Excreción en Turbelarios

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- Nefridios: Son estructuras de excreción en invertebrados,

pueden ser metanefridios o protonefridos, más una serie de


variantes evolutivas que implican la combinación de nefridios
con estructuras mesodérmicas, en el caso de que estas se
presenten, y se nombran nefromixios.

- Protonefridios: Estructuras de excreción en forma de tubo


(nefroducto) con una célula terminal y abierta hacia el exterior
por un poro al cual se nombra nefridoporo. Se pueden clasificar
segun el tipo de ducto: si son ciliados; solenocitos; si tienen
uno o dos flagelos, bulbos flamígeros.
- Excreción en turbelarios: Los protonefridios de los turbelarios son bulbos en llama y
pueden estar presentes de manera independiente, como en algunos catenúlidos, o en
parejas, cuyo número puede oscilar desde un único par a muchos pares, según el grupo
del que se trate. Los protonefridios están conectados por una red de túbulos colectores
que terminan en uno o dos poros nefridianos. Los protonefridios de los turbelarios tienen
principalmente una función osmorreguladora. Aunque excretan pequeñas cantidades de
amoniaco a través de los protonefridios, la mayoría de los desechos nitrogenados los
desechan por difusión a través de la pared del cuerpo (Brusca y Brusca, 2003).
- Excreción en trematodos: Los trematodos poseen un numero variable de protonefridios,
también del tipo de bulbos flamígeros, y 2 nefroductos que desembocan en una vejiga en
la que se almacenan los desechos y que en los trematodos digenéticos abre al exterior por
medio de un poro excretor posterior, mientras que los trematodos monogenéticos lo
hacen mediante un par de poros excretores anteriores. Los desechos nitrogenados en
forma de amoniaco se eliminan principalmente a través del tegumento y los
protonefridios son, fundamentalmente, órganos de osmorregulacion (Brusca y Brusca,
2003).
- Excreción en cestodos: Estos tienen númerosos protonefridios, del tipo bulbos en llama,
repartidos por todo el cuerpo. Dichos bulbos desembocan en dos pares de poros de
conductos excretores, un par laterodorsal y otro lateroventral, que recorren
longitudinalmente todo el cuerpo. Aunque puede haber algunas variaciones, los conductos
lateroventrales suelen estar conectados uno con otro, por medio de canales transversales
situados cerca del final de cada uno de los proglótides. En los animales relativamente
jóvenes, en los que aún no se ha desprendido ningún proglótide, los conductos excretores
finalizan en una vejiga excretora situada en el último proglótide del cuerpo. Cuando este
último proglótide se desprende, los conductos excretores desembocan
independientemente al exterior, en el margen posterior del nuevo último proglótide.
Probablemente los protonefridios de los cestodos actúen tanto en la excreción como en la
osmorregulación de algunos ácidos orgánicos que se obtienen como productos del
metabolismo celular anaerobio. Algunos estudios sugieren que los cestodos son capaces
de precipitar y almacenar en los proglótides algunas sustancias de desecho (Brusca y
Brusca, 2003).
Universidad Nacional Autónoma de México.

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza.

Sistema excretor en las diferentes clases de platelmintos.

Morales Santos Carlos Cesár.

Morfofisiologia animal.

Grupo: 1402
Bibliografía:

- Brusca RC, Brusca GJ. 2003. Invertebrados. McGraw-Hill


Interamericana. p. 325.

Recursos electrónicos:

- http://www.usc.es/export/sites/default/gl/investigacion/grup
os/malaterra/publicaciones/Invertebrados_Lecciones/Leccion
_17_Los_Turbelarios.pdf

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