Los Sueños Que Nos Despiertan
Los Sueños Que Nos Despiertan
Los Sueños Que Nos Despiertan
QUE NOS
DESPIERTAN
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¡Muchas bendiciones!
Introducción 5
Capítulo 1 7
Un visitante inesperado
La tela de araña
Oraciones olvidadas
El arlequín da la cara
Persiguiendo a mi enemigo
Una reprensión a tiempo
La oveja negra
Capítulo 2 16
En los postreros días
Capítulo 3 37
Pero el hombre no entiende
Capítulo 4 44
Aprendiendo de los sueños
El sueño de Abimelec
El sueño de José
El sueño del copero y el panadero de faraón
El sueño de Faraón
El sueño de un hombre cualquiera
El sueño de Pablo
El sueño del reloj que retrocede
Buscando una camisa desesperadamente
Subiendo una cuesta en bici
Donde hay Luz, hay Presencia
Hombres a los que Dios habló por medio
de sueños y visiones nocturnas
Capítulo 5 56
Animales
Colores
Números
Materiales y metales
Aprendiendo a interpretar nuestros sueños
Ejemplos de interpretación de sueños
Capítulo 6 82
10 Luces que guían nuestros pasos
La Biblia
El Espíritu Santo
La voz del espíritu: la conciencia
El sentir del espíritu: la intuición
La paz de Dios
Los sueños que nos despiertan
-3-
Consejos de hombres y mujeres con experiencia en las cosas
de Dios
Confirmación profética
Los ángeles
El sentido común
Sueños y visiones
Capítulo 7 92
Abre mis ojos para que pueda oírte
Capítulo 8 101
7 Consejos útiles
Introducción
Capítulo 1
Cuando el hombre olvida . . .
¡Dios recuerda!
Un visitante inesperado
Oraciones olvidadas
El arlequín da la cara
Persiguiendo a mi enemigo
La oveja negra
1. Profecía
2. Visiones
Una de las preguntas que más me suelen hacer las personas que
conocen mi gran interés por este tema tan apasionante como es el
de los sueños y las visiones es: ¿Por qué Dios nos habla en sueños
y en visiones nocturnas?
Después de meditar en esta pregunta, que yo mismo me he
hecho tantas veces, he llegado a la conclusión de que Dios habla
en sueños principalmente por cinco razones:
Este pasaje nos muestra una de las principales razones por la que
Dios se comunica con nosotros por medio de los sueños y visiones
nocturnas. La preposición “para” indica propósito y finalidad, según
el pasaje que acabo de citar Dios habla a los hombres para “quitar
al hombre de su obra y apartar del varón la soberbia”. Por eso la
mayoría de los sueños que he tenido han estado relacionados
conmigo y el mensaje que Dios me ha mostrado en ellos, ha sido un
mensaje de corrección (capítulo 1).
El corazón del rey Nabucodonosor estaba lleno de orgullo y
soberbia, se había acomodado en su reinado y se creía que todo
estaba bajo su control ¡Qué equivocado estaba! pero él no se daba
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cuenta de su triste situación espiritual hasta que un buen día Dios le
dio un sueño:
¡Dios nos da sueños para despertarnos! Dios usa los sueños para
mostrarnos situaciones que de otra manera no podríamos ver ni
aceptar, es interesante el pasaje que encontramos en el libro de
Job:
1. Carecen de un mensaje.
5. Carecen de fruto.
Capítulo 3
Pero el hombre no entiende
Razón 1
Por falta de conocimiento
Razón 2
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Por falta de fe
Razón 3
Por falta de deseo
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Pocos cristianos se van a la cama pensando que Dios puede
hablarles en sueños y muy pocos oran para que Dios les hable
mientras duermen. Normalmente cuando nos despertamos y nos
levantamos de nuestras camas para iniciar un nuevo día pasamos
un tiempo de oración, en este tiempo ponemos ese día en las
manos de Dios y esperamos que Dios obre, déjame hacerte una
pregunta, cuando nos ponemos el pijama para acostarnos
¿ponemos esa noche en las manos de Dios para que el pueda
obrar dándonos sueños y visiones? . . . Si no lo hacemos es por una
falta de deseo. El deseo nos lleva a orar para que Dios nos dé
sueños y visiones, el deseo nos hace que cada vez que nos
vayamos a dormir tengamos expectativa de recibir un mensaje de
Dios. La falta de deseo producirá todo lo contrario: apatía,
indiferencia, dejadez, comodidad, conformismo, desidia . . . ¿No te
ha pasado que has tenido un sueño impactante por el cual te
despertaste y en vez de orar y apuntarlo te volviste a dormir y
cuando te levantaste de nuevo ya no recordabas absolutamente
nada? . . . A mí sí me ha pasado lo que te acabo de decir y no veas
lo mal que sienta, pero la falta de deseo hará que sigamos
durmiendo en vez de levantarnos y ponernos a orar para saber si
Dios nos está tratando de decir algo.
Creo que deberíamos anhelar tener sueños y visiones,
deberíamos orar para que los sueños y las visiones de Dios sean
algo frecuente en nuestras vidas. La falta de deseo produce falta de
oración, falta de búsqueda, falta de expectativa . . . por tanto no
seamos pasivos, oremos y preparémonos para todo lo que Dios nos
quiera mostrar cuando dormimos.
Razón 4
Por falta de seriedad
Razón 5
Por falta de honestidad
Razón 6
Por falta de interés
Razón 7
Por falta de espiritualidad
El sueño de Abimelec
Génesis 20:1-7
El sueño de José
Génesis 37:9-11
José tenía diecisiete años cuando Dios le dio este sueño (Gé.
37:2). En este caso tenemos que el soñador y el intérprete son dos
personas diferentes, José tuvo el sueño y su padre lo interpretó. El
padre de José, Jacob, tendría que estar acostumbrado al lenguaje
simbólico que tantas veces aparece en los sueños y las visiones
porque cuando José cuenta el sueño, Jacob lo interpreta sin
ninguna duda ni dificultad.
El primer sueño que vimos no requería ninguna interpretación ya
que fue una conversación directa y clara, pero en este caso
tenemos símbolos que debían ser interpretados: el sol, la luna y las
estrellas.
Algo que llama la atención de este sueño es que la luna
representa la madre de José y su madre ya estaba muerta, debido a
esto, algunos rabinos afirman que un sueño puede contener algún
dato que no corresponda con la realidad aunque sea un sueño
espiritual de Dios.
Algo que también debemos resaltar es que el cumplimiento de
este sueño no fue inmediato lo cual no fue una piedra de tropiezo
para la vida de José sino una prueba de fe (tuvo que esperar
veintidós años para verlo hecho una realidad), aunque este sueño
no tuvo una inmediata realización, los sueños que veremos a
continuación y que el mismo José interpretó tuvieron un corto
tiempo de espera para su cumplimiento: tres días.
El sueño de Faraón
Génesis 41:1-32
El sueño de Pablo
Hechos 18:9-10
Animales
Referencias Bíblicas: Ex. 19:4 / Sal. 17:8; 91:4; 103:5 / Dt. 28:49;
32:11 / Pr. 23:5 / Is. 40:31 / Ez. 17:1-7 / Ap. 12:14
Referencias Bíblicas: Is. 40:11; 53:7 / Lc. 10:3 / Jn. 1:29, 36; 21:15
/ Hch. 8:32 / I P. 1:19 / Ap. 5:6, 8, 12, 13; 6:1, 9, 12, 16
Referencias Bíblicas: Job 41:1-9 / Sal. 74:14 / Is. 27:1 / Ap. 13:2;
12:7; 20:2
Referencias Bíblicas: Mt. 7:15 / Mt. 10:16 / Lc. 10:3 / Jn. 10:12 /
Hch. 20:29
Referencias Bíblicas: Cnt. 2:14; 5:2; 6:9 / Mt. 3:16 / Jn. 1:32
Peces = Hombres
Referencias Bíblicas: Ec. 10:8 / Lc. 10:19; 11:11 / II Co. 11:3 / Ap.
12:9, 15; 20:2
Colores
Referencias Bíblicas: Lv. 13:30, 32, 36 / Is. 29:22 / Jer. 30:6 / Ap.
6:8
Referencias Bíblicas: Sal. 51:7 / Ec. 9:8 / Is. 1:18 / Ap. 3:4; 19:4
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Referencias Bíblicas: Ju. 8:26 / Es. 8:15 / Lc. 16:19 / Jn. 19:2 / Ap.
17:4; 18:16 /
Números
Referencias Bíblicas: Gn. 1:16, 27; 25:23; 41:25, 32 / Ex. 4:9 / Ec.
4:9-12 / Mt. 18:19; 24:41 / Mc. 6:7 / Jn. 8:17 / Ga. 4:22 / I Ti. 5:19 /
Ap. 11:3
Referencias Bíblicas: Gn. 18:2, 6 / Nm. 15:9 / Is. 6:3 / Dn. 6:10;
10:2 / Mt. 12:39-40 / Mc. 14:58 / Lc. 13:32; 22:61 / Hch. 10:16 / II
Co. 12:8 / He. 11:23 / I Jn. 5:7 / Ap. 4:8
Referencias Bíblicas: Ez. 7:2 / Zac. 2:6 / Mt. 24:31 / Ap. 4:7; 5:9;
7:9; 10:11; 13:7; 14:6; 17:15; 20:8
Referencias Bíblicas: Gn. 2:2 / Lv. 14:7 / Pr. 24:16 / Ap. 1:20; 5:6 /
Referencias Bíblicas: Lv. 12:3 / Lc. 2:21; 9:28 / Jn. 20:28 / I P. 3:20
Referencias Bíblicas: Gn. 31:41 / Ex. 12:18 / Lv. 23:5 / Nm. 9:5 / I
R. 8:65 / Est. 9:17
Veinte: Expectativa
Veintidós: Desorganización
Doscientos: Insuficiencia
Materiales y metales
Referencias Bíblicas: Is. 64:8 / Jer. 18:6 / Dn. 2:42 / Ro. 9:21
Referencias Bíblicas: Ex. 27:1-6 / Lv. 26:19 / Nm. 21:9 / Dt. 28:3;
33:26 / Ju. 16:21 / I S. 17:5-6 / II S. 22:35 / Sal. 107:16 / Is. 48:4 /
Jer. 1:18; 6:28 / Zac. 6:1 / Ap. 1:15
Estaño: Impureza
Referencias Bíblicas: Dt. 4:28 / Is. 37:19; 44:19 / Je. 3:9 / Lm. 4:8 /
Ez. 20:32 / Hab. 2:19
Referencias Bíblicas: Ez. 11:19; 20:32; 30:22 / Je. 3:9 / Hab. 2:19 /
Hch. 4:11 / Ro. 9:33 / II Co. 3:3 / Ef. 2:20 / I P. 2:4-8
Sueño:
Interpretación:
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Sueño
Interpretación
Sueño
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Sueño:
Interpretación:
Por todo lo que hemos visto hasta ahora, podemos afirmar que
efectivamente Dios habla en sueños y nos puede mostrar el camino
que debemos andar a través de sueños y visiones, pero Dios nos
ha dejado otras luces que debemos tener en cuenta a la hora de
tomar una decisión, yo no tomaría ninguna decisión teniendo
solamente una luz, Dios nos ha dejado varias luces para que
nuestros pies no se desvíen y tengamos plena seguridad en El de
las decisiones que tomamos.
Tomar las decisiones correctas es muy importante porque
estamos donde estamos y somos lo que somos por todas y cada
una de las decisiones que tomamos en el pasado.
Saber la voluntad de Dios y tomar decisiones correctas es
fundamental para nuestro buen desarrollo espiritual, por eso en este
capítulo vamos a estar viendo lo que Dios nos ha dejado para saber
cuál es su perfecta voluntad y para poder tomar decisiones buenas
y acertadas.
Hay 10 luces que debemos considerar:
Primera Luz
La Biblia
Segunda Luz
El Espíritu Santo
Como hemos podido leer Felipe fue guiado por el Espíritu Santo.
En otras ocasiones, el Espíritu Santo puede prohibirnos hacer algo.
Tercera Luz
La voz del espíritu: La conciencia
Cuarta Luz
El sentir del espíritu: La intuición
Quinta Luz
La paz de Dios
La Biblia nos dice que Jesús encamina nuestros pies por camino
de paz, si no tenemos paz en nuestro caminar es porque no
estamos caminando en el camino correcto.
Sexta Luz
Consejos de hombres y mujeres con experiencia en las
cosas de Dios
Séptima Luz
Confirmación profética
- EDIFICACIÓN
- EXHORTACIÓN
- CONSOLACIÓN
Octava Luz
Los ángeles
Novena Luz
El sentido común
Décima Luz
Sueños y visiones
Vista
Oído
Gusto
Vista espiritual
Oído espiritual
Gusto espiritual
Olfato espiritual
Tacto espiritual
Profetas y videntes
Capítulo 8
7 Consejos útiles
4. Pide ayuda
6. Haz algo
Un sueño no comprendido
es como una carta que no ha sido abierta.
El Talmud