Reseña de Psicología Jurídica

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Asignatura

Psicología jurídica

Presenta

Daniela Alexandra Piñerez Gutiérrez

Tema

Reseña capítulo 1 del libro “psicología jurídica iberoamericana”

Docente

Ingrid Lorena Cruz Triviño

Ibagué Tol Colombia Febrero de 2020


La psicología jurídica y sus inicios

Este primer capítulo nos permite conocer los aspectos relevantes que han sido tomados en
cuenta para conocer la psicología jurídica, continuando con este orden se puede conocer que la
psicología se entiende como la ciencia que describe, explica, predice y controla el
comportamiento (Singer, 1987), entre lazándose con números campos del conocimiento tales
como son la biología, las matemáticas, la medicina, la antropología, la política, la sociología, y
entre ellas el derecho. Desde aquí y a lo largo de este escrito y capitulo citado se podrán encontrar
varias definiciones de Psicología que se interrelacionan con el Derecho y que dan una mirada de
lo conceptual. La definición más exacta que se expone es “A la intersección entre el
conocimiento psicológico y el jurídico se denomina Psicología Jurídica” Hernández & Tapias
(2011, p.1).

Así mismo, nos propone interrogantes y nos muestra diferentes puntos de vista que
plantean los autores, ya que definen la psicología jurídica y la relacionan con el derecho, estas
aproximaciones nos ponen en un panorama desconocido, que poco a poco deja ver veracidad y
claridad respecto al rol que juegan la psicología y el derecho.

Los psicólogos jurídicos se interesan especialmente por el comportamiento humano en un


ambiente jurídico, y deben tener una vista globalizada para poder tener herramientas solidas que
les permitan enfrentarse a controversias que se han generado desde sus inicios desempañando
aquellas labores. Ahora bien, las raíces de la psicología jurídica son foráneas, por lo que las
culturas y las leyes no son las mismas en todos los países en los que se ejerce el ámbito jurídico,
es por esto que se debe tener en cuenta los aspectos socioculturales para así ejercer correctamente
las practicas psicojuridicas.

En el transcurso del tiempo se ha incrementado el interés por obtener conocimiento,


mencionemos, a la Asociación Latinoamericana de Psicología Jurídica y Forense que además de
difundir y agremiar se ha dedicado a descentralizar y despresencializar el conocimiento en
psicología jurídica y plasma sus avances en el sitio. También hay que mencionar los aportes de la
Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica, que con el impulso de la sección de psicología
jurídica del Colegio Oficial de Psicólogos español ha difundido y agremiado a los profesionales,
especialmente a través del congreso bianual.

Hay que referirse además, que la psicología jurídica y forense debe ser específica en cada
contexto social, ya que el derecho y la psicología se relacionan debido a que ambas disciplinas se
preocupan por el comportamiento humano, en el que se generan resultados sociales, ya que las
creencias socio-culturales varían en países. Por otro lado se alude, a que el ser humano es
responsable de sus actos y está en él, elegir que conductas tener. Adicionalmente, psicología y
derecho presuponen que el sujeto puede decidir relacionarse de una manera más prosocial o se le
puede disuadir de una conducta contraria, partiendo de la evidencia de que el ser humano puede
modificar sus conductas (Urrá y Vázquez, 1993).

El derecho y la psicología, que a lo largo de este escrito hemos visto que se relacionan y
que pueden trabajar juntas, por sus características en su método de aplicación suelen ser muy
diferentes, ya que el derecho por un lado se encarga de condenar una vez estudiadas las
situaciones del delito, juzga y da sanción a actos de margen jurídico, mientras que la psicología
jurídica lo que hace es por medio de la conducta explicar el porqué del comportamiento de la
persona que quebranta la ley.

Por consiguiente, la relación entre psicología y derecho también es abordada desde


modelos complementarios, e incluso, de subordinación, tal como lo plantean Popolo (1996) y de
Lugo y Rivas (2004) quienes exponen dos modelos de interacción psicología-derecho: el Modelo
de Subordinación y el Modelo de Complementariedad. También esta disciplina ha adquirido
diferentes denominaciones tales como psicología jurídica, aceptada y defendida por los autores
del presente trabajo; psicología judicial (Altavilla, 1970), (Popolo, 1996); psicología legal o
psicología y ley (Kapardis, sf); psicología forense (Urrá y Vázquez, 1993) y psicología
criminológica o mal denominada psicología criminal-criminalista-criminalística (Garrido, 1995).
Esta rama de la psicología tiene diferentes denominaciones en los diferentes países del mundo y
desiguales definiciones con respeto a los actores que en el capítulo se mencionan. En conclusión,
la expresión genérica y con mayor adecuación es el de psicología jurídica, la psicología forense
queda determinada como una subespecialidad de la psicología jurídica. Los demás son términos
que se pueden utilizar con validez específica.
Así mismo se encuentra que autores tales como Garzón (1990) y Teixidó (1978), entre
otros nombrados durante el apartado propusieron definiciones limitadas, ya que se puede
evidenciar con la lectura hasta este punto que la psicología jurídica en su método incluye muchos
aspectos que la mayoría de definiciones limita, por ende aunque los presupuestos tenga alguna
idea sobre lo que es la psicología jurídica, se quedan cortos a la hora de dar esclarecimientos más
amplios y puntuales sobre esta disciplina.

Por lo tanto la psicología jurídica, brinda al derecho herramientas objetivas sobre la


conducta humana con consecuencias jurídicas, para tomar decisiones legales ajustadas al derecho
y a la justicia. A partir de las definiciones propuestas se concluye que los campos de acción de la
psicología jurídica son múltiples. Clemente (1995) señala las siguientes: psicología policial,
psicología judicial, psicología penitenciaria, psicología jurídica del menor, psicología preventiva
del delito, victimologia, psicología del testimonio, psicología de los jueces, estudio psicológico
de la conducta desviada, estudios sobre la norma jurídica, psicología de las relaciones
conductuales en el mundo jurídico.

Para continuar se toma importancia en mostrar cual es rol del psicólogo jurídico en todos
sus campos de acción, empezando con su método de tratamiento hacia el agresor, se mencionan
tesis y teorías las cuales hablan sobre los comportamientos criminales, los factores de incidencia,
como prevenir y dar tratamiento a las conductas criminales. Siguiendo con las víctimas, que se
hace énfasis en que se da asesoramiento y tratamiento para ayudar a que se reestablezcan, eviten
alteraciones mayores y se concentra en las secuelas del delito. Asimismo los profesionales de la
psicología jurídica instruyen, orientan y seleccionan a los colaboradores del apartado judicial, en
cuanto a selección se han diseñado instrumentos de evaluación de valores y actitudes específicos
como el cuestionario de valores interpersonales de Gordon (1977), también se señalan labores
tales como el asesoramiento sobre variables psicológicas que influyen en el ambiente laboral, su
labor en la organización idónea del sistema de administración de justicia y sus múltiples
funciones en el ámbito judicial. Para continuar con los roles de estos profesionales se menciona a
personas en conflicto, son aquellas que acuden al sistema judicial para solventar sus conflictos,
pero que no se encuentran involucradas en delitos.
Por último, La división de “PROCESOS” tiene como objeto las labores o los
procedimientos, lo que implica actividades como: el peritaje psicológico, asesoría a los abogados
y a la norma y la conciliación. (Hernandez, 2011)

En resumen, la psicología jurídica en sus inicios tuvo críticas y muchas interrogantes


sobre cuál sería su rol especifico y su campo de acción, pero a lo largo de acreditación fue
obteniendo popularidad y se fue imponiendo como una rama de la psicología que tiene como
objetivo la conducta judicial.
Bibliografía

Hernandez, G. (2011). Psicologia Juridica Iberoamericana.

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