Caso Antietico

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LOS PRINCIPIOS EN EL EJERCICIO DE LA CONTADURÍA

El impacto social y económico negativo de casos de corrupción como Odebrecht, Los Nule y
Reficar son un reflejo de la indeleble estructura axiológica no solo de la sociedad colombiana
sino también de las personas tanto en su vida cotidiana como en el quehacer profesional que
no está totalmente exento de los contenidos morales individuales; dichos casos nos lleva a
cuestionarnos los vacíos éticos y sus impactos en el tiempo actual. La mayoría de académicos
coinciden en que existen ciertos principios universales o de alta aceptación intercultural que
guían todas las conductas humanas en diferentes contextos, para ser más específicos la
contaduría como ejercicio profesional atiende bajo su propio criterio a esos principios que
han sido adaptados a sus características concretas para lograr sus fines específicos.

El siguiente texto busca analizar un caso en particular de un contador que aunque tiene
impactos mínimos, a largo plazo la perpetuidad de esas conductas pueden generar grandes
impactos violando principios incluidos en la ética profesional de los contadores no solo frente
a la sociedad sino frente al Estado en el cual reposa la garantía de todos los principios y
valores constitucionales.

 Caso declaración de renta y complementarios anual ante la Dirección de


Impuestos y Aduanas Nacionales:

Este caso tiene un enfoque particular, se refiere como tal a la actividad de cualquier
contador y al impacto que este puede tener en el sistema, tal impacto es valorado por el
Tribunal Disciplinario de la Junta Central de Contadores, el cual posteriormente definirá
la sanción que se impondrá al infractor.

Decidí escoger un caso en el que está implicada la contadora GRACIELA PEDRAZA


PEREZ con C.C. 51709919 quien recibió como sanción la SUSPENSIÓN de 12 meses
con fecha de resolución del 31/10/2018 y de ejecutoria del 30/10/2018. Según el Tribunal
la conducta violo el Código de Ética profesional y que además se califica como GRAVE
ya que la Dirección Seccional de Impuestos de Bogotá D.C. (DIAN) encontró una
modificación de los pasivos, de los costos de ventas, de los gastos operacionales de
administración y de ventas y finalmente negó en su totalidad las deducciones declaradas
lo cual evidencia que la contadora al firmar y certificar la Declaración de Renta del año
gravable 2011 con una información que no reflejaba la realidad económica del
contribuyente buscaba la evasión de ciertas obligaciones tributarias.
De dicho caso habrían varios elementos a analizar a la luz del Código de ética: La
conducta, el impacto social y económico y finalmente la sanción.

En cuanto a la conducta, es importante analizar que la contadora tiene una función social
importante en la sociedad pues su carácter de profesional hace que se le exija más en
cuanto a sus conductas que a los demás pues se presume de ella la verdad y la diligencia
ya que su actividad se basa fundamentalmente en informar a la sociedad o al Estado o a
quien interese sobre el estado económico bien sea de personas naturales o jurídicas, dicha
información sirve de base para la toma de decisiones que pueden afectar a varias personas
por lo que la veracidad de esa información define de gran manera el actuar de otras
personas o el bienestar de la sociedad, por ello sobre los contadores reposa una confianza
pública y mucho más al firmar y certificar cierta información de un hecho respaldado por
su respectiva tarjeta profesional, por lo que su actividad aunque se ejerza muchas veces
en un contexto privado esta trasciende a lo público poniéndose en juego los intereses más
relevantes para la sociedad.

En dicho caso la contadora contrario la conciencia moral fundamentándola no en los


intereses sociales sino en los intereses económicos propios y de su declarante invadiendo
las obligaciones que todo ciudadano tiene para con el Estado y la Sociedad como la de
pagar los tributos que le sean establecidos de acuerdo a la información suministrada por el
declarante y certificada por la contadora. Los principios como ejes fundamentales fueron
transgredidos según el Tribunal y en específico el de Responsabilidad y La observación
de disposiciones normativas por ello su conducta es calificada como GRAVE.

La contadora en virtud de su profesión tiene una responsabilidad especial frente a la


sociedad por las razones anteriormente mencionadas pues debió valorar como su
conducta puede aunque en menor medida contribuir a un descontrol financiero y
económico al suministrar información que no corresponde con la realidad y peor aún con
el objetivo de evadir obligaciones, por lo que se puede deducir que su actividad
profesional y la función social que de ella exige una responsabilidad mayor sobre las
demás personas más sumada a otras similares puede hacer que el sistema se debilite y se
causen perjuicios como por el ejemplo el carrusel de contratación en la obras de Bogotá.

En cuanto, a la observancia de la disposiciones, se establece que el contador en su


actividad debe abrirse a los procedimientos previamente establecidos por las autoridades
en el caso en concreto La CONTADORA no atendió a todos los requerimientos
establecidos por la Dian al evadir los verdaderos gastos y costos del contribuyente y no
certificar de manera objetiva la declaración como es debido por lo que su conducta se
califica de GRAVE.

Otro elemento a analizar para poder establecer la respectiva sanción, es el impacto social
y económico de la conducta, para eso nos dirigimos a estudiar el artículo 70 pues en este
caso la actuación de la contadora que no fue ni veraz ni bajo la buena fe pudo perjudicar
de cierta manera los intereses tanto del Estado como de particulares frente al
contribuyente, obstaculizando la realización de los fines del Estado y violando los
criterios de justicia e igualdad pues los demás contribuyentes pudieron haber actuado de
buena fe.

Además ene este punto también se debe analizar como su actuación puede afectar en
general al gremio de los contadores tal y como lo establece el Código de ética que
establece el deber del contador de abstenerse de realizar cualquier acto que pueda dañar la
reputación de la profesión que están en la mira de todo la sociedad tanto así que ciertas
conductas trascienden al contexto penal y administrativo en el sector público.

Finalmente cabe analizar, si la sanción de SUSPENSIÓN se adecua a la conducta, pues se


sabe que esta sanción se da cuando el comportamiento que vulnera la ética profesional es
calificado como grave a título de culpa que se atribuye más que todo a conductas con falta
de diligencia. En este caso es claro que al cambiar cifras en cuanto a la información
económica de la empresa se puede concluir que la contadora actuó con DOLO pues
ignoro su responsabilidad y aun mas actuando frente a una entidad pública por lo que en
mi opinión el tribunal pudo haber considerado imponer la sanción de cancelación en vez
de suspensión pero prefirió observar el impacto que pudo generar su conducta que aunque
trascendió al orden público no causo un impacto que perjudicara desproporcionalmente el
sistema por lo que considero la SUSPENCIÓN temporal de su ejercicio.

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