Impugnacion Tutela Jorge Bayona

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Señor

JUZGADO TERCERO PENAL MUNICIPAL PARA ADOLESCENTES CON


FUNCION DE CONTROL DE GARANTIAS
E. S. D.

Acciónate: JIMMY AUREL CHONA BAYONA agente oficiosa de MARIA ALICIA


BAYONA MONCADA
Accionado: COMFAORIENTE EPS

JIMMY AUREL CHONA BAYONA, mayor de edad, identificada con cédula de


ciudadanía Nº 88.191.197 de Villa del Rosario; actuando como agente oficiosa de
mi madre MARIA ALICIA BAYONA MONCADA; en uso del decreto 2591, articulo
1, impugno fallo de tutela del día 13 de enero de 2020, proferido por su despacho.

HECHOS

PRIMERO: presenté Acción de tutela como agente oficios de mi madre, la señora


MARIA ALICIA BAYONA MONCADA, en contra de COMFAORIENTE EPS, el cual
avocó conocimiento su despacho.

SEGUNDO: en la acción de tutela se solicitó la autorización y entrega del


medicamento “TOSILATO DE SORAFENIB 200 MG TABLETA”, de igual manera
se solicitó se le garantizara un tratamiento integral frente a la patología de mi señora
madre.

TERCERO: El día 13 de enero de 2020, el despacho profirió fallo en el cual se


tutelaron los derechos fundamentales a mi señora madre y ordenaron a la entidad
accionada autorizar y entregar el medicamento anteriormente descrito, cabe
recalcar que dentro del fallo proferido el juez constitucional no se pronunció frente a
la petición de ordenarle un tratamiento integral a mi señora madre, por cuanto se
hace esta necesaria debido a la patología que sufre y por su categoría como
enfermedad catastrófica dentro de los aspectos tomados por la Corte Constitucional.

CUARTO: cabe recalcar que la entidad accionada ha sido renuente a no prestarle


la atención oportuna a mi señora madre por lo que nos ha conllevado a interponer
varias acciones de tutelas. Lo anterior se ha vuelto una carga procesal como parte
afectada y también para los despachos judiciales.

QUINTO: mi madre es una adulta mayor que no cuenta con la capacidad económica
para poder sufragar los gastos que acarrea su patología, razón por la cual me vi
obligado a instaurar la acción de tutela con el fin que sean salvaguardados sus
derechos.

SEXTO: cabe recordar que la ley estatutaria de salud Ley 1751 de 2015, establece
frente al principio de continuidad en el servicio médico que: “la atención en
salud no podrá ser suspendida al paciente, en ningún caso, por razones
administrativas o económicas, entre otras razones, porque ello constituiría un
agravio a la confianza legítima.” Aunado a ello, se tiene que la paciente se
encuentra en circunstancias de debilidad manifiesta, por su estado de salud, razón
por la cual goza de especial protección constitucional y del Estado. Además, es
evidente que requiere la prestación de los servicios médicos de manera integral,
por los efectos pre y post-operatorios que pueda generar en salud y en su
organismo el trasplante de riñón que le será practicado.

Así mismo, en el caso de ser remitido a una ciudad diferente a la de su residencia,


para recibir cualquier servicio médico en lo que respecta a las patologías
“tumor maligno del hígado, no especificado” deberá suministrar los gastos
de traslados (en la forma indicada por el médico tratante), hospedaje,
alimentación y transportes internos dentro de la ciudad o por fuera de la ciudad
para la agenciada y un acompañante.

Por lo anteriormente expuesto, solicito ante su despacho lo siguiente:

PETICIONES

Remitir la presente Acción de tutela con sus actuaciones y contestaciones al juez


competente en segunda instancia y revoque parcialmente o declare la nulidad frente
al fallo proferido el día 13 de enero de 2020 por el juzgado de primera instancia,
debido a que el despacho omitió pronunciarse frente a una petición expresa que lo
que finalmente se busca es no congestionar más los despachos judiciales. si en
caso de revocar el fallo parcialmente, solcito se le garantice un tratamiento integral
a mi señora madre frente a la patología anteriormente descrita y categorizada como
enfermedad catastrófica y si se llegase a declarar la nulidad de las actuaciones
solicitó al Juez de primera instancia pronunciarse frente a la petición de garantizarle
un tratamiento integral a mi señora madre.

FUNDAMENTOS DE DERECHOS

Así mismo, la jurisprudencia constitucional ha determinado el alcance del principio


de integralidad, en la sentencia T-574 de 2010, así: “(…) la atención en salud
debe ser integral y por ello, comprende todo cuidado, suministro de
medicamentos, intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación,
exámenes de diagnóstico y seguimiento de los tratamientos iniciados así como
todo otro componente que los médicos valoren como necesario para el
restablecimiento de la salud del/ de la paciente. (…) Por eso, los jueces de
tutela deben ordenar que se garantice todos los servicios médicos que sean
necesarios para concluir un tratamiento”.

De acuerdo a lo anterior, la Corte ha establecido unas subreglas que el juez de


tutela debe observar cuando frente a medicamentos, elementos, procedimientos,
intervenciones y servicios, indispensables en la preservación o recuperación de la
salud, deba aplicar directamente la Constitución y ordenar su suministro o
realización, en el caso que concurran las siguientes condiciones:
“1.La falta del servicio, intervención, procedimiento o medicina, vulnera o pone en riesgo
los derechos a la vida y a la integridad personal de quien lo requiere, sea porque
amenaza su existencia, o deteriora o agrava el estado de salud, con desmedro de la
pervivencia en condiciones dignas.

1. El servicio, intervención, procedimiento o medicina no puede ser sustituido por otro que
sí se encuentre incluido en el POS y supla al excluido con el mismo nivel de calidad y
efectividad.

2. El servicio, intervención, procedimiento o medicina ha sido dispuesto por un médico


adscrito a la EPS a la que esté vinculado el paciente.

3. La falta de capacidad económica del peticionario para costear el servicio requerido.”

Por lo tanto, es razonable que para la prestación de algún servicio médico el


paciente tenga que cumplir con algunos trámites administrativos, pero lo que
resulta inadmisible es que dichos trámites sean excesivamente demorados y que
además le impongan una carga al usuario que no está en condiciones y que no le
corresponde asumir.

Frente a los gastos de traslado de un paciente para realizarse un procedimiento


médico, ha establecido la Corte Constitucional, que están íntimamente
relacionados con la recuperación de la salud, la vida y la dignidad humana,
sobre todo cuando se trata de sujetos de especial protección, como los niños
en estado de discapacidad o personas de la tercera edad.

En este sentido, señaló la Corte Constitucional en sentencia T-760 de 2008 que


“si bien el transporte y hospedaje del paciente no son servicios médicos, en
ciertos eventos el acceso al servicio de salud depende de que al paciente le
sean financiados los gastos de desplazamiento y estadía en el lugar donde se
le pueda prestar atención médica. (…) Así pues, toda persona tiene derecho a
que se remuevan las barreras y obstáculos que impidan a una persona acceder
a los servicios de salud que requiere con necesidad, cuando éstas implican el
desplazamiento a un lugar distinto al de residencia, debido a que en su
territorio no existen instituciones en capacidad de prestarlo, y la persona no
puede asumir los costos de dicho traslado”.

La resolución 5857 de 2018 que actualizó el Plan de Beneficios en Salud con


Cargo a la Unidad de Pago por Capitación (UPC), en su artículo 121 señaló
frente a al traslado de los pacientes ambulatorios que:

ARTÍCULO 121. TRANSPORTE DEL PACIENTE AMBULATORIO. El servicio de


transporte en un medio diferente a la ambulancia para acceder a una atención contenida
en el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la UPC, no disponible en el lugar de
residencia del afiliado, será financiado en los municipios o corregimientos con la prima
adicional para zona especial por dispersión geográfica.
Parágrafo. Las EPS o las entidades que hagan sus veces igualmente deberán
pagar el transporte del apciente ambulatorio cuando el usuario deba trasladarse
a un municipio dinstinto al de su residencia para recibir los servicios
mencionados en el artículo 10 de este acto administrativo, cuando existiendo estos
en su municipio de residencia la EPS o la entidad que haga sus veces no los hubiere
tenido en cuenta para la conformación de su red de servicios. Esto aplica
independientemente de si en el municipio la EPS o la entidad que haga sus veces recibe o
no UPC diferencial. (Subrayado y negrilla fuera de texto)

Sobre este tema, la Corte Constitucional en sentencia T-260 de 2013 ha


señalado que:

“aunque el transporte y el hospedaje del paciente y su acompañante no constituyen


servicios médicos, hay ciertos casos en los cuales el acceso efectivo y real al servicio de
salud depende de la ayuda para garantizar el desplazamiento al lugar donde será
prestada la atención.

Este tribunal ha considerado, a partir del principio de solidaridad sobre el que descansa el
derecho a la seguridad social, que cuando un usuario del Sistema de Salud es remitido a
un lugar diferente al de su residencia para recibir la atención médica prescrita por su
galeno tratante, debido a que su EPS no cuenta con disponibilidad de servicios en el lugar
de afiliación, los gastos que se originen por el transporte y la estadía deben ser asumidos
por el paciente o su familia”

No obstante lo anterior, dicha corporación ha considerado que “(…) es


obligación de todas las E.P.S. suministrar el costo del servicio de transporte,
cuando ellas mismas autorizan la práctica de un determinado procedimiento
médico en un lugar distinto al de la residencia del paciente, por tratarse de una
prestación que se encuentra comprendida en los contenidos del POS. Esto
dentro de la finalidad constitucional de que se remuevan las barreras y
obstáculos que les impiden a los afiliados acceder oportuna y eficazmente a los
servicios de salud que requieren con necesidad.”1

Sobre el particular, dicho cubrimiento para el paciente ambulatorio que


requiere cualquier evento o tratamiento previsto por el acuerdo, en todos los
niveles de complejidad, no es absoluta, dado que se requiere que: (i) la
remisión haya sido ordenada por el médico tratante; (ii) en el municipio donde
reside el paciente no existan instituciones que brinden el servicio ordenado; y
(iii) la EPS-S donde se encuentra afiliado el paciente reciba una UPC diferencial
o prima adicional.

En los demás casos, la jurisprudencia Constitucional ha establecido que cuando


el paciente no cuenta con los recursos para sufragar los gastos que le genera
el desplazamiento y, éste, sea la causa que le impide recibir el servicio médico,
esta carencia se constituye en una barrera para acceder al goce efectivo de su

1 Corte Constitucional, sentencia T-260 de 2013


derecho a la salud. En éste evento, le corresponde al juez constitucional aplicar
la regla jurisprudencial para la procedencia del amparo para financiar el
traslado, en los casos donde se acredite que “(i) ni el paciente ni sus familiares
cercanos tienen los recursos económicos suficientes para pagar el valor del
traslado y (ii) de no efectuarse la remisión se pone en riesgo la vida, la
integridad física o el estado de salud del usuario.”

En síntesis, el juez de tutela debe evaluar, en cada situación en concreto, la


pertinencia, necesidad y urgencia del suministro de los gastos de traslado, así
como las condiciones económicas del actor y su núcleo familiar y, en caso de
ser necesario, recobrar a la entidad estatal los valores correspondientes

El artículo 86 de la Constitución Política señala la procedencia de la acción de


tutela cuando de reclamar la protección de los derechos fundamentales se trata
frente a la amenaza o vulneración proveniente del actuar o de omisiones de las
autoridades o de los particulares en los casos expresamente señalados en la
misma norma. Esta acción es dada para que toda persona pueda acudir a un
juez, con el fin de que se le proteja su derecho ante una conducta de acción u
omisión de autoridad que vulnere o amenace un derecho fundamental
individual y ante la situación de carencia de otro mecanismo judicial para la
protección de tales derechos. La finalidad última de la misma es lograr que el
Estado, a través de un pronunciamiento judicial, restablezca el derecho
fundamental conculcado o impida que la amenaza que sobre él se cierne se
configure.

Sobre el derecho a la salud, la Organización Mundial de la Salud de la


Organización de las Naciones Unidas en su Constitución, estableció que, “la
salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente
la ausencia de afecciones o enfermedades (…) el goce del grado máximo de
salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser
humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica
o social (…) considerada como una condición fundamental para lograr la paz y la
seguridad.”2

Así mismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, dispone que “toda


persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.”

Igualmente, nuestra Constitución Política consagra en el artículo 13 que el


Estado debe adoptar las medidas necesarias para promover las condiciones de
igualdad de grupos discriminados y marginados y proteger de manera especial

2 Constitución de la Organización Mundial de la Salud.


a las personas que, por su condición de vulnerabilidad, se encuentren en
circunstancia de debilidad manifiesta.

Consagra también, en el artículo 49 superior el cual ha sido desarrollado por la


jurisprudencia constitucional en numerosas oportunidades y ante la complejidad
que plantean los requerimientos de su atención, que el derecho a la salud
comprende dos facetas, por un lado, su reconocimiento como derecho y, por el
otro, su carácter de servicio público3. En cuanto a la salud como derecho, debe
ser prestarse de manera oportuna, eficiente y con calidad, de conformidad con
los principios de continuidad, integralidad e igualdad; mientras que, respecto de
la segunda, la salud debe atender a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad4.

Manifiesta la jurisprudencia, que la orden médica no puede convertirse en una


condición insuperable o requisito sine qua non para garantizar el derecho a la salud
y a la vida en condiciones dignas, cuando por las condiciones en que se encuentra
el paciente es palmaria la necesidad de determinados insumos, o la omisión misma
de facilitar y permitir el acceso al servicio de salud impide obtener la prescripción
médica y avanzar así en el tratamiento o atención de la afectación de la salud del
paciente. En este sentido ha dicho la jurisprudencia que:

“cuando las personas que requieren alguno de los servicios, implementos o insumos con los
que pueden hacer más tolerables o llevaderas sus condiciones de salud, les exigen como
requisito previo a su entrega, la presentación de una orden médica, dicha exigencia se
torna desmedida en todos aquellos casos cuando las condiciones médicas de la persona son
tan evidentes y notorias, por lo que someterla al cumplimiento de un trámite
administrativo, para obtener los cuidados mínimos necesarios que aseguran una vida en
condiciones más dignas, resulta desproporcionado y pone en peligro sus derechos
fundamentales4”

La Corte Constitucional ha identificado diversos escenarios de protección en los que


el suministro de ciertos medicamentos o insumos resultan necesarios para procurar
condiciones dignas de existencia a pesar de las circunstancias generadas por ciertas
patologías.

Tal es el caso de las personas que en razón de la enfermedad o discapacidad tienen


impedida la locomoción o se ha eliminado el control de esfínteres, alterándose
significativamente la posibilidad de realizar sus necesidades fisiológicas en
condiciones regulares. En estos eventos “los accionantes tienen derecho a
acceder al servicio de salud que disminuya la incomodidad en intranquilidad que
les genera su incapacidad física. Si bien los pañales desechables no remedian
por completo esta imposibilidad, sí permiten que las personas puedan gozar de
unas condiciones dignas de existencia”5

3 Sentencia T – 121 de 2015.


4 Artículos 48 y 49, Constitución Política.
5 Sentencia T- 056 de 2015
Así mismo, la jurisprudencia constitucional ha determinado el alcance del principio
de integralidad, en la sentencia T-574 de 2010, así: “(…) la atención en salud
debe ser integral y por ello, comprende todo cuidado, suministro de
medicamentos, intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación,
exámenes de diagnóstico y seguimiento de los tratamientos iniciados así como
todo otro componente que los médicos valoren como necesario para el
restablecimiento de la salud del/ de la paciente. (…) Por eso, los jueces de
tutela deben ordenar que se garantice todos los servicios médicos que sean
necesarios para concluir un tratamiento”.

De acuerdo a lo anterior, la Corte ha establecido unas subreglas que el juez de


tutela debe observar cuando frente a medicamentos, elementos, procedimientos,
intervenciones y servicios, indispensables en la preservación o recuperación de la
salud, deba aplicar directamente la Constitución y ordenar su suministro o
realización, en el caso que concurran las siguientes condiciones:

“1.La falta del servicio, intervención, procedimiento o medicina, vulnera o pone en riesgo
los derechos a la vida y a la integridad personal de quien lo requiere, sea porque
amenaza su existencia, o deteriora o agrava el estado de salud, con desmedro de la
pervivencia en condiciones dignas.

4. El servicio, intervención, procedimiento o medicina no puede ser sustituido por otro que
sí se encuentre incluido en el POS y supla al excluido con el mismo nivel de calidad y
efectividad.

5. El servicio, intervención, procedimiento o medicina ha sido dispuesto por un médico


adscrito a la EPS a la que esté vinculado el paciente.

6. La falta de capacidad económica del peticionario para costear el servicio requerido.”

Por lo tanto, es razonable que para la prestación de algún servicio médico el


paciente tenga que cumplir con algunos trámites administrativos, pero lo que
resulta inadmisible es que dichos trámites sean excesivamente demorados y que
además le impongan una carga al usuario que no está en condiciones y que no le
corresponde asumir.

NOTIFICACIONES

El Accionante:
- JIMMY AURIEL CHONA BAYONA
- CALLE 16 No. 14-52 B. LA LIBERTAD
- TELEFONO: 3103487750
- [email protected]

JIMMY AUREL CHONA BAYONA


C.C 86.191.197

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