Narracion de Historias

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 7

NARRACION DE HISTORIAS

  Definición: Dios ha puesto en el corazón del hombre un interés innegable


hacia sus semejantes. La mayoría de los relatos nos hablan de ciertas personas
y de lo que han hecho. Como consecuencia a todo el mundo le gusta escuchar
los relatos, especialmente los niños se sienten encantados al escuchar un
relato, y si somos hábiles, podemos mantener completamente su atención
mientras les contamos una historia.

1. Estos son los siete puntos esenciales para la buena narración de una
historia:
a. Seleccionar el relato.
b. Conocerlo.
c. Sentirlo.
d. Analizarlo y bosquejarlo.
e. Modificarlo de acuerdo con las necesidades
f. Presentarlo en forma sencilla, directa y expresiva.
g. Tener un propósito.

a. ¿De dónde selecciono el relato?


Si bien es cierto que es algo escaso el material adecuado de que
dispone el castellano, hay fuentes que indudable valor:

o La Biblia, en primer lugar, es una riquísima mina de relatos


excelentes.
o Nuestros libros juveniles y revistas, en segundo lugar.
o La serie el "Gran Conflicto" escrito por nuestra hermana Elena de
White.
o Las misiones, la historia d ella Iglesia, la historia secular y las
experiencias propias del narrador.
o Otra fuente es la naturaleza.

b. ¿Cómo lo conozco?
El conocimiento de la historia implica que debes de leerla
cuidadosamente y releerla varias veces. También debes obligar a tu
memoria a que la retenga en líneas generales (la memoria es una
facultad dócil: retiene lo que le ordenas que guarde, pero es
completamente ineficaz si desconfías de ella). Una vez aprendida, debes
practicarla en voz alta, esto es muy importante, pues proporciona una
fluidez y naturalidad que difícilmente puedes alcanzar de otra manera.
Si tienes la suerte de contar con un amigo o pariente, de buen juicio,
bien provisto de paciencia y que este dispuesto a escuchar tus prácticas,
tanto mejor. Las críticas que recibas son de un valor positivo, ya que
con ellas iras eliminando errores que afean la narración.
Este requisito implica no sólo el conocimiento de los puntos resaltantes,
sino también de algunos detalles y expresiones faciales, que añaden
mucho a la belleza del relato y que conviene que recuerdes.

c. ¿Cómo sentirlo?
Tienes que sentir la historia. No sólo hay que repetir las palabras, sino
también ver la escena en nuestra mente y sentirla en nuestro ser: a esto
se le llama "VIVIR EL RELATO".
Tienes que emplear la imaginación. Al narrar un acontecimiento
histórico, no debes usar esta facultad para inventar hechos, sino para
darles vida. Si se trata de un relato antiguo, debes hacer lo posible por
sentir la época en que se desarrolló. Si se refiere a un país lejano, debes
reconstruir su ambiente, hasta donde sea posible.
Este requisito de la narración de historias recibe a veces el nombre de
sentido dramático. El don que crea el drama está presente, en mayor o
en menor grado, en casi cada persona y su cultivo correcto y de
dirección adecuada constituyen una parte resaltante de la preparación
del narrador de historias. Y no sólo de éste, sino también del maestro y
del predicador.

d. ¿Cómo lo analizo y lo bosquejo?


En este caso, el verbo analizar implica que debes dividir la historia en
partes o episodios y ver su ilación lógica. Cuando aprendes bien un
relato, realizas inconscientemente ese análisis. Ahora bien, si haces esto
con premeditación y orden, adquirirás un dominio completo de la
narración y una soltura y naturalidad al contarla, que es difícil de
obtener si no se recurre a este medio.
El bosquejo es de análisis escrito. Es muy difícil que la inteligencia
ordene con claridad y precisión las diferentes partes de todo un relato,
sobre todo si este es largo. En cambio, una vez que tengas ante tu vista
los diversos acápites y sus partes secundarias, la memoria retendrá
fácilmente el bosquejo.

e. ¿Por qué modificarlo?


Debes modificar la historia de acuerdo con las necesidades particulares
de una situación determinada: especialmente la edad de los niños,
cambio de estilo, selección del material adecuado, abreviación y
amplificación.
El estilo implica las palabras que tienes que usar, así como la forma de
mejorar tu expresión. El tono en el que hablas, las inflexiones de tu voz,
tus ademanes y aún los gestos de tu cara, en la medida de lo posible,
deben estar regidos por un buen juicio. Los ensayos no están de más.
Claro está que no has de llegar a extremos declamatorios.

f. ¿Por qué debo presentarlo en forma sencilla, directa y expresiva?


El presentarlo en una forma sencilla significa que no debes utilizar
palabras que desconozcan las personas que escucharan la historia.
Debes ser directo en el punto que quieres resaltar y no dar tantas
vueltas para llegar a la lección que quieres que tenga la historia. Tienes
que darle expresión al relato, pero recuerda que un dramatismo
exagerado es un error y la falta de este constituye la equivocación
opuesta.

g. ¿Por qué mi historia debe tener un propósito?


El propósito de la historia debe estar íntimamente relacionado con el
punto culminante de la misma. Sin el uno, no puede existir el otro.
Tu deseo debe ser enseñar nobles cualidades de carácter, inculcar en
tus oyentes, de un modo especial, en los niños, motivos inspiradores
para una vida elevada. Nuestro propósito es que admiren a los héroes
que hacemos desfilar ante ellos. Y también procura que disfruten de una
sana diversión.
El propósito que tengas al contar una historia, en gran manera influye
en la forma que das el relato. Muchas narraciones contienen más de una
lección y la que hagas resaltar será la que produzca más impresión. De
aquí que debas indagar cual es el fin que persigue la historia, para que
puedas presentarla con claridad y con el énfasis debido.
 

2. Menciona una fuente en donde hayas encontrado material para tus


historias de cada una de las siguientes categorías y relata dos historias
de cada categoría.

a. Historia Sagrada.: La Bliblia, Patrarcas y Profetas, Profetas y


Reyes, Deseado de Todas las Gentes.
b. Historia de la Iglesia. Nuestra Herencia, Manual J.A., Internet
c. Naturaleza. Manual M.V., Internet, Discovery Kids
d. Enseñanza de valores. Matutinas varias, Biblia
e. Lecciones objetivas con ayuda de material visual. Manuales de
Clases de Niños (Cuna, Infante, Primarios)
 

2. Hacer un bosquejo por escrito de una historia, la cual se deberá narrar,


que no tenga menos de diez divisiones.
 
3. Explicar bajo qué circunstancias y cómo se debe modificar el material
del relato respecto:

f. Al estilo. : Edad de los niños, y cultura de estos (ver al final del


documento ayuda para relatar historias a clases de niños de es
cuela sabática"
g. A la omisión de material indeseable. Debemos "saltarnos" las
partes desagradables, es decir, Podemos contar la historia de
David y Goliat, pero no contar que David le cortó la cabeza a
Goliat, si la audiencia es infantil.
h. A la síntesis de la narración. Mientras mas pequeños los niños
mas cortas las historias, y con menos detalles.
i. A la ampliación del relato. Publico mas grande (Intermediarios,
Juvenil, Clase Pionero en adelante) relato mas amplio con mas
detalles.

4. Explicar por qué es necesario tener un blanco bien definido al relatar


una historia

La elección de la historia debe estar de acuerdo con la edad de los


oyentes y la ocasión en que la vayas a relatar. Debes elegirla de acuerdo
con el propósito de la enseñanza que deseas impartir.
Hay multitud de historias y relatos hoy en día; muy pocos son
excelentes, la mayoría son perniciosos. Es por esta razón que debes
elegir con mucho cuidado tu historia. Los relatos de fábulas, mitos y
leyendas son de un valor dudoso y con frecuencia, producen más daño
que provecho al presentarlos. Las alegorías no entran en esta clase
como tampoco las parábolas.
Debes tener siempre en cuenta que un relato debe contar con estos tres
propósitos:

j. Dar placer: No hay nada en el mundo de mayor importancia que


hacer felices a otros. Un buen humor en el hogar o en la escuela
ayuda más a resolver los problemas de la vida que cualquier otra
cosa. El relatar historias vale la pena porque da placer.
k. Enseña verdades: Los niños pequeños no pueden razonar ni
comprender ideas abstractas como pueden hacerlo los adultos,
por lo tanto un vivo e interesante relato es le medio más
apropiado para enseñarles las verdades. Y aún en el caso de una
mentalidad ejercitada recibirá con más facilidad y placer la
enseñanza que deseamos impartirle si la revestimos del manto
encantador de una narración adecuada.
l. Inspira a la imitación: La imitación es otra cualidad que Dios ha
implantado en nuestra naturaleza. En lugar de decirnos lo que
debemos hacer, los relatos nos indican lo que otra persona hizo
frente a circunstancias semejantes. ¿Damos a los niños y a los
jóvenes la formación de torcidos ídolos y perversos ideales?
Debemos procurar que nuestros relatos sean altamente
inspiradores y graben en nuestros oyentes el deseo de imitar la
vida de Jesús, Moisés, David, Esther, etc.

Siendo que el relato es tan poderoso para dar placer, enseñar la verdad
e inspirar a la imitación es necesario que aprendamos debidamente este
arte y en la medida de lo posible, escójanse relatos de acuerdo con lo
que podríamos llamar la regla de las tres "ies": Ser Interesantes,
Instructivas e Inspiradoras.

5. . Relatar una historia bíblica a un grupo de niños no mayores de cinco


años.
6. Narrar una historia bíblica a un grupo de niños no mayores de doce
años.
7. Contar dos historias de misioneros en campo extranjero, de por lo
menos cinco minutos de duración cada una de ellas.
8. Relatar dos episodios de la historia de la Iglesia Adventista.
9. Narrar dos historias sacadas de la naturaleza.
10.Contar una historia que enseñe principios de higiene.

Reglas para la Narración de Historias

Existen tres pequeñas reglas para la narración de historias. La historia deberá


narrarse: simple, directa y expresivamente.

a. SIMPLE. Para narrar una historia en forma simple significa que el


vocabulario deberá estar de acuerdo a la edad y que deberá excluirse
cualquier material que no sea pertinente. Pero ésto significa algo más:
también significa que el narrador deberá conocer los niños, la forma como
piensan y las cosas que les atraen o apelan.
Otra cosa que agrega o ayuda a simplificar las historias para los otros niños
es el ritmo de una frase que se repite. Es precioso a los oídos de los niños
el oír frases que se repiten como lo es la melodía de un himno para los
adultos.}
 
b. DIRECTA. Para que el cuadro sea comprendido con claridad deberá ser
narrado directamente, sin darle tanta vuelta, ésto evitará la confusión. Frases
como: Oh, me olvidé de decirles..., oh, ésto me hace recordar..., deberán ser
omitidas
Es como si existiera una carretera que nos guía de una ciudad a otra y ésta
tuviera muchos cruces de caminos e intersecciones de modo que el viajero a
menos, que esté muy alerta correría el peligro de perderse. Por eso se hace
necesario que el narrador escoja bien su tema, se mantenga alerta en el tema
desde el principio hasta el final. En otras palabras, el narrador deberá
mantenerse en la carretera.
Para ilustrar ésto miremos como el narrador perdió su ruta:

EL PEQUEÑO NIÑO LLAMADO MOISES Hace mucho tiempo había un niño


llamado Moisés. Oh, por supuesto su madre no fue la que le puso ese nombre.
Oh no, fue la Princesa que lo encontró flotando en la canasta quien lo nombró
así. Y esa princesa era la hija de un malvado rey llamado Faraón. ¿Y saben
ustedes que? Ellos miraban a este malvado rey que salía a pasear en una
carroza de oro y los caballos que tiraban de la carroza estaban adornados con
oro puro y cuando el rey regresaba de su paseo al palacio se sentaba en un
precioso trono blanco hecho de oro y sus sirvientes lo abanicaban con unos
abanicos hechos de plumas bellísimas los cuales tenían un poquito de verde,
un poquito de rojo y un poquito de oro y en sus extremos tenía algo que
parecía como un ojo grande.
Análisis:
¿Qué fue lo que pasó con el pequeño niño Moisés? Se perdió en la amplia
descripción que se dio del resto de las cosas que no tenían la menor
importancia con el tema que habíamos elegido. Ustedes se ríen, pero les
aseguro que muchos maestros inexpertos cuentan la historia muy semejante a
lo que acabamos de ilustrar y después se sorprenden porque los niños no les
prestan atención.
 

EXPRESIVAMENTE. Para narrar la historia con expresión quiere decir que el


narrador deberá usar sus ojos, sus labios, sus manos y en algunas ocasiones
su cuerpo entero, tanto como SU voz de modo que Pueda expresar las
emociones que contiene la historia. El narrador no deberá estudiar estos
gestos ni hacer anotaciones de cuando reír, apuntar, levantar la voz, susurrar o
mirar con 5Orpresa. Si lo hace sus gestos serán mecánicos.
La regla es simple, y nos lleva al principio de VER SU HISTORIA. El narrador
deberá ver con su imaginación los personajes de la historia, viviendo,
hablando, yendo y viniendo. Así cuando narre la historia, que ha visto, él
hablará para ellos, hablará como ellos, se moverá como ellos. Con un poco de
práctica se encontrará narrando la historia con expresión.
 

También podría gustarte