El documento describe las principales críticas a la psiquiatría, incluyendo que aplica conceptos médicos de manera inapropiada "medicalizando" problemas sociales, trata a pacientes contra su voluntad de forma dominante, está influenciada por intereses farmacéuticos y utiliza etiquetas diagnósticas estigmatizantes. La antipsiquiatría cuestiona conceptos como "enfermedad mental" y propone terapias alternativas como ayudar a pacientes a superar períodos de regresión. Mientras la psiquiatría es una especialidad
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El documento describe las principales críticas a la psiquiatría, incluyendo que aplica conceptos médicos de manera inapropiada "medicalizando" problemas sociales, trata a pacientes contra su voluntad de forma dominante, está influenciada por intereses farmacéuticos y utiliza etiquetas diagnósticas estigmatizantes. La antipsiquiatría cuestiona conceptos como "enfermedad mental" y propone terapias alternativas como ayudar a pacientes a superar períodos de regresión. Mientras la psiquiatría es una especialidad
El documento describe las principales críticas a la psiquiatría, incluyendo que aplica conceptos médicos de manera inapropiada "medicalizando" problemas sociales, trata a pacientes contra su voluntad de forma dominante, está influenciada por intereses farmacéuticos y utiliza etiquetas diagnósticas estigmatizantes. La antipsiquiatría cuestiona conceptos como "enfermedad mental" y propone terapias alternativas como ayudar a pacientes a superar períodos de regresión. Mientras la psiquiatría es una especialidad
El documento describe las principales críticas a la psiquiatría, incluyendo que aplica conceptos médicos de manera inapropiada "medicalizando" problemas sociales, trata a pacientes contra su voluntad de forma dominante, está influenciada por intereses farmacéuticos y utiliza etiquetas diagnósticas estigmatizantes. La antipsiquiatría cuestiona conceptos como "enfermedad mental" y propone terapias alternativas como ayudar a pacientes a superar períodos de regresión. Mientras la psiquiatría es una especialidad
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Principales críticas a la psiquiatría
Básicamente se cuestiona que la psiquiatría aplique herramientas y conceptos médicos de
manera impropia, «medicalizando» problemas que son de índole social; que trate a los pacientes contra su voluntad, de manera demasiado directiva y dominante, tanto en comparación con otras áreas de la medicina, como con los enfoques psicoterapéuticos; que esté comprometida por nexos económicos con las compañías farmacéuticas; y que utilice catálogos o sistemas de categorías diagnósticas que estigmatizan a las personas, entre ellos el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Estas «etiquetas» diagnósticas son rechazadas no solo por muchos pacientes, que las ven lesivas para la autoestima e identidad, sino también por profesionales del área de la salud mental, aunque no todos ellos adhieran necesariamente a la antipsiquiatría.
El enfoque cuestiona fuertemente los términos como «enfermedad mental», «trastorno
psicológico», «psicosis» o «esquizofrenia», debido a que, según se plantea, catalogan y encasillan a las personas en el diagnóstico que se les asignó con tal convicción y autoridad profesional que, como consecuencia, los diagnosticados tenderían a comportarse de acuerdo a esa descripción.5
Para la psiquiatría, muchas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, son incurables y
solo se pueden controlar, aliviando algunos de sus síntomas, mediante la administración de medicamentos. Por el contrario, la antipsiquiatría critica radicalmente el concepto de «enfermedad mental» y sí aspira a conseguir la mejoría o «sanación» (en el sentido de una liberación de los síntomas y manifestaciones que bajo este concepto describe la semiología psiquiátrica). Para ello, propone alternativamente una forma de terapia radical, de carácter psicosocial. En la propuesta de Laing, por ejemplo, residentes y psiquiatras convivían en una misma casa y lejos la labor de los profesionales consistía simplemente en ayudar a atravesar por los períodos de largas regresiones que caracterizan a los pacientes etiquetados como «esquizofrénicos» y superarlos.6
Psiquiatría, antipsiquiatría y psicología
Reconocimiento académico
Mientras que la psiquiatría es una especialidad médica que en la actualidad se estudia e
imparte en todas las facultades de medicina del mundo, la antisiquiatría no es una especialidad médica, sino que se sitúa en el ámbito de los movimientos y enfoques psicosociales y sociopolíticos de salud mental. No se trata de una disciplina que utilice el método científico, al menos no de una forma completa y ortodoxa. Por esta razón, las publicaciones de la antipsiquiatría no logran obtener suficiente eco, reconocimiento o resonancia entre los medios aceptados por la instituciones académicas y universitarias de investigación científica dedicadas al tratamiento de los trastornos mentales, pero habitualmente sí tienen una recepción académica relativamente amplia y contundente en el ámbito de las ciencias sociales.7 Una de las formas de este movimiento es la que propone e impulsa una psiquiatría de otro tipo, aquella que se encuentra en línea con el modelo del trauma de los trastornos mentales. En tal caso la tendencia antipsiquiátrica se enmarca en el concepto más amplio de psiquiatría social. Muchos «antipsiquiatras», especialmente quienes tienen formación en medicina y psiquiatría, aun en los casos en que sostienen posiciones críticas radicales, prefieren distanciarse del término «antipsiquiatría», por las asociaciones peyorativas que a veces conlleva.8
Otras alternativas a la práctica psiquiátrica actual pueden sustentarse en la psicología, la
cual a lo largo de la historia, en general ha comprendido la psicopatología desde otro punto de vista, independiente del modelo médico de la psiquiatría.