Estructuras Tensegríticas
Estructuras Tensegríticas
Estructuras Tensegríticas
Inventadas en los años 60 del pasado siglo, las estructuras tesegríticas han ido evolucionando y desarrollándose
continuamente hasta hoy. Y de manera muy profusa en los últimos 20 gracias al uso de los ordenadores. Poco a
poco, el estudio del comportamiento y métodos de cálculo están permitiendo introducir esta tipología estructural
en el sector de la ingeniería y arquitectura.
Tres hombres han sido considerados los inventores de la Tensegridad: Richard Buckminster Fuller, David Georges
Emmerich y Kenneth D. Snelson. Aunque todos ellos han clamado para sí el privilegio de ser el primer descubridor,
el segundo de ellos, Emmerich (Debrecen, Hungría, 1925-1996) evidenció que el primer prototipo de sistema
tensegrítico, denominado “Gleichgewichtkonstruktion”, fue creado por Karl Ioganson en pleno constructivismo
ruso allá por 1920.
Las primeras disquisiciones sobre la Tensegridad, ya citadas en los capítulos precedentes, fueron dadas por los
propios autores de las patentes intentando explicar lo que habían descubierto. En su artículo “Tensegrity”,
Buckminster Fuller explicaba profusamente los principios y conceptos básicos que gobernaban los sistemas
“tensionales-integrales”, pero no consiguió dar una definición concisa de los mismos. No obstante, también
empleó una breve frase que desde entonces ha pasado a los anales de la historia de la Tensegridad: “Los
elementos en compresión devienen pequeñas islas en un mar de tensión”. Algunos años más tarde, da otra
explicación más extensa en su libro “Synergetics”: “La Tensegridad define un principio de relación estructural en
el cuál la forma de la estructura está garantizada por el continuo y finitamente cerrado comportamiento de los
elementos traccionados del sistema y no por el discontinuo y localizado comportamiento de sus elementos
comprimidos.” Otro de los “padres” de la Tensegridad, David G. Emmerich, expuso en su patente que la invención
podría ser descrita de un modo no restrictivo, es decir, mediante el uso de ejemplos, algunos de los cuales fueron
incluidos gráficamente en dicho documento. De este modo, evitaba la difícil tarea de dar una definición concisa al
respecto.
Propiedades
Las tensegridades destacan por su ligereza en comparación a otras estructuras de similar resistencia o, si
se prefiere, tienen una gran capacidad portante si se comparan a otras estructuras de peso análogo.
No existen elementos redundantes, puesto que cualquier nuevo tendón añadido a la estructura sirve para
conferirle de mayor rigidez.
Como ya se ha dicho, no dependen de la gravedad gracias a su auto equilibrio, luego no requieren de
ningún anclaje o fijación para mantener su forma o geometría. Son, pues, sistemas estables en cualquier
posición.
La mayoría de los sistemas tensegríticos son enantiomórficos. Esto significa que aparecen con igual
geometría, pero dispuesta en sentido inverso (dextrorso y sinistrorso), como si de una simetría especular
se tratara. Por ejemplo, la mano izquierda y la mano derecha son enantiomórficas, ya que son idénticas
sin ser superponibles.
Módulos elementales tensegríticos pueden ser ensamblados juntos para así conformar torres,
emparrillados o conglomerados tensegríticos compuestos por iguales o distintas figuras elementales.
Cuanto mayor sea el pretensado de un sistema tensegrítico, mayor será su capacidad portante o
resistente.
El grado de tesado del pretensado es directamente proporcional a la cantidad de espacio ocupado.
Debido a que los componentes a compresión son discontinuos, sólo trabajan localmente; la compresión
está ceñida
a líneas de acción cortas y específicas, luego éstos no son susceptibles de colapsar por pandeo.
Por la razón argüida en el punto anterior, la discontinuidad de los esfuerzos de compresión, las
tensegridades no sufren torsión alguna.
Poseen la propiedad de la sinergia, donde el comportamiento de todo el conjunto no es predecible a partir
del comportamiento de sus componentes considerados individualmente.
La relación entre geometría y estabilidad en un sistema de tensegridad puede explicarse fácilmente utilizando un
símil: la analogía del balón.
Cálculo
El concepto clave en este tipo de estructuras es “no linealidad geométrica”. Debido a que las barras y cables solo
actúan en un sentido (tracción o compresión) y que una variación en sus tensiones implica grandes
desplazamientos, nos obliga a usar algoritmos complejos que asuman cálculos no lineales.
Determinar el estado de equilibrio de la estructura y sus tensiones. Para ello se debe recurrir a métodos “form-
finding” (o búsqueda de forma). Estos métodos parten de una geometría inicial propuesta a la que se aplican
las cargas de pretensado y mediante cálculos iterativos se busca el equilibrio de la estructura. Este paso es el
realmente complicado existiendo infinidad de algoritmos que a veces se escapan del uso normal de los
programas de cálculo.
2. Una vez tenemos el resultado geométrico y tensional de la estructura obtenido en el paso 1, se aplican las
acciones de las cargas externas sobre la estructura y mediante métodos de cálculo no lineal se obtienen los
esfuerzos y tensiones.
3. Ya solo quedaría dimensionar los elementos de estructura en función de la normativa que se esté utilizando.
Señalar que estas estructuras se suelen diseñar sobredimensionadas. Lo normal es que existan miembros
redundantes, con el fin de asegurar un bueno comportamiento de la estructura en caso de fallo de un elemento.