La Mentira de Teatro

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LA MENTIRA

Intención dramática: En esta escena conoceremos la situación de varios de los personajes y


algunas de sus características psicológicas. Uno de los principales es Sol, una adolescente a la que
su padre y madre tienen trabajando en la tienda de abarrotes de Don Pedro con quien tienen una
deuda. Sol es una chica de carácter dócil, pero algo dentro de ella le dice que su situación tendría
que ser distinta, que lo que hacen con ella es injusto, aunque sabe que sus padres, Lupercio y
María, la quieren. Sol se refugia en el amor romántico de la ficción (telenovela) para estar
emocionalmente en un lugar que le ofrezca esperanza para mejorar su vida y así tener una
esperanza a futuro. Don Pedro, trata bien a Sol y es amable con las personas, pero eso no
significa que lo que hace esté bien. Tener a una persona trabajando sin pagarle para saldar la
deuda de un tercero, más aún cuando es un/a adolescente, constituye explotación por más
normalizado que esto pueda estar en algunos lugares. Tampoco está bien lo que hace con
Lupercio, ni con otras personas del pueblo, a quienes les fía los productos de su tienda,
dejándoselos más caros, con lo cual las deudas que les genera se vuelven impagables. Lupercio es
un hombre frustrado, cansado, por más esfuerzo que ha hecho para salir de la pobreza el entorno
le ha sido adverso por distintas injusticias. De cualquier manera, nada de eso justifica los distintos
tipos de violencia que ejerce contra su familia. Los personajes no son totalmente buenos o malos,
aunque parezca que se carguen hacia uno de los extremos. Son seres complejos, como cualquier
persona, pueden pasar de la ternura a la crueldad sin siquiera percatarse de ello. Seguramente
habrán presenciado algo así más de una vez entre las personas que conocen, dejen que eso les
lleve a analizar la situación y al personaje

Elementos teatrales: La escena es en la tienda de Don Pedro y Sol está viendo una telenovela,
pero no la mira en una televisión normal, ni los personajes están dentro de un televisor. Esta es la
primera vez que utilizaremos de manera abierta el recurso del que hablamos en el apartado
introductorio: la convención. El televisor que mira Sol es un marco, para ella es real. Dentro de
ese marco se encuentran los personajes de la telenovela, no es un video, ellos están sobre el
escenario representando a una pareja conformada por un hombre y una mujer. Ellos existen
dentro de una telenovela, son lo que sucede dentro de una televisión, pero en el teatro la
imaginación debe ser lo que rija para que decidan si van a estar desde el inicio de la escena o
cuando sea su turno de estar sobre el escenario. No necesitan grabarlo y reproducirlo en un
televisor. Acudan siempre a la imaginación y a la convención, el público hará lo mismo, tal y como
lo hacen ustedes al acudir a ver una obra de teatro, no necesitan que haya cien personajes en
una escena de batalla para que entiendan.

Elementos escénicos: Tienda de abarrotes. Se puede usar un forillo (lo que va al fondo del
escenario como límite, puede ser tela pintada con elementos de una tienda de abarrotes, un
cartón para el mismo fin o lo que les parezca que dé la sensación que quieran provocar en el
público).

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PERSONAJES POR ORDEN DE APARICION

 sol
 Don Pedro
 Raúl
 Stefi
 Lupercio
 María
 Genaro
 Rafaela
 Doctora Alejandra
 Roberto
 Joven 1
 Joven 2
 Casandra

PRIMER ACTO

Una tienda de abarrotes.


(Sol barre apresuradamente).
(Entra Don Pedro apresurado, usa un mandil).

DON PEDRO: APÚRATE SOL, HAY MUCHA GENTE EN LA TIENDA.

SOL: Pero me dijo que limpiara el gallinero y que les diera de comer a las gallinas.

DON PEDRO: Sí, pero ya sabes que tienes que hacerlo rápido. Llevas dos años trabajando aquí,
pareces nueva.

SOL: Don Pedro ¿Y cuándo voy a terminar de pagar lo que le debe mi papá?

DON PEDRO: Un día... un día...

SOL: ¡¿Por eso, ¿cuánto? ¿Cuánto falta?!

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DON PEDRO: Entre más lo pienses más te desesperas.

SOL: ¡Don, Pedro! ¡No haga tanto ruido que no escucho la telenovela!

DON PEDRO: Ay, Sol, con ese carácter nadie se va a casar contigo. Te aprovechas de que soy
buena persona.

SOL: Don Pedro...

RAÚL (PERSONAJE DE TELENOVELA): ... no te preocupes, Stefi, cuando nos casemos, yo te voy a
sacar de todo esto.

STEFI (PERSONAJE DE TELENOVELA): Sí, eso quiero, que me rescates de todo esto. Quiero que
cuando nos casemos, hagamos un viaje por el mundo para olvidar todo este dolor.

(Los personajes se besan).


AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA EN MOMENTO ALTO.
QUEDA EN SEGUNDO PLANO.

DON PEDRO: ¡Sol, ya te dije que cuando se besen cierres los ojos!

SOL: ¡Pero ya tengo 16 años!

DON PEDRO: O cierras los ojos o no la ves.

SOL: Ashh...

(Entra Lupercio).

AUDIO: SALE MÚSICA DE TELENOVELA.

LUPERCIO: Sol, no le hagas caras a Don Pedro y apaga la tele que vienes a trabajar.

SOL: Está bien, papá.

DON PEDRO: ¡Quiubo, Lupercio! Sol, termina de arreglar las cajas de refrescos de atrás.

SOL: Está bien.

(Sale Sol).

LUPERCIO: Para qué soy bueno, Don Pedro.

DON PEDRO: Para que hagamos cuentas a ver cuánto me vas a pagar.

LUPERCIO: Pero si para eso le mandé a Sol, ¿a poco su trabajo no cuenta como pago de mis
deudas?

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DON PEDRO: Sol está cada vez más rebelde, ya sabes cómo son los jóvenes, si no ven dinero no
trabajan bien.

LUPERCIO: Pero con qué le voy a pagar, si a usted le consta que no hubo agua para sacar la
cosecha. Y lo poco que cosechamos apenas y nos alcanza para que comamos. Ya ve que hasta me
fui a la finca y lo mal que nos fue.

DON PEDRO: Todo eso lo sé, Lupercio, y me da pena por ti y los tuyos, pero habla con Sol o haz lo
que tengas qué hacer para que no ande tan inquieta.

LUPERCIO: Las mujeres siempre son un problema. Pero ya verá.

DON PEDRO: Mira, esto es lo que me debes del insecticida.

LUPERCIO: A ver... ¡Pero me lo está cobrando casi al doble!

DON PEDRO: Son los intereses, ya sabes que hay que pagar intereses. Y habla con Sol.

LUPERCIO: Ya verá…

ESENA 2

Intención dramática: Ver la otra cotidianidad de Sol en casa. Ella vive violencia física y
psicológica. Su padre la golpea y su mamá reproduce estereotipos de género al exigirle
que, como mujer, se comporte de manera sumisa y que no cuestione lo que se le ordena.
A lo largo de la obra veremos que estos tipos de violencia suceden en el entorno y están
normalizados.
Otra intención es ver que Sol lucha de acuerdo con sus posibilidades para no ser una
persona sumisa, trata de luchar por sus derechos, ella quisiera irse para tener una vida
mejor.
Elementos teatrales: Se repite la escena de la telenovela.

En la recámara de Sol.
AUDIO: PÁJAROS EN PRIMER PLANO.

MARÍA: Ya despierta, Sol, tienes que ir a trabajar... ¿Qué te pasó? ¿Qué tienes en la cara?

SOL: Como si no supieras...

MARÍA: Eso te pasa por no respetar a tu padre...

SOL: ¡No le falté al respeto!

(Entra Lupercio).

LUPERCIO: ¡No le hables así a tu madre!

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MARÍA: Déjame hablar con ella, Lupercio...

LUPERCIO: Aconséjale que se porte bien con Don Pedro o le va a ir peor.

(Sale Lupercio).

MARÍA: Sol, escúchame bien, si quieres estar tranquila tienes que obedecer a tu padre.
Está mal de sus nervios, no tenemos dinero, tenle paciencia, nomás que...

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA EN MOMENTO ALTO

RAÚL (PERSONAJE DE TELENOVELA): ...no te preocupes, Stefi, cuando nos casemos, yo te voy a
sacar de todo esto.

STEFI (PERSONAJE DE TELENOVELA): Sí, eso quiero, que me rescates de todo esto. Quiero que
cuando nos casemos, hagamos un viaje por el mundo para olvidar todo este dolor.

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA EN MOMENTO ALTO. SALE.


(Se abrazan).

MARÍA: ¿Me pusiste atención, Sol?

SOL: Qué importa, ya sé lo que me vas a decir.

MARÍA: Así como eres no vas a conseguir marido.

SOL: Yo lo que quiero es irme de aquí.

ESENA 3

Intención dramática: En esta escena conoceremos a otros dos personajes importantes de


la obra. Rafaela es una adolescente de 17 años, insegura de su apariencia física, no
terminó la secundaria porque sus padres murieron. Su abuela, quien la educó, siempre le
dijo que sólo con un hombre a su lado tendría valor la vida.
Genaro es un hombre encantador, seductor, que sabe llegarle a la gente y convencerla
para que haga lo que él quiere. La percepción de los demás es que siempre está
preocupado por el bien de los otros, que es honesto. Sin embargo, es chantajista, no usa
la violencia física, sino la violencia psicológica y es muy sutil. Presume logros que no son
reales, pero su capacidad verbal lo hace creíble ante los demás.

En una cocina o un comedor.

GENARO: ¡Rafaela, ven a desayunar mi amor!

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RAFAELA: ¿Me hiciste el desayuno?

GENARO: Pues nada más compré unos tamales y jugo.

RAFAELA: Qué cosas tan bonitas haces para mí, Genaro...

GENARO: Pues es que no me gusta dejarte sola, pero ya ves con mi trabajo... me gustaría pasar
más tiempo contigo.

RAFAELA: Sí me siento solita en la ciudad, pero me da mucho orgullo que seas representante de
Banda Sonrisa Tropical... deberías dejarme que le cuente a mis amigas, les daría mucha envidia de
la mala.

GENARO: ¡No! No, Rafaela, ya te dije que ni se te ocurra hacerlo...

RAFAELA: ¿Por qué te pones así? Me asustas.

GENARO: Perdóname, mi amor, pero es que es muy peligroso que andes contando esas cosas,
me pueden secuestrar, ¿eso quieres?

RAFAELA: Perdóname, no pensé...

GENARO: Exacto, tú no pienses, obedéceme y vamos a ser muy felices.

RAFAELA: Sí, perdóname, mi amor.

GENARO: Mejor ni me pidas perdón porque no te va a gustar lo que voy a decirte...

RAFAELA: ¡¿Ya te vas de gira otra vez?! Mejor llévame y no te estorbo, lo prometo.

GENARO: No se puede... perdóname, no es mi culpa; pero esta vez no te voy a dejar solita... te
vas a quedar con unos amigos míos ...te van a caer bien y te van a cuidar.

RAFAELA: Bueno, si crees que es lo mejor.

GENARO: Te prometo que te la vas a pasar muy bien con ellos. Ya quita esa cara de tristeza que
me haces sentir mal.

RAFAELA: No sé qué hice en la vida para merecer estar contigo.

ESENA 4
Intención dramática: El entorno de Sol “justifica” la violencia física contra ella, pues tanto
Don Pedro como María piensan que seguramente se tiene bien ganados esos golpes. Sol
tiene destellos de rebeldía contra la violencia en la que vive.
Conoceremos a la Doctora Alejandra que es veterinaria. Esta escena la presenta como
alguien que se va a preocupar por Sol.

En la tienda de abarrotes.

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DON PEDRO: Ay, mi’ja, es que por qué no obedeces a tu padre, por eso te va así, tan bonita que
eres y te andas ganando unas cachetadas.

SOL: No me gané nada, mi papá no tiene derecho a pegarme.

(Entra la veterinaria).

DOCTORA ALEJANDRA: ¡Buenas, Don Pedro!

DON PEDRO: Buenas, Doctora. ¿Qué tal la trata el pueblo?

DOCTORA ALEJANDRA: Bien, me trata bien. Me da dos costales de alimento para las gallinas.

DON PEDRO: Sol, ponte a atender para que dejes de tener malos pensamientos.

(Sol se acerca a atender a la veterinaria).

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Qué te pasó en la cara, niña?

SOL: ¡No soy una niña!

(Sol sale corriendo

ECENA 5
Intención dramática: Esta escena es muy importante, Genaro entrega a Rafaela a quienes
serán sus explotadores. Ella está siendo engañada, recuerden que Genaro, el tratante, ha
hecho muy bien su trabajo durante un tiempo enamorándola para “engancharla” y después
entregarla a sus explotadores.
Elementos escénicos: En esta escena participan e interactúan tres personajes a la vez. Este
será de sus primeros retos para montar la obra: ¿Dónde los vamos a colocar? ¿Qué van a
estar haciendo? ¿Dónde se van a ubicar para que el público pueda verlos con claridad? Antes
de leer el siguiente punto, lean la escena con estas preguntas en la mente.
Trazo escénico: Se refiere a dónde estarán parados los personajes, cuándo se van a mover,
cuál es el espacio delimitado para ellos, en qué lugar no se estorban el uno del otro a la hora
de moverse, y en qué posición deben estar para que la escena sea clara para el público. Esto
es lo más importante y es una de las tareas más divertidas durante los ensayos. Para ver con
claridad el desarrollo de la escena ubíquense donde estará el público. Si tienen la ventaja de
contar con un espacio teatral, siéntense entre la cuarta y la séptima fila, en medio. Desde
ese lugar, vayan trazando el camino de cada uno de los personajes. No saldrá a la primera,
no se desesperen y escuchen las recomendaciones de todos y todas las compañeras.
El trazo no solo es para que la escena quede limpia y clara, también existe por razones
dramáticas, pregúntense:
1. ¿Qué significa cuando un actor o actriz están en un extremo del escenario y otro en el
extremo opuesto?

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2. ¿Qué significa cuando de un grupo que avanza por el escenario, uno de ellos se
desprende y queda rezagado por voluntad propia?
3. ¿Qué significa cuando uno de los actores va y viene por el escenario y el resto se queda
fijo en un lugar?
El trazo también tiene un significado que alcanza a ser perceptible para el público. Y el
significado está relacionado con la situación emocional de la escena.
Si una escena está bien montada, si genera expectativas, emoción, la necesidad de saber
más, se tendrá un buen montaje y al final el público querrá discutir lo que presenció. El teatro
no se ve, se presencia, por eso es tan poderoso.
Afuera de una “casa” o un establecimiento.

RAFAELA: Está un poquito fea la casa de tus amigos, ¿no?

GENARO: Nada más por fuera. Lo que importa es que te van a cuidar, confío en ellos como en mi
propia familia; tú también tienes que confiar en ellos. RAFAELA: Pero ya te dije que yo quiero
irme de gira contigo.
GENARO: Perdóname, mi amor, pero no voy a poder atenderte, tengo que atender a los del
grupo todo el tiempo, para eso soy su representante.

RAFAELA: Déjame quedar en la casa por lo menos, ándale mi amor.

GENARO: No, Rafaela, de verdad es muy peligroso y no quiero que te quedes sola. ¿Qué, a poco
no te gusta que tu hombre te cuide y se preocupe por ti?

RAFAELA: Pues sí, pero yo no quiero…

GENARO: Te amo, lo hago por tu bien, todo lo hago por tu bien.

(Genaro la abraza tiernamente).


(Entra Roberto).

ROBERTO: Hola, Genaro.

GENARO: ¿Cómo andas, Roberto?

ROBERTO: ¿Es ésta?

GENARO: Sí, esta es mi joya, Rafaela. ¿Qué te parece? Muy guapa, ¿no?

ROBERTO: Pues...
RAFAELA: (Aparta a Genaro) Genaro, no me gusta cómo me mira este señor...

GENARO: ¿Confías en mí? Porque yo sí confío en ti...

RAFAELA: Sí... sí, confío.

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GENARO: Pues no parece...

RAFAELA: Es que... pues estoy un poco nerviosa, no conozco a este señor.

GENARO: Este señor te va a cuidar por mí, es de toda mi confianza, lo que Roberto me diga es
como si me lo dijera un hermano, ¿está claro?

RAFAELA: ¿Vas a regresar pronto?

GENARO: Apenas termine la gira regreso por ti, mientras vas a estar muy contenta, aquí hay
muchachas con las que vas a poder platicar.

RAFAELA: ¿Me vas a llamar?

GENARO: Apenas tenga un tiempito te llamo, mi amor, ¿está bien?

RAFAELA: Pues sí... si tú dices que todo está bien, me quedo, pero regresa pronto.

GENARO: Bueno, aquí te la dejo, Roberto, cuídamela mucho.

ROBERTO: Ajá.
RAFAELA: ¿No vas a pasar ni un ratito? No conozco a nadie.

GENARO: ¡Ya entra, carajo!

RAFAELA: ¿Qué te pasa, mi amor?

GENARO: Perdóname, tengo muchas cosas de trabajo y tú no me ayudas. Ándale, entra ya para
que me quede más tranquilo.

RAFAELA: Está bien. Adiós, mi amor.

(Se abrazan. Rafaela sale).

GENARO: Ya hice mi trabajo, me tienes que pagar más por esta, es más guapa que las otras.

ROBERTO: ¿Ya nos vas a traer a una chavita de 16?

GENARO: ¿Cuándo les he quedado mal?

ECENA 6
Intención dramática: Presentar a Genaro como a un seductor. La seducción no sólo
sucede con fines amorosos, sino también amistosos para conseguir algo. En este caso,
Genaro quiere seguir siendo admirado en el pueblo por algo que no hace: ser un exitoso
representante de una banda.
Recursos que podrán utilizar:

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· En conversación iniciada: Quiere decir que la escena inicia a la mitad de la acción, ésta
ya ha comenzado, pero no nos interesa lo previo, sino lo que viene del fragmento de
conversación que sí está en la escena.
· Proyectando: Es un recurso que seguramente han visto en la televisión y el cine. Es
cuando, por ejemplo, un actor o actriz abre una puerta y le grita a alguien sin que ese
alguien sea visto. Hay una convención de que, aunque no la veamos, hay una persona o
una multitud a quien se dirige el actor.
Plaza del pueblo.
(En conversación iniciada:)

GENARO: ... y entonces le dije al cantante, “O te comportas o te vas del grupo, ¿qué no sabes
quién soy yo? Soy el representante, yo los hice a todos ustedes.

JOVEN 1: Órale, no pos sí... es que sólo así entiende esa gente.

JOVEN 2: Deberías de darme chance de hacer una prueba, canto muy bien.

JOVEN 1: ¿Tú? Pero si tú no tienes la elegancia para ser cantante. Mira qué elegante es el Genaro.
No, tú qué.

GENARO: Si te pones las pilas, te prometo que te dejo hacer una prueba, no todo mundo tiene lo
que se necesita para ser artista. Miren: ahí vienen unas chavas… Ay, pero qué lindas flores da este
pueblo.

AUDIO: SILBIDOS MASCULINOS DEL GRUPO DE GENARO.

GENARO: ¿Siguen igual de antipáticas en el pueblo?

JOVEN 2: Sí... pero tú debes tener muchas mujeres, ¿no?

GENARO: Uy, si les contara...

JOVEN 1 Y JOVEN 2: ¡Pos cuenta!


GENARO: Pero para eso necesito algo pa´ aclarar la garganta, ¿no?

JOVEN 1: No, pos con qué...

GENARO: Ah, qué codos, ¿cuándo se van a poner las pilas para salir de este pueblo?... pero no se
preocupen que acá anda Genaro, vamos por un cartón.

(Joven 1 y Joven 2 celebran)

ECENA 7

Intención dramática: Presentar el “flechazo” entre Sol y Genaro. Ella queda sorprendida
de su forma de vestir, de su caballerosidad y de su aire de ciudad. Genaro ve en Sol a esa
chica de 16 años que “le piden” en la ciudad. Él siempre es amable, jamás se equivocaría

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haciendo insinuaciones de mal gusto o sexuales porque lo que quiere es ganar su
confianza, quiere que su víctima se enamore, que piense que es diferente a otros
hombres.
Trazo escénico: Aun cuando los personajes se mantengan fijos en su posición durante
una buena parte de la escena, los actores y actrices siguen actuando, es decir, siempre
siguen en su papel. Dejar de hacerlo haría que la escena dejara de tener credibilidad.
El principio de verosimilitud es el principio en las artes dramáticas (teatro, cine, ficción en
televisión, series) que ayuda a dar por verdaderos los acontecimientos que suceden
dentro de la ficción dramática, apartándonos de la realidad. Por ejemplo, sabemos que
los ratones no hablan, pero cuando vemos y escuchamos a Mickey Mouse hablar
entendemos que entramos a un juego, en un mundo en el que eso sí es posible, es decir,
entramos en esa lógica.
¿Cómo se rompe el principio de verosimilitud? Si estuviéramos viendo una película de
robots que sucede en el futuro (ciencia ficción) y de repente se viera un coche de
nuestros días, o un elemento que estuviera fuera de lugar en ese momento,
regresaríamos a la realidad y los eventos que suceden en la película perderían al menos
nuestra atención por un tiempo hasta que volviéramos a sumergirnos en el mundo
propuesto por la película.
Esto es lo que sucede cuando los actores y actrices se mantienen en silencio para que
otros digan sus diálogos y dejan de actuar. Dejar de actuar en este caso significa que
dejan el personaje a un lado y sobre el escenario está una persona sin interés en lo que
sucede ahí. Háganse preguntas: ¿Cómo se puede evitar esto? ¿Quiénes son las personas
involucradas?
¿Quiénes son espectadores/as involuntarios/as? ¿Cómo creemos que son sus
características como personajes (carácter)?
De esta manera llegarán a la conclusión de cómo estaría cada uno: interesado, neutral,
observador, molesto, contento.

En la tienda de abarrotes.
(Sol, sentada en una silla, un poco triste viendo su telenovela).

DON PEDRO: ¿Ya se te pasó?

SOL: Ajá.

DON PEDRO: Es que luego las mujeres son muy desesperantes, por eso no me casé, a fuerza
quieren hacer su voluntad.

(Entra Genaro).

GENARO: ¿Cómo está el viejillo más carero del pueblo?

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(Las miradas de Sol y Genaro en encuentran, se miran, sucede algo entre ellos).

DON PEDRO: ¡Genaro, qué alegría! Pero mira nada más qué guapo, hasta pareces artista,
¿verdad, Sol?

SOL: Este... sí, parece de la tele.

GENARO: ¿Y quién es esta muchachita tan linda?

DON PEDRO: Se llama, Sol; saluda a Genaro...

RAÚL (PERSONAJE DE TELENOVELA): ... no te preocupes, Stefi, cuando nos casemos, yo te voy a
sacar de todo esto.

STEFI (PERSONAJE DE TELENOVELA): Sí, eso quiero, que me rescates de todo esto. Quiero que
cuando nos casemos hagamos un viaje por el mundo para olvidar todo este dolor.

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA EN MOMENTO ALTO.


QUEDA EN SEGUNDO PLANO.

DON PEDRO: ¡Sol, niña, despierta!

SOL: Perdón... Buenas tardes, señor Genaro.

GENARO: No me hables de usted, dime Genaro, Genaro para ti... Solecito.

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA.

ECENA 8

Intención dramática: Genaro en plena seducción emocional y sentimental, tratando de


ganarse la confianza de Sol siendo adorable y presentándose como una persona sensible
y vulnerable sin problemas para confesarlo.
Trazo escénico: Ya sea que se tome la opción de que la escena se desarrolle con los
personajes de pie, o sentados en una banca, o una mezcla de ambas, es importante que
tomen en cuenta la distancia física que debe haber entre ellos de acuerdo con las
emociones que desaten los diálogos. Recuerden que el cuadro de la escena (la ubicación
de los personajes y los elementos físicos) componen otro cuadro que también está
narrando la escena.

Plaza del pueblo en domingo.


AUDIO: SUENA BANDA DE PUEBLO.

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GENARO: ¿Quieres otro helado?

SOL: Ay, ya me compraste el oso de peluche y las flores.

GENARO: Pero esos no son para comer.

SOL: (Risitas) No seas payaso.

GENARO: Qué bueno que tu mamá me dio permiso de sacarte a pasear.

SOL: Será porque nunca salgo.

GENARO: ¿Cómo crees? Pero si eres bien bonita.

SOL: Ay, ya. Eres bien sabe cómo.

GENARO: ¿No te gusta que te diga que eres bonita?

SOL: Sí, pero no te creo.

GENARO: Pero no te lo digo para ligarte, te lo digo de verdad, como amigos.

SOL: Ah...

GENARO: Te quedaste muy seria, ¿por qué?

SOL: No, por nada... nada más... ¿Por qué me miras así?

GENARO: Trato de adivinar qué tienes. Lo primero que veo es que eres una persona que me da
confianza, eso es raro, ¿no?

SOL: Pues sí, pero... pero...

GENARO: ¿Qué?
SOL: Nada...

GENARO: Dime... ándale

SOL: Es que tú también me das confianza.

GENARO: Qué bueno porque quisiera contarte algo que no quiero que se lo digas a nadie del
pueblo.

SOL: Te lo juro.

GENARO: No lo cuentes, pero me acaban de romper el corazón, y no creo que nadie pueda
ocupar su lugar.

SOL: ¿Y por qué me lo cuentas a mí? Tienes muchos amigos en el pueblo.

GENARO: Pues sí, pero... te va a sonar bien sangrón, pero para ellos soy como... como un ídolo,
como que piensan que a mí no me pasa nada malo, que soy muy fuerte. Es que cuando me
enamoro no tengo ojos para nadie más y me entrego todo.

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SOL: Pero eso está bien, ¿no? Uno debe enamorarse así, dando todo.

GENARO: ¿Tú crees? Es que creo que por eso siempre me ven la cara. ¿A ti te ha pasado?

SOL: ¿Qué?

GENARO: ¿Le has roto el corazón a muchos muchachos o te han roto el corazón? Yo creo que
más bien lo primero.

SOL: Ashh... ¿ya ves, no te digo? Eres quién sabe cómo.

GENARO: ¿Qué?
SOL: Pues claro que no, ninguna de las dos cosas; nunca he tenido novio.

GENARO: Pues este pueblo está lleno de tontos, por eso me fui.

SOL: Ah...

GENARO: La gente como tú y como yo no se queda en este pueblo, nos queda chico.

SOL: ¿Y era muy bonita?

GENARO: Sí, a mí sólo me gustan las bonitas, pagan igual de mal que las feas, pero al menos son
bonitas.

(Sol se ríe).

GENARO: Mala, te ríes de mí...

AUDIO: LAS RISAS DE SOL QUEDAN.

GENARO: Te aprovechas porque eres bonita. También en la ciudad serías una mujer bonita.
¿Algún día te gustaría vivir en la ciudad?

SOL: Uy, sí, mucho.

ECENA 9

Intención dramática: Sol está entusiasmada con Genaro, la vida le ha cambiado, tiene
algo que le parece bueno por fin, la monotonía se ha ido.
Genaro trata de ganar la confianza de Sol mostrándose como una persona sensible y
solidaria. No muestra interés amoroso romántico por ella, sino sólo amistoso, le compra
cosas sin pedir nada a cambio para que confíe en él y poder llevar a cabo su plan:
venderla en la capital como mercancía.

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Plaza del pueblo.

SOL: ¿Nos quedamos un ratito a platicar? No quiero llegar tan temprano a mi casa.

GENARO: Pero tu mamá se puede preocupar.

SOL: No, contigo no se preocupa. Al contrario, siempre me pregunta que cuándo voy a salir
contigo. Dice que me convienes.

GENARO: Pues se debería preocupar, eres una muchacha muy linda.

SOL: Ay, no seas payaso.

GENARO: Es broma. La verdad es que nunca pasaría nada entre nosotros.

SOL: Claro... tienes muchas mujeres en la ciudad, todas maquilladas y bonitas.

GENARO: ¡No, no es por eso! Es que estás muy chiquita, ni 18 años tienes.

SOL: ¿Y eso qué? Aquí eso nunca ha importado.

GENARO: Primero tienes que conocer a chamacos de tu edad, y yo además lo que busco es una
mujer para que sea mi esposa, ya no quiero tener novias así nomás.

SOL (Impulsiva): ¿Y entonces para qué me invitas a salir?

GENARO: Como amigos, porque me caes muy bien, eres una muchachita muy madura para tu
edad.

SOL: No me digas muchachita, hay varios de tu edad que me buscan.

GENARO: No te ofendas, por ahora seamos amigos, uno siempre los necesita para poder contar
sus problemas. Por ejemplo, ese moretón. SOL: Ah... este... no, no es nada... nada. ¿Nos vamos?
GENARO: Sol, mi papá también me pegaba, sé que tienes mucho dolor adentro. Tienes que
sacarlo. Será nuestro secreto.

AUDIO: ENTRA MÚSICA DE TENSIÓN.

GENARO: ¿Me dejas darte un abrazo?

(Sol llora).

SOL: Sí.
GENARO: Llora, te vas a sentir mejor.

FIN DEL PRIMER ACTO

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SEGUNDO ACTO

ECENA 1

Intención dramática: La veterinaria tiene varios diálogos con los que nos enteramos, por
sus preguntas directas y por el tono moderado, firme y cálido que usa, que sabe bien
dónde está parada, que no puede armar escándalos en un entorno donde la violencia
está normalizada. Sabe que exponer abiertamente su punto de vista sería
contraproducente para su fin: acercarse a Sol y protegerla. La Doctora Alejandra es una
persona inteligente, que sabe cómo moverse para alcanzar sus objetivos. Su idea es que
Genaro perciba que a ella no la puede engañar, pero de forma muy sutil para no
alertarlo.
Una escena puede contener más de una escena. Cuando cada personaje entra a escena,
estamos frente a una escena nueva o sub-escena. Los personajes que ya estaban en
escena pueden cambiar, a partir de la información nueva que traiga el personaje recién
llegado, cambian de opinión, afirman sus puntos de vista, sus objetivos y demás.
Esta escena contiene tres sub-escenas. La parte medular la maneja la veterinaria porque
va conociendo las circunstancias y los peligros bajo los que vive Sol: los distintos tipos de
violencia que ejercen sus padres sobre ella y el acecho de Genaro que, en el entorno de
Sol, no está mal visto. Para lograr saber más de Sol y poder ayudarla, tiene que ser
inteligente.
A pesar de que Lupercio es machista, con la doctora será distinto porque ella le está
ayudando y porque estudió, no es como su mujer y su hija.
Trazo escénico: La escena sucede en casa de Sol. En la primera parte de la escena pueden
estar de pie Lupercio y la doctora, posteriormente pueden sentarse a la mesa cuando
llega Genaro mientras al fondo María y Sol cocinan. O puede ser que ellas salgan y entren
a la escena. Ustedes analicen y decidan.

Casa de Sol y su familia.

LUPERCIO: ¿Cómo ve a mi borrego, doctora? Ya lo tenía casi vendido para que fuera barbacoa en
un bautizo.

DOCTORA ALEJANDRA: Le prometo que nadie se queda sin barbacoa.

LUPERCIO: ¡¿De veras?! Bendito sea Dios. Ya no la veo llegar.

DOCTORA ALEJANDRA: Pero... no quiero echarle a perder la risa, pero los medicamentos no van
a ser baratos.

LUPERCIO: ¡Me lleva!

DOCTORA ALEJANDRA: De verdad lo siento mucho.

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LUPERCIO: Doctora... ya sé que no nos conocemos, pero ¿no me echaría la mano? Fíeme, no sea
así.

DOCTORA ALEJANDRA: Híjole... A lo mejor los de la hacienda me contratan para cuidarles a todos
sus animales. Si se me hace, le echo la mano.

LUPERCIO: Soy buena paga, pregúntele a Don Pedro me fía, pero me deja todo al doble.

DOCTORA ALEJANDRA: Don Lupercio, así como la pinta: jamás va a dejar de deberle a Don Pedro,
y Sol va a seguir trabajando para siempre sin sueldo.

LUPERCIO: Mmmm... pues ni modo, Sol es mi hija y mientras no se case me tiene que obedecer.

(Entra María).

MARÍA: Sol, ¿cómo te fue? Ah, Lupercio, pensé que eras Sol.

LUPERCIO: Ya es tarde, ¿por qué no ha llegado?

MARÍA: Genaro iba a traerla a la casa, se han de haber quedado a comer un elote.

LUPERCIO: ¿Con Genaro? Eso está bueno. Dale a Sol todos los permisos que quiera para salir con
Genaro.

DOCTORA ALEJANDRA: No sabía que tenía una hija tan grande, Don Lupercio.

LUPERCIO: Sí, ya está grande, tiene 16.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Cómo?


MARÍA: Buenas tardes.

DOCTORA ALEJANDRA: Mucho gusto señora... yo no quería molestarla, pero Don


Lupercio...

LUPERCIO: Es la veterinaria, la traje a comerse algo, nos va a echar la mano con el borrego que
está vendido.

MARÍA: Ay, muchas gracias, Doctora... usted disculpará que no tenemos mucho que ofrecerle,
pero...

LUPERCIO: (Interrumpe) ¡María! En mi casa siempre hay cosas buenas para cenar, también trae
para que Genaro se quede a cenar. Ve con Don Pedro y que me apunte.

MARÍA: Está bien Lupercio, con permiso, Doctora.

(María sale).

DOCTORA ALEJANDRA: Oiga, Don Lupercio, ¿y cuántos años tiene el novio de su hija?

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LUPERCIO: El Genaro ha de tener unos... 26 o 27. Le va a caer bien, se dedica a los artistas y gana
mucho dinero.

DOCTORA ALEJANDRA: Me muero de ganas por conocerlo…

(Entran Sol y Genaro).

LUPERCIO: ¡Genaro, pásate, muchacho!

(Genaro, atento a la presencia de la Doctora, que no le gusta, pero logra ocultar).

GENARO: Buenas, Don Lupercio, nada más pasé a saludarlos a usted y a doña María.

MARÍA: Siempre tan educado, Genaro.

LUPERCIO: Pásale, siéntate, ¿cómo te trata la Sol, bien, o tengo que regañarla?

SOL: Ay, papá...

GENARO: Mucho gusto, soy Genaro Ramírez, a usted no la conozco.

LUPERCIO: Es la Doctora, la veterinaria, es nueva en el pueblo.

DOCTORA ALEJANDRA: Mucho gusto. Don Lupercio me ha platicado de usted.

GENARO: No le crea, son puras mentiras. Le dejo a Sol.

DOCTORA ALEJANDRA: Siéntese a platicar un rato, ¿verdad, Don Lupercio?

LUPERCIO: Sí, ándale, también hay cena para ti.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Una copita, Genaro? Yo se la sirvo.

GENARO: Pues... bueno.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿No te vas a sentar, Sol?

SOL: Mejor me quedo de pie por lo que se les ofrezca.

DOCTORA ALEJANDRA: Siéntate, cuéntame qué haces.

GENARO: (Finge estar bromeando) Ay, estos citadinos siempre queriendo cambiar las
costumbres, ¿verdad, Don Lupercio?

DOCTORA ALEJANDRA: No todos los cambios son malos, Genaro. ¿Sí se puede sentar con
nosotros?

SOL: ¿Puedo, pá?

LUPERCIO: Lo que diga la doctora está bien.

SOL: Eh... pues nada, trabajo en la tienda de Don Pedro.

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DOCTORA ALEJANDRA: ¿Y qué tal te la pasas?

SOL: Pues...

GENARO: (Interrumpe) Mejor cuéntenos usted, Doctora, ¿viene de la ciudad?

DOCTORA ALEJANDRA: Si, terminé la carrera y decidí venir aquí.

GENARO: Pero si usted es joven, y mujer, tiene carrera y amigos en la ciudad ¿a qué viene a
encerrarse a un pueblo? ¿qué, no tiene novio? (se ríe).

SOL: Yo sí me iría a la ciudad.

(Entra María con bolsas del mercado).

MARÍA: A ti nadie te preguntó, no te metas en problemas.

SOL: Perdón.

DOCTORA ALEJANDRA: (Mediadora) Déjela que hable, Doña María.

LUPERCIO: Sí, tú no te metas.

DOCTORA ALEJANDRA: (Carraspea) ¿Y qué te gustaría hacer en la ciudad?

GENARO: Doctora, yo creo que mejor hablamos de otra cosa. No le vayamos a meter ideas a Sol
que sus papás no quieran. Sol, mejor ayuda a tu mamá.

(Sol obedece sin chistar. Sol y María ponen la comida sobre la mesa).

DOCTORA ALEJANDRA: Sólo estamos platicando, ¿verdad, Don Lupercio?

LUPERCIO: No importa, Sol ya sabe cómo le va si me sale con ideas.

(Se conforma un silencio incómodo en la mesa).

GENARO: Aquí no es la ciudad, Doctora, y así nos gusta que sea.

(María y Sol han terminado y se sientan a la mesa).

DOCTORA ALEJANDRA: Tiene razón, Genaro; mejor cuénteme de usted, me dijeron que se dedica
a la cosa de los artistas, ¿con quién ha trabajado?

GENARO: Pues... con muchos, ¿quiere ver las fotos?

DOCTORA ALEJANDRA: Me encantaría.


GENARO: Sí, mire... aquí estoy con unos gruperos: “Los Comandantes”, ¿los conoce?

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DOCTORA ALEJANDRA: Claro, fui a estudiar a la ciudad, pero nací en un pueblo en el norte y me
gusta esta música... Mire, estos son “Los Ramírez de Río Colorado”.

GENARO: Ah, mírela, sí sabe la doctorcita.

DOCTORA ALEJANDRA: Es más, esta foto se la tomó con ellos en “La cervecería la
Tijuanita”... ¿verdad?

AUDIO: ENTRA MÚSICA DE TENSIÓN.

GENARO: (Un poco nervioso) Sí... sí... ¿Me sirve otra, doctora?

DOCTORA ALEJANDRA: Claro, luego se le seca la garganta a uno... Yo también tengo fotos con los
gruperos en ese mismo lugar... uno siempre los encuentra en La Tijuanita después de los shows
¿Quiere que se las enseñe?

GENARO: No... gracias, los conozco a todos.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Las quieres ver, Sol?

SOL: (Entusiasmada) ¡Sí!

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Ya viste que es el mismo lugar?

SOL: (Entusiasmada) ¡Sí, es el mismito lugar! ¿Cómo le hizo para sacárselas?

DOCTORA ALEJANDRA: Pues nada más les pides que se saquen una foto contigo y ya, son buena
onda. Claro, yo me las saqué como fan, Genaro porque trabaja con ellos y pues son amigos, ¿no,
Genaro?

ECENA 2

Intención dramática: Durante la lectura del texto, interpretación y puesta en escena de la


obra, se debe separar a los personajes de las personas. Puede ser que resulte difícil
comprender a Rafaela y a Casandra, ¿por qué actúan así? ¿por qué no escapan? No
busquen juzgar, ambas son personajes que representan a las víctimas de trata de
personas y explotación sexual en distintas etapas. Rafaela sigue enamorada, engañada,
pensando que Genaro regresará por ella. Es común que las víctimas sean sometidas a
procesos de enamoramiento, violencia física y psicológico, mucho estrés y al consumo de
alcohol y drogas.
Casandra intenta ayudar a Rafaela, pero no se va a sacrificar por ella porque no tiene
caso, sabe que no pueden salir de ahí. Por otra parte, también le confronta la actitud de
Rafaela porque le debe recordar a ella misma cuando pasó por eso.
Elementos escenográficos: Si escuchan la Radionovela “Tu mentira”, de donde parte este
texto, las mujeres están divididas del salón donde se lleva a cabo las fiestas por una
puerta. Al abrirse ésta se escuchan el ambiente y la música, es un ambiente festivo.

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En este caso se puede poner una cortina y al abrirse se podría escuchar música. En caso
de que no se tengan los recursos para ello: imaginación. Muchas veces el resultado es
mejor de lo que todos esperan. Recuerden que ningún elemento es indispensable, pero la
imaginación sí.

CASANDRA: ¿Ya estás lista...? ¡Te ves guapísima, manita!

RAFAELA: ¿No me queda muy cortita la ropa?

CASANDRA: Y eso qué, todos van a querer estar contigo.

RAFAELA: No sé... Casandra, yo no estoy acostumbrada a estar bebiendo con hombres.

CASANDRA: Muy mal, de lo que te has perdido, todos te chulean, te quieren hacer reír, es muy
divertido.

RAFAELA: ¿Pero y si Genaro se lo toma mal? Soy su prometida.

CASANDRA: Estás en la ciudad, no en tu pueblo.

RAFAELA: Es que luego Genaro es bien celoso, una vez me dio una cachetada por platicar con el
de la tienda.

CASANDRA: Eres insoportable... ¿quieres que venga Roberto y te golpee?

RAFAELA: ¡No!
CASANDRA: Para que vas que soy buena onda, ¿qué tal si Genaro te diera permiso?

RAFAELA: Pero cómo, no tengo ni a dónde llamarle.

CASANDRA: Pero Roberto sí.

RAFAELA: ¿Y él por qué sí?

CASANDRA: Tiene un teléfono para sus negocios.

RAFAELA: ¿Y por qué no me lo dio a mí, si soy su prometida?

CASANDRA: ¿Quieres hablar con él o no?

RAFAELA: ¡Sí!

ECENA 3

Elementos dramáticos: Esta escena es una continuación de la escena 1. La acción avanzó,


sucedieron cosas, pero no tan importantes como para haberlas presenciado. Lo que
permanece es la tensión entre Genaro y Alejandra pues tienen un mismo fin: separar a
Sol del otro. Genaro no quiere que Alejandra lo aleje de Sol y Alejandra quiere alejar a Sol
de Genaro porque no confía en él. Asimismo, ambos quieren ganarse la confianza de Sol,

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de su padre y su madre. La protagonista, Alejandra, y el antagonista, Genaro, siempre
tienen objetivos opuestos y su encuentro siempre representa conflicto. Cada uno debe
utilizar sus capacidades para obtener lo que desea.
Se estará desarrollando una escena paralela, la de Roberto con Rafaela y Casandra. Aquí
tendrán que utilizar su imaginación porque debe ser ágil, la escena sucede en dos lugares
a la vez.
Recuerden que no todo tiene que suceder sobre el escenario, utilicen otros espacios.

En casa de Sol.

GENARO: (Como en broma) A mí se me hace que le hizo daño vivir en la ciudad, Doctora,
desconfía de todo. ¿Qué gano engañándola?

DOCTORA ALEJANDRA: Claro que le creo, Genaro, ¿qué gano yo no creyéndole?

GENARO: Pos sabe...

DOCTORA ALEJANDRA: No’mbre, no se vaya con esa impresión de mí... échese otra copita.

LUPERCIO: Sí Genaro, la Doctora es buena gente, solo que no deja de ser mujer y pues, ya ves,
son todas preocuponas.

GENARO Y LUPERCIO: (Ríen) Salucita...

(Entra Roberto con un celular en la mano, marca un número).


AUDIO: RINGTONE DE CELULAR.
(Genaro se pone nervioso).

SOL: Es tu celular, Genaro.

GENARO: Es de trabajo, déjenme contestar, ahora vengo, con permiso...

(Genaro saca su teléfono, se aparta de la mesa hacia el otro extremo de Roberto. El resto queda
en una conversación simulada sin enunciar palabras, conviven y hasta pueden reír, pero nada
puede apartar la atención del público hacia Genaro).

GENARO: ¿Para qué me llamas? Estoy trabajando.

ROBERTO: (Juega con sus llaves) Tranquilo... ni te pongas así que esta vieja que trajiste es un
problema.

GENARO: Pues dale de golpes o algo, casi me echas a perder lo de la chavita.

ROBERTO: ¿Ya la tienes?

GENARO: Ya casi, pero con tus llamadas nunca. ¿Qué quieres?

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ROBERTO: Te voy a pasar a Rafaela y la vas a convencer de que se porte bien, si la vuelvo a
golpear nadie la va a querer.

GENARO: Pero ya te la dejé, es tu bronca.

ROBERTO: O la calmas o no te pago, es tu trabajo.

GENARO: Está bien, pásamela.

(Entra Rafaela).

ROBERTO: Es tu... prometido...

(Roberto ríe mientras sale de escena).

RAFAELA: ¡¿Genaro… mi amor?!

GENARO: ¡Hola, mi amor, te extraño mucho!

RAFAELA: (Comienza a llorar) ¿Por qué no has venido por mí? No me gusta este lugar.

GENARO: Rafaela, mi amor tienes que ser fuerte, todavía no termina la gira. No llores, pronto voy
a ir por ti.

RAFAELA: ¿Cuándo?

GENARO: Cuando termine. Mientras pásala bien, no llores, no seas una carga para Roberto, es
como mi hermano. Tienes que acostumbrarte a que viajo todo el tiempo por mi trabajo, ¿verdad
que me comprendes?

RAFAELA: Sí... te comprendo... pero la próxima vez me quedo en la casa, ¿sí?

GENARO: Te lo prometo, pero tú prométeme que te vas a portar bien y vas a obedecer a Roberto.

RAFAELA: Roberto quiere que esté en una fiesta, yo no quiero...

GENARO: Son unas personas muy importantes, tienes que hacerlo y verte muy guapa, además te
vas a divertir mucho.

RAFAELA: ¿No te vas a enojar si bebo con ellos?

GENARO: Me voy a enojar si no vas y no te portas bien. Haces lo que te dicen, ¿sí, mi amor, me
prometes que te vas a divertir para que yo esté tranquilo?

RAFAELA: Está bien... te prometo que me voy a divertir.

GENARO: Por eso te amo... cuento los días para estar contigo, pero mientras tenemos que ser
fuertes y vivir la vida, ¿sí?

RAFAELA: Tienes razón, eso haré... es que no sé qué me pasa.

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GENARO: Ya se te pasará en la fiesta. Mi amor, ya me tengo que ir, me están llamando, ¿está
bien?

RAFAELA: Sí, mi amor, ve a trabajar. Yo voy a estar bien. ¿Oye, me pasas tu teléfono para...?

(Genaro cuelga y vuelve a la mesa a sentarse).

GENARO: (Para sí mismo) A esta chamaca va a haber que castigarla seguido...

(Entra Casandra).

RAFAELA: Se cortó y no me dejó su número.

CASANDRA: Ya, ya te dijo que te la pasaras bien y que no te preocupes, ya. Ahora... ¡A la fiesta!

RAFAELA: Sí, ya hasta me dieron ganas, es que lo quiero tanto...

CASANDRA: Sí sí sí... vámonos.

(Salen Casandra y Rafaela).

LUPERCIO: Siéntate, Genaro, ¿estás enojado?

GENARO: Un poco, cosas de chamba. Pero ya no me siento, Don Lupercio, nada más entré a
despedirme. Doctora, écheme un aventón, ¿no? Dejé la camioneta en la plaza.

DOCTORA ALEJANDRA: Claro, claro que le doy un aventón, y así nos conocemos mejor.

GENARO: Muchas gracias a todos, la próxima déjenme que los invite a la cenaduría.

DOCTORA ALEJANDRA: Y yo la próxima.


SOL: (Apresurada hacia Genaro): ¿Mañana pasas por mí?

GENARO: Claro, Sol, yo te traigo a tu casa. Paso por ti a la tienda. Buenas noches.

(Salen Genaro y la veterinaria).

LUPERCIO: ¿Te gusta el Genaro, mi’ja?

SOL: ¡Ay, papá!

LUPERCIO: Con eso me lo dijiste todo.

SOL: ¿Y eso qué, ahora por qué no se enoja?

LUPERCIO: Porque es la primera vez en tu vida que estás pensando con la cabeza. Ayúdale a tu
mamá a recoger todo.

SOL: Sí, papá.

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ECENA 4

Objetivo dramático: Enfrentar a la veterinaria y a Genaro en un espacio sin escapatoria.


Eso genera tensión dramática.
Elementos escénicos: La escena se desarrolla dentro de la camioneta de la veterinaria.
Usen su imaginación: dos sillas serán más que suficiente.

Camioneta de la veterinaria, ella conduce.

GENARO: Está muy callada, Doctora.

DOCTORA ALEJANDRA: Es que estaba pensando cómo hacerle una pregunta.

GENARO: La que quiera y como quiera, échela.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Te puedo tutear?


GENARO: A qué doctorcita tan formal, a mí las mujeres no me hablan de usted (ríe). Con
confianza, ¿qué te preocupa Alejandra? Así te llamas, ¿verdad?

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Qué quieres con Sol? Te lo pregunto porque no creo que tengas
necesidad de chamacas de esa edad, y menos de pueblo. En la ciudad debes tener muchas
chances.

GENARO: Ah, ¿eso era lo que le preocupaba? ¿Por eso tanta desconfianza?

DOCTORA ALEJANDRA: Sí, y no me has respondido.

GENARO: No, no me faltan mujeres de verdad. No necesito a Sol.

DOCTORA ALEJANDRA: Entonces no entiendo.

GENARO: Sol y yo nada más somos amigos, te lo juro. Y no quiero nada con ella, una mujer me
rompió el corazón, no tengo ganas de nada.

DOCTORA ALEJANDRA: No te creo.


GENARO: ¿Qué tanto conoces a Don Lupercio?

DOCTORA ALEJANDRA: Apenas y lo he tratado.

GENARO: No vayas a decir esto que te voy a contar que me metes en un lío… DOCTORA
ALEJANDRA: ¿A ti? ¿no que muy macho?
GENARO: De verdad, lo que te voy a decir es grave, no aquí en el pueblo, pero tú estudiaste y
esas cosas sabrás que sí.

DOCTORA ALEJANDRA: Perdón, te prometo que no digo nada.

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GENARO: Estoy preocupado por Sol.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Por qué?


GENARO: Don Lupercio golpea a Sol...

DOCTORA ALEJANDRA: ¡¿Qué?!


GENARO: La golpea mucho, y por todo.

DOCTORA ALEJANDRA: Carajo... con razón se somete a todo lo que le dice.

GENARO: Lo que me da más miedo, que se vaya con el primero que le cante bonito.

DOCTORA ALEJANDRA: Sí, claro, si yo fuera ella eso haría.

GENARO: Pues eso es lo que no quiero que pase, por eso platico con ella para que no le vean la
cara.

DOCTORA ALEJANDRA: Jijo... qué gacho. Oye... o sea que crees que soy una tonta por haberte
hecho esas preguntas.

GENARO: Sí.

(Genaro y la Doctora Alejandra ríen a carcajadas)

DOCTORA ALEJANDRA: Cuenta conmigo para lo que necesites. De verdad.

GENARO: Ya sé. Eso me cayó bien de ti, me estabas haciendo esas preguntas para cuidar a Sol,
¿verdad?

DOCTORA ALEJANDRA: Sí, quería que te dieras cuenta de que no está sola.

GENARO: No te preocupes, yo voy a cuidar a Sol, te lo juro.

TERCER ACTO

ECENA 1

Intención dramática: Rafaela ha ingerido muchas bebidas alcohólicas. El deber de


Casandra es que Rafaela siga en la fiesta entreteniendo a Don Ezequiel; se trata de un

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cliente importante. Para ello debe reanimarla usando sustancias ilegales. Rafaela, sin
saber del todo lo que sucede, fue víctima de trata de personas al ser captada, trasladada
y entregada por Genaro a Roberto con fines de explotación sexual. Fue víctima de
violación por parte de Roberto cuando llegó para amedrentarla. Ahora será víctima de
explotación sexual. Para sobrevivir esto, ella piensa que todo va a pasar, que Genaro
regresará y que pronto se casarán. Casandra debe mantener a ella y a otras chicas que
también están en “la casa”, alegres y agradables con los clientes, pero es algo muy difícil,
las jóvenes son iniciadas en las drogas para que se mantengan contentas, y en pocas
semanas ya dependen por completo de ellas, les han generado una adicción. Para los
explotadores esto es importante porque la adicción es una forma de someterlas y que no
huyan si es que alguna vez se presenta la oportunidad.

(Casandra le da unas leves palmadas en las mejillas a Rafaela para animarla).

CASANDRA: Rafaela... Rafaela... despierta... despierta.

RAFAELA: (Voz de persona bajo efectos de alcohol, actúa de manera torpe) Nunca me había
sentido así... dame un café o algo.

(Casandra toma un frasco pequeño y colorido, saca de él un gotero lo lleva hasta la nariz de
Rafaela).

CASANDRA: Echa la cabeza hacia atrás...

(Rafaela obedece).

RAFAELA: ¿Es una medicina?

CASANDRA: Digamos que sí…

RAFAELA: (Voz bajo efectos de alcohol) Me cae muy bien Don Ezequiel... me dijo “dime Ezequiel,
a secas, somos amigos”... Don Ezequiel es mi amigo, pero ahorita ya estoy muy cansada para la
fiesta.

CASANDRA: Después de esto, te vas a sentir muy viva…

(Casandra suelta unas gotas en las fosas nasales de Rafaela. Segundos de silencio).

RAFAELA: (Eufórica) ¡¿Qué me diste?!

CASANDRA: ¿Te gustó?

RAFAELA: Me siento muy bien, feliz... y ¿Don Ezequiel? ¿te dije que ya somos amigos?...
¿Crees que Genaro se enoje si tengo amigos?

CASANDRA: (Chasquea los dedos) Ya, pon atención. Véndele esto a Don Ezequiel.

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RAFAELA: ¿Crees que soy bonita?

CASANDRA: Pon atención.

(Casandra le entrega unas pastillas en la palma mano a Rafaela).

RAFAELA: ¿Esto qué es?

CASANDRA: Ya chamaca, apúrate que Don Ezequiel no tiene tu tiempo, se lo entregas y que te dé
el dinero.

AUDIO: PUERTA QUE SE ABRE. FIESTA EN PRIMER PLANO.

ECENA 2

Intención dramática: La Doctora Alejandra encuentra una oportunidad para hablar con
Sol a solas, de esta manera puede dejarle claras sus intenciones de ayudarla, de advertirle
sobre las consecuencias de irse con Genaro –pero sin ser obvio para que Sol no la
rechace– pues todo indica que se irá con él bajo el permiso de sus padres.
La doctora será firme, a la vez que trata de estar a la altura de Sol y su amor por Genaro.

En el consultorio de la Doctora.
(Entra Sol cargando una caja).

SOL: (Resoplando) Buenas, Doctora.

DOCTORA ALEJANDRA: Déjame que te ayude, Sol.

SOL: Está bien pesada la caja… Traje la comida de las gallinas...

DOCTORA ALEJANDRA: Sí, está bien.


SOL: Pero ya vi que ahí tiene un montón de estas bolsas de comida.

DOCTORA ALEJANDRA: Mmm… sí, la verdad es que no la necesitaba, pero es que quiero hablar
contigo.

SOL: ¿De qué?

DOCTORA ALEJANDRA: Sol, nos conocemos desde hace poco, pero ¿confías en mí?

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SOL: ¿Cómo para qué?

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Tienes alguien en quien confíes?

SOL: Pues... no sé... nunca hablo con nadie.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Nunca tienes ganas de contarle a alguien tus cosas? Te veo muy sola,
necesitamos de la gente.

SOL: Sí... la verdad sí... sí me siento sola. Pero ya casi no desde que conocí a Genaro.

DOCTORA ALEJANDRA: Ah, qué bien, cuéntame.

SOL: Estoy contenta. Me cae bien Genaro... me hace reír y me da confianza.

DOCTORA ALEJANDRA: Me da gusto que estés contenta y que me lo cuentes.

SOL: Con Genaro se me olvida que trabajo en la tienda, que mi mamá y mi papá....

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Qué... tu papá y tu mamá que...?

SOL: Nunca están contentos conmigo. Con mi hermano siempre estaban contentos, todo lo que
hacía estaba bien porque era el hombre. Pero cuando los malos se lo llevaron y no regresó más,
se pusieron peor conmigo, eso me da tristeza. Quisiera hacer algo que los pusiera contentos
conmigo.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Ves? Por ejemplo, cuando sientas que tus papás no están contentos,
puedes llamarme o venir y platicamos de eso para ver cómo lo arreglamos.

SOL: Bueno, está bien... sí, está bien.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Qué tal que te doy mi teléfono y me llamas cuando quieras hablar de tus
cosas?

SOL: No tengo celular.

DOCTORA ALEJANDRA: Mejor, quiero que te lo aprendas de memoria.

SOL: Está bien.

DOCTORA ALEJANDRA: Oye, y Genaro y yo no somos amigos, así que nada de lo que me cuentes
sobre él se lo voy a decir.

SOL: Qué bueno, porque eso sí quiero contárselo a alguien.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Qué es?


SOL: No es nada malo... es algo bonito... sobre Genaro.

ECENA 3
Elementos dramáticos: Lupercio se encuentra adolorido pues recibió una golpiza por
parte de los trabajadores de una finca. Tras haber intentado convencerlos de que no

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fueran porque las condiciones laborales son profundamente injustas, los hombres
arremetieron contra él para que se quede callado.
Intención dramática: Lupercio fue víctima de trata de personas unos años atrás, no con
fines sexuales sino para trabajos forzados. Durante esta escena expone la situación de
injusticia que vivió en la finca y las razones por las que azuzó a los trabajadores a que no
aceptaran ir por ese trabajo. Pero a la vez, Lupercio no tiene otra opción más que acceder
a recibir toda esa injusticia bajo la esperanza de que al menos esta vez sea menor.

Casa de Sol y sus padres.


(Lupercio se queja tratando de contener el dolor toda la escena).

MARÍA: (Angustiada) Ya me dijeron que te peleaste con Ramón y otros, ¿por qué? ¿Qué pasó?

LUPERCIO: Eso no te importa, no son cosas de mujeres. Ponme una venda en las costillas…

MARÍA: Dicen que por tu culpa perdieron el trabajo que les ofrecieron en la finca... ¿Te duele
mucho?

LUPERCIO: ¿Tú qué crees?

MARÍA: Yo que sé... no me quieres contar nada...

LUPERCIO: ¡Ay, con cuidado!

MARÍA: (Solloza) Sí.

LUPERCIO: ¡Yo no les hice perder un trabajo! Los ayudé a que no los robaran.

MARÍA: ¿Quién les iba a robar?

LUPERCIO: Los de las fincas. ¿Te acuerdas que cuando me fui a la finca regresé nomás con unos
centavos?

MARÍA: Me acuerdo que regresaste muy triste y enojado... y ahora bebes mucho.

LUPERCIO: Pues todo sonaba muy bonito cuando nos ofrecieron ir, era buen dinero.

MARÍA: Sí... yo pensé que... nada.

LUPERCIO: Pues nos robaron.

MARÍA: ¡¿Los asaltaron?!

LUPERCIO: No, nos robaron los mismos que nos contrataron, los de la finca.

MARÍA: ¿Cómo fue eso?

LUPERCIO: Cuando nos tocaba cobrar nos dijeron que nos iban a pagar dentro de tres meses...
que para que no nos lo gastáramos en borracheras.

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MARÍA: (Risitas) Ya saben que los hombres son bien borrachotes.

LUPERCIO: ¡María!
MARÍA: Era broma, tú casi ni bebías antes de eso, ni con lo de nuestro hijo...

LUPERCIO: Claro, por eso me pareció que no estaba tan mal, pero como no teníamos ni para
comer, les pedimos un adelanto para comprar comida. Nos dijeron que no, que había una tienda
en la finca, que pidiéramos lo que quisiéramos y nos lo apuntaban.

MARÍA: Levanta bien los brazos. Todavía no entiendo qué tiene qué ver eso con los golpes que te
llevaste en la plaza.

LUPERCIO: Pérate. Entonces apuntamos todo, y a fin de mes hicimos cuentas: todo estaba tan
caro que nos quedó menos de la mitad de la paga. Un kilo de huevo como si fuera de... de
carnitas... un refresco como si fuera de oro...

MARÍA: Yo no sé mucho, ¿verdad? Pero ¿no hubiera sido bueno que hicieran una coperacha para
que vinieras por comida al pueblo? Al fin que Don Pedro te fía.

LUPERCIO: Pues eso de la coperacha lo hicimos, y uno se fue a comprar comida y ya no lo dejaron
regresar, ni le pagaron lo que había trabajado. Nos advirtieron que el que saliera ya no entraba.

MARÍA: ¿Por qué no me habías contado de todas tus penurias?

LUPERCIO: Lo peor es donde vivíamos, unos como galerones donde te morías de calor en el día, y
de frío en la noche. Lo más feo es que había muchos niños que se la pasaban mal. Y luego otros
que no hablaban como de acá, como que eran extranjeros y los amenazaban todo el tiempo.

MARÍA: Pero por lo menos después de las cuentas les quedó la mitad del dinero.

LUPERCIO: Eso pensaba, eso me calmaba porque con eso íbamos a vivir un tiempo, pero no, al
final nos pagaron lo que se les dio la gana.

MARÍA: Ay, Lupercio... sí estuvo duro, pero yo digo que ya no hagas corajes por eso.

LUPERCIO: Hace rato cuando estaba en la plaza y vi los de la finca querían engañar a mi
compadre, me puse a gritarles de todo. Mi compadre y los demás me querían callar, por eso
fueron los golpes. Estaba el Fabián, el mismito que nos engañó y nos llevó en su camioneta toda
destartalada a la Finca y ahí nos abandonó, ¡nos vendió!

MARÍA: Hasta es bonito lo que hiciste, pero... ya no van a tener ni ese mugriento trabajo.

LUPERCIO: Vas a ver que sí, siempre se necesita gente en las fincas, y creo que hasta yo voy a ir,
porque no hay de otra.

(María abraza a Lupercio).

ECENA 4

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Objetivo dramático: Casandra no lo aparenta por su labor entre las chicas, como Rafaela,
pero también ella es una víctima. Todo el tiempo vive bajo el terror de los golpes, el
maltrato físico y psicológico que Roberto le provoca. Si por algún motivo Casandra no
cumple con las órdenes, o simplemente porque Roberto esté de mal humor o sólo quiera
demostrar su poder sobre ella, recibirá golpes y todo tipo de maltrato.
Intención dramática: Mostrar cuál es la relación de poder que existe entre el explotador
y las víctimas, de qué manera se les va robando la voluntad y energía para que se
mantengan alineadas a lo que él y los clientes quieren de las víctimas.
Don Ezequiel es un personaje que representa no sólo a los clientes, sino a un cliente
poderoso al que tienen que complacer a toda costa. Tal vez se trata de un cliente al que
se le deben favores o que deja mucho dinero. En la cadena de la trata de personas con
fines de explotación sexual, el cliente-explotador es aquél o aquella que paga o promete
para que la víctima realice actos sexuales directamente con él o ella.

Habitación.
(Entra Roberto molesto).

ROBERTO: ¡Casandra... Casandra!

CASANDRA: ¿Qué pasa?

(Bofetada de Roberto a Casandra).

CASANDRA: ¡¿Qué hice?!

ROBERTO: Me acaba de llamar el Don Ezequiel, muy, muy enojado, para decirme que no va a
regresar, ¿Qué pasó con la malcriada de Rafaela? ¿Qué hizo?

CASANDRA: Le vendió muchas pastillas, pero muchas. Y se las metieron todas.

ROBERTO: ¿Y por eso se enojó? No te creo.

CASANDRA: Rafaela estaba tan borracha que ya no respondía...

ROBERTO: ¿No se la llevaron al cuarto?

CASANDRA: Sí, como le gusta a Don Ezequiel, pero cuando ya la había quitado la ropa y todo...
él... él... se había metido mucha droga.

ROBERTO: ¿Y eso qué? ¡Explícate!

CASANDRA: Que Don Ezequiel no pudo. Yo estaba ahí, no dijo nada, se vistió y se fue. No pude
detenerlo.

ROBERTO: ¿Le sacaste fotos a Rafaela?

36
CASANDRA: Sí, divirtiéndose con Don Ezequiel, junto a él. No te preocupes, a él no se le ve la
cara.

ECENA 5

Objetivo dramático: Provocar que Sol quede convencida de que Genaro es el hombre con
el que ha soñado, el que la puede sacar de su realidad y llevarla a un mundo mejor.
Intención dramática: Genaro es un seductor: se acopla a las necesidades afectivas de la
chica para que ella se enamore. En esta escena le hace creer a Sol que detrás de ese
supuesto hombre de negocios, de la farándula, seguro de sí mismo y con estabilidad
económica, existe una persona sensible y vulnerable. Si Sol ya se encontraba enamorada,
con estas “cualidades” expuestas termina por convencerse de que “lo ama”. A la vez,
Genaro recurre al chantaje con Sol. Este manejo de supuestas cualidades compone parte
de la mecánica de una persona dedicada a aprovecharse de la situación de vulnerabilidad
de una víctima.

Plaza del pueblo.

GENARO: ¿Está muy bueno el helado?

SOL: ¿Por qué preguntas?

GENARO: Porque no has dicho nada desde que te lo compré.

SOL: Es que me siento muy bien, nunca me había sentido así.

GENARO: ¿Ah, sí, y qué sientes?

SOL: Bonito.

GENARO: Qué bueno porque entonces vas a entender lo que te voy a decir.

SOL: ¡¿Qué?!

GENARO: Que... que... que... ¿no te vas a burlar de mí?

SOL: (Risa nerviosa) ¡Ay, ya! Jamás me burlaría de ti.

GENARO: Conste... es que tuve un sueño, muy bonito. Soñé con la mujer que me rompió el
corazón.

SOL: Ah...

37
GENARO: ¿Qué tienes? Estabas muy contenta y de repente te pusiste triste.

SOL: (Trata de recomponer) No, nada, no estoy triste, de veras.

GENARO: No es verdad, se te nota, tus bonitos ojos me dicen que te pusiste triste.

SOL: ¿Nos vamos?

GENARO: (Molesto) Si eso quieres...

SOL: ¡Espérame, no te vayas Genaro!

GENARO: Decídete, ¿te quieres ir o no?

SOL: ¿Ya te enojaste?

GENARO: Es que te estoy contando una cosa importante, muy importante para... para... para los
dos... pero mejor vámonos.

SOL: ¿Para los dos? ¿Quiénes dos? Dime... ándale… dime para quiénes dos.

GENARO: Bueno, para mí, ahora ya no sé si para los dos.

SOL: ¿Nosotros dos? Dímelo, por favor... Ándale, no seas malo...

GENARO: Te lo voy a decir porque ya no lo puedo aguantar, y si te burlas de mí, pues ni modo.

SOL: No, te juro que no. Dame la mano para que sientas que no digo mentiras...

GENARO: Está bien. Soñé con ella, con Rafaela, soñé que nos encontrábamos y hacíamos las
paces, yo le deseaba buena suerte de corazón.

SOL: Eso es muy bonito.

GENARO: Pero para mí hubo algo más bonito todavía: me habló de ti.

SOL: ¡¿De mí, y qué te dijo?!

GENARO: Que tú eras la mujer de mi vida.

SOL: ¿De verdad? ¿No me engañas?

GENARO: No, no te engaño. Y cuando desperté me di cuenta de... de que te quiero.

(Sol llora de emoción).

GENARO: ¿Lloras porque no sientes lo mismo que yo? Bueno, está bien. No importa, Sol, no es la
primera vez que me rompen el corazón.

SOL: No es eso... es que también te quiero.

GENARO: ¿Te puedo besar?

SOL: Pero... no sé si te va a gustar, es que nunca he besado a nadie.

38
GENARO: No importa si no has besado a nadie. Es más, respeto mucho que nunca te hayan
tocado.

SOL: ¿De verdad, no te molesta si no sé besarte, ni nada?

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA EN MOMENTO ALTO.

STEFI: Sí, eso quiero, que me rescates de todo esto. Quiero que cuando nos casemos, hagamos un
viaje por el mundo para olvidar todo este dolor.

AUDIO: MÚSICA ROMÁNTICA DE TELENOVELA.

GENARO: Sshhh... vamos a darnos nuestro primer beso... mi amor.

ECENA 6

Objetivo dramático: Roberto y Casandra ponen contra la pared a Rafaela para que tenga
relaciones sexuales con Don Ezequiel pese a su reticencia. Si no lo hace, Genaro se
enterará de lo que ha estado haciendo aun contra su propia voluntad, no tiene más
opción que hacer lo que le exigen mediante chantaje. Al mismo tiempo, Rafaela ya se
encuentra sometida a través de la adicción que le crearon a las drogas.
Intención dramática: Chantajear a Rafaela para que tenga relaciones sexuales con Don
Ezequiel, de manera en la que quede convencida y “lo haga por voluntad propia”.

En “la casa” de Roberto

RAFAELA: (Extrañada) ¿Cómo que tengo que tener relaciones sexuales con Don Ezequiel?

CASANDRA: ¿No te acuerdas de que ya son amigos?

RAFAELA: (Temerosa) Sí, sólo somos amigos y yo estoy comprometida.

ROBERTO: Enséñale las fotos.

RAFAELA: ¿Cuáles fotos? CASANDRA:


Estas…

(Casandra le entrega su celular a Rafaela para que vea las fotos).

39
RAFAELA: (Alarmada) ¡¿Por qué estoy desnuda con este señor?! ¡¿Qué me hicieron?!

ROBERTO: Eso fue lo mejor, nada. Ve todas las fotos, clarito se ve que andabas coqueteando con
Don Ezequiel y estuviste con él.

RAFAELA: No, no puede ser, no me acuerdo de nada... fue por la droga... eso fue.

(Roberto y Casandra se ríen).

ROBERTO: Sí, claro, la droga. Eso dicen todas, “yo no fui, yo no fui”. Entonces la cosa va a ser así:
hoy viene Don Ezequiel, se ponen como ayer, le coqueteas toda la noche y te vas a la recámara
con él.

RAFAELA: Eso no va a pasar nunca.

(Roberto bofetea a Rafaela).

ROBERTO: ¡No me hables así! Y sí va a pasar ¿o sabes qué? Le mando las fotos a Genaro.

(Roberto juega nervioso con el llavero).

RAFAELA: ¡No, no por favor!

CASANDRA: Si se las mandamos ya no se va a querer casar contigo.

ROBERTO: Quita esa cara de espanto y báñate.

(Casandra toma el gotero).

CASANDRA: Te voy a dar unas gotitas para que te animes.

(Rafaela se prepara para recibir las gotas en la nariz).

ECENA 7

Elementos dramáticos: La elipsis es la técnica mediante la cual no se narra un evento


para que la acción avance hacia un punto más importante de la trama. Por ejemplo, algún
personaje avisa que va a la tienda, lo que seguiría es narrar su estadía en la tienda, ver lo
que compra, cuando le cobran y va de regreso a su casa. Como estos eventos no nos
aportan nada a la trama principal, no los narramos. La elipsis es un elemento de
economía de los recursos narrativos para tener una historia mejor contada.

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En el ejemplo citado arriba ¿Cómo aplicamos la elipsis? Regresamos a casa del personaje
quien viene con bolsas de la compra, de esta manera sabemos que fue a la tienda y
compró lo que necesitaba. Y aquí viene lo importante: Al entrar a su casa se encuentra
con que está completamente vacía.
Lo que se necesitaba era que saliera de su casa y al regresar se encontrará con este giro
que llevará hacia adelante en la narración de la trama. Para llegar a esta escena se utilizó
la elipsis pues en la escena 5 Sol ha quedado completamente enamorada de Genaro.
Siempre se supo que Genaro necesitaba una adolescente con las características de Sol
para llevarla a la ciudad al mismo lugar donde llevó a Rafaela. Con estos dos elementos
damos por sentado que iba a suceder lo inevitable: si Sol se enamoraba, Genaro se la
llevaría a la ciudad con la ayuda de sus padres sin saber lo que le puede deparar a la
chica. Así que para esta escena Genaro a pedido a Sol y a sus padres llevársela a la ciudad
bajo la promesa de que Sol tendrá una mejor vida.
Intención dramática: Don Pedro abre su corazón y le cuenta a Sol el evento traumático
de su vida en el que los prejuicios le hicieron perder a una persona muy querida por él;
no logra perdonárselo. Sol está más atenta al dolor de Don Pedro que a lo que en verdad
le está ofreciendo a ella, es decir, apoyo por si las cosas no salen bien en la capital. Sol
puede regresar con él si algo no sale bien…

Objetivo dramático: Dejar claro que los prejuicios del entorno no hacen fácil el regreso
de las víctimas a su entorno. Se les discrimina aun cuando son víctimas de engaños,
violencia y explotación. Este es un recurso que se ha querido integrar al guion para que el
público comprenda que es importante que si vemos que alguien puede estar en peligro le
hagamos saber que puede pedir ayuda o regresar.

(Don Pedro llora calladamente).

SOL: Ya no llore, Don Pedro, que me va a hacer llorar. Desde hace un mes le dije que me casaba y
sigue llorando.

DON PEDRO: Está bien... pero es que no puedo creer que ya no te voy a ver ni en la tienda, ni el
pueblo.

SOL: Pero voy a estar muy contenta cuidando a mi esposo. Además, mi mamá viene a trabajar
con usted.

DON PEDRO: (Bromea) Pero le voy a tener que pagar.

SOL: (Bromea) Por eso llora, viejo codo. Cuídela ahora que mi papá se va a la finca.

DON PEDRO: Ay, cualquiera puede cuidar mejor a tu mamá que Lupercio.

SOL: Desde que lo golpearon en la plaza como que cambió.

DON PEDRO: No, la gente no cambia, nomás se aburre de lo que era. Sol, quiero decirte algo.

41
SOL: ¿Sobre qué?

DON PEDRO: Primero que estoy arrepentido de haberte tenido en la tienda sin pagarte, fue un
abuso y seguro eso hizo que te quisieras ir. Toma, guarda este dinero, no le digas a nadie que te
lo di, te lo ganaste.

SOL: (Emocionada) ¡Gracias Don Pedro! ¡Con esto podré comprarme ropa bonita para la ciudad!

DON PEDRO: La otra cosa Sol, es que bueno, ya sabes que nunca me casé, pero tenía una sobrina
que era como mi hija, sus papás murieron. Un día se fue con el novio, nomás me dejó una nota.

SOL: No sabía... pobre Don Pedro.

DON PEDRO: Después de un tiempo regresó a la casa, un sábado... toda flaca, golpeada. ¿Y sabes
qué hice?

SOL: ¿Le pegó?

DON PEDRO: No, la corrí... le dije que no quería a una cualquiera en mi casa. Le cerré la puerta.
Desde ese día no sé nada de ella, y no hay noche que no me llene de preocupación por ella. Es lo
peor que he hecho en mi vida.

SOL: Pues... yo no sé... ¿estuvo bien? Es que pues, si ya estaba manchada... como que no está
bien, ¿no, Don Pedro?

DON PEDRO: No. Estuvo mal, muy mal, no me lo voy a perdonar nunca. Los prejuicios son malos,
¡No sé qué será de ella! Y todo por los prejuicios.

SOL: ¿O sea que tendría que haberla ayudado, aunque haya hecho algo malo?

DON PEDRO: Sol, ella era mi sobrina, ni siquiera la escuché, solo me importó el qué dirán. ¿Sabes
por qué te cuento todo esto?

SOL: La verdad, no.

DON PEDRO: Si las cosas no salen bien con Genaro, pase lo que pase, quiero que sepas que
cuentas conmigo, que puedes regresar al pueblo y aquí vas a tener techo, comida... y hasta
sueldo y telenovela.

SOL: Gracias, Don Pedro, pero no se preocupe, Genaro es lo mejor que me ha pasado en la vida.

DON PEDRO: Es lo que me temo, te han pasado tan pocas cosas buenas en la vida que te puedes
conformar con cualquier cosa. Te lo repito, pase lo que pase, esta es tu casa

ECENA 8

42
Elemento dramático: Elipsis. Se aclaran los acontecimientos que no vimos en el
escenario. La acción avanza a favor de Genaro: Sol se irá con él y la entregará a Roberto
en la casa de la capital.

Roberto y Genaro hablan por teléfono.

ROBERTO: ¿Ya? El cliente no deja de llamarme.

GENARO: Ya. Hoy nos vamos a la ciudad y te la llevo.

ROBERTO: ¿También ésta es tu prometida?

(Roberto ríe a carcajadas).

GENARO: Pos sólo así caen.

ROBERTO: Acuérdate de que tiene que ser virgen.

GENARO: Pues es virgen.

ROBERTO: ¿Y si no? Pídele a Dios que te haga el milagro. El cliente la quiere virgen y si no lo es no
te voy a pagar lo que quieres.

GENARO: No, ese es tu problema. ¿Cómo está Rafaela?

ROBERTO: Triste en el día porque no sabe de ti; alegre, muy alegre en la noche cuando le damos
sus gotitas.

GENARO: ¿Y con los clientes?

ROBERTO: Como desesperada porque la quieran, así que hace de todo y en la mañana chilla y
chilla.

ECENA 9

Intención dramática: Alejandra deja claro que no confía en Genaro, no quiere que Sol se
vaya a la capital con él. María tiene claro que lo mejor que le puede suceder a Sol es irse
con Genaro.
Objetivo dramático: La situación de descomposición social debido a la pobreza que se
vive en el pueblo es grande. Miguel, también adolescente y el hijo de María y Lupercio
fue enganchado por la delincuencia organizada y lo regresaron muerto. Ésta es otra
modalidad de trata de personas de acuerdo a la legislación en México: la captación de
personas menores de 18 años de edad para la comisión de delitos.

43
En casa de Sol.

MARÍA: Ay, Doctora, es que usted no entiende nada de lo que pasa aquí, usted es como muy de
ciudad.

DOCTORA ALEJANDRA: Doña María, yo nací y crecí en un pueblo. Y sí entiendo lo que pasa aquí.
El campo está para morirse de hambre, no hay oportunidades para nadie y abusan de todos.
Doña María, piense en lo que le sucedió a su hijo… Miguel.

MARÍA: Miguel tuvo mala suerte, porque hay otros aquí en el pueblo que están bien, con sus
casas, sus esposas y sus hijos bien comidos y vestidos. Lo que pasó con Miguel es que lo
engañaron, pero le digo que a otros no.
DOCTORA ALEJANDRA: Lo que le quiero decir es que en todos lados hay gente que se aprovecha
de la vulnerabilidad, a Sol…

MARÍA: (Interrumpe exaltada) ¡A Sol no le va a pasar nada!

(María llora. Se forma un silencio incómodo, Alejandra no sabe si abrazarla o qué hacer.
Finalmente la ofrece un pañuelo).

DOCTORA ALEJANDRA: Yo misma vi en mi pueblo cómo los muchachos se iban llenos de


esperanza y regresaban en un cajón… los que tenían suerte. También sé que Sol corre peligro.

MARÍA: Y si sabe todo eso, ¿qué quiere que hagamos con Sol? Que se case es lo mejor que le
puede pasar a ella y a cualquier mujer. Genaro es buen muchacho, nunca la tocó, eso se nota; y
siempre trajo cosas para cenar.

DOCTORA ALEJANDRA: (Conciliadora) Mire, no digo que no se case, tal vez lo que Genaro siente
por ella es de verdad, pero pues por qué no se casan y viven aquí, Sol va a estar muy sola en la
ciudad.

MARÍA: Uy, con todas las cosas que hay que hacer en la ciudad. Con toda la gente, seguro que se
la pasa bien.

DOCTORA ALEJANDRA: Es que... pues Genaro no es de fiar.

MARÍA: Pero si una no se casa, pos qué va a hacer en la vida ¿cómo solterona? Esa no es vida. Y
ya sabe que aquí no hay hombres, a todos se los llevan, como al Miguel. Ni él sabía a lo que iba,
sólo le ofrecieron dinero para cuidar una casa. Sólo tenía quince años, era un niño y lo
engancharon. Lo mejor para todos es que Sol se case, por eso le pido que ya no se acerque a ella,
Genaro se lo tiene prohibido.

DOCTORA ALEJANDRA: Ya lo sé ¿Y no le parece sospechoso?

MARÍA: Yo sólo sé que él es el hombre de Sol, y sí él quiere que se quede encerrada todo el día
en la casa, ella tiene que obedecer.

44
ECENA 10

Objetivo dramático: La Doctora Alejandra actúa en consecuencia de su rol, como


protagonista se pone en acción y va tras lo que quiere, en este caso sabe que en su lucha
por evitar que Sol se vaya con Genaro ha fracasado, pero sigue actuando para tratar de
evitar lo peor y se abre con Sol hasta cierto punto: si Sol se da cuenta de que Alejandra
quiere lo opuesto a lo que Sol desea, la alejará, por lo que prefiere mantener la confianza
de Sol y ofrecer su ayuda. Se muestra decidida, Sol también está decidida a irse.

(Sol camina en la noche por una calle solitaria).

DOCTORA ALEJANDRA: Sol.


SOL: (Sobresaltada) ¡No me espante!

DOCTORA ALEJANDRA: Perdón, pero es que no quiero que se entere nadie de esto.

SOL: (Nerviosa) Yo menos, ya le dije cómo se pone Genaro. Mejor váyase. Orita vengo de
despedirme de Don Pedro, pero ya me tardé porque se puso a llorar.

DOCTORA ALEJANDRA: Qué bueno que lo fuiste a ver, ha recapacitado y entendido que lo que
hacía estaba mal. Está preocupado y yo también lo estoy.

SOL: ¡¿Y a usted qué le importa?!

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Ya no confías en mí?

SOL: No es eso, no quiero que Genaro se enoje conmigo. Déjeme ir.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Por qué? ¿Te golpea?

SOL: ¿Genaro? Nunca me golpearía. Ya váyase, por favor, estoy muy bien, hasta mi papá ya no
me pega desde que Genaro es mi novio.

DOCTORA ALEJANDRA: Está bien, ya me voy, sólo una cosa.

SOL: ¡¿Qué?! Ya por favor...

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Te aprendiste mi número?

SOL: Sí.
DOCTORA ALEJANDRA: Repítemelo.
SOL: ¡¿Para qué?!

DOCTORA ALEJANDRA: Repítelo o no me voy.

45
SOL: 56-80-46-69-32.

DOCTORA ALEJANDRA: Márcame por cualquier cosa que necesites. Cualquiera, ¿entendiste?

SOL: Sí... ya sé que cuento con usted.

DOCTORA ALEJANDRA: Suerte, Sol. Adiós.

SOL: No voy a necesitar llamarla, todo va a estar bien.

DOCTORA ALEJANDRA: Llámame, no importa la hora o lo que pase.

SOL: Gracias de todos modos..

ECENA 11

Intención dramática: Con mucha crueldad, Casandra quiere dejarle claro de una vez por
todas a Rafaela de lo que se trata estar en esa casa y qué es lo que en realidad hace.
Rafaela es una chica ingenua, no tiene mucha idea de nada, han sucedido demasiadas
cosas en poco tiempo, no tiene las herramientas para saber qué es lo que
verdaderamente sucede. Una de las razones por las que Casandra puede ser cruel con
Rafaela es precisamente por su ingenuidad, porque lo hace todo más difícil y la irrita
profundamente.
Es probable que se identifique con ella y quiera que Rafaela entienda todo y pase de la
etapa del sufrimiento a la de aceptación. El dolor de los otros en circunstancias similares
a las propias puede ser muy difícil de llevar. Ahora Rafaela se siente como una mercancía,
no entiende que es una víctima de trata de personas y de explotación, en sus parámetros
se ha convertido en una prostituta y esto la aleja no sólo de Genaro, su supuesto
prometido, sino de cualquier hombre que se enterara de ello, o inclusive de su propia
familia y entorno. Tanto para Casandra como para Rafaela, ambas verdades son muy
difíciles de asimilar.

CASANDRA: Ten tu dinero.

RAFAELA: ¿Cuál dinero?

CASANDRA: ¿Cómo que cuál? Pues tu paga, menos lo de la droga que te metiste.

RAFAELA: No sé de qué hablas.

CASANDRA: Este es el dinero que te ganaste.

RAFAELA: Pero es que en qué me lo gané.

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CASANDRA: (Risa abierta) ¿En serio no sabes?

RAFAELA: No...
CASANDRA: Por estar con los clientes, mujer... por tener relaciones sexuales con ellos.

RAFAELA: ¡¿Qué?!
CASANDRA: ¿O sea que pensabas que estabas con ellos de a gratis?

RAFAELA: Yo... yo pensaba que me metía con ellos porque es lo que siempre quieren los
hombres, ¿no? Así ya no te molestan. Pero esto es como... como de prostitutas.

CASANDRA: (Contenida) ¿Y qué crees que eres, mi´jita?

RAFAELA: ¿Yo... y qué va a decir Genaro si se entera?

CASANDRA: Ah, pues al rato te vas a enterar porque va a venir.

RAFAELA: (Preocupada) ¡¿De verdad?! Ya no me va a querer si se entera de que soy una


prostituta.

CASANDRA: A veces eres tan tonta que creo que te mereces esto.

RAFAELA: (Llora calladamente) ¿Me regalas unas gotas?

CASANDRA: (Contenida) Yo no le regalo nada a mensas. Págalas

ECENA 12

Intención dramática: Sol está contenta por su vida, pero hay en ella cierta melancolía,
como una tristeza que le viene de la nada. Aun así, para ella comienza una nueva vida.
Todo lo que Genaro le diga lo dará por verdad absoluta y será obediente porque confía
en él ciegamente. Sol no sabe que está por ser entregada a Roberto.
Por su lado, Genaro ya obtuvo lo que deseaba y comienza a dar órdenes y a tratar de
impresionar a Sol para engañarla. Genaro es un seductor todo el tiempo.

Camioneta de Genaro. Él conduce.


AUDIO: MÚSICA DE BANDA EN LA RADIO.

SOL: Nunca me había subido a una camioneta así, ¿sí es una camioneta?

GENARO: Sí, y es nuestra camioneta, mi amor.

47
SOL: Cuando me dices mi amor me siento como... como suavecita... como... si anduviera en una
camioneta.

GENARO: (Ríe) Por eso te quiero, eres muy inocente, ¿y sabes qué? Te preparé una fiesta de
bienvenida a la ciudad.

SOL: ¡¿De verdad?!

GENARO: Sí, van a estar todos mis amigos, es una fiesta muy elegante.

SOL: Pero... no tengo ropa elegante.

GENARO: Ahí te van a dar ropa. Vas a estar muy contenta.

SOL: Eres muy bueno conmigo.

GENARO: Sí, siempre quiero ser bueno y que tú seas buena conmigo, ¿vas a ser buena y te vas a
portar bien?

SOL: Claro que sí, siempre voy a hacer lo que me digas para que estés contento.

GENARO: Ya lo sé, por eso pon atención a lo que voy a decirte, para que en la fiesta te comportes
como se debe. ¿Ya te acabaste la cerveza?

SOL: Todavía me queda.

GENARO: Échatela de un trago y destápate otras dos.

ECENA 13

Intención dramática: Dejar clara la ingenuidad de Sol, quien cree desde un inicio que la
fiesta es para ella. Roberto se presenta como siempre. Como un explotador que ve a las
víctimas como cosas, productos que le generan ganancias. Genaro sólo tiene que darle el
último empujoncito a Sol para que caiga sin sospechar y para ello tiene que controlar la
brutalidad de Roberto.

En “la casa” de Roberto.

SOL: (Alegre toda la escena) Qué bonito, ¿ésta es mi fiesta?

GENARO: Sí, claro, fue lo que te dije.

(Entra Roberto).

ROBERTO: ¿Es ésta?

48
GENARO: Roberto...

ROBERTO: ¡¿Qué?! ¿Qué tiene?

GENARO: Trata con respeto a mi prometida.

ROBERTO: ¿Cómo te llamas?

SOL: (Tímida) Sol...

GENARO: Él es Roberto, es mi mejor amigo. Quiero que también sea tu mejor amigo.

SOL: Bueno...

(Entra Casandra).

CASANDRA: Ya llegó Don Ezequiel ¿Es ésta?

GENARO: Sí. Sol, ve con Casandra, ella te va a dar tu ropa para la fiesta. Obedécela en todo, ¿eh?
No me hagas quedar mal con Casandra.

SOL: Está bien…

GENARO: Ahora te veo, mi amor, voy a arreglar unos negocios con Roberto y voy.

SOL: No te tardes.

(Casandra y Sol salen, Sol se aleja mirando a Genaro, quien apenas le sonríe).

ROBERTO: Se ve muy modosita.

GENARO: Me tienes que pagar lo que te dije, cumple con todo lo que pediste.

ROBERTO: Ya veremos. Tu otra prometida, te está esperando para que la desengañes de una vez.
Aguas que está drogada.

(Genaro asiente molesto. Ambos salen. Entran Casandra y Sol, quien ya se encuentra vestida para
el lugar).

CASANDRA: ¿Te gusta tu ropa, Sol?

SOL: ¡Mucho! Es como la que usaban las novias de mi hermano... en paz descanse.

CASANDRA: Bueno, ¿vas a ser una muchacha buena y vas a obedecer como te dijo Genaro?

SOL: Sí...

CASANDRA: Vas a ir con Don Ezequiel y vas a platicar con él y a tomarte unas bebidas muy ricas.
Es tu fiesta, pásala muy bien.

AUDIO: PUERTA QUE SE ABRE. FIESTA EN PRIMER PLANO. QUEDA.

49
CASANDRA: Desde hoy toda tu vida va a ser una fiesta...

AUDIO DE FIESTA.
(Salen Casandra y Sol).
AUDIO DE FIESTA QUEDA.
(Entra una pareja de extras, se besan y conversan (no escuchamos la conversación). Casi un
minuto después se escuchan gritos. Suenan un par de disparos. Más gritos y gente que corre).
(Entra Rafaela tomándose el abdomen, tiene sangre. Se tambalea y cae muerta. Sol con la ropa
desgarrada, el maquillaje corrido, un gesto de terror, mira hacia todos lados buscando una salida,
corre y sale. Vuelve a entrar y sigue corriendo. Sale por otro lado).
(Silencio, si se está en un espacio cerrado, apagar las luces).
AUDIO: TONO DE MARCACIÓN DE LLAMADA TELEFÓNICA, TONO EN ESPERA.

DOCTORA ALEJANDRA: ¿Bueno?


SOL: (SOLLOZANDO) Doctora… ¿podría venir por mí?

ECENA 15

Intención dramática: Sol ha sido víctima de trata y por una coincidencia se salvó de ser
explotada sexualmente. Se ha dado cuenta de que Genaro no es quien ella pensaba.
Objetivo dramático: La confianza que generaron Don Pedro y la Doctora Alejandra en Sol
dio frutos. Ella pidió ayuda y ellos no dudaron en buscarla. La solidaridad del entorno
para con la víctima es muy importante para su recuperación paulatina.
Elementos dramáticos: Los actores y actrices siempre están actuando, siempre están en
su papel, no dicen sus líneas y quedan fuera de escena. Están afectados por lo que sucede
en la escena, por lo que dicen los otros personajes. La persona que dirija y los actores y
actrices deben tener claro qué harán durante esta escena. Es muy importante que su
actuación quede en segundo plano, no deben ensuciar la escena sino completarla, hacer
que sea un todo para que haya un cuadro en el que todos están “tocados” por la trama
de la escena.
Cada uno de los actores y actrices debe estar en su personaje, por ejemplo, si Don Pedro
llora cuando Sol narra lo acontecido, como vimos en la última escena entre él y Sol, debe
hacerlo de manera silenciosa y se debe encontrar el momento propicio para que esto
suceda. Los personajes son fieles a lo que son, a como se han presentado a lo largo de la
obra.

En la casa de la Doctora Alejandra.

50
(La veterinaria le entrega una bebida caliente a Sol, quien está encobijada y triste en una cama,
en estado de shock, ni siquiera llora. Don Pedro está sentado cerca).

SOL: (Serena) Después no me acuerdo muy bien qué pasó hasta que... hasta que... Me trajo la
doctora. Pues... pues un señor al que le decían Don Ezequiel me quería violar y yo no me dejaba,
llegó... Genaro. Estaba muy enojado y me golpeó, peor que mi papá. Dijo que le estaba haciendo
perder mucho dinero. Yo ya no quería que me pegara y dejé que ese señor hiciera lo que quisiera.
Yo sabía que estaba ahí, pero mi cabeza estaba en otro lado, hasta que llegó una chava que se
llamaba Rafaela y me comenzó a golpear, yo no sabía por qué, me decía que por mi culpa Genaro
la había dejado, que ella era su verdadera prometida. El señor se reía y hasta dejó que Rafaela me
golpeara. Creo que ahí fue cuando ella le dijo que de qué se reía y se le lanzó, le arañó toda la
cara y él comenzó a gritar y llamó a unos hombres y… entraron y me apuntaron, pero vieron que
no era yo y les dijo con palabrotas que mataran a Rafaela. Le dispararon y se echaron a correr, yo
atrás de él, sus hombres les iban apuntando a todos, yo atrás de ellos. Y comenzó la balacera
mientras corríamos. No me acuerdo como llegamos a la calle, el señor se subió a su coche y yo
me eché a correr. No sé qué pasó después, pero le llamé a la Doctora de una tienda donde me
prestaron un teléfono. No me acuerdo qué pasó luego. Sólo quisiera saber qué pasó con Genaro,
es lo único que me importa.

DON PEDRO: Sol… tú no le importas a Genaro.

SOL: Pero yo todavía lo quiero.

(Don Pedro está por decir algo a Sol, pero Alejandra lo detiene con un gesto, no es momento de
hablar de eso).

SOL: Mi mamá ya no me quiere, Genaro es todo lo que me queda.

DOCTORA ALEJANDRA: Estoy yo, esta es tu casa.

DON PEDRO: También cuentas conmigo, yo puedo apoyarte para que estudies, no sé, lo que
necesites.

DOCTORA ALEJANDRA: Sol, tenemos que denunciar.

SOL: Pero hoy no, sólo quiero quedarme aquí y dormir. Jamás pensé que esto me pasaría.

DOCTORA ALEJANDRA: Por eso hay que denunciar, para que ya no pasen estas cosas. A lo mejor
no lo entiendas ahorita, pero lo que viviste se llama trata de personas y es un delito que se
sanciona con cárcel. Ve tú a saber a cuantas niñas ha lastimado ya.

SOL: Quisiera que alguien hablara con mi mamá para que me perdonara.

DOCTORA ALEJANDRA: Nadie tiene que perdonarte nada. Fuiste víctima de una persona que se
especializa en enganchar jovencitas como tú. No hiciste nada malo, al contrario, te lo hicieron a ti.
Todo fue una mentira.

51
DON PEDRO: En el pueblo ya andan hablando cosas bien feas, otros tratan de comprender. Yo
voy a hablar con ellos para explicarles eso. Sol, no hiciste nada, ese rufián te engañó, ¡nos engañó
a todos! Tenemos que impedir que esto vuelva a pasar en el pueblo.

SOL: Tengo miedo, mi vida no tiene sentido ya.

DOCTORA ALEJANDRA: Claro que tiene sentido, es un milagro que hayas salido con vida, muchas
no lo logran o los daños son irreversibles. Nosotros estaremos contigo y además hay instituciones
especializadas que pueden apoyarte a comprender lo que pasó.

(Alejandra abraza a Sol).

DON PEDRO: Ahora duerme, tienes que recuperar fuerzas.

(Don Pedro y la doctora salen de la recámara y suena que alguien toca la puerta, la Doctora
Alejandra se acerca para abrir sin mucha desconfianza) DOCTORA ALEJANDRA: (Exclama
asombrada) ¡¿Genaro!?

(Se apagan las luces, se baja el telón).

FIN

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