C2 El Dominio Revocable en El Codigo Civil y Comercial
C2 El Dominio Revocable en El Codigo Civil y Comercial
C2 El Dominio Revocable en El Codigo Civil y Comercial
Comercial
Introducción. El concepto de dominio imperfecto
El concepto de dominio imperfecto está consagrado en el art. 1946 del Código Civil y
Comercial, que textualmente dice: "El dominio es imperfecto si está sometido a condición o
plazo resolutorios, o si la cosa está gravada con cargas reales". Y el art. 1964 aclara cuál es el
régimen normativo del dominio revocable, del fiduciario y del desmembrado, al disponer:
"Son dominios imperfectos el revocable, el fiduciario y el desmembrado. El dominio
revocable se rige por los artículos de este Capítulo, el fiduciario por lo previsto en las
normas del Capítulo 31, Título IV, del Libro Tercero, y el desmembrado queda sujeto al
régimen de la respectiva carga real que lo grava".
El dominio revocable será examinado en este trabajo, en tanto que el desmembrado se
deriva de la regulación que el nuevo Código efectúa en cada uno de los derechos reales
sobre cosa ajena. Por último, el fiduciario es tratado en el Capítulo 31, Título IV, del Libro
Tercero, junto al contrato de fideicomiso. Compartimos la opinión de quienes entienden
que, desde el punto de vista metodológico, hubiera sido preferible el tratamiento del
dominio fiduciario en el Capítulo 3, luego del dominio revocable.
El art. 1964 utiliza el calificativo de dominio "desmembrado", terminología del Código de
1871 y que no figura en los arts. 1888 y 1946, en los que se utilizan las expresiones "carga
real", "gravámenes" y "cosa gravada". Cabe interpretar que dominio gravado o
desmembrado tienen el mismo significado, esto es, que el dominio soporta la constitución
de un derecho real sobre cosa ajena (1).
Corresponde también recordar que el dominio se presume perfecto, de modo que quien
alega la existencia de un caso de dominio imperfecto carga con la prueba (ver art. 1941 del
nuevo Código).
El régimen actual mantiene los conceptos y clasificaciones del Código de 1871, sin perjuicio
de advertir que el dominio fiduciario, antes regulado por la ley 24.441, ahora pasa a estar
reglamentado en el nuevo Código (2).
Alguna doctrina sugirió la existencia de otros casos de dominio imperfecto, además de los
enumerados: poseedor con boleto de compraventa; inmueble afectado como bien de
familia; entre los más importantes, pero el nuevo Código no recoge estas inquietudes, ya
que la enumeración tiene carácter taxativo.
El dominio revocable
El dominio revocable es una clase de dominio imperfecto que, al igual que el dominio
fiduciario, debe resolverse cuando se cumple una condición resolutoria o vence un plazo
resolutorio (3).
Puede recaer indistintamente sobre muebles o inmuebles. Asimismo, puede reconocer
como fuente un acto entre vivos o una disposición de última voluntad. En el primer caso, el
título puede ser un contrato oneroso como la compraventa, por ejemplo, el pacto de
retroventa, el pacto comisorio, entre otros; o gratuito, como la donación, en los supuestos
de revocación por ingratitud del donatario, de incumplimiento de los cargos, etcétera.
Al respecto, Vélez recordaba en la nota al art. 2663 que el dominio es por su naturaleza
irrevocable y sólo por excepción es revocable, por ejemplo, cuando el vendedor se ha
reservado durante un plazo la facultad de dejar sin efecto el contrato, o la facultad de volver
a tomar la cosa vendida devolviendo el precio recibido. Agregaba el codificador, con cita de
Maynz, que el dominio es irrevocable, y que no puede oponerse razón alguna para que las
partes que contratan la enajenación de una cosa no puedan poner condiciones o plazos
resolutorios del dominio que transmite la una y adquiere la otra.
El art. 2663 del Código de 1871 aludía a dos supuestos de revocabilidad: el caso en que el
dominio ha sido transmitido en virtud de un título revocable a voluntad del que lo ha
transmitido, y cuando el actual propietario puede ser privado de la propiedad por una causa
proveniente de su título (4).
Puede ser que la causa esté mencionada en el mismo título, como ocurriría con el
cumplimiento de la condición resolutoria o que la revocación resulte por imperio de la ley,
unida a la voluntad de la parte, sin necesidad de que ella conste en el título de la obligación,
como sucede en el caso de la revocación de la donación por ingratitud del donatario (5).
Existen, pues, condiciones resolutorias tácitas o implícitas, es decir, no estipuladas
expresamente por las partes, sino que son impuestas por voluntad de la ley, y tales son las
cláusulas legales que menciona el Código de 1871 empleando la terminología de Freitas.
La condición o el plazo deben ser resolutorios, ya que si fueran suspensivos no habría
adquisición del dominio.
Palabras finales
Mediante este pequeño aporte hemos intentado ilustrar al lector respecto de las novedades
introducidas en el nuevo Código en relación con el tema que nos ocupa. Esperamos haberlo
logrado.
Fuente
Iturbide, G. A. (19 de septiembre de 2016). El dominio revocable en el Código Civil y
Comercial. En Revista Código Civil y Comercial. 2 (8) p. 2017. Buenos Aires: La Ley.