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TEMA IV. DE LA PARTICIÓN.

LA PARTICION JUDICIAL CONTENCIOSA. CLASES DE PARTICION.


NATURALEZA JURIDICA DE LA PARTICION. PROCEDIMIENTO DE LA
PARTICION JUDICIAL CONTENSIOSA. SITUACIONES QUE SE PUEDEN
PRESENTAR EN LA CONTESTACION DE LA DEMANDA. MEDIDAS
PREVENTIVAS. PARTIDORES. CONCEPTO. DOCUMENTO DE PARTICION.
OBJECIONES DE LAS PARTES. REPAROS LEVES. REPAROS GRAVES.
PARTICION AMIGABLE.

La partición a señalado el Legislador que es necesaria a los fines de evitar


el estancamiento de la propiedad por cuanto esto sería contrario al orden público y
al interés social.

El legislador facilita la partición y además prohíbe el pacto de mantenerse


indefinidamente en comunidad tal como lo prevé el artículo 768 CCV.

Art. 768 CCV A nadie puede obligarse a permanecer en comunidad y


siempre puede cualquiera de los partícipes demandar la partición.
Sin embargo es válido el pacto de que se deba permanecer en comunidad
por un tiempo determinado, no mayor de cinco años .
La autoridad  judicial, sin embargo, cuando lo exijan graves y urgentes
circunstancias, puede ordenar la división de la cosa común, aun antes del tiempo
convenido.

El procedimiento de partición es aplicable a toda clase de partición bien sea


hereditaria, conyugal o de cualquier otra linea.

CLASES DE PARTICION

1.)                  La partición judicial contenciosa regida en el Código de


Procedimiento Civil en los artículos 777 y siguientes.
2.)                  Partición judicial no contenciosa establecida en los artículos
1069 y siguientes del Código Civil.
3.)                  Partición extrajudicial o amistosa establecida en el artículo
1066 del CC y 788 del CPC.

NATURALEZA JURIDICA DE LA PARTICION

En cuanto a esta se puede afirmar que es una acción personal y constitutiva


por cuanto tiende a modificar una situación jurídica preexistente sustituyéndola por
una nueva situación. Efectivamente como consecuencia de la apertura de la
sucesión se produce entre los herederos y con respecto a los bienes del de cujus
el acervo hereditario, es decir, un estado de comunidad que por ser una situación
anómala debe desaparecer y esto se logra ciertamente con la partición.

Se discute también si se trata de un titulo traslativo de la propiedad o


simplemente declarativo de la misma. Esto se ha discutido ampliamente en la
doctrina tanto nacional como extranjera. Para los Romanos se trataba de un titulo
traslativo de la propiedad, para la doctrina Francesa en el caso de la partición lo
que se produce es un título declarativo de la propiedad. En Venezuela la doctrina
a concluido que lo que se otorga es un titulo traslativo de la Propiedad.

PROCEDIMIENTO DE PARTICION JUDICIAL CONTENCIOSA


La demanda de partición   comienza con un libelo en el cual deberá
explicarse y señalarse el nombre de todos los condóminos, la porción que aquellos
corresponde y además un inventario pormenorizado de todos los bienes, rentas,
deudas que tiene la comunidad deberá ir acompañada la demanda con todos los
recaudos y por todos los títulos demostrativos de la propiedad.

El Juez debe analizar la demanda y sus recaudos y se observa la existencia


de otros condóminos deberá ordenar la citación de este.

Admitida la demanda el Juez ordenará la citación de los demandados para


el acto de la contestación de la demanda.

SITUACIONES QUE PUEDEN PRESENTARSE EN LA CONTESTACION


DE LA DEMANDA

a.)                  Lo previsto en el Artículo 778, es decir, que no haya oposición


a la partición, ni discusión sobre el carácter o cuota del heredero, siendo así el
Juez emplazará a las partes para el nombramiento del partidor. (al décimo día
después del acto de la Contestación de la Demanda) No existe confesión ficta en
los juicios de partición.

b.)                  Que haya contradicción por alegarse que la partición no debe


incluirse algunos bienes, es decir, contradicción al dominio común de algunos
bienes. En este caso estos bienes se tramitarán en cuadernos separados por los
trámites de juicio ordinario y con respecto a los otros bienes se procederá al
nombramiento del partidor y a la partición  misma.

c.) Si se alega y se objeta el carácter o cuota de los herederos se tramitará


todo por el juicio ordinario y luego de decidir se emplazará a las partes para el
nombramiento del partidor.

(Si se pueden plantear cuestiones previas)

MEDIDAS PREVENTIVAS

En el juicio de partición puede dictarse cualquiera de las medidas


preventivas nominadas e innominadas establecidas en el CPC, especificamente
señaladas en el ordinal 4° del artículo 599, es decir, la medida de secuestro.

En cuanto a las medidas innominadas podemos mencionar el del


nombramiento  de un administrador que se encargue de las fincas o bienes que
son objeto de la herencia.

El Partidor  

¿Quién es el partidor? La ley no señala cuales son las características ni las


condiciones que debe tener el partidor, sin embargo, la jurisprudencia patria ha
establecido que debe tratarse de una persona que tenga conocimiento sobre el
asunto. Este partidor es nombrado por las partes o en algunos casos por el Juez.
Sus funciones son las de:

Partir los bienes del acervo hereditario y además hacer las adjudicaciones a
los fines de llevar acabo la partición, el partidor podrá ordenar levantamientos
topográficos, mandar a efectuar o realizar peritajes y cualquier otro trabajo que
sea necesario para cumplir su misión. Como todo funcionario será designado por
las partes, deberá prestar juramento, el Juez le fijará un término para que el
partidor presente el documento de partición, este término podrá prorrogarse por
una sola vez. Podríamos decir que el partidor es un arbitro.
Documento de Partición

El partidor estará obligado a presentar dentro del término establecido por el


Juez.

El documento de partición deberá cumplir con los siguientes requisitos:

a.)                  Un inventario pormenorizado de todos los bienes que forman


parte del acervo hereditario o de los bienes que se van a partir, identificación de
los beneficiarios, es decir, de los copartícipes.

b.)                  Deberá especificar la proporción que corresponde a los


herederos.

c.) Deberá especificar los bienes que les corresponde, se especificará


igualmente los haberes y el liquido factible.

d.)                  Indicaciones generales. Allí puede indicar el partidor todo lo


que considere conveniente para dar cumplimiento a las normas señaladas en el
CC del artículo 1059 al 1082 y así mismo las normas relativas al orden de
suceder.

e.) Este documento de partición debe ser homologado por el Tribunal.

Presentado el documento de partición se procede a la ejecución del bien en


el término de los diez días siguientes a su presentación.

Las partes pueden hacer las objeciones que considere pertinente, de


conformidad con el artículo 785 del CCV “Presentada la partición al Tribunal se
procederá a la revisión por los interesados en el término de los diez días
siguientes a su presentación. Si estos no formularen objeción alguna la
participación quedará concluida y así lo declarará el Tribunal. Si entre los
herederos hubiesen menores, entredichos o inhabilitados, será necesaria la
aprobación del Tribunal, previo un detenido examen de la partición”.

Hay que tener en cuenta que es necesaria la aprobación del tribunal cuando
se trata de incapaces.
Si la partición no es objeto de oposición esta debe ser homologada.

Las partes pueden hacer objeciones que se denominan:

a.)                  Reparos Leves
b.)                  Reparos Graves

a.) Reparos Leves

Son errores materiales tales como:


a.)                  errores de nombres
b.)                  de números
c.)                   de cantidades
d.)                identificación de los copartícipes, en este caso el Juez revisará
el documento de partición. Si son procedentes los reparos leves, ordenará al
partidor la corrección de los mismo y una vez corregido se procederá a la
homologación del documento.

b.) Reparos Graves
Artículo 787 del CPC en concordancia con el artículo 1120 del CC. Son
aquellos que suponen una lesión que exceda del cuarto de la parte del objetante
de la partición. Este reparo requiere entonces de un tratamiento distinto
presentado  el mismo, el Juez ordenará a las partes que efectúen una reunión
haber si allí llegan a un arreglo con respecto al reparo, si no es así, el Juez
decidirá dentro de los diez días siguientes y de esta decisión se oirá la apelación
en ambos efectos. Homologada la partición deberá registrarse a fin de que surta
efectos frente a terceros.

NOTA: En caso de aparecer un nuevo bien se hace una partición


complementaria.

PARTICION AMIGABLE

Art.788 CPC Lo dispuesto en este Capítulo no coarta el derecho que tienen


los interesados para practicar amigablemente la partición: pero si entre los
interesados hubiere menores, entredichos o inhabilitados, será necesaria la
aprobación del Tribunal competente, según el Código Civil y las leyes especiales.
 

(…)  Según el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de MANUEL


OSSORIO, la partición puede definirse de la siguiente manera: “Partición. El
concepto genérico conocido es el de división o reparto en dos o más partes o
entre dos o más partícipes. II Más en especial en el mundo jurídico, la distribución
o repartimiento de un patrimonio -singularmente la herencia o una masa social de
bienes- entre varias personas con iguales o diversos derechos sobre el
condominio a que se pone fin.”.
 
Entendiéndose la partición de bienes comunes, como el proceso de separación de
éstos que tiene por finalidad otorgar a cada una de las personas, que tiene
derechos sobre los bienes indivisos, la parte material o porción que realmente le
corresponde.

El procedimiento de partición se encuentra regulado en la Ley Adjetiva Civil, en el


artículo 777 y siguientes, y en este sentido se citan:

“…Artículo 777.- La demanda de partición o división de bienes comunes se


promoverá por los trámites del procedimiento ordinario y en ella se expresará
especialmente el título que origina la comunidad, los nombres de los condóminos y
la proporción en que deben dividirse los bienes.

Si de los recaudos presentados, el Juez deduce la existencia de otro u otros


condóminos, ordenará de oficio su citación…” Destacado del Tribunal.

Del artículo ut supra copiado se colige, que la demanda de partición o división de


bienes comunes, se promoverá por la vía del juicio ordinario; sin embargo, de los
artículos 778 y 780, que los prosigue, se preceptúa:
“…Artículo 778. En el acto de la contestación,(i) si no hubiere oposición a la
partición, (ii) ni discusión sobre el carácter o cuota de los interesados y (iii) la
demanda estuviere apoyada en instrumento fehaciente que acredite la existencia
de la comunidad, (iv) el Juez emplazará a las partes para el nombramiento del
partidor en el décimo día siguiente. El partidor será nombrado por mayoría
absoluta de personas y de haberes. (omissis)….” (Destacado del Tribunal)

“…Artículo 780. La contradicción relativa al dominio común respecto de alguno o


algunos de los bienes se sustanciará y decidirá por los trámites del procedimiento
ordinario en cuaderno separado, sin impedir la división de los demás bienes cuyo
condominio no sea contradicho y a este último efecto se emplazará a las partes
para el nombramiento del partidor.
Si hubiere discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, se sustanciará y
decidirá por los trámites del procedimiento ordinario y resuelto el juicio que
embarace la partición se emplazará a las partes para el nombramiento del
partidor…”. Destacado del Tribunal.
Asimismo, la Sala Civil en sentencia de fecha 02 de junio de 1999, en el juicio de
Antonio Contreras y otro contra José Fidel Moreno, estableció:

“… El juicio de partición está conformado por dos fases o etapas: una, que se
tramita por el procedimiento del juicio ordinario y, la otra, que es la partición
propiamente dicha.-
Aún cuando este proceso debe promoverse por los trámites del juicio ordinario, sin
embargo, esta vía solo se abre si hubiere oposición a la partición o se discutiera el
carácter o la cuota de los interesados. En el caso de que se contradiga la
demanda, el proceso continuará su curso hasta dictarse sentencia definitiva y el
supuesto de que ello no ocurriera comenzarán a practicarse las actuaciones
necesarias para el nombramiento del partidor, fase esta en la que se ejecutarán
las diligencias de determinación, valoración y distribución de los bienes…”.
Del contenido de las normas transcritas y la sentencia parcialmente aludida, se
puede colegir, que el juicio de partición se ve caracterizado por dos etapas bien
determinadas inequívocamente por el legislador, cuyos aspectos lo distingue el
acto de contestación de la demanda, y cada una tiene aspectos que la distinguen,
a saber:
1) Contestación sin oposición a la partición; en este primer supuesto, si no se
presenta oposición a la partición con respecto a algún o algunos bienes, o
discusión sobre el carácter o cuota de los comuneros, a los términos que se
planteó la partición en el correspondiente libelo, y la partición estuviere
fundamentada en instrumento fehaciente que acredite la comunidad, el Tribunal
declarará con lugar la partición, y en consecuencia, emplazará a las partes para el
nombramiento del partidor; en el décimo día siguientes, y estos casos no procede
recurso alguno.
2) Contestación con oposición a la partición, la cual puede ser total y parcial, que
recaiga sobre en algún o algunos bienes, o discusión sobre el carácter o cuota de
los comuneros, en los términos que se planteó la partición en el correspondiente
libelo, aun cuando no estuviere fundamentada en instrumento fehaciente que
acredite la comunidad, el Tribunal, con respecto a los bienes, carácter o cuota no
discutidas, declarará con lugar la partición, y en consecuencia emplazará a las
partes para el nombramiento del partidor; en el décimo día siguientes, y estos
casos no procede recurso alguno, y con respecto a la contradicción u oposición
continuará su sustanciación, por los mismos tramites del procedimiento ordinario
con el cual inicio, en cuaderno separado, a los fines de resolver sobre la partición
y nombramiento del partidor, contra las decisiones que se produzcan en esta
segunda hipótesis, se conceden tanto el recurso subjetivo procesal de apelación
como el extraordinario de casación. Este ha sido el criterio sostenido en forma
reiterada por nuestro Máximo Tribunal. Así se establece.
Entonces, llegada la oportunidad procesal para hacer oposición y los interesados
no la efectúan, ni discutan sobre el carácter o cuota de los interesados, se
entiende que están de acuerdo con los términos en que se demandó la partición;
en otras palabras, al no hacerse oposición, ni haber discusión sobre el carácter o
cuota de los interesados, no hay controversia, por lo que ante este supuesto el
legislador le dio facultades al juez para proferir un pronunciamiento, mediante el
cual declare procedente la partición, emplazando a las partes para que nombren
partidor, en el término señalado en el artículo 778 de la ley adjetiva procesal.
El contenido de esta norma rectora del procedimiento de partición (778 C.P.C), no
ofrece ninguna duda, el legislador le da a los interesados la oportunidad procesal
para que discutan los términos de la partición demandada, bien sea haciendo
oposición o discutiendo sobre el carácter o cuota de los interesados. Si los
interesados no hacen uso de este medio de defensa o lo ejercen
extemporáneamente o inequívocamente, no hay controversia, no hay discusión y
el Juez debe considerar declarar con lugar la partición por no haber objeciones
relacionadas con los supuestos indicados por la Ley.
En el caso de marras, se tiene que la parte demandada compareció dentro del
lapso para dar contestación a la demanda, en la oportunidad procesal prevista
para ello, dimanándose que, sobre los hechos alegados y el derecho invocado por
el demandante en el escrito libelar, presentó escrito de cuestiones previas
conforme el artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, las cuales por la
naturaleza del juicio de partición, resultaron inadmisibles, asimismo se evidencia
que la parte demandada no realizó oportunamente acción alguna que exprese con
claridad si conviene, contradice en todo o en parte, ni alegando razones, ni
excepciones que creyera conveniente, resultando posible verificar tanto del escrito
que presentó la parte demandada, que no existe oposición total o parcial sobre las
plusvalía que ganó el inmueble en el cual tenia fijada el domicilio conyugal con el
demandante, ni discusión sobre el carácter o cuota que corresponde a los
comuneros.
No obstante, la parte demandante solicita la partición de la plusvalía generada
sobre un bien inmueble del cual es propietario del 50%, adquirido antes del
matrimonio, y en ese sentido los artículos 148, 149, 151 y 163 del Código Civil
expresan:
“…(…)
Artículo 148. Entre marido y mujer, si no hubiere convención en contrario, son
comunes, de por mitad, las ganancias o beneficios que se obtengan durante el
matrimonio.
Artículo 149. Esta comunidad de los bienes gananciales comienza precisamente el
día de la celebración del matrimonio; cualquiera estipulación contraria será nula.
Artículo 151. Son bienes propios de los cónyuges los que pertenecen al marido y a
la mujer al tiempo de contraer matrimonio, y los que durante éste adquieran por
donación, herencia, legado o por cualquier otro Título lucrativo. Son también
propios los bienes derivados de las acciones naturales y la plusvalía de dichos
bienes, los tesoros, bienes muebles abandonados que hallare alguno de los
cónyuges, así como los vestidos, joyas y otros enseres u objetos de uso personal
o exclusivo de la mujer o el marido
Artículo 163. El aumento de valor por mejoras hechas en los bienes propios de los
cónyuges, con dinero de la comunidad, o por industria de los cónyuges, pertenece
a la comunidad…”
En este orden de ideas, el autor EMILIO CALVO BACA, en su obra Código Civil
Venezolano comentado, en relación con la comunidad de bienes, expresa:
“… Para Escriche, es la ‘sociedad que por disposición expresa de la Ley, existe
entre marido y mujer desde el momento de la celebración del matrimonio hasta su
disolución, en virtud del cual se hacen comunes de ambos los bienes gananciales,
de modo que después se partan por mitad entre ellos o sus herederos, aunque el
uno hubiese traído más capital que el otro’.
‘La comunidad conyugal es una sociedad universal de ganancias’, éste es el
concepto de nuestro legislador, puesto que el Código Civil en su Art. 1650 al
prohibir expresamente toda sociedad a título universal exceptúa de este
prohibición de la sociedad de ganancias entre cónyuges. La comunidad de bienes
o comunidad conyugal es régimen supletorio de la voluntad de los contrayentes,
por disposición del Art. 148.
Régimen de Gananciales. Indicamos que entre los ‘efectos del matrimonio’ está
también su régimen patrimonial, o sea el conjunto de normas referentes al
patrimonio de cada cónyuge, anterior a la celebración del matrimonio; el destino
de los bienes adquiridos durante el matrimonio o los adquiridos en ese mismo
periodo por uno solo de los esposos; con cuales bienes se han de solventar las
cargas del matrimonio y el destino de dichos bienes, una vez disuelta la sociedad
conyugal.
En doctrina se han planteado diferentes sistemas y el adoptado por nuestra ley se
llama régimen de gananciales o comunidad de gananciales, o sea que por la
celebración del matrimonio se constituye entre marido y mujer una sociedad en
que puede haber bienes propios de cada cónyuge y bienes comunes. Ninguno de
los cónyuges puede renunciar a esta sociedad ni a sus efectos.
Los esposos no pueden convenir un régimen distinto al fijado por la ley, por ser
éste de orden público…”
De las norman transcrita se puede colegir el régimen jurídico que ha de aplicarse a
los bienes habidos durante y hasta la disolución del matrimonio, y en ese sentido
se infiere que los derechos de propiedad sobre el 50% el bien inmueble, respecto
del cual se pretende la plusvalía, fue adquirido antes del matrimonio en el año
1.989, es decir, que pertenece únicamente al cónyuge que lo obtuvo, lo cual se
desprende de la propia afirmación del demandante y se corrobora de la copia
simple de la certificación de gravamen. Así se establece.
En virtud de los razonamientos anteriores, se puede concluir que el 50% de los
derechos sobre el bien inmueble respecto del cual se plantea la plusvalía,
corresponde al demandante y no a la comunidad conyugal que existe entre el
demandante y la demandada, lo cual es suficiente y fehaciente elemento de
convicción que lleve al Juzgador a concluir que no existe plusvalía respecto de la
cual deba procederse a la partición y liquidación conforme a lo estatuido en el
articulo 168 del Código Civil, lo cual debe realizarse conforme a las reglas
comunes dispuestas en el Libro Primero, Capitulo XI del Código Civil, en una
proporción correspondiente, y en consecuencia, debe forzosamente declararse sin
lugar la demanda de partición. Así se decide.

http://caracas.tsj.gov.ve/DECISIONES/2013/AGOSTO/2116-13-AP11-V-2013-
000213-.HTML

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