Marca Personal
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Aplicable
Para principiantes
Interesante
Tú eres Dios
Y tu marca personal tu religión
Ecequiel Barricart Subiza | Alienta © 2014
En un texto sencillo y de fácil lectura que resulta accesible a cualquiera, el experto en marca
personal, corporativa y comunicación Ecequiel Barricart brinda secretos y reflexiones de vida
mezclados con prácticos consejos para crear una marca personal efectiva, potente y, sobre todo,
auténtica. Barricart parte de la idea de que somos los dioses-creadores del desarrollo que elijamos
dar a nuestra propia vida y que todas las personas tienen talento. Así, propone construir una
marca personal al reconocer y poner en práctica esas verdades. Su ameno texto con reflexiones
sobre la vida se entreteje con experiencias personales y profesionales, así como con consejos
prácticos y concretos para desarrollar una marca personal. Aunque por momentos el libro puede
resultar extremadamente anecdótico y poco profundo, puede ser una lectura rápida y ligera sobre
las marcas personales. getAbstract recomienda las palabras de Barricart a emprendedores y
empresarios principiantes así como a cualquier persona interesada en tener un acercamiento
desde la literatura de autoayuda a la construcción de marcas.
Ideas fundamentales
• Tu marca personal es la huella que dejas en el espacio público, a partir de la cual la gente te
conocerá.
• Una “verdad suprema” es que existes y que, con tu mente y tu corazón, le asignas un sentido a
las cosas.
• Todos tenemos talento y podemos desarrollarlo.
• El liderazgo requiere saber claramente el lugar que le asignamos al éxito.
• El éxito es conocer y seguir la dirección hacia lo que nos hace felices.
• Para desarrollar una marca exitosa, debes conectarla con tu yo interior.
• Si desarrollas tu marca en una conexión honesta con tus más profundos valores, nadie podrá
robártela ni copiarte. Serás inimitable.
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Resumen
Tu marca personal es la huella que dejas en la esfera pública. Es el elemento a partir del cual los
demás te juzgarán, se formarán una imagen de ti, se identificarán contigo y lo que ofreces –o
no– y se comunicarán contigo. Para comenzar a desarrollar tu marca personal, debes asumir tres
verdades.
“El mapa mental que hemos construido en torno al éxito hace que comulguemos con la
política de la acumulación y no con la poética de la utilidad de las cosas conseguidas”.
La primera “verdad suprema” es que, en tanto que existes y tu mente le brinda un lugar a lo
que existe y tu corazón le da sentido, eres dios. Este razonamiento se basa en una filosofía de la
humildad, el desapego y la sencillez, que nada tiene que ver con la vanidad. “Hay un dios en el
interior de cada uno de nosotros que espera a ser descubierto. El éxito se basa en descubrirlo y
conquistar tu vida”.
“Ser líder implica tener muy claro el rango de valor del éxito”.
La segunda verdad es que todos vamos a morir tarde o temprano. Es importante valorar el
tiempo que tenemos para construir una vida lo más auténtica y satisfactoria posible. La tercera
verdad que se ha de reconocer es que todos tenemos talento y que todos poseemos la capacidad
de desarrollarlo. Para ello, es necesario salir de la propia zona de confort: “si cualquier persona
se empeña en ser más o menos brillante en una actividad, lo puede conseguir con trabajo y
constancia”.
Aceptar estos tres principios: “Eres dios, aunque seas dios vas a morir y tienes talento” es un
paso de reflexión necesario para iniciar el camino al desarrollo de tu marca personal. La idea es
hacer de “nosotros mismos una marca sexy que motive nuestra existencia e inspire a los que nos
rodean”.
“Ser dios es liderar”, es una condición de trascendencia. Tener una marca personal es tu religión,
como lo es contar con personas que te sigan fielmente porque las inspiras y las guías a través de
tu marca. Es muy distinto a estar rodeado de aduladores o a concebir al éxito solo en términos
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El éxito es “ser feliz o acercarse en todo caso a eso que entendemos todos como felicidad”. La
fama, la riqueza, el poder, pueden ser consecuencia de la felicidad, pero hay que recordar que no
son la felicidad en sí misma. La felicidad es decidir la dirección en que se desea ir y cómo se elije
vivir, y no cuando dejamos que las cosas o las circunstancias decidan cómo vamos a reaccionar y a
sentirnos ante la vida.
“Dios genera sus propios contenidos, tiene opinión y se compromete con ella”.
Para ser dios y poder desarrollar una marca de éxito es importante partir del “yo interior”. Es
importante diferenciarlo del “yo”: “El yo interior eres tú sin la afección de tu cerebro emocional
y racional”. Debes hacerte dueño de tu marca desde tu yo interior: una marca creada desde tus
valores más profundos. Solo puedes generar una marca exitosa si te conviertes en el autor de
la misma; no un repetidor de alguien más. Atrévete a retar las convenciones para reinventarte
y dar lugar a una mejoría para ti y los que sigan tu marca. Resulta fundamental que tengas
“criterio, opinión y sobre todo un discurso propio que en tanto y cuanto sea innovador puede
hacer más o menos relevante tu posicionamiento”. Genera tus propios contenidos, ten una opinión
y comprométete con ella.
Crear así una marca es crearla desde el amor y, sobre todo, desde un lugar que reconozca el
amor y el respeto por nosotros mismos. “Ser dios es una aceptación de lo que eres y quien eres
íntimamente. No quiere esto decir que seas guapo, pero sí que acojas tu fealdad como parte de tu
grandeza”. Otro elemento importante a tener en cuenta al desarrollar tu marca desde tu yo interior
es que todo en la realidad se volverá relativo, pues lo estarás interpretando desde tus valores más
profundos y, por lo tanto, podrás ponerlo al servicio de tu marca. En la medida en que tu marca
se genere desde ese lugar que es inimitable por profundo, auténtico, original y verdadero, que es
tu yo interior, será igualmente importante que aprendas a dar y compartir, desde tu marca, con
generosidad.
Al desarrollar y socializar tu marca, no debes tener miedo: no hay nada que te puedan robar o
quitar. Si generas tu marca desde un lugar de profunda honestidad, donde brotan tus auténticos
valores, creencias y visión del mundo, tu marca será única, irrepetible e inigualable. Cierto
proverbio oriental lo resume: “el sabio es rico porque su corazón es de jade. Y un corazón de jade
no se puede robar”.
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Mientras sigas los dictados de tu yo interior con autenticidad y expreses tus propias ideas a
través de la voz verdadera de tu identidad, puedes avanzar con paso firme, seguro y sereno: el
camino que estás inaugurando es el tuyo, para ti y tus seguidores, aquellos que vibren en la misma
frecuencia que tú. Abraza el cambio, atrévete a innovar y “cambia de rumbo tantas veces como
tu corazón te lo indique. Permítete fracasar si con ello subes un peldaño en la escalera del éxito
futuro”.
Para que una marca sea considerada como icónica, debe tener alma o, mejor dicho, la marca debe
expresar dicha alma. Esa es una de las diferencias entre un logotipo y una marca: “Un logotipo es
un dibujito, y una marca es la representación en términos de comunicación de tu alma”. Tu marca
debe reflejar que estás en el lugar correcto para tu yo interior: en tu paraíso deseado, es decir, que
estás situado en un campo y una actividad que te llenan plenamente; que actúas con un sentido
profundo de trascendencia. “Vuelcas toda tu pasión y talento en ello”. Esa es una marca con alma,
precisamente porque emerge de una conciencia, una claridad, una visión y una misión con alma.
“Me molestan profundamente los funcionales de oficio, esas personas a las que si no les
cuadra la hoja Excel son incapaces de emprender nada”.
Para posicionar de manera exitosa tu marca, debes hacerlo “principalmente desde tu hemisferio
emocional, no desde una visión racional o convencional”. No obstante, debes conseguir un
equilibrio en tu marca que refleje la participación de cada uno de tus hemisferios cerebrales
(atributos racionales y emocionales) en una medida o correlación que te haga feliz y en la que te
sientas cómodo con el uso de cada uno. Esa medida, ese equilibrio, será tu “índice de marca”. Este
es un “medidor que define el porcentual que has aplicado a tu marca desde sus atributos. Nos
ayuda a definir una marca desde su concepción más o menos funcional o emocional”. Tu índice de
marca debe estar alineado con el hemisferio racional y/o emocional de tus clientes, de tu mercado.
No pretendas ser el primero en tu ramo: sé el único y sé el mejor. Recuerda que lo que tú ofreces
no es precio sino valor añadido. Transmite y comunica ese valor añadido con una narrativa
poderosa, cuya fuerza y valor se fundamenten en tu verdad interior, con la que ves y vives la
vida de manera auténtica y única. Debes saber y tener claro cómo proyectar “‘quién eres’ para
tomar conciencia de ti mismo, ‘qué eres’ desde el planteamiento de lo que te hace feliz, y ‘cuál es
la historia’ que va a dotar a tu misión de la atracción necesaria para convertirla en una religión
de verdad”. Genera una narrativa basada en las respuestas más honestas que puedas dar a estas
preguntas.
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“Tener clientes es una muestra de debilidad, tener seguidores responde a ser un líder
valiente”.
Procura que tus clientes sean más que sujetos a los que pasas una factura por un bien o servicio:
conviértelos en fieles seguidores, “compañeros de narrativa, amigos, a veces colaboradores,
incluso cocreadores”, en fin, en parte de tu marca.
Para que una marca sea plenamente funcional y exitosa, debe comunciar con eficacia, de acuerdo
a su contexto y audiencia. Debes seleccionar con sensibilidad y atención las herramientas
comunicativas para mostrar e interesar al mundo en tu marca personal. Hay tres tipos de
herramientas para este fin:
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“Yo no tengo clientes. Lo digo en serio. Los tengo en tanto les paso una factura y la pagan
pero yo no los siento como tales. Para mí son compañeros de narrativa, amigos, a veces
colaboradores, incluso cocreadores, en todo caso parte de mi marca”.
Debes considerar también otros instrumentos que participen en o que afecten la creación de
marca, como las herramientas comerciales. No obstante, absolutamente todas tus herramientas
deben orientarse a la venta, entendida como “la venta de tu propósito, de tu causa o de tu
intención creativa”.
“El arte de poseer una gran marca personal es directamente proporcional a la apuesta
que hagas por aportar valor de autor desde tu talento natural. No cedas nunca.”
Cuida que el grupo de personas que te rodea comparta contigo la misma frecuencia (sensibilidad,
intereses, saberes, inquietudes, visión, aspiraciones, valores y otros elementos de tu identidad
y tu manera de estar en el mundo). Deja ir de tu vida a quienes estén en frecuencias que hagan
corto circuito con las tuyas. En esos casos es casi imposible construir una comunicación fácil,
fluida y natural, lo cual es un fundamento necesario para compartir y crecer haciéndose un bien
mutuo. Apártate también sin rodeos de toda persona que resulte tóxica o malintencionada. Llena
tu mundo de energía benéfica y constructiva que te aliente e inspire, y rodeáte de amistades,
colaboradores y clientes positivos, generosos, arriesgados, curiosos, creativos e innovadores.Al
cumplir todos estos elementos en la generación de tu marca personal, la convertirás en
una “marca-religión” que expandirá tu mensaje y con la que sumarás “fieles” que sigan sus
“preceptos”.
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Este resumen solo puede ser leído por JOSE ALEXANDER GUARNIZO RODRIGUEZ ([email protected])
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