Declaracion de Alma Ata

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1.

DECLARACION DE ALMA ATA


La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata,
realizada en Kazajistán, del 6 al 12 de septiembre de 1978, fue el evento de política
de salud internacional más importante de la década de los setenta. La conferencia
fue organizada por la OMS/OPS y UNICEF, y patrocinado por la entonces URSS.
La síntesis de sus intenciones se expresa en la Declaración de Almá-Atá,
subrayando la importancia de la atención primaria de salud como estrategia para
alcanzar un mejor nivel de salud de los pueblos. Su lema fue «Salud para todos en
el año 2000».

La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria llegó a la declaración el 12 de


septiembre de 1978, expresando la necesidad urgente de la toma de acciones por
parte de todos los gobiernos, trabajadores de la salud y la comunidad internacional,
para proteger y promover el modelo de atención primaria de salud para todos los
individuos en el mundo. En ella participaron 134 países y 67 organizaciones
internacionales, con la ausencia importante de la República Popular China.

La Declaración de Alma-Ata posee un total de diez puntos no vinculantes para los


estados miembros, en los cuales se busca dar la base para la construcción de un
nuevo sistema de salud que permita el ejercicio pleno del derecho a la salud.

Los diez puntos de la declaración son:

Definición de salud

I La Conferencia reafirma tajantemente la salud como aquel estado de total


bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o
malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda
del máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial,
cuya realización requiere de la participación de otros sectores sociales y
económicos en adición al sector salud.

Equidad

II La existencia de una gran desigualdad en la calidad de la salud de las personas,


entre países desarrollados y subdesarrollados, así como a lo interno de los mismos
países, es política, social y económicamente inaceptable y es, por lo tanto, una
preocupación común de todos los países y no solamente de los países en vía de
desarrollo.
Salud como un asunto socioeconómico

III El desarrollo social y económico, basado en el Nuevo Orden Económico


Internacional, es de importancia básica para el logro cabal del libre acceso a la salud
y de la reducción de la brecha existente entre el nivel de salud de los países en vías
de desarrollo y de los países desarrollados. La promoción y protección de la salud
es esencial para un desarrollo económico y social sustentable, contribuyendo
además a mejorar la calidad de vida, la reducción de la violencia y la obtención de
la paz mundial.

El acercamiento al derecho de la salud

IV Los individuos de una sociedad poseen el derecho y el deber de participar, tanto


colectiva como individualmente, en el planeamiento e implementación del cuidado
de la salud en sus comunidades.

Responsabilidad gubernamental

V Los entes gubernamentales tienen una responsabilidad para garantizar el cuidado


de la salud de sus individuos, la cual sólo puede ser obtenida mediante la
disposición de medidas sociales y salud adecuada a las necesidades de los
pueblos. El objetivo principal de los distintos gobiernos, las organizaciones
internacionales y la comunidad internacional en las décadas posteriores a la
declaración debió ser alcanzar para el año 2000 un estado de salud que permitiera
a las personas tener una vida económica y socialmente productiva, siendo la APS,
la clave para conseguir esta meta de desarrollo dentro del espíritu de la justicia
social.

Definición de atención primaria de salud

VI La atención primaria de Salud (APS), según Alma Ata, es la Asistencia Sanitaria


basada en métodos y tecnologías sencillas, científicamente fundamentadas y
socialmente aceptables, que estén al alcance de los individuos, familias y
comunidad; a un coste aceptable por la comunidad y el país para que pueda cubrir
cada una de las etapas del desarrollo.

Componentes de la atención primaria de salud

VII Para la atención correcta de los principales problemas de salud, la atención


primaria debe prestar servicios de promoción, prevención, recuperación y
rehabilitación, y por consiguiente:
 Incluye:

La educación acerca de los problemas de salud y los métodos de cómo prevenirlos


y controlarlos.

 La promoción del suministro de alimentos y la nutrición apropiada.


 El desarrollo de una adecuada fuente de agua potable y de salubridad básica.
 El cuidado maternal e infantil, incluyendo la planificación familiar.
 La vacunación en contra de las más importantes enfermedades infecciosas.
 La prevención y control de enfermedades endémicas locales.
 El tratamiento apropiado de enfermedades comunes y lesiones.
 Proporcionar los medicamentos esenciales.
 Implica, en adición al sector salud, todos los sectores relacionados a los aspectos
del desarrollo de los países y las comunidades, en particular los sectores de
agricultura, cría de animales, alimentación, industria, educación, vivienda, trabajos
públicos, comunicaciones y otros; demandando los esfuerzos coordinados de todos
esos sectores.
 Requiere y promueve el máximo de autoestima social e individual, y la participación
en la planeación, organización, operación y control de la atención primaria de salud,
haciendo un uso completo de los recursos locales y nacionales disponibles; para
este fin se promocionará la adecuada educación y aumento de la participación
ciudadana.
 Confía en los niveles locales y los trabajadores de la salud, incluyendo médicos,
enfermeros, parteros, médicos auxiliares y trabajadores comunitarios, unidos en un
equipo bien entrenado técnica y socialmente para responder a las necesidades de
la comunidad.

VIII Todos los gobiernos deberían formular políticas nacionales, estrategias y planes
de acción para iniciar y sostener la atención primaria de salud como parte de un
amplio sistema nacional de salud y en coordinación con otros sectores. Para esto
será necesario un ejercicio político que movilice los recursos del país y use los
recursos externos de forma racional.

IX Todos los países deberían colaborar en el espíritu de sociedad y servicio para


asegurar la atención primaria de salud para todas las personas del mundo tomando
en cuenta que el logro de la salud por persona en algún país directamente
beneficiará a todos los demás países. En este contexto la junta OMS/UNICEF
informó que la atención primaria constituye una base sólida para el desarrollo futuro
alrededor del mundo.
X Un aceptable nivel de salud para todas las personas del mundo podía lograrse
para el año 2000 si se extendía y mejoraba el uso de recursos a nivel mundial para
la salud, en vez de ser utilizada en la adquisición de armamentos y en los conflictos
militares. Una política genuina de independencia, paz y desarme podía y debía
liberar recursos adicionales que bien podían ser utilizados en la aceleración del
desarrollo económico y social.

La Conferencia pidió por acciones nacionales e internacionales urgentes para el


desarrollo e implementación de la atención primaria de salud. Ella urgió a los
gobiernos, OMS y UNICEF, y otras organizaciones internacionales tanto agencias
multilaterales como bilaterales, organizaciones no gubernamentales, agencias de
financiamiento, todos los trabajadores de la salud y la comunidad internacional para
apoyar a comités nacionales e internacionales de atención primaria mediante la
apertura de canales para el soporte técnico y financiero que fuera necesario,
particularmente en los países en vías de desarrollo. La Conferencia pidió a todos
los antes mencionados, colaborar en la introducción, desarrollo y mantenimiento de
la atención primaria de salud en concordancia con el espíritu y contenido de la
Declaración.

2. CARTA DE OTTAWA PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD


La primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud reunida en
Ottawa el día 21 de noviembre de 1986 emite la presente CARTA dirigida a la
consecución del objetivo "Salud para Todos en el año 2000." Esta conferencia fue,
ante todo, una respuesta a la creciente demanda de una nueva concepción de la
salud pública en el mundo. Si bien las discusiones se centraron en las necesidades
de los países industrializados, se tuvieron también en cuenta los problemas que
atañen a las demás regiones. La conferencia tomó como punto de partida los
progresos alcanzados como consecuencia de la Declaración de Alma Ata sobre la
atención primaria, el documento "Los Objetivos de la Salud para Todos" de la
Organización Mundial de la Salud, y el debate sobre la acción intersectorial para la
salud sostenido recientemente en la Asamblea Mundial de la Salud.

PROMOCIÓN DE LA SALUD. - La promoción de la salud consiste en proporcionar


a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor
control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico,
mental y social un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus
aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio
ambiente. La salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como la fuente de
riqueza de la vida cotidiana. Se trata por tanto de un concepto positivo que acentúa
los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas. Por consiguiente,
dado que el concepto de salud como bienestar trasciende la idea de formas de vida
sanas, la promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario.
PREREQUISITOS PARA LA SALUD. - Las condiciones y requisitos para la salud
son: la paz, la educación, la vivienda. la alimentación, la renta, un ecosistema
estable, la justicia social y la equidad. Cualquier mejora de la salud ha de basarse
necesariamente en estos prerrequisitos.

PROMOCIONAR EL CONCEPTO. - Una buena salud es el mejor recurso para el


progreso personal, económico y social y una dimensión importante de la calidad de
la vida. Los factores políticos, económicos, sociales, culturales, de medio ambiente,
de conducta y biológicos pueden intervenir bien en favor o en detrimento de la salud.
El objetivo de la acción por la salud es hacer que esas condiciones sean favorables
para poder promocionar la salud.

PROPORCIONAR LOS MEDIOS. - La promoción de la salud se centra en alcanzar


la equidad sanitaria. Su acción se dirige a reducir las diferencias en el estado actual
de la salud y a asegurar la igualdad de oportunidades y proporcionar los medios que
permitan a toda la población desarrollar al máximo su salud potencial. Esto implica
una base firme en un medio que la apoye, acceso a la información y poseer las
aptitudes y oportunidades que la lleven a hacer sus opciones en términos de salud.
Las gentes no podrán alcanzar su plena salud potencial a menos que sean capaces
de asumir el control de todo lo que determine su estado de salud. Esto se aplica
igualmente a hombres y mujeres. La primera Conferencia Internacional sobre la
Promoción de la Salud reunida en Ottawa el día 21 de noviembre de 1986 emite la
presente CARTA dirigida a la consecución del objetivo "Salud para Todos en el año
2000." Esta conferencia fue, ante todo, una respuesta a la creciente demanda de
una nueva concepción de la salud pública en el mundo. Si bien las discusiones se
centraron en las necesidades de los países industrializados, se tuvieron también en
cuenta los problemas que atañen a las demás regiones. La conferencia tomó como
punto de partida los progresos alcanzados como consecuencia de la Declaración
de Alma Ata sobre la atención primaria, el documento "Los Objetivos de la Salud
para Todos" de la Organización Mundial de la Salud, y el debate sobre la acción
intersectorial para la salud sostenido recientemente en la Asamblea Mundial de la
Salud.

ACTUAR COMO MEDIADOR. - El sector sanitario no puede por sí mismo


proporcionar las condiciones previas ni asegurar las perspectivas favorables para la
salud y, lo que, es más, la promoción de la salud exige la acción coordinada de
todos los implicados: los gobiernos, los sectores sanitarios y otros sectores sociales
y económicos, las organizaciones benéficas, las autoridades locales, la industria y
los medios de comunicación. Las gentes de todos los medios sociales están
involucradas como individuos, familias y comunidades. A los grupos sociales y
profesionales y al personal sanitario les corresponde especialmente asumir la
responsabilidad de actuar como mediadores entre los intereses antagónicos y a
favor de la salud. Las estrategias y programas de promoción de la salud deben
adaptarse a las necesidades locales y a las posibilidades específicas de cada país
y región y tener en cuenta los diversos sistemas sociales, culturales y económicos.

LA PARTICIPACIÓN ACTIVA EN LA PROMOCIÓN DE LA SALUD IMPLICA:

LA ELABORACIÓN DE UNA POLÍTICA PÚBLICA SANA. - Para promover la salud


se debe ir más allá del mero cuidado de la misma. La salud ha de formar parte del
orden del día de los responsables de la elaboración de los programas políticos, en
todos los sectores y a todos los niveles, con objeto de hacerles tomar conciencia de
las consecuencias que sus decisiones pueden tener para la salud y llevarlos así a
asumir la responsabilidad que tienen en este respecto. La política de promoción de
la salud ha de combinar enfoques diversos si bien complementarios, entre los que
figuren la legislación, las medidas fiscales, el sistema tributario y los cambios
organizativos. Es la acción coordinada la que nos lleva a practicar una política
sanitaria, de rentas y social que permita una mayor equidad. La acción conjunta
contribuye a asegurar la existencia de bienes y servicios sanos y seguros, una
mayor higiene de los servicios públicos y de un medio ambiente más grato y limpio.
La política de promoción de la salud requiere que se identifiquen y eliminen los
obstáculos que impidan la adopción de medidas políticas que favorezcan la salud
en aquellos sectores no directamente implicados en la misma. El objetivo debe ser
conseguir que la opción más saludable sea también la más fácil de hacer para los
responsables de la elaboración de los programas.

LA CREACIÓN DE AMBIENTES FAVORABLES. - Nuestras sociedades son


complejas y están relacionadas entre sí de forma que no se puede separar la salud
de otros objetivos. Los lazos que, de forma inextricable, unen al individuo y su medio
constituyen la base de un acercamiento socio-ecológico a la salud. El principio que
ha de guiar al mundo, las naciones, las regiones y las comunidades ha de ser la
necesidad de fomentar el apoyo recíproco, de protegernos los unos a los otros, así
como nuestras comunidades y nuestro medio natural. Se debe poner de relieve que
la conservación de los recursos naturales en todo el mundo es una responsabilidad
mundial. El cambio de las formas de vida, de trabajo y de ocio afecta de forma muy
significativa a la salud. El trabajo y el ocio deben ser una fuente de salud para la
población. El modo en que la sociedad organiza el trabajo debe de contribuir a la
creación de una sociedad saludable. La promoción de la salud genera condiciones
de trabajo y de vida gratificantes, agradables, seguras y estimulantes. Es esencial
que se realice una evaluación sistemática del impacto que los cambios del medio
ambiente producen en la salud, particularmente en los sectores de la tecnología, el
trabajo, la energía, la producción y el urbanismo. Dicha evaluación debe ir
acompañada de medidas que garanticen el carácter positivo de los efectos de esos
cambios en la salud pública. La protección tanto de los ambientes naturales como
de los artificiales, y la conservación de los recursos naturales, debe formar parte de
las prioridades de todas las estrategias de promoción de la salud.

EL REFORZAMIENTO DE LA ACCIÓN COMUNITARIA. - La promoción de la salud


radica en la participación efectiva y concreta de la comunidad en la fijación de
prioridades, la toma de decisiones y la elaboración y puesta en marcha de
estrategias de planificación para alcanzar un mejor nivel de salud. La fuerza motriz
de este proceso proviene del poder real de las comunidades, de la posesión y del
control que tengan sobre sus propios empeños y destinos. El desarrollo de la
comunidad se basa en los recursos humanos y materiales con que cuenta la
comunidad misma para estimular la independencia y el apoyo social, así como para
desarrollar sistemas flexibles que refuercen la participación pública y el control de
las cuestiones sanitarias. Esto requiere un total y constante acceso a la información
y a la instrucción sanitaria, así como a la ayuda financiera.

EL DESARROLLO DE LAS APTITUDES PERSONALES. - La promoción de la


salud favorece el desarrollo personal y social en tanto que proporcione información,
educación sanitaria y perfeccione las aptitudes indispensables para la vida. De este
modo se incrementan las opciones disponibles para que la población ejerza un
mayor control sobre su propia salud y sobre el medio ambiente y para que opte por
todo lo que propicie la salud. Es esencial proporcionar los medios para que, a lo
largo de su vida, la población se prepare para las diferentes etapas de la misma y
afronte las enfermedades y lesiones crónicas. Esto se ha de hacer posible a través
de las escuelas, los hogares, los lugares de trabajo y el ámbito comunitario, en el
sentido de que exista una participación activa por parte de las organizaciones
profesionales, comerciales y benéficas, orientada tanto hacia el exterior como hacia
el interior de las instituciones mismas.

LA REORIENTACIÓN DE LOS SERVICIOS SANITARIOS. - La responsabilidad de


la promoción de la salud por parte de los servicios sanitarios la comparten los
individuos, los grupos comunitarios, los profesionales de la salud, las instituciones
y servicios sanitarios y los gobiernos. Todos deben trabajar conjuntamente por la
consecución de un sistema de protección de la salud. El sector sanitario debe jugar
un papel cada vez mayor en la promoción de la salud de forma tal que trascienda la
mera responsabilidad de proporcionar servicios clínicos y médicos. Dichos servicios
deben tomar una nueva orientación que sea sensible y respete las necesidades
culturales de los individuos. Asimismo, deberán favorecer la necesidad por parte de
las comunidades de una vida más sana y crear vías de comunicación entre el sector
sanitario y los sectores sociales, políticos y económicos. La reorientación de los
servicios sanitarios exige igualmente que se preste mayor atención a la
investigación sanitaria, así como a los cambios en la educación y la formación
profesional. Esto necesariamente ha de producir un cambio de actitud y de
organización de los servicios sanitarios de forma que giren en torno a las
necesidades del individuo como un todo.

IRRUMPIR EN EL FUTURO. - La salud se crea y se vive en el marco de la vida


cotidiana; en los centros de enseñanza, de trabajo y de recreo. La salud es el
resultado de los cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás, de la
capacidad de tomar decisiones y controlar la vida propia y de asegurar que la
sociedad en que uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de
un buen estado de salud. El cuidado del prójimo, así como el planteamiento holístico
y ecológico de la vida, son esenciales en el desarrollo de estrategias para la
promoción de la salud. De ahí que los responsables de la puesta en práctica y
evaluación de las actividades de promoción de la salud deban tener presente el
principio de la igualdad de los sexos en cada una de las fases de planificación.

EL COMPROMISO A FAVOR DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD. - Los


participantes en esta conferencia se comprometen:

 a intervenir en el terreno de la política de la salud pública y a abogar en favor


de un compromiso político claro en lo que concierne a la salud y la equidad
en todos los sectores.
 a oponerse a las presiones que se ejerzan para favorecer los productos
dañinos, los medios y condiciones de vida malsanos, la mala nutrición y la
destrucción de los recursos naturales. Asimismo, se comprometen a centrar
su atención en cuestiones de salud pública tales como la contaminación, los
riesgos profesionales, la vivienda y la población de regiones no habitadas.
 a eliminar las diferencias entre las distintas sociedades y en el interior de las
mismas, y a tomar medidas contra las desigualdades, en términos de salud,
que resultan de las normas y prácticas de esas sociedades.
 a reconocer que los individuos constituyen la principal fuente de salud; a
apoyarlos y capacitarlos a todos los niveles para que ellos, sus familias y
amigos se mantengan en buen estado de salud; y del mismo modo se
comprometen a aceptar que la comunidad es el portavoz fundamental en
materia de salud, condiciones de vida y bienestar en general.
 a reorientar los servicios sanitarios y sus recursos en términos de la
promoción de la salud; a compartir el poder con otros sectores, con otras
disciplines y, lo que es aún más importante, con el pueblo mismo.
 a reconocer que la salud y su mantenimiento constituyen el mejor desafío e
inversión social y a tratar el asunto ecológico global de nuestras formas de
vida.

La conferencia insta a todas las personas interesadas a formar una fuerte alianza
en favor de la salud.

LLAMADA A LA ACCION INTERNACIONAL. - La Conferencia insta a la


Organización Mundial de la Salud y a los demás organismos internacionales a
abogar en favor de la salud en todos los foros apropiados y a dar apoyo a los
distintos países para que se establezcan programas y estrategias dirigidas a la
promoción de la salud. La Conferencia tiene el firme convencimiento de que si los
pueblos, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, la
Organización Mundial de la Salud y todos los demás organismos interesados aúnan
sus esfuerzos en torno a la promoción de la salud y en conformidad con los valores
sociales y morales inherentes a esta CARTA, el objetivo "Salud para Todos en el
año 2000" se hará realidad.

3. CUMBRE MUNDIAL DE EDUCACIÓN MÉDICA DECLARACIÓN


EDIMBURGO 1993

En agosto de 1988, la Federación Mundial de Educación Médica (WFME) organizó


en Edimburgo una Conferencia Mundial sobre Educación Médica bajo la atenta
tutela del entonces presidente de la WFME, el profesor Henry Walton. Dicha
reunión, en la que participaron numerosos expertos del área de conocimiento de la
educación médica, terminó aprobando un documento que, 25 años después, sigue
siendo un referente en la educación médica, la 'Declaración de Edimburgo'.

Esa conferencia mundial culminó un proceso de reuniones regionales en las que se


movilizó un sinnúmero de expertos con el fin de redefinir los retos que debía
plantearse la educación médica para situarse a la altura de los tiempos.

Entre otras mejoras que las facultades de medicina podían y debían llevar a cabo,
el documento identificaba las siguientes:

 Incorporar recursos comunitarios en los programas de formación más allá de


los hospitalarios.
 Asegurar que los contenidos curriculares reflejen las prioridades nacionales
de salud.
 Promover la continuidad del aprendizaje a lo largo de la vida introduciendo
metodología de aprendizaje activo y sistemas tutoriales que fomenten el
aprendizaje autodirigido.
 Alinear el currículo y los sistemas de evaluación para lograr la competencia
profesional.
 Formar docentes como educadores y no solamente como expertos en
contenidos y reconocer tanto la docencia como la investigación y el servicio
o gestión.
 Incorporar la formación en prevención de la enfermedad y promoción de la
salud.
 Integrar la clínica a la formación básica incorporando el aprendizaje en base
a problemas y los entornos comunitarios.
 Seleccionar los candidatos por sus cualidades personales más allá de
capacidades intelectuales o logros académicos.

Para conseguir estos objetivos se reconocía e instaba la necesidad de involucrar a


las administraciones, tanto sanitarias como educativas, para que establecieran
políticas y tomaran las decisiones adecuadas. Pero el acento no recaía sólo en las
administraciones, sino que también se reclamaba la implicación de las asociaciones
profesionales y de las organizaciones empleadoras y proveedoras de servicios de
la salud, para que aportaran su necesaria contribución con el fin de alcanzar los
objetivos deseables.

El mismo año de la 'Declaración de Edimburgo' se firmó otro documento de


referencia, la denominada 'Iniciativa de Lisboa’. A instancias de la Organización
Mundial de la Salud se reunieron en esta capital europea los ministros de Educación
y de Sanidad y otros delegados de 25 países europeos, entre ellos España. La
'Iniciativa de Lisboa' hacía suyos los principios de la 'Declaración de Edimburgo' y
proponía la realización de programas de cooperación internacional al objeto de
reorientar la educación médica.

Transcurrido un cuarto de siglo es fácil comprobar cómo la conferencia de


Edimburgo abrió un sendero conceptual que había de facilitar a las facultades de
medicina la adaptación a un futuro que en Europa se conocería abreviadamente
como 'plan de Bolonia' (1999), esto es, aquellos procesos de cambio necesarios
para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior.

Sin embargo, 25 años después, el análisis de la repercusión de la 'Declaración de


Edimburgo' en nuestro sistema de formación de los médicos en particular, y de los
profesionales de las ciencias de la salud en general, muestra que en el mejor de los
casos sólo hemos recorrido una pequeña parte del camino. Nuestro sistema
educativo, y en concreto el segmento de formación bajo la responsabilidad de la
universidad, ha dejado de nuevo pasar la oportunidad de realizar cambios reales
limitándose a cambios cosméticos. Nos hemos preocupado más de hacer muchas
cosas que de hacer las cosas bien. Numerosas y repetidas voces han alertado
durante estos 25 años que el camino se transitaba con lentitud, cuando no en
dirección errónea. Poco después de la 'Declaración de Edimburgo', Gallego
analizaba en el contexto internacional la situación de la educación médica en
España y prevenía de los cambios necesarios que no se estaban produciendo.
Recientemente, la Fundación Educación Médica (FEM), en la publicación Aprender
a ser médico: responsabilidad social compartida. ha insistido en la necesidad de
que las instituciones implicadas y responsables de la formación de los médicos
debatan sobre los cambios que la ciudadanía reclama; en este sentido, la FEM
proponía, para cada uno de los agentes implicados, una serie de acciones que
podrían ser un plagio de la 'Declaración de Edimburgo'. Sorprende y llena de
preocupación una sordera tan profunda a tantas llamadas de atención.

4. DECLARACIÓN DE ADELAIDA YAKARTA SOBRE LA


PROMOCIÓN DE LA SALUD EN EL SIGLO XXI

La 4ª Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud, organizada en


Yakarta, es la primera en celebrarse en un país en desarrollo y en dar participación
al sector privado en el apoyo a la promoción de la salud. Ofrece una oportunidad de
reflexionar sobre lo aprendido con respecto a la promoción de la salud, reconsiderar
los factores determinantes de la salud y señalar los derroteros y estrategias
necesarios para resolver las dificultades de la promoción de la salud en el siglo XXI.

La promoción de la salud es una valiosa inversión. - La salud es un derecho


humano básico y esencial para el desarrollo económico y social. Cada vez más, la
promoción de la salud está siendo reconocida como un elemento esencial para el
desarrollo de la salud. La promoción de la salud es un proceso que permite a las
personas el control sobre su salud para mejorarla. La promoción de la salud, a través
de inversiones y acciones, actúa sobre los determinantes de la salud para crear la
mayor ganancia de salud para la gente, contribuir significativamente a la reducción
de las desigualdades en salud, asegurar los derechos humanos y construir un
capital social. La meta final es incrementar la expectativa de salud y reducir las
diferencias en la expectativa de salud entre países y grupos.

La Declaración de Yakarta sobre la promoción de la salud ofrece una visión y


enfoque para la promoción de la salud en el próximo siglo. Refleja el compromiso
firme de los participantes en la 4ª Conferencia Internacional de promoción de la
salud para aprovechar la amplísima gama de recursos para abordar los
determinantes de la salud en el siglo XXI.

Los determinantes de la salud: Nuevos desafíos. - Los prerequisitos para la


salud son la paz, la vivienda, la educación, la seguridad social, las relaciones
sociales, la comida, los ingresos, el empoderamiento de las mujeres, un ecosistema
estable, el uso sostenible de los recursos, la justicia social, el respeto de los
derechos humanos y la equidad. Por encima de todo la pobreza es la mayor
amenaza a la salud.

Las tendencias demográficas tal como la urbanización, el incremento en el número


de personas mayores y la prevalencia de enfermedades crónicas aumentadas por
el comportamiento sedentario, la resistencia a los antibióticos y a otros fármacos
usualmente disponibles, incrementadas por el abuso de drogas y la violencia civil y
doméstica, amenazan la salud y el bienestar de centenares de millones de
personas.

Enfermedades infecciosas nuevas y reemergentes y un mayor reconocimiento de


los problemas de salud mental requieren una respuesta urgente. Es vital que la
promoción de la salud evolucione para responder a estos cambios en los
determinantes de la salud.

Los factores trasnacionales también tienen un impacto importante sobre la salud.


Estos incluyen la integración de la economía global, el comercio y los mercados
financieros, el acceso a los medios y tecnologías de la comunicación, así como la
degradación ambiental debida al uso irresponsable de los recursos.

Estos cambios modifican los valores individuales y colectivos y los estilos de vida a
todas las edades, así como las condiciones de vida a través del mundo. Algunos
cambios tienen un gran potencial para la salud, tal como el desarrollo de tecnologías
de la comunicación, otros tal como el comercio internacional de tabaco tienen un
importante impacto negativo.

La promoción de la salud crea una situación diferente. - El estudio de casos y


la investigación alrededor del mundo provee una convincente evidencia de eficacia
para los trabajos de promoción de la salud. Las estrategias de promoción de la salud
pueden crear y cambiar estilos de vida, y las condiciones sociales, económicas y
ambientales que determinan la salud.

La promoción de la salud es un enfoque práctico para lograr una mayor equidad en


salud. Las cinco estrategias de la Carta de Ottawa son esenciales para el éxito:

 Construir una política pública saludable


 Crear entornos que apoyen la salud
 Fortalecer la acción comunitaria
 Desarrollar habilidades personales
 Reorientar los servicios de salud

Ahora hay una evidencia de que:


 Los enfoques globales para el desarrollo de la salud son los más efectivos.
Los que usan combinaciones de las cinco estrategias son más efectivos que
los enfoques de vía única.
 Ciertos lugares (escenarios) ofrecen oportunidades prácticas para la
implementación de extensas estrategias. Estos incluyen, megaciudades,
islas, ciudades, municipios y comunidades locales, sus mercados, escuelas,
sitios de trabajo e instalaciones de cuidados de salud.
 La participación es esencial para mantener los esfuerzos. La gente debe
estar en el centro de las acciones de promoción de la salud y los procesos
de toma de decisión para hacerlas efectivas.
 Aprender acerca de la salud fomenta la participación. El acceso a la
información y educación es esencial para lograr la participación efectiva y el
empoderamiento de las personas y la comunidad.

Estas estrategias son elementos nucleares de la promoción de la salud y son


relevantes para todos los países.

Son necesarias nuevas respuestas. - Son necesarias nuevas formas de acción


para hacer frente a las amenazas emergentes para la salud. El desafío para los
años venideros estará en movilizar el potencial para la promoción de la salud
inherentes en muchos sectores de la sociedad, en las comunidades locales y dentro
de las familias.

Hay una necesidad clara de romper las fronteras tradicionales dentro de sectores
del gobierno, entre organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y entre
el sector público y privado. La cooperación es esencial. Específicamente, esto
requiere la creación de nuevas colaboraciones para la salud, sobre un terreno de
igualdad, entre los diferentes sectores, a todos los niveles de la gestión de los
asuntos públicos.

Prioridades para la promoción de la salud en el siglo XXI.

1. Promover la responsabilidad social para la salud. - Los responsables de la


toma de decisiones deben estar firmemente comprometidos con la responsabilidad
social. Ambos, el sector público y privado deberían promocionar la salud siguiendo
políticas y prácticas que:
 Eviten dañar la salud de otros individuos.
 Protejan el ambiente y aseguren el uso sostenible de los recursos,
 Restrinjan la producción y el comercio de sustancias y alimentos
inherentemente nocivos, tal como el tabaco y las armas, así como las
prácticas comerciales insanas.
 Protejan al ciudadano en el mercado y al individuo en el lugar de trabajo,
 Incluyan el enfoque de equidad en las evaluaciones del impacto de la salud
como parte integral de la política de desarrollo.

2. Incrementar la inversión para el desarrollo de la salud. - En muchos países la inversión


en salud es inadecuada y a menudo poco efectiva. Aumentar la inversión para el desarrollo
de la salud requiere un enfoque verdaderamente multisectorial, incluyendo recursos
adicionales para educación, vivienda, así como para el sector salud. Una mayor inversión
para la salud, y la reorientación de las inversiones existentes, ambas dentro y entre países-
tienen un potencial significativo para mejorar significativamente el progreso en el desarrollo
humano, la salud y la calidad de vida.

Las inversiones en salud deberían reflejar las necesidades de ciertos grupos como las
mujeres, los niños, las personas mayores, las poblaciones indígenas, los pobres y los
marginados.

3. Consolidar y expandir la colaboración para la salud. - La promoción de la salud requiere


colaboración para la salud y el desarrollo social entre los diferentes sectores y a todos los
niveles de la gestión de los asuntos públicos y la sociedad. La colaboración existente
necesita fortalecimiento y debe ser explorado el potencial para crear nuevas
colaboraciones.

La colaboración ofrece mutuos beneficios para la salud por el hecho de compartir


experiencias, herramientas y recursos. Cada colaboración debe ser transparente,
responsable, y estar basada en principios éticos aceptados, la comprensión mutua y el
respeto. Las directrices de OMS deberían ser respetadas.

4. Aumentar la capacidad comunitaria y empoderar al individuo. - La promoción de la


salud es realizada por y con la gente, y no les es impuesta. Ella mejora la capacidad de los
individuos para actuar y la capacidad de los grupos, organizaciones o comunidades para
influir en los determinantes de la salud. Mejorar la capacidad de las comunidades para la
promoción de la salud requiere educación práctica, práctica del liderazgo y acceso a los
recursos.

Empoderar a los individuos exige un acceso real y constante al proceso de decisión y a las
herramientas y conocimientos esenciales para efectuar el cambio. La comunicación
tradicional y las nuevas tecnologías apoyan este proceso. Los recursos sociales, culturales
y espirituales necesitan ser aprovechados de manera innovadora en favor de la salud.

5. Consolidar una infraestructura para la promoción de la salud. - Para asegurar una


infraestructura para la promoción de la salud, nuevos mecanismos de financiación deben ser
encontrados, local, nacional y globalmente. Deberían ser desarrollados incentivos para influir
en las acciones de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, instituciones
educativas y sector privado, para asegurar que la movilización de recursos para la promoción
de la salud sea maximizada.
Los "escenarios para la salud" representan la organización básica de las infraestructuras
requeridas para la promoción de la salud. Los nuevos desafíos para la salud significan que
nuevas y diversas redes necesitan ser creadas para conseguir la colaboración
intersectorial. Tales redes deberían proveer asistencia mutua dentro de y entre países y
facilitar intercambios de información en qué estrategias son efectivas y en qué lugares.

La formación y la práctica de las habilidades de liderazgo a nivel local para mantener las
actividades de promoción de la salud, deberían ser fomentadas. Debería ser intensificada
la documentación de experiencias en promoción de la salud a través de la investigación e
informes de proyectos para mejorar la planificación, la implementación y la evaluación.
Todos los países deberían desarrollar el medio ambiente político, legal, educativo, social y
económico apropiado para apoyar la promoción de la salud.

6. Llamada a la Acción. - Los participantes en la Conferencia se comprometen a compartir


los mensajes claves de la Declaración con sus gobiernos, instituciones y comunidades, para
poner en la práctica las acciones propuestas y reinformar a la 5ª Conferencia de Promoción
de la Salud.

A fin de acelerar el progreso hacia la promoción de la salud global, los participantes


aprueban la formación de una alianza global de promoción de la salud. El objetivo de esta
alianza es impulsar las acciones prioritarias para la promoción de la salud expresadas en
esta Declaración.

Las prioridades de esta alianza son:

 Tomar conciencia sobre el cambio de los determinantes de la salud.


 Apoyar el desarrollo de la colaboración y el mantenimiento de redes para el
desarrollo de la salud.
 Movilizar recursos para la promoción de la salud.
 Acumular conocimientos sobre las mejores prácticas.
 Hacer posible compartir el aprendizaje.
 Promocionar la solidaridad en la acción.
 Fomentar la transparencia y la responsabilidad pública en promoción de la salud.

Los gobiernos nacionales son llamados a tomar iniciativa, en fomentar y patrocinar redes
para la salud, ambas dentro y entre sus países.

Los participantes en Yakarta 97, piden a la OMS tomar el liderazgo en construir una alianza
global de promoción de la salud y facilitar a sus Estados Miembros la puesta en práctica de
los resultados de la Conferencia de Yakarta. El papel clave de la OMS está en comprometer
a los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, bancos para el desarrollo, Agencias
de Naciones Unidas, cuerpos interregionales, agencias bilaterales, el movimiento sindical y
las cooperativas, así como al sector privado para fomentar las acciones prioritarias en favor
de la promoción de la salud.

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