Segunda Evaluación EPÍGRAFES HISTORIA DE ESPAÑA
Segunda Evaluación EPÍGRAFES HISTORIA DE ESPAÑA
Segunda Evaluación EPÍGRAFES HISTORIA DE ESPAÑA
1. El establecimiento de Alfonso XII como rey, y el funcionamiento del sistema canovista; la Restauración
1. La primera parte del reinado de Alfonso XIII y los proyectos de Regeneracionismo político.
Los antecedentes de la crisis de 1808 se remontan a los inicios del reinado de Carlos IV.
-El temor a que se expandiera la Revolución Francesa hizo que se paralizaran las reformas ilustradas anteriores (y
que se cerraran las fronteras con Francia).
-Además se sufren continuas derrotas en el exterior: en la Guerra contra la Convención francesa (motivada por la
ejecución de Luis XVI) España es derrotada. Por la paz de Basilea debe ceder la colonia de Santo Domingo.
Tras eso España se alía con Francia (tratado de San Ildefonso) contra Gran Bretaña, pero es igualmente vencida: en la
batalla de Trafalgar se pierde la flota y esto daña las comunicaciones con las colonias y la Hacienda. Sólo se logrará
Olivenza de Portugal.
-Todo ello coincide con un momento de malas cosechas que degeneran en hambre (descontento de campesinos).
Para hacer frente a los problemas, Carlos IV nombra como valido a Manuel Godoy, que recurre al endeudamiento e
intenta reanudar las reformas: inicio de la desamortización eclesiástica. Se le oponen la nobleza, la Iglesia y un sector
de la Corte, liderado por el hijo del rey, Fernando.
-Por el tratado de Fontainebleau (1807) se permite el paso de tropas francesas por España para ocupar Portugal, que
no respetaba el bloqueo continental decretado por Napoleón contra Gran Bretaña. Sin embargo, las tropas francesas
aprovechan para tomar posiciones en puntos estratégicos de España: Barcelona, Vitoria, Madrid…
-Cuando la familia real se disponía a huir a Sevilla ante el avance francés, estalla en marzo de 1808 el motín de
Aranjuez, organizado por el partido fernandino. Godoy es destituído y Carlos IV abdica en Fernando VII.
Napoleón se reafirma en su decisión de invadir toda la Península. Convoca a la familia real en Bayona (para hacer de
árbitro en su disputa), y consigue que Carlos y su hijo Fernando abdiquen en él que a su vez nombra rey a su
hermano, José I.
Para que este sea aceptado se otorga el Estatuto de Bayona, una carta otorgada que reconocía una serie de
derechos limitados, la igualdad ante la ley, los impuestos y en el acceso a cargos públicos. José intentará sin éxito un
programa reformista con apoyo de los ilustrados españoles “afrancesados” que desmonte el Antiguo Régimen
(desamortización, eliminación del Régimen señorial…).
LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Buena parte de la población hispana rechaza la presencia francesa. Estallará una guerra por la independencia. El 2 de
mayo de 1808 se levanta la población de Madrid contra las tropas de Murat que la reprimen con dureza.
El ejemplo se extiende por todos los territorios, se forman Juntas de defensa ante el vacío de poder y se inicia la
guerra. Las juntas primero son locales (liderados por gentes de las elites y partidarios de Fernando VII) pero luego se
coordinan en juntas provinciales y finalmente en una Junta Suprema Central (de Aranjuez se desplazará a Sevilla y
Cádiz ante el avance francés).
Primera invasión: (1808-09): Por un momento parece que la ocupación va a fracasar: varias ciudades resisten
(Gerona, Zaragoza o Tarragona, lo cual paraliza a parte de los invasores) y los franceses son derrotados en el Bruch y
Bailén: José I tiene que abandonar Madrid.
La guerra de guerrillas (1809-12): Napoleón se desplaza a España con un ejército de 250.000 hombres. Los ejércitos
españoles son derrotados y todas las ciudades caen salvo Cádiz. La resistencia se hará ahora mediante guerrillas,
pequeños grupos armados (30-50 personas liderados por gentes de las élites) que conociendo el terreno y con el
apoyo de la población, hacen una guerra de desgaste contra el ejército francés (destruyen instalaciones y
convoyes...)
La ofensiva anglohispana (1812-14). En 1812, la campaña de Rusia obliga a Napoleón a retirar tropas de España. A
partir de ahí los franceses decaen. Un ejército aliado de españoles, portugueses e ingleses bajo el mando de
Wellington consigue tras varias victorias (Arapiles, Vitoria y San Marcial) expulsar a los franceses.
Finalmente, por el tratado de Valençay, vuelve Fernando VII a España. Los daños causados por la guerra son
considerables. Además el Antiguo Régimen se ha visto afectado (los liberales lo ponen en duda). Esto condicionará la
política de las décadas siguientes.
Paralelamente a la guerra, tiene lugar un proceso revolucionario. La ausencia de la monarquía por la invasión
provoca un desmoronamiento del Antiguo Régimen. Dos modelos políticos intentan ocupar ese “vacío de poder”:
-El modelo de José I (los afrancesados). Le apoyan una parte de la alta burguesía y nobles herederos del Despotismo
Ilustrado. Quieren un rey fuerte que haga reformas (fin del régimen señorial, reconocimiento de algunos derechos)
pero sin excesos revolucionarios y manteniendo el catolicismo.
-Por otra parte está el bando rebelde o patriota: ven la guerra como una resistencia al invasor. Ante la ausencia del
rey asumen el poder de modo espontáneo (en su nombre) a través de juntas de defensa, primero locales y luego
provinciales y que en septiembre de 1808 se coordinan en la Junta Suprema central. En 1810, la Junta Central
convoca Cortes en Cádiz, se disuelve y designa una Regencia de 5 miembros.
LA LABOR LEGISLATIVA DE LAS CORTES DE CADIZ. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
-Fueron excepcionales por ser las primeras que no convocaba el rey, (había sido apresado por Napoleón), sino la
Junta Suprema Central que luchaba contra los franceses (en nombre del rey).
-Mientras se reunían las Cortes se hizo una “consulta al país” a través de las Juntas sobre las reformas a realizar en
Cortes (muchos desean limitar el poder del rey tras el desastroso reinado de Carlos IV).
-Por otra parte, el proceso de elección de diputados resultará difícil por la guerra; en ocasiones se nombraron
sustitutos, que estaban presentes en Cádiz.
a) Absolutistas: aquí están nobleza, clero y sectores campesinos. Defienden el Antiguo Régimen, los estamentos y los
privilegios.
b) Jovellanistas/Ilustrados: (su composición social y modelo político se parece al de los afrancesados pero rechazan a
José I).
c) Liberales: burguesía revolucionaria. Quieren una total transformación según los principios de la revolución
francesa: establecer una constitución con soberanía nacional, separación de poderes, abolición de los privilegios y
estamentos, libre acceso a los cargos públicos, libertades individuales y liberalismo económico.
Del total de diputados, la mayoría resultaron ser liberales, y la minoría absolutistas o serviles y americanos, lo cual
no se correspondía con la realidad social del país (la mayoría del país era proclive a mantener el Antiguo Régimen).
Las Cortes empiezan a funcionar en septiembre de 1810. Los liberales imponen su mayoría al establecer la
soberanía nacional (ya no está en el rey) y una única cámara (que ya no es por estamentos). Ello supone romper con
el Antiguo Régimen.
-Unas eliminan el Antiguo Régimen: se abole el señorío jurisdiccional (no el territorial: los señores conservan la
propiedad), los mayorazgos, la Inquisición o gremios (libertad de trabajo) en un intento de modernizar el país. Se
desamortizan los bienes comunales.
-Otras aprueban varias libertades*: de comercio, de imprenta y la igualdad ante la ley (fin de la sociedad estamental)
así como entre españoles y americanos. El principal legado de las Cortes es LA CONSTITUCIÓN DE 1812, aprobada el
19 de marzo de 1812 (la “Pepa”):
El poder legislativo recae en unas Cortes unicamerales con amplios poderes: elaboración de leyes, aprobación de
presupuestos, mando sobre el ejército.
El poder ejecutivo lo tiene el rey, con derecho de veto por dos años.
La administración de justicia corresponde a los tribunales y se empieza a construir lo que conocemos como estado
de derecho: garantías procesales para los que son juzgados, inamovilidad de jueces, códigos únicos en materia civil,
penal y comercial…
-Hay una declaración de derechos y libertades: libertad de opinión, igualdad ante la ley. El catolicismo es la religión
del Estado, única permitida.
-Otras cuestiones recogidas en la constitución son: la reforma de la Hacienda, la instauración del servicio militar, la
creación de la Milicia Nacional, la enseñanza primaria pública y obligatoria, la división del territorio en provincias...
Epígrafe El reinado de Fernando VII: sus etapas.
Durante el reinado de Fernando VII hay una lucha entre absolutistas, liderados por el rey, y liberales. Se distinguen
tres etapas:
El tratado de Valençay autorizaba la vuelta de Fernando VII. En su ausencia, los liberales aprobaron varias leyes y una
Constitución (1812), que desmontaba el Antiguo Régimen. Hay una desconfianza mutua entre los liberales y el rey.
Los absolutistas toman la iniciativa y movilizan al pueblo (adhesión a la Corona). Solicitan al rey la restauración del
absolutismo (régimen señorial y privilegios): Manifiesto de los Persas. El rey así lo hace y anula lo hecho en Cádiz.
Los liberales sufrirán represalias: son encarcelados o ejecutados o huyen al exilio.
Se inicia así el SEXENIO ABSOLUTISTA. La Restauración del Antiguo Régimen se ve favorecida por un contexto
internacional favorable. Las potencias absolutistas (Austria, Prusia y Rusia), vencedoras de Napoleón, se reúnen en el
Congreso de Viena y firman la Santa Alianza (acuerdan intervenir militarmente en países donde el absolutismo se vea
amenazado).
a) Los daños provocados por la guerra son considerables, la agricultura está desecha, el comercio y manufacturas
paralizadas, la Hacienda en bancarrota y las colonias luchando por la independencia (esto consume muchos
recursos). No es posible reconstruir el país con las viejas instituciones y privilegios… un ejemplo es el intento de
contribución única y proporcional del ministro Garay. Los gobiernos de Fernando VII fracasan.
b) Además la guerra ha cambiado la mentalidad de muchos grupos sociales: el campesinado se resiste a volver a
pagar las rentas señoriales, muchas empresas y comercios se desarrollaron al margen de los gremios…
Muchos burgueses desean un orden constitucional. Por último, la integración de los jefes de la guerrilla en el ejército
originó un sector liberal partidario de reformas y que recurrirá a pronunciamientos para imponerse: Mina, Lacy,
Porlier… Todos ellos fracasan, hasta el golpe de Riego en 1820.
Empieza con el pronunciamiento del coronel Riego en Cabezas de San Juan en 1820, con tropas destinadas a
embarcar para América. Varias ciudades se suman a la insurrección y Fernando VII se vio obligado a jurar la
Constitución de 1812.
Se formó un gobierno liberal, que proclamó una amnistía y convocó elecciones a Cortes. Se continuará con la obra
legislativa previa de Cádiz para desmantelar el Antiguo Régimen. Los medios de expresión de las reformas políticas y
económicas son la prensa y las sociedades patrióticas.
Se procede a la disminución del diezmo* y la desamortización de bienes de la Iglesia, la abolición de los gremios y
reforma del sistema fiscal, liberalización* de industria y comercio (eliminación de trabas a libre circulación de
mercancías). Se reforma el código penal* y el ejército. Se inicia una modernización política y administrativa*: se
forman ayuntamientos y diputaciones electivas y se instaura la Milicia Nacional, cuerpo armado de voluntarios para
defender el régimen liberal.
a) En primer lugar del monarca, que paralizó leyes con su veto, y conspiró contra el gobierno, solicitando la
intervención de las potencias extranjeras y fomentando las rebeliones internas (desde 1822 actuarán partidas de
absolutistas en zonas del norte. Establecen una regencia en Seo de Urgel).
Ante la actitud el rey los liberales se dividen en dos grupos: moderados (quieren limitar y pactar las reformas con las
antiguas clases dirigentes y el rey) y exaltados (buscan reformas radicales pensando más en las clases medias y bajas
y limitar el poder del rey). Fernando VII va a conspirar para derribar el régimen liberal y las luchas entre liberales,
unida a la situación internacional acabarán por cerrar esta etapa.
b) Los campesinos están también descontentos: se abolen los señoríos jurisdiccionales pero no los territoriales (los
antiguos señores pasan a ser propietarios; los campesinos no acceden a la propiedad de al tierra). Además los
impuestos no bajan y deben pagarse con dinero y no en especie como antes (esto es difícil para muchos campesinos
que viven en situación de subsistencia).
El Trienio Liberal finaliza por la intervención de la Santa Alianza, a petición de Fernando VII. En 1823, un ejército
francés (los Cien Mil Hijos de San Luis), al mando del duque de Angulema, invade España y repone a Fernando VII
como monarca absoluto.
Inmediatamente, se restaura el Antiguo Régimen, salvo la Inquisición. Fernando VII reprime a los liberales y depura
el ejército y la administración. Se exilian numerosos liberales. La represión se articula entorno a la Superintendencia
de Policía y las comisiones militares, el cuerpo de voluntarios realistas, los tribunales de justicia y las Juntas de Fe.
Sin embargo, desde 1825, debido a los problemas económicos (crisis de la Hacienda: no se pude tocar los privilegios
fiscales de la nobleza) y la pérdida de las colonias americanas, el rey recurre a antiguos afrancesados y a los
moderados de la alta burguesía de Madrid y Barcelona (se da arancel proteccionista) para la gestión económica.
Ballesteros intenta una reforma de la Hacienda. Se crea el consejo de Ministros, el código de comercio, la bolsa de
comercio, el banco de San Fernando…
Los realistas más radicales (ultras) se apartan del rey (quieren el restablecimiento de la Inquisición y actuar mas
duramente contra los liberales) y se agrupan en torno a su hermano, Carlos María Isidro. En 1827 se produce un
levantamiento de estos en Cataluña: “rebelión de los agraviados”.
En 1830 nace la hija del rey, Isabel. La Ley Sálica, impedía acceder al trono a las mujeres (el trono correspondería al
hermano del rey, Carlos). Fernando VII derogó la ley mediante una Pragmática Sanción, y nombró heredera a su hija.
Esto será el germen de las guerras carlistas: se enfrentan Isabel/su madre Maria Cristina, (apoyadas por los
liberales) y Carlos (apoyado por los absolutistas).
Entre los años 1808 y 1825 tiene lugar la emancipación de las colonias americanas con la excepción de Cuba y
Puerto Rico después de 300 años de dominio español indiscutido.
CAUSAS DE LA EMANCIPACIÓN
1-La política reformista económica y administrativa de los Borbones durante el S-XVIII crea descontento. Es cierto
que se desarrolla el comercio pero también que la intención era aumentar el control y la presión fiscal. Esto disgusta
especialmente a los criollos, que tienen poder económico pero se les discrimina de los cargos políticos y se les ponen
impuestos.
2-Causas externas: está el precedente de la independencia de EEUU. Influyen igualmente los principios liberales de la
Revolución Francesa. Además Gran Bretaña desea acceder al comercio colonial y ello será más fácil en una América
dividida en pequeñas repúblicas que con un gran Imperio unido.
El elemento externo decisivo será sin duda la invasión francesa de España en 1808, que provoca un vacío de poder
en América. Pronto cobrará fuerza el movimiento emancipador (desde posturas moderadas se irá radicalizando).
1-Precedentes: podemos mencionar los movimientos reprimidos de Tupac Amaru en Perú y Miranda en Venezuela.
2-De 1808 a 1814 (“patrias viejas”). En esta fase ante el vacío de poder español, se crean juntas que defienden los
intereses de Fernando VII contra los invasores franceses. En esas juntas hay españoles y criollos pero éstos últimos
ganan protagonismo (y eso se nota, porque si al principio no cuestionaban la autoridad española, ahora empiezan a
reclamar autonomía y piden emanciparse). De nada sirve que las Cortes de Cádiz reconozcan derechos a los criollos.
Los focos de emancipación son: el virreinato de la Plata (en 1810 San Martín proclama la independencia de
Argentina), Venezuela (Bolívar) y México (revueltas socio-políticas de Hidalgo y Morelos).
3-La reacción española (1815-1819). Tras la invasión española Fernando VII manda un ejército a América. Eso y la
decidida actuación del virrey de Perú (Abascal) o el miedo de los criollos mexicanos a una revuelta campesina hace
que se restablezca el control español en todo el Imperio salvo en Argentina y Paraguay.
4-El triunfo de la independencia (1819-1825). Es posible porque Fernando VII no quiere pactar y crece el
descontento entre los criollos. Además, aparecen 2 libertadores que diseñan una estrategia común. Son San Martín y
Bolívar que atacan desde Argentina y Venezuela y hacen converger sus fuerzas en el bastión español: Perú. En
apenas 5 años se independizan Venezuela, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (batalla de Ayacucho). México se
independiza con Itúrbide casi sin lucha, al igual que Centroamérica.
A España sólo le quedan Cuba y Puerto Rico, que perderá en la guerra con EEUU de 1898.
1-España decae como potencia. Su economía está exhausta (por la guerra y la pérdida del comercio).
2-Para las colonias la independencia presenta varios problemas: no se logra crear un proyecto de unión (como
soñaba Bolívar) por los intereses locales de terratenientes, caudillos militares y burguesía local. La falta de unión
hará que las nuevas repúblicas sean vulnerables y dependientes en lo político y económico ante potencias como
Gran Bretaña y EEUU. Además son frecuentes las guerras entre los nuevos estados.
En las nuevas repúblicas crece la influencia de los militares (golpes de estado) y hay enormes desigualdades
económicas y también entre criollos e indígenas-africanos (son olvidados y marginados). Eso provoca convulsiones
sociales.
A) El carlismo es tradicionalista y defensor del Antiguo Régimen. Su lema es “Dios, Patria, Rey y Fueros”. Sus apoyos
sociales están en el clero y la pequeña nobleza agraria (defienden sus privilegios) así como en parte de los
campesinos del norte peninsular (la venta de comunales hecha por los liberales y los nuevos arrendamientos e
impuestos les perjudican).
B) Los isabelinos se apoyan en parte de la alta nobleza y de la jerarquía eclesiástica y los funcionarios. La regente se
da cuenta que necesita también el apoyo de la burguesía y el liberalismo (tendrá que ceder a las demandas y
reformas de los liberales).
DESARROLLO DE LA GUERRA
En 1833 las partidas carlistas dominan las zonas rurales de Navarra, País Vasco, Maestrazgo, Bajo Aragón y Pirineo
catalán. Zumalacárregui se encarga de crear un ejército carlista y conquista Tolosa, Durango, Vergara y Eibar, pero
no Bilbao (sometida a sitio). Cabrera (general carlista) organiza por su parte un ejército en Levante.
A los carlistas les apoyan potencias absolutistas (Rusia, Prusia y Asutria) y a los liberales Francia, Gran Bretaña y
Portugal.
Desde 1836, sin embargo, se imponen los liberales: el liberal Espartero triunfa en Luchana, mientras que fracasan las
expediciones carlistas (en 1837 llegan a las puertas de Madrid) que no consiguen tomar ciudades (era su única
esperanza de ganar).
Al final, en las filas carlistas surgen voces partidarias de una solución pactada (transaccionistas). Los llamados
“intransigentes” se oponen.
La guerra acaba con la firma del Convenio de Vergara, entre los generales Maroto y Espartero. El carlista Cabrera
resistirá un año mas. Se acuerda permitir a los oficiales carlistas integrarse en el ejercito liberal. Igualmente se llega a
un vago compromiso sobre la cuestión de los fueros.
Habrá dos guerras más que tendrán a los carlistas como opositores principales al nuevo régimen liberal. La II Guerra
Carlista tiene lugar en los años 40 y transcurre fundamentalmente en Cataluña debido al fracaso de los intentos de
casar a Isabel II con el pretendiente carlista, Carlos Luis de Borbón, la crisis agrario industrial y medidas impopulares
del gobierno de Narváez.
La III Guerra Carlista que tendrá lugar entre 1872 y 1876. Muchos moderados contrarios a este gobierno, creyeron
en Don Carlos como una alternativa a la separación de la Iglesia y el Estado, la libertad de culto y la educación laica y
racionalista, que impusieron los revolucionarios y preocupaba a los católicos. Buena parte de estos conservadores se
pasaron al bando carlista, que se convirtió en 1871 en la tercera fuerza más votada en el parlamento. Sin embargo,
el triunfo liberal demostró que la vía democrática no era suficiente, y solo un nuevo alzamiento armado haría recalar
a Don Carlos en el trono con un régimen tradicionalista, católico y antiliberal.
El liberal moderado Martínez de la Rosa elaborará el Estatuto Real (monarquía con grandes poderes y sufragio muy
restringido).
Las reformas son insuficientes para los liberales progresistas que en 1835 recurren a un pronunciamiento para
imponerse. Mendizábal decretará una desamortización sobre los bienes del clero regular (busca pagar la deuda y la
guerra contra los carlistas). Se abole el régimen señorial.
En 1837 se aprobará una nueva constitución (con rasgos progresistas –soberanía nacional, amplio catálogo de
derechos, separación de poderes- y otros de moderación: -da mucho poder al rey, las cortes son bicamerales y hay
sufragio censitario-). Ciertas cuestiones se dejaban al desarrollo en leyes orgánicas (para que ambos bandos liberales
lo aceptaran). Se aprueba la ley de ayuntamientos.
El falseamiento de los resultados electorales y el control del proceso democrático por el gobierno será una constante
a lo largo del siglo XIX. Tras 3 años de gobierno moderado, donde se aprueba la Ley de Ayuntamientos y tras unas
revueltas en 1840 se encargará de la regencia Espartero. Se comportará de modo autoritario en el gobierno.
Aprobará la venta de bienes del clero secular y deroga la ley de ayuntamientos.
Su descrédito se consuma con el acuerdo librecambista con Inglaterra. Ello provoca el levantamiento de Barcelona
en 1842, reprimida con un bombardeo. En 1843, tras el pronunciamiento del moderado Narváez acaba la regencia e
Isabel es proclamada reina (no sujeta a regencia) con 13 años.
Los partidos políticos en este período no son como los actuales. No son compactos con programa bien marcado sino
que son agrupaciones de personalidades, corrientes de opinión. Durante el reinado de Isabel II destacan dos:
Moderados: se definen como “personas de orden”. Son los preferidos por la regente María Cristina y la reina Isabel II
para gobernar (lo hacen durante más de 25 años).
-Apoyos: terratenientes, grandes industriales, burguesía financiera y comercial y nobles, alto clero y altos mandos
del ejército. Destacan Narváez y Bravo Murillo.
-Defienden la autoridad (soberanía compartida entre un rey con amplios poderes y las Cortes), el orden social
(restringen derechos de prensa, opinión, reunión y asociación). Valoran mucho el derecho de propiedad (contrarios a
las desamortizaciones). Por eso restringen el sufragio a los que tienen más rentas (desconfían de las masas populares
- sustituyen la Milicia Nacional por la Guardia Civil-. Son centralistas (los ayuntamientos y diputaciones son
designados por el gobierno central).
Progresistas: se definen como “defensores de la libertad”. La regente y reina no confían en ellos para gobernar y por
ello recurren a pronunciamientos. Gobiernan apenas 7 años.
-Apoyos: clases medias y pequeña burguesía, oficialidad media del ejército y clases populares urbanas. Destacan
Mendizábal, Espartero y Prim.
-Defienden diversas reformas. Creen en la soberanía nacional y en el predominio de las Cortes sobre la Corona
(rechazan su intervencionismo). Reclaman más derechos individuales y colectivos (prensa, opinión, reunión y
asociación…). Son favorables a realizar desamortizaciones (Mendizábal lo hará sobre bienes del clero y Madoz sobre
bienes civiles). Proponen ampliar el sufragio (aunque siga siendo censitario, mas gente participa -son partidarios de
mantener la Milicia Nacional-) y fortalecer los poderes locales: ayuntamientos libremente elegidos…
Unión Liberal: Aparece en 1854 como una escisión de los moderados y es una opción centrista entre moderados y
progresistas. Sus líderes son O´Donnell y Serrano. Tendrá una oportunidad tras el bienio progresista (1858-1863). Se
dedica a hacer una política exterior de prestigio y no tanto a hacer reformas en el interior. Sus contradicciones
internas le llevarán a caer.
Partido Demócrata: aparece en 1849, como escisión más reformista de los progresistas. Defiende el sufragio
universal masculino y la libertad de cultos. También pide mayores libertades públicas y derechos colectivos e incluso
la implicación de la Administración en la educación y la beneficencia social. Más justicia en el sistema de impuestos y
en el servicio militar.
Partido Republicano: aparece por el desprestigio de Isabel II como escisión del partido demócrata. Propone sustituir
la monarquía por un consejo o junta federal. Tiene un fuerte componente democrático y social. Sus líderes más
destacados son Pi i Margall y Salmerón.
Fuera del sistema están los carlistas: en esta época no son un partido político como tal. Es muy conservador en sus
planteamientos sociales y políticos. Da mucha importancia a la religión católica.
1-La Corona: favoreció siempre al partido moderado. Se invierten los términos de una democracia: la reina elige al
gobierno y luego se "preparan" unas elecciones que conforman un parlamento a la medida.
2-El Ejército: los partidos ponen a generales a su frente. Suelen llevar a cabo con frecuencia “pronunciamientos”.
3-Las Juntas Revolucionarias y la Milicia Nacional: son instrumento de apoyo para los progresistas. Actúan en los
momentos de revolución urbana: 1835, 1840, 1854, 1868.
Entre 1844-54 los moderados (liderados por Narváez) gobiernan con el apoyo de la reina. Se quiere terminar con la
etapa revolucionaria y consolidar las instituciones liberales.
En 1845 aprueban una nueva Constitución. Contiene las ideas de los moderados*. Además se aprueba un
concordato en 1851 con la Santa Sede. Ésta acepta la venta de bienes (ya no habrá mas) pero el estado sostendrá
económicamente al clero. La Iglesia recibe amplias atribuciones en educación.
Se toman otras medidas para la consolidación del Estado liberal (principios de centralización con leyes de
administración local y provincial, uniformidad y jerarquía): se crea la Guardia Civil para mantener el orden público, el
ministro Mon hace una reforma fiscal, se reforma la administración pública, se unifican varios códigos legales (como
el Penal y proyecto de Código Civil), se introduce el sistema métrico decimal. Se regula la instrucción pública (Ley
Moyano). Se perfecciona el sistema de corrupción electoral. Este periodo coincide con el final de la Segunda Guerra
Carlista (1846-1849).
Con el tiempo los moderados se vuelven cada vez más autoritarios. Bravo Murillo pretende prescindir de las Cortes
para gobernar (dictadura tecnocrática). La oposición de los progresistas y la de un sector de los moderados llevará a
la revolución de 1854.
Los progresistas (excluídos del gobierno por la reina) junto a los demócratas y algunos moderados descontentos
llegan al poder gracias a un pronunciamiento militar “la vicalvarada” dirigida por los generales Dulce y O’Donnell:
piden en el manifiesto de Manzanares la reforma de la ley electoral y de imprenta, reducción de impuestos y
restauración de la Milicia y unas Cortes Constituyentes. El general Espartero volverá del exilio y se sumará al nuevo
gobierno.
Una vez en el poder emprenden varias reformas económicas: ley de desamortización de Madoz (bienes del clero, el
Estado… pero sobre todo de los Ayuntamientos). Se pretendía lograr dinero para la Hacienda y la modernización
económica del país (para solucionar el problema de la deuda pública). También se aprueba una ley General de
Ferrocarriles, con incentivos para capitales extranjeros. Se hace igualmente una legislación para impulsar el
telégrafo, sociedades por acciones y banca o la minería. Un proyecto de constitución no sale adelante. Este gobierno
coincide con un nuevo levantamiento carlista.
El bienio finaliza por un estallido de conflictividad social (huelga en Cataluña y levantamiento campesino en Castilla),
provocada por una crisis de subsistencias. Los sectores populares piden la abolición de los impuestos de consumos,
de las quintas, reducción de la jornada laboral… De este momento destaca la Constitución progresista de 1856 “non
nata” porque no llegó a aplicarse.
La reina aparta a Espartero y entrega el poder primero a Narvaez y luego a O´Donnell, de la Unión Liberal (1856-
1863). Se combinan las propuestas de los moderados con algunas de los progresistas. Se logra una cierta estabilidad
política interior, a lo cual ayudó la prosperidad económica. En esta etapa se procede a desmantelar la labor política y
legislativa del bienio progresista. Se reestablece la Constitución moderada de 1845 y pese a todo se mantienen leyes
progresistas como la de imprenta, la de desamortización o la de ayuntamientos. De este momento destacan leyes
como la de Instrucción Pública de Moyano que creaba los institutos de enseñanza media y cuerpos de catedráticos.
Se finalizan además grandes obras públicas como el Canal de Isabel II, se desarrollan las comunicaciones
(ferrocarriles, telégrafo) y se mejora la administración y se refuerza el liberalismo político y económico.
Además se lleva a cabo una política exterior de prestigio (para distraer de los problemas internos): Indochina,
México, Marruecos y Guerra del Pacífico.
Desde 1863 se acaba la estabilidad. Ocupan el poder los moderados de la mano de Narváez. Se vuelve al
autoritarismo y a la represión de la oposición (contra los estudiantes en la noche de San Daniel y contra los sargentos
sublevados de San Gil). Se suceden gobiernos inestables e ineficaces. Se intenta la alternancia entre moderados y
unionistas pero fracasa, al igual que el intento de integrar a progresistas en el poder.
Esto va a coincidir desde 1866 con una grave crisis económica y de subsistencias (los altos precios del trigo afectan a
las clases populares que se amotinan). Los sectores productivos y las finanzas se ven afectados. La escasa
rentabilidad de las líneas ferroviarias, la crisis bancaria y bursátil provocan una profunda crisis.
El desprestigio de la reina aumenta y en 1867 progresistas, demócratas y un sector de unionistas firman el Pacto de
Ostende, antiisabelino y democrático: se pacta el derrocamiento de Isabel II y la convocatoria de Cortes
Constituyentes por sufragio universal.
Causas. La revolución la hacen los progresistas (a los que se unen demócratas y unionistas) por el monopolio
moderado del gobierno y la represión (caso de los sargentos del cuartel de San Gil). En Ostende pactan derribar a
Isabel II.
Ello coincide con una crisis económica. Afecta a los ferrocarriles, la Bolsa, la industria catalana (escasez de algodón)…
Hay crisis de subsistencias y paro.
En septiembre de 1868 se produce la revolución “Gloriosa” contra el gobierno moderado de Isabel II. Todo se inicia
con el pronunciamiento de la marina en Cádiz al mando de Topete, Serrano y Prim.
La sublevación se extiende a otras ciudades (gran apoyo popular: juntas revolucionarias y Milicia Nacional). Tras la
batalla del Puente de Alcolea Isabel II marcha al exilio a Francia.
-Las Juntas Revolucionarias (exigen reformas democráticas –sufragio universal- y sociales, separación de iglesia y
estado, supresión de impuesto de consumos y quintas).
-El Gobierno Provisional (Serrano, Prim…) que es más conservador en lo social. Sobre todo quiere derribar a Isabel II.
Se impone el Gobierno Provisional: disuelve las juntas y la Milicia Nacional pero aprueba decretos que amplían
libertades (imprenta, reunión y asociación, sufragio universal) y democratizan los Ayuntamientos…
Se convocan elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino (mayores de 25 años) y vence la
coalición gubernamental (progresistas, unionistas, demócratas).
Los republicanos obtienen una importante minoría. En un primer momento defienden a campesinos y obreros pero
ante su fracaso, aparecerán el socialismo y el anarquismo. También están los carlistas y un grupo de isabelinos.
-La monarquía parlamentaria (menos poder al rey) será la forma de gobierno. El poder legislativo reside
exclusivamente en manos de las Cortes bicamerales.
-Era la más avanzada del S-XIX en tema de derechos y libertades (destaca el derecho de reunión, asociación y la
libertad religiosa –aunque se mantiene al clero católico- y de enseñanza o el sufragio universal masculino).
-Las provincias de Ultramar (Cuba y Puerto Rico) gozan de iguales derechos que los peninsulares.
LA REGENCIA DE SERRANO
Entre 1869 y 1871 las Cortes Constituyentes (con la oposición de republicanos y carlistas) nombran a Serrano
regente: se encarga del gobierno temporalmente y aplica varias reformas.
La economía estaba en crisis. Se suprime el impuesto de consumos y se crea la peseta. Se liberaliza la economía para
atraer inversiones extranjeras: se quitan aranceles exteriores y se aprueba una ley de Minas.
En lo político se aprueban medidas democratizadoras pero no se atienden demandas sociales de amplios grupos
populares: campesinos y obreros.
LA MONARQUÍA DE AMADEO I
Mientras, Prim, jefe de gobierno, busca un nuevo rey (no Borbón). Hay varias candidaturas: Fernando de Portugal,
Leopoldo de Hohenzollern, Espartero, duque de Montpensier. Finalmente en 1871 es elegido Amadeo I de Saboya.
De la casa real italiana, prestigiada por su talante liberal y por haber impulsado la unificación italiana.
Su reinado será muy breve (1871-1873). Se le oponen diferentes sectores: moderados, Iglesia, nobleza cortesana,
carlistas, republicanos y grupos populares. Con el paso del tiempo la situación política se va deteriorando:
-En 1872 se inicia la III Guerra Carlista. Los carlistas dominan País Vasco, Navarra, Cataluña y Maestrazgo.
-Además se producen insurrecciones republicanas y movilizaciones populares contra los impuestos de consumos y
las quintas.
Ante estos problemas se desintegra la coalición gubernamental (el rey se queda sin apoyos, más aún con el asesinato
de Prim). La inestabilidad política es grande (en dos años, tres elecciones y seis gobiernos). Finalmente, en febrero
de 1873 Amadeo de Saboya presentó su renuncia al trono.
LA I REPUBLICA
Tras la renuncia de Amadeo I, en febrero de 1873, las Cortes proclamaron la República en medio del entusiasmo
popular (campesinos y obreros).
Tendrá una duración breve (1873-74) y será inestable (cuatro presidentes: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y
Castelar).
De este período destaca el proyecto de Constitución federal de Pi i Margall (se propuso también pacificar el país).
Recoge el sufragio universal masculino (soberanía popular) y dos cámaras (el Senado sería cámara de representación
territorial*). Hay libertad de cultos y no se subvenciona a la religión*.
La estructura del estado ya no es centralista sino que pasa a ser federal* con 17 territorios autónomos (entre ellos
Cuba y Puerto Rico) con amplias competencias políticas, económicas…
1-Falta de apoyos.
Se le oponen las distintas corrientes monárquicas y no la apoyan los obreros y campesinos por su limitado programa
social.
Su único apoyo es el Partido Republicano, cuyos miembros son la pequeña burguesía y que defiende la república, la
democracia y el laicismo.
Sin embargo hay divisiones internas entre republicanos unitarios (Castelar) que quieren un Estado centralizado y los
federalistas que quieren un estado federal (unido por el pacto entre los distintos territorios).
2-Además hay fuertes problemas de orden:
-Arrecian la III Guerra carlista (de ser grupos guerrilleros pasan a ser un ejército que domina las mismas zonas que en
la I guerra: zonas rurales de Navarra y provincias vascas, Maestrazgo y norte de Cataluña. Hacen una incursión a
Cuenca) y la Guerra de Cuba (la rebelión se extiende. Las autoridades españolas eran monárquicas y actuaban al
margen de la República).
-Tras la victoria de los republicanos federalistas (Pi i Margall) en julio estalla una insurrección cantonalista que triunfa
en la costa mediterránea y Andalucía. Mezcla aspiraciones de autonomía con deseo de reformas sociales (que
tardaban en llegar).
Los territorios se proclaman cantones independientes y rechazan la autoridad del Estado. Destaca el cantón de
Cartagena.
Pi i Margall dimite por no querer hacer uso del ejército. Su sucesor, Salmerón manda al ejército pero dimitirá
también por no querer firmar sentencias de muerte. Llegará así Castelar, que gobierna de modo autoritario y
reprime los cantones. Caerá por enfrentarse a los republicanos federales en el Congreso y perder apoyos.
A estas alturas la I República ha perdido su prestigio. En 1874 el general Pavía entra en el Congreso con fuerzas de la
Guardia Civil y disuelve las Cortes.
Se establece una República presidencialista dirigida por Serrano, que intentará estabilizar un régimen republicano de
carácter conservador, autoritario y sin Cortes.
1-De una parte hay una serie de fuertes lastres que hacen que España esté en una situación de subdesarrollo
respecto a Europa: motivos naturales (orografía, clima…), motivos humanos (inseguridad por guerras, políticas
desacertadas o la negativa a hacer reformas en las estructuras…) y carencias de todo tipo: faltan recursos (materias
primas y fuentes de energía), mano de obra, que además está poco cualificada (eso hace que el mercado también
sea pequeño) y falta de capital (porque la burguesía y el comercio no son grandes en España). Estos lastres marcan la
historia económica de España claramente hasta mediados del siglo XIX.
2-Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX se percibe un cierto crecimiento-recuperación por la presencia
de ciertos elementos modernizadores (en algunas ocasiones se trata de algunas reformas impulsadas por el propio
Estado (desamortización, ferrocarriles) y en otros casos se trata de iniciativas privadas.
En España la situación agraria en este periodo es la siguiente: se cultiva principalmente la tríada mediterránea
(cereales, vid y olivo), aunque también hay regadío, huerta y cítrico. Las técnicas en general son atrasadas, y no
mejoran con el tiempo, lo cual reduce el éxodo rural a las ciudades. Finalmente en España se ve una clara división
entre el norte (minifundios), donde las diferencias sociales son menores y el sur (latifundios), donde las diferencias
sociales son mayores, pues se prefiere el uso de jornaleros a la introducción de maquinaria.
Destaca la desamortización. Es un proceso que abarca más de un siglo y cuyo objetivo es nacionalizar los bienes
“vinculados o en manos muertas”, que estén en manos de la Iglesia o de los municipios.
Sus principales impulsores son Mendizábal (bienes del clero), que pretende conseguir fondos para sanear la
hacienda y ganar la guerra carlista, además de crear una clase de propietarios agrícolas adictos al liberalismo y
Madoz que hace lo mismo con los bienes de los municipios y bienes comunales.
Hay que decir que la desamortización fue en parte un fracaso. Es verdad que aumenta la cantidad de tierras
cultivadas, pero no se crea una clase media agrícola, pues las propiedades van a parar a grandes terratenientes de la
nobleza y la burguesía. Además la nobleza consiguió transformar los títulos señoriales en títulos de propiedad. Los
perdedores fueron los campesinos (que pierden los comunales y tienen que pagar mayores rentas con lo cual
apoyan al carlismo), además de la Iglesia y los municipios. Se calcula que cambiaron de dueño unos 100.000 km2 de
territorio.
Por otra parte no se modifica el tamaño de la propiedad ni se modifican las formas de explotación. Si la
producción crece será por el mayor uso de tierras y mano de obra y no por la mejora técnica (la productividad y el
rendimiento son menores a la media europea).
La industrialización en España no puede desarrollarse por completo y desde luego es menor que en otros países
europeos, a pesar de los intentos innovadores públicos y privados. No obstante podemos destacar:
1- El caso del sector textil, que se asienta en Cataluña sobre todo. Se basa en el algodón y conoce una cierta
mecanización (uso de ruedas hidráulicas, maquina de vapor), todo ello con una mano de obra no muy numerosa. Su
desarrollo es posible gracias a la abundancia de capitales, que se invierten en la mecanización. Esto hace bajar los
precios y a su vez hace aumentar la demanda. Sin embargo, es una industria con varias debilidades: el carbón es
escaso y de difícil transporte, el mercado español es pequeño y además se depende del algodón extranjero que en
ocasiones no llega. Todo ello llevará a poner un arancel proteccionista en 1891.
Otras industrias textiles son la de la lana, la seda y la del lino, si bien a menor escala y más repartidas por toda
España.
2- La industria siderúrgica, en un primer momento se desarrolla esta industria en la zona de Málaga y Asturias, pero
se fracasa por la mala calidad del carbón. Ya a finales del siglo XIX triunfa esta industria en Vizcaya. Eso es posible
porque aunque no hay carbón se intercambia por hierro con Inglaterra y además hay una banca poderosa que
invierte.
Podemos destacar otras industrias aparte de la siderúrgica: caso de los molinos, industrias derivadas de la
explotación agraria (aceite y vino con gran desarrollo del corcho), la industria agroalimentaria y la industria mecánica
(ferrocarriles, astilleros, maquinaria textil…). También podemos mencionar el calzado, la cerámica, el vidrio y la
industria química (asociada al textil).
¿Qué transformaciones se llevan a cabo? Ante la falta de mercado, fuentes de energía, situación periférica en
Europa y el poco volumen de la industria se introducen mejoras técnicas como las lanzaderas Kay y el telar mecánico
en el textil y el coque-pudelaje en la siderurgia. Además cambia la estructura de trabajo: aparece la división del
trabajo y las concentraciones industriales horizontales y verticales (moderna organización empresarial).
Respecto a los recursos mineros hay que decir que en España son abundantes: mercurio (Almadén), plomo,
hierro, cobre (Riotinto)… Sin embargo muchos de ellos son de difícil extracción, poco competitivos y controlados por
compañías extranjeras (la ley de Minas de 1868 lo permite), al considerar positiva la inversión extranjera. De todas
formas está claro que España es un país que exporta materias primas pero no tiene una gran industria.
La red de transportes en España estaba muy anticuada a pesar de las inversiones que se hicieron en época de los
Borbones. Sin embargo a lo largo del siglo XIX la red de carreteras crece considerablemente siguiendo un modelo
radial. Por otra parte el transporte marítimo se perfecciona por la introducción del vapor y la mejora de los puertos
(destacan los de Cádiz y Barcelona). De todas formas el gran cambio llega con el ferrocarril.
Se desarrolla principalmente a partir de la ley General de Ferrocarriles de 1855. Y sólo se detiene su impulso con
la crisis de 1866 (no era rentable).
El ferrocarril español presenta varios problemas: las inversiones de capital son extranjeras (igualmente se
importan los materiales de construcción, lo cual no beneficia a nuestra industria). Además el Estado abusa de las
subvenciones y del proteccionismo (muchos de los trazados no son rentables ni viables). Por último, se prioriza la red
radial (las regiones industriales no están conectadas entre sí) y además el diferente ancho de la vía española dificulta
los intercambios con Europa.
Pese a todo, es un medio de transporte que aumenta la velocidad y reduce el coste. Facilita el intercambio de
personas y mercancías y contribuye a articular un mercado interior en España (textiles, cereales y otros productos).
Las medidas para terminar con las barreras fiscales empiezan con las Cortes de Cádiz, que proclaman la libertad de
industria, trabajo y comercio. En 1829 vuelven a recogerse en el primer código de comercio. Los gremios se
suprimen en 1834 y los derechos de paso (puentes p.ej). A estos aranceles se suman los internos de cada provincia y
los que se pagaban al cruzar de un reino a otro (tras la primera guerra carlista se eliminan los del País Vasco).
La adopción del sistema métrico decimal en 1880 y la adopción de la peseta en 1868 ayudan a unificar el mercado
nacional. El servicio de correos, el telégrafo y el ferrocarril también ayudan.
Los problemas de la Hacienda fueron constantes durante el siglo XIX, tuvieron un papel muy importante en todas las
convulsiones políticas, revoluciones y reformas emprendidas.
El sistema fiscal español anterior a 1845 tenía una gran variedad de impuestos y por su escasa eficacia de
recaudación, además de mantener exenciones fiscales a las clases privilegiadas (nobleza y clero). A partir de 1845
con la reforma Mon-Santillán se simplifica el sistema impositivo, mediante el establecimiento de impuestos directos
(contribución territorial y subsidio industrial y de comercio) e indirectos (consumos). Estableció los presupuestos
generales del Estado y adoptó medidas para reducir el déficit público.
Durante el sigo XIX el sistema bancario pasó por una etapa de transición a la modernidad. En 1831 se creó la Bolsa
de Comercio de Madrid (para la negociación de los valores de las empresas dentro del capitalismo financiero). El
primer banco español que se fundó en 1782 fue el Banco Nacional de San Carlos cuya función era administrar la
deuda pública emitida a través de los vales reales que pronto fueron depreciados. Para sustituirlo tras su bancarrota
se crea el Banco Español de San Fernando (1829) cuya tarea fue la de emitir deuda pública y moneda). En 1856 se
aprobó la Ley de Bancos de Emisión que creó el Banco de España. A partir de aquí la banca fue más dinámica. Se
crean cajas de ahorro. El peso del Banco de España sobre la banca privada fue clara hasta inicios del siglo XX, justo al
contrario que Europa.
Durante el primer tercio del siglo XIX había en España multitud de monedas, pesos y medidas. Entre 1848 y 1864 se
creó un sistema bimetálico (oro-plata) con el real como unidad básica. La reforma definitiva llegaría en 1868 con la
implantación de la peseta como unidad monetaria. El déficit de la balanza comercial española impulsó a los
gobiernos a devaluar la moneda para que los productos españoles fueran más baratos en el exterior y así fomentar
las exportaciones, el resultado fue negativo porque produjo el empobrecimiento de la población.
EPÍGRAFE: La sociedad española en el siglo XIX: del estamentalismo a la sociedad de clases
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
Durante el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, la población crece a mayor ritmo que en épocas pasadas (de
unos 11 millones a algo más de 18 en 100 años). Sin embargo, el ritmo de crecimiento es menor que en otros países
europeos por varias razones:
1- En España tenemos en esta época un modelo demográfico antiguo: de una parte la natalidad es alta (más que en
Europa), por la pobreza de los campesinos (ven a los hijos como mano de obra y futuro sustento) y la ausencia de
métodos anticonceptivos. De otra parte la mortalidad es mas elevada que en Europa (menor esperanza de vida).Es
especialmente sangrante la mortalidad infantil debido a las deficiencias sanitarias y de higiene (son frecuentes las
epidemias como el cólera, viruela, tifus… que ocasionaban mortalidades catastróficas). A ello se suma la deficiente
alimentación.
2- A lo anterior se suma el hecho de que España exporta población (sobre todo a final de siglo), más de un 1 millón
de personas. Aunque al principio se impedía a la gente emigrar porque la población era considerada un recurso, al
final se acaba viendo en ello la única manera de aliviar la pobreza y el paro. Los españoles (gallegos, canarios y
andaluces sobre todo) emigran preferentemente a América Latina. Todo ello sin mencionar los exilios forzados de
carlistas, liberales, republicanos…
Sólo Cataluña había iniciado su transición demográfica antes y la culminó en las primeras décadas del siglo XX.
Otro aspecto relacionado con las migraciones es el conocido éxodo rural. Consiste en que la población del campo
se va a las ciudades, que en este momento están desarrollando una industria (aparecen problemas de hacinamiento,
viviendas de mala calidad y una crisis de mentalidad por el choque entre lo rural y lo urbano, además de
delincuencia, mendicidad…). Hay que decir sin embargo que este movimiento es limitado a diferencia de otros
países. España sigue siendo un país rural.
Durante el primer tercio del siglo XX, se produjo en España la transición demográfica aunque con retraso respecto a
Europa occidental. En España la caída de la natalidad y mortalidad son simultáneas. Pese a esto, se produce un
importante crecimiento demográfico porque la caída de la mortalidad es más rápida que la de la natalidad. La
esperanza de vida aumentó. La tasa de mortalidad desciende por la desaparición de las mortalidad catastrófico (con
excepción de la gripe de 1918) y la mejora de las necesidades básicas (alimentación, higiene, servicios sanitarios). Los
movimientos migratorios interiores y exteriores se multiplican. La emigración a ultramar aumenta pero con retraso
con respecto a Europa occidental. Hasta 1914 tuvo un espectacular aumento y una caída durante la I Guerra
Mundial. Hay repuntes en los años 20 y 30.
La emigración continua hacia América Latina sobre todo desde Galicia y el cantábrico. El proceso migratorio interior
estuvo relacionada con el progreso del sector industrial y terciario y con el desarrollo urbano. Las ciudades que
absorben una mayor cantidad de población rural son Barcelona, Madrid, Vizcaya, Valencia, Sevilla. El proceso de
urbanización se aceleró en las décadas de 1910 y 1920 por el desarrollo de la industrialización y explotación minera.
Entre 1900 y 1930 el porcentaje de población urbana era de 15% (menor que el resto de países industriales
europeos).
El siglo XIX marca la transición: en lo político, del sistema absolutista al sistema liberal-constitucionalista, en lo
económico se va al capitalismo y en lo social se pasa lentamente de una sociedad estamental a otra de clases, donde
lo más importante es la riqueza. Este proceso se da en toda Europa occidental, pero en España tiene tintes
especiales por la debilidad de la burguesía.
*Por lo que respecta a la mujer la inmensa mayoría trabajaba fuera de casa (además de atender las labores del
hogar). Sus salarios son inferiores a los de los hombres. Sólo las mujeres de clase media y alta se dedican en
exclusiva al hogar y a la crianza de los hijos.
1- Las clases dirigentes. Aquí están la nobleza y la burguesía. No es que una sea sustituida por la otra, sino que más
bien colaboran y se integran, controlando entre ambas la economía y la política (son comunes los matrimonios
mixtos).
a) La nobleza: la revolución liberal no le perjudica, ya que aunque pierde los derechos señoriales-jurisdiccionales,
conserva y refuerza sus propiedades (poder económico). No suele invertir en negocios, industria, minería… porque
sigue teniendo una mentalidad rentista (el trabajo está mal visto). Con el tiempo para evitar empobrecerse se unirá a
la burguesía.
b) La burguesía es un grupo muy heterogéneo. Dentro de ella tenemos grandes comerciantes en las grandes
ciudades, grandes industriales (fuertes en Cataluña partidarios del proteccionismo), burgueses enriquecidos con la
desamortización (terratenientes) y finalmente grandes financieros (bolsa, ferrocarril, especulaciones…). La burguesía
es pequeña en España comparada con la de otros países, y es especialmente activa en Madrid y la periferia.
2- Las clases medias: viene a ser un grupo intermedio, a veces difuso entre la burguesía y las clases bajas. Dentro de
ella podemos mencionar a propietarios de terrenos medianos, comerciantes, profesionales liberales, periodistas,
clero y funcionarios (aumentan mucho en número). Son un grupo influyente por su gran implicación en la política
(construcción del estado liberal) ya que integran la administración local y estatal y la actividad socioeconómica,
aunque desean asimilarse en su estilo de vida de los grupos poderosos. Dan gran importancia al dinero, a la Iglesia
católica y a distintas formas de ocio como los teatros, cafés, toros…).
3- Las clases bajas. Aquí está el 70% de la población y es igualmente un grupo muy heterogéneo:
a) En el campo tenemos labradores, ganaderos y pastores, que en algunos casos tenían pequeñas propiedades (son
abundantes en el norte de España). La mayoría son jornaleros y sus condiciones de vida son duras (muchos van a la
ciudad). Son abundantes en el sur de España.
b) En las ciudades tenemos gentes dedicadas a los servicios (comercio, transporte, servicio doméstico…), artesanos y
obreros (concentrados en pocas ciudades con malas condiciones de vida).
c) Finalmente están los marginados: viven de la caridad o la delincuencia (al no existir seguridad social su única salida
era ser atendidos por la Iglesia o usados por el Estado en el ejercito o en obras públicas. En el estrato más bajo se
encontraban los presidiarios, las prostitutas, los huérfanos, enfermos abandonados y los gitanos.
En la evolución del movimiento obrero español hay que tener en cuenta el hecho de que al estar la industria poco
desarrollada su impacto va a ser menor que en otros países y más tardío. Por lo que respecta a las condiciones de
trabajo estas son tan duras como en otros países: jornadas laborales agotadoras en las que se hacía trabajar a niños
y no se atendía a enfermos-accidentados. El salario es bajo y la higiene o la seguridad nulas. Las enfermedades son
comunes y la mala alimentación las agrava. De hecho hay dos momentos en el movimiento obrero:
1- Hasta el año 1868 el movimiento obrero es débil (mal organizado y basado en acciones espontáneas individuales:
estas protestas son especialmente intensas en Cataluña). Son frecuentes los actos de sabotaje contra las máquinas,
en las que se veía una amenaza al puesto de trabajo (movimiento ludita). También se producen huelgas y se crean
asociaciones mutuas de obreros que piden mejoras en las condiciones de trabajo y que además servían como
asociaciones benéficas de atención mutua. Por su parte en el campo son frecuentes los motines de jornaleros que
ocupan tierras, y que generalmente eran brutalmente reprimidas.
2- Desde 1868 (se reconoce la libertad de asociación, lo cual supone el inicio de la actividad política de los obreros).
a) En un primer momento, los partidos progresista, demócrata y republicano captan la atención de los obreros y de
hecho se consiguen ciertas mejoras en las condiciones de trabajo (se acorta la jornada laboral a 8 horas, se establece
el descanso dominical y se mejoran en parte las condiciones de vida y trabajo).
b) Como estas mejoras resultaron insuficientes los obreros dejan de apoyar a los partidos tradicionales y se acercan a
partidos plenamente obreros, ya sean socialistas o anarquistas (de tintes además revolucionarios), en los que se
comparte la defensa de la soberanía popular, el anticlericalismo y la defensa de la propiedad social-disfrute del fruto
del trabajo, que pueden existir gracias a la ley de Asociaciones de 1887.
Tiene gran importancia además la AIT: por un momento parecía que todas las organizaciones obreras iban a
unirse, pero pronto aparecen escisiones.
- El socialismo: se basa en las ideas de Marx que ve una lucha de clases entre la burguesía propietaria de los medios
de producción y el proletariado. El objetivo sería hacer una revolución y tras una fase de dictadura del proletariado
se llegaría a una fase de sociedad comunista sin clases, propiedad o Estado. El problema está en que dentro del
marxismo aparecen varias corrientes: el socialismo utópico es más bien de tipo mutualista y cooperativo. Luego está
el marxismo más revolucionario que acabará en el comunismo y finalmente el marxismo moderado (mayoritario)
que propone participar a través de sindicatos y partidos en las instituciones reformándolas desde dentro. En España
es clave la creación del PSOE en 1879 por Pablo Iglesias y la UGT. Será muy influyente en Madrid, Vizcaya y Asturias.
- El anarquismo: se opone a toda autoridad y al Estado. Su ideal es la asociación voluntaria en comunas. Tiene
también dos ramas: una más radical que defiende la insurrección y el terrorismo y otra que es más partidaria de la
vía reformista sindical (en general rechaza los partidos políticos y las elecciones). El anarquismo es intenso en
Cataluña y Andalucía y en su difusión son fundamentales la prensa, los ateneos libertarios y distintas publicaciones.
Es clave la creación de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
Los movimientos socialista y anarquista son al principio pequeños. Sin embargo a finales del siglo XIX la militancia
de ambos se dispara, y será clave en el desgaste y caída del régimen de la Restauración. Hay que tener en cuenta la
existencia de un sindicalismo católico, basado en la doctrina social de la Iglesia (Papa León XIII), que aunque parte
del reconocimiento de la desigualdad social intenta una relación paternalista obrero-patrono que mitigue las
condiciones de trabajo y el paro.
A lo largo del S-XIX e inicios del S-XX se suceden el Romanticismo, en el que destacan Espronceda, Larra, el Realismo-
naturalismo (Rosalía de Castro, Bécquer, Pérez Galdós…) que en muchos casos coincide con el desarrollo de un
resurgir del regionalismo y el asentamiento del liberalismo. Finalmente está la Generación del 98 a la que
pertenecen Unamuno, Pío Baroja… y que surge como un revulsivo ante el desastre colonial y el deseo de entender
España sobre nuevas bases (es el momento del Regeneracionismo).
En la sociedad española hay en este período varias transformaciones culturales, asociadas a la transformación
progresiva de España de una sociedad rural a otra de tipo urbano:
1-Aunque sigue siendo importante la religión católica por su influencia social y en la educación en grandes capas de
la sociedad, ahora aparecen fisuras.
2-Respecto a las mujeres, éstas siguen sufriendo discriminación. Hay además una diferenciación entre las mujeres
burguesas y las de las clases populares.
3-En España hay una cierta tendencia al modo de vida rentista y eso se ve en la nobleza. Sin embargo ahora surge en
una parte de la burguesía industrial principalmente en Cataluña, País Vasco y Madrid y en ciertas zonas de la
periferia y ciudades grandes-medianas una actitud más empresarial-partidaria de inversiones/negocios.
4-Ahora en España desaparece la sociedad estamental y aparece la sociedad de clases que se basa en la riqueza.
6- La Educación:
Respecto a LA EDUCACIÓN, a inicios del S-XIX la gran mayoría de los españoles eran analfabetos. Habrá un gran
esfuerzo por corregir esa situación, aunque los resultados son limitados (a inicios de siglo XX sólo la mitad de la
población está alfabetizada). Destacan las primeras regulaciones de las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal. Más tarde
se crea el ministerio de fomento y se aprueban los planes educativos de Gil y Zárate, la ley Moyano y el plan Orovio.
Al margen del sistema surgen instituciones como la escuela Moderna (por Francisco Ferrer y Guardia) que
propone una alternativa anarquista y librepensadora y la institución libre de enseñanza, que promueve una
enseñanza laica y activa para el alumnado.
Por el cansancio de los burgueses y los partidos de época de Isabel II (moderado y progresista) ante los excesos
ocurridos durante el Sexenio Democrático (que apuntaban hacia una revolución de tipo democrático y no una simple
reforma del país). Además se quiere apartar de la política a los militares y acabar con los conflictos-guerras y
sublevaciones que parecían no tener fin.
Alfonso XII se presenta como el solucionador de estos problemas y así lo dice en el Manifiesto de Sandhurst:
promete la defensa del orden social (paz y orden) y el liberalismo. Además se promete corregir los errores de Isabel
II: no será tan excluyente con los progresistas e incorporará algunos valores democráticos del Sexenio.
Va a ser decisiva en la Restauración la figura de Cánovas del Castillo, que tiene la habilidad política de saber ganarse
a muchos revolucionarios del 68 y a la mayor parte del ejército. El pronunciamiento militar de Martínez Campos en
Sagunto confirma el regreso de Alfonso XII.
1- Se basa en el pragmatismo político. Busca el punto medio y el equilibrio en política (mediante el turnismo de
conservadores y liberales). Se mantienen muchos derechos del Sexenio Revolucionario. Da estabilidad pero sacrifica
la democracia (hay caciquismo y fraude electoral).
-Se quiere alejar al ejército de la política, subordinándolo al poder civil. A cambio se aumenta el presupuesto y se les
da autonomía a los militares.
-Se logra la pacificación del país (persistían las guerras de Cuba y la III Guerra Carlista).
a) El conflicto carlista se resuelve en 1876 por la vía de la victoria militar: se van aislando los focos carlistas del
Maestrazgo, norte de Cataluña y finalmente de la zona rural de Navarra y las provincias vascas donde la resistencia
era mayor. Muchos carlistas reconocen a Alfonso XII y además se arrasa la mayor parte del régimen foral. Ahora los
habitantes de esas zonas deberán hacer el servicio militar y pagar los impuestos como el resto de españoles (aunque
en este caso de un modo especial, mediante los llamados conciertos económicos que permitían a las diputaciones
vascas recaudar sus impuestos y pagar una cantidad menor al estado).
b) El conflicto cubano termina en 1878 como resultado de combinar la vía militar y diplomática (Paz de Zanjón). Se
prometen reformas políticas y sociales (autonomía, presencia en Cortes, fin de esclavitud…) que no se cumplirán, lo
que llevará a una nueva guerra en 1895.
3-Para garantizar la estabilidad ambos partidos aprueban la constitución de 1876 (la de más duración en España y
que a la vez es bastante breve). Viene a ser una mezcla de la de 1845 (de tipo moderado-conservador) y la de 1869
(de tipo progresista-democrática).
Dentro de los aspectos conservadores habría que mencionar la referencia a la “constitución histórica de España”
que se concreta en las costumbres e historia, además de la propiedad, religión y monarquía.
4- Otras características del sistema:
a) EL TURNO DE LOS 2 PARTIDOS (conservador y liberal). Ya vimos las características-evolución general de los
partidos.*
-El partido conservador (Cánovas del Castillo) recoge los restos del partido moderado, unión liberal y
constitucionalistas. Es el partido de la alta burguesía (aristocracia, terratenientes e industriales) y está cercano a los
católicos no integristas.
-El partido liberal (Sagasta) recoge los restos del partido progresista, unionistas y constitucionalistas. Es el partido de
la burguesía media (profesiones liberales, comerciantes, funcionarios…). Es partidario de reformas (Ley de
Asociaciones, jurados…) y de ampliar el sufragio.
En realidad los partidos comparten el mismo modelo de monarquía, Constitución, propiedad privada y el
estado unitario. Tácitamente pactan no ser radicales al ocupar el gobierno para que cuando le toque el turno al otro
no lo eche todo por tierra.
El turno en el poder es de modo pacífico y presupone la colaboración del rey: se disuelven Cortes y mediante
elecciones manipuladas se construye un nuevo parlamento que elija al partido que se desea que gobierne con lo cual
no hay democracia real. Se hace necesario la manipulación de los ayuntamientos (elaboran el censo y revisan el
proceso electoral a petición de los gobernadores civiles). Se controla al votante con la ayuda del cacique.
Se utilizan técnicas como el encasillado (se pone el nombre del candidato en la casilla del mapa electoral) y el
pucherazo (manipulación directa del voto: compra de votos o amenazas…) o la anulación de actas “no deseadas” por
las comisiones electorales. Se favorece a los distritos rurales frente a las ciudades y se vuelve al sufragio censitario.
El dar el sufragio universal a los varones e intentar educar al elector fueron medidas inútiles pues no
democratizan el sistema.
Alfonso XII fallece en 1885 y al ser su hijo (Alfonso XIII) menor de edad, debe hacerse cargo de la regencia su madre
María Cristina. En realidad no hay grandes cambios respecto a la época anterior y ello se ve confirmado en el Pacto
del Pardo. Sigue funcionando sin problemas el turno de partidos (conservadores de Cánovas y liberales de Sagasta) y
el sistema de la Constitución de 1876.
Lo más destacado de esta fase son las reformas de distintas leyes que llevan a cabo los liberales en un sentido
progresista: en 1890 se instaura el sufragio universal masculino, lo cual no quiere decir que acabe la corrupción y el
caciquismo. Además se acaba con la esclavitud, aparecen los juicios con jurado y se amplía el número de partidos
políticos legales con la Ley de Asociaciones.
Los problemas empiezan a finales de siglo XIX: no sólo por la crisis de 1898 sino porque desaparecen los antiguos
líderes de los partidos conservador y liberal. Destacan Silvela en el partido conservador y Gamazo y Maura en el
partido liberal. La tendencia al personalismo en estos partidos y a la formación de distintas facciones puede
solucionarse por el momento.
EPÍGRAFE: La oposición política al régimen de la Restauración.
1-Oposición republicana, que tiene varios problemas:
-Está muy dividida tras la I República. Si el partido federal de Pi i Margall propone la descentralización del estado y la
laicidad, el partido posibilista de Castelar es más moderado y Unión Republicana de Salmerón es centralista. Su
representación parlamentaria es pequeña pero aún así está presente en el mundo urbano (clubes, periódicos…).
Algunos optan por la vía extraparlamentaria (golpe de estado) como el partido republicano progresista.
-Aunque al principio cuenta con el apoyo de clases populares y obreras (defiende sus intereses), pronto estos
sectores abandonarán el republicanismo y apostarán por partidos netamente obreros como el PSOE o por el
anarquismo sindicalista (CNT).
a) El PSOE es fundado por Pablo Iglesias en 1879 y combina el marxismo con actitudes realistas (participa en la vida
parlamentaria). En 1888 se funda UGT, sindicato socialista. Defiende al proletariado.
b) El anarquismo (lo introduce Fanelli) es fuerte en Cataluña y Andalucía y a diferencia del socialismo rechaza la vía
política. Prefiere la acción terrorista (“la Mano Negra”) contra las instituciones del Estado y la Iglesia. Se fundará un
sindicato anarcosindicalista: la CNT.
3-El carlismo. Queda afectado por la derrota de 1876 en la III Guerra Carlista*. Fracasada la vía militar el carlismo
recurrirá a la vía política, (aunque ya no defiende el Antiguo Régimen y aceptan el liberalismo, sigue poniendo el
acento en la religión, el poder del rey y los fueros). De todas formas sigue existiendo una milicia armada (el requeté).
Pronto aparecen divisiones internas: el sector propiamente carlista (organizado con juntas tradicionalistas) y el
sector integrista (Nocedal) que pone el acento en el catolicismo. Además no consigue extenderse al resto del país
desde sus feudos tradicionales.
4-Los regionalismos-nacionalismos se desarrollan en este momento por la debilidad del liberalismo en España,
incapaz de construir un estado centralizado. Los localismos acabarán generando nacionalismos en País Vasco,
Cataluña y Galicia.
Estos movimientos nacen con preocupaciones culturales (recuperar la cultura-literatura, historia y lengua) a
través manifestaciones como los juegos florales en Cataluña (el movimiento de la Renaixença catalana es el más
importante y supone la recuperación de la lengua y cultura catalana).
a) En Cataluña el nacionalismo es más intenso que en otras zonas (es la zona económicamente más desarrollada y
tiene una burguesía potente que siempre está pidiendo el proteccionismo para sus productos). Sin embargo hay
varias corrientes en este nacionalismo: de un lado están las posturas independentistas de Almirall (republicanismo
federal catalán) y de otra parte el nacionalismo conservador y corporativo dentro de España (Unión Catalanista y las
“bases de Manresa” que es un documento que pide la autonomía en 1892).
En esta línea aparecerá con el tiempo otro partido: la Lliga Regionalista de Prat de la Riba y Cambó que prospera
por las distintas crisis que atraviesa la Restauración a inicios del S-XX.
b) En el País Vasco hay una tradición de defensa de los fueros relacionada con el carlismo. Será la industrialización y
la llegada de inmigrantes de otras regiones españolas lo que provoque la aparición de un partido nacionalista, el PNV
de la mano de Sabino Arana, que no sólo pide la independencia (autonomía con el tiempo) sino que es
profundamente conservador (familia, propiedad y sociedad tradicional) católico y racista y centrado en el euskera
(los españoles-inmigrantes obreros son despreciados). Exalta las virtudes del mundo rural y los elementos culturales
propios.
Con el tiempo va ganando adeptos salvo en Navarra y Álava donde es fuerte el carlismo. Además con el tiempo va
suavizando sus aspectos más radicales-xenófobos (del independentismo al autonomismo).
-En Galicia (poco desarrollo del nacionalismo por ser una sociedad rural y ello pese a tener lengua e historia
marcadas. El fenómeno de la emigración debido al atraso económico marca a la sociedad gallega). Destaca el
movimiento de recuperación de la cultura propia “Rexurdimento” y la aparición de figuras políticas como Brañas y
Vicente Risco.
-En Valencia, Aragón y Andalucía se desarrollan movimientos regionalistas de menor fuerza hasta bien entrado el S-
XX. Se centran en lo cultural (valencianismo) o reclaman peculiaridades en algunas leyes (código civil aragonés). En
Andalucía destaca Blas Infante (poco apoyo popular).
5-Otros partidos políticos sin posibilidades de alcanzar el poder (desgajados de los partidos del turno):
a) Del partido conservador se desgaja la Unión Católica de Pidal (supone la participación de los católicos en la política
liberal en la línea marcada por el Papa León XIII). No se relaciona con los integristas carlistas.
b) El partido liberal sufre varias escisiones: Izquierda Dinástica o el Partido Democrático Monárquico (sin
posibilidades de alcanzar el poder).
EPÍGRAFE:La crisis de 1898 y la liquidación del imperio colonial.
Antecedente La crisis de 1898 y la liquidación del imperio colonial. s: entre 1810 y 1825 España perdió la mayor
parte de su Imperio Colonial salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas (junto a varios archipiélagos menores en el Pacífico).
El territorio más “problemático” era el de Cuba y de hecho entre 1868 y 1878 hay una guerra (“grito de Yara”)
que acaba en la Paz de Zanjón. Se pone de manifiesto la existencia de 2 sectores enfrentados en la isla:
a) Los autonomistas que de momento se conforman con reformas de tipo económico-jurídico y que luego avanzan
hacia el autonomismo y el independentismo al no hacerse caso de sus peticiones.
b) Los partidarios de la unión con España sin ningún tipo de reforma o de autonomía. Aquí están los grandes
propietarios de plantaciones de azúcar que no quieren perder sus privilegios.
Entre 1895 y 1898 estalla una nueva guerra. Sus causas son las siguientes:
1-El incumplimiento de las promesas hechas a los rebeldes en la paz de Zanjón (que puso fin a la I Guerra): reforma
política (presencia en Cortes, autonomía), además de libertades en tema de comercio y el fin de la esclavitud. Las
reformas (salvo la abolición de la esclavitud) quedan en suspenso por la oposición de los grandes propietarios.
2-Los intereses de EEUU en la zona. EEUU es el gran comprador de azúcar cubano pero no puede exportar sus
productos a la isla porque el gobierno español pone aranceles a sus productos (arancel de 1891). Por esa razón verán
con simpatía el movimiento emancipador. Incluso se intenta en varias ocasiones comprar la isla a España.
Desarrollo de la guerra:
1-Estalla en 1895 (“grito de Baire”) y se hace fuerte en la zona oriental de la isla (aunque con el tiempo se va
extendiendo a la parte occidental).
-Vía de la represión: se envía a varios generales (Martínez Campos y luego Weyler) que practican una dura represión
(concentrar a los campesinos…). Las enfermedades y la falta de medios provocan enormes bajas.
-Vía de la negociación ante la imposibilidad de sofocar la rebelión: se ofrece dar autonomía a la isla así como
distintos derechos y libertades (sufragio, igualdad…). No surte efecto porque llega muy tarde.
-Estalla una rebelión en Filipinas (donde la presencia e intereses españoles era menor: destaca el tabaco y el papel
de misioneros de órdenes religiosas) de la mano de José Rizal y el Katipunam (apoyado por burgueses y los
indígenas). La mezcla de política represiva y de pactos conseguirá pacificar de momento la isla.
-La entrada en la guerra de EEUU a favor de los independentistas. El pretexto es la explosión del acorazado Maine en
La Habana (y que se atribuyó falsamente a España). Tras las derrotas de la flota en Santiago de Cuba y Cavite el
ejército español debe rendirse (y muchos españoles abandonan la isla) y firmar la paz de París.
4-En la paz de París se cede Cuba, Puerto Rico y Filipinas a EEUU (en calidad de protectorado). El resto de islas
menores (Marianas, Carolinas, Palaos) se venden a Alemania en 1899.
Ante las acusaciones de falta de eficacia, se produce una reacción en el ejército, que ahora tiende al autoritarismo y
a intervenir en la vida política.
2- Paradójicamente, la crisis es menor en el terreno de lo económico y político. En el primer caso se logran superar
las pérdidas materiales gracias a la vuelta de capitales de las colonias y al aumento de los impuestos. En el segundo
caso no se produce el fin de la Restauración (aunque ahora deberán aplicarse en cierta medida las ideas
regeneracionistas y pese a que aparece una nueva generación de políticos e intelectuales).
El regeneracionismo no dejó una huella tan profunda como se esperaba: muchas reformas no pudieron aplicarse
más que de un modo muy tímido.
3- BLOQUES 9 al 12
ALFONSO XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902‐1931)
EPÍGRAFE:La primera parte del reinado de Alfonso XIII y los proyectos de
Regeneracionismo político.
En 1902 el rey Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad que es cuando empieza la decadencia de la Restauración.
La causa está en que se mantiene el turno dinástico (miedo a las reformas y falta de líderes políticos). Esta “timidez”
en los cambios será decisiva en la quiebra del sistema. La oposición (republicanos, nacionalistas y fuerzas obreras:
socialismo-anarquismo) va creciendo y aunque no sabe aprovechar la crisis del 98, poco a poco reformará sus ideas y
organización. Aumentará con el tiempo la colaboración entre las distintas fuerzas.
Pese a lo dicho, se hacen ciertas reformas del sistema (destacan 2 políticos influidos por el regeneracionismo).
Recordemos que el regeneracionismo es un movimiento de renovación y modernización política y social-científica en
el que destaca la figura de Joaquín Costa. En realidad se nutre del krausismo (libertad de conciencia, contacto con la
naturaleza y laicismo) y de la Institución Libre de Enseñanza (surgida tras el fracaso de la revolución de 1868).
Se propone (en la línea de la llamada Generación del 98) revisar de un modo crítico de la historia de España y el
excesivo peso de la religión católica. Es importante mejorar la educación y la vida de los campesinos.
El regeneracionismo no dejó una huella tan profunda como se esperaba pues muchas reformas no pudieron
aplicarse más que de un modo muy tímido. Destacan 2 presidentes:
a) Maura (conservador, de 1907 a 1909). Intenta “una revolución desde arriba”, es decir dirigida por una clase
política nueva con el apoyo de una masa social pasiva.
El principal objetivo es lograr un estado fuerte y eficaz. Intenta separar el ejecutivo del rey y se integra al
catalanismo reformando la administración local (se da mayor autonomía a ayuntamientos y diputaciones).
En lo social: se lucha contra el caciquismo con la Reforma electoral (1907) que hace más difícil el fraude y se crea
el Instituto Nacional de Previsión. Se aprueba la ley del descanso dominical.
b) Canalejas (liberal, de 1910 a 1912). Intenta modernizar la vida política profundizando en las reformas sociales para
atraerse a sectores populares.
Cambia la financiación de la Iglesia. La Santa Sede no quiere colaborar. Con la Ley del Candado limita el
establecimiento de órdenes religiosas (se avanza en la separación de Iglesia/Estado).
Se profundiza en la política social: se sustituye el impuesto de consumos por otro de tipo progresivo (grava las
rentas urbanas, contra las clases acomodadas). Además el reclutamiento pasa
a ser obligatorio en guerra y no se permite que los ricos paguen una cantidad para librarse. Además se mejoran las
condiciones laborales (trabajo de la mujer).
Para lograr una mayor estabilidad del sistema Canalejas se aproxima a los catalanistas aprobando la ley de
Mancomunidades que permite unirse a las diputaciones en ciertas competencias.
La crisis de 1909.
La detonante está en el problema de Marruecos. Desde 1906 (Conferencia de Algeciras), España interviene en el
norte de Marruecos por prestigio militar y beneficio económico (minas e inversiones).
Las tribus locales bereberes no aceptan la situación y lanzan ataques continuos. En 1909 se produce una
escaramuza en el Barranco del Lobo con muchas bajas españolas. El gobierno decide enviar a Marruecos a los
reservistas (injusticia social), que debían embarcar en el puerto de Barcelona. Sin embargo, los anarquistas,
socialistas y republicanos convocan una Huelga General (componente antimilitarista y anticlerical-quema de
conventos) que durará una semana (“la Semana Trágica de Barcelona”). Se producen luchas callejeras (barricadas)
con un total de 100 muertos.
El gobierno proclama el estado de guerra y da lugar a una feroz represión: cientos de anarquistas y radicales son
encarcelados y varios ejecutados, entre ellos Francisco Ferrer y Guardia (“Escuela Moderna”). Esto provocará
protestas por Europa y el aumento de la oposición (se unen los republicanos y socialistas en un bloque de
izquierdas). En Cataluña aparece un nacionalismo republicano y de izquierdas: antecedente de ERC (acusa a la
burguesía y la Lliga de apoyar la represión).
EPÍGRAFE:La crisis del Parlamentarismo; la neutralidad en la Primera Guerra Mundial.
La Restauración es un sistema que tras una época convulsa (Sexenio Democrático) proporciona estabilidad a cambio
de sacrificar la democracia. Es un sistema rígido y corrupto (basado en el turno de 2 partidos) que no logra adaptarse
a la evolución económica y social y a las nuevas mentalidades. La falta de reformas y las distintas crisis la irán
debilitando (aumentan con el tiempo las fuerzas opositoras del sistema).
La crisis de 1917
La causa está en las influencias de la I Guerra Mundial en España, que es oficialmente neutral (ejército anticuado y
una tradición de aislamiento exterior). La sociedad se divide en 3 bandos: germanófilos (clases altas, Iglesia, Ejército
y Monarquía), aliadófilos (sectores progresistas y republicanos) y neutrales (obreros y sindicatos).
Es determinante la influencia económica del conflicto. En un primer momento hay una gran expansión: España
suministra productos agrícolas e industriales a los países en guerra, lo cual beneficia a la siderurgia vasca, el textil
catalán y la minería asturiana. En una segunda fase llegan los problemas: aumenta la inflación (perjudica a los más
pobres), aumenta la especulación (no se invierte en mejorar la producción) y no se prevé el parón de la demanda al
final de la I Guerra Mundial.
Además la I Guerra Mundial influye de otras 2 maneras: la revolución rusa de 1917 se convierte en modelo para los
trabajadores de otros países. La burguesía se asusta y exige el aumento de la represión sobre los obreros. Además en
1918 el presidente de EEUU, Wilson, reconoce el principio de autodeterminación de los pueblos del centro de
Europa. Eso refuerza las posturas de partidos nacionalistas del País Vasco y Cataluña.
Desarrollo de los hechos. En 1917 se juntan varios problemas (económico, social y político por las insuficientes
reformas) y estallan protestas contra el Régimen, que no logran sus objetivos por la falta de unidad.
1-Crisis militar: Hay problemas por el exceso de oficiales, la pérdida de poder adquisitivo y el tema de los ascensos
(beneficia a los africanistas). Se forman juntas (asociaciones de militares) que culpan al gobierno de la situación y
piden reformas (pero no son revolucionarios-no se alían con los otros opositores sino más bien son
regeneracionistas).
2-Crisis política: (suspensión de garantías constitucionales por Dato: régimen corrupto y antidemocrático). Un
grupo de parlamentarios catalanes forman una asamblea y exigen reformas/descentralización del Estado. El
gobierno no cede.
3-Crisis social: al descender los salarios reales los movimientos obreros-sindicales convocan una huelga general en
la que se pide un cambio de Régimen. Se producen incidentes violentos por todo el país. El movimiento de protesta
es reprimido: ley marcial (detenciones y ejecuciones). Destaca el pistolerismo en Cataluña. En Andalucía, los
campesinos intensificaron sus movilizaciones a partir de 1918, dando lugar al llamado “Trienio bolchevique” (1918-
1920). La tradicional revuelta campesina deja paso a un movimiento sindical dirigido por UGT y CNT, se procedió a la
ocupación de tierras y algunos municipios andaluces. El gobierno actuó con dureza y reprimió el movimiento.
El sistema sale debilitado tras esta crisis. Hay varios gobiernos de concentración (Maura reúne a conservadores,
liberales y la Lliga). La inestabilidad política y la falta de reformas llevarán a la Dictadura de Primo de Rivera.
La guerra de Marruecos.
España interviene en Marruecos en base a la Conferencia de Algeciras (1906) y al tratado Hispano-francés de 1912.
Marruecos pasa a ser un protectorado que se divide entre España (el Rif, Ifni y Río de Oro) y Francia.
Desde el principio va a haber varios problemas: es una zona difícil de ocupar por la orografía y la resistencia de los
bereberes de las cabilas. Además es una zona de escaso valor económico. La guerra se alarga 20 años salvo un
paréntesis en la I Guerra Mundial (falta de preparación y de objetivos) y será impopular entre los sectores populares
de la sociedad española (son los reclutados).
No todo el territorio del Rif es homogéneo: en la parte occidental del Rif se obtienen éxitos (se controla Tetuán,
Arcila, Larache y Alcazarquivir), pero en la parte Oriental se suceden las derrotas. Al frente de las cabilas está Abd-el-
Krim. En 1921 infringe una severa derrota a las tropas españolas en Annual. La derrota se debe a la mala
organización y abastecimiento de un ejército sin motivación. El ataque rifeño es letal y caen 14000 soldados
españoles. Sólo la llegada de tropas de refuerzo evita la caída de Melilla y permitirá recuperar el terreno perdido.
La Guerra de Marruecos tendrá varias consecuencias para España, ya que aumenta la crispación política y de la
opinión pública: una comisión parlamentaria investiga las responsabilidades políticas y militares (“Expediente
Picasso”). La prensa y la oposición culpan al gobierno (Maura dimite) y al ejército. La inestabilidad es total.
Una consecuencia indeseada es que el ejército se vuelve más autoritario y aumenta su deseo de intervenir en la
política. No es casualidad que Primo de Rivera de un Golpe de Estado en 1923.
Durante la Dictadura se “solucionará” la cuestión marroquí. Con el desembarco de Alhucemas se logra pacificar el
protectorado del Rif al resultar atrapado Abd-el-Krim. Sin embargo, se está formando aquí un grupo de militares
que tendrán un papel decisivo en la suerte de la II República y en la Guerra Civil.
EPÍGRAFE:La dictadura de Primo de Rivera y la caída de la monarquía. Los problemas económicos.
Hay 4 causas de la llegada de la dictadura:
1-La descomposición del régimen de la Restauración. Primo de Rivera achaca los problemas a la “vieja política”. Los
Gobiernos duran poco, apenas se hacen reformas y muchas veces se rompen las reglas de la constitución. Sin
embargo hay al mismo tiempo un miedo a la democracia.
2-La gran conflictividad obrera. La burguesía teme una revolución de tipo socialista como la de la URSS. Se da la
circunstancia de que en estos años la CNT y la UGT crecen mucho por la miseria de campesinos y obreros. Se
suceden las huelgas, revueltas campesinas y aparece el pistolerismo (enfrentamientos armados entre anarquistas,
autoridades y empresarios).
La represión es tremenda. Se viven estados de excepción continuos y los empresarios recurren al lock-out y a los
pistoleros a sueldo contra los obreros. Entre 1916 y 1923 se suceden 800 atentados y 226 muertes.
4-También influyen la guerra de Marruecos y sus desastres (Barranco del Lobo y Annual). Recordemos que tras éste
último se inicia el expediente Picasso (se acusa a varios generales y al rey del desastre).
1-Llega el 13-IX-1923 por un golpe de Estado autorizado por Alfonso XIII. Pretende ser un régimen interino para
solucionar los anteriores problemas. Durará 7 años y tiene 2 fases:
b) Se intenta acabar con el caciquismo y la corrupción, pero el estatuto municipal y provincial es una enorme farsa.
c) Se soluciona el problema de Marruecos con el desembarco de Alhucemas en 1925, en una operación conjunta con
Francia. Es el fin de Abd-el-Krim. En 1927 el territorio es totalmente pacificado.
3-En lo económico se produce un gran desarrollo por el buen contexto internacional y por el nacionalismo
económico (dirigismo estatal, grandes inversiones…)
b) Se crean monopolios (como telefónica y CAMPSA). Además se dan ayudas estatales a las empresas.
4-En lo social se reprime a los elementos radicales y se logra acabar con el pistolerismo. Además se procura integrar
a los elementos moderados del mundo obrero en un sindicato vertical y en comités paritarios.
Al crecer tanto la oposición, Alfonso XIII empieza a temer que la caída de la Dictadura le arrastre también a él, y por
ello ordena a Rivera que dimita en I-1930. Tras ello ocurren varias cosas:
1-Llega al poder el general Berenguer, que intenta salvar la constitución, pero sus reformas son tan lentas, que se
conocerá a su gobierno como la “dictablanda”.
2-Además, la oposición crece y se organiza. Los republicanos, los catalanistas de izquierda y el PSOE firman el Pacto
de san sebastián en defensa de la República.
4-Finalmente tras las elecciones municipales de Abril de 1931, el rey marcha al exilio y se proclama la II República (14
de Abril de 1931).
a) El impacto de la crisis de 1898 (fin de las colonias), que aunque perjudicó algunas exportaciones españolas, en
general resultó ser favorable para la economía española, porque obligó a renovar la estructura productiva-
energética y se repatriaron muchos capitales (menor deuda pública e inflación).
b) El segundo momento clave es la I Guerra Mundial. Se vive un gran crecimiento debido a que España suministra
productos industriales y agrarios a los beligerantes. Sin embargo, los precios subieron enormemente, y se favoreció
la especulación (no se reinvertía en mejorar el sistema productivo). El resultado fue el empeoramiento del nivel de
vida general con las consiguientes huelgas y reivindicaciones obreras. Además el fin de la guerra supuso un parón
rápido y un aumento del desempleo.
c) El tercer momento a destacar es la crisis de 1929 (se hunde la bolsa en EEUU). Salvo en lo relacionado con el
comercio exterior España sufre menos que otros países esta crisis, gracias en parte a la depreciación de la peseta
(nos hace ser más competitivos).
A inicios del siglo XX la agricultura española conoce un momento de crisis: los cereales no pueden competir con los
del extranjero. Además la plaga de filoxera daña seriamente la vid española. Los sectores que resultan ser más
rentables y que estimulan la industria son el olivo, los cítricos y los hortofrutícolas, además de la producción
ganadera en el norte.
Esta situación intentó solucionarse recurriendo a un aumento de los regadíos, con planes de obras públicas
(insuficiente), e igualmente se pensó en redistribuir la tierra entre los campesinos (medida insuficiente). Es cierto
que de todas formas hay un cierto aumento de las roturaciones gracias a la intensificación (abonos, mecanización…),
la diversificación (nuevos cultivos) y la especialización de los cultivos.
Ya en el siglo XX se ven varios cambios: en lo que se refiere a las fuentes de energía-minería hay una gran
renovación: aparecen la electricidad y el petróleo (iluminación pública). Cambian igualmente los sistemas de
transmitir la información (telégrafo, teléfono, radio).
Por lo que respecta a la industria, se transforma en parte, aunque predomina la de bienes de consumo sobre la
de bienes de equipo. Junto al textil y la siderurgia van ganando peso las otras industrias: la alimentaria, la química
(fertilizantes, medicamentos…) la metalúrgica, el automóvil… pero no para competir con los productos europeos.
Además aparecen junto a Cataluña y País Vasco otros núcleos industriales: Galicia, Zaragoza, Sevilla, cornisa
cantábrica y sobre todo Madrid (su crecimiento demográfico y capitalidad atraen la industria). Todo esto va a
provocar desequilibrios en la distribución de la renta dentro de España.
En cuanto al comercio exterior. En una primera fase se produce un retroceso en la primera mitad del siglo por la
pérdida de las colonias y las guerras. La segunda mitad fue de expansión. Desde la década de los 30 y 40 el
crecimiento fue continuo. El proteccionismo y la escasa demanda del mercado interno impulsaron a algunos sectores
a las exportaciones (productos agrícolas, minerales, vinos…). Estas exportaciones se dirigían principalmente hacia
Reino Unido y Francia. En el último tercio se suman Argentina, EEUU, Alemania… El librecambismo tuvo escaso
apoyo y seguimiento (salvo en algunos momentos coyunturales adoptados por el partido progresista).
A inicios del siglo XX aumenta fuertemente la inversión del Estado en infraestructuras: caminos, carreteras y
electrificación de los ferrocarriles. El déficit se dispara y además aumenta la red telegráfica y telefónica.
La generación del 98 y el Modernismo: término compartido por pensadores y literatos que compartían el deseo de
regeneración política y social de la Restauración así como su admiración hacia Castilla y reflexión de lo español
(Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado, Valle-Inclán…). El Modernismo, fue un movimiento artístico y
literario entre 1885-1915, que busca la perfección formal y la belleza que se inspiran en el mundo de fantasía y la
naturaleza (Antonio Gaudí).
La generación de 1914: es un movimiento que expresaba su preocupación por el problema del atraso español y la
necesidad de europeizar España. Destaca el filósofo José Ortega y Gasset (fundador de la Liga de Educación Política).
La generación de 1927: son un grupo de escritores con la decisión de renovar la vida cultural española (admiran el
lenguaje poético de autores clásicos y por las formas populares del romancero). El surrealismo influye mucho aquí.
Primero destacan por una deshumanización y luego reaccionan con un claro compromiso social y político. Destacan
Federico García Lorca, Alberti, Vicente Aleixandre…