Nicsp 17
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Reconocimiento
La presente Norma Internacional de Contabilidad del Sector Público ha sido básicamente elaborada a partir
de la Norma Internacional de Contabilidad NIC 16 (revisada en 1998), Propiedad, planta y equipo, publicada
por el Comité de Normas Internacionales de Contabilidad (International Accounting Standards Committee
(IASC). En 2001, en sustitución del IASC, se constituyeron el Consejo de Normas Internacionales de
Contabilidad (IASB) y la Fundación para el Comité de Normas Internacionales de Contabilidad (IASCF).
Las Normas Internacionales de Contabilidad (NICs) emitidas por el IASC permanecerán en vigor mientras
no sean modificadas o retiradas por el IASB. La presente publicación del Comité del Sector Público de la
Federación Internacional de Contadores reproduce extractos de la NIC 16, con autorización del IASB.
El texto aprobado de las Normas Internacionales de Contabilidad (NICs) es el publicado por el IASB en
idioma inglés, pudiéndose obtener ejemplares del mismo, en el Departamento de Publicaciones del IASCF:
IASCF Publications Department, 1st Floor, 30 Cannon Street, London EC4M 6XH, United Kingdom.
Email: publications@iasc.org
Internet: http://www.iasb.org
Las NICs, los Proyectos de Norma y otras publicaciones del IASC y el IASB son propiedad intelectual del
IASCF.
“IAS,” “IASC,” “IASCF,” “IASB” and “International Accounting Standards” son Marcas Registradas del IASCF
y no deben ser usadas sin el consentimiento del IASCF.
NORMA INTERNACIONAL DE CONTABILIDAD DEL SECTOR PÚBLICO—NICSP 17
PROPIEDAD, PLANTA Y EQUIPO
Las directrices normativas, que aparecen en letra cursiva y en negrita, deben interpretarse en el contexto
de los párrafos de comentario de la presente Norma, los cuales aparecen en letra normal- así como en el
contexto del "Prólogo a las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público.” No se pretende la
aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público a partidas (o rubros) no
significativas.
Objetivo
El objetivo de esta Norma es establecer el tratamiento contable de la Propiedad, planta y equipo. Los
principales problemas que presenta la contabilidad de la Propiedad, planta y equipo son el momento de
activación de las adquisiciones, la determinación del importe en libros y los cargos por depreciación del
mismo que deben reconocerse.
Alcance
1. Una entidad que prepara y presenta los estados contables sobre la base contable de acumulación (o
devengo) deberá aplicar esta Norma para la contabilización de los elementos componentes de la
Propiedad, planta y equipo, excepto:
(a) cuando se haya adoptado un tratamiento contable diferente de acuerdo con otra IPSAS; y
(b) en relación a los bienes de patrimonio histórico artístico y/o cultural. No obstante, los requisitos de
revelación de información de los párrafos 73, 74 y 77 se aplican a aquellos bienes patrimonio histórico
artístico y/o cultural que sean reconocidos.
2. Esta Norma se aplica a todos las entidades del sector público que no sean Empresas Públicas.
3. Esta Norma se aplica a los elementos componentes de la Propiedad, planta y equipo incluyendo:
(a) equipamiento militar especializado; y
(b) activos de infraestructura.
Las disposiciones transitorias de los párrafos 80 al 87 relajan el requerimiento de reconocer todos los
elementos de la Propiedad, planta y equipo durante el periodo transitorio de cinco años.
4. Esta Norma no se aplica a:
(a) bosques y recursos naturales renovables similares; y
(b) derechos mineros, la exploración para la extracción de minerales, petróleo, gas natural u otros recursos
no renovables similares. No obstante, la Norma es de aplicación a los elementos individuales de la
Propiedad, planta y equipo, usados para desarrollar o mantener las actividades comprendidas en (a) o (b),
pero separables de las mismas.
5. La presente Norma tampoco se aplica cuando otras NICSP o, en ausencia de una NICSP, otra guía
internacional de relevancia permita determinar la valoración inicial en libros de los elementos de la
Propiedad, planta y equipo utilizando un enfoque diferente del determinado en esta Norma. Por ejemplo, la
NIC 22 Combinaciones de Negocios, proporciona una guía para la evaluación la Propiedad, planta y equipo
cuando son adquiridos en una combinación de negocios. No obstante, incluso en tales casos, todos los
demás aspectos del tratamiento contable de los citados activos, incluyendo su depreciación, se guían por
los requerimientos de la presente Norma.
6. Esta Norma no aborda ciertos aspectos de la aplicación de un sistema completo para reflejar los cambios
en los precios (ver NICSP 10 Información Financiera en Economías Hiperinflacionarias. No obstante, las
entidades que apliquen dicho sistema deben cumplir con todos los aspectos de esta Norma, salvo en lo
que se refiere a la medición de los elementos de la Propiedad, planta y equipo en los momentos posteriores
a su adquisición y reconocimiento inicial.
Depreciación
54. La base depreciable de cualquier elemento componente de la Propiedad, planta y equipo, debe ser
distribuida, de forma sistemática, sobre los años que componen su vida útil. El método de depreciación
usado debe reflejar el patrón de consumo, por parte de la entidad, de los beneficios económicos o potencial
de servicio que el activo incorpora. El cargo por depreciación de cada periodo debe ser reconocido como
un gasto, a menos que dicho valor se incluya como componente del importe en libros de otro activo.
55. A medida que una entidad consume los beneficios económicos o servicios potenciales inherentes a un
activo, se reducirá el importe del mismo en libros, con el fin de reflejar dicho consumo, mediante cargos a
resultados por depreciación. Tales cargos se harán, incluso, cuando el valor del activo exceda de su valor
neto en libros.
56. Los beneficios económicos o servicios potenciales inherentes a un elemento de propiedad, planta y
equipo son consumidos por la entidad principalmente mediante el uso del activo. No obstante, otros
factores, tales como la obsolescencia técnica y el deterioro natural producido por la falta de utilización del
bien, a menudo producen una disminución en la cuantía de los beneficios económicos o potencial de
servicio que cabría esperar de la utilización del activo. Consecuentemente, para determinar la vida útil de
la Propiedad, planta y equipo, deben tenerse en cuenta todos y cada uno de los factores siguientes:
(a) el uso que la entidad espera realizar del activo. El uso se estima por referencia a la capacidad o
rendimiento físico esperado del activo;
(b) el deterioro natural esperado, que depende de factores operativos tales como el número de turnos de
trabajo en los que será usado el bien, el programa de reparaciones y mantenimiento de la entidad, así
como el nivel de cuidado y mantenimiento mientras el activo no está siendo dedicado a tareas productivas;
(c) la obsolescencia técnica derivada de los cambios y mejoras en la producción, o bien de los cambios en
la demanda del mercado de los productos o servicios que se obtienen con el activo; y
(d) los límites legales o restricciones similares sobre el uso del activo, tales como las fechas de caducidad
de los contratos de servicio relacionados con el bien.
57. La vida útil de un activo se define en términos de la utilidad esperada del activo. La política de gestión
de activos de una entidad la disposición de activos después de un tiempo específico de uso, o tras haber
consumido una cierta proporción de beneficios económicos o potencial de servicio inherente al activo. Por
lo tanto, la vida útil de un activo puede ser inferior a su vida económica. La estimación de la vida útil de un
elemento de la Propiedad, planta y equipo es una cuestión de criterio, basada en la experiencia que la
entidad tenga con activos similares.
58. Los terrenos y los edificios son activos independientes y se tratarán contablemente por separado,
incluso si han sido adquiridos conjuntamente. Los terrenos tienen, normalmente, una vida ilimitada y por
tanto no se deprecian. Las construcciones tienen una vida limitada y, por tanto, son activos depreciables.
Un eventual incremento en el valor de los terrenos en los que se asienta un edificio no afectará a la
determinación de la vida útil del edificio.
59. La base de depreciación de un activo se determinará deduciendo el valor residual del mismo. En la
práctica, el valor residual de un activo es, con frecuencia, insignificante y por tanto puede prescindirse del
mismo al calcular la base de depreciación. Si se adopta el tratamiento de referencia prescrito por esta
Norma y además es probable que el valor residual sea significativo, tal importe será estimado en el
momento de la adquisición y no se incrementará en periodos posteriores por el efecto de cambios en los
precios. No obstante, cuando se adopte el tratamiento alternativo permitido, se llevará a cabo una nueva
estimación del mismo a la fecha de cada revaluación subsiguiente del activo. Tal nueva estimación estará
basada en el valor residual vigente, a la fecha en cuestión, para activos similares que hayan terminado su
vida útil y que hayan operado bajo condiciones similares a las de uso del activo que se está revaluando.
60. Es posible utilizar una amplia variedad de métodos de depreciación para distribuir, de forma sistemática,
la base depreciable de un activo a lo largo de su vida útil. Entre tales métodos se encuentran el de
depreciación lineal, el de tasa constante sobre valor neto en libros o el de suma de unidades producidas.
El método de depreciación lineal producirá un cargo por depreciación constante a lo largo de toda la vida
del activo. El método de la tasa constante sobre valor neto en libros del activo producirá cargos que van
decreciendo a lo largo de la vida del activo. El método de suma de unidades producidas supone un cargo
que depende del uso deseado o de la producción efectiva del activo. El método finalmente usado para cada
activo se habrá de seleccionar tomando como base los patrones esperados de obtención de beneficios
económicos o potencial de servicio, y se aplicará de forma sistemática de un periodo a otro, a menos que
se produzca un cambio en los patrones esperados de obtención de beneficios económicos o potencial de
servicio de ese activo.
61. La carga de depreciación para un período se reconoce generalmente como un gasto de ese periodo.
No obstante, en algunas circunstancias, los beneficios económicos o potencial de servicio inherentes a un
activo se aplican, por parte de la entidad, a la producción de otros activos y no dan lugar a un gasto del
periodo. En tal caso, los cargos por depreciación pasarán a formar parte del costo del otro activo, y se
incluirán por tanto en su importe en libros. Por ejemplo, la depreciación del equipo de manufactura se
incluirá en el costo de conversión de los inventarios (ver NICSP 12). De forma similar, la depreciación de
los elementos de la Propiedad, planta y equipo utilizados para actividades de desarrollo puede incluirse en
el costo de un activo intangible que se reconoce de acuerdo con la pertinente norma contable nacional o
internacional que trate los activos intangibles. Revisión de la Vida Útil
62. La vida útil de un elemento de la Propiedad, planta y equipo debe revisarse periódicamente y, si las
expectativas actuales varían significativamente de las estimaciones previas, deben ajustarse los cargos a
resultados del periodo corriente y de los futuros.
63. A lo largo de la vida de un activo, puede ponerse de manifiesto que la vida útil estimada resulta
inapropiada. Por ejemplo, la vida útil puede alargarse por desembolsos posteriores a la adquisición que
mejoran las condiciones del activo y las colocan por encima del nivel de rendimiento estimado en un
principio. Alternativamente, ciertos cambios tecnológicos o cambios en el mercado de productos pueden
reducir la vida útil del activo. En tales casos, la vida útil y, por tanto, la tasa de depreciación, son objeto de
ajuste tanto para el periodo corriente como para los futuros.
64. La política de mantenimiento y reparaciones de la entidad puede afectar también a la vida útil de los
activos. Tal política puede redundar en una ampliación de la vida útil del activo o en un incremento de su
valor residual. En cualquier caso, la adopción de una política como la descrita no resta validez a la
necesidad de realizar cargos por depreciación de los activos. Por el contrario, algunos activos pueden tener
un mantenimiento inadecuado o demorado indefinidamente debido a limitaciones presupuestarias. Cuando
las políticas de gestión de los activos empeoren el desgaste y uso de un activo, su vida útil debería
estimarse nuevamente y reajustarse según el caso.
Revisión del Método de Depreciación
65. El método de depreciación aplicado a los elementos que componen la Propiedad, planta y equipo
deberá revisarse de forma periódica y, si se ha producido un cambio importante en el patrón esperado de
beneficios económicos o potencial de servicio de esos activos, debe cambiarse el método para que refleje
el nuevo patrón. Cuando tal modificación en el método de depreciación se haga necesaria, debe ser
contabilizada como un cambio en una estimación contable, debiendo ajustarse los cargos por depreciación
del periodo corriente y de los futuros.