Principios de Cirugía Periodontal

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Principios de cirugía Periodontal

Definición

La cirugía periodontal es un tratamiento necesario en muchos pacientes que sufren


periodontitis, la fase crónica de la enfermedad de las encías. La periodontitis es una infección
bacteriana que destruye poco a poco el tejido que sostiene a los dientes: las encías, pero
también el hueso y el ligamento periodontal.

En el seno de las encías de una persona con esta enfermedad se forman pequeñas
acumulaciones de pus, materia en descomposición y bacterias que reciben el nombre de
bolsas periodontales y que son los focos de la infección. En los casos más avanzados de esta
enfermedad, las bolsas periodontales son muy profundas y no pueden eliminarse con un
simple raspado y alisado radicular (una limpieza de la zona interna de la encía) sino que es
necesaria una intervención quirúrgica propiamente dicha para eliminarlas.

Indicaciones

La cirugía periodontal es el tratamiento más indicado cuando el curetaje dental no es


suficiente para eliminar el sarro acumulado bajo la encía. Con la cirugía, el periodoncista puede
llegar a las zonas de difícil acceso a las que el curetaje no llega.
La intervención consiste en separar y levantar el colgajo -mucosa que rodea el hueso
del diente-, para que el profesional consiga la suficiente visión sobre el área.
Así, podrá retirar todo el sarro acumulado, limpiando y desinfectando la zona para,
después, poner los puntos de sutura.

Procedimiento

En estas intervenciones, el periodoncista retira con un bisturí un trozo del tejido de la


encía (lo que en el argot técnico se conoce como “colgajo”) para poder eliminar las bolsas que
se han acumulado en lo que los periodoncistas llaman surco periodontal. Mediante una punta
de ultrasonidos y curetas, el periodoncista realiza una limpieza y raspado en profundidad, que
elimina el sarro, la placa y la película debajo de las bolsas. Lo más normal, en pacientes con
periodontitis de severa a avanzada, es que este procedimiento sea necesario en el tejido que
rodea a más de un diente.

Si existen daños importantes en los tejidos óseos, el periodoncista también puede


realizar pequeños injertos de hueso y membrana, que ayuden al paciente a recuperar el hueso
perdido y mejorar la calidad general del tejido que sostiene sus dientes. Después de haber
completado la limpieza y el resto de tratamientos que procedan en cada caso, el periodoncista
vuelve a colocar el fragmento de la encía del paciente que había retirado y lo une al resto
mediante unos puntos de sutura.

Seguimiento periodontal

La periodontitis es una condición crónica, por lo que estas intervenciones quirúrgicas


son en ocasiones indispensables para controlarla, pero no la curan. Para un control adecuado
de una enfermedad periodontal es necesario que el paciente acuda al calendario de revisiones
periodontales que le paute su periodoncista, así como extremar la higiene oral y de las encías
en su vida cotidiana, con el cepillado diario y el uso de colutorios. En algunos casos, también le
pueden prescribir antibióticos, si el caso es muy avanzado.

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