Reforzamiento Positivo y Reforzamiento Negativo

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REFORZAMIENTO POSITIVO Y REFORZAMIENTO NEGATIVO: TIPOS Y

DIFERENCIAS

Reforzamiento positivo y negativo son procesos psicológicos que tienen como fin


aumentar la probabilidad de repetir una determinada conducta.

En el caso del reforzamiento positivo, éste se basa en ofrecer un estímulo reforzador o
apetitivo después de la realización de un determinado comportamiento. Con ello se
pretende aumentar la probabilidad de esa respuesta en situaciones futuras.

Por otro lado, la clave del reforzamiento negativo consiste en fortalecer una determinada
conducta mediante la eliminación o prevención de un estímulo de naturaleza aversiva.

Reforzamiento positivo y reforzamiento negativo

El reforzamiento positivo y negativo se encuentran dentro del condicionamiento


instrumental. Es decir, un tipo de aprendizaje que se basa en el desarrollo, aumento y
mantenimiento de las conductas, pudiendo ser modificadas a través del manejo de las
consecuencias.

Según la situación en la que se ponga en marcha el aprendizaje instrumental, se llevará


a cabo un tipo determinado de respuesta con unos resultados concretos. 

Si el efecto de la conducta es satisfactoria para la persona, se trataría de un tipo de


estímulo apetitivo. En cambio, si el reforzador es negativo hablaríamos de un estímulo
de tipo aversivo.

En el caso del reforzamiento positivo, un ejemplo sería la obtención de una buena


calificación en el trabajo o recibir un plus económico a cambio de un buen trabajo hecho
en la oficina.

Por otra parte, en el caso del reforzamiento negativo la realización de una conducta
determinada derivará en la desaparición de un estímulo de naturaleza aversiva,
reforzando dicha conducta. 

Un ejemplo de reforzamiento negativo sería el niño que hace los deberes para evitar que
el profesor hable con sus padres y lo castiguen o salir antes de tiempo de casa para
evitar atascos y llegar antes al trabajo.

Ambos tipos de reforzamiento tienen como resultado incrementar la tasa de respuesta


futura del sujeto, ya sea proporcionando un estímulo apetitivo o eliminando un estímulo
aversivo.
Reforzamiento positivo

Como se ha podido describir anteriormente, el reforzamiento positivo es un proceso de


condicionamiento en el cual la respuesta emitida por la persona hace aumentar la
probabilidad de obtener un estímulo reforzador o apetitivo.

Este estímulo produce un incremento en la tasa de respuesta del sujeto. De hecho, para
identificarlo de manera más concreta se puede pensar que la persona tuvo que realizar
un tipo determinado de conducta para lograr algo en concreto. 

En esta línea, hay que tener en cuenta las características y ambiente de un individuo o
grupo para determinar cuál es el estímulo más adecuado que sirva como reforzador más
positivo. Por este motivo es importante saber cuáles son los tipos de reforzadores que
llevan al sujeto a modificar su comportamiento.

Tipos de reforzadores positivos

Reforzadores primarios

Existen diversos tipos de reforzadores como son los reforzadores primarios o


incondicionados que no necesitan de un aprendizaje previo para poder actuar como tal.
Como ejemplo de este tipo tendríamos la comida o el sexo.

Reforzadores secundarios

Otro tipo de reforzador serían los secundarios o condicionados, los cuales han requerido
de un aprendizaje o asociación previa para actuar como reforzador. Este tipo de
reforzadores son generalizados y tienen una asociación con un reforzador primario o
secundario, como sería el dinero o la atención.

Reforzadores naturales

Por otro lado, existen reforzadores que pueden ser naturales o que se emplean de
manera normal en el contexto de la persona. En contraposición se encuentran los
reforzadores artificiales y que premian la conducta con algún juego. 

Reforzadores materiales

A su vez, también existen reforzadores materiales como son los juguetes, los libros y la
ropa. Y dentro de esta categoría identificamos otros reforzadores de carácter social
como son los elogios. Éstos últimos permiten que haya una retroalimentación
informativa positiva que permite informar a la persona sobre su comportamiento.

En otro ámbito destacan los reforzadores de actividad donde el sujeto realiza una serie
de actividades puestas en marcha por si mismo para recibir una recompensa. 
Reforzadores extrínsecos e intrínseco

Dentro de esta lista, se identifican además reforzadores de carácter extrínseco cuya


conducta es reforzada por factores externos.

Por otro lado, se distingue el reforzador intrínseco donde la conducta se mantiene y se


realiza sin la aparición de reforzadores externos. En este caso la conducta actúa por sí
misma como un reforzador debido a una historia previa de reforzamiento extrínseco.

Por lo general, la conexión entre la conducta y el reforzador será más potente cuando el
tiempo que transcurra entre ambos sea menor. 

A su vez, influyen también distintos factores que permiten que el reforzador sea positivo
o negativo para los sujetos como: el tipo de programa de reforzamiento, su intensidad,
magnitud y duración, entre otros. De esta manera, se aconseja adaptar estos
reforzadores nombrados al tipo de persona y a la situación en la que se vaya a llevar a
cabo el condicionamiento.

Para realizar más fácil la tarea anterior, te dejo una guía práctica para aplicar el
reforzamiento positivo:

 Delimitar la conducta o conductas que se quieren incrementar.


 Elegir reforzadores adaptados a la persona concreta.
 Elegir reforzadores que de manera frecuente no estén al alcance de esa
persona.
 Informar sobre la contingencia o relación entre estímulo, respuesta y
consecuente (reforzador).
 Si la conducta a la que se pretende llegar no existe en el repertorio conductual
de la persona se pueden utilizar técnicas como el moldeamiento, instrucciones o
guías.
 El reforzador tiene que ser contingente a la respuesta o conducta del sujeto.
 El reforzador debe ser entregado de manera inmediata posterior a la conducta,
por ejemplo si es material. 
 Utilizar también reforzadores sociales así como indicar la conducta correcta
realizada.
 Usar un reforzamiento continuo al principio del condicionamiento, para después
pasar a un programa de reforzamiento intermitente que mantenga la conducta.

Reforzamiento negativo

Con este procedimiento se puede llegar a conseguir que la persona incremente la tasa
de respuesta de una conducta determinada para evitar la aparición de un estímulo o
consecuente negativo. En este sentido, la respuesta retira o previene un suceso
desagradable.

Existen dos tipos de procedimientos de reforzamiento negativo: la evitación y el escape.


Por evitación se entiende la realización de una respuesta instrumental que evita la
llegada de un estímulo aversivo. Un ejemplo de ello sería el joven que coloca el
ordenador dentro de su cuarto para que sus padres no lo molesten. Los estímulos
aversivos implican malestar físico y psicológico.

Como dato importante, no se debe confundir el reforzamiento negativo con el castigo;


error cada vez más frecuente. 

El castigo es un procedimiento que debilita o hace disminuir la tasa de respuesta en el


individuo al proporcionar un estímulo aversivo (castigo positivo) o al eliminar un estímulo
agradable o positivo (castigo negativo). En este enlace puedes consultar algunas formas
de castigo efectivo. 

Al igual que con el reforzamiento positivo, te dejo una guía muy útil para poner en
marcha este tipo último de reforzamiento explicado:

 Determinar las conductas que se quieren aumentar.


 Seleccionar un estímulo o estímulos aversivos para la persona.
 En el caso del procedimiento de escape eliminar el estímulo aversivo cada vez
que dé la conducta. Y en la evitación cada vez que la persona no ejecute la
conducta aplicar el estímulo aversivo.
 El procedimiento de evitación es mejor que el de escape ya que en el primero el
estímulo negativo aparece solo cuando la conducta no se da y aquí la conducta
tiende a mantenerse a pesar de no presentarse ese estímulo aversivo.
 Utilizar estímulos como instrucciones verbales o escritas para explicar a la
persona que si emite un determinado comportamiento podrá prevenir o eliminar
ese estímulo molesto para él.
 Estos procedimientos al implicar estímulos aversivos deben de ser utilizados con
precaución ya que pueden ser perjudiciales para la persona apareciendo efectos
secundarios como hostilidad o agresividad.
 Para fortalecer y aumentar la probabilidad de ocurrencia de la conducta
deseada y disminuir los posibles efectos secundarios de estos procedimientos,
deben utilizarse conjuntamente con técnicas de reforzamiento positivo.

¿Qué es un programa de reforzamiento?

En el condicionamiento operante, los programas de reforzamiento son muy importantes


a la hora de empezar un proceso de aprendizaje. Son reglas que determinan el momento
y la forma en la que una conducta va a ir seguida de un reforzador.

Estos programas influyen en la rapidez del aprendizaje, la frecuencia de la respuesta y


de las pausas después del reforzamiento, o el tiempo en el que se sigue ejecutando
dicha respuesta una vez ha cesado el refuerzo.

Tipos de programas de reforzamiento

Para que se adquiera rápidamente la conducta se recurriría a un reforzamiento continuo


y posteriormente a un reforzamiento parcial o intermitente para que la conducta
aprendida se mantenga, evitando así su extinción. Lo ideal es jugar a combinarlos
ambos. 
Reforzamiento continuo

En las primeras etapas del aprendizaje es el tipo de reforzamiento al que más se recurre
para establecer una fuerte asociación entre respuesta y estímulo consecuente o
reforzador. Una vez establecida dicha asociación, el reforzamiento suele ser más
intermitente.

Se denomina continuo porque el individuo ejecuta una respuesta instrumental deseada


para reforzar un comportamiento. 

Reforzamiento parcial

En este caso, las respuestas o comportamientos son reforzados en algunas ocasiones y


no de manera continuada como en el caso anterior.

Las conductas se adquieren más lentamente pero son más resistentes a la extinción o
cese de ejecución de la conducta aprendida debido a que el reforzamiento se vuelve
impredecible produciendo un patrón de respuesta más persistente. Asimismo, dentro de
este tipo existen cuatro subtipos:

1- Razón fija

Los programas de reforzamiento continuo son también programas de reforzamiento


parcial de razón fija 1, ya que cada vez que el sujeto dé una respuesta obtendrá el
reforzador.

2- Razón variable

En este caso el número de respuestas que el sujeto debe realizar para poder obtener el
reforzador es variable.

Con esto se evita que la persona llegue a predecir cuál sería el número de respuestas
que debe dar para poder conseguir el reforzador.

3- Intervalo fijo

En los programas de intervalo, la obtención del reforzador no va a depender del número


de respuestas dadas sino que va a estar influido por el transcurso del tiempo.

En los programas de intervalo fijo el tiempo establecido para obtener el reforzador no


varía. A su vez, provoca una tasa alta de respuesta cuando se sabe que el reforzador
está próximo.

4- Intervalo variable

La obtención del reforzador en este procedimiento también va a depender del tiempo


que transcurra.
La diferencia con el anterior radica en que este tiempo es variable, es decir, las
respuestas se refuerzan si se realizan pasados un intervalo de tiempo variable desde el
anterior reforzador.

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