la presencia de Dios en toda la vida humana.
Tercero: hay que señalar también que aunque cada libro y cada parte de la Biblia
deba ser analizada y estudiada en sí misma, todos forman una unidad que converge
hacia la figura de Jesucristo.66
65
PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA, Biblia y Moral, raíces bíblicas del comportamiento cristiano, (11
de mayo de 2008), =Documentos, BAC, Madrid 2009, n. 4.
66
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 150-151.
67
Cfr. Livio MELINA et AL., Caminar a la luz del amor, los fundamentos de la moral cristiana,
Palabra, Madrid 20092, p. 118.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 29
Por otro lado hay que decir también que es inaceptable llegar al otro extremo,
de una aproximación bíblica desde la moral, que acepte la autoridad bíblica en
materia moral ingenuamente, sin mediaciones, separándola de cualquier mediación
racional interpretativa de la experiencia moral.68
b) Por otra parte, cabe siempre preguntarse si los preceptos morales que
aparecen en la Biblia son una explicación autorizada de una hipotética «ley
natural» válida para todos los hombres, o constituyen un código, o muchos
códigos, que, en su coyunturalidad, se muestran deudores a condiciones
culturales precisas. Los preceptos morales que encontramos en la Biblia —
todos o algunos de ellos— parecen depender, en efecto, de la cultura del
tiempo y el espacio en que nacieron.
68
Cfr. L. MELINA et AL., Caminar a la luz del amor..., pp. 119-120.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 30
al hombre de hoy por una cultura tan alejada de aquella que los originó y
modeló.
69
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., pp. 77-78.
70
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 151-152.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 31
La creación del mundo por Dios resuena una y otra vez a lo largo de toda la
SE y para cuya comprensión tenemos dos relatos, el sacerdotal (P) (Gen 1,1-2,4a)
que constituye la única cosmogonía presente en la SE y el Yahvista (J) (Gen 2, 4b-
3,24) que relata la creación del hombre. Ambos relatos contienen puntos
coincidentes que para la teología moral son importantes:
71
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Moral Fundamental..., pp. 64-65.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 32
de «cultivarla y cuidarla». Por eso, más que una preocupación ontológica, los
relatos bíblicos tienen un gran interés axiológico, es decir se interesan en la
responsabilidad que tiene frente a la creación por su primacía y su
superioridad respecto a las demás especies.
– El tercero es la relacionalidad existente entre Dios y el ser humano. Cada ser
humano es único y autónomo pero al mismo tiempo vive dependiente de Dios
y de los demás.
– El cuarto es la visión unitaria del ser humano frente a antropologías dualistas.
El ser humano es una realidad psicosomática, dinámica y multidimensional,
abierta al mundo, a los demás y a Dios. Esto es algo importante para la
comprensión de la moral, dado que implica no solo el origen personal de las
decisiones morales, las consecuencias de las mismas en la totalidad de la
persona. Esto además significa que el ser humano no es reducible a una sola
de sus dimensiones, sino que todas vertebran su especifica identidad que debe
ser tenida en cuenta en el momento de analizar orientaciones morales para la
vida, la naturaleza, los sentimientos, etc.
– Por último, en cuanto a la relevancia para la moral, el relato posterior a la
creación del capitulo 3 del génesis. Se trata de un mandato dado ya desde el
capítulo 2 que adquiere una gran importancia en cuanto que está situado en el
contexto de la relación entre Dios y el ser humano. De alguna manera se
puede decir que el mandato de Yahveh es una llamada a la aceptación de la
propia condición humana situada en relación de alteridad con Él, pero una
relación que el propio ser humano puede truncar en el ejercicio de su libertad
y más si unimos este aspecto a la manera como la serpiente presenta la
tentación: «el ser como Dios» ser libre de toda dependencia. La consecuencia
es no sólo la vergüenza de encontrarse «desnudos» en medio del jardín, sino
también la alteración de las relaciones humanas como sucederá en el caso de
Abel y Caín.
72
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 153-156.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 33
73
Cfr. FRANCISCO, Lumen Fidei, (29 de junio de 2013), Carta Encíclica sobre la fe, san Pablo,
Madrid 2013, n. 46.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 34
Con esto quedan sintetizados de alguna manera los elementos esenciales del
Antiguo Testamento en su relevancia para la moral fundamental y que vertebran
también las aportaciones de los libros sapienciales y proféticos.74
Lo primero que hay que decir es que la moral del Nuevo Testamento solo se
interpreta adecuadamente desde la centralidad del anuncio del «reino de Dios»,
punto central de la predicación y de la actividad de Jesús tal y como se refleja de
manera especial en los evangelios sinópticos, donde la expresión “reino de Dios”
aparece unas 162 veces. Con este anuncio del Reino, Jesús introduce algo nuevo y
fundamental que es la oferta de salvación por la que el hombre queda situado ante lo
definitivo, ante el Dios que liberó a Israel, el Dios de Abraham de Isaac y de Jacob,
el Dios universal que es Padre misericordioso y que quiere liberar a todos sus hijos.
Por otro lado, el anuncio del Reino está vinculado a la persona misma de Jesús, pues
74
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 156-163.
75
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., p. 94.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 35
Esto quiere decir que solo existe una verdadera relación con Jesús y una fe
autentica donde hay seguimiento y que, por tanto, «es creyente quien sigue a Jesús,
y no lo es el que no le sigue», pues su seguimiento expresa la relación fundamental
del ser humano del ser humano con Jesús y su proyecto. Seguir a Jesús es la base
fundamental de la ética cristiana y es también la puerta de entrada al reino de Dios.77
Ahora bien, podríamos preguntarnos, ¿En qué consiste entonces el seguimiento de
Jesús? Alguien podría decir: «Está muy bien hablar de seguir a Jesús, pero al nivel
práctico, ¿cómo se hace? Vivió hace dos mil años, en un tiempo y una cultura muy
diferentes a los nuestros. Además era Dios. ¿Cómo se supone que lo voy a
‘imitar’?». Esta es una pregunta muy válida y por ello es necesario hacer una
clarificación.
Por ello, tal seguimiento tiene una consecuencia directa y general para la vida
moral del cristiano, de manera que el centro y el fin de su vida, aquello hacia lo cual
tienden sus deseos y pone su corazón, quedan desplazados hacia un horizonte más
76
JUAN PABLO II, Veritatis Splendor..., n. 19.
77
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 166-168.
78
Cfr. Germain GRISEZ-Russell SHAW, La vida realizada en Cristo, Palabra, Madrid 2009, p. 272.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 36
Por otro lado, el seguimiento al que Cristo nos invita, tiene como principal
característica el amor, el cual, en el actuar moral se convierte en principio
integrador. Es decir, todas las acciones de aquel que sigue a Jesús, quedan
revestidas, marcadas por el amor, no el amor ciertamente como lo entiende el
mundo, sino el amor como el que solo el Señor sabe dar y que a la vez pide: «Jesús
pide que le sigan y le imiten en el camino del amor, de un amor que se da totalmente
a los hermanos por amor de Dios. “Este es mi mandamiento, que se amen los unos a
los otros como yo los he amado” (Jn 15,12)».80
79
Cfr. S.Th. PINCKAERS, Las fuentes de la moral cristiana…,pp. 157-158.
80
Cfr. JUAN PABLO II, Veritatis Splendor…, n. 20
81
Ibíd., n. 15.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 37
al comportamiento familiar no son del todo originales del cristianismo, tal y como
ocurría con algunas de las enseñanzas de Jesús. La novedad es la perspectiva en la
cual se sitúan tales códigos, una perspectiva netamente cristiana, es decir, se
interpretan normas ya existentes desde la perspectiva de la voluntad de Dios.
A pesar de que se puede afirmar que muchas de las normas morales no son
originales del cristianismo, puesto fueron tomadas del contexto en el que se vivía, no
se puede negar además dela nueva orientación que Jesús y Pablo dan a estas
orientaciones, la llamada a la conversión, al arrepentimiento, así como tampoco el
compromiso a favor del prójimo, especialmente de los más desfavorecidos, por eso,
si hay algo que destaca el mensaje moral de Jesús y que representa el culmen de la
moral cristiana concreta es, sin duda el mandamiento del amor y las
bienaventuranzas.
83
Cfr. Ibíd., pp. 171-173.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 39
Por otro lado, además del imperativo concreto del amor, Jesús introduce otro
elemento que especifica su sentido último, dado que lo introduce también en el
dinamismo del Reino al vincularlo con su persona. Por ello es tan clave en la
teología moral el texto de Mt 25, 31-46 sobre el juicio final del que merece
mencionar dos elementos: «todo lo que hicieron a uno de estos mis hermanos más
pequeños a mi me lo hicieron» y «todo lo que no hicieron a uno de estos más
pequeños, tampoco me lo hicieron a mi». Dicho en síntesis: el amor hacia los demás,
especialmente, especialmente hacia los más necesitados, es el imperativo moral por
excelencia del cristianismo fundamentado en que Dios nos amó primero y nos ofrece
el don de la salvación realizada en Jesucristo.
b) Las bienaventuranzas
Las bienaventuranzas, son ante todo, promesas de las que también se derivan
en forma directa, indicaciones normativas para la vida moral. En su profundidad
original son una especie de autorretrato de Cristo y por ello son una invitación a su
seguimiento y a la comunión de vida con él.84
84
Cfr. JUAN PABLO II, Veritatis Splendor..., n. 16.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 40
La moral judía está dominada por la búsqueda de la justicia ante Dios. Está
determinada por la ley de Moisés con sus mandamientos y numerosas
prescripciones, costumbres y observancias que la completan, tal como la
circuncisión. Está animada por la esperanza en las promesas divinas que realizaran
el poder de Dios a favor de aquellos que observaron fielmente a Ley. En esta moral
se reconocen los rasgos principales que se atribuyen comúnmente a una moral: el
ideal de justicia mediante la conformidad de los actos a una ley, asociada a promesas
de felicidad por el merito y la felicidad.
Es necesario señalar de todo esto, que estas morales antiguas, justicia judía,
sabiduría griega y honestidad romanas no están tan lejos de nosotros como se podría
pensar. Constituyen las fuentes directas de nuestra cultura. En base a ello, la
cuestión de la moral cristiana, tal como se planteará en san Pablo, sigue siendo muy
actual a pesar de la distancia de los siglos.
Ya decíamos que san Pablo vivió un ataque frontal, un choque con las
morales de su tiempo, para él, la sabiduría griega había conducido a estos a la
locura, a la corrupción más envilecedora. Este pasaje lo dice claramente: «Porque,
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias,
antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 41
Ante este panorama, ¿cual es la moral que nos presenta san Pablo? ¿Cuál será
su rasgo principal y decisivo? Ante la justicia judía y la sabiduría griega, la
respuesta de Pablo es clara, anuncia una virtud decisiva: la fe en Jesús crucificado y
resucitado que se ha convertido para todos los hombres en fuente de justicia y
sabiduría. Con ello, no rechaza la aspiración a la justicia ni a la sabiduría, pero les
proporciona un nuevo origen, no ya la virtud humana, sino lo que se puede llamar la
virtud de Dios que obra por Jesucristo. Los rasgos principales de su moral podemos
sintetizarlos en los siguientes puntos:
• Desenmascara el orgullo del hombre y lo abre a la dimensión de la fe, de
esta manera san Pablo coloca al hombre en la frontera de todas las morales
humanas: orgullo o fe, confianza en uno mismo o confianza en Jesucristo,
encerrarse en uno mismo o abrirse humilde y dócilmente a la acción del
Espíritu. De este modo la moral en su conjunto se transforma, en su
inspiración, en sus elementos, en su estructura y en su aplicación.
• Coloca en el centro de la moral a una persona, la de Jesús, quien en su
individualidad histórica, incluido su cuerpo que sufrió y resucitó, se
85
Cfr. S. Th. PINCKAERS, Las fuentes de la moral cristiana..., pp. 151-155.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 42
86
Cfr. Ibíd., pp. 156-176.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 43
Hebreos en el documento a la que le da casi el mismo espacio que a las cartas de san
Pablo87.
Primera parte:
En su primera parte, el documento hacer notar la existencia de dos líneas de
fondo que conviene analizar al hablar de la aportación de la biblia a la moral. La
primera es, que la moral sin ser secundaria es segunda, es decir que lo primero y
fundamental es la iniciativa de Dios, el don, con lo cual la experiencia moral es
consecuencia de la experiencia de Dios. La segunda es que la Ley don de Dios no es
un concepto jurídico, sino un concepto teológico que la misma Biblia traduce como
“camino” que requiere una preparación. Teniendo en cuenta esto, se comprende que
la moral bíblica constituye una tensión continua entre el don divino manifestado
radicalmente en la creación y la respuesta humana.
Ahora bien, según el documento, existe algo que resulta fundamental para las
consecuencias morales de la experiencia de Dios, esto es una idea precisa del ser
humano, hecho a imagen y semejanza de Dios que se expresa según el documento
en seis características básicas: racionalidad, libertad, posición de guía, capacidad
de actuar en conformidad con Dios, la dignidad y la relacionalidad y la santidad de
la vida humana. de estas características antropológicas derivadas de la imagen y
semejanza de Dios, se derivan así mismo, diversas implicaciones morales: el
discernimiento, la elección y la decisión, la responsabilidad, la prudencia, la
gratitud, la justicia, el respeto y la protección y tutela de la vida. En general en la
primera parte, el documento extrae del análisis de los libros de la Biblia, las
consecuencias morales concretas de estos presupuestos generales.
Segunda parte:
En la segunda parte, el documento ofrece algunos criterios metodológicos
sobre el uso de la Escritura en la moral. Se trata de ocho criterios, dos fundamentales
y seis específicos. Estos criterios son:
Fundamentales:
+La conformidad con la visión bíblica del ser humano: el texto paradigmático de
este criterio es el Decálogo. En el se refleja la originalidad de la moral bíblica al
situarla en un nuevo horizonte que es el de la Alianza. Entre los valores que se
pueden extraer de aquí, se encuentran el respeto a la vida «no mataras» y el de la
pareja «no cometerás adulterio».
+La conformidad con el ejemplo de Jesús: el texto emblemático de este criterio es el
de las bienaventuranzas. Aquí se refleja la necesidad que tiene la moral cristiana de
la centralidad de Jesús y su imitación, especialmente en el ámbito social. Jesús es el
87
Cfr. Alberto DE MINGO KAMINOUCHI, La Morale di Gesù: ética cristiana e i Vangeli, Pontificia
Unversità Lateranense, Accademia Alfonsiana–Istitutto Superiore di Teolgia Morale, Apunti per la scuola,
Roma 2012.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 44
Específicos:
Estos criterios específicos afrontan de alguna manera los principales
problemas de la moral actual desde el punto de vista bíblico.
preocupada por aproximarse con prudencia a las cuestiones difíciles, con el triple
recurso a las disponibilidades de la exégesis, a la iluminación de la autoridad eclesial
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 46
3.1 Introducción
90
Cfr. AMARANTE Alfonso, Storia della morale, secoli XV-XVII, Pontificia Università Lateranense,
Accademia Alfonsiana–Istituto Superiore di Teologia Morale, appunti ad uso degli studenti, Roma 2012, pp.
6-8. Traducción mía.
91
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 178.
92
Cfr. Servais Théodore PINCKAERS, La moral católica, Rialp, Madrid 2001, p. 28.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 48
b) un cristianismo diversificado
1) grupos cristianos de origen judío: Hay que decir que el cristianismo sufrió
en gran medida una influencia decisivamente helenística, sin embargo, antes o a la
par del proceso de helenización hay que reconocer la existencia de la estrecha
relación del cristianismo con el mundo judío. Jesús mismo, pudo tener relaciones
con determinadas formas culturales helénicas pero antes de todo, era judío y
concretamente un galileo. Su universo cultural y religioso pertenece a la tradición
judía. Sus primeros seguidores fueron judíos, insertos también en ese mismo
universo cultural y religioso, por ello podemos hablar de grupos primitivos
judeocristianos entre los cuales destacan:
93
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, II. La moral en el cristianismo antiguo (ss.
I-VII), = Moral y Ética teológica 23, Perpetuo Socorro, 2013., p. 35.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 49
Una de las causas gracias a la cual conocemos a los santos Padres, son sus
escritos, los cuales son abundantes. Debido a que solo tocaremos algunos aspectos
morales de una manera general veremos solo algunos de ellos.
94
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, II..., pp. 38-42.
95
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 179.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 50
Entre los escritos de tipo apologético se pueden encontrar entre otros, la carta
a Diogneto, el Ad Autolicum de Teófilo de Antioquia; la apología o dialogo contra
el judío Trifón, de Justino. Estos son escritos que están dirigidos especialmente
hacia fuera de la comunidad con el objetivo de defender la fe y la moral cristiana de
los ataques que recibe. Para ello no solo describen la inmoralidad pagana sino que
también hacen una exaltación de las virtudes y costumbres cristianas.97
96
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, II..., pp. 53-62.
97
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 180.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 51
3.3.2 El diálogo con el mundo griego y latino durante los siglos II y III
refleja por ejemplo en la vida de san Antonio escrita por Atanasio que ha sido
referente para muchas personas y vocaciones.
Por otro lado para san Agustín el primer y autentico principio de la moral es
el amor. Por ello duda en hacer una autentica síntesis del pensamiento grecolatino
con el bíblico para poner el corazón en el centro de la vida. Aunque en la
concepción del amor que san Agustín tiene pretende armonizar su dimensión
vertical con su dimensión horizontal, de manera que para él, el amor a Dios esta
inseparablemente unido al amor al prójimo.
98
Cfr. Ibíd., pp. 184-190.
99
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III. Moral y espiritualidad en la cristiandad
medieval (ss. VIII-XVI), = Moral y Ética teológica 24, Perpetuo Socorro, 2013, pp. 17-18.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 54
100
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III..., p. 123.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 55
Junto al surgimiento de estas figuras, surge también una nueva clase social: «los
intelectuales», es decir, hombres de ciudad dedicados al estudio y a la enseñanza,
sirviendo a la iglesia y a la sociedad en lugares como Chartres, Laón, Reims,
Orleans y especialmente, París, donde van surgiendo las primeras universidades.
Hay que destacar además que en este periodo tienen una importancia fundamental
los traductores, pues gracias a ellos, se conocieron obras griegas clásicas de
Aristóteles, Euclides, Ptolomeo, Hipócrates, etc., pero también las obras árabes,
pues se llego a traducir el Corán para poderlo combatir.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 56
Probablemente uno de los autores que mejor refleja el espíritu de esta época es san
Anselmo de Aosta es una conjunción entre monje e intelectual y uno de los autores
de mayor influencia escolástica. Autor de una de las frases más celebres sobre la
relación entre la fe y la razón: «Fides quarens intellectum». Su obra es bastante
amplia y no esta de ella, ausente la moral, en sintonía con sus presupuestos
teológicos en que tiene lugar preponderante la verdad, la libertad y la rectitud. En
estos presupuestos se encuadra para san Anselmo la correlación inquebrantable entre
la intención y la verdad, problema que no dejará luego de ser abordado hasta
nuestros días.
San Bernardo por el contrario, representa el lado opuesto, un hombre que tras
una vida recluida en la meditación, decide salir al mundo para combatir, con la
fuerza de la fe, todas las «innovaciones peligrosas» y en las que Abelardo representa
el nuevo Pelagio al que ve necesario ponerle freno. De hecho lo denuncia
fuertemente ante el Papa Inocencio II, hecho que afectara la comprensión teológica
de Abelardo en el futuro. En la cuestión moral lo que pretende san Bernardo es
defender tanto el valor de las obras como la concepción del pecado como acto en sí
mismo. 101 San Bernardo reconoce naturalmente la importancia de la intención
101
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 194-201.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 57
El siglo XIII para le teología representa una época de gran esplendor, en este
siglo las universidades de Paris y Oxford, se convierten en los principales centros
del saber y se fundan y consolidan también las ordenes mendicantes de gran
importancia como los franciscanos y los dominicos, se comienzan también a
divulgar las traducciones de Aristóteles comentadas por los árabes Avicena y
Averroes, en este siglo también Roberto da Grossatesta († 1253) traduce la Ética a
Nicómaco de Aristóteles. En cuanto a la moral, este siglo es de gran significado,
pues aparece por primera vez la expresión Theologia moralis en la obra De
virtutibus, de vitiis, de donis Spiritus Sancti escrita en el 1161 por el poeta Allano de
Lille. En este ámbito de la moral, se alzan dos figuras relevantes, como son San
Buenaventura (1218-1274) y especialmente santo Tomás de Aquino (1224-1274).
Ambos elaboran una obra teológica extensa y profunda, donde la moral se sitúa en
el centro, ya que su obra se refiere a la obra de Dios, a una creación que ha sido
herida y necesita volver a lo esencial, volver al creador.103
expresa necesariamente en la caridad. Los preceptos están en función del amor y las
virtudes son cauces para la comunicación de la bondad moral. El ejemplarismo
cristológico, el primado de la caridad y el voluntarismo son los puntos claves de la
síntesis doctrinal de san Buenaventura.104
104
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III..., pp. 485-494.
105
Louis VEREECKE, «Historia de la teología moral», en Nuevo diccionario de Teología Moral..., p.
827.
106
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 203.
107
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III..., p. 553.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 59
En total trata 303 cuestiones sobre moral, 114 en la I-II y 189 en la II-II
La moral de santo Tomás es esencialmente teológica y tiene su punto de
partida en Dios y en la creación, encuentra en esta verdad toda su consistencia. Las
cosas creadas tienen una naturaleza propia que no se define únicamente por
referencia a Dios. Santo Tomás valora la realidad de los seres creados y sobre todo
de la naturaleza humana. Su moral consiste esencialmente en la vuelta del hombre a
Dios, o sea en la visión beatifica sin negar la felicidad imperfecta que puede
alcanzar en este mundo.
Para describir este camino, santo Tomás utiliza tanto a Aristóteles como a sus
predecesores, y analiza no solo los actos humanos, los hábitos y las virtudes sino
también los pecados. Los dos tratados centrales son los de la ley y la gracia. Según
santo Tomás, el hombre encuentra las reglas de su obrar, como individuo, como
miembro de una familia humana y como ciudadano de un Estado, en su misma
naturaleza racional. Las leyes humanas precisan los principios generales contenidos
en la ley natural. Para el cristiano, la ley nueva no es otra cosa que la presencia del
Espíritu Santo en él, que es luz y guía.
Santo Tomás articula su moral sobre las virtudes teologales (fe, esperanza y
caridad) y sobre las virtudes cardinales (justicia, fortaleza, prudencia y templanza),
de estas la prudencia es la clave. En santo Tomás las moral encuentra su vía
necesaria únicamente en Cristo, la Iglesia y los sacramentos.109
Para la cuestión moral, es una época también importante, una época de luces
como el hecho de que durante este periodo se van elaborando algunas reflexiones en
el ámbito de la moral profesional, cuyo exponente más destacado es Antonio de
Florencia. Se elaboran también tratados sobre la justicia social y sobre moral
financiera. Pero también una época de sombras debido a la gran cantidad de cambios
sociales y a la incertidumbre que estos generaron. He aquí una panorámica sombría
de este periodo:
a) Guillermo de Ockham
110
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 209.
111
Cfr. M. MENÉNDEZ PELAYO, Historia de los heterodoxos españoles, I (Madrid, 19652) p. 513.
Citado por: Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III..., p. 658.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 61
mentes del siglo XIV iniciador de una nueva manera de pensar, uno de los
principales exponentes del nominalismo.
La moral nace del encuentro entre la libertad humana con la libertad divina.
Consiste en la realización de la dependencia del sujeto humano con relación a Dios.
Así la voluntad divina se expresa en una ley que la persona tiene que conocer y
aplicar. El significado principal de la moral ockhamista consiste en sustituir la
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 62
b) Martin Lutero
Ahora bien, hay algo que es importante señalar en lo que a la moral se refiere,
se trata de la concepción luterana de la libertad en su realización concreta, porque
Lutero no niega que el ser humano sea libre como tal, sino que la libertad humana
tenga un papel en relación con la salvación, dado que esta es algo que tan solo a
Dios corresponde, es decir, que la justificación no viene por las obras sino
únicamente por la fe y en donde Él tiene la palabra definitiva. Por eso afirma que:
«al hombre se le concede un libre albedrio no respecto de lo que es superior a él,
sino solo respecto de lo que es inferior. Esto es: el hombre debe saber que en lo
112
Cfr. Marciano VIDAL, Historia de la Teología moral, III..., pp. 687-689.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 63
Por tanto, lo que Lutero rechaza es la moral en cuanto a su valor ante Dios,
algo que deriva de la cuestión de la justificación. Por eso clama contra ese
«monstruo de la justicia propia» al poner de relieve nuestra pecaminosidad radical y
en donde la salvación únicamente depende de Dios.113
A partir de aquí, serán por tanto necesarias, las instrucciones sobre el modo
de escuchar las confesiones y también se adaptaran para educar a los penitentes para
confesar sus pecados en modo adecuado. Es así que inmediatamente después del IV
Concilio Lateranense aparecen los primeros tratados destinados a ayudar a los
confesores en el ejercicio de su ministerio con el fin de que la nueva disciplina
penitencial pudiera producir frutos. En tal modo inicia pues, un nuevo genero
literario y canónico que durará hasta el Concilio de Trento, en el cual se instaurará
una nueva disciplina penitencial. Esta obras son conocidas bajo el nombre de sumas
las compuestas en esta época son de un doble genero:
113
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., pp. 213-215.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 64
114
Cfr. AMARANTE Alfonso, Storia della morale, secoli XV-XVII..., pp. 56-57. Traducción mía.
115
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 217.
116
Cfr. Ibíd., pp. 217-218.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 65
Como es evidente, esto requería que los confesores tuvieran una preparación
especial para tratar todos los casos, de manera que también la enseñanza teológica y
la pastoral intentó adaptarse de alguna manera a los cánones tridentinos, tal y como
queda patenten en la reforma de los estudios de los años posteriores y en los
seminarios. En esta tarea la compañía de Jesús adquirió una importancia
fundamental.117
119
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., pp. 54-55.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 67
Es así en este periodo surgen los llamados sistemas morales, los cuales eran
maneras o posiciones y criterios de juicio para afrontar situaciones de ley dudosas.
Es decir, ¿qué hacer en caso de Dubio Iuris?, seguir una ley incierta o seguir la
conciencia personal. Dicho de otro modo: ¿qué es lo primero y más importante, la
ley o la conciencia? la respuesta se refleja precisamente en la variedad de los
sistemas morales que van desde el rigorismo más absoluto hasta el laxismo más
audaz, en medio de los cuales encontramos vías también muy variadas. En concreto
podemos encontrar hasta siete sistemas distintos: Tutciorismo absoluto (rigorismo),
Tutsiorismo mitigado, probabiliorismo, compensasionismo, equiprobabilismo,
probabilismo y laxismo.
120
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 222.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 68
caso. El problemas con estos sistemas era cuando los moralistas no se ponían de
acuerdo a la hora de dar una solución al caso.
a) Tutsiorismo absoluto o rigorismo: este sistema moral afirma que basta una
mínima probabilidad sobre la existencia de una ley para estar obligados al
cumplimiento de la misma. Se puede seguir la conciencia solo cuando se está
absolutamente seguro de que tal ley no existe.
34. Es lícito procurar el aborto antes de la animación del feto, por temor de que la
muchacha, sorprendida grávida, sea muerta o infamada.
35. Parece probable que todo feto carece de alma racional, mientras está en el útero, y que
sólo empieza a tenerla cuando se le da a luz; y consiguientemente habrá que decir que en
ningún aborto se comete homicidio.
121
Cfr. Domenico CAPONE, «Sistemas Morales», en Nuevo diccionario de Teología Moral..., pp.
1710-1711.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 69
48. Tan claro parece que la fornicación de suyo no envuelve malicia alguna y que sólo es
mala por estar prohibida, que lo contrario parece disonar enteramente a la razón.
49. La masturbación no está prohibida por derecho de la naturaleza. De ahí que si Dios no
la hubiera prohibido, muchas veces sería buena y alguna vez obligatoria bajo pecado
mortal.
50. La cópula con una casada, con consentimiento del marido, no es adulterio; por lo
tanto, basta decir en la confesión que se ha fornicado.
59. Es lícito absolver a los que se han confesado sólo a medias, por razón de una gran
concurrencia de penitentes, como puede suceder, verbigracia, en el día de una gran
festividad o indulgencia.
60. No se debe negar ni diferir la absolución al penitente que tiene costumbre de pecar
contra la ley de Dios, de la naturaleza o de la Iglesia, aun cuando no aparezca esperanza
alguna de enmienda, con tal de que profiera con la boca que tiene dolor y propósito de la
enmienda.122
122
Cfr. Enchiridion Symbolorum definitionum et declarationum de rebus fidei et morum, Heinrich
DENZINGER y Peter HUNEMAN, Herder, Barcelona 1969, 1151. En adelante DZH.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 70
Ante un mundo cada vez más cambiante y cada vez más ajeno a Dios y a lo
religioso, en gran medida provocado por el cambio de un modelo de sociedad
cristiana a un modelo de sociedad secular, comenzó a verificarse también una
renovación en varios ámbitos a nivel eclesial desde finales del siglo XIX y los
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 71
inicios del siglo XX, de ello dan cuenta por ejemplo: la escuela de Tubinga,123 y los
movimientos bíblico y litúrgico los cuales, influyeron en los primeros intentos de la
renovación de la teología moral.
Será en ámbito alemán donde comenzarán los primeros intentos de sacar a la
moral del “estancamiento” en que se encontraba desde hacía dos siglos, de manera
que se pudiera superar la fragmentariedad de la casuística mediante el re-
pensamiento de los fundamentos de la ética cristiana. 124 Las fuentes de esta
renovación fueron: un retorno a los temas evangélicos a fin de darle a la moral
católica un carácter plenamente cristiano y el movimiento tomista de fin de siglo,
promovido por el Papa León XIII.125 Hay que decir sin embargo, que tales intentos
de renovación obedecían sobre todo a la metodología, y aunque ya desde el siglo
XIX hubo varios intentos por renovarla, no se llegó a cambios significativos y
compartidos. Sin embargo, hacia los inicios del siglo XX el problema metodológico
era tan evidente y difundido, que cada vez en más partes se manifestaba la necesidad
de realizar urgentemente una renovación de la teología moral.126
Por otro lado, otros factores comenzaron a influir para su renovación, es así
que, en ámbito filosófico diversas corrientes existencialistas, la fenomenología y
sobre todo el personalismo, empiezan a hacer acto de presencia en el debate moral
del siglo XX. A ello se suman además las aportaciones procedentes en el ámbito
científico y de la psicología que influyen en muchos de los temas fundamentales de
la teología moral, y en el ámbito eclesial y teológico el movimiento bíblico y el
movimiento litúrgico —que mencioné antes—, posibilitan una teología moral cada
vez más centrada en el mensaje originario de Jesús de Nazareth.127
Aunque varias son las líneas que a inicios del siglo XX fueron llevando a la
teología moral a una renovación y que se verificaron en la aparición de varios
manuales en estos años, destacan principalmente en los intentos de centrar la moral
en la Sequela Christi como principio unitario; de esta manera, siguiendo la
influencia de la escuela de Tubinga, varios teólogos moralistas en sus publicaciones,
buscaron estructurar una teología moral positiva de la vida cristiana y no una «moral
123
La escuela de Tubinga es un movimiento teológico nacido en Alemania hacia los primeros años
del siglo XIX, fundado por J.S. Von Drey (1777-1853) y entre cuyos representantes destaca J.A. Möhler
(1796-1838). Este movimiento se considera como el fermento más eficaz de la renovación de la teología
católica en Alemania. En el ámbito de la moral varios teólogos hicieron importantes aportaciones,
organizando la teología moral en torno a varios principios y apelando a la S.E. De entre estos teólogos
destacan: J.B. von Hirscher, Jocham Magnus, Martin Deutinger, Karl Weber, Fr. X. Linsenman. Para una
información más detallada se puede consultar: Louis VEREECKE, «Historia de la teología moral» en Nuevo
diccionario de Teología Moral, Francesco COMPAGNONI, Giannino PIANA y Salvatore PRIVITERA (edd.), ed.
española adaptada por Marciano Vidal, Paulinas, Madrid 20012, p. 816-842. Se puede ver también, Jean-
Yves LACOSTE et AL, Storia della teologia, Queriniana, Brescia 2011, p. 329-338.
124
Cfr. Renzo GERARDI, Storia della Morale. Inerpretazioni teologiche dell’esperienza cristiana,
periodi e correnti autori e opere, EDB, Bologna 2003, p. 429.
125
Cfr. S. Th. PINCKAERS, Las fuentes de la moral cristiana..., p. 359.
126
Cfr. R. GERARDI, Storia della Morale…, p. 447.
127
Cfr. Julio L. MARTÍNEZ – J. Manuel CAAMAÑO, Moral Fundamental..., p. 240.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 72
del confesionario» intentando mostrar, cómo debe actuar un cristiano para ser fiel a
la gracia de su bautismo.
En tal estructuración, los teólogos subrayaron y presentaron los principios
normativos que se fundan sobre la Biblia e indican una línea de conducta como la
imitación de Cristo, el testimonio del reino de Dios, y el ágape.128
En Häring, se puede decir pues, que se verifica un cambio del enfoque moral,
en cuanto que representa una superación agradecida y positiva de todos los sistemas
que habían dominado la teología moral durante los últimos siglos, —como en su
tiempo hizo san Alfonso María de Ligorio— fundador de su congregación, cuyo
espíritu al parecer confluyó en Häring junto con el espíritu de los distintos
128
R. GERARDI, Storia della Morale…, p. 459.
129
Cfr. J. L. MARTÍNEZ – J. M. CAAMAÑO, Moral Fundamental…, p. 244
130
Cfr. R. GERARDI, Storia della Morale…, p. 467.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 73
movimientos de renovación para elaborar una teología moral que integrara las líneas
precedentes basadas en el seguimiento, la imitación, la caridad y el Reino de Dios,
en una concepción cristocéntrica y personalista de la vida cristiana.131
131
Cfr. J. L. MARTÍNEZ – J. M. CAAMAÑO, Moral Fundamental…, p. 244
132
Un documento posterior al concilio que abordó más directamente el tema de la teología moral, es
el que emanó la Congregación para la doctrina de la fe; en él se dice, que la renovación de la teología moral
querida por el Concilio, se inserta en los esfuerzos que la Iglesia realiza para comprender al hombre de hoy y
para ir al encuentro de sus necesidades, a la vez que reconoce lagunas y una unilateralidad presentadas en la
moral del pasado, debidas en gran parte a un juridicismo, un individualismo y un distanciamiento de las
fuentes de la revelación. Por ello, se determina que la teología moral debe construirse en estrecho contacto
con la Sagrada Escritura, la Tradición y la ley natural. Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA,
«La formación teológica de los futuros sacerdotes» (22 de febrero de 1976), en: Enchiridion de la formación
sacerdotal (Documentos de la Iglesia sobre la formación sacerdotal, CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA,
Comisión Episcopal de seminarios y universidades, Madrid 1999. 1440-1604.
133
Cfr. S.Th. PINCKAERS, Las fuentes de la moral cristiana…,p. 362.
134
Cfr. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Dignitatis Humanae…, No. 14
135
Cfr. R. GERARDI, Storia della Morale…, p. 478.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 74
136
CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Optatam Totius…, No. 16.
137
Cfr. CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Dei Verbum…, No. 24.
138
Cfr. R. GERARDI, Storia della Morale…, p. 478.
139
Cfr. Faustino PARISI, Crisi e rinnovamento della teologia morale. La lettura di Domenico
Capone, EDB, Bologna 2013, p. 62.
TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL I 75
Cabe señalar por otro lado, que la centralidad Cristo, no fue nunca un tema de
discusión en la postura del Magisterio en cuestión moral, de manera que se reafirmó
en los dos documentos principales que tocan el tema de la moral en los últimos años:
el Catecismo de la Iglesia Católica, y la encíclica Veritatis Splendor, los cuales
veremos a lo largo de lo que resta del curso.
140
Cfr. José-Román FLECHA ANDRÉS, Teología Moral Fundamental..., pp. 59-60.
141
Se suscitó un debate sobre la autonomía de la moral y otro sobre la especificidad de la moral
cristiana. El debate sobre la autonomía de la moral y el debate sobre la especificidad de la moral cristiana. La
tesis de la autonomía de la conciencia moral del cristiano se puede resumir en la formula: autonomía de la
moral y heteronomía de la fe. La separación entre moral y fe, encuentra su raíz en la representación del sujeto
práctico como sujeto autónomo y por tanto como norma para sí mismo. A ello se opusieron quienes defendían
una moral cimentada en la fe, entre estos autores se encuentran: Bernhard Stöckle, Heinz Schürmann, Joseph
Ratzinger, Hans Urs von Balthasar. En referencia a la especificidad de la moral cristiana la cuestión era: ¿Las
directivas morales concretas se fundan sobre un saber teológico que solo el creyente puede comprender y al
cual solo obligan o bien, respectan a todos los hombres y son consideradas por el teólogo, a la luz del amor
revelado por Cristo, mediante instrumentos de análisis accesibles a todos los hombres de buena voluntad? En
torno a esto se llego a considerar que la moral cristiana no tenía una especificidad material. Los principales
exponentes de estos debates fueron: Joseph Fuchs, Alfons Auer, Franz Böckle. Cfr. R. GERARDI, Storia della
Morale…, p. 485-489.