Test de Bechdel

Test de Bechdel
El test de Bechdel, también conocido como test de Bechdel/Wallace o The rule, es un método
para evaluar si un guion de película, serie, cómic o cualquier otra representación artística
cumple con los estándares mínimos para evitar la brecha de género. O sea, cómo se
representan y qué rol cumplen las mujeres y disidencias.
¿De dónde viene?

Se originó en el cómic Dykes to watch out for (DTWOF) (Unas lesbianas de cuidado), obra de
Alison Bechdel. Apareció entre 1983 y 2008 y fue una de las primeras representaciones
continuas de lesbianas en la cultura popular. El test se le atribuye a Liz Wallace, una amiga
de la autora, y apareció por primera vez en 1985, en la página 22 del cómic, en el episodio
llamada “The Rule”.
Sobre su comic, Bechdel menciona que como disparador se inspiró bastante en el ensayo Una
habitación propia (1929), de Virginia Woolf. Ahí, en resumen bestial, la escritora dice que en
la mayor parte de la literatura de ficción los personajes femeninos están solamente en función
de su vínculo con un personaje masculino. Y dice, también, que la relevancia del personaje
femenino deriva siempre de dicho vínculo.
Las relaciones entre mujeres en literatura, dice Wolf, son demasiado simples. Y marca como
casi sin excepción se les muestra debido a la relación que tienen con los hombres. Y si era
extraño pensar para la época de Wolf que todas las grandes mujeres de ficción fueran, hasta
Jane Austen, vistas no solo desde el punto de vista masculino, sino también únicamente en su
relación con los hombres, resulta más sorprendente que esa problemática siguiera para
cuando se creó el test de Becheld, en 1985.Y más aún, todavía sigue. Cada vez hay que
hilar más fino, pero ahí está. Ampliado a disidencias y no solo sujeto a mujeres. También
en sorprendentes obras que a primera vista creemos feministas, o al menos no machistas,
pero no representan a mujeres y disidencias, o lo hacen sujeto a estereotipos.
Método de evaluación
En el episodio The Rule de DTWOF, uno de los personajes dice que únicamente acepta ver una
película si cumple con los siguientes requisitos:
1. Aparecen al menos dos personajes femeninos.
2. Estos personajes hablan entre sí en algún momento.
3. Esta conversación se trata de algo distinto a un hombre (no limitado a relaciones
románticas, por ejemplo dos hermanas hablando de su padre no supera el test).
4. Una variante exige que, además, las dos mujeres sean personajes con nombre.
Análisis
Si se aplica el test a la inversa (es decir, a los hombres), estas tres (o cuatro) simples reglas dan
como resultado que prácticamente todas las películas, series y novelas cumplen el requisito
para los hombres. Si se aplica según su diseño original, resulta sorprendente la cantidad que
no superan el test.
Existen otros test parecidos, como el The Smurfette Principle (Principio de la Pitufina) que
analiza las películas en las que únicamente hay un personaje femenino con un patrón de
comportamiento muy definido, que choca con el del personaje principal, que sería un hombre
extremadamente masculino.
El test de Bechdel es, entonces, una forma sencilla de destacar la poca presencia femenina en
la industria del cine y cualquier otra obra. Aunque es poco exigente, el resultado de aplicarlo a
por ejemplo las películas más populares, es arrollador.
Acá una mini lista de algunas películas famosas que, aunque no lo crean, no lo superan:
-La trilogía original de Star Wars.

-Cuando Harry conoció a Sally.
-Terminator
--Trainspotting
-Toy Story
-Volver al futuro
-Lara Croft: Tomb Raider
-X-Men
-Los cazafantasmas
-El gran Lebowski
-El quinto elemento
-Perros de la calle
-Desayuno en Tiffany's
-Stalker, de Tarkovski
-La saga de El Señor de los Anillos
Reflexión
El estudio de las listas de películas que no superan el test es el mejor argumento para probar
que prácticamente toda la industria del cine se centra en crear contenidos que pasan por alto
el punto de vista femenino. A eso le podemos sumar disidencias. Y es interesante y aterrador
ver cómo se replica en teatro, literatura, comics, series.
Esta visión androcentrista que no refleja la realidad en términos de proporción de mujeres y

disidencias en la sociedad es el consumo cultural mayoritario. La proporción de películas que
supera el test aumenta cuando entre los guionistas hay, a menos, una mujer. En las películas
escritas o dirigidas por mujeres se observa que muchas superan el test.
Nota de color: entre el 2000 y el 2016, el 45 por ciento de las 108 películas nominadas a Mejor
Película en los Premios Óscar no superaron el test de Bechdel, mientras que solamente nueve
de las 16 películas que ganaron el Oscar a Mejor Película en esos mismos años lo superaron14.

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-La trilogía original de Star Wars.

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