San Francisco de Asis
San Francisco de Asis
San Francisco de Asis
Guerra y Encarcelamiento
Francisco y los hombres de Asís fueron fuertemente atacados,
y ante la presencia de un número superior, se dieron a la
fuga.
Después de la guerra
Después de un año de negociaciones, el rescate de Francisco
fue aceptado, y fue liberado de la prisión en 1203. Cuando
regresó a Asís, sin embargo, San Francisco de Asís era un
hombre muy diferente.
El Loco
Algunos consideraban a San Francisco de Asís como un loco o
un necio, pero otros lo veían como uno de los más grandes
ejemplos de cómo vivir el ideal cristiano desde el mismo
Jesucristo.
Devoción al cristianismo
Después de su epifanía en la iglesia de San Damián, San
Francisco de Asís experimentó otro momento decisivo en su
vida. Con el fin de recaudar dinero para reconstruir la iglesia
cristiana, vendió un perno de tela de la tienda de su padre,
junto con su caballo.
Su padre se enfureció al enterarse de las acciones de su hijo
y posteriormente arrastró a Francisco ante el obispo local.
La pobreza
El abrazo de San Francisco de Asís a la pobreza a
semejanza de Cristo era una noción radical en ese momento.
Los estigmas
En 1224 Francisco recibió una visión que le dejó los estigmas
de Cristo – marcas que se asemejan a las heridas que sufrió
Jesucristo cuando fue crucificado, a través de sus manos y la
herida de lanza abierta en su costado.
Muerte y Legado
Al acercarse San Francisco de Asís a su muerte, muchos
predijeron que era un santo en ciernes. Cuando su salud
comenzó a declinar más rápidamente, Francisco se fue a
casa.
1. Animales
2. Arqueólogos
3. Ecología
4. Italia
5. Comerciantes
6. Mensajeros
7. Trabajadores metalúrgicos
Reflexión
Francisco de Asís era pobre sólo para asemejarse a Cristo. Él
reconoció la creación como otra manifestación de la belleza
de Dios.
Fue ahí cuando el santo habló con el lobo para explicarle que
la gente del pueblo le tenía mucho miedo pero que él estaba
ahí para hacer las paces. Entonces el lobo lo siguió hasta el
pueblo y entraron juntos mientras toda la gente los miraba
sorprendida. Fue ahí, en el centro del pueblo donde hizo un
pacto con el lobo. El lobo ya no podría atacar animales o
personas del pueblo y a cambio, la gente del pueblo lo
alimentaría. Y así fue.